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TAXONOMÌA DE BLOOM

En los últimos años hemos hablado mucho de la Taxonomía de Bloom en nuestras


formaciones, ligándola con diferentes temáticas como pueden ser el aprendizaje por
proyectos, las destrezas del pensamiento, el aprendizaje cooperativo o las inteligencias
múltiples. Nos hemos dado cuenta, sin embargo, que nunca hemos tratado la Bloom y su
taxonomía individualmente, con la importancia que este tiene. Es como si le hubiéramos
hecho un menosprecio al autor y su obra.

Por este motivo y también porque nos hemos encontrado que muchos docentes no
conocen la forma de categorizar los aprendizajes de su alumnado, hablaremos en este
artículo sobre la taxonomía de Bloom.

A finales de los años 50 del pasado siglo, había una corriente psicológica en los Estados
Unidos encabezada por la escuela de Chicago que estaba muy preocupada por cómo se
aprende y cómo evaluar los aprendizajes. Se comprobó rápidamente que no todas las
acciones cognitivas tenían la misma complejidad, por ejemplo, no es lo mismo recordar
un cierto dato que analizarlo o valorarlo.

Bloom desarrolló una jerarquía de los objetivos educativos que se querían alcanzar con el
alumnado, dividiéndolo en tres ámbitos: Ámbito cognitivo, ámbito afectivo y ámbito
psicomotor. Es del primer ámbito del que surge la tabla de la taxonomía de Bloom.

El equipo de Bloom jerarquizaba el ámbito congnitivo de la siguiente forma:


Esta no es la forma en la que la taxonomía ha llegado hasta nosotros puesto que en el
2001 sufrió una revisión por parte de Lorin Anderson y David R. Krathwohl antiguos
alumnos del propio Bloom. Los cambios que realizaron estos discípulos supuso:

 Cambiar los sustantivos por verbos.


 La denominación del primer nivel pasa a ser recordar en vez de conocimiento o
conocer.
 Ampliar el nivel de síntesis relacionándolo con la creación como un concepto más
amplio.
 Cambiar el orden de los dos últimos niveles, anteponiendo el la evaluación a la
creación. De esta manera crear supone el pensamiento mayor orden.

La taxonomía quedó finalmente de esta forma:

Posteriormente al trabajo de Anderson y Krathwohl, el doctor Andrew Churches actualizó


la taxonomía para la era digital. Churches introdujo nuevas acciones relacionadas con las
tecnologías digitales. Acciones o verbos que no existían al finales del siglo pasado y que
de alguna manera teníamos que tener también categorizadas.

Es importante hacer notar que esta última revisión no cambia los niveles de la taxonomía
ni en orden ni en denominación, simplemente la enriquece introduciendo una serie de
aprendizajes propios de los nuevos tiempos. Se introdujeron acciones que deberían ser
realizadas por el alumnado tales como “hacer búsquedas en Google”, “subir archivos a un
servidor”, “recopilar información de medios”, “publicar”, “programar” etc.

Con todo esto, nos gustaría mostrarles una herramienta basada en la taxonomía de
Bloom que categoriza los aprendizajes, mostrando una breve explicación de cada nivel
además de distintas palabras claves, acciones y resultados para esas acciones, así como
preguntas clave que hacen ejercitar cada nivel de aprendizaje.
Los adjetivos son las palabras que complementan al sustantivo al suministrar
más información acerca de aquel, puntualizando cualidades generales o bien
detallando una característica en particular que le es inherente.

Los adjetivos tienen una función especificativa o explicativa. Por


ejemplo: padre  ejemplar  / vino  tinto  / música  clásica 

El adjetivo funciona como complemento del sustantivo, que deben coincidir en


cuanto a género y número (masculino o femenino, singular o plural).

Los sustantivos son la clase de palabras que dan nombre o identifican a todas las


cosas que conocemos. Por ejemplo: zapato, jardín, Juan.

Es una categoría central en la lengua, pues junto con los verbos son los elementos
léxicos con contenido semántico pleno. Los adjetivos también son lexemas con
contenido semántico, pero solo adquieren sentido si se los puede asociar a algún
sustantivo.

