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LA INFLACIÓN BÁSICA EN COLOMBIA: EVALUACION DE INDICADORES

ALTERNATIVOS ∗

Coordinador
Carlos Felipe Jaramillo

Colaboradores
Edgar Caicedo, Adolfo Cobo, Andrés González, Munir Jalil, Juan Manuel Julio, Luis
Fernando Melo.

Septiembre de 1999

Resumen

El objetivo de este trabajo es describir y evaluar indicadores de inflación básica


utilizados por el Banco de la República (inflación sin alimento, inflación sin alimentos y
servicios públicos y transporte, media truncada al 20% y mediana) y otros alternativos
(inflación núcleo, media truncada y mediana a diferentes niveles de truncamiento,
media asimétrica y filtro de Hodrick y Prescott). La evaluación se sustenta en diversos
criterios estadísticos - variabilidad, insesgamiento, desviación con respecto a la
inflación suavizada, capacidad de pronóstico y relación con agregados monetarios – que
reflejan las propiedades deseables de cualquier indicador de inflación básica. Los
resultados de este ejercicio muestran que la mayoría de los indicadores evaluados
resultan ser medidas adecuadas de la inflación de demanda. Aún así, se encontró que la
inflación núcleo para varios niveles de truncamiento es particularmente adecuada al
satisfacer la totalidad de los criterios estadísticos utilizados. Algo similar se puede decir
de la media asimétrica y de la media truncada al 10%. Por el contrario, el IPC sin
alimentos y el IPC sin alimentos, servicios públicos y transporte resultaron ser pobres
indicadores de la inflación básica.

Introducción

La toma de decisiones de política monetaria requiere información precisa acerca del


estado de las presiones de demanda en la economía. Para estos propósitos, el Indicador
de Precios al Consumidor (IPC) no es un indicador ideal, pues este indicador registra
simultáneamente presiones de demanda y oferta. Es por ello que en la mayoría de los
bancos centrales se acostumbra construir indicadores alternativos de seguimiento de
precios, denominados “inflación básica” o subyacente, que intentan filtrar los choques
de oferta y ofrecer una información más adecuada a las autoridades monetarias.

El Banco de la República utiliza varios indicadores de inflación básica para hacer el


seguimiento de la evolución de los precios. Mensualmente se calcula la inflación sin
alimentos, sin alimentos primarios y servicios, la mediana ponderada y la media
truncada al 20%. Cada trimestre, además de los indicadores anteriores, se calculan
modelos de vectores autorregresivos para obtener una medida de inflación básica que no
tenga impacto sobre el producto en el largo plazo.


Deseamos agradecer los valiosos comentarios de los miembros de la Junta Directiva y en especial al
Doctor Antonio Hernández G., gracias a cuyo interés fue posible la realización de este trabajo.

1
Aunque todos los indicadores mencionados parecen seguir la tendencia de largo plazo
de la inflación, no es claro cuál es más apropiado para el contexto colombiano. Algunos
indicadores, como la media truncada y la mediana, fueron adoptados por las virtudes
exhibidas en el contexto de economías desarrolladas (Cecchetti, 1997 y Bryan y Pike,
1991). Otros indicadores han caído en desuso (como los filtros de Hodrick y Prescott) y
otros no han sido evaluados, tal como la inflación núcleo que se utiliza en México. Pese
a lo anterior, la única evaluación técnica que se ha efectuado recientemente para el
contexto colombiano fue realizada por Melo, Hamman y Uribe (1996).

El propósito de este trabajo es describir y evaluar diversos indicadores de inflación


básica para Colombia entre 1988:12 y 1998:10, período en el que ha estado vigente una
canasta de consumo para el cálculo de la inflación conocida como el IPC 60. Para
evaluar dichos indicadores se utilizaron diversos criterios estadísticos – variabilidad,
insesgamiento, desviación con respecto a la inflación suavizada, capacidad de
pronóstico y relación con agregados monetarios – que intentan identificar las
propiedades deseables de cualquier indicador de inflación básica.

La primera parte de este trabajo discute la importancia del uso de indicadores de


inflación básica. En la segunda parte se presenta una breve descripción de los diversos
tipos de indicadores de inflación básica. En tercer lugar, se repasa la utilización de
diferentes indicadores de inflación básica en otros bancos centrales. En cuarto lugar, se
describe un grupo de indicadores de inflación básica para Colombia. En sexto lugar, se
prueban los indicadores bajo diferentes criterios estadísticos. Al final se consignan las
conclusiones principales de la evaluación y algunas recomendaciones.

1. ¿Por qué usar la inflación básica?

En los últimos años se ha establecido un consenso en torno al papel que debe


desempeñar la banca central en una economía moderna, el cual debe consistir
fundamentalmente en alcanzar y mantener bajas tasas de inflación. La forma como
muchos bancos centrales han intentado realizar esta labor ha sido la de establecer metas
explícitas de inflación (véase Bernanke et al, 1999). Al adoptar esta estrategia, las
autoridades monetarias otorgan mayor transparencia y credibilidad a sus decisiones, con
lo cual pueden disminuir los costos de la política de reducción de la inflación y de
estabilización de precios.

Uno de los principales problemas que supone la fijación de metas de inflación consiste
en la selección del indicador de precios. Este indicador debe permitir obtener una
medida adecuada de la inflación con el propósito de formular la política monetaria, que
sea de fácil comprensión, y sobre el cual se puedan definir las metas oficiales de
inflación. Por razones logísticas, de claridad y de utilización por parte del público, la
mayoría de los bancos centrales utilizan el Indice de Precios al Consumidor (IPC)
calculado por una agencia estadística independiente sobre una canasta de bienes y
servicios derivada de los gastos más representativos de los consumidores.

Sin embargo, es bien conocido que el IPC tradicional no es una medida perfecta del
incremento generalizado en los precios de una economía. En primer lugar, el cálculo del
IPC adolece de fallas metodológicas bien conocidas (Advisory Commission to Study
the CPI, 1996 y Shapiro y Wilcox, 1996). Por construcción, el IPC asigna
ponderaciones fijas a cada uno de los bienes y servicios que lo componen, con lo cual se

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ignoran las posibilidades de sustitución ante cambios en los precios. Además, las
metodologías tradicionales no efectúan ajustes por cambios de calidad en los bienes y
servicios encuestados ni por la aparición (y desaparición) de expendios (Ducharme,
1997 y Moulton, 1996).

En segundo lugar, el IPC no es necesariamente el mejor indicador para las decisiones de


política monetaria pues es influenciado simultáneamente por factores de demanda y de
oferta. Los cambios en el nivel del IPC pueden ser el resultado de los excesos de
demanda producidos por incrementos en la liquidez efectuados en el contexto de una
política monetaria laxa. Asimismo, fluctuaciones estacionales o cíclicas de los precios
de los bienes agrícolas, variaciones en los precios internacionales de productos
importantes en el consumo (v.gr. alimentos y petróleo), cambios en los impuestos y
subsidios indirectos, son otros factores ajenos a la demanda que pueden inducir
cambios importantes, aunque pasajeros, en la inflación medida por el IPC.

La distinción entre la inflación de oferta y la inflación de demanda es importante para


las autoridades monetarias pues su misión radica en controlar la inflación de carácter
monetario, aquella sobre la cual actúan los instrumentos bajo su control. La inflación
causada por choques de oferta o por cambios en los impuestos y subsidios indirectos no
puede ser neutralizada fácilmente por los instrumentos monetarios al alcance de un
banco central. Estos fenómenos generan alzas repentinas y transitorias en precios (cuya
duración está entre unos pocos meses y un año), mientras que el efecto de los
instrumentos de la política monetaria sobre los precios es de mediano plazo (uno a tres
años).

En razón de lo anterior, es de suma utilidad para las autoridades macroeconómicas


contar con indicadores de inflación que midan las variaciones de precios asociadas con
la política monetaria y que filtren aquellas variaciones transitorias que responden a
factores de oferta. Esta es precisamente la función que desempeñan los indicadores de
inflación básica.

Una estrategia de política monetaria dictada sobre la base de los índices de inflación
básica - en sustitución del IPC tradicional - puede disminuir los costos, en términos de
crecimiento, de la política monetaria en la medida que dichos índices miden aquellas
variaciones de precios que tienden a ser incorporadas en las expectativas de inflación de
los agentes. Por el contrario, la política monetaria trazada teniendo como referencia
únicamente la evolución del IPC estará influenciada por variaciones transitorias de los
precios, las cuales no pueden ser anticipadas por los agentes económicos, elevando el
costo real de la política.

