Está en la página 1de 75

APRENDIZAJE, CRIANZA Y

EDUCACIÓN

Dra. Elisenda Torralba Novella


Psicóloga especializada en Clínica
Infantojuvenil y PNL
TP:173443
Email: elisendat40@Gmail.com
TEMA 1

¿QUÉ ES APRENDIZAJE, CRIANZA Y EDUCACIÓN?

Aprender, Criar y Educar


APRENDIZAJE
Se denomina aprendizaje al
proceso de adquisición de
conocimientos, habilidades,
valores y actitudes,
posibilitado mediante el
estudio, la enseñanza o la
experiencia.
Dicho proceso puede ser entendido a
partir de diversas posturas, lo que implica
que existen diferentes teorías vinculadas
al hecho de aprender.

La psicología conductista, por ejemplo,


describe el aprendizaje de acuerdo a los
cambios que pueden observarse en la
conducta de un sujeto.
• (En el apartado de material complementario hay material sobre las
diferentes teorías del aprendizaje para aquellas personas que quieran
ampliar conocimientos.)
El proceso fundamental en el aprendizaje es
la imitación (la repetición de un proceso observado,
que implica tiempo, espacio, habilidades y otros
recursos). De esta forma, los niños aprenden las tareas
básicas necesarias para subsistir y desarrollarse en una
comunidad.
El aprendizaje humano se define como el cambio de la conducta
de una persona a partir del resultado de la experiencia. Este
cambio es conseguido tras el establecimiento de una asociación
entre un estímulo y su correspondiente respuesta.

La capacidad no es exclusiva de la especie humana, aunque en


el ser humano el aprendizaje se constituyó como un factor que
supera a la habilidad común de las ramas de la evolución más
similares..
Gracias al desarrollo del aprendizaje, los humanos han logrado
alcanzar una cierta independencia de su entorno ecológico y hasta
pueden cambiarlo de acuerdo a sus necesidades .

Aprender es adquirir, analizar y comprender la información del


exterior y aplicarla a la propia existencia. Al aprender los individuos
debemos olvidar los preconceptos y adquirir una nueva conducta.
El aprendizaje nos obliga a cambiar el
comportamiento y reflejar los nuevos conocimientos
en las experiencias presentes y futuras. Para
aprender se necesitan tres actos
imprescindibles: observar, estudiar y practicar.
El proceso de aprendizaje.
Abarca todo lo relacionado con la recepción y la asimilación de los saberes transmitidos.

El proceso de aprendizaje es individual, aunque se lleva a cabo en un entorno social


determinado.

Para el desarrollo de este proceso, el individuo pone en marcha diversos mecanismos


cognitivos que le permiten interiorizar la nueva información que se le está ofreciendo y así
convertirla en conocimientos útiles.
Esto quiere decir que cada persona desarrollará un proceso de
aprendizaje diferente de acuerdo a su capacidad cognitiva.
Esto no implica que la posibilidad de aprendizaje ya esté
determinada de nacimiento:
desde cuestiones físicas como la alimentación hasta asuntos
psicológicos como la estimulación, existen numerosos factores que
inciden en la capacidad de aprendizaje de un sujeto.
Para que el proceso de aprendizaje sea exitoso, no alcanza con que la
persona en el rol de estudiante memorice aquello que se le enseña. Tras
tomar conocimiento de la información, debe comprenderla, analizarla y
juzgarla para estar en condiciones de aplicar los datos.

Si el proceso es exitoso, el individuo habrá adquirido conocimientos y


valores que pueden incluso modificar su conducta.

Es importante resaltar que no existe un único proceso de aprendizaje. A


lo largo de la vida, todos vamos desarrollando diferentes procesos de
aprendizaje:
en la escuela,
en la universidad,
en el trabajo,
en la casa familiar,
etc.
EDUCACIÓN
¿Qué es Educar?...

Se conoce con el término educar la


actividad que consiste en transmitir
determinados conocimientos y patrones
de comportamiento con el fin de
garantizar la continuidad de la cultura
de la sociedad.
La palabra educar es de origen
latín ducere que significa “guiar o conducir”
en el conocimiento.
Educar consiste en enseñar a temprana edad
valores, conocimientos, costumbres y formas
de actuar, que permiten a un individuo vivir en
sociedad.
También, educar consiste en estimular,
desenvolver y orientar aptitudes del individuo,
de acuerdo con las ideas de una sociedad
determinada.
Educar y formar
La gran mayoría de las veces, se usan indistintamente los términos
formar y educar pero ambos poseen una diferencia.

