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ART NOVEAU – DISEÑO EN ARTES APLICADAS - MODERNISMO

Víctor Horta (Belgica)


Escalera de Tassel 1893
Víctor Horta (Gante, 6 de enero de 1861 — Bruselas, 8 de septiembre
de 1947) fue un arquitecto belga pionero del Modernismo.
La Casa Tassel es una de las obras más completas de la historia del
arte y la primera construcción globalizada del continente europeo.
Creada a finales del siglo XIX – 1892 y 1893- por Víctor Horta es una
de las primeras y mejores manifestaciones del estilo modernista.
El arquitecto modernista dividió la vivienda en tres niveles diferentes:
el primero de ellos más bajo se organiza en torno a una gran escalera
y al vestíbulo de entrada con espacios amplios y bien iluminados; el
segundo en el piso superior presenta una escalera secundaria y zona
de jardines.
La fachada también es modernista, y en ella se reflejan los tres pisos
en los que se divide el interior de la vivienda. En ella destaca
sobremanera la utilización de la bow-window en líneas curvas.
Empleó el hierro colado en la construcción de la Maison Tassel no sólo
con fines constructivos sino también decorativos, éstos adquieren en
su obra un gran peso y sobre ellos recae la atención del espectador.
En lo ornamental el artista se basó en alusiones a motivos vegetales;
la naturaleza no está plasmada en la casa Tassel como una réplica sino
que las líneas y formas sugieren las formas naturales. Horta se
preocupó hasta el más mínimo detalle de la construcción y decoración de su obra, de hecho él mismo fue quien diseñó
el mobiliario.
Así la Casa Tassel surge como resultado de una época, de un país que muestra el progreso económico de la burguesía,
sus fuertes tradiciones artesanales y la amplia industrialización desarrollada en aquella época. El edificio fue nombrado
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000

La casa Van Eetvelde


La casa Van Eetvelde es un espléndido
palacete de estilo modernista en los
números (2-4 de la avenida Palmerston
en Bruselas) concebido por el
arquitecto Victor Horta en dos etapas,
en la esquina de la plaza María Luisa y
la avenida Palmerston.

Edmond Van Eetvelde, Secretario


General para el Estado independiente
del Congo, recurrió a Victor Horta para
materializar su éxito social en la piedra,
y para permitirle organizar recepciones
en una residencia conveniente, y de
estilo innovador. Tengamos en cuenta
por otra parte que Leopoldo II había
comprendido perfectamente que el
Modernismo se adaptaba de forma
ideal a poner en valor los materiales del Congo, como maderas preciosas, marfil, etc. Esta es una de las razones para
las cuales este estilo fue preponderante en la decoración de la sección colonial de la exposición internacional de 1897,
instalada en Tervueren.
La vistosa fachada de los n° 4 y 6 y su estructura metálica se remontan a 1895. El arquitecto se revela especialmente
innovador, al igual que en los espacios interiores organizados en torno a una vidriera que baña de una suave claridad
las zonas de recepción de un refinamiento extremo. Vidrieras que toman formas vegetales vienen a prolongar el
movimiento de las columnas metálicas que soportan la vidriera; las columnas podrían vincularse con troncos de los
cuales nacería el follaje de las vidrieras. En origen, el suelo del vestíbulo situado bajo esta vidriera llevaba incluso losas
esmaltadas que mejoraban la iluminación de los rincones. Dentro del edificio, Victor Horta creó espacios flexibles por
medio de divisiones correderas. El decorado de la fachada es muy sobrio, aunque los motivos en mosaico se complican
según se van elevando. Los dinteles rectos de las puertas-ventana del último piso soportan directamente la cornisa,
adornada por numerosas consolas. Horta utiliza una estructura metálica imponente que se despliega para soportar los
pisos que tienen un ligero saledizo (las consolas), o para encuadrar las ventanas con dinteles ligeramente arqueados.

Da muestras de vanguardismo puesto que esta clase de estructura portadora se utiliza por primera vez en el marco de
una casa privada. Además, tiene la voluntad de romper sutilmente la organización de la fachada concebida
simétricamente, como era normal antes; la puerta de entrada se desplaza a un extremo de la fachada.

Realizada tres años más tarde, la ampliación de la esquina (n° 2) se


reconocen fácilmente por su fachada en piedra cuidadosamente cortada.
Estaba destinada a añadir un despacho y una sala de billar a la residencia
principal, con la que estas partes se comunicaban. Para el resto, incluía
también apartamentos. Su estilo se adorna más y recuerda la propia casa
de Horta que acaba de terminar en la calle Americana a Saint-Gilles.

Tanto la puerta de entrada como los marcos de las ventanas llevan la


marca de su preocupación por la variedad y la sensualidad de las líneas
talladas en la piedra. Los revestimientos de madera de la oficina, en caoba
clara del Congo y coral según los deseos de su comanditario forman uno
de los más bonitos decorados aún existentes, debido al arquitecto.
L a curva trallada, que recuerda el movimiento de una ola volviendo sobre
sí misma es uno de los leitmotivs de la casa y se puede encontrar en las
barandillas, las chimeneas, los dibujos de las ventanas, de las alfombras,
de los suelos o en las tallas de madera.

Todas las habitaciones principales de la casa, así como el comedor y la sala de estar están conectadas por un
espectacular y llamativo vestíbulo octogonal que es quizá lo más conocido del interior de esta espectacular casa que
se puede visitar durante tu visita a Bruselas.

René Jules Lalique


René Jules Lalique(Ay, departamento de Marne, Francia, 6 de abril de 1860 - París, 1 de
mayo de 1945) fue un maestrovidriero y joyero francés. Está enterrado en el Cementerio
del Père-Lachaise.
Tuvo un gran reconocimiento por sus originales creaciones de joyas, botellas de perfume,
vasos, candelabros, relojes, etc., dentro del estilo modernista (Art nouveau y Art déco). La
fábrica que fundó funciona todavía (es muy popular por sus perfumes) y el apellido Lalique
ha quedado asociado a la creatividad y la calidad, con diseños tanto fastuosos como
discretos.
Gran admirador y coleccionista de la obra de Lalique fue Calouste Gulbenkian, empresario
petrolífero de origen armenio pero radicado en Portugal, que creó el Museo Calouste
Gulbenkian en Lisboa, donde se expone una buena muestra de la obra de René Lalique.

Masriera: Colgante
Como curiosidad, en 1906 Masriera recibió el encargo de diseñar una diadema
para la reina Victoria Eugenia, que los monárquicos catalanes le entregaría como
regalo de bodas. La diadema, que se conoce como “la diadema desaparecida”
debido a que se desconoce en dónde está, era un aro de oro acabado en un “pico
de viuda”, con esmalte traslúcido multicolor y decorado con diamantes y perlas.
Entre los elementos decorativos llevaba dos flores de lis (símbolo de la Casa de
Borbón), dos caballos encabritados al lado de cada flor y un escudo de Cataluña
en la parte frontal de la diadema. Se supone que si actualmente todavía existiese
esta pieza de joyería, su valor en una subasta sería inimaginable.

Alphonse Mucha Rep. Checa 1860 - 1939


Cartel litográfico de La Trappistina 1897
Mucha se mudó a París en 1887 y continuó sus
estudios en la Académie Julian y en la Académie Colarossi, produciendo al mismo
tiempo ilustraciones para revistas y publicidad.
Su salto a la fama lo logró con su primer cartel litográfico para la actriz Sarah Bernhardt
y su Théâtre de la Renaissance, el cartel anunciaba la obra Gismonda de Victorien
Sardou, apareció en los primeros días de enero de 1895 en los muros de París, y causó
una auténtica sensación. Sarah Bernhardt ofreció inmediatamente a Mucha un
contrato de exclusividad por seis años. Los carteles realizados para ella contribuyeron
a difundir la fama de la actriz más allá de las fronteras de Francia. Hasta 1901, Mucha
no solo fue responsable de los carteles publicitarios, sino también de las escenografías
y los vestuarios del Théâtre de la Renaissance. Fue esta obra, con su estilo exuberante
y estilizado, lo que le dio tanto fama como numerosas comisiones.
Mucha creo un estilo propio caracterizado por utilizar formatos muy verticales y
composiciones cuidadosamente elaboradas que vienen enmarcadas por elementos
geométricos de origen oriental y bizantino (columnas, arcos…). Utilizaba elementos
naturales y orgánicos que le ayudaban a equilibrar tensiones mediante lineas y formas
curvas y dotan de un aspecto exótico y exuberante a la obra. Crea atmósferas de gran
misterio repletas de elementos teatrales y alegóricos.

Ramón Casas y Carbó


Cartel Publicitario para los cigarrillos Paris (ca. 1900)
Ramón Casas y Carbó (en catalán, Ramon Casas i Carbó; Barcelona, 5 de enero de 1866 - 29 de
febrero de 1932) fue un pintor español célebre por sus retratos, caricaturas y pinturas de la élite
social, intelectual, económica y política de Barcelona, Madrid y París. Fue diseñador gráfico y sus
carteles y postales contribuyeron a perfilar el concepto de modernismo catalán.

Lluís Domènech i Montaner 1850 - 1923


Lluís Domènech i Montaner (Barcelona, 21 de diciembre de 1850 - Barcelona, 27 de diciembre de 1923) fue un
arquitectoespañol, que destacó por sus obras edificadas en el estilo modernista catalán. También dedicó gran parte
de su vida a la política. Nació en Barcelona y en su juventud ya puso de manifiesto su interés por la arquitectura.
Estudió la carrera de arquitectura y ocupó más adelante una cátedra en el Colegio de Arquitectura de Barcelona. Desde
este cargo ejerció una influencia considerable acerca de cómo debía ser el modernismo en Cataluña.

Palacio de la Música Catalana 1905 - 1908


País: España
El Palacio de la Música Catalana (Palau de la Música Catalana en catalán) es un auditorio de música situado en la calle
Sant Pere més Alt en el barrio de la Ribera de Barcelona, España. Fue proyectado por el arquitecto barcelonés Lluís
Domènech i Montaner, uno de los máximos representantes del modernismo catalán. La construcción se llevó a cabo
entre los años 1905 y 1908, con soluciones en la estructura muy avanzadas con la aplicación de grandes muros de
cristal y la integración de todas las artes,
escultura, mosaicos, vitrales y forja.2 El
edificio, sede central del "Orfeón Catalán",
fundado en 1891 por Lluís Millet y Amadeo
Vives, fue sufragado por industriales y
financieros catalanes, ilustrados y amantes de
la música, estamento que sesenta años antes
ya había financiado el teatro de ópera y ballet
Gran Teatro del Liceo.
En 1997 la Unesco incluyó el edificio en su
relación del Patrimonio de la
Antigua taquilla original de Domènech i
Montaner realizada en el interior de una
columna con el típico trencadís.
La arquitectura de Domènech es de gran
calidad y originalidad, resaltando la estructura
de hierro que permite la planta libre cerrada por vidrio y por otro lado la integración en la arquitectura de las artes
aplicadas.7 Dos decisiones demuestran la tipología y la innovación tecnológica del proyecto: la primera la solución del
patio en la medianera del solar con la iglesia para que la sala de conciertos quedara con la misma simetría de
distribución y entrada de luz. La segunda fue la resolución de ubicar el auditorio en el primer piso con el acceso desde
la planta baja por los diferentes tramos de la escalera con un tratamiento tan efectivo que compensa la ascensión: con
esto se consiguió la utilización de la planta baja para oficinas del Orfeón.
En el exterior se mezclan elementos escultóricos, que hacen alusión al mundo de la música, con elementos
arquitectónicos y decorativos de carácter modernista y barroquizante. En el interior el arquitecto combinó
magistralmente los diversos materiales de construcción con cerámica (el "trencadís" tan típico del modernismo
catalán) y vidrio. La sala y el escenario forman un conjunto armónico, en el que uno se integra en el otro. El escenario
está dominado en su parte trasera superior por los tubos del órgano, que se convierten a su vez en un elemento
decorativo e icono del propio Palacio. La embocadura del escenario está enmarcada por ilustraciones escultóricas
espectaculares, sendas alegorías de la música culta y de la música popular: a la derecha, un busto de Ludwig van
Beethoven sobre columnas dóricas que sostienen unos cúmulos de los que emerge la cabalgata de las walquirias (clara
referencia a la adoración por Richard Wagner que siempre ha sentido el público catalán); a la izquierda, unos chicos al
pie de un sauce en cuyas ramas aparece el busto de José Anselmo Clavé, alusión al texto de la canción "Les flors de
maig" de este autor.