Además de reducir los costos de la política de estabilización de precios, la presentación


y explicación al público de los indicadores de inflación básica facilitan una evaluación
más fiel de la gestión del banco central. Ante la ausencia de indicadores de inflación
básica, un choque de oferta que eleve transitoriamente la inflación del IPC puede ser
interpretado equivocadamente por el público, como un síntoma del relajamiento de la
política monetaria y del sacrificio de la meta de inflación. De esta forma, los indicadores
de inflación básica pueden facilitar la tarea de fiscalización del banco central por parte
del público, al ofrecerle mejores elementos de juicio, fortaleciendo así la credibilidad de
las políticas y reduciendo, una vez más, los costos de la política de estabilización de
precios.

3
2. Indicadores de inflación básica

En la literatura económica actual se reconocen dos grandes grupos de indicadores de


inflación básica cuya distinción radica en la forma como se define y se mide la inflación
(Roger, 1998). El primero de estos grupos corresponde a los indicadores de inflación
básica que miden el componente permanente de la serie mediante técnicas de filtrado
estadístico. El segundo grupo incluye indicadores que buscan medir la tendencia central
del alza generalizada en los precios, usualmente mediante la exclusión de ciertos precios
de la canasta del IPC.

a) La Inflación Básica como inflación permanente

La identificación de la inflación básica con el componente permanente de la serie de


precios se sustenta en la definición de la inflación como un proceso estable y sostenido
de incremento en el nivel general de precios. En toda serie de variación de precios
medida a partir de un índice de precios como el IPC pueden distinguirse dos
componentes. El primero de ellos corresponde a un componente estable y persistente, el
cual es inducido por la política monetaria y por lo tanto se asimila a la definición
económica de inflación. Éste componente es el que tiende a ser incorporado en las
expectativas de largo plazo que se forman los agentes sobre la inflación futura.

El segundo componente de la serie de inflación medida a partir del IPC es uno de


naturaleza transitoria e intermitente. Este componente tiende a estar asociado con
choques de oferta, variaciones en los impuestos y subsidios indirectos y variaciones en
los precios internacionales entre otras variables, y no está influenciado directamente por
el cambio en las directrices de la política monetaria.

Por consiguiente, los indicadores de inflación básica que se construyen utilizando este
criterio tienden a excluir los componentes transitorios de la serie de inflación del IPC.
Lo que queda es un indicador de inflación que debe estar más asociado a excesos de
demanda y a las decisiones de política monetaria.

En la práctica, la construcción del indicador de inflación básica como inflación


persistente consiste en filtrar la serie de inflación del IPC utilizando técnicas
estadísticas. Las metodologías más conocidas son las medias móviles, el filtro de
Hodrick-Prescott (HP) y los vectores autorregresivos estructurales (Quah y Vahey
1995). Cada una de estas metodologías puede generar series suavizadas de la inflación a
partir de la información del IPC.

b) Inflación Básica como inflación generalizada

El segundo grupo de índices de inflación básica reúne aquellos indicadores que miden el
componente generalizado de la inflación medida a partir del IPC. Por incremento
generalizado se entiende aquel que afecta, de manera simultánea, persistente y en la
misma magnitud, a un amplio conjunto de bienes que componen la canasta del IPC. Los
incrementos de estos precios tienden a coincidir, en el largo plazo, con la inflación
medida por el IPC. De esta forma, la inflación generalizada tiende a ser una medida

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adecuada del proceso inflacionario que se encuentra asociada con la inflación esperada
y la expansión monetaria.

Por supuesto, la inflación medida por el IPC tradicional no solo es el resultado de la


inflación generalizada. Ella también es el producto variaciones “ atípicas” en los precios
de algunos productos, que conllevan cambios transitorios importantes en sus precios
relativos, y que generalmente se encuentran asociadas con choques de oferta. Este es,
por ejemplo, el caso de los precios de los tubérculos y las hortalizas en épocas de
sequía, cuando suelen aumentar a tasas que superan ampliamente el ritmo de
crecimiento general de los precios. Así, el concepto de inflación básica como inflación
generalizada supone que los cambios en los precios relativos originados en choques de
oferta afectan la inflación medida por el IPC sólo de manera transitoria.

Normalmente, las medidas de inflación básica que se ajustan al criterio de inflación


básica como inflación generalizada se obtienen mediante la estimación de un IPC
reducido, del cual se excluyen aquellos bienes cuyos movimientos en precios pueden
juzgarse como erráticos y que se alejan con frecuencia de la tendencia general del resto
de precios. Los indicadores más comunes dentro de este grupo son los índices que
excluyen a sectores de la economía cuyos precios se consideran de alta volatilidad.
Estos índices tienden a excluir a los alimentos, combustibles y a servicios cuyos precios
son regulados por el estado.

Dentro de esta clasificación también se incluye a la familia de indicadores de medias


truncadas, las cuales se calculan mediante la exclusión de los precios de ítems del IPC
que presentan variaciones extremas. Uno de los indicadores de inflación básica que hace
parte de esta familia es la mediana, equivalente a la variación del precio del ítem que
queda después de eliminar el 50% de ítems de mayor y menor variación1 . Otra familia
de indicadores en esta clasificación es la de los indicadores núcleo, construidos
mediante la exclusión de los ítems que presentan históricamente una mayor volatilidad
de precios. Más adelante se explica en detalle la metodología de cálculo de estos y otros
indicadores para el caso colombiano.

3. La inflación básica en otros países

Los bancos centrales tienden a emplear los indicadores de inflación básica de varias
maneras. En primer lugar, los utilizan para hacer seguimiento de la inflación y para
formular y establecer la política monetaria.

En segundo lugar, los bancos centrales también utilizan estos indicadores para fortalecer
la credibilidad de sus políticas y para permitir una fiscalización más adecuada de su
gestión por parte del público. Por ejemplo, los indicadores de inflación básica permiten
al banco central explicar decisiones de política cuando la inflación medida por el IPC se
distancia de la inflación básica debido a choques transitorios de oferta.

En tercer lugar, los bancos centrales utilizan la inflación básica para fijar la meta de
inflación. Este ha sido el caso del banco central de Nueva Zelanda, el cual ha venido

1
La mediana ponderada es equivalente a la variación de precios del item que sigue después de eliminar
los items de mayor variación que acumulan el 50% de las ponderaciones de gastos de los consumidores
en el IPC.

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fijando metas implícitas sobre la inflación básica desde hace varios años. Sin embargo,
esta no es una práctica común en países donde la inflación histórica, medida por un
índice como el IPC, es utilizada activamente por los agentes económicos para negociar
salarios o reajustar precios.

En el Cuadro 1 se presentan las diferentes medidas de inflación e inflación básica


utilizadas por varios bancos centrales y que son publicadas en diversos documentos
oficiales, incluyendo sus informes de precios. La mediana y la media truncada son las
medidas más comunes, seguidas por las mediciones de la inflación excluyendo bienes
cuyas variaciones en precios se considera tienen efectos ocasionales en la inflación
como son los alimentos y la energía. Algunos de estos indicadores de inflación básica
también excluyen los costos por intereses de las viviendas ocupadas por sus
propietarios (Suecia) o se sustituye este costo por una estimación calculada por el banco
central (Reino Unido). En algunos casos también se excluyen los bienes de origen
importado para construir una inflación básica doméstica como en el caso de Suecia.

En todos los casos en donde el indicador de inflación básica corresponde al IPC después
de excluir algunos grupos de bienes, se excluyen igualmente las variaciones de los
impuestos y subsidios indirectos.

Es importante anotar que la mayoría de los bancos centrales no centran su atención


exclusivamente en un indicador de inflación básica. Las publicaciones de estos bancos
incluyen usualmente por lo menos dos medidas de inflación básica, las cuales se utilizan
para captar diferentes tendencias en precios que resulta difícil identificar con base en un
único indicador. En general, estas publicaciones presentan proyecciones para todas las
medidas de inflación básica, las cuales se comparan con la proyección del IPC efectuada
por el banco central.