Formar, es proviene del latín “formare”, y significa dedicarse a crear


habilidades o virtudes que no poseía el individuo.

En cambio, educar es guiar u orientar a un individuo para desarrollar


facultades intelectuales y morales.

Un buen maestro es un buen educador y formador.

Es un buen educador cuando transmite al individuo conocimientos o


valores, y es un buen formador cuando logra modelar a una persona
en determinadas habilidades tanto de su campo profesional como
LA EDUCACIÓN
Es la formación práctica y metodológica que se le da a una persona
en vías de desarrollo y crecimiento.
Es un proceso mediante el cual al individuo se le suministran
herramientas y conocimientos esenciales para ponerlos en práctica
en la vida cotidiana.

La educación se lleva a cabo principalmente en los hogares, luego


en las escuelas, las universidades, entre otras instituciones.
Asimismo, las instituciones deben de contar con un plan de estudios
en el cual contemple la orientación del individuo a su desarrollo e
integración plena en la sociedad.
Educación en la Constitución
La educación es un derecho fundamental para promover la libertad y la
autonomía personal.
Por ello, la Constitución de cada país y los instrumentos normativos de las
instituciones internacionales como la Unesco y las Naciones Unidas, estipulan
como obligación del Estado, promover la educación y garantizar el goce de la
misma sin discriminación ni exclusión.
CRIANZA
La crianza es el acto y la consecuencia de criar:
Cuidar, alimentar, orientar, proteger, acunar, acompañar, educar,
dirigir….. blindar a bebés, niños/as en la aventura de la vida a
partir del amor manifiesto en contacto afectivo, físico, verbal y
empático.
El concepto suele aplicarse a la tarea desarrollada por los padres
o tutores de un niño durante los primeros años de vida.
La crianza de los niños implica brindarles el soporte material y
afectivo adecuado para que puedan desarrollar plenamente
sus capacidades. Los chicos necesitan un acompañamiento
por parte de los adultos para subsistir en la infancia y llegar a la
madurez de forma saludable y plena.
TEMA 2

LOS ESTILOS DE CRIANZA Y SU INFLUENCIA EN


EL COMPORTAMIENTO DE LOS HIJOS

Los padres tienen una gran influencia en el comportamiento de


los hijos e hijas.
Los estilos de crianza que llevemos a cabo con nuestros hijos
van a influenciar de modo determinante en su desarrollo.
Es importante prestar atención a nuestro estilo de crianza y
fomentar estilos de crianza positivos que contribuyan a un
desarrollo sano.
Los estilos de crianza negativos pueden tener consecuencias
negativas en el desarrollo de los niños y niñas.
¿Qué Son Los Estilos De Crianza?...

El doctor John Gottman define los estilos de crianza como "la


manera que tienen los progenitores de reaccionar y responder a
las emociones de los niños y niñas".
El estilo de crianza es un patrón de actuación que, como
progenitores llevamos a cabo, y recoge un conjunto de
emociones, pensamientos, conductas y actitudes que los padres
y madres desarrollamos en torno a la crianza de los hijos e hijas.
Nuestro estilo de crianza está inmerso en un proceso de
interacción social y cómo tal va a interferir directamente en la
otra persona.
¿Por Qué Son Importantes Los Estilos
De Crianza Para Las Familias?...