Fachada principal primitiva


Detalle de la fachada antigua, decorada con el
grupo escultórico La canción popular catalana,
del artista Miguel Blay.Se encuentra situada en
la calle Sant Pere més Alt, único acceso hasta
el año 1989, hace esquina con la calle de
Amadeu Vives, que se resuelve con la inclusión
del grupo escultórico La cançó popular
catalana (La canción popular catalana), a
manera de proa, del artista Miguel Blay, en la
que están representados un san Jorge, debajo
una figura femenina en el centro como un gran
mascarón de proa, rodeada de un grupo de
personajes que representan el marinero, los
campesinos, el anciano, los niños, la clase alta
de la sociedad, símbolo de que el Palacio de la
Música Catalana era para todo el pueblo.
Según consta en una inscripción al pie de la escultura, fue pagada por el marqués de Castellbell (Joaquim de Càrcer i
de Amat), y que tuvo lugar su inauguración el día 8 de septiembre de 1909.
La complejidad de la fachada angular a dos calles estrechas hace difícil la visión completa del conjunto.
Otros elementos de esta fachada son los arcos con grandes columnas de ladrillo rojo y cerámica. En el primer piso hay
un balcón que recorre la fachada con catorce columnas en grupos de dos, cubiertas con mosaico todas con dibujo
diferente, en el segundo piso los bustos de los músicos sobre columnas, realizados por Eusebio Arnau, de izquierda a
derecha son Palestrina, Bach y Beethoven, pasado el grupo escultórico de la esquina se encuentra el busto de Wagner
ya en la calle Amadeu Vives. En dos de estas columnas a nivel de la calle se encontraban dentro de ellas las taquillas
originales. En la parte superior de esta fachada un gran frontón en mosaico de Lluís Bru simboliza la senyera (bandera)
del Orfeón de Antoni Maria Gallissà y en el centro una reina presidiendo una fiesta con una rueca, en alusión a La
Balanguera, poema de Joan Alcover i Maspons con música del compositor Amadeu Vives, una pieza de las que más
interpretaba el Orfeón y que a partir de 1996 es el himno oficial de Mallorca.9
Fachada en ángulo dónde se aprecia la representación en ladrillo rojo de un gigantesco árbol.
La fachada realizada por Domènech i Montaner, sorprende por su construcción que se realizó como si fuera a la vista,
a pesar que estaba completamente ciega por la posición en todo su frontal de la iglesia de san Francisco de Paula. Para
conseguir la entrada de luz a través de los ventanales de esta fachada, el arquitecto construyó un patio de unos tres
metros de anchura que hacía de límite con la iglesia y a pesar de que no era vista, la realizó con gran riqueza de
materiales y diseño, la obra de ladrillo rojo visto, barandillas de hierro forjado, cornisas y capiteles esculpidos y con
unos vitrales de colores iguales que en el resto de la edificación. Según unos datos aportados por Pere Artís, el
presupuesto inicial de las obras del Palacio era de 450.000 pesetas que se llegaron a duplicar, habiendo alguna fricción
entre el cliente y el arquitecto debido a la tozudez del mismo por acabar esta fachada igual que la que estaba a la vista
y por lo tanto el encarecimiento de la obra.
Fachada principal cubierta con la pantalla de vidrio de Óscar Tusquets.
En la parte izquierda de la fachada se encuentra el edificio de servicios, realizado por los arquitectos Óscar Tusquets,
Lluís Clotet y Carles Díaz en la última veintena del siglo XX, con una torre con la base esculpida como si de una gran
palmera se tratara, es también, por donde hay la entrada de los artistas. En la parte derecha se encuentra sobre unas
escaleras la escultura dedicada a Lluís Millet, del escultor Jassans realizada en 1991 y la entrada al restaurante del
Palacio, llamado Mirador y realizado como una caja de cristal. En este extremo de la fachada el ángulo con la calle de
Sant Pere més Alt, también se resuelve a manera de proa como en la fachada antigua, representando en ladrillo rojo
y en bajo relieve, un gigantesco árbol realizado por el escultor barcelonés Naxo Farreras.
Toda la fachada central recuperada ha sido cubierta por otra nueva haciendo pantalla de vidrio con el nombre del
edificio Palau de la Música Catalana grabado en los cristales.

Interior
Por la antigua entrada de la calle Sant Pere
més Alt, lo primero que se ve es una gran
escalera doble hacia el primer piso con
iluminación de grandes farolas, la barandilla
está ricamente labrada en piedra y con los
balaustres de vidrio, los arrimaderos son de
cerámica vidriada y con relieves de flores
igual que la ornamentación de los techos. Ya
en esta entrada se puede recordar al
escritorRobert Hughes, refiriéndose al
Palacio:
Nunca más se construirá en Barcelona nada
que se pueda parecer desde el punto de
vista de atrevimiento conceptual, brillantez
formal, simbolismo y efecto decorativo.
Ventanal de la sala Lluís Millet.
Situada en el primer piso, enfrente de la sala
de conciertos, es lo que se llama una sala de espera o descanso con una imponente lámpara modernista, las puertas
son de vidrio y desde esta sala se pasa a la terraza donde nos encontramos las columnas decoradas con mosaicos que
dan a la calle sant Pere més Alt, todas las columnas son diferentes en color y decoración, esta sala también está
destinada para celebrar actos sociales o ruedas de prensa.
Sala de conciertos
Claraboya del techo de la platea.
Al entrar en la sala desde el primer piso, hace el efecto de una entrada oscura
encontrándose, enseguida, con un gran efecto teatral, con la explosión de luz y color que
tiene la gran sala, los vitrales en ambos lados corren desde el suelo al techo con el primero
y segundo piso de butacas como si fueran unas bandejas, columnas decoradas con
mosaicos de colores como el techo con rosas rojas y blancas de cerámica vidriada, en la
intersección de los arcos superiores se aprecian unos mosaicos en semicírculo
representando colas de pavos reales con todo su esplendor y colorido, y en el centro del
techo sirviendo para luz natural y eléctrica, la gran claraboya o lámpara realizada por
Antoni Rigalt i Blanch, como un gran sol con forma de esfera invertida, de cristales
dorados en el centro y rodeado de otros con tonos más suaves azules y blancos
representando bustos femeninos.

Puig y Cadafalch.
La casa de les Punxes 1905
La casa de les Punxes o casa Terradas es un edificio diseñado por el arquitecto
modernistaJosep Puig i Cadafalch. Se encuentra situada en la avenida Diagonal
de la ciudad de Barcelona (España).
Diseñada por el arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch, la Casa de les
Punxes está situada entre las calles
Este espectacular edificio es uno de los más emblemáticos de Barcelona, a la
vez que es clave para entender el movimiento del modernismo catalán. En
1975 fue declarado monumento histórico nacional, y actualmente es de
propiedad privada, con espacio para diferentes oficinas.
La casa se construyó en 1905 por encargo de las hermanas Terrades que
querían unificar tres inmuebles de su propiedad. Puig i Cadafalch proyectó un
edificio de aspecto medieval, con elementos que recuerdan a la arquitectura
gótica europea.

Plafón de Sant Jordi.


Una de las características de este edificio son sus seis torres, coronadas por
sendas agujas de forma cónica, lo que le dio el nombre popular de casa de les
punxes (en idioma catalán, punxes significa pinchos).
Para la construcción de la fachada se utilizó el ladrillo. En ella pueden verse
algunos plafones decorativos; uno de ellos, en el que aparece Sant Jordi, tiene
escrita la siguiente leyenda: Sant Patró de Catalunya, torneu-nos la llibertat ("Santo Patrón de Cataluña, devuélvenos
la libertad"). La decoración en piedra con dibujos florales de tribunas y balcones es plenamente modernista. El tejado
es a doble vertiente.

La voluntad del arquitecto era que estructuralmente pareciera un único conjunto arquitectónico, pero incluyó también
rasgos característicos de cada una de las propietarias, hecho que indicaba a quien pertenecía cada casa.
Por ejemplo, en la fachada de la esquina de la calle de Rosselló con la avenida Diagonal, la que pertenece al número
420 de la Diagonal, hay un interesante panel escultórico —obra de Enric Monserdà— en el que se representa un ángel,
figura que alude claramente a la propietaria de este edificio, la hermana Àngela Terradas. El dibujo preparatorio
realizado por Monserdà se encuentra en el archivo de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi de
Barcelona. En la filacteria que despliega el ángel, leemos en letras góticas: «Esta obra fue terminada en MCMV».
Otros detalles decorativos que nos remiten a esta propiedad, los encontramos en los anagramas que, distribuidos
como si fueran una cenefa, rodean la base de la torre principal de la casa. En el anagrama se repiten las letras ATB, en
referencia a Àngela Terradas Brutau.

Decoración floral
En esta casa, aunque la decoración floral es un elemento recurrente, destaca la elección del trébol tanto en algunos
de los relieves de piedra que decoran la fachada como en los dibujos de las vidrieras emplomadas de los balcones. En
el número 418 de la avenida Diagonal, hay un panel cerámico —obra también de Monserdà— en el que se representan,
a la vez, un reloj de sol y un calendario. A los números romanos se añaden las representaciones de los cuatro signos
del zodíaco asociados a las cuatro estaciones del año: Capricornio (invierno), con unos cuernos que simbolizan la caza;
Aries (primavera), rodeado de flores; Libra (otoño), con las uvas, y Cáncer (verano), dentro del agua. En una filacteria
en la parte superior del reloj, leemos: «Numquam te crastina fallet hora», una frase extraída del «Libro I» de Las
Geórgicas, de Virgilio, que significa, 'nunca serás fallido por la hora incierta del día siguiente'.
Esta finca era la de Josefa Terradas, de quien podemos encontrar referencias en los pináculos decorativos de piedra
artificial, en los que se representa la vara florida de san José, con una inscripción en piedra con letras góticas. La finca
de Josefa iba de la Diagonal a la calle de Rosselló, en cuya fachada posterior podemos encontrar otro panel cerámico
dibujado por el mismo Monserdà, donde se representa a san Jorge matando al dragón y puede leerse: «Santo Patrón
de Cataluña devolvednos la libertad».
Justo en el marco de este panel, en una situación estratégica por el significado que la figura de san Jorge podía
representar, encontramos esculpida una cara que nos resulta familiar. La figura masculina, con gafas redondas,
importantes entradas en el pelo y labios carnosos, representa al gran autor del proyecto, el arquitecto Josep Puig i
Cadafalch.