4. Indicadores de inflación básica para Colombia

En este trabajo se estiman cuatro tipos de indicadores alternativos de inflación básica,


todos utilizando como base el IPC 60 calculado por el DANE, y el cual estuvo vigente
entre diciembre de 1988 y diciembre de 1998. De los cuatro indicadores propuestos, tres
de ellos - inflación sin algunos bienes y servicios, inflación núcleo y media truncada - se
ajustan a la definición de inflación básica como inflación generalizada. El cuarto – filtro
de Hodrick y Prescot – corresponde a la definición de inflación básica como inflación
permanente.

a. Inflación básica calculada excluyendo algunos bienes y servicios de la canasta


familiar

El Banco de la República ha venido calculando y publicando el IPC sin alimentos y el


IPC sin alimentos, servicios públicos y transporte desde hace algún tiempo (Ver
Gráfico 1). La exclusión de estos rubros del cálculo de la inflación básica se justifica
por cuanto las variaciones de sus precios tienden a ser volátiles y a estar generalmente
influenciadas por choques de oferta.

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Cuadro 1
Medidas de Inflación Básica Usadas por Diferentes Bancos Centrales

País Media Índice utilizado para Utilización dada a la


Mediana truncada Otras Medidas de Inflación Básica definir meta de inflación Inflación Básica

Australia X X 1- Precios de bienes y servicios del sector privado Inflación Básica Meta y seguimiento

Canadá 1- IPC excluyendo alimentos, energía y efecto de impuestos indirectos.


2- IPC excluyendo los ocho componentes más volátiles y los efectos IPC Seguimiento:
de impuestos indirectos. Como indicador de la tendencia
3- Indice construído conbase en ponderaciones del IPC multiplicadas por de la inflación en el mediano plazo
ponderaciones inversamente proporcionales a la variabilidad del componente.

España 1- Indice de bienes procesados no energéticos y de servicioos IPC Seguimiento

Noruega 1- IPC exlcuyendo cambio en impuestos indirectos y en precios de energía. N.D. N.D.

N. Zelandia X X
Inflación Básica Meta y seguimiento

Inglaterra X X 1- Precios al por menor usando estimativos del costo de usar vivienda Precios al por menor Seguimiento
calculados por el banco central. excluyendo pagos de
2- El ínidce edl punto 1 excluyendo impuestos indirectos. intereses hipotecarios

Israel 1- IPC excluyendo vivienda (costos financieros de hipoteca), frutas y IPC Seguimiento
vegetales Utilizada para determinar
política monetaria
Suecia X X 1- IPC excluyendo efectos de impuestos y subsidios indirectos y los costos IPC Seguimiento
de intereses por vivenda. Política monetaria responde a la
inflación básica en el corto plazo
Gráfico 1
IPC sin alimentos e IPC sin alimentos, servicios públicos y transporte

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33
31
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27
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15

IPC sinalim sinalims

A pesar de ser indicadores de fácil estimación e interpretación, este tipo de índices de


inflación básica presenta algunas desventajas que son importantes resaltar. En primer
lugar, al excluirse del IPC el precio de algunos rubros, se puede estar eliminando no
solamente la volatilidad de estas series de la tendencia general de precios sino también
su propio componente de tendencia. En segundo lugar, al excluir del IPC los precios de
todos los alimentos y servicios, no se incorporan algunos componentes particulares de
estos grupos que sí pueden responder a cambios en la demanda. En efecto, los
mercados de ciertos alimentos (procesados) o de algunos servicios privados (salud y
educación) se caracterizan por exhibir ofertas relativamente elásticas y estables en el
corto plazo, lo cual hace que las variaciones en sus precios estén explicadas por cambios
en las condiciones de demanda básicamente y no por choques (improbables) de oferta.
Por último, estas medidas de inflación básica, al igual que el IPC total, tienden a ser
afectadas por alteraciones puntuales en las tarifas de impuestos y subsidios indirectos
(I.V.A) que generalmente se reflejan en un salto en el nivel del indicador y en una
variación transitoria y no permanente de la inflación medida a partir de él2 .

b. Inflación núcleo

Esta clase de indicadores se construye eliminando de la canasta del IPC total aquellos
bienes y servicios cuyos precios han sido los más volátiles durante un período de tiempo
determinado. Así, el cálculo del núcleo inflacionario depende del período muestral
considerado.

Una ventaja que ofrece este tipo de indicadores es su facilidad de cálculo y de


interpretación. Otra ventaja consiste en que, a diferencia otros indicadores que excluye
arbitrariamente ciertos componentes de la canasta, los indicadores núcleo incorporan un
criterio estadístico para la selección de los ítems a excluir.

Para el presente trabajo se calculó para cada elemento del IPC su desviación con
respecto a la inflación total mediante la raíz del error cuadrático medio. Las
desviaciones se ordenaron de mayor a menor (Ver Cuadro 2), para luego proceder a
2
Ver al respecto: Melo, et. al. (1997)

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Cuadro 2
Items con mayor volatilidad de precios
(dic. 88- dic. 98)

DESCRIPCIÓN R.M.S.E. * POND. AGREG. DESCRIPCIÓN R.M.S.E. * POND. AGREG.

1 Ñame 60,11 0,13 47 Carne de Res sin Hueso 14,40 20,20


2 Arracacha 55,21 0,14 48 Lulos 14,08 20,30
3 Cebolla Cabezona 50,54 0,48 49 Plátano Verde 14,07 21,21
4 Zanahoria 44,79 0,64 50 Periódicos 13,87 21,52
5 Apuestas y Loterías 44,18 0,95 51 Hígado 13,71 21,87
6 Café Molido 41,64 1,28 52 Naranjas 13,42 22,20
7 Cebolla en Rama 39,53 1,52 53 Vitaminas y Reconstituyentes 13,35 22,60
8 Garbanzo 38,58 1,53 54 Arroz de Seco 13,33 24,40
9 Papa 36,38 2,63 55 Parqueadero 12,91 24,44
10 Habas 35,63 2,66 56 Patilla 12,82 24,45
11 Huyucos 34,87 2,68 57 Manzanas 12,79 24,54
12 Arveja Verde 32,41 2,85 58 Hoteles 12,78 24,57
13 Papaya 32,08 2,96 59 Harina Precocida de maíz 12,53 24,99
14 Tomate 29,35 3,54 60 Vestido Completo Confecc. Mujer 12,50 26,81
15 Yuca 28,10 3,98 61 Pasaje en Buseta Urbana 12,44 27,23
16 Maracuya 28,09 4,04 62 Sal 12,38 27,34
17 Zapotes 27,76 4,05 63 Lavadora 12,33 27,47
18 Cartas 27,66 4,17 64 Faldas Para Mujer 12,23 27,54
19 Acelgas 26,13 4,18 65 Equipo de Sonido 12,21 27,92
20 Repollo 25,01 4,29 66 Textos 11,83 28,39
21 Remolacha 24,92 4,32 67 Esponjillas 11,78 28,58
22 Espinaca 23,50 4,32 68 Televisor a Color 11,73 29,18
23 Lentejas 22,35 4,54 69 Cuadernos 11,57 29,30
24 Habichuela 21,40 4,64 70 Gas en Cilindro o en Tuberías 11,55 30,23
25 Cocos 21,29 4,77 71 Compra de Llantas 11,47 30,53
26 Piñas 21,11 4,85 72 Media Pantalón Para Mujer 11,46 30,66
27 Máquinas de afeitar 21,02 5,00 73 Bombillos 11,45 30,77
28 Frijol Seco 20,49 5,67 74 Vehículos 11,20 32,64
29 Panela 20,30 6,43 75 Revuelto Verde (masitos) 11,13 32,72
30 Ahuyama 19,46 6,45 76 Pastas para Seco 10,98 33,01
31 Tomate de Arbol 19,37 6,60 77 Cerveza 10,96 33,68
32 Curubas 18,47 6,67 78 Pasaje en Bus Urbano 10,86 35,05
33 Arveja Seca 18,00 6,80 79 Jabón Para Platos 10,85 35,15
34 Coliflor 17,24 6,80 80 Blusas Para Mujer 10,83 35,41
35 Cocinol o petróleo 16,68 6,81 81 Galletas de Sal 10,23 35,96
36 Limones 16,67 6,94 82 Lechuga 10,08 35,97
37 Cigarrillos 16,58 7,70 83 Blue Jean Para Niño 10,04 36,26
38 Mangos 16,49 7,73 84 Carne de Cerdo sin Hueso 10,04 36,85
39 Energía Eléctrica 16,41 9,43 85 Pantalones y Slacks Para Mujer 10,02 37,29
40 Frijol Verde 16,09 9,51 86 Huevos 9,99 38,48
41 Aceite Vegetal 15,75 11,05 87 Juegos y Juguetes Infantiles 9,78 39,25
42 Guayabas 15,29 11,19 88 Compra de Baterías 9,74 39,33
43 Carne de Res con Hueso 14,91 12,15 89 Pescado 9,72 40,10
44 Moras 14,72 12,28
45 Pensiones 14,66 13,91
46 Matrículas 14,48 14,78
c:\users\edgar\básica\variabilidad\itesm excluidos del nucleo (\nucleoanual/cuadro

(*) Desviación (raíz del error cuadrático medio) con respecto a la inflación del IPC totoal
eliminar aquellos bienes y servicios más volátiles en una secuencia que consultaba la
ponderación acumulada que dichos rubros tienen dentro del IPC 60. Fue así como se
obtuvieron los núcleos truncados en el 10% (núcleo 10), en el 20% (núcleo 20), en el
30% (núcleo 30) y en el 40% (núcleo 40) (Ver Gráfico 2). El núcleo 10 por ejemplo,
corresponde al IPC excluyendo aquellos bienes y servicios más volátiles cuya
ponderación acumulada es del 10%.

