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La visión clásica del rol del Gobierno

En esta parte de la materia, se incorpora al Gobierno como un agente económico más, que
afecta las decisiones de consumo de los individuos. Al igual que estos, tiene una restricción
presupuestaria (RP) que limita sus gastos. Analizaremos también el rol del gasto público
sobre la economía desde el pensamiento clásico o liberal.

Naturaleza intertemporal del gasto público

Efectos del gasto público nanciado con impuestos

Video conceptual

Referencias
LECCIÓN 1 de 4

Naturaleza intertemporal del gasto público

Se denomina gasto público a las erogaciones que realiza el gobierno, que pueden ser muy variadas, con destinos que
van desde la defensa, la justicia, la educación, la salud, hasta mantener la estructura burocrática del Estado. Es una de
las variables que más controversias generan en el análisis macroeconómico, dado que hay posiciones que aconsejan
su reducción y otras, todo lo contrario. En este punto, comenzaremos a describir la postura clásica o liberal, es decir,
aquella que sostiene que el gasto público debe ser mínimo y que el Estado debe dejar al mercado como principal
asignador de los recursos.

Como todo agente económico, el Estado tiene un horizonte temporal de vida que supondremos, por el momento, que
son dos períodos, presente y futuro, al igual que las fases que enfrentaba el individuo. En esos períodos, el Gobierno
puede realizar un gasto (público) que puede ser financiado con impuestos, con deuda (al tomar préstamos) o con
emisión monetaria. A esta última fuente la dejaremos para las siguientes lecturas, donde incluimos el dinero, para así
evitar sus consecuencias sobre la inflación. Entonces, nos centraremos en las primeras fuentes de financiación del
gasto público y, una vez que tengamos esa parte bien comprendida, incorporaremos la emisión monetaria.

En síntesis, la intertemporalidad del gasto público implica analizar el Gobierno a través del tiempo. Para poder
analizarlo conjuntamente con el individuo, supondremos nuevamente dos períodos, con presencia de ingresos y
gastos en cada uno de ellos.

Financiamiento del gasto público y restricción presupuestaria intertemporal del


Gobierno

De acuerdo con lo mencionado anteriormente, en un primer período, el Estado enfrentará la siguiente restricción
presupuestaria:
g1 = t1 + d.

Esto nos dice que el gasto público del período 1 (g1) puede ser financiado con impuestos de ese período (t1) o con

deuda o adquisición de préstamos (d). Cabe aclarar que las variables mencionadas están en términos per cápita, para
que luego veamos su incidencia en el individuo representativo.

En el segundo y último período de vida, el Gobierno deberá recaudar (t2) lo suficiente como para afrontar el gasto

público de ese período (g2), pagar la deuda que contrajo en el período anterior (d) y sus intereses (r × d).

t2 = g2 + d + r × d. t2 = g2 + d (1 + r).

Para obtener la restricción presupuestaria intertemporal del Gobierno, primero se debe despejar la deuda (d):

Incluimos esta expresión en la restricción presupuestaria 1:


El valor presente del gasto público debe ser igual al valor presente de los impuestos, es decir, el nivel de gasto estará
limitado por el valor de los impuestos. Si estos bajan en el primer período y no disminuye el valor presente del gasto,
necesariamente deberán subir los impuestos futuros.

Ahora, analizaremos el impacto que tiene la incorporación del Gobierno en las decisiones de consumo y ahorro de un
individuo representativo.

El efecto directo que tiene tal incorporación sobre un individuo es que este debe pagar impuestos reduciéndole su
ingreso. Llamaremos ingreso disponible a la diferencia entre el ingreso y el monto del impuesto de cada período.

Ante este cambio, las restricciones presupuestarias del individuo que vimos en el Módulo 2 deben ser modificadas.
En el período 1, la restricción presupuestaria que enfrentará el individuo será:

y1 = c1 + s + t1.

Es decir, que el individuo con el ingreso que posee puede consumir, puede ahorrar y pagar impuestos. Una alternativa
es plantear que el ingreso disponible es igual al consumo más el ahorro:

De la misma manera, debemos incorporar los impuestos en la restricción presupuestaria del período 2 del individuo:

y2 + s (1 + r) = c2 + t2.

