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Resistencia de

Materiales

Amigo, L. (2019). Resistencia de Materiales [apunte].


Chile; UNAB.
Resistencia de Materiales

Evolución de la Mecánica
En cursos anteriores se ha ido construyendo el conocimiento a partir del análisis
del comportamiento de la partícula para luego pasar al cuerpo rígido.

En el primer modelo, los cuerpos se consideran como un punto, solo se trasladan


y sobre estos solo se aplican fuerzas tales, que las ecuaciones de equilibrio se
pueden escribir como:

� 𝐹𝐹� = 0

Cuando asumimos que el cuerpo tiene una geometría (2D o 3D), y además que
no se deforma, pasamos al modelo de cuerpo rígido, más cercano a la realidad
del comportamiento de los cuerpos. Ahora, el cuerpo no solo es capaz de
trasladarse debido a las fuerzas, además, aparecen los momentos, los cuales
generan rotación del cuerpo. Las ecuaciones de equilibrio en estática son:

� 𝐹𝐹� = 0

�=0
� 𝑀𝑀

Sin embargo, este modelo está lejos de lo que ocurre en la realidad, y es que
los cuerpos al ser sometidos por una fuerza se deforman. Asimismo, las
propiedades mecánicas dependen del material del que está hecho el cuerpo y de
su geometría, y estas pueden variar según la temperatura. Así surge el modelo
de Mecánica de Cuerpos Sólidos.

Figura 1
Áreas de la mecánica

Mecánica de cuerpo
rígido 1
Mecánica de
partícula

Mecánica de Cuerpos Sólidos

1
Mecánica de Sólidos
Supongamos que un cuerpo está sometido a fuerzas y momentos externos
(Figura 2a). Si este cuerpo está en equilibrio, necesariamente todas sus partes
deben estar en equilibrio. Es decir, si lo cortamos por la mitad también debe
estar en equilibrio. Para que esto suceda, necesariamente, deben existir
internamente fuerzas que generen el equilibrio con las fuerzas externas (Figura
2b). Este conjunto de fuerzas internas se puede representar como 1 Fuerza
resultante (FR) y un Momento resultante (MRO) (Figura 2c).

Estas fuerzas y momentos resultantes, en 3 dimensiones, se pueden


descomponer en (Figura 2d):

• Fuerza de Corte
• Fuerza Normal
• Momento Torsor
• Momento Flector

Figura 2

Fuente: Hibbeler, R. (2011). Mecánica de Materiales. 8ª Edición. México; Pearson Educación.


(Pág. 7)

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(a) Cuerpo en equilibrio sometido a Fuerzas externas.
(b) Fuerzas internas.
(c) Resultante de fuerzas y momentos internos.

Ahora bien, es ilógico pensar que existe una sola fuerza interna
(1 vector aplicado en 1 punto). Lo que existe realmente es una distribución de
fuerzas internas. Esto se conoce como Esfuerzos, los cuales se miden en
Pascales (Pa) y se representan con la letra σ.
Internamente, solo hay 2 tipos de esfuerzos: esfuerzo normal (σ) y el esfuerzo
de corte (τ). Por tanto, las fuerzas de corte y normal, así como los momentos de
flexión y torsor producen o esfuerzos de corte o esfuerzos normales.

Fuerza Normal (P):

La Fuerza Normal es perpendicular al área de aplicación, puede ser de tracción


o compresión. Esta fuerza produce un esfuerzo normal σ, y su distribución es
como se muestra en la figura 3:

Figura 3
Distribución de esfuerzos normales

Fuente: Hibbeler, R. (2011). Mecánica de Materiales. 8ª Edición. México; Pearson Educación.


(Pág. 26)

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Fuerza de Corte (V):

Se llama así porque produce un efecto de cortar el cuerpo. Las fuerzas son
paralelas al área y producen un esfuerzo de corte o esfuerzo tangencial al área
(τ). La distribución de este esfuerzo no es uniforme, es cero en los bordes y
máxima en el centro del área, como se aprecia en la figura 4.

Figura 4
Distribución de esfuerzos de corte

Fuente: Hibbeler, R. (2011). Mecánica de Materiales. 8ª Edición. México; Pearson Educación.