Gráfico 2
Inflaciones Núcleo

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33
31
29
27
25
23
21
19
17
15

IPC nucleo3 nucleo4 nucleo1 nucleo2

En el Cuadro 2 se muestran los rubros eliminados para los diferentes niveles de


truncamiento. Nótese que aunque buena parte de los elementos excluidos son alimentos,
no todos los bienes pertenecientes a este grupo fueron eliminados. Lo mismo sucede
con los servicios y el transporte. Para el truncamiento del 10% por ejemplo, se
excluyeron 40 ítems, de los cuales 32 son alimentos y 2 corresponden al grupo de
servicios y transporte. Los seis ítems restantes corresponden a categorías diferentes de
bienes.

La inflación núcleo exhibe algunas desventajas que se deben reconocer. No existe una
razón para excluir del IPC, para todo el período muestral, los mismos bienes y
servicios, ya que se corre el riesgo de que en ciertos períodos estos bienes eliminados
contengan información importante sobre el fenómeno inflacionario. De manera similar,
existe el riesgo de que rubros no excluidos presenten en el período muestral cambios
atípicos en sus precios respecto a la tendencia. En estos casos el núcleo inflacionario no
sería la mejor medida de la inflación básica, ya que es una medida poco flexible para
incorporar cambios en la formación de precios de la economía. Una solución para estos
problemas consiste en revisar periódicamente el período muestral sobre el cual se
calcula la volatilidad de los diferentes precios para así actualizar los ítems que deben
excluirse del IPC.

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c. Media truncada

La media truncada, al igual que el núcleo inflacionario, busca obtener una medida de
inflación que elimine el efecto de variaciones extremas de precios en algunos sectores
de la economía. A diferencia del núcleo inflacionario, que elimina cada mes el mismo
conjunto de ítems de la canasta, estas medias excluyen mensualmente un grupo distinto
de bienes y servicios en función de su comportamiento coyuntural.

El cálculo de este indicador consiste en eliminar, para cada período, las variaciones en
precios más altos y más bajos de la canasta. La idea es que los movimientos extremos
de precios en la distribución están asociados a choques de oferta específicos de algunos
sectores y que los movimientos cercanos al centro de la distribución son aquellos que
reflejan más acertadamente las presiones de demanda.

Siguiendo este procedimiento se procedió a ordenar, de mayor a menor, las variaciones


anuales de precios de los 195 ítems que componen el IPC 60. Luego se truncaron las
dos colas del ordenamiento a porcentajes predeterminados (en intervalos de 10%,
comenzando en 10% y terminando en 100%) de las ponderaciones acumuladas. Las
medias ponderadas truncadas se calcularon con los precios de los rubros restantes. (Ver
Gráfico 3).

Gráfico 3
Medias Truncadas
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33
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29
27
25
23
21
19
17
15

IPC media10 media20

El cálculo de la inflación básica usando las medias truncadas descritas arriba puede ser
inexacto cuando la distribución de los cambios de los 195 precios no es simétrica.
Algunos trabajos han demostrado que esta distribución en Colombia tiende a ser
asimétrica. (Jaramillo, 1998 y Jaramillo y Córdoba, 1997). En este caso puede ser más
acertado construir indicadores de inflación básica con grados de truncamiento diferentes
en cada cola. Siguiendo la sugerencia de Jaramillo (1998), se calculó una media
asimétrica truncada al 15% en la cola superior y al 13% en la cola inferior. Es decir, la
media ponderada se estimó después de haber excluido del IPC los rubros con mayores
variaciones en precios hasta una ponderación acumulada del 15% y los rubros de menor
variación en precios hasta una ponderación acumulada del 13%.

9
Una gran ventaja que ofrecen las medias truncadas como indicadores de inflación
básica, además de ser oportunas y de fácil estimación, es que estas no se alteran con la
incorporación de nuevas observaciones, como si puede suceder con los indicadores
núcleo. La desventaja principal de estos indicadores es que existe subjetividad en la
determinación del grado de truncamiento de la distribución.

d. Filtro de Hodrick y Prescott (HP)

El filtro de Hodrick y Prescott (HP) estima la tendencia de la inflación en el largo plazo


mediante la minimización de la varianza alrededor de la serie observada. El grado de
suavización de la nueva serie está determinado por un parámetro lambda. Para este
documento se calcularon tres versiones (valores de lambda de 10000, 14400 y 20000,
correspondientes a diferentes grados de suavización).

Los filtros estadísticos permiten obtener una medida tendencial que tiene en cuenta
todos los componentes de la canasta del IPC, pero tienen el inconveniente de que
dependen del tamaño de la muestra y de que la tendencia para el período de referencia
puede cambiar con la incorporación de nuevas observaciones. El nivel del parámetro de
suavización también es usualmente arbitrario pues la teoría económica no indica cual
debe ser el valor ideal de lambda.

5. Evaluación de los indicadores de inflación básica

De las definiciones de inflación básica presentadas arriba y del papel que ésta cumple
en la adopción de la política monetaria se desprenden una serie de características que
idealmente debe reunir cualquier indicador que intente medirla correctamente. Estas
características – poca volatilidad, insesgamiento respecto a la inflación observada,
capacidad para suavizar la inflación observada y para pronosticarla y la propiedad de ser
causada por los agregados monetarios – nos permiten evaluar los diferentes indicadores
de inflación básica propuestos a partir de cinco criterios: variabilidad, insesgamiento,
desviación con respecto a la inflación suavizada, capacidad de pronóstico y relación con
agregados monetarios 3 .

a) Variabilidad

Una primera característica importante de un buen indicador de inflación básica es que


debe exhibir una menor variabilidad que la inflación medida a través del IPC
tradicional, ya que esta última está sujeta a choques de oferta de corto plazo que no
afectan a la primera. No obstante, este criterio debe emplearse con cuidado, pues no se
trata de encontrar el indicador que exhiba la menor volatilidad 4 .

En el Cuadro 3 se presenta una medida de volatilidad de la inflación básica. En vista


que la serie de inflación no es estacionaria y presenta una marcada tendencia
decreciente a partir de 1992, se estimó la desviación estándar con respecto al valor
tendencial de la serie medido mediante el filtro de HP.

3
Estos criterios han sido aplicados al Caso de los Estados Unidos por Bryan y Cacchetti (1994)
4
Si se buscara el indicador con menor volatilidad este simplemente sería una tendencia lineal de la
inflación.

10
Cuadro 3
VARIABILIDAD DE LOS INDICADORES DE INFLACIÓN BÁSICA
(enero de 1990 - octubre 1998)

Desviación
Indicador Estándar (DE*) 1/
IPC 1,38
núcleo10 1,08
núcleo20 0,84 *
núcleo30 0,82 *
núcleo40 0,89 *
sinalim 1,37
sinalims 1,25
media10 1,19
media20 1,11
media30 1,29
media40 1,19
media50 1,20
media60 1,24
media70 1,10
media80 1,10
media90 0,96 *
mediana 0,97 *
medasim 1,17
hp10000 2/ 0,31 *
hp14400 3/ 0,25 *
hp20000 4/ 0,20 *
C:\users\edgar\básica\escogido'variabilidad(diferencia hp)

(*) Significativamente diferente a la desviación estándar de la inflación total al 95%

1/ Corresponde a la desviación (raíz del error cuadrático medio) de la inflación básica

con respecto a su filtro de Hodrick y Prescott.