En el segundo período, el individuo representativo podrá aplicar el ingreso más su ahorro -con sus intereses- al
consumo o al pago de impuestos. Al igual que en el caso anterior, podemos establecer que el ingreso disponible más
el ahorro junto con sus intereses debe ser igual al consumo:

La restricción presupuestaria intertemporal del individuo surge de la misma manera que antes; entonces, si
despejamos el ahorro en esta última expresión y lo incluimos en la restricción presupuestaria del primer período,
reordenando, nos queda:
Nos indica que el valor presente del consumo debe ser igual al valor presente del ingreso disponible. Si
descomponemos al ingreso disponible, este resulta en:

Reordenamos:

Comparando con la restricción presupuestaria sin el Gobierno, observamos que esta es menor, ya que se debe restar
el valor presente de los impuestos. Es decir que la incorporación del Estado reduce las posibilidades de consumo del
individuo, porque este ahora debe asumir el pago de los impuestos.

Podemos reemplazar el valor presente de los impuestos por el valor presente del gasto, de acuerdo con lo establecido
en la Ecuación 1:
Se desprende que un aumento del gasto público disminuye el monto de dinero que dispone el individuo para poder
consumir, puesto que un mayor gasto público se reflejará tarde o temprano en un aumento en los impuestos.

En la Figura 1, observamos que la RP intertemporal del individuo es mayor sin el Gobierno que cuando se lo incluye,
debido a que debe afrontar el pago de impuestos. El punto de dotación ahora está conformado por los ingresos
disponibles.

Figura 1: Restricción presupuestaria con la incorporación del Gobierno

Fuente: Elaboración propia.

Veamos un ejemplo. Supongamos un individuo que tiene un ingreso presente (y1) de 2800 unidades del bien

numerario y un ingreso futuro (y2) de 2500 unidades. Enfrenta una tasa de interés del 10 %, paga unos impuestos de

300 por unidades en cada período y prefiere consumir lo mismo en ambos períodos.
Para obtener el consumo óptimo, se debe proceder de la misma forma que en el módulo anterior, solo que ahora hay
que tener en cuenta la modificación en la restricción presupuestaria intertemporal que acabamos de desarrollar:

Incluyendo las preferencias c1 = c2:

Despejando c1:
El individuo maximiza su utilidad consumiendo en cada período 2357,14 unidades del bien numerario.

El ahorro privado, en este caso, será la parte del ingreso disponible que no se consume:

s = y1 –t1 – c1 = 2800 – 300 – 2357,14 = 142,86.

El individuo ahorra 142,86 unidades del bien numerario.

A lo largo del desarrollo hemos supuesto impuestos de suma fija, es decir, aquellos que el individuo paga sin
importar cuánto ingreso tenga. El análisis es similar si se incorpora un impuesto a las ganancias o al ingreso. Si
llamamos τ a la alícuota impositiva, entonces el ingreso disponible del individuo será:

yd = y – τ y = (1 – τ) y.

Por ejemplo, si un individuo tiene un ingreso de 1000 y la alícuota impositiva es del 10 %, entonces su ingreso
disponible será:

yd = 1000 – 0,1 × 1000 = 900.

Aplicando esto, la restricción presupuestaria intertemporal del individuo con impuestos a los ingresos o a las
ganancias quedaría:
Otra alternativa a la restricción presupuestaria intertemporal es considerar un impuesto a los retornos del ahorro.
Nuevamente, llamando τ a la alícuota que grava los retornos del ahorro, la rentabilidad neta será r’ = r – τ r = (1 – τ)
r.

Empleando este resultado en la expresión de la restricción presupuestaria intertemporal y bajo el supuesto de que es
el único tipo de impuesto, nos queda:

Independientemente del impuesto del que se trate, llegamos a la misma conclusión. Observamos que la restricción
que enfrentará el individuo será menor a la que se enfrentaría en una situación sin Gobierno.

El equilibrio macroeconómico, luego de la incorporación del Estado, continúa siendo en la igualdad entre la
inversión y el ahorro; en dicho punto, dijimos que los consumidores están maximizando utilidad y los productores,
maximizando beneficios. La diferencia radica en que en la agregación del ahorro se sumarán las partes del ingreso
disponible (ingreso menos impuestos) que no se consume y no la diferencia entre ingreso y consumo, como lo
veníamos haciendo.
LECCIÓN 2 de 4

Efectos del gasto público financiado con impuestos

En esta sección, analizaremos el impacto en el equilibrio macroeconómico de una variación del gasto público que sea
financiado con impuesto. Este tipo de política se denomina de presupuesto equilibrado, ya que no genera deuda.

Entonces, en este modelo de dos períodos, si hay presupuesto equilibrado en el período 1:

g1 = t1.

La restricción presupuestaria del gobierno del segundo período, dado que no hay deuda (d), será:

g2 = t2.

Para analizar el impacto del gasto público en la economía, supongamos que el Gobierno realiza una medida fiscal
expansiva aumentando el gasto en ambos períodos y, como se trata de una política de presupuesto equilibrado, queda
implícito que subirá en la misma cuantía el monto de los impuestos.