Ornamento hierro
En las fachadas de la avenida Diagonal con Bruc y la de la calle Bruc, encontramos dos paneles cerámicos más. En uno
se representa un jarrón lleno de rosas, con las iniciales RTB, y en el otro, la figura de una chica rodeada de rosas. Esta
finca era la de la hermana Rosa Terradas Brutau. El simbolismo de la Casa Terradas En todos los elementos simbólicos
de la Casa Terradas encontramos otras representaciones, tanto en las esculturas como en el trabajo de forja o de
vidrio, en las que podemos llevar a cabo una lectura simbólica, ya sea religiosa o mitológica. A lo largo de las diversas
fachadas que componen la casa, están representadas figuras masculinas, algunas, con cuernos; otras, con fisonomías
más particulares. También, elementos varios, como nudos marineros. Los elementos vegetales son los más
recurrentes: frutas, como manzanas o granadas, así como margaritas, rosas o tréboles.
Puig i Cadafalch decidió romper con la tradición constructiva que dominaba hasta ese momento. Optó por eliminar en
la planta baja los tradicionales muros de carga y los sustituyó por pilares de fundición y jácenas metálicas, lo que
permitió dotar de una sensación diáfana al espacio de la planta baja (unos locales destinados al alquiler comercial) y
de una distribución totalmente libre, desvinculada del fuerte condicionante que suponen los muros de carga.
Dado que las tres propietarias de la casa Terradas murieron sin dejar descendencia, el edificio pasó a manos de su
hermano y único heredero, Bartomeu Terradas Brutau.
En 1975, el edificio fue declarado monumento histórico nacional y, en 1976, bien cultural de interés nacional.
En el año 1991, cuando La Caixa entra como accionista de Colonial, el edificio pasa a formar parte de la cartera de la
inmobiliaria y con un proyecto de restauración integral del edificio, tanto interior como exterior. Con los años siguieron
estos trabajos, hasta una restauración integral a cargo de los arquitectos Francesc Xavier Asarta y Albert Pla, obras que
se prolongaron hasta el año 2003. Las obras que se realizaron durante el 2004 fueron reconocidas por el Urban Land
Institute Europe Excellence Award como una de las cinco mejores intervenciones en patrimonio europeo.
Actualmente, la casa es de propiedad privada y podrá visitarse a partir de 2016.

Antoni Gaudí i Cornet 1852 - 1926


Antoni Gaudí i Cornet (Reus o Riudoms, 25 de junio de 1852-Barcelona, 10 de junio de 1926) fue un arquitectoespañol,
máximo representante del modernismo catalán.
Gaudí fue un arquitecto con un sentido innato de la geometría y el volumen, así como una gran capacidad imaginativa
que le permitía proyectar mentalmente la mayoría de sus obras antes de pasarlas a planos. De hecho, pocas veces
realizaba planos detallados de sus obras; prefería recrearlos sobre maquetastridimensionales, moldeando todos los
detalles según los iba ideando mentalmente. En otras ocasiones, iba improvisando sobre la marcha, dando
instrucciones a sus colaboradores sobre lo que debían hacer.

La cripta de la Colonia Güell 1908


es una obra de Antoni Gaudí, construida entre 1898 y 1914 por encargo del empresario Eusebi Güell como edificio
religioso para sus trabajadores de la Colonia Güell, situada en Santa Coloma de Cervelló, cerca de Barcelona.
Esta obra es un reflejo de la
plenitud artística de Gaudí:
pertenece a su etapa naturalista
(primera década del siglo XX),
periodo en que el arquitecto
perfecciona su estilo personal,
inspirándose en las formas
orgánicas de la naturaleza, para lo
que puso en práctica toda una serie
de nuevas soluciones estructurales
originadas en los profundos análisis
efectuados por Gaudí de la
geometría reglada. A ello añade el
artista catalán una gran libertad
creativa y una imaginativa creación
ornamental: partiendo de cierto
barroquismo sus obras adquieren
gran riqueza estructural, de formas
y volúmenes desprovistos de
rigidez racionalista o de cualquier
premisa clásica.

Gaudí proyectó una iglesia de planta oval de 25 x 63 metros, con cinco naves, una central y dos más a cada lado, con
diversas torres y un cimborrio de 40 metros de altura. Ideó un conjunto plenamente integrado en la naturaleza, reflejo
del concepto que Gaudí tenía de la arquitectura como estructura orgánica; para Gaudí, la naturaleza muestra las
formas más idóneas para la construcción, que se reflejan en formas geométricas regladas como son el paraboloide
hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.
Para esta obra Gaudí ingenió un nuevo y curioso método de calcular la estructura del edificio: en un cobertizo junto a
las obras construyó una maqueta a gran escala (1:10), de cuatro metros de altura, donde instaló un montaje
confeccionado con unos cordeles de los que pendían saquitos rellenos de perdigones. En un tablero de madera fijado
en el techo dibujó la planta de la iglesia, y de los puntos sustentantes del edificio (columnas, intersección de paredes)
colgó los cordeles —para los funiculares— con los sacos de perdigones —para las cargas—, que así suspendidos daban
la curva catenaria resultante, tanto en arcos como en bóvedas. De aquí sacaba una fotografía, que una vez invertida
daba la estructura de columnas y arcos que Gaudí estaba buscando. Sobre estas fotografías Gaudí pintaba, con
gouache o pastel, el contorno ya definido de la iglesia, remarcando hasta el último detalle del edificio, tanto
arquitectónico como estilístico y decorativo.

Para integrar la iglesia en el paisaje, Gaudí proyectó la superposición de estructuras de diversos materiales: la parte
inferior está compuesta de muros de paraboloide hiperbólico hechos con piedra basáltica negra y ladrillo quemado,
en paralelo con el terreno oscuro sobre el que se levanta el edificio; a media altura utiliza ladrillo normal de color pardo
rojizo, a tono con los pinos que rodean el edificio; y en la parte superior —si se hubiese construido— habrían figurado
tonos verdes, en contraste con las ramas de los árboles, y azul, amarillo y blanco para entonar con los colores del cielo.
Asimismo, esta estructura tiene un sentido simbólico religioso de ascensión desde el plano terrenal hasta el celestial.
En lo alto de las torres habrían figurado unas palomas blancas, en relación al nombre del lugar (coloma en catalán es
«paloma»). Según la idea original de Gaudí, la cripta habría estado dedicada a la tumba de Jesús y la iglesia superior al
Calvario, en un conjunto alusivo al Santo Sepulcro de Jerusalén. Esta idea había intentado aplicarla ya en el Parque
Güell, proyecto que también contemplaba una iglesia que finalmente no se construyó, colocándose en su lugar el
monumento al Calvario, conocido hoy como Colina de las Tres Cruces.
La puerta de entrada, de piedra de sillería, muestra en su parte superior una composición cerámica que representa las
cuatro virtudes cardinales, con sus correspondientes símbolos: la Prudencia una hucha y una serpiente, la Justicia una
balanza y una espada, la Fortaleza una armadura y un casco, y la Templanza un porrón y un cuchillo cortando pan. Un
pórtico de bóvedas de paraboloide hiperbólico antecede a la cripta, primera vez que Gaudí empleó esta estructura y
primer ejemplo de bóvedas paraboloidales en la historia de la arquitectura. El pórtico está también decorado con
azulejo, destacando unas grandes cruces de San Andrés en forma de aspa (X).
La clave de la bóveda contiene un crismón de la Santísima Trinidad, con la letra P (de Pater) en color amarillo, símbolo
de la luz; la F (de Filius) en rojo, símbolo de martirio; y la S (de Spiritus) en naranja, síntesis de los otros dos. A lo largo
de la cripta destaca asimismo la decoración con peces, símbolo de Jesús, ya que pez en griego es "ikhthus", acrónimo
a su vez de Iesus Khristos Theos Uios Soter (Jesús Cristo Dios Hijo Salvador).
En la cripta destacan los grandes ventanales, de forma hiperboloidal, cubiertos con vidrios de colores en forma de
pétalos de flor o alas de mariposa. En el interior se alternan pilares circulares de ladrillo con columnas inclinadas de
basalto de Castellfullit de la Roca. La cripta tiene tres altares: el central proyectado por Josep Maria Jujol; el de la
derecha dedicado a la Virgen de Montserrat, obra de Isidre Puig i Boada; y el de la izquierda dedicado a la Sagrada
Familia, obra también de Jujol. En un lateral se sitúa la capilla del Santo Cristo.
Gaudí diseñó también el mobiliario del interior, unos bancos con reclinatorio colocados de forma circular en torno al
altar mayor. Destacan asimismo las pilas de agua bendita, confeccionadas con grandes conchas marinas procedentes
de Filipinas, que llegaban a manos de Gaudí de parte del conde Güell, dueño de la Compañía Trasatlántica, que hacía
la ruta con la ex-colonia española.

La Casa Milà 1910


La Casa Milà, llamada popularmente La
Pedrera («cantera» en catalán), es un edificio
modernista obra del arquitectoAntoni Gaudí,
construido entre los años 1906 y 1910 en el
distrito del Ensanche de Barcelona, en el
número 92 del Paseo de Gracia. La casa fue
edificada por encargo del matrimonio Pere
Milà i Camps y Roser Segimon i Artells, y Gaudí
contó con la colaboración de sus ayudantes
Josep Maria Jujol, Domènec Sugrañes,
Francesc Quintana, Jaume Bayó i Font, Joan
Rubió, Enrique Nieto y Josep Canaleta, así
como del constructor Josep Bayó i Font, que
había trabajado con Gaudí en la Casa Batlló.
Desde su apertura al público en 1987 ha
recibido más de 20 millones de visitas (1
millón cada año aproximadamente),
convirtiéndola en uno de los diez lugares más
visitados de Barcelona.
El edificio se construyó sobre un solar de 34 por 56 metros, con
1835 m2 de superficie. Consta de seis plantas articuladas
alrededor de dos patios interiores, uno circular y otro oval, más
un sótano, un desván y la azotea. Esta estructura acoge dos
edificios adosados e independientes, cada uno con su propia
puerta de acceso y su propio patio de luces, que están
comunicados únicamente en la planta baja. Sin embargo, la
fachada presenta una estructura unitaria y común a ambos
edificios. La estructura de carga está formada por columnas de
ladrillo macizo y piedra. Las paredes divisorias no tienen función estructural, por lo que su diseño varía de una planta
a otra. La estructura interior de pilares y jácenas conecta con la exterior de piedra mediante unas vigas metálicas
curvadas a todo lo largo del perímetro de cada planta.
El sótano, donde se sitúa un garaje, contiene un gran pilar de hierro del que parten diversas vigas igualmente de hierro
que sostienen el patio circular, situado inmediatamente encima. La fachada tampoco cumple una función estructural,
sino de revestimiento, por lo que su diseño y ornamentación presentan una acusada libertad creativa, con formas
ondulantes que evocan el oleaje marino y generan diversas sensaciones lumínicas según la hora del día. Los balcones
son de hierro forjado, con una decoración de motivos abstractos y fitomorfos. Gaudí diseñó incluso un tipo de
baldosashexagonales de cerámica para situar en el pavimento de la calle, con motivos nuevamente marinos (algas,
estrellas de mar, caracolas), realizados por la empresa Escofet. Esta baldosa fue elegida posteriormente para
pavimentar el Paseo de Gracia barcelonés.

El conjunto, por lo innovador, es una típica obra gaudiniana en la que las líneas geométricas son sólo rectas formando
planos curvos. Toda su fachada está realizada en piedra calcárea, salvo la parte superior, que está cubierta de azulejos
blancos, cuya combinación evoca una montaña nevada. En la azotea se encuentran grandes salidas de escalera
rematadas con la cruz gaudiniana de cuatro brazos, y chimeneas recubiertas de fragmentos de cerámica, con la
apariencia de cabezas de guerreros protegidas por yelmos. Cabe destacar la belleza del hierro forjado de sus balcones,
que simulan plantas trepadoras, obra de los hermanos Lluís y Josep Badia i Miarnau.
De formas orgánicas, la Casa Milà evoca sin lugar a dudas la naturaleza: diversos estudiosos han percibido en la Pedrera
formas que recuerdan los riscos de Fra Guerau en la sierra de Prades cerca de Reus, el torrente de Pareis al norte de
Mallorca o Sant Miquel del Fai en Bigues i Riells, todos ellos lugares visitados por Gaudí.