2/ Filtro de Hodrick y Prescott con un lambda de 10000

3/ Filtro de Hodrick y Prescott con un lambda de 14400

4/ Filtro de Hodrick y Prescott con un lambda de 20000


Los indicadores de menor volatilidad son los filtros de HP, lo cual era de esperarse por
la naturaleza misma de su metodología de cálculo. Los únicos indicadores que presentan
una variabilidad menor a la del IPC, además de los filtros HP, son tres de los núcleos
(20, 30 y 40) y dos medias truncadas (90 y mediana). Los indicadores que peor se
comportan bajo este criterio son los de exclusión y algunas medias truncadas (por
ejemplo, 30 y 60), cuya variabilidad es virtualmente igual a la del IPC.

b) Insesgamiento

Un criterio que se ha propuesto en la literatura para evaluar indicadores de inflación


básica es el del insesgamiento. De acuerdo con este criterio el nivel promedio del
indicador debe ser igual al de la inflación observada. Con la utilización de este criterio
se quiere evitar que el indicador utilizado esté sistemáticamente por encima o por
debajo de la inflación del IPC. Ello señalaría que la inflación subyacente está
sobrestimando o subestimando en promedio la inflación. Si el propósito de la inflación
básica es eliminar choques pasajeros - positivos o negativos - de oferta, no debería
existir una razón válida para que ella se desvíe sistemáticamente de la inflación
observada en una sola dirección5 .

Una primera forma de medir el grado de insesgamiento de los diferentes indicadores de


inflación básica consiste en comparar sus promedios históricos con el promedio de la
inflación observada. Como se observa en el Cuadro 4, la inflación promedio del
período 1990-1998 medida a través del IPC es similar a la inflación promedio que
arrojan la mayoría de los indicadores de inflación básica. La única excepción notoria es
la de siete de los indicadores de truncamiento (incluyendo la mediana), cuyo promedio
es estadísticamente inferior a la inflación del IPC entre 0.9 y 1.4 puntos porcentuales.
Como se ha visto en otros países, este problema surge cuando la distribución de
variaciones de precios individuales tiende a ser asimétrica, lo cual implica que la
metodología del truncamiento puede arrojar un promedio diferente al de la serie original
(ver Jaramillo, 1998). Para eliminar este sesgo, Roger (1998) ha propuesto la utilización
de truncamientos asimétricos. En este orden de ideas, el indicador de media asimétrica
considerado en el Cuadro 4 muestra una media
que no es significativamente diferente a la del IPC.

El Cuadro 4 también presenta algunas estadísticas que comparan los niveles de los
diferentes indicadores con respecto a la inflación del IPC. Los resultados muestran que,
en promedio, la desviación típica entre cada indicador y la inflación del IPC es de cerca
de un punto porcentual. No obstante, hay varios indicadores para los cuales la
desviación sobrepasa 1.5 puntos porcentuales tales como las medias truncadas (60, 70,
80, 90 y mediana) y los dos indicadores de exclusión. La diferencia máxima entre la
inflación y los indicadores de inflación básica no sobrepasa 3 o 4 puntos porcentuales
para la mayoría de los indicadores, con la excepción de la mayoría de las medias
truncadas (especialmente, 50, 80, 90 y mediana) y de los indicadores de exclusión en
los que se observan algunas desviaciones (absolutas) máximas superiores a 5 puntos
porcentuales.

5
A menos que los choques de oferta sean asimétricos.

11
Cuador 4
INSESGAMIENTO INDICADORES DE INFLACIÓN BÁSICA
(enero 1990 - octubre 1998)

Indicador Promedio Desviación respecto a inflación Desviación


R.M.S.E. M.A.D Mínima Máxima

IPC 23,56 0,00 0,00 0,00 0,00


núcleo10 23,15 0,87 0,70 -2,37 1,25
núcleo20 22,74 1,42 1,19 -3,45 2,63
núcleo30 22,97 1,46 1,15 -3,79 3,67
núcleo40 23,23 1,63 1,20 -4,48 4,49
sinalim 24,29 2,10 1,56 -3,96 5,89
sinalims 23,46 2,20 1,74 -5,36 4,74
media10 23,00 0,93 0,73 -2,33 1,35
media20 22,44 * 1,45 1,21 -3,42 1,16
media30 22,40 * 1,54 1,27 -3,16 1,77
media40 22,54 * 1,58 1,31 -3,60 2,43
media50 22,60 1,74 1,45 -5,12 3,31
media60 22,71 1,90 1,57 -4,30 4,25
media70 22,62 * 1,90 1,48 -4,69 4,84
media80 22,42 * 2,01 1,60 -5,09 3,91
media90 22,29 * 2,08 1,65 -5,48 2,59
mediana 22,22 * 2,16 1,76 -5,18 2,55
medasim 22,82 1,23 0,97 -2,86 2,14
hp10000 23,50 1,32 1,06 -2,83 3,51
hp20000 23,49 1,42 1,12 -3,01 3,70
hp14400 23,50 1,38 1,09 -2,93 3,62
C:\users\edgar\básica\escogidos\insesgamiento (alejamiento entre infbas vs inftot)
(*) Significativamente diferente al promedio de la inflación total al 95%
c) Desviación con respecto a inflación suavizada

Bryan y Cecchetti (1994) han propuesto como criterio de evaluación de indicadores de


inflación básica la comparación entre indicadores alternativos y la inflación suavizada
del IPC. Este criterio presume que la inflación del IPC suavizado es un indicador ideal
de inflación de demanda. Este es un posible criterio de evaluación de los indicadores
de inflación generalizada, pues permite determinar qué tanto se ajustan a la inflación
persistente. De otra parte, no es un buen criterio para evaluar a indicadores de inflación
básica como los filtros HP, pues estos son, por definición, suavizaciones del IPC.

El problema con la metodología sugerida por Bryan y Cecchetti es que antes de evaluar
el grado de ajuste de los indicadores de inflación básica a la inflación suavizada, es
necesario seleccionar el grado de suavización óptimo de esta última. La falta de teoría
económica sobre este aspecto introduce un elemento subjetivo en el ejercicio y sugiere
la necesidad de realizar análisis de sensibilidad ante diferentes grados de suavización.

Aunque el grado “óptimo” de suavización contra el cual se deben evaluar los


indicadores de inflación básica es una decisión subjetiva, está relacionado con dos
factores importantes: (1) las características de la economía y (2) la actitud con respecto
a la inflación de los tomadores de decisiones de política monetaria. Una mayor
suavización será aconsejable en aquellas economías sujetas a grandes y frecuentes
choques de oferta, en las que se busca que la inflación básica sea un filtro fuerte del
ruido de corto plazo. En este caso, la inflación básica debe moverse lentamente y
exhibir una variabilidad muy inferior a la del IPC. De otra parte, una menor suavización
será relevante en aquellos países con choques de oferta menos pronunciados o donde la
tolerancia con respecto a la inflación sea menor.

El Cuadro 5 presenta las desviaciones promedio de cada indicador de inflación básica


con respecto a varias medidas de la inflación suavizada del IPC. Si tomamos la media
móvil de 25 meses como estándar, podemos concluir que los indicadores que más se
ajustan a este “ideal” son los filtros de HP (tal como se esperaba), seguidos por los
núcleos. Los únicos indicadores adicionales que presentan desviaciones con respecto al
estándar similares a aquellas obtenidas con el IPC son la media truncada al 10% y la
media asimétrica. Los demás indicadores se desvían, en promedio, más de 1.5 puntos
porcentuales con respecto a la inflación suavizada. Bajo este criterio, el indicador que
peor se desempeña es la mediana.

Para evaluar que tan sensibles son las conclusiones de este ejercicio a la utilización de
otros grados de suavización, en el Cuadro 5 se incluyen comparaciones con la media
móvil de 13 meses, la media móvil de 37 meses y el filtro HP de la inflación del IPC.
Las conclusiones obtenidas con la media móvil de 25 meses se repiten para el promedio
móvil de 37 meses y el filtro HP. Para el caso de la media móvil de 13 meses, se
encuentra que todos los indicadores exhiben desviaciones superiores al IPC, con la
excepción del núcleo al 10% y el filtro HP con lambda en 10,000. A pesar de ello, en
este caso también se llega a las mismas conclusiones sobre los indicadores de inflación
básica: los mejores ajustes son los filtros HP, los núcleos, la media truncada asimétrica
y la truncada al 10%. Nuevamente, la mediana es el indicador que peor se desempeña
bajo los diferentes estándares.