Efecto sobre el consumo

Para conocer el efecto sobre el consumo, es necesario revisar la restricción presupuestaria que enfrentará bajo esta
política. Recordando que esta igualaba el valor presente del consumo con el valor presente de los ingresos menos el
valor presente de los impuestos:
Sabiendo que los impuestos son iguales a los gastos:

De este modo, un aumento del gasto público desplazará la restricción presupuestaria intertemporal hacia abajo,
disminuyendo las posibilidades de consumo, pues se reduce el ingreso disponible de cada período.

Ante preferencias del individuo de querer consumir lo mismo en ambos períodos, el consumo óptimo del presente
como del futuro se reducirán.

En la figura 2, observamos que, ante un aumento de los impuestos, disminuye el ingreso disponible de cada período,
desplazando la dotación de D a D’ y, por consiguiente, la restricción presupuestaria hacia abajo. Si las preferencias
son tales que el individuo quiere consumir lo mismo en ambos períodos, el consumo disminuirá de c1 a c1’, ya que el
óptimo pasó de ser el punto A a ser el punto B.

Figura 2: Efecto sobre el consumo de una política fiscal de presupuesto


equilibrado
Fuente: Elaboración propia.

En conclusión, un aumento del gasto público financiado con impuestos reduce el consumo de ambos períodos.

Efecto sobre el ahorro

Veamos ahora el efecto de la política de presupuesto equilibrado sobre el ahorro.

El ahorro privado será igual a:

sp = y1 - t1 - c1.

Dado que g1 = t1, entonces:


sp = y1 - g1 - c1. (3)

Podemos demostrar que el resultado permanecerá constante, su variación antes y después de la política será cero:

Δsp = Δy1 - Δt1 - Δc1 = 0.

Como el ingreso no se modifica, para que el ahorro no varíe, el aumento en los impuestos debe ser igual a la
reducción en los impuestos. Con el fin de comprobar esto, realizaremos un ejemplo numérico.

Retomemos el ejercicio desarrollado en el apartado “Financiamiento del gasto público y restricción presupuestaria
intertemporal del Gobierno” de esta lectura, donde concluimos que el individuo representativo consume en cada
período 2357,14 unidades del bien numerario y ahorra 142,86 unidades de ese bien.

Mencionamos que este sujeto paga 300 en impuestos y agreguemos que el Gobierno realizaba un gasto por habitante
de 300 unidades. Es decir, partimos de una situación de equilibrio fiscal donde los impuestos son iguales a los gastos.

Supongamos que el Estado decide aumentar su gasto en ambos períodos a 350 y lo financia con impuestos. Es decir,
aplica una política fiscal de presupuesto equilibrado. El nuevo patrón de consumo óptimo será:
Incluyendo las preferencias c1 = c2:

Despejando c1:

El individuo maximiza su utilidad al gastar un valor menor que el de la situación inicial, en la que consumía 2357,14
unidades del bien numerario.

El ahorro privado será la parte del ingreso disponible que no se consume:

sp = y1 –t1 – c1 = 2800 – 350 – 2307,14 = 142,86.

Asume el mismo valor que la situación inicial, comprobando que no se altera o no se modifica el ahorro privado en
una política de presupuesto equilibrado.

El ahorro público (por habitante) será igual a cero antes y después de la política, por lo cual tampoco se modifica.

Siguiendo el ejemplo numérico, antes del aumento del gasto público, el ahorro público era cero.
sg = t1 - g1 = 300 – 300 = 0.

Luego de la política sigue siendo cero:

sg = t1 - g1 = 350 – 350 = 0.

Entonces su variación es cero:

Δsg = Δt1 - Δg1 = 50 – 50 = 0.

El ahorro agregado (por habitante) es la suma del ahorro privado más el ahorro público:

sA = sg + sp.

Dado que ambos permanecen constantes, el ahorro agregado también permanecerá constante.

Efectos macroeconómicos

Si el ahorro no cambia, ello quiere decir que se mantiene el equilibrio macroeconómico con una tasa de interés igual
y las mismas cantidades de ahorro e inversión de equilibrio.

El aumento en el gasto público no modifica la demanda agregada, sino que solo cambia su composición, ya que
reduce el consumo privado, debido al aumento en los impuestos, lo que será en la misma proporción en que aumentó
el gasto. Por ello, decimos que el gasto público desplaza o expulsa el consumo privado.

Y = DA = ↓ C + I + ↑ G.