Gaudí había asignado a la Pedrera un alto simbolismo religioso: en la cornisa superior, de forma ondulada, tiene
esculpidos capullos de rosa con inscripciones del Ave María en latín (Ave Gratia M plena, Dominus tecum). Además,
según el proyecto original la fachada habría estado rematada por un grupo escultórico de piedra, metal y cristal con la
Virgen del Rosario con el Niño Jesús en brazos, rodeada de los arcángelesMiguel —con una espada derrotando a
Satanás, enroscado en una bola del mundo situada a los pies de la Virgen— y Gabriel —con un lirio símbolo de pureza—
, de 4 metros de altura. Se hizo un boceto a cargo del escultor Carles Mani, primero en barro a escala 1:10 y luego en
yeso en su tamaño definitivo, que estaba listo para fundirse en bronce en marzo de 1909; pero debido a los sucesos
de la Semana Trágica de 1909 se abandonó el proyecto.
La Casa Milà tiene tres fachadas, una en el Paseo de Gracia, otra en la calle Provenza, y otra que hace chaflán, siguiendo
el esquema habitual del Ensanche proyectado por Cerdà. Sin embargo, las tres presentan una continuidad formal y
estilística que, por su forma sinuosa y ondulada, parece una roca modelada por las olas del mar. El conjunto de
entrantes y salientes imprime un dinamismo al conjunto que le otorga la sensación de estar en movimiento, a la vez
que crea un juego de luces y sombras en constante cambio según la hora del día o la posición del espectador. Además
de la forma ondulante de los muros de la fachada, la presencia de 33 balcones de hierro forjado, con una original forma
similar a algas marinas, convierten el conjunto en una obra casi escultórica de gran tamaño. La mayoría de barandillas
tiene una forma más bien abstracta, aunque se encuentran algunos detalles puntuales como una paloma, una máscara
de teatro, una estrella de seis puntas, diversas flores y el escudo catalán.
Las tres fachadas, de 30 metros de altura, contienen 150 ventanas, con diferentes soluciones estructurales, formas y
tamaños, siendo más grandes las inferiores y más pequeñas las superiores, que reciben más luz. La piedra utilizada
para su construcción tiene dos procedencias, una más dura, del Garraf, en la parte inferior; y otra menos dura, de
Villafranca del Panadés, en la parte superior. Ambas dan un acabado en color blanco crema, que genera diversas
tonalidades según la luz incidente, y están acabadas con una textura rugosa, que proporciona un aspecto orgánico.
Junto a estas fachadas hay que mencionar la fachada posterior, que da al patio interno de la manzana formada por el
Paseo de Gracia y las calles Provenza, Rosellón y Pau Claris, no visible para el público en general, ya que sólo tienen
acceso los vecinos. Tiene 25 metros de largo, con una superficie de 800 m2. Más sobria que la fachada principal,
presenta sin embargo la misma forma ondulatoria, con un desfase entre los distintos pisos que forman entrantes y
salientes, emulando el oleaje marino, con unas grandes
terrazas con barandillas de hierro de ligero diseño en forma de
rombos, que permiten el paso de la luz. Esta fachada está
elaborada con un rebozado de cemento y cal estucados de
color marrón rojizo.

Azotea de la Casa Milà.


El edificio se encuentra coronado por una azotea situada sobre
el desván, donde Gaudí situó las salidas de escalera, las
chimeneas y las torres de ventilación, que por sus originales
formas y diseño innovador crean un auténtico jardín de
esculturas al aire libre. La terraza está compuesta de varias
secciones de diferentes volúmenes y niveles, cuyos desfases
están comunicados por pequeños tramos de escaleras, y que crean un espacio de singular originalidad, que es a la vez
funcional y estético, dos de las premisas clave del arquitecto. Estos desniveles de la azotea se deben a la distinta altura
de los arcos del desván, lo que genera una terraza de formas sinuosas que, junto al diseño de corte fantástico de los
elementos verticales que allí surgen, genera un espacio singular y original, que ha provocado multitud de
interpretaciones diversas por parte de escritores, historiadores y críticos de arte: En la azotea se encuentran un total
de 30 chimeneas, 2 torres de ventilación y 6 salidas de escalera, diseñadas con diferentes soluciones estilísticas. Las
salidas de escalera parten del desván a través de unos cuerpos cilíndricos que albergan escaleras de caracol, y que en
la azotea se convierten en pequeñas torres de forma cónica, de hasta 7,80 metros de altura, construidas en ladrillo
revocado de mortero de cal, con un revestimiento de trencadís —el original diseño compuesto de piezas de cerámica
que Gaudí había usado ya en varias obras suyas, como el banco corrido del Parque Güell— las cuatro que dan a la calle,
y con un acabado de estuco ocre las dos que dan al interior de la manzana. A su vez, las dos más visibles desde la calle
—las del chaflán— presentan en su tronco una ondulación de forma helicoidal, mientras que el resto tienen un cuerpo
de forma acampanada. Por último, todas las salidas de escalera están rematadas con la típica cruz gaudiniana de cuatro
brazos, aunque con un diseño diferente para cada torre.52
Las torres de ventilación se encuentran en la fachada posterior que da al interior de la manzana, y son las salidas de
los conductos de ventilación que parten del sótano. Son de ladrillo revocado con mortero de color amarillo, y presentan
distinto diseño: una tiene 5,40 metros de altura, con forma hexagonal semejante a una copa cubierta, perforada con
dos agujeros de forma ovalada; la otra, de 5,60 metros, tiene una original forma de ondulaciones orgánicas, semejante
a varias máscaras superpuestas, como varias cintas de Moebius con agujeros en su parte central. Las formas abstractas
de estas torres han sido consideradas por muchos estudiosos como un antecedente de la escultura abstracta del siglo
XX. Salvador Dalí era un gran admirador de estas torres, con las que se fotografió en 1951.
Por último, las chimeneas son uno de los elementos más famosos y singulares de la azotea, y que más ha generado
todo tipo de elucubraciones e hipótesis sobre su origen y simbolismo. Hay un total de 30 chimeneas, dispuestas en
grupos o de forma individual, y esparcidas a todo lo largo de la terraza. Construidas en ladrillo revocado de mortero
de color ocre, presentan un cuerpo que gira sobre sí mismo en forma helicoidal, y rematadas con una pequeña cúpula
que, en la mayoría de casos tiene una forma parecida a un casco de guerrero, aunque hay unas pocas con distinto
diseño, como unas que parecen la copa de un árbol, elaboradas con trozos de botellas de cava de color verde.
Asimismo, en una de las chimeneas Gaudí situó un corazón que apunta hacia Reus, su lugar de nacimiento, mientras
que en el otro lado un corazón y una lágrima apuntan hacia la Sagrada Familia, hecho que algunos expertos interpretan
como señal de tristeza por no poder verla acabada; algunas otras chimeneas presentan cruces, letras equis y otros
diversos signos del enigmático universo simbólico de Gaudí. La forma de las chimeneas ha sido reproducida en
numerosos elementos relativos a Gaudí, como en los soldados romanos del grupo de la Verónica situado en la fachada
de la Pasión de la Sagrada Familia, que el escultor Josep Maria Subirachs realizó en homenaje al arquitecto.

El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia 1882 – act.


El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (en
catalán, Temple Expiatori de la Sagrada Família),
conocido simplemente como la Sagrada Familia, es
una basílicacatólica de Barcelona (España),
diseñada por el arquitectoAntoni Gaudí. Iniciada en
1882, todavía está en construcción (julio de 2016).
Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente
de la arquitectura modernista catalana. Es uno de
los monumentos más visitados de España, junto al
Museo del Prado y la Alhambra de Granada.
La Sagrada Familia es un reflejo de la plenitud
artística de Gaudí: trabajó en ella durante la mayor
parte de su carrera profesional, pero especialmente
en los últimos años de su carrera, donde llegó a la
culminación de su estilo naturalista, haciendo una
síntesis de todas las soluciones y estilos probados
hasta aquel entonces. Gaudí logró una perfecta
armonía en la interrelación entre los elementos estructurales y los ornamentales, entre plástica y estética, entre
función y forma, entre contenido y continente, logrando la integración de todas las artes en un todo estructurado y
lógico.
Desde 1915 Gaudí se dedicó prácticamente en exclusiva a la
Sagrada Familia, que supone la síntesis de toda la evolución
arquitectónica del genial arquitecto. Después de la realización
de la cripta y el ábside, todavía en estilo neogótico, el resto del
templo lo concibió en un estilo orgánico, imitando las formas
de la naturaleza, donde abundan las formas geométricas
regladas. El interior debía semejar un bosque, con un conjunto
de columnas arborescentes inclinadas, de forma helicoidal,
creando una estructura a la vez simple y resistente. Gaudí
aplicó en la Sagrada Familia todos sus hallazgos
experimentados anteriormente en obras como el parque
Güell o la cripta de la Colonia Güell, consiguiendo elaborar un
templo estructuralmente perfecto a la vez que armónico y
estético.
La Sagrada Familia tiene planta de cruz latina, de cinco naves
centrales y transepto de tres naves, y ábside con siete capillas.
Ostenta tres fachadas dedicadas al Nacimiento, Pasión y
Gloria de Jesús y, cuando esté concluida, tendrá 18 torres:
cuatro en cada portal haciendo un total de doce por los
apóstoles, cuatro sobre el crucero invocando a los
evangelistas, una sobre el ábside dedicada a la Virgen y la
torre-cimborio central en honor a Jesús, que alcanzará los 170
metros de altura. El templo dispondrá de dos sacristías junto
al ábside, y de tres grandes capillas: la de la Asunción en el
ábside y las del Bautismo y la Penitencia junto a la fachada
principal; asimismo, estará rodeado de un claustro pensado para las procesiones y para aislar el templo del exterior.
Gaudí aplicó a la Sagrada Familia un alto contenido simbólico, tanto en arquitectura como en escultura, dedicando a
cada parte del templo un significado religioso.
Durante la vida de Gaudí sólo se completaron la cripta, el ábside y, parcialmente, la fachada del Nacimiento, de la que
Gaudí sólo vio coronada la torre de San Bernabé.
Cuando Gaudí empezó a dirigir la construcción del templo, solo estaba construida la cripta, en la que modificó los
capiteles, que pasaron de ser de estilo corintio a otro estilo inspirado en motivos vegetales. Gaudí evolucionó desde el
primer proyecto neogótico hacia su estilo particular naturalista, orgánico, adaptado a la naturaleza. Una de sus fuentes
de inspiración fue la Cueva del Salnitre en Collbató (provincia de Barcelona), así como la montaña de Montserrat. El
arquitecto reusense opinaba que el gótico era imperfecto, porque sus formas rectas, su sistema de pilares y arbotantes,
no reflejaba las leyes de la naturaleza, que según él es propensa a las formas geométricas regladas, como son el
paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.
Las superficies regladas son formas generadas por una recta, denominada generatriz, al desplazarse sobre una línea o
varias, denominadas directrices. Gaudí las halló en abundancia en la naturaleza, como por ejemplo en juncos, cañas o
huesos; decía que no existe mejor estructura que un tronco de árbol o un esqueleto humano. Estas formas son a la vez
funcionales y estéticas, y Gaudí las empleó con gran sabiduría, sabiendo adaptar el lenguaje de la naturaleza a las
formas estructurales de la arquitectura. El arquitecto asimilaba la forma helicoidal al movimiento, y la hiperboloidal a
la luz.

Sección de la Sagrada Familia.