12
Cuadro 5
CAPACIDAD DE SUAVIZAR
DESVIACIÓN DE LA INFLACIÓN BÁSICA CON RESPECTO A LA INFLACIÓN SUAVIZADA
(enero 1990 - octubre 1998)

INDICADOR HODRICK Y PRESCOTT PROMEDIO MOVIL 13 PROMEDIO MOVIL 25 PROMEDIO MOVIL 37


M.A.D R.M.S.E. M.A.D R.M.S.E. M.A.D R.M.S.E. M.A.D R.M.S.E.

IPC 1,09 1,38 1,16 0,83 1,07 1,29 0,65 1,43


núcleoa10 0,88 1,13 0,96 0,75 0,84 1,07 0,58 1,21
núcleoa20 0,95 1,11 1,05 1,18 1,01 1,19 1,05 1,21
núcleoa30 0,83 0,99 0,92 1,15 0,90 1,08 1,00 1,10
núcleoa40 0,98 1,15 1,06 1,32 1,05 1,26 1,09 1,26
sinalim 1,48 1,80 1,53 1,87 1,45 1,81 1,49 1,85
sinalims 1,51 1,79 1,57 1,94 1,55 1,85 1,61 1,86
media10 1,04 1,30 1,13 0,94 1,02 1,25 0,80 1,39
media20 1,27 1,58 1,36 1,40 1,26 1,58 1,15 1,68
media30 1,35 1,69 1,44 1,52 1,38 1,71 1,29 1,77
media40 1,26 1,54 1,33 1,47 1,28 1,60 1,27 1,63
media50 1,28 1,59 1,35 1,61 1,34 1,68 1,36 1,67
media60 1,32 1,70 1,39 1,76 1,39 1,80 1,49 1,79
media70 1,26 1,64 1,35 1,71 1,37 1,74 1,44 1,74
media80 1,39 1,78 1,49 1,84 1,51 1,87 1,59 1,88
media90 1,37 1,72 1,45 1,84 1,45 1,82 1,52 1,82
mediana 1,42 1,78 1,51 1,92 1,54 1,90 1,61 1,88
medasim 1,04 1,36 1,14 1,17 1,09 1,39 0,94 1,47
hp10000 0,07 0,09 0,19 0,75 0,26 0,32 0,58 0,23
hp20000 0,06 0,08 0,18 0,89 0,35 0,45 0,67 0,22
hp14400 0,00 0,00 0,17 0,83 0,31 0,39 0,63 0,21
C:\users\edgar\básica\escogidos\capacidad de suavizar (alejamiento entre infbas vs inftot)
d) Capacidad de pronóstico

Otro ejercicio que ha sido utilizado para evaluar el contenido informativo de los
indicadores de inflación básica es su capacidad para pronosticar la inflación futura. La
justificación se encuentra en el hecho que los indicadores de inflación básica tienden a
reflejar información estructural de mediano plazo, filtrando los choques de oferta de
corto plazo. Por esta razón deberían ser mejores indicadores de las fluctuaciones futuras
del IPC que el mismo IPC, pues este índice sí se encuentra influenciado por las
fluctuaciones de corto plazo.

Los resultados del ejercicio para evaluar la capacidad de pronóstico de los indicadores
se presentan en el Cuadro 6. El procedimiento consistió en calcular las desviaciones de
los pronósticos para horizontes de 12, 24 y 36 meses, mediante la metodología de
regresiones recursivas. La regresión que se estimó fue la siguiente:


k
t
=α +β (∏ )+ ε
b
t
k
t
,

∏ ∏
k b
donde k = 12, 24 y 36 meses, t
es la inflación de 12, 24 y 36 meses y t
es la
inflación básica anual6 . Para el cálculo de la raíz del error cuadrático medio (RMSE) en
primer lugar se estimó el modelo para el período 1989:1 – 1994:10. Posteriormente se
efectuaron proyecciones fuera de muestra adicionando progresivamente un mes y re-
estimando el modelo en cada oportunidad. Así se procedió hasta el final de la muestra
disponible (1980:1-1998:10). Las proyecciones fuera de muestra a partir de 1994:11 se
compararon con las observaciones respectivas para proceder a calcular el RMSE.

Los resultados indican que los menores errores de predicción para todos los horizontes
estudiados están concentrados entre los filtros HP, los núcleos al 20, 30 y 40, la media
truncada asimétrica y las medias truncadas al 10%, al 20% y al 40%. Los peores
resultados bajo este criterio son aquellos de los indicadores de exclusión y de las medias
truncadas (60, 70, 80, 90 y mediana).

e) Relación con agregados monetarios

Los indicadores de inflación básica deben ser mejores estimadores de la inflación de


demanda (v.gr., aquella directamente vinculada a los agregados monetarios) que aquella
obtenida a partir del IPC. Para evaluar esta característica se estableció la capacidad que
tienen los diversos agregados monetarios y sus tasas de crecimiento para pronosticar la
evolución de cada uno de los indicadores de inflación.

En el Cuadro 7 se sintetizan algunos de los resultados de esta evaluación. En él se


presenta el grado de ajuste (R2 ) de regresiones en las que la inflación anual en el
período t es “explicada” por 24 rezagos del crecimiento monetario 7 :

Π = (ln IPC ) −(ln IPC )


6 k t
Donde t t+ k t k

7
Los resultados para 12 y 36 rezagos arrojan conclusiones similares.

13
Cuadro 6
Capacidad de pronóstico sobre la inflación
de los indicadores de inflación básica (RMSE) *
Horizonte de Pronóstico (meses)
Indicador 12 24 36
IPC 0,64 2,23 4,06
núcleo10 0,98 1,47 3,79
núcleo20 1,13 1,18 3,45
núcleo30 1,33 1,25 3,47
núcleo40 2,19 1,70 4,27
sinalim 2,25 2,87 6,05
sinalims 3,12 3,38 6,74
media10 1,10 1,47 3,69
media20 1,57 1,29 3,13
media30 0,94 1,75 3,77
media40 1,47 1,38 3,32
media50 2,16 1,51 3,18
media60 2,70 2,02 3,28
media70 2,45 1,75 3,60
media80 2,47 1,69 3,91
media90 2,43 1,61 4,17
mediana 2,41 1,70 4,35
medasim 1,11 1,36 3,41
hp10000 1,22 0,58 3,40
hp14400 1,23 0,58 3,25
hp20000 1,25 0,65 3,12
c:\users\edgar\básica\escogidos\capacidad de pronóstico (cuapronóstico)

(*) Corresponde a la desviación (raíz del error cuadrático medio ) de los pronósticos

con respecto a la inflación observada. A la muestra observada (ene/90-dic/94)

se le adiciona un mes y se realiza el pronóstico hasta el final de la muestra (oct 98),

con lo cual se calculan los errores de pronóstico para cada horizonte.


Cuadro 7
Relación con Agregados Monetarios
Agregados monetarios contra inflación básica (*)
R Cuadrado (incluye 24 rezagos) (dic. 89-oct. 98)
AGREGADOS MONETARIOS
VARIABLES BASE M1 M2 M3 M3B
IPC 0,74 0,59 0,43 0,42 0,55
NUCLEO10 0,76 0,60 0,42 0,41 0,52
NUCLEO20 0,81 0,70 0,49 0,50 0,58
NUCLEO30 0,81 0,69 0,49 0,48 0,55
NUCLEO40 0,83 0,74 0,56 0,55 0,59
SINALIM 0,73 0,65 0,57 0,57 0,59
SINALIMS 0,73 0,71 0,65 0,64 0,62
MEDIA10 0,82 0,65 0,49 0,48 0,58
MEDIA20 0,82 0,67 0,52 0,51 0,58
MEDIA30 0,76 0,59 0,39 0,38 0,47
MEDIA40 0,79 0,65 0,49 0,48 0,54
MEDIA50 0,82 0,72 0,58 0,57 0,62
MEDIA60 0,82 0,75 0,60 0,59 0,63
MEDIA70 0,80 0,73 0,52 0,51 0,57
MEDIA80 0,77 0,71 0,47 0,47 0,53
MEDIA90 0,78 0,74 0,51 0,52 0,58
MEDIANA 0,79 0,76 0,53 0,53 0,59
MEDASIM 0,79 0,64 0,44 0,44 0,53
HP10000 0,85 0,69 0,48 0,47 0,58
HP14400 0,86 0,70 0,49 0,48 0,59
HP20000 0,86 0,72 0,50 0,49 0,60
C:\users\edgar\básica\escogidos\relación con agregados monetarios (resultados r2 de infbas y )agregados

(*) Se reporta el R cuadrado de las estimaciones


24

∏ t
= α + ∑ β ∆ M t −i
i
i =1

donde ∆ M t −i es la variación anual del agregado monetario respectivo.