Los estilos de crianza son muy importantes, porque la forma en


que los padres interactúan con los hijos e hijas, va a ser la base
de su desarrollo social y emocional, y por lo tanto de su
bienestar actual y futuro.
Los estilos de crianza van a hacer que el niño o niña se sienta de
una determinada manera consigo mismo y con los demás, lo
cual es fundamental para su desarrollo y también va a
determinar las futuras interacciones sociales y relaciones
afectivas.
¿Cuáles Son Los Diferentes Estilos De
Crianza?...
Los diferentes estilos de crianza se caracterizan por dos factores
principales:
1. Sensibilidad e interés. Hace referencia a la sensibilidad que
muestran los padres y madres con las emociones de sus hijos e
hijas, a la capacidad de entender emocionalmente a nuestros
niños y niñas y dar respuesta a sus necesidades.
Más que nuestra sensibilidad e interés lo fundamental es cómo
percibe el niñ@ la sensibilidad y el interés.
2. Exigencia y firmeza. El otro factor determinante para definir los
estilos de crianza es el nivel de exigencia y de firmeza de los
padres con respecto a sus hij@s, y al igual que ocurre con el factor
anterior, como el niñ@ percibe dicha exigencia.
Los Estilos De Crianza
Estilo autoritario.
El nivel de exigencia y firmeza es muy elevado y en cambio la
sensibilidad y el interés percibidos no siempre son positivos. Es un
estilo en el que no se deja al niño o niña desarrollar su autonomía y
en el que a veces se le exige demasiado.
Estilo permisivo.
El estilo permisivo está en el extremo contrario en cuanto a
exigencia y firmeza. Los niveles de exigencia y firmeza son nulos o
inexistentes. El niño/a necesita reglas para saber qué es lo que se
espera de él o ella. Suelen percibir un nivel adecuado de
sensibilidad e interés.
Estilo negligente.
Es un estilo en el que los progenitores no se ocupan de sus hijos. Los
niveles de exigencia son bajos y también la sensibilidad.
Estilo democrático.
El estilo democrático, define la actitud que encuentra el término
medio entre la exigencia y la sensibilidad.
Estilos De Crianza Que Afectan A Los
Hijos De Manera Negativa
-Estilo autoritario. La exigencia es demasiado elevada. El niño o
niña se siente presionado y no percibe sensibilidad. Puede afectar
a su autoestima, y al desarrollo de su autonomía. Un estilo
autoritario puede convertir a los hijos en personas dependiente e
inseguras.
-Estilo permisivo. La ausencia de exigencias también es
contraproducente para su desarrollo. El niño o niña crece sin
aprender a tolerar la frustración, pensando que está en el centro
de todo, no aceptará críticas y tendrá dificultades para
relacionarse de manera sana y en equilibrio.
- Estilo negligente. Es el estilo más negativo de todos, ya que puede
desarrollarse las consecuencias negativas de los estilos anteriores.
Un Estilo De Crianza Positivo: El Estilo Democrático

El estilo de crianza positivo pasa por atender las necesidades


emocionales de los niños y niñas y al mismo tiempo emplea una
disciplina positiva.
Es un estilo que consiste en consensuar de modo democrático las
decisiones y las normas para dejar que los niñ@s desarrollen su
autonomía y su confianza. No siempre es fácil llevar a cabo un
estilo de crianza positivo, el truco esta en buscar el equilibrio.
TEMA 3

CAMBIOS SOCIALES Y PRÁCTICAS DE


CRIANZA EN LA FAMILIA COLOMBIANA
 Factores como la consolidación de la economía de
mercado, el alto desarrollo científico-tecnológico, la
globalización y el dominio de los medios de comunicación, y
la relativa facilidad de acceso a la información, contribuyen
de manera decisiva a la configuración de nuevas estructuras
sociales y afectan directamente la organización de las
relaciones interpersonales.

Para citar: Aguirre, E. (2000). Cambios sociales y prácticas de crianza en la familia


colombiana.
 En el caso colombiano, los profundos cambios que ha vivido la sociedad,
principalmente en los últimos treinta años del siglo veinte, gracias a factores
como:
1) La modernización de las estructuras sociales y económicas,
2) El desmonte del frente nacional, que en la práctica se traduce en
la desorganización de los partidos tradicionales y la aparición de
nuevos actores políticos,
3) La mayor cobertura alcanzada por el sistema educativo y
4) El desplazamiento hacia las principales ciudades de grandes masas
de la población, por efecto de la violencia y el desempleo.
Esta transformación y los cambios que en general vive el mundo
moderno, afectan necesariamente los diferentes aspectos de la
vida social del país, produciendo la aparición de nuevos
fenómenos sociales, como por ejemplo:
• Los cambios en la conformación de la identidad personal y
social de la población colombiana;
• La reproducción de la violencia en sus distintas
manifestaciones;
• Los ajustes en la familia y en el papel jugado por la mujer;
• O la modificación de los patrones de socialización.
Para comprender el importante papel que juega el rol asumido por los
individuos en la socialización y en especial en las prácticas de crianza, es
necesario resaltar dos aspectos.