Gaudí fue modificando su concepción del templo a lo largo de los años, ya que las interrupciones de las obras por falta
de recursos económicos le dieron tiempo para buscar nuevas soluciones estructurales. Asimismo, aprovechó su
experimentación en otros proyectos para incorporar en la Sagrada Familia sus innovaciones más exitosas: la cripta de
la Colonia Güell, así como las galerías y viaductos del Parque Güell, le sirvieron para adoptar nuevas soluciones
arquitectónicas basadas en hiperboloides y paraboloides, así como en columnas helicoidales. Igualmente, las torres de
la Sagrada Familia estaban inspiradas en un proyecto no realizado para unas
Misiones Católicas Franciscanas en Tánger (1892), encargado por el marqués de
Comillas.
Para Gaudí un elemento clave en su forma de concebir la estructura era el arco
parabólico o catenario, también llamado funicular de fuerzas, que utilizó como
elemento más adecuado para soportar las presiones. Mediante la simulación de
distintos polifuniculares experimentales determinó la forma óptima de la
estructura para soportar las presiones de los arcos y las bóvedas, primero en la
cripta de la Colonia Güell y después en la Sagrada Familia. Desarrolló un modelo
a escala de cordeles entretejidos de los que suspendían pequeños sacos de
perdigones que simulaban los pesos; así determinaba el funicular de fuerzas y la
forma de la estructura. Por tanto, a partir del estado de cargas, simulados con los
saquitos de perdigones, determinó experimentalmente la forma idónea de la
estructura —que él llamó «estereostática»—, que reproducía la estructura
óptima para trabajar a tracción y que, invirtiéndola, se obtenía la estructura
idónea para trabajar a compresión.
Gaudí concibió el interior de la Sagrada Familia como si fuese la estructura de un
bosque, con un conjunto de columnasarborescentes divididas en diversas ramas para sustentar una estructura de
bóvedas de hiperboloides entrelazados. Las columnas las inclinó para recibir mejor las presiones perpendiculares a su
sección; además, les dio forma helicoidal de doble giro (dextrógiro y levógiro), como en las ramas y troncos de los
árboles. Por el conjunto de elementos aplicados en las columnas —inclinación, forma helicoidal, ramificación en varias
columnas más pequeñas— consiguió una sencilla forma de soportar el peso de las bóvedas sin necesidad de
contrafuertes exteriores.

Proyecto de Misiones Católicas Franciscanas de Tánger, que sirvió de modelo a Gaudí para las torres de la Sagrada
Familia.
Diseñó una planta en cruz latina con el altar mayor sobre la cripta, rodeado de siete capillasabsidiales; frente al altar,
un crucero de tres naves, con los portales del Nacimiento y la Pasión; en sentido longitudinal el cuerpo central, de
cinco naves, con el Portal de la Gloria. La planta tiene unas dimensiones de 110 x 80 metros, y la zona edificada tendrá
una superficie total de 4500 m2. Su capacidad será de 14 000 personas.
El conjunto incluirá además un claustro que circundará la iglesia, previsto para la realización de procesiones y para
aislar el templo del exterior; junto al presbiterio estarán las sacristías y, entre ellas, la capilla de la Asunción; y a los
pies de la iglesia, las grandes capillas circulares del Bautismo y la Penitencia. Interiormente, el templo dispondrá de
triforios o galerías para cantores.

El templo tendrá 18 torres, cuatro en cada una de las tres fachadas haciendo un total de doce por los apóstoles, en el
centro la torre cimborio dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro de los evangelistas alrededor de la
torre cimborio y, sobre el ábside, otro cimborio dedicado a la Virgen. Las torres tienen perfil parabólico, y disponen de
unas escaleras helicoidales que dejan la parte central hueca para situar allí unas campanas tubulares dispuestas como
carillón.
Junto al templo Gaudí construyó varios edificios anexos: la casa del capellán —construida en 1887 y reformada entre
1906 y 1912—, sencilla construcción de ladrillo, a la que se adosaron diversos espacios destinados a despacho de
Gaudí, un taller de maquetas, un laboratorio de fotografía y una sala de actos; y las Escuelas de la Sagrada Familia
(1909), pequeño edificio destinado a escuela para los hijos de los obreros que trabajaban en la obra.

Gaudí diseñó personalmente muchas de las esculturas de la Sagrada Familia, aplicando un curioso método de trabajo
ideado por él: en primer lugar hacía un profundo estudio anatómico de la figura, centrándose en las articulaciones —
para lo que estudió detenidamente la estructura del esqueleto humano—; a veces, se servía de muñecos
confeccionados con alambre para probar la postura adecuada de la figura a esculpir. En segundo lugar, realizaba
fotografías de los modelos, utilizando un sistema de espejos que proporcionaban múltiples perspectivas. A
continuación, hacía moldes en yeso de las figuras, tanto de personas como de animales —en una ocasión tuvo que izar
un burro para que no se moviese—. Sobre estos moldes hacía correcciones en las proporciones para conseguir una
perfecta visión de la figura dependiendo de su ubicación en el templo, más grandes cuanto más elevadas. Por último,
se esculpía en piedra.

Comenzada en 1882 según el proyecto de Francisco del Villar, al hacerse cargo Gaudí de las obras, el 3 de noviembre
de 1883, transformó los pilares añadiéndoles capiteles con motivos naturalistas; también elevó la bóveda y rodeó la
cripta de un foso para tener iluminación y ventilación directas. Los primeros planos de Gaudí para la Sagrada Familia
fueron de la capilla de San José, construida entre 1884 y 1885, fecha de la celebración de la primera misa. Las obras
de la cripta se prolongarían hasta 1891.
La cripta se compone de siete capillas dedicadas a la Sagrada Familia de Jesús: San José, el Sagrado Corazón, la
Inmaculada Concepción, San Joaquín, Santa Ana, San Juan y la capilla de Santa Isabel y San Zacarías. Están dispuestas
en forma de rotonda, frente a la cual se sitúan otras cinco capillas en línea recta: la central dedicada a la Sagrada
Familia —que alberga el altar—, flanqueada por las capillas de Nuestra Señora del Carmen —donde está enterrado
Gaudí—, de Jesucristo, de Nuestra Señora de Montserrat y del Santo Cristo —donde tiene sepultura Josep Maria
Bocabella—.

El ábside ocupa la cabecera del templo, entre las fachadas del Nacimiento y la Pasión. En su centro se situará la capilla
de la Asunción, y tendrá dos sacristías en los laterales, intercomunicadas por el claustro, que rodeará todo el recinto.
Gaudí dedicó el conjunto del ábside a la Virgen María, de la que era gran devoto. El proyecto contiene siete capillas
absidiales dedicadas a los siete dolores y gozos de San José, según deseos del fundador Bocabella. De inspiración gótica,
al encontrarse sobre la cripta sigue su misma estructura. Su construcción se realizó de 1891 a 1893.
El ábside contiene una profusa decoración escultórica donde destacan las estatuas dedicadas a santos fundadores de
órdenes religiosas (San Antonio Abad, San Benito de Nursia, Santa Escolástica, San Bruno, San Francisco de Asís, Santa
Clara, San Bernardo de Claraval y Santa Teresa de Jesús), así como los anagramas de Jesús (la inicial de su nombre
rodeada por una corona de espinas), de la Virgen (su inicial con la corona de Reina de los Cielos y la Tierra) y San José
(su inicial acompañada de narcisos, flores que evocan la pureza y castidad). Asimismo, se encuentran numerosos
elementos de la naturaleza como hierbas —principalmente el trigo, como símbolo de la Eucaristía— y animales
(serpiente, camaleón, caracol, lagartija, rana, salamandra, etc), que hacen de gárgolas.
Las barandas altas de las capillas del ábside llevarán decoración floral de la antífona del Pequeño Oficio de la
Bienaventurada Virgen María: cedro, palma, ciprés, cinamomo, rosa, olivo y bálsamo. Las linternas de las capillas
tendrán los símbolos de las antífonas de la última semana de Adviento, conocidas como «antífonas de la O»:
• O Sapientia: sabiduría, con un león y un cordero como unión de la fuerza y la mansedumbre.
• O Adonai: invocación hebraica de Dios (corona ducal y cetro).
• O Radix Jesse: vara de Jesé.
• O Clavis David: llave como signo de dominio.
• O Oriens: sol como símbolo de justicia.
• O Rex Gentium: piedra angular (piedra con el anagrama de Jesús y corona real).
• O Emmanuel rex: rey y legislador (manto real, espada y tablas de la Ley).
La Capilla de la Asunción, de la que Gaudí dejó un elaborado proyecto, tendrá forma de litera de piedra, evocando la
litera con que se sacaba en procesión a la llamada Virgen de Agosto de la Catedral de Gerona. El arquitecto se inspiró
en la obra de Lluís Bonifaç de la seo gerundense, reproduciendo en la capilla detalles como los cortinajes, la corona,
los pilares y los ángeles. La capilla estará rematada por una linterna de 30 metros de altura, culminada con una corona
flanqueada en sus cuatro lados por ángeles, y la inscripción Salve, Regina, Mater misericordiae, en honor de la Virgen
de la Misericordia, patrona de Reus, la ciudad natal del arquitecto. En el interior figurará la Santísima Trinidad en la
cúpula coronando a María, rodeada de ángeles —como advocación de Nuestra Señora de los Ángeles—; en la galería
habrá doce ángeles —por las doce estrellas de la corona de la Virgen— con los frutos del Espíritu Santo; bajo la galería
estará la muerte de la Virgen, la de San José, la presentación de María en el templo por San Joaquín y Santa Ana y las
bodas de Caná. En los portales estarán los santos de advocaciones barcelonesas, San Roque y San José Oriol.
Las sacristías tendrán una altura de 35 metros, sobre una base de 18 x 18. Constarán de doce caras con ventanas
triangulares, cubiertas por una cúpula decorada con mosaico y rematada por la figura de un vendimiador y un cordero
—símbolos de Jesucristo—, así como las invocaciones del Apocalipsis (Ap 7, 9-12): Benedictio, Claritas, Sapientia,
Gratiarum actio, Honor, Virtus y Fortitudo, repartidas en un círculo de escamas. De momento se ha construido la
sacristía del lado de la fachada de la Pasión, edificada entre 2011 y 2016. Las figuras de cerámica esmaltada del Cordero
y el Vendimiador son obra de Francesc Fajula. También está simbolizado Jesús con la inscripción Amén, en pórfido rojo,
y el monograma JHS, en vidrio veneciano dorado; por último, el remate final, en bronce, presenta la alianza con la
Iglesia, en forma de un anillo que rodea la piedra blanca central, y la corona de la vida, que reciben los mártires en la
resurrección.
Fachada del Nacimiento
Al estar dedicada al acontecimiento gozoso del nacimiento de Jesús, esta fachada presenta una decoración exultante
donde todos los elementos son evocadores de la vida. Se centra en la faceta más humana y familiar de Jesús, con una
amplia profusión de elementos populares, como herramientas y animales domésticos. Orientada al levante (nordeste),
está dividida en tres pórticos, dedicados a las virtudes teologales: de la Esperanza a la izquierda, de la Fe a la derecha,
y de la Caridad en el centro, con la Puerta de Jesús y rematada por el Árbol de la Vida. La fachada culmina con las
torres-campanario dedicadas a San Matías, San Judas Tadeo, San Simón y San Bernabé. Fue construida entre 1894 y
1930. La escultura original es de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala, con aportaciones posteriores de
Jaume Busquets, Joaquim Ros i Bofarull y Etsuro Sotoo —el último que trabajó en la fachada, que dio por finalizada el
año 2000—.