Los resultados indican que los agregados monetarios tienden a explicar mejor las
fluctuaciones de las diferentes medidas de inflación básica que las del IPC. Dentro de
los agregados monetarios, la base monetaria es el agregado monetario que mejor explica
estas fluctuaciones y, en particular, aquellas correspondientes a los filtros HP, los
núcleos y varias medias truncadas (10, 20, 50 y 60). Los indicadores que son menos
“pronosticables” por la base monetaria son los de exclusión.

De igual manera, se realizaron varias pruebas de causalidad de Granger para establecer


si el crecimiento de las variables monetarias realmente pronostica los cambios futuros
en la inflación, teniendo en cuenta la capacidad de la inflación pasada para pronosticarse
a sí misma. En primer lugar, se realizaron pruebas de causalidad de Granger, ignorando
los problemas asociados al grado de integración de las series. Para probar si un
agregado monetario causa el indicador de inflación básica (P), se examinan los
coeficientes en la siguiente regresión:

12 12

∏ = α + ∑ β i ∆ M t −i + ∑γ i ∏t −i
B B
t
i =1 i =1

La prueba que se reporta es el grado de significancia (P value) de una restricción que


imponga un valor de cero a todos los coeficientes β simultáneamente.

El Cuadro 8 presenta los resultados correspondientes a 12 rezagos, todos los cuales son
representativos de las pruebas con mayores rezagos. Según estas pruebas, en la mayoría
de los casos en que se detecta causalidad, esta es de dirección inversa a la esperada
(v.gr., de inflación a agregados monetarios), lo cual parece indicar que existe una
endogeneidad de la política monetaria a la inflación pasada, característica de países con
altos niveles de indexación. Los únicos indicadores de inflación básica que parecen ser
causados por agregados monetarios son la media truncada al 90% (base, M1 y M2), el
núcleo al 30% (M3 y M3 más bonos) y la inflación sin alimentos y sin alimentos y
servicios (M1 y M2) 8 .

Los resultados de estas pruebas de causalidad no parecen ser incluyentes. Además estas
pruebas tienen varios problemas que se derivan de ignorar el grado de integración o
cointegración de las series involucradas. Primero, las relaciones de causalidad estimadas
pueden ser inválidas. Segundo, puede darse una sobre diferenciación de las series que
reduce la eficiencia de las pruebas y sesga su resultado a favor del rechazo de la
hipótesis de no causalidad. Y tercero, se ignora información acerca de la relación de
largo plazo entre dinero y precios.

Para superar estas desventajas, se realizaron pruebas de causalidad de Granger bajo el


esquema de integración. La introducción de las técnicas de cointegración permite

8
También se realizaron pruebas de causalidad de Granger con las series en diferencias y en aceleraciones.
Nuevamente, las causalidades resultan ser inversas a las esperadas. En este ejercicio, ninguno de los
indicadores de inflación básica es causado por algún agregado monetario al 95% de confianza.

14
Cuadro 8
RELACIÓN CON AGREGADOS MONETARIOS
PRUEBAS DE CAUSALIDAD (12 REZAGOS) - INDICADORES MENSUALES
(enero 1990 - octubre 1998) P. Value

BASE MONETARIA M1 M2 M3 M3B


INDICADORES M a Inf Inf a M M a Inf Inf a M M a Inf Inf a M M a Inf Inf a M M a Inf Inf a M
IPC 0,29 0,00 0,24 0,01 0,17 0,00 0,15 0,04 0,17 0,02
NUCLEO10 0,57 0,00 0,18 0,01 0,48 0,00 0,61 0,00 0,68 0,00
NUCLEO20 0,39 0,00 0,28 0,01 0,21 0,00 0,24 0,00 0,27 0,00
NUCLEO30 0,18 0,00 0,61 0,00 0,09 0,00 0,03 0,00 0,01 0,00
NUCLEO40 0,40 0,00 0,85 0,02 0,46 0,01 0,24 0,03 0,15 0,01
SINALIM 0,53 0,00 0,04 0,06 0,03 0,01 0,19 0,07 0,27 0,06
SINALIMS 0,36 0,01 0,02 0,01 0,00 0,04 0,19 0,21 0,34 0,14
MEDIA10 0,40 0,01 0,67 0,04 0,66 0,05 0,70 0,04 0,69 0,03
MEDIA20 0,19 0,00 0,73 0,12 0,36 0,00 0,54 0,01 0,59 0,00
MEDIA30 0,53 0,00 0,96 0,20 0,86 0,00 0,84 0,01 0,88 0,01
MEDIA40 0,41 0,00 0,93 0,27 0,77 0,00 0,65 0,03 0,76 0,03
MEDIA50 0,12 0,01 0,61 0,32 0,93 0,05 0,93 0,23 0,94 0,15
MEDIA60 0,18 0,00 0,16 0,51 1,00 0,05 0,99 0,30 0,98 0,18
MEDIA70 0,68 0,00 0,46 0,11 0,96 0,08 0,71 0,27 0,72 0,23
MEDIA80 0,11 0,00 0,03 0,03 0,79 0,04 0,58 0,07 0,61 0,06
MEDIA90 0,01 0,00 0,00 0,01 0,03 0,10 0,14 0,19 0,14 0,16
MEDIANA 0,96 0,01 0,96 0,01 0,65 0,06 0,50 0,25 0,61 0,18
MEDASIM 0,65 0,01 0,96 0,27 0,78 0,19 0,80 0,11 0,85 0,13
HP10000 1,00 0,00 1,00 0,00 1,00 0,01 1,00 0,67 1,00 0,00
HP14400 1,00 0,00 1,00 0,00 1,00 0,05 1,00 0,99 1,00 0,59
HP20000 1,00 0,00 1,00 0,00 1,00 0,00 1,00 0,04 1,00 0,12
C:\USERS\EDGAR\BASICA\ESCOGIDOS\RELACIÓN CON AGREGADOS CAUSALIDAD (CAUSALIDAD)
descomponer la causalidad tipo Granger en una de corto plazo y una de largo plazo, esta
última comúnmente conocida como exogeneidad débil.

La dinámica conjunta de las series analizadas, en nuestro caso M t = Agregado


monetario y Pt = Índice de Inflación Básica, puede ser descrita a través de un Modelo
de Corrección de Errores como el que se propone a continuación:

∆M t = α 1 ( M t −1 + β1 Pt−1 ) + λ11∆M t−1 + λ12∆Pt−1 + ε1,t


(1)
∆Pt = α 2 ( M t −1 + β1 Pt−1 ) + λ21∆M t −1 + λ 22∆Pt−1 + ε 2,t

donde la expresión entre paréntesis define la ecuación de cointegración: y la desviación


de la ecuación de cointegración ( Z t−1 = M t −1 + β 1Pt −1 ) se conoce como el error de
cointegración.

Los coeficientes α 1 y α 2 son las “ponderaciones” de corrección del error de


cointegración, y definen la velocidad de ajuste luego de un error de cointegración. De
acuerdo con Johansen (1992), una de las variables es débilmente exógena si la
ponderación del error de cointegración α i de la ecuación correspondiente es cero. Por
ejemplo, si α 1 = 0 decimos que el agregado monetario es débilmente exógeno 9 .

Es importante señalar que el método propuesto exige que las dos series estén
cointegradas y que además cada una de las variables sean integradas de orden 1, es
decir que las primeras diferencias sean estacionarias.

En el Cuadro 9 se muestran los resultados de las pruebas de cointegración para los


diferentes pares de variables (agregado monetario – inflación básica), señalando en
cuales sí existe cointegración y en cuales no 10 . Los indicadores de inflación básica para
los que menos se rechaza la cointegración con los diferentes agregados monetarios son
la media truncada simétrica del 10%, la del 80% y el núcleo del 10% anual. Es curioso
que la media truncada al 80% aparezca en esta lista ya que, como se mencionó
anteriormente, las medias truncadas exhiben una variabilidad relativamente alta
comparada con la de otros indicadores. Es interesante observar también que los precios
sin alimentos servicios y transporte consistentemente rechazan alguna relación estable
de largo plazo con los agregados, excepto con M1.