Concluimos que la política de presupuesto no afecta el equilibrio macroeconómico, ya que el mayor gasto impulsa la
demanda agregada y el ingreso se contrae por el menor consumo debido a la suba de impuestos que conlleva.
Efectos del gasto público financiado con deuda

Una alternativa a la política fiscal de presupuesto equilibrado es la política de endeudamiento. Esta consiste en
financiar el gasto público emitiendo deuda o, lo que es lo mismo, adquiriendo préstamos.

Por simplicidad, supongamos que todo el gasto del primer período se financia con deuda, es decir, que t1 es cero,
entonces, siguiendo la restricción presupuestaria del gobierno del período 1:

g1 = d.

Bajo el enfoque clásico, se supone que los individuos son racionales y tienen una visión intertemporal que les
permite prever que en el futuro aumentarán los impuestos para pagar la deuda contraída por el Gobierno. El monto de
los impuestos del segundo período debe ser suficiente para pagar el gasto del período más la deuda y sus intereses,
entonces:

t2 = g2 + d (1 + r).

Reemplazando:

t2 = g2 + g1 (1 + r).

Comparando con la política anterior, vemos que, si bien los impuestos actuales son más bajos que en la política de
presupuesto equilibrado, la situación se modifica para el segundo período, donde son más altos; sin embargo, en
términos intertemporales, tendrá la misma restricción.

Recordemos la restricción presupuestaria intertemporal del individuo que incluye el gobierno:


Luego, reemplazamos por los resultados obtenidos:

Operando, nos queda:

Observamos que es la misma restricción que se enfrenta en la política de presupuesto equilibrado (ver ecuación 2).

Efecto sobre el consumo

El consumo del individuo se verá afectado dado que percibe mayores impuestos futuros que reducen su ingreso
disponible de ese momento.
Si sube el gasto del primer período, el individuo aumentará la deuda del Gobierno, con lo cual este sujeto que tiene
visión intertemporal percibirá un aumento de impuestos futuros que le reducirán sus posibilidades de consumo. Si las
preferencias son tales que el individuo quiera gastar lo mismo en ambos períodos, ello implicará que el consumo
óptimo se reducirá en ambos momentos.

En la Figura 3, observamos que la restricción presupuestaria intertemporal se desplaza debido a que el aumento de
los impuestos futuros traslada la dotación de D a D’ por el menor ingreso disponible del período 2. Como el
individuo desea consumir la misma cantidad en ambos períodos, elige un gasto menor.

Figura 3: Efecto sobre el consumo de una política fiscal de endeudamiento

Fuente: Elaboración propia.

En conclusión, al igual que la política de presupuesto equilibrado, un aumento del gasto público financiado con
deuda reduce el consumo de ambos períodos.
Efecto sobre el ahorro

Sabiendo que el ahorro privado era igual a:

sp = y1 - t1 - c1.

Como suponemos que no se cobran impuestos futuros t1 = 0:

sp = y1 - c1.

Si comparamos con el resultado de la política anterior (ver ecuación 3), podemos inferir que el ahorro privado es
mayor bajo la política de endeudamiento que bajo la política de presupuesto equilibrado.

El ahorro público será negativo, ya que se trata de una política de endeudamiento y será igual a:

Sg = t1 - g1 = 0 - g1 = - g1.

El ahorro agregado (por habitante) será la suma del ahorro privado más el ahorro público:

sA = sg + sp.

Reemplazamos por sus equivalentes:

sA = y1 - c1 - g1.

Nuevamente, obtenemos un idéntico resultado que con la política de presupuesto equilibrado, solo se diferencian en
que el ahorro privado será mayor, mientras que el ahorro público será menor. Esto sugiere que el individuo, al tener
una visión intertemporal, ahorrará lo suficiente para hacer frente a los impuestos futuros que generará la deuda del
Gobierno. Entonces, ante un aumento del gasto público, si bien el ahorro privado aumentará, el ahorro público
disminuirá, dejando inalterado el ahorro agregado.

Continuemos con el ejemplo del apartado “Financiamiento del gasto público y restricción presupuestaria
intertemporal del Gobierno” de esta lectura, en el cual planteamos que un individuo tenía un ingreso presente de
2800 y un ingreso futuro de 2500. Además, enfrentaba una tasa de interés del 10 % y prefería consumir lo mismo en
ambos períodos. Pero ahora lo vamos a diferenciar en que el Gobierno gasta por habitante 300 unidades del bien
numerario en cada período, pero en el primer período cobra impuestos por 200.

Para encontrar el consumo óptimo, es necesario saber los impuestos futuros que enfrentará este individuo. Dado que
el Gobierno cobra impuestos por 200 y gasta por 300, tiene una deuda por 100. Es decir, este resultado surge de la
restricción del Estado del primer período:

g1 = t1 + d.