Los pórticos están separados por dos grandes columnas: la de José entre el pórtico de la Esperanza y el de la Caridad,
y la de María, entre el pórtico de la Caridad y el de la Fe. En la base de las columnas está representada una tortuga
(una de tierra y una de mar) como símbolo de lo inalterable en el tiempo; los fustes crecen en espiral, mientras que
los capiteles son en forma de hojas de palma, de las que surgen racimos de dátiles cubiertos de nieve —por el invierno,
fecha de la natividad de Jesús—, que dan apoyo a dos ángeles con trompetas que anuncian el nacimiento de Cristo. En
contraste con las tortugas, a ambos lados de la fachada se situaron camaleones, símbolos del cambio. En el proyecto
original de Gaudí esta fachada debía estar policromada, pintando de diversos colores las arquivoltas de los tres
pórticos; así, todas la estatuas habrían sido pintadas, tanto las de figuras humanas como las de flora y fauna y demás
objetos. Sin embargo, hasta la fecha no se ha realizado esta decoración.
Los tres pórticos tienen cuatro puertas —la central es doble— diseñadas por Etsuro Sotoo, de aluminio policromado y
cristal, decoradas con vegetación, insectos y pequeños animales, evocando el lugar donde nació Jesús: la puerta de la
Caridad está decorada con hiedras —símbolo de la obediencia— y flores de calabaza —símbolo del matrimonio—; la
de la Fe contiene rosas silvestres sin espinas, siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que quitó las espinas a las
rosas; y la de la Esperanza presenta unas cañas, como las del río que cruzó la Sagrada Familia en su huida a Egipto.
Entre los insectos y pequeños animales que aparecen en las puertas pueden apreciarse mariposas, hormigas, moscas,
saltamontes, arañas, libélulas, escarabajos, grillos, chinches, avispas, ciempiés, abejas, mariquitas, orugas, etc. Las
primeras de estas puertas, las del Portal de la Caridad, fueron colocadas entre julio y diciembre de 2014; la del Pórtico
de la Esperanza fue instalada en julio de 2015; y la del Portal de la Fe se colocó el 30 de noviembre de 2015.
Esta fachada fue la elegida por Gaudí para dar una idea global de la estructura y decoración del templo: como era
consciente de que no podría terminar el proyecto en el transcurso de su vida, en vez de ir construyendo el templo en
su conjunto de forma lineal prefirió construir una fachada completa en toda su verticalidad, para dar una muestra
completa de cómo debía ser el resto. Escogió esta fachada por ser, en su opinión, la que podría ser más atractiva para
el público, fomentando así la continuación de la obra tras su muerte; en sus propias palabras:
Si en vez de hacer esta fachada decorada, ornamentada, turgente, hubiese comenzado por la Pasión, dura, pelada,
como hecha de huesos, la gente se habría retraído.
Fachada de la Pasión.
La fachada de la Pasión se empezó a construir en 1954 según los dibujos y explicaciones que había dejado Gaudí. Las
torres se acabaron en 1976, y desde entonces se trabaja en la decoración escultórica. Gaudí proyectó esta fachada
durante una convalecencia por unas fiebres de Malta en Puigcerdà, en 1911. Dedicada a la Pasión de Jesús pretende
reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello concibió una
fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, que semejase un
esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Tan solo figuran los grupos escultóricos del ciclo pasional de
Jesús, obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan
un mayor efecto dramático. Subirachs realizó su obra entre 1987 y 2009.
El propio Gaudí describía su concepción de la fachada de la Pasión de la siguiente manera:
Alguien encontrará esta puerta demasiado extravagante; pero yo querría que haga miedo, y para conseguirlo no
ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto. Es más, estoy
dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del
Sacrificio.
Orientada al poniente (suroeste), la fachada está sostenida por seis grandes columnas inclinadas, que semejan troncos
de secuoya, sobre las que se emplaza un gran frontón de forma piramidal constituido por 18 columnas en forma de
hueso —actualmente en construcción—, que deberá estar rematado por una gran cruz con una corona de espinas. Las
torres están dedicadas a los apóstoles Santiago el Menor, Santo Tomás, San Felipe y San Bartolomé.
La fachada de la Pasión tiene tres pórticos igualmente dedicados a la Fe, Esperanza y Caridad, donde destacan las
puertas de bronce creadas por Subirachs. El pórtico central —de la Caridad— tiene dos puertas dedicadas al Evangelio,
con los textos evangélicos que narran los últimos días de Jesús, separadas por un parteluz con las letras griegas alfa y
omega, como símbolo del principio y el fin. Las puertas miden 5,28 metros de alto por 2,82 de ancho, y pesan 6500
kilos. La de la izquierda presenta los pasajes relativos a la Pasión del Evangelio de Mateo, y la de la derecha del de Juan.
En conjunto, tienen un total de unas 10 000 letras, algunas de las cuales están remarcadas con bronce dorado, como
la frase «¿Qué es la verdad?», que contestó Pilato a Jesús ante su afirmación de que venía a «dar testimonio de la
verdad» (Juan 18, 38).
Frente a las Puertas del Evangelio se sitúa la columna de La Flagelación, que sustituye la cruz inicialmente prevista por
Gaudí; por ello, Subirachs dividió la columna en cuatro bloques, que simbolizan las cuatro partes de la cruz. Tiene cinco
metros de altura, y está realizada en mármol travertino. Otros detalles destacados de la columna son: el nudo, que
simboliza las torturas sufridas por Jesús; el fósil, hallado en el bloque de mármol según Subirachs, y que tiene forma
de palmera, símbolo del martirio; y la caña que los soldados dieron a Jesús en vez del cetro real, como símbolo del
escarnio sufrido por el Redentor. Los tres escalones simbolizan los tres días que transcurrieron hasta la resurrección.

El pórtico de la Fe presenta la Puerta de Getsemaní, de 4,41 metros de alto por 2,40 de ancho, dedicada a la oración
de Jesús en el huerto de los olivos. Vemos las imágenes de Jesús orando, mientras que sus discípulos duermen, y en la
parte superior izquierda aparece el cielo nocturno con la luna llena, como presagio de la muerte. En la parte inferior
se encuentra un poliedro procedente del grabadoLa Melancolía de Alberto Durero, y la inscripción «Jesús cayó sobre
su rostro, orando: padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz; pero que se haga no como yo quiero, sino como
queréis vos» (Mateo 26, 39).
El pórtico de la Esperanza presenta la Puerta de la Coronación de espinas, de 5 metros de altura y 2,40 de ancho. Aquí
aparece Jesús escarnecido con la corona de espinas, el manto y la caña, como burla de su condición de rey, junto a la
inscripción «Y los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto
de púrpura; y le decían: “salve, rey de los judíos”; y le daban bofetadas» (Juan 19, 2). En otra escena, Jesús es conducido
ante Herodes y Pilato, que aparecen enfrentados de forma simétrica, como vistos en un espejo. Incluye además una
cita de La Divina Comedia de Dante y un poema de La pell de brau (La piel de toro) de Salvador Espriu.
El ciclo escultórico de la Pasión está instalado en tres niveles, siguiendo un orden ascendente en forma de S, para
reproducir el Calvario de Jesús:
Frente a la Fachada de la Pasión Gaudí proyectó en 1916 colocar un monumento al obispo de VicJosep Torras i Bages,
amigo suyo recién fallecido. El arquitecto realizó un boceto del proyecto, y se efectuó un busto de yeso del obispo,
obra de Joan Matamala. Sin embargo, el proyecto finalmente no se llevó a cabo, y el busto fue destruido en 1936. En
2014, en el transcurso del Primer Congreso Mundial sobre Gaudí celebrado en la Universidad de Barcelona, el
arquitecto Jordi Bonet i Armengol anunció la futura realización de este proyecto, prevista para la finalización de las
obras de la fachada en 2016. El monumento, de 20 metros de alto y elaborado en piedra (la base) y bronce (el fuste),
estará formado por una escultura del obispo escribiendo, y tendrá tres patas dedicadas a las virtudes teologales (fe,
esperanza y caridad), como la fachada.
Fachada de la Gloria
Obras de la Fachada de la Gloria (febrero de 2012).
La fachada de la Gloria será la más grande y monumental. Es la fachada principal, la que da acceso a la nave central.
Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la
Muerte, el Juicio Final y la Gloria, así como el Infierno, para todo aquel que se aparta del dictado de Dios. Gaudí esbozó
tan sólo las líneas generales de esta fachada, ya que era consciente de que no la haría él en vida, sino los que
continuasen su obra:
El fragmento de maqueta de los campanarios de la fachada principal no lo completaré ni lo desarrollaré. He decidido
dejarla sólo programada para que otra generación colabore en el templo, como repetidamente se ve en la historia de
las catedrales, cuyas fachadas no sólo son de otros autores, sino también de otros estilos.
Para acceder al Pórtico de la Gloria habrá una gran escalinata con una terraza donde se situará el Monumento al Fuego
y al Agua, con un gran tedero con fuego, en representación de la columna de fuego que guió al pueblo elegido, y un
surtidor de agua, con un chorro de 20 metros de altura que se dividirá en cuatro cascadas, simbolizando los ríos del
paraíso terrenal y las fuentes de agua viva del Apocalipsis.
La escalinata creará un paso subterráneo en la calle Mallorca, que representaría el Infierno y el vicio, y estaría decorado
con demonios, ídolos y falsos dioses, cismas, herejías, etc. También figurará el purgatorio, y la muerte representada
en sepulcros situados en el suelo del porche. En representación de la condena al trabajo sufrida por el hombre tras el
pecado original, figurarán en un soportal de la fachada principal representaciones de diversos oficios: sastre, zapatero,
albañil, panadero, herrero, alfarero, carpintero, etc. Por medio del trabajo y cultivando la virtud, el hombre puede
alcanzar la Gloria, a través de la redención y por intermediación del Espíritu Santo. Así, el pórtico tendrá siete grandes
columnas dedicadas a los siete dones del Espíritu Santo; en sus bases aparecerán los siete pecados capitales, y en los
capiteles las siete virtudes:
• Dones: Piedad, Fortaleza, Inteligencia, Sabiduría, Consejo, Ciencia, Temor de Dios.
• Pecados: Avaricia, Pereza, Ira, Envidia, Gula, Soberbia, Lujuria.
• Virtudes: Generosidad, Diligencia, Paciencia, Caridad, Templanza, Humildad, Castidad.
Asimismo, habrá siete puertas dedicadas a los sacramentos y a las peticiones del Padre Nuestro:
• Bautismo: «Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu Nombre».
• Extremaunción: «Venga a nosotros tu Reino».
• Orden Sacerdotal: «Hágase tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo».
• Eucaristía: «Danos hoy el pan nuestro de cada día».
• Confirmación: «Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden».
• Matrimonio: «No nos dejes caer en la tentación».
• Penitencia: «Y líbranos del mal».