Los agregados que más se asocian con cualquier medida de inflación básica son, en su
orden M2, la base monetaria ajustada y el M3. Los que menos se relaciona son M1 y la
base monetaria.

El Cuadro 10 muestra los resultados de la prueba de exogeneidad débil para los casos
donde se comprobó la existencia de cointegración en el Cuadro 9. Los valores no
sombreados en este nuevo cuadro son aquellos para los cuales la causalidad de largo

9
Más concretamente, la variable débilmente exógena no aporta información para la estimación de los
coeficientes de largo plazo, y entonces se puede hallar un estimador eficiente de este parámetro a partir de
la distribución condicional de la otra variable con respecto a la débilmente exógena.
10
El modelo de cointegración que se utilizó corresponde al que contiene una tendencia lineal en la
relación de largo plazo.

15
Cuadro 9
Resultados de la Prueba de Cointegración

BASE M1 M2 M3 M3+B BASE AJ (1)


NUCLEO 10 SI SI SI SI SI SI
NUCLEO 20 SI SI SI SI SI NO
NUCLEO 30 SI NO SI SI SI SI
NUCLEO 40 SI NO SI SI SI SI
SINALIM SI SI NO NO NO SI
SINALIMS NO SI NO NO NO NO
MEDIA 10 SI SI SI SI SI SI
MEDIA 20 NO NO SI SI SI SI
MEDIA 30 NO NO SI SI SI SI
MEDIA 40 NO NO SI SI SI SI
MEDIA 50 NO NO SI SI SI SI
MEDIA 60 NO NO SI SI SI SI
MEDIA 70 SI SI SI SI SI NO
MEDIA 80 SI SI SI SI SI SI
MEDIA 90 NO SI SI SI SI NO
MEDIANA NO NO SI SI SI SI
MEDASIM SI SI NO NO SI SI
HP10000 NO NO SI NO NO SI
HP14400 NO NO SI SI NO SI
HP20000 NO NO SI SI SI NO
SI: Hay cointegración
NO: No hay cointegración
(1) Base Ajustada por cambios en los requerimientos de encaje.
Cuadro 10
P-Value para la Prueba de Exogeneidad Débil del Agregado Monetario

BASE M1 M2 M3 M3+B BASE AJ


NUCLEO 10 0,40 0,09 0,12 0,07 0,03 0,00
NUCLEO 20 0,34 0,11 0,11 0,06 0,03
NUCLEO 30 0,24 0,03 0,04 0,03 0,00
NUCLEO 40 0,21 0,02 0,03 0,01 0,00
SINALIM 0,03 0,00 0,00
SINALIMS 0,73
MEDIA 10 0,00 0,00 0,08 0,13 0,00 0,00
MEDIA 20 0,01 0,01 0,01 0,00
MEDIA 30 0,40 0,36 0,47 0,04
MEDIA 40 0,26 0,03 0,43 0,00
MEDIA 50 0,09 0,06 0,07 0,00
MEDIA 60 0,19 0,02 0,02 0,00
MEDIA 70 0,00 0,00 0,01 0,03 0,03
MEDIA 80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
MEDIA 90 0,00 0,00 0,00 0,00
MEDIANA 0,01 0,00 0,00 0,08
MEDASIM 0,11 0,01 0,04 0,88
HP10000 0,13 0,00
HP14400 0,14 0,12 0,00
HP20000 0,42 0,24 0,23
plazo de dinero a precios (exogeneidad débil) no se rechaza. El indicador mejor librado
resulta ser la inflación núcleo al 10% y 20%, seguido muy de cerca por la media
truncada simétrica de 30% y de 50% y por el filtro de HP de 2000. El agregado
monetario para el cual la hipótesis es rechazada en un menor número de oportunidades
es M2, seguido por M3 y la base monetaria. Los menos favorecidos son M1 y la Base
ajustada.

6. Conclusiones

El presente trabajo ha realizado una evaluación de diferentes indicadores de inflación


básica para Colombia utilizando una amplia gama de criterios. Al utilizar estos criterios
se identificaron ciertas propiedades deseables en todo indicador de inflación básica que
asegure que se está efectuando una medición acertada de la inflación de origen
monetario.

Junto con la evaluación de los indicadores de inflación básica que el Banco de la


República usualmente ha calculado, en este trabajo también se estimó y evaluó un
nuevo indicador: la inflación núcleo. Tanto los indicadores de esta familia como las
medias truncadas se estimaron para diversos grados de truncamiento.

Los principales resultados se han condensado en el Cuadro 11. En términos generales,


puede afirmarse que los indicadores evaluados resultan ser medidas adecuadas de la
inflación básica. La mayoría de los indicadores tienden a exhibir una correlación mayor
con los agregados monetarios que la inflación del IPC. La base monetaria sobresale
como el agregado monetario que mayor poder explicativo tiene sobre las variaciones en
precios, en especial cuando se utilizan los filtros HP, los núcleos y algunas medias
truncadas. De igual manera, varios de los indicadores de inflación básica mostraron una
buena capacidad de pronóstico sobre la inflación. Tal es el caso de los filtros HP, los
núcleos, la media truncada asimétrica y las medias truncadas al 10% y al 20%.

Aunque las pruebas de causalidad ordinarias tipo Granger no muestran la relación


esperada entre inflación y precios, aquellas que tuvieron en cuenta la posible existencia
de cointegración entre las series mostraron resultados más alentadores. Es así como, en
general, se encontró causalidad (exogeneidad débil) de los agregados monetarios hacia
precios para todos los núcleos y los filtros HP, para varias de las medias truncadas (10,
30, 40, 50 60), para la mediana y la media truncada asimétrica y para la inflación sin
alimentos. En el caso particular de los núcleos truncados al 10% y al 20% dicha
causalidad se observó para cuatro de los cinco agregados monetarios utilizados. Las
medias al 30% y al 50% también mostraron resultados satisfactorios, siendo causadas
por tres agregados monetarios.

Si bien los criterios anteriores permiten catalogar a la mayoría de los indicadores


propuestos como adecuados para medir la inflación básica, criterios como el
insesgamiento generan dudas acerca de las medias truncadas. En efecto, las medias
truncadas, a excepción de la media truncada al 10%, resultaron ser sesgadas respecto a
la inflación observada. Como se señaló oportunamente, este fenómeno puede obedecer a
que la distribución de las variaciones de precios individuales es asimétrica. Por esta
misma razón, la media truncada asimétrica sí resulta insesgada.

16
Cuadro 11

Resumen de resultados
Indicador Insesgamiento Variabilidad Capacidad de Suavización Relación con Agregados Monetarios
Pronóstico (12 meses) IPC Ajuste a base Causalidad
(14 rezagos) dinero-precios
NUCLEO10 X X X X X
NUCLEO20 X X X X X X
NUCLEO30 X X X X X
NUCLEO40 X X X X X
SINALIM X X X
SINALIMS
MEDIA10 X X X X
MEDIA20 X X
MEDIA30 X
MEDIA40 X
MEDIA50 X
MEDIA60 X
MEDIA70 X
MEDIA80 X
MEDIA90 X X
MEDIANA X X
MEDASIM X X X X X
HP10000 X X X X
HP14400 X X X X
HP20000 X X X X
c:\edgar\users\edgar\básica\cuaresumen
Nota: X muestra los indicadores de inflación básica, para los cuales se considera que se satisface algunos de los criterios examinados.
Los resultados para los indicadores de exclusión no fueron muy satisfactorios. Respecto
a la causalidad dinero - precios, la inflación sin alimentos y servicios fue uno de los
pocos indicadores que no parecen estar afectados por ninguno de los agregados
monetarios. Incluso la inflación sin alimentos tan solo aparece como determinada
exógenamente por uno de los cinco agregados (M1). Además, el promedio de inflación
medido utilizando estos indicadores resulta ser significativamente superior a la inflación
observada.

Sin duda alguna, la conclusión más importante de este trabajo se refiere al muy buen
papel que desempeñan los indicadores núcleo como medidas de la inflación básica. Para
varios truncamientos (20%, 30% y 40%), los núcleos satisfacen la totalidad de criterios.
Los filtros HP también satisfacen varios de los criterios, pero como ya se mencionó,
sus estimaciones resultan muy sensibles a los valores extremos de las series.

Dentro de la familia de las medias truncadas, las mejores parecen ser la del 10% y la
media asimétrica. Finalmente, los resultados presentados sugieren que la inflación sin
alimentos es un pobre indicador de inflación básica.

Referencias

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