En primer lugar, la socialización es un proceso interactivo, quiere decir que


existe influencia mutua entre las personas involucradas en el proceso de
socialización, donde cada uno de los miembros de la relación encarna el
todo social al cual pertenece.
Los individuos no asumen en forma pasiva las exigencias sociales sino que
participan activamente en el proceso, aportando de manera efectiva no sólo
a su propia socialización, sino también a la reconstrucción del sistema social
donde viven y actúan.
Desde esta perspectiva, las prácticas de crianza no pueden ser entendidas
sólo como acciones unilaterales ejercidas por el adulto sobre el niño, sino que
también es necesario reconocer en esta relación que los niños son capaces
de condicionar, en algún grado, los alcances de esta relación.
Como sostiene H. R. Schaffer
En segundo lugar, la socialización es un proceso a través del cual se desarrolla la identidad
personal y social del individuo, que le dará a la persona un sello distintivo, constituyéndose
en el registro de toda la experiencia vivida por el individuo a lo largo de toda su existencia, y
que se refleja en su personalidad y en las relaciones que establece con otras personas.

Esta identidad se va conformando primero en la relación entablada con los adultos a través
de las prácticas de crianza y posteriormente alcanza una sedimentación en la vida adulta.

En la construcción de la identidad personal, cada individuo va configurándose como


persona.
La imagen tradicionalmente ofrecida para explicar el proceso
educativo como un escultor labrando una estatua es muy
engañosa.

No es que exista primero el individuo por


un lado y la sociedad por otro, como dos
realidades acabadas e independientes
(imperfecto el individuo, perfecta la
sociedad).
La persona se va configurando, va llegando a ser, en su desarrollo
enfrente a la sociedad, como afirmación de su particular
individualidad.(Matín-Baró. 1985, p. 115)

En la socialización la manera como se facilita el desarrollo de la


identidad social es mediante el modelamiento de formas de
acción, que responden a las condiciones del medio socio-cultural
en el que se encuentra sumergido el individuo.
Teniendo en cuenta los dos aspectos antes resaltados, es necesario
comprender la socialización como un proceso interactivo, que por medio de
la negociación con el otro se va dando de manera progresiva la
incorporación de los individuos a la estructura y dinámica social del grupo
primario de referencia y a la sociedad en su conjunto.
En este proceso de socialización tienen un papel importante las prácticas
de crianza, las cuales se deben entender como acciones que realizan los
adultos, en especial los padres de familia, encaminadas a orientar el
desarrollo de los niños.

Aunque difieren en la forma como se expresan y en los contenidos que


transmiten, en todos los grupos humanos la finalidad última es la misma:

“Asegurar a los niños la supervivencia y su integración a la vida social”.


A través de las prácticas de crianza los padres pueden comunicar a
los niños las diferentes exigencias que recaen sobre las actividades
cotidianas de los niños, teniendo que aceptar cierta resistencia de
parte de ellos, dado que estos tienen cada vez más la oportunidad
de expresar sus deseos y necesidades en forma abierta.
Las prácticas de crianza son, entonces, un medio de control de
las acciones infantiles, destinadas a orientar el comportamiento
del niño, logrando con esto la inhibición de algunas tendencias y
la estimulación de otras.
En este sentido, las prácticas de crianza se constituyen en el medio particular a
través del cual la sociedad facilita la incorporación de los nuevos miembros,
transmitiéndoles los valores y las formas de pensar y de actuar que posee el
grupo de referencia
En esta interpretación de las prácticas de crianza, resaltan tres componentes
fundamentales e inseparables de las acciones relacionadas con el cuidado
de los niños:

“La práctica propiamente dicha, la pauta y la creencia”