La primera y la última, del Bautismo y la Penitencia, coincidirán con las dos capillas laterales de la fachada de la Gloria,
que interseccionarán con el claustro. También figurarán en la fachada las Bienaventuranzas y las Obras de Misericordia
corporales y espirituales. Igualmente estarán representados: Adán y Eva, como origen del ser humano; San José en su
labor de carpintero; la Fe, la Esperanza y la Caridad representadas por el Arca de la Alianza, el Arca de Noé y la Casa
de Nazaret; la Virgen María, rodeada de ángeles, santos, profetas, patriarcas, apóstoles, mártires, sacerdotes,
confesores, vírgenes y viudas; y Jesús en el Juicio Final, con el Espíritu Santo en forma de rosetón y Dios Padre,
formando la Trinidad augusta.
La fachada se completará con unas grandes nubes iluminadas que contendrán en grandes letras el Credo niceno (Credo
in unum Deum Patrem Omnipotentem, creatorem coeli et terrae), situadas sobre 16 grandes linternas dispuestas en
orden ascendente: las siete inferiores representarán los días de la creación y, las nueve superiores, las jerarquías
angélicas. Las torres serán las más altas de las tres fachadas, y estarán dedicadas a San Pedro, San Pablo, San Andrés y
Santiago el Mayor.
El 22 de abril de 2007 se instaló una escultura de San Jorge en la baranda del jubé —en el lado interior de la fachada
de la Gloria—, coincidiendo con la proclamación del 550 aniversario del santo como patrón de Cataluña y en el marco
de los actos de celebración del 125 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo. Obra de Subirachs, la
estatua es de bronce, de tres metros de altura, y está inspirada en el San Jorge de Donatello.
Asimismo, entre 2008 y 2012 se instalaron las puertas de la fachada de la Gloria, realizadas en bronce por Subirachs
con la ayuda del escultor Bruno Gallart, con las inscripciones del Padre Nuestro. La principal, compuesta de dos láminas
de bronce de dos toneladas cada una, presenta el segundo párrafo de esta oración («Danos hoy nuestro pan de cada
día») en cincuenta idiomas distintos.
Las torres
Gaudí proyectó un templo de gran verticalidad, para que fuese visible desde cualquier punto de Barcelona y destacase
sobre el resto de edificios. Para ello dotó a la Sagrada Familia de 18 torres: doce por los apóstoles, cuatro de los
evangelistas y los cimborrios de Jesús y la Virgen María. Tienen distinta altura, en sentido ascendente: las torres del
Nacimiento, 98,40 metros las exteriores y 107 las centrales; las de la Pasión, 107,40 metros las exteriores y 112,20 las
centrales; las de la Gloria, 112,20 metros las exteriores y 120 las centrales; la de la Virgen, 127,50 metros; las de los
evangelistas, 135 metros; y la de Jesús, 172,50 metros.
Las torres son de perfil parabólico, y tienen distintas soluciones según su tipología: las de los apóstoles están rematadas
por pináculos de mosaico veneciano policromado con escudos con la cruz y unas esferas blancas, que simbolizan la
mitraepiscopal; también figuran el anillo y el báculo episcopales, así como la letra inicial de cada apóstol. Igualmente
se encuentran diversas inscripciones como Hosanna, Excelsis y el trisagioSanctus, Sanctus, Sanctus, repetido tres veces
por la Santísima Trinidad: el del Padre en color amarillo, por la luz; el del Hijo de color rojo, símbolo del martirio; y el
del Espíritu Santo de color naranja, síntesis de los otros dos. Al parecer, para los pináculos de las torres Gaudí se inspiró
en los tallos de una planta denominada uñas de gato (sedum nicaeensis). Cada torre lleva inscrito el nombre en latín y
la palabra Apostolus junto con una escultura del apóstol que representa. Asimismo, cada apóstol está relacionado con
una constelación zodiacal, según la correspondencia establecida por Beda el Venerable en el siglo VIII: San Pedro sería
Aries, San Andrés Tauro, y así sucesivamente.
Las torres actúan de campanario, y contendrán un total de 84 campanas, comunes y tubulares: en la fachada del
Nacimiento, campanas tubulares de percusión; en la de la Pasión, campanas tubulares de órgano resonante; y en la de
la Gloria, campanas afinadas con las notas mi, sol, do. Gaudí realizó complicados estudios de acústica para lograr una
perfecta sonoridad. En el interior de las torres se encuentran unas escaleras de caracol inspiradas nuevamente en un
elemento orgánico, un tipo de caracol marino denominado torrecilla (turritella communis).
Las torres de los evangelistas estarán rematadas por las figuras alegóricas que los representan en la iconografía
cristiana (Tetramorfos): San Juan, el águila; San Marcos, el león; San Mateo, el ángel; y San Lucas, el buey. En 2014 se
dio a conocer que estas figuras serán realizadas por el escultor argentino de origen catalán Juan Carlos Pallarols, cada
una de siete metros de altura. Asimismo, estas torres contendrán unas gárgolas que ya han sido construidas por Etsuro
Sotoo, en granito de cuatro metros, con diversas formas que simbolizan a los evangelistas: la de Juan presenta siete
pergaminos, como los escritos en el Apocalipsis; la de Mateo tiene forma de bolsa de dinero, en referencia a su oficio
de recaudador de impuestos; la de Marcos es en forma de sábana, en referencia a un joven que se vio corriendo
desnudo con una sábana que se le escapó volando, la noche que prendieron a Jesús; y la de Lucas es un maletín de
médico, con sus instrumentos correspondientes.
Estas torres tendrán dos focos cada una que de noche iluminarán la calle y la torre de Jesús. Igualmente, están
relacionadas con los signos del Zodíaco, los cuatro elementos y los cuatro estadios del camino hacia el conocimiento:
Evangelista Símbolo Elemento Signo zodiacal Conocimiento
San Mateo ángel aire Acuario Inteligencia
San Lucas buey tierra Tauro Voluntad
San Marcos león fuego Leo Valor
San Juan águila agua Escorpio Silencio

La torre de María se situará sobre el ábside, y estará rematada por una gran estrella de doce puntas, que simbolizará
la estrella de la mañana. Por último, la torre de Jesús estará rematada por una gran cruz de seis brazos, de 15 metros;
en su parte central figurará un cordero, así como la inscripción Tu solus Sanctus, Tu solus Dominus, Tu solus Altissimus
y las palabras Amén y Aleluya. Cada uno de los cuatro brazos de la cruz tendrá potentes haces de luz que serán visibles
a grandes distancias. En su interior, la torre de Jesús estará dividida en tres pisos, que simbolizarán la frase relativa a
Cristo «yo soy el Camino, la Verdad y la Vida».
El conjunto de seis torres centrales se empezó a construir en 2016, tras preparar la base de las mismas sobre la nave
central del templo.
El interior
Gaudí evolucionó de un primer proyecto gótico hacia un estilo personal, orgánico, inspirado en las formas de la
naturaleza: para librarse de los contrafuertes góticos, ideó el uso de columnas en forma de tronco de árbol, que
permiten descargar el peso de las cubiertas directamente en el suelo, solución práctica a la vez que estética, ya que
convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. En 1987 se inició la
cimentación de las naves; en 1997 se completaron las bóvedas laterales y se empezó la central, finalizada en 2010.
Gaudí realizó mediante estática gráfica el cálculo de la nave principal, que fue publicado por su ayudante Sugrañes en
1923. A partir de 1985 fue preciso ampliarlos y adaptarlos a las normativas actuales, por lo que Carles Buxadé, Joan
Margarit, Josep Gómez, Ramón Ferrando y Ágata Buxadé han calculado todas las naves concibiendo una estructura
continua de hormigón armado desde los cimientos hasta las bóvedas.
El Palacio Episcopal de Astorga 1889 y 1915
Es un edificio proyectado por el
arquitecto modernista Antoni Gaudí.
Está situado en la ciudad de Astorga
(provincia de León), en cuya capital se
encuentra la casa Botines, que junto
con El Capricho de Comillas (Cantabria)
son las únicas obras de Gaudí fuera de
Cataluña. La construcción se llevó a
cabo entre 1889 y 1915.
Esta obra pertenece al período
neogótico de Gaudí (1888-1898),
etapa en que el arquitecto se inspiró
sobre todo en el arte gótico medieval,
el cual asume de forma libre, personal,
intentando mejorar sus soluciones
estructurales.
Para no retrasar el proyecto le pidió al
obispo que le enviase fotografías,
dibujos y demás información del lugar,
que le permitiesen comenzar a
proyectar el palacio de manera que armonizase con las edificaciones de su entorno. Una vez hubo estudiado todo el
material recibido, Gaudí preparó los planos del proyecto y los envió a Astorga. Grau se sintió satisfecho e inició los
trámites para obtener los permisos administrativos, ya que al ser un edificio público debía tener el vistobueno de la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Después de haberse introducido algunas modificaciones, el proyecto
fue aprobado en el mes de febrero de 1889. Unos meses después, el 24 de junio, onomástica del obispo, se puso la
primera piedra. La obra fue presupuestada en 168 520 pesetas.

Aunque por subasta pública las obras se adjudicaron al contratista astorgano Policarpo Arias Rodríguez, Gaudí decidió
emplear en la obra obreros y albañiles catalanes que ya habían trabajado para él, a fin de que durante sus ausencias
la obra continuase de forma precisa según sus ideas. El Palacio Episcopal de Astorga es un edificio que tiene un aire
medieval, apropiado para su finalidad. Gaudí lo proyectó en estilo neogótico, corriente que provenía de la arquitectura
historicista de moda en aquel momento, y que Gaudí empleó en el colegio de las Teresianas, en Bellesguard y en la
casa Botines, además de en Astorga. Concibió el palacio como un castillo en el exterior y una iglesia en el interior.
La piedra en la que está construido (granito gris del Bierzo) es respetuosa con el entorno, en especial con la catedral
que se encuentra en la inmediata vecindad, así como también con la naturaleza, que en la Astorga de finales del siglo
XIX estaba más presente que en la actualidad. No obstante, el edificio también incorpora algunos de los elementos
que caracterizarían a Gaudí en sus futuras obras, como los arcos de la entrada principal y el volumen situado encima
de ella o las grandes chimeneas que de forma ostensible se integran en las fachadas laterales.
El palacio tiene planta de cruz griega sobre la que se superpone una planta cuadrada, con cuatro torres cilíndricas en
las esquinas, y rodeado por un foso. En dos de los laterales presenta unos cuerpos sobresalientes de planta rectangular,
mientras que en los otros dos se encuentran la torre de entrada y la capilla, también rectangular y finalizada con un
ábside y tres absidiolos. En el interior hay cuatro niveles: un semisótano, la planta baja —para dependencias
administrativas—, el piso principal —con la estancia del obispo, el salón del trono y la capilla—, y el desván.

El pórtico de entrada tiene tres grandes arcos abocinados, hechos con sillares separados entre sí por contrafuertes
inclinados. La planta baja contiene un gran vestíbulo, del que parte la escalera noble, adquiriendo una gran altura que
permite la apertura de grandes ventanas, de forma triangular, que proporcionan una gran luminosidad; este esquema
recuerda un poco al utilizado en el palacio Güell. La estructura del edificio se sustenta en pilares con capiteles
decorados y en bóvedas de crucería sobre arcos ojivales de cerámica vidriada. Se remata con un almenado de estilo
mudéjar.
En el interior destaca la riqueza ornamental conseguida con diversos materiales (granito, ladrillo, yeso, mosaico,
cerámica, esgrafiados, vidrieras), así como la fluidez espacial y la luminosidad que el arquitecto logró conferir al palacio.
Un buen ejemplo de esta riqueza decorativa es la variedad de capiteles que Gaudí diseñó para las diversas columnas
del conjunto palaciego, en que se combinan diversos estilos, desde el gótico y el mudéjar, hasta los motivos naturalistas
tan del gusto del arquitecto, pasando por unos capiteles de ábacos estrellados inspirados en la Sainte-Chapelle de
París.

La torre Bellesguard 1909


La torre Bellesguard, nombre por el que es más comúnmente
conocida, aunque su nombre oficial es Casa Figueras, fue
proyectada por el arquitectomodernistaAntoni Gaudí y construida
entre 1900 y 1909. Se encuentra a los pies de la sierra de Collserola,
en Barcelona, en el barrio que fue la antigua localidad de San
Gervasio de Cassolas, hoy parte integrante de la ciudad condal.
Esta obra pertenece al período neogótico de Gaudí (1888-1898),
etapa en que el arquitecto se inspiró sobre todo en el arte gótico
medieval, el cual asume de forma libre, personal, intentando
mejorar sus soluciones estructurales. El neogótico fue en aquella
época uno de los estilos historicistas de mayor éxito, sobre todo a
raíz de los estudios teóricos de Viollet-le-Duc. Gaudí estudió con
profundidad el gótico catalán, balear y rosellonés, así como el
leonés y el castellano en sus estancias en León y Burgos, llegando al
convencimiento de que era un estilo imperfecto, a medio resolver.
En sus obras elimina la necesidad de contrafuertes mediante el
empleo de superficies regladas, y suprime cresterías y calados
excesivos.
En ese lugar se encontraba un antiguo castillo, erigido por el rey de
AragónMartín I el Humano, que lo había adoptado como residencia
estival en 1410. El nombre Bellesguard («bella vista») fue dado al
lugar por el poeta Bernat Metge, secretario del rey, debido a las
hermosas panorámicas del llano de Barcelona que había desde esa
ubicación. Fue aquí donde el rey contrajo matrimonio con Margarita
de Prades. Al morir el rey, el castillo entró en decadencia y dejó de
ser propiedad de la corona en 1422. En el siglo XVII sirvió de refugio para el bandolero Serrallonga.
Gaudí aprovechó los pocos elementos restantes de la antigua fortaleza (paredes, patio) para construir el nuevo
Bellesguard. Es por eso que la casa tiene una apariencia externa de castillo, incluyendo las almenas. Además de la
torre, la restauración de la muralla medieval y el diseño del jardín, Gaudí construyó un viaducto de refuerzo para el
camino que conducía de la villa de San Gervasio al cementerio de la misma y que pasaba por la finca, el cual estructuró
con unos pilares inclinados con forma de «pata de elefante», que más tarde emplearía en el Parque Güell.

