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RELATORÍA 3
Encuentro con la Sombra. Zweig, C y Wolf, S. (1991)
Alumnas:
Valentina Basulto
Camila Ruiz-Tagle
23 Julio 2018
INTRODUCCIÓN
En el presente ensayo se integran tres textos, los que presentan distintas ideas acerca de lo
inconsciente humano.
acerca del proceso de transformación del alma inconsciente (p. 141), introduciendo y
ampliando los contenidos que vendrían tanto de lo inconsciente personal como colectivo en
habrá que dar cuenta de aquellos que no encajan con el ideal de la mente consciente,
integrando las partes sombrías de nuestra personalidad, dado que han sido desterrados por
sentirlos indeseables. Sin embargo, al ser contenidos reprimidos, contienen una gran
cantidad de energía psíquica, de ahí el énfasis propuesto por Jung, dado que es una fuente
En “La lucha con la sombra”, Jung (2001) propone una visión sobre la
investigarse en los propios individuos. Este es un escrito sociológico del trabajo de C.G.
Jung, donde observa los determinados fenómenos o síntomas que sufre la sociedad entre los
años 1918 y 1961, orientando a una mayor comprensión acerca de la psique humana en su
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DESARROLLO
Según Freud (cit. en Jung, 2007), los contenidos del inconsciente son “tendencias
infantiles reprimidas a causa de su carácter incompatible” (p. 145). Dicha represión estaría
dada en el comienzo de la primera infancia bajo el influjo moral del entorno, co-existiendo
a lo largo de la vida. “Mediante el análisis, las represiones son eliminadas, y los deseos
reprimidos, hechos conscientes” (p. 145). De esta forma, Freud da a entender que lo único
que alberga lo inconsciente son partes de la personalidad, que de no haber sido reprimidas,
podrían ser conscientes. Jung dirá que aparte del material reprimido, “también hay
contenidos psíquicos que han descendido por debajo del umbral de la consciencia,
quedan las cosas “ahí” sin más por no haber levantado la barrera de la represión, (o bien por
levantarla y se hicieran conscientes) como pensaba Freud, sino que lo inconsciente “es un
agente activo encargado en agrupar y re-agrupar sus contenidos” (p. 146). Jung deduce lo
anterior, señalando que los contenidos de lo inconsciente siguen apareciendo, aún cuando
se hayan levantado ciertas barreras de la represión, emergiendo en fantasías, sueños, etc. los
cuales no vendrían necesariamente del inconsciente personal (no todo es material reprimido
colectivos en forma de arquetipos” (p. 155), señalando que no todo lo que produce lo
inconsciente es lo ya conocido anteriormente (y que fue reprimido), puesto que “la mente
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naturaleza colectiva, se hallan igualmente en contradicción con las necesidades
parte que está firmemente asentada y que, por así decirlo, discurre de forma
comprenden las partes superiores de las funciones psíquicas, es decir, la parte que
las represiones personales, serían elementos personales, pero también irían adheridos
asimilan los contenidos que fueron liberados de lo icc colectivo, como si fueran de lo
inconsciente personal, dando paso a una inflación psíquica, dado que habría una disolución
contradicciones, tampoco hay diferenciación entre virtudes y vicios. Sin embargo, Jung nos
tanto conocer todo aquello que desconocemos (no todo material reprimido es de lo
llanamente una necesidad del desarrollo de la personalidad” (p. 170). Hay que
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diferenciarse, puesto que el elemento diferenciador, es el individuo. Así, la consecuencia de
psíquica. Cuando los contenidos que llegan a la consciencia (que vienen con material del
crear una totalidad (por cierto, parcial), en tanto existiría un recorte más o menos arbitrario
de aquellas partes de la psique colectiva que no encajan con dicha totalidad, pasándose por
alto y siendo olvidados o bien, siendo reprimidos o negados (Jung, 2007). “En Aras de una
imagen ideal, se sacrifica un número excesivo de rasgos humanos universales” (p. 178). Al
recorte de la psique colectiva, Jung lo llama persona. Sin embargo, se debe poner atención
engañosa sensación de ser individual” (p. 178), olvidando que es parte de la psique
colectiva. Jung señala (2007) que al analizar a la persona (lo que se aparenta ser), quedaría
ser reprimido hasta el punto de no hacerse notar. Dicho de otra forma, la persona que