 La práctica es lo que efectivamente hacen los adultos encargados de ver


a los niños. Son acciones que se orientan a garantizar la supervivencia del
infante, a favorecer su crecimiento y desarrollo psicosocial, y el
aprendizaje de conocimientos que permitan al niño reconocer e
interpretar el entorno que lo rodea.
 La pauta se relaciona con el ¿qué se debe hacer?...
Es lo esperado en la orientación de las acciones de los niños.
En la pauta, las determinaciones culturales propias del grupo de
referencia se expresan como un canon para el actuar y por
tanto se trata de una condición restrictiva y poco flexible, lo que
no quiere decir, que no se modifique en el transcurso del tiempo.
 Las creencias se relacionan con las explicaciones que dan los padres
sobre el modo como orientan el comportamiento de los niños. Son certezas
compartidas por los miembros del grupo y de acuerdo con Myers (1994), se
trata de explicaciones “... de por qué las pautas y prácticas son como son
o como deberían ser”. Estas creencias permiten a los padres justificar su
forma de proceder, que se legitima en el conjunto de creencias de la
sociedad
En relación con estos componentes de las prácticas de crianza, los
diferentes estudios realizados en Latinoamérica, en particular en
Colombia, muestran que si bien es cierto que el cuidado de los niños
es una labor que en la práctica todavía, en la mayoría de la
población, corresponde a las madres, también es cierto que en lo
referente a la pauta se perciben cambios importantes, dado que los
padres consideran que la responsabilidad del cuidado y el bienestar
de los hijos es de ambos.
Una práctica de crianza más generalizada, que responde a una nueva pauta,
se refiere a las acciones de los padres de familia que propician el empleo del
tiempo libre de sus hijos como tiempo de ocio, en el sentido de que no se les
exigen tareas distintas a las propias de la vida infantil, como por ejemplo el
juego.

Esto muestra un importante cambio en las relaciones entre adultos y niños, y


apunta que en el proceso de socialización se exprese la negociación de
tiempos y espacios propiamente infantiles. Bajo estas nuevas condiciones los
niños pueden influir de una manera más explícita sobre las prácticas de crianza
de los padres.
En el pasado… ¿Cómo era antes, para nuestros padres?...
Este cambio es el resultado de la divulgación e incorporación de las teorías
psicológicas sobre la importancia que tiene el juego en el desarrollo del niño y de la
modificación en la representación social del niño, el cual ya no se la considera como
un adulto en pequeño, sino que se le reconoce como un individuo que posee
características propias y diferentes a las del adulto.
Todo esto ha repercutido en la concepción que tienen los padres de familia sobre el
tiempo libre, quienes consideran que es un ámbito de socialización en el que los niños
aprenden a utilizar herramientas sociales y a dominarlas para su empleo futuro.
También ha permitido que valoren este tiempo como un espacio apropiado para que
sus hijos construyan nuevos conocimiento sobre la realidad y valores éticos para la
convivencia ciudadana. De esta manera, hoy en día los niños cuentan con mayores
oportunidades para alcanzar un desarrollo más integral.

Para citar: Aguirre, E. (2000). Cambios sociales y prácticas de crianza en la familia colombiana.
TEMA 4

¿CÓMO PODEMOS SER BUENOS


CRIADORES?...

Por mucho que expliquemos a nuestros hijos que ser amables y ayudar a los
que necesiten es importante, el mensaje que reciben es que la prioridad es
sacar buenas notas y ser feliz.

Según un estudio llevado a cabo por Rick Weissbourd, psicólogo de la


Universidad de Harvard, solo uno de cada cinco niños creen que a sus
padres les preocupa más que sus hijos sean buenas personas que sus logros
académicos o su felicidad personal.
El proyecto Making Caring Common ("Hacer de la solidaridad algo común") ha
realizado una encuesta a 10.000 alumnos de secundaria y bachillerato sobre los
valores que eran más importantes para ellos. El 80% de estos niños consideraron que
los logros personales o la felicidad eran lo más importante.

Aunque padres y educadores aseguran que valoran más la bondad que los logros
personales, los niños no les creen.

