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Es de gran importancia y

trascendencia para la vida


jurídica de los estados unidos
mexicanos, contar con una
figura tan extraordinaria como
es el juicio de amparo, pues
desde su aparición hasta la
fecha, se ha consolidado como el
medio de defensa constitucional
de los gobernados frente a las
leyes o actos de autoridad.
Para 1841, en la Constitución
del estado de Yucatán, en el
periodo de dicha entidad se
encontraba separada del Estado
Mexicano, se estableció la figura
del Juicio de Amparo, cuya
autoría se atribuye a don
Manuel Crescencio García Rejón,
quien junto con don Mariano
Otero, son considerados como
“los PRECURSORES del juicio de
amparo” en México y se le suman
Ignacio Luis Vallarta Ogazon y
Emilio Rabasa Estebanel

Manuel Crescencio García Rejón


y Alcalá
Es considerado el padre del juicio
de amparo, institución netamente
mexicana.
Su trayectoria sin lugar a dudas,
es destacable en cualquiera de
sus facetas. A lo largo de su
vida, fue ministro de Relaciones
Exteriores, Embajador
legislador, periodista y un
excelente
abogado.
Tras la proclamación de
independencia de 1821, como
diputado de Yucatán, realizo
varias propuestas,
 como la independencia de
Tabasco
 la abolición de la pena de
muerte,
 la pensión
Sentó las bases de un derecho
fundamental en la justicia
mexicana,
 EL JUICIO DE AMPARO
 la solicitud de parte agraviada,
presentada ante el órgano
competente, atribuible a los
poderes Ejecutivo y Legislativo.
 La procedencia contra actos de
autoridades distintas al
gobernador y a la legislatura.
 La figura de parte y la de
relatividad de las sentencias.
 Encarga al Poder Judicial el
control de la constitucionalidad de
los actos de autoridad.
 El medio de control de tales actos

será el resultado de un
procedimiento jurisdiccional.
 Establece el principio de instancia

de parte agraviada y elimina la


excitativa de otros órganos
estatales para que opere el
procedimiento de amparo.
 Limita los efectos de la sentencia

de amparo al caso concreto y no


le otorga efectos erga omnes.
 Utiliza el vocablo “amparar” de

una larga tradición histórica, pero


lo hace resurgir.

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