300 = 200 + d.

d = 100.

El individuo, como tiene una visión intertemporal, reconoce que el Estado subirá los impuestos en el segundo
período, ya que deberá pagar la deuda y sus intereses, entonces reconoce que los impuestos del segundo período son
los de la restricción del Gobierno del período 2:

t2 = g2 + d (1 + r).

t2 = 300 + 100 (1 + 0,1).

t2 = 410.

Entonces, la restricción intertemporal del individuo vendrá dada por:


Observamos que es el mismo resultado que el del presupuesto equilibrado; si incluimos las preferencias y
despejamos:

Se obtiene un consumo óptimo igual que con la política de presupuesto equilibrado.

El ahorro privado será:

sp = y1 –t1 – c1 = 2800 – 200 – 2357,14 = 242,86.

Este valor es superior a la política de presupuesto equilibrado, mientras que el ahorro público será menor:

sg = t1 –g1 = 200 – 300 = -100.

Por su parte, el ahorro agregado será el mismo que con la política anterior:

sA = sp + sg = 242,86 + (-100) = 142,86.


Efectos macroeconómicos

Al igual que la política de presupuesto equilibrado, el ahorro agregado no se modificará. Al no cambiar, no varían la
tasa de interés ni las cantidades de ahorro e inversión de equilibrio.

Nuevamente, el aumento en el gasto público no modifica la demanda agregada, solo altera su composición,
produciéndose el efecto expulsión o desplazamiento sobre el consumo privado.

Y = DA = ↓ C + I + ↑ G.

Concluimos que la política de endeudamiento no tiene efectos macroeconómicos, ya que, si bien el ahorro privado
sube, se reduce el ahorro público, y no se modifica el ahorro agregado. Dado que la inversión no cambia, tampoco lo
hace el equilibrio.

Teorema de la equivalencia ricardiana. Condiciones para su cumplimiento

El economista David Ricardo (1772-1823) formuló el teorema que luego se conocería como equivalencia ricardiana,
que consiste en comparar las políticas fiscales de presupuesto equilibrado con la de endeudamiento y concluir que
ambas son equivalentes, en el sentido de que ninguna afectará el equilibrio macroeconómico, tal como lo
demostramos en las secciones anteriores (Dornubush y Fischer, 2004)

El fundamento de la teoría se basa en que los individuos tienen una visión intertemporal, es decir, no presentan una
ilusión fiscal: conocen o intuyen que, si el Gobierno despilfarra recursos en un momento del tiempo, percibirán un
ajuste futuro mediante la suba de impuestos. Por tal motivo, los individuos no modificarán sus patrones de consumo
cuando se endeude el Gobierno, ya que ahorrarán lo suficiente para afrontar los mayores impuestos futuros.

La equivalencia ricardiana parece un resultado interesante cuando se considera que el gasto público no posee ninguna
utilidad para la sociedad. Sin embargo, no todo el gasto público es improductivo; es de gran utilidad, ya que puede
destinarse a educación, defensa, seguridad, justicia, entre otros.
Otra limitación que presenta este teorema es que el horizonte temporal de vida de una persona es distinto al horizonte
temporal de vida de un Gobierno, entonces el ajuste que tenga realizar el Estado pueda recaer no en las personas
vivas hoy, sino en sus descendientes. Es usual que los Gobiernos, al reestructurar sus deudas, no aumenten los
impuestos debido al costo político que puede implicar esa medida, con lo cual el ajuste puede que lleve unos cuantos
años en aparecer.
LECCIÓN 3 de 4

Video conceptual

Política fiscal
Tenga en cuenta que este video se recuperará en la siguiente lectura, ya que en él se desarrollan las dos visiones que
tiene la política fiscal.

Para esta primera parte haga foco analizando el video desde el inicio hasta el minuto 3:35 exactamente.

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LECCIÓN 4 de 4

Referencias

Delajara, M. (2001). Notas de macroeconomía. Universidad Siglo XXI. Córdoba, AR. Recuperado de
http://www.uesiglo21.edu.ar/site/departamentos/departamentos/economia/Dep
artamento_de_Economia_Economia_1.htm

Dornbusch, R.; Fischer, S. y Begg, D. (2005) Economía. Mc Graw- Hill. Recuperado de https://bit.ly/2WcOG6H

Startz, R. (2004). Macroeconomía (9.a ed.). Madrid, ES: McGraw Hill. Recuperado de
http://www.tusapuntes.net/admin/uploads/Licenciaturaeneconoma/Tercerao/M
acroeconoma1/Macro,%20Dornbusch.pdf

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