(Pág. 401)

Momento Flector (M):

El Momento flector se llama así porque produce una flexión sobre el cuerpo,
como cuando tomamos una regla y la flexionamos. Supongamos la viga de la
figura 5, la cual está sometida a una carga que genera internamente un
momento flector, produciendo la flexión observada.

Figura 5
Flexión de una viga sometida a una carga

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Si estudiamos la deformación que se produce en la viga, es posible concluir que
sobre una cara el cuerpo se está comprimiendo, mientras que por la otra cara el
cuerpo se tracciona. Esta simple observación nos permite inferir que debe existir
una superficie interna donde el cuerpo no se está deformando. Esta zona se
llama línea neutra y permite construir la distribución de esfuerzos de la figura 6.

Figura 6
Distribución de esfuerzos normales debido a momento flector (M)

Fuente: Hibbeler, R. (2011). Mecánica de Materiales. 8ª Edición. México; Pearson Educación.


(Pág. 353)

Momento Torsor (T):

Como su nombre lo indica, este momento torsiona el cuerpo a lo largo de su eje


longitudinal.

Del punto de vista de la deformación, la torsión genera que el punto A se


desplace hasta la posición A’, como se aprecia en la figura 7. Esto genera que,
en la cara, exista una deformación máxima en el perímetro, mientras que en el
centro O, la deformación es cero.

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Figura 7
Torsión de una barra

Ahora, analizando los esfuerzos que producirían esta deformación, se puede


inferir que la distribución no es uniforme, que además se produce un esfuerzo
cortante y que es máximo en el borde y cero en el centro (figura 8).

Figura 8
Distribución de esfuerzos debido a momento torsor (T)

Fuente: Hibbeler, R. (2011). Mecánica de Materiales. 8ª Edición. México; Pearson Educación.


(Pág. 250)

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Deformaciones
Los esfuerzos generan deformaciones. Las deformaciones son cambios en la
longitud y la forma de un cuerpo. Los esfuerzos normales generan cambios en
tamaño, mientras que los esfuerzos de corte generan cambios en la forma.

Sin embargo, no solo son producidas por esfuerzos internos, sino también por
cambios en la temperatura del cuerpo. Las deformaciones por temperatura solo
producen cambios de tamaño.

Ley de Hooke
Se puede apreciar que debe existir una ley que permita relacionar los esfuerzos
con las deformaciones. Esta se conoce como ley de Hooke.

La ley de Hooke se obtiene a partir de un ensayo de tracción, donde se estira


una probeta (figura 9), midiendo el esfuerzo aplicado y la deformación obtenida,
hasta que esta se rompe.

Figura 9
Ensayo de tracción

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A partir de este ensayo se obtiene la curva esfuerzo-deformación (σ-ε), en la
cual se puede apreciar distintos comportamientos del material (figura 10).

Figura 10
Curva de esfuerzo - deformación

Primero, se observa una zona donde la deformación es proporcional al esfuerzo


aplicado. Esta zona se denomina zona elástica. Si se aplica un esfuerzo
determinado, el cuerpo se deforma, y si se deja de aplicar, entonces el cuerpo
se recupera y vuelve a su forma original, es decir, no hubo deformación
permanente.

Luego está la zona plástica, donde si se deja de aplicar esfuerzos, entonces el


cuerpo se recupera, pero no en su forma original, es decir, queda con una
deformación permanente.

Además, se identifican otros puntos interesantes, como es el esfuerzo de fluencia


(límite de comportamiento elástico), el esfuerzo máximo que puede soportar un
cuerpo y el esfuerzo de ruptura, que es el esfuerzo final donde se produce la
fractura del material.

La zona elástica es el rango donde se diseñan la mayoría de las maquinarias,


objetos y mecanismos. Esto, porque a los Ingenieros nos interesa que el cuerpo
no tenga deformaciones permanentes bajo esfuerzos determinados. Además,
hay una relación proporcional entre esfuerzo y deformación, con lo cual es más
sencillo predecir el comportamiento de los cuerpos.

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Esta relación se traduce en la siguiente ecuación:

𝜎𝜎 = 𝐸𝐸 ∙ 𝜀𝜀

Donde E es el módulo de elasticidad (o módulo de Young), y es una constante


característica de cada material. Mientras mayor es el módulo, el material es más
duro, aunque generalmente es más frágil (poca o sin