Ver además:

 Sustantivos de personas
 Sustantivos de animales

Tipos de sustantivos
Propios / comunes

 Sustantivos propios. Designan entidades únicas y dichas entidades


pueden ser personas, animales, países, ciudades, ríos, instituciones. Por
ejemplo:  Juan, Manuel, Buenos Aires, Brasil.
 Sustantivos comunes. Refieren a las cosas en general, que no son
propiedad de nadie y que no aluden a un miembro específico dentro de
una comunidad. Es decir, que sirven para identificar a las cosas, pero en
forma genérica. Por ejemplo: jarrón, hormiga, castillo.

Concretos / abstractos

 Sustantivos concretos. Nombran a un elemento material, tangible y


perceptible con los sentidos. Por ejemplo: auto, estante, perro.
 Sustantivos abstractos. Nombran elementos no tangibles, como
sentimientos, emociones o ideas. Por ejemplo: justicia, creatividad.

Colectivos / individuales

 Sustantivos individuales. Nombran cosas u objetivos individuales. Por


ejemplo:  copa, caballo. 
 Sustantivos colectivos. Nombran a un conjunto de objetos o de
individuos, sin ser una palabra en plural. Por ejemplo:  manada, coro,
alameda.

Los Pronombres son palabras que sustituyen al nombre para evitar su repetición. Es


decir, señalan o representan a personas, cosas o hechos que son conocidos por el que habla
y el que escucha.

"Pedro jugó un partido el sábado. Él marcó dos goles".


En la segunda oración la palabra Él es un pronombre porque sustituye a Pedro.
"Tengo varios juguetes, éste te gustará".
Éste es un pronombre porque sustituye a juguete (Este juguete te gustará).

Clases de Pronombres
Clase Definición

Sustituyen a las personas gramaticales y van delante de los verbos.


Personales
Yo, Tú, Él, Ella, Nosotros, Nosotras, Vosotros, Vosotras, Ellos, Ellas.

Se refieren a nombres indicando proximidad o lejanía respecto a las personas que hablan y
escuchan.
Demostrativo
Cercanía: éste, ésta, esto, éstos, éstas.
s
Distancia media: ése, ésa, eso, ésos, ésas.
Lejanía: aquél, aquélla, aquello, aquéllos, aquéllas.

Se refieren a un nombre y además indican si el objeto pertenece a una o varias personas.


Posesivos Un poseedor: mío, mía, míos, mías; tuyo -a -os -as; suyo -a -os -as.
Varios poseedores: nuestro-a-os-as; vuestro-a-os-as; suyo-a-os-as.

Señalan una cantidad imprecisa de lo nombrado.


Indefinidos Un, uno, una, alguno, alguien, cualquiera, nadie, ninguno, pocos, muchos, escasos,
demasiados, bastantes, varios, otros, tantos, tales...

Se refieren a un nombre ya citado en la oración, sin necesidad de repetirlo.


Relativos Que, el cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales, quien, quienes, cuyo, cuya, cuyos, cuyas,
donde.

Informan con exactitud de cantidades y órdenes de colocación referidos a nombres, pero sin
mencionarlos. Pueden ser:
Cardinales: uno, dos, tres, cuatro...
Numerales
Ordinales: primero, segundo, tercero, cuarto...
Fraccionarios: mitad, tercio, cuarto...
Multiplicativos: doble, triple, cuádruple...

Expresan preguntas referidas a sustantivos.


Interrogativos
¿Qué vas a comer?, ¿Por qué me miras?

Expresan sorpresa o emoción para resaltar a los sustantivos.


Exclamativos
¡Qué de goles!, ¡Cuántos aprobaron el examen!

Ejemplos de pronombres Interrogativos y Exclamativos:
qué, cuánto, cuánta, cuándo, cuál, cuáles, dónde, quién, quiénes...

Las formas de los Pronombres Demostrativos, Posesivos, Indefinidos, Numerales y los


Exclamativos e Interrogativos pueden funcionar también como Determinantes, por lo que hay
que tener mucho cuidado para NO CONFUNDIRSE.
Son Determinantes cuando acompañan al nombre.
Son Pronombres cuando sustituyen al nombre, es decir, se ponen en su lugar.

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