La gran mayoría estaba de acuerdo con la frase "a mis padres les enorgullece más
que saque buenas notas que ser un miembro solidario en mi comunidad“

Según Weissbourd, cuando se educa a los niños con estas prioridades, hay un
riesgo más elevado de que se den "comportamientos dañinos, como ser cruel,
irrespetuoso o deshonesto". Según varios estudios, el 50% de los alumnos admiten
haber copiado en un examen y el 75% haber copiado los deberes. Además, vivir
de acorde con este standard provoca estrés y depresión.
A partir del análisis de los resultados del estudio, se ha elaborado una guía con las claves para
educar a nuestros hijos para que sean mejores personas.

1. Haz que preocuparte por los demás sea una prioridad.

Los niños necesitan aprender el equilibrio entre su felicidad y la de los demás. Necesitan oírte
decir que ayudar a los demás y ser buenos es la prioridad número uno.
Una parte clave para conseguir que interioricen esto es someterles a unas importantes
expectativas éticas, como cumplir con lo prometido, aunque les haga infelices. No te
preocupes, no lo serán por mucho tiempo. A la larga esto les ayudará en sus relaciones con
los demás y, por lo tanto, a alcanzar una felicidad plena.
Para ayudarles a reorganizar sus prioridades prueba esto:
• Cambia:
"lo más importante es que seas feliz“ por "que seas bueno".

• Asegúrate de que se dirija a los demás con respeto.

• Cuando interactúes con otros adultos en su vida, enfatiza lo importante que es la


amabilidad.
Por ejemplo, pregunta a sus profesores si ayuda a los demás en clase.
2. Facilita que tus hijos practiquen la amabilidad y gratitud. Varios
estudios muestran que las personas que habitualmente expresan su
gratitud suelen estar más dispuestos a ayudar y son más generosos,
compasivos e indulgentes; y también ¡más sanos y felices! Como
en todos los hábitos buenos, lo importante es la repetición.
3. Enseña a tus hijos a tener perspectiva.
La mayoría de los niños se preocupa por sus familiares y amigos. El objetivo sin
embargo, es que nuestro hijo aprenda a preocuparse por alguien de fuera de su
círculo, como un niño nuevo en clase, el conserje del colegio o incluso alguien que
viva en otro país. Es importante que los niños aprendan la perspectiva de las
personas con las que conviven y la de los más necesitados.
4. Sé un ejemplo de moralidad.
Los niños aprenden valores observando cómo actúan las personas que les rodean.
Necesitamos practicar la honestidad, justicia y caridad para que nuestros hijos
puedan aprenderlo de nosotros. Para que aprendan cómo queremos que se porten
con los demás, prueba esto:
- Intenta hacer voluntariado una vez al mes y, si es posible, que te acompañe tu hijo.
- Plantéale a tu hijo un dilema ético como "¿Debería invitar a mi vecino a mi
cumpleaños si a mi mejor amigo no le cae bien?". Enséñale como lo solucionarías tú,
guiándote por los buenos valores que le estás enseñando.
5. Ayúdales a manejar sentimientos negativos o destructivos. A veces, aunque
nuestros hijos quieran ayudar a los demás, un enfado, la vergüenza o la envidia
pueden ponerse en su camino.
Necesitamos enseñarles a manejar estos sentimientos negativos para que no les
impidan preocuparse por los demás.
Prueba esto:
- Pídele a tu hijo que pare un momento y respire hondo. Que inspire por la nariz,
expire por la boca y que cuente hasta cinco. Enséñaselo cuando esté tranquilo.
Cuando se enfade o esté disgustado, ponedlo en práctica.
A la larga, lo hará de forma automática y podrá expresar así su frustración sin dejar
que afecte a su comportamiento

Levante , 10 de febrero de 2016


Video sobre estilos de criança
https://youtu.be/s2_xdCzYIv4
Crianza y apego
https://youtu.be/YPYir6zH0wg

Video sobre la influencia de la familia en el cambio social


https://youtu.be/4OxpCkv4iIk

Familia y escuela: su impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje"


https://youtu.be/NHRbzCqH-Ao

Cómo educar para que le pasen cosas buenas a tus hijos, por Marian Rojas Estapé.
https://youtu.be/Pmxn6Vj3_PI
Individuo y sociedad
https://youtu.be/b9m6qcrQPew
Derecho a la educación UNESCO
https://youtu.be/2KEZc4oIB9s
Derecho a la educación en Colombia
https://youtu.be/qGvtK9xq6Yo

También podría gustarte