pretenda “cortarse por sí misma”, suscitará reacciones por parte de lo inconsciente junto a
represiones personales, que darán “cabida a conatos de desarrollo individual ocultos tras
la envoltura de fantasías colectivas” (p. 179), llevando así a la consciencia contenidos que
persona, más influjo de lo inconsciente colectivo, existiendo una pérdida de dirección por
lo que ha sido en llamar la sombra personal. Zweig y Abrams (2012), refieren ésta como
infancia, al mismo tiempo que nos vamos identificando con los aspectos ideales de nuestra
personalidad. Al ser reforzadas las partes ideales por el entorno que nos rodea, vamos
arrojando (la sombra) a un saco, para seguir siendo merecedores del amor que los otros nos
propician. Los contenidos que sean desterrados “encierra facetas infantiles, apegos
desarrollar. (p. 17), siendo variantes de cultura en cultura según lo que sea aceptado como
“deseado”, o en su defecto, rechazado por las mismas (Zweig y Abrams, 2012). Sin
embargo, como aquello que ha sido desterrado hace parte por igual de nuestra personalidad
total, es que podemos entender junto a Jung que se haya referido a que “la sombra contiene
un 90 % de oro puro” (p. 54), puesto que lo reprimido contiene una gran energía psíquica.
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A pesar de lo anterior, y justamente debido a que muchos de estos contenidos
acceder a la sombra de forma indirecta a través de rasgos y acciones de los demás, como
Otra forma de reconocer lo sombrío, es través del humor (deja entrever más de lo
sentido del humor), también es pedir feedbacks con el fin de poner en evidencia cómo nos
ven los demás, examinando nuestros lapsus (tanto linguales, conductuales como
perceptivos) y por último, analizando nuestros sueños y fantasías donde la sombra suele
de consciencia. Este encuentro con nuestros aspectos sombríos puede llegar a ser
paralizante, obligándonos a enlentecer el paso y mirar las evidencias que esta nos entrega.
Por otra parte, también existe la esfera de la sombra colectiva, expresada en los
medios de comunicación (en la maldad humana), en los malos tratos conyugales y abusos
infantiles que salen hoy a la luz del día (Zweig y Abrams, 2012).
En la medida que la fuerza inconsciente de las masas crece, lo mismo ocurre con la maldad
humana y podemos ser presa fácil de ella. Lo único que podemos hacer ante ésta para
personal es que aquellos contenidos que van a parar a la sombra, involucionan a estadios
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previos de desarrollo, y al rechazar una parte de la personalidad, ésta termina volviéndose
hostil (Zweig y Abrams, 2012). Como comenta Jung (2011), cuando una excitación
Así, la posibilidad de un cambio reside sólo en nuestra actitud psicológica. Dado que el
único peligro reside en el humano (la sombra es sólo peligrosa cuando la dejamos de lado),
debiéramos fomentar una relación con el inconsciente que nos permita expandir nuestra
identidad, integrando las partes sombrías a nuestra personalidad total. De esta forma
nos libramos de la culpa y vergüenza y por último, nos hacemos cargo de nuestro yo
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CONCLUSIÓN
Los textos revisados hacen inercia hacia un mismo sentido: ser conscientes de los
contenidos que surgen de lo inconsciente tanto personal como colectivo como única forma
que como hemos revisado, desde temprana edad vamos edificando una imagen ideal en
detrimento de lo que no encaja en este ideal del yo, proyectando así las partes más sombrías
de nuestro inconsciente. Sin embargo, Jung señala implícitamente, ¡aún hay esperanza!,
puesto que en lo sombrío hay un tesoro por descubrir en tanto recordatorio de nuestra
naturaleza total. Como psicólog@s, tomamos la importancia de ver y reconocer ése “oro”
existente en cada uno de nosotr@s como forma de conocer nuestra personalidad completa y
con ello, poder acompañar a nuestros pacientes de manera más imparcial hacia aquellos
aspectos que han sido desmerecidos por no ser ideales. Así, la urgencia de reconocer la
sombra parece evidente dadas las consecuencias que esto puede contraer, en tanto
identificación con la máscara como algo personal, olvidando que la misma es una parte de
lo inconsciente colectivo, por tanto, de aspectos indiferenciados, dificultando cada vez más
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REFERENCIAS
segunda parte
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