El encargo para el nuevo edificio lo recibió Gaudí de parte de doña María Sagués Molins, viuda de Jaume Figueras, un
comerciante de productos alimenticios. Gaudí hizo un proyecto neogótico, respetando al máximo el edificio anterior.
Como siempre, procuró integrar la arquitectura en el marco natural circundante, por lo que efectuó la construcción
con la piedra pizarrosa del lugar.
El edificio es de planta cuadrada de 15 x 15 m y 19,5 m de altura, con una superficie de 900 m². Tiene los vértices
orientados a los cuatro puntos cardinales. Construido con piedra y ladrillo, tiene mucha más proyección vertical,
ayudado por una torre troncocónica coronada con la cruz de cuatro brazos típica de Gaudí, junto a la bandera catalana
y una corona real.
La casa dispone de sótano, planta baja, planta noble y desván, con techo de cuatro aguas. Los techos de las salas están
construidos con la técnica llamada bóveda catalana, consistente en distintas capas de ladrillo superpuestas. Los
mosaicos, dibujados por Domènec Sugrañes, junto con el hierro forjado, añaden fantasía al edificio.
La buhardilla, con sus arcos de ladrillo, es una demostración de maestría en la utilización de este material, al igual que
puede verse en edificios como la casa Batlló o el Colegio Teresiano de Barcelona. Tiene dos niveles, y está rodeada por
un paso de ronda almenado, sobre el que se eleva una cubierta en forma de pirámide truncada, con cuatro lucarnas
en cada costado y coronada por un mirador.

Para Bellesguard Gaudí empleó una técnica de mosaico pétreo para conseguir un efecto de almohadillado en la textura
de las paredes del edificio: utilizaba pequeñas piedras del lugar que colocaba sobre moldes de yeso, de forma cuadrada
u octogonal; encima echaba mortero y, al extraer las piezas, quedaba la piedra en la cara exterior. Esta técnica la había
empleado por primera vez en el Palacio Güell, y la empleó de nuevo en el Parque Güell.
En la puerta principal hay un escudo de Cataluña con el sol y la luna, así como la inscripción Ave Maria puríssima, sens
pecat fou concebuda («Ave María purísima, sin pecado concebida»), hecha con hierro de forja. El interior del edificio
contrasta con el exterior por su blancura y luminosidad, que se contrapone al tono gris de la pizarra exterior. El sótano
y el bajo estaba destinado al servicio, la planta noble al comedor y las salas, el primer piso a los dormitorios y el desván
al lavadero. Las paredes están recubiertas de yeso y pintura de cal, con formas onduladas de aire mudéjar.
En el jardín destaca una caseta para el motor del pozo en forma de dragón, el Pitón protector de las aguas subterráneas.
La casa fue restaurada en 1983. Asimismo, la cruz que remata la torre fue restaurada entre 2008 y 2009 tras ser
detectadas unas fisuras en la misma. Actualmente es de propiedad particular, y se puede visitar previo pago de una
entrada.

Louis Henry Sullivan 1856 - 1924


Louis Henry Sullivan (3 de septiembre 1856 - 14 de abril 1924) fue un arquitecto estadounidense de la Escuela de
Chicago (1870-1893). Formó sociedad con Dankmar Adler y comenzó una corriente que será la base de la arquitectura
moderna. En su Auditorium Building, de Chicago, tiene su estudio y allí se empieza a gestar la talentosa carrera de
Frank Lloyd Wright.

El Edificio Wainwright 1891


El Edificio Wainwright (también conocido como el edificio
Wainwright Estado Office) es un edificio de oficinas de
ladrillo rojo de 10 pisos en 709 Chestnut Street en el centro
de St. Louis, Missouri. El Edificio Wainwright es uno de los
primeros rascacielos en el mundo. Fue diseñado por
Dankmar Adler y Louis Sullivan en el estilo Palazzo y
construido entre 1890 y 1891. Fue nombrado para el
fabricante de cervezas locales, contratista de
construcción, y el financiero Ellis Wainwright.

El edificio fue encargado por Wainwright Wainwright Ellis,


un fabricante de cerveza de St. Louis. Wainwright necesita
espacio de oficina para administrar la Asociación de San
Luis Cerveceros. Fue el segundo gran encargo para un
edificio de altura ganada por la firma Adler & Sullivan, que
había crecido a la fama internacional después de la
creación de los diez pisos Auditorio Edificio en Chicago
(diseñado en 1886 y terminado en 1889). Como diseñada,
la primera planta del edificio de Wainwright estaba
destinada a tiendas de la calle de ruedas, con el segundo
piso lleno de oficinas públicas de fácil acceso. Los pisos
más altos fueron para "nido de abeja" oficinas, mientras
que la planta superior era de tanques de agua y
maquinaria para la construcción.
Estéticamente, el edificio Wainwright es un ejemplo de las
teorías de Sullivan sobre el edificio alto, que incluía una
tripartita (tres partes) composición (base-eje-ático) en base a la estructura de la columna clásica, y su deseo de
enfatizar la altura del edificio. Él escribió: ". [El rascacielos] debe ser alto, cada pulgada de ella de altura La fuerza y el
poder de la altitud debe estar en él la gloria y el orgullo de la exaltación debe estar en él Debe ser cada pulgada algo
orgulloso y en alza,.el aumento de puro júbilo que de abajo hacia arriba es una unidad sin una sola línea discrepante
". Su artículo 1896 citó su construcción Wainwright como un ejemplo. A pesar de la columna concepto clásico, el diseño
del edificio fue deliberadamente moderno, con ninguno de estilo neoclásico que Sullivan despreciada.
Una de las principales preocupaciones de Sullivan fue el desarrollo de un simbolismo arquitectónico que consiste en,
formas estructurales geométricas simples y ornamentación orgánica. El edificio de Wainwright en el que yuxtapone el
objetivo-tectónicos y lo subjetivo-orgánica fue la primera demostración de este simbolismo.
A diferencia de Sullivan, Adler describió el edificio como una "estructura normal de negocios", afirmando:
En una edad utilitaria como el nuestro, es seguro asumir que el propietario de bienes raíces y el inversor en edificios
continuarán levantando la clase de edificios a partir del cual el mayor ingreso posible se puede obtener con el menor
gasto posible... El propósito de la construcción de edificios que no sean las requeridas para el refugio de sus
propietarios es específicamente el de la realización de inversiones con fines de lucro.
El edificio es considerado el primer rascacielos de renunciar a la ornamentación normal utilizado en rascacielos en el
tiempo.
Algunos elementos arquitectónicos del edificio se han eliminado en renovaciones y llevado al lugar de almacenamiento
Sauget, Illinois de la Fundación St. Louis construcción Artes.

Guaranty Building (Buffalo) 1894-95


Autor: Louis Henri Sullivan
Fecha: 1894-95
Para Sullivan el rascacielos es un organismo vivo, que debe comportarse de
manera natural en la selva intrincada que es la ciudad contemporánea. El
Guaranty Building de Buffalo es, para la mayor parte de especialistas, la mejor
obra del maestro de la Escuela de Chicago, tratando de demostrar esta teoría.
El edificio es, en su fachada y en su concepción, reflejo de la función que se le
exige; así, el bloque de oficinas ha de tener un sótano para calderas y elementos
de conducción; los pisos bajo y primero, que sirven para comercio, serán
luminosos y amplios, con entrada muy vistosa; los pisos altos son para oficinas
con determinadas características de iluminación, pero todos iguales, por lo que
al exterior, con más o menos ornamento, debe resaltarse esa igualdad; el
conjunto termina en un ático de coronamiento, destinado a servicios de
mantenimiento y maquinaria, que al no ser oficinas no tiene por qué atenerse a
las anteriores características. Lo que resalta del edificio es su verticalidad y su
grandiosidad. Sullivan será el primero en insistir estéticamente sobre la
necesidad de la verticalidad del rascacielos. Como si de una enorme columna se
tratara, las tres partes fundamentales del edificio semejan basa, fuste y capitel.

Daniel Hudson Burnham 1846 - 1912


Daniel Hudson Burnham (4 de septiembre de 1846 – 1 de junio de 1912) fue un arquitecto y urbanista estadounidense
de la escuela de Chicago, que experimentó nuevas técnicas constructivas con el hierro. Fue a partir de 1891 cuando
desarrolló su intensa actividad urbanística, caracterizada por su adhesión a los modelos neoclasicistas de la Escuela de
Bellas Artes.1 Fue el director de trabajos de la Exposición Universal de Chicago de 1893 y diseñó varios edificios
famosos como el Edificio Flatiron de Nueva York o la Union Station de Washington D. C.2 Su máximo logro fue la
creación del Plan de Chicago (también conocido como el Plan Burnham), que planeó el futuro urbano y paisajístico de
Chicago. Hasta la fecha, este plan ha sido modelo e inspiración para industriales, políticos, urbanistas y académicos de
todo el mundo.

El edificio Flatiron 1902


El edificio Flatiron, originalmente edificio Fuller , es un rascacielos centenario situado en Manhattan. Era uno de los
edificios más altos de Nueva York cuando finalizó su construcción en el año 1902. Recibió su nombre oficial de George
A. Fuller, fundador de la empresa constructora que financió la obra y que había fallecido en el 1900.
El Flatiron se encuentra en una manzana triangular, limitada al sur por la Calle 22, al oeste por la Quinta Avenida y al
este por Broadway. Estas dos últimas calles confluyen delante del edificio con la Calle 23, a la altura de Madison Square.
El vecindario que lo rodea recibe el nombre de distrito Flatiron en su honor.
El Fuller es un hito histórico nacional de los Estados Unidos desde el
29 de junio de 1989.
El edificio de estilo Beaux Arts fue diseñado por el arquitecto de la
escuela de ChicagoDaniel Burnham. Al igual que una columna clásica
griega, su fachada de caliza y terracota está dividida horizontalmente
en tres partes. El uso del acero en su construcción permitió que la
obra alcanzase los 87 m de altura, lo que habría sido muy difícil
empleando las técnicas habituales de la época.
El diseño inicial de Burnham era similar al del edificio que se levantó,
pero mucho más elaborado en la parte superior y con las fachadas
dotadas de numerosos escalones cerca del pináculo. También se
distingue la esfera de un reloj, que de igual modo fue eliminada del
diseño final.
En su extremo redondeado, la torre triangular tiene sólo 2 metros de
ancho. Desde una vista superior, las fachadas que se juntan en ese
vértice abarcan tan sólo un ángulo de 25 grados. El edificio Flatiron,
con sus 22 pisos y 87 metros, es considerado erróneamente como el
rascacielos de Manhattan más antiguo aún en pie, aunque lo cierto
es que el Park Row Building (1899) es anterior y de mayor altura.
El Flatiron de Nueva York no fue el primer edificio con planta en
forma de cuña: tanto el edificio Gooderham de Toronto (1892) como
el edificio Flatiron de Atlanta (1897) son anteriores, aunque ambos
carecen de la altura de su homólogo neoyorquino.

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