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radiológicas y tratamiento.
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Objetivo docente
Las fístulas urinarias y los urinomas resultan de la interrupción del sistema urinario a
cualquier nivel desde el cáliz hasta la uretra.
1) FÍSTULAS RENALES
• CAUSAS:
Las fístulas de orina a nivel renal resultan de la interrupción de los cálices, los
infundíbulos o la pelvis renal. Las causas más frecuentes incluyen:
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masas pélvicas, embarazo, fibrosis retroperitoneal, válvulas de uretra
posterior, obstrucción del tracto urinario inferior...
• Iatrogenia por procedimientos quirúrgicos o percutáneos, como por ejemplo
en caso de nefrectomías parciales (Fig.1) o en trasplantes renales (Fig.2 y
3).
c) Serie en fase tardía obtenida 5-20 minutos después de la inyección del contraste.
(Fig. 1, 3, 4).
Si es extensa, una fuga de orina puede cruzar la línea media por el espacio pararrenal
anterior y extenderse al espacio pararrenal contralateral.
Un escape de orina puede extenderse, a través del hiato aórtico, hacia el mediastino y,
a través del diafragma, al espacio pleural.
La orina también puede viajar a través de los vasos linfáticos al espacio pleural y
mediastino, o se puede extender inferiormente a lo largo del compartimiento del iliopsoas
por debajo del ligamento inguinal a los tejidos blandos del muslo, la pelvis, las nalgas,
el escroto o el periné.
Un escape de orina puede extenderse hasta la cavidad intraperitoneal y rodear las asas
intestinales, causando ascitis urinaria.
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La gammagrafía juega un papel vital en pacientes:
a) Que no pueden recibir contraste por vía intravenosa, debido a niveles de creatinina
elevados.
• TRATAMIENTO:
2) FÍSTULAS URETERALES
CAUSAS:
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• Lesión iatrogénica: cirugía retroperitoneal, pélvica o ginecológica,
perforaciones ureterales por procedimientos endourológicos, dehiscencia de
la anastomosis ureteral tras trasplante renal,
TRATAMIENTO
2) FÍSTULAS VESICALES:
CAUSAS:
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La probabilidad de lesión de la vejiga y el escape de orina se incrementa cuando la vejiga
está totalmente distendida en el momento de la lesión.
HALLAZGOS RADIOLÓGICOS:
TRATAMIENTO:
Las roturas intraperitoneales requieren una pronta exploración quirúrgica abierta debido
al riesgo de peritonitis urinaria.
3) FÍSTULAS URETRALES:
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CAUSAS:
HALLAZGOS RADIOLÓGICOS:
- Fracturas de pelvis.
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En las de tipo 2, el material de contraste extraperitoneal se ve por encima del diafragma
urogenital.
TRATAMIENTO:
Las lesiones tipo 1 generalmente son tratadas de forma conservadora con la colocación
de sonda vesical transuretral.
Los tipos 2 y 3 se manejan con cistostomía suprapúbica para desviar el flujo de orina,
posiblemente en combinación con drenaje abdominal, de catéter perineal o escrotal si
existe una fuga de orina.
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Fig. 1: Paciente de 50 años sometido a nefrectomía parcial del riñón derecho por
neoformación renal. Imágenes de TAC abdominal tras la administración de contraste con
adquisición de imágenes en fase excretora. Se observa una fuga de contraste desde
uno de los cálices al lecho quirúrgico en relación con fístula de bajo débito.
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Fig. 2: Paciente con injerto renal en FID que requiere nefrectomía parcial del mismo.
Imágenes de TAC abdominal tras la administración de contraste en fase nefrográfica,
con reconstrucción en el plano sagital,donde se evidencia una pequeña colección peri-
injerto.
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Fig. 3: Serie helicoidal tras la administración de contraste en fase excretora, con
reconstrucción en el plano sagital en paciente de la figura 2, donde se objetiva una
extravasación de contraste hacia la región anteroinferior del injerto renal, a través del
grupo calicial más caudal, en relación con fístula tras nefrectomía parcial.
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Fig. 4: Plano axial oblícuo en paciente de las figuras 2 y 3, donde se visualiza la fuga
de contraste hacia la pared abdominal anterior, a través del grupo calicial más caudal
del injerto renal.
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Fig. 5: Paciente con antecedentes de neoformación vesical tratado mediante cistectomía
radical y reconstrucción tipo Studer. Imágenes axiales de TAC pélvico tras la
administración de contraste a través de sonda vesical, donde se identifica una fuga de
contraste en la chimenea de la neovejiga.
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Fig. 7: Paciente con antecedentes de neoformación vesical tratado con cistectomía
radical y reconstrucción tipo Studer,con metástasis lítica en rama iliopubiana derecha
que invade suelo vesical. Imágenes de cisto-TAC, con reconstrucciones coronares MIP,
donde se observa fuga de contraste en el suelo de la neovejiga hacia la región obturatriz
derecha.
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Fig. 8: Mismo paciente que en figura 7, con metástasis lítica en rama iliopubiana derecha
que invade el suelo de la neovejiga visualizándose fuga de contraste.
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Fig. 9: Paciente politraumatizado con fracturas de ramas pélvicas. Imágenes de cisto-
TAC obtenidas tras la administración de contraste por sonda suprapúbica, donde se
observa un gran coágulo intravesical y una fuga de contraste en el suelo vesical en
relación con rotura en la unión vesicouretral.
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Fig. 10: Mismo paciente que en figura 9, en este caso se trata de una reconstrucción
coronal, donde se observa el gran coágulo intravesical y la fuga de contraste en el suelo
vesical en relación con rotura en la unión vesicouretral.
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Fig. 11: Paciente intervenida quirúrgicamente con laparotomía exploradora por
sospecha de embarazo ectópico. Imágenes de cisto-TAC tras la adminitsración de
contraste a través de la sonda urinaria, objetivándose fuga de contraste hacia la pared
abdominal anterior en relación con fístula vésico-cutánea de origen postquirúrgico.
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Conclusiones
Las pruebas de imagen y el radiólogo tienen un papel clave en los urinomas y fístulas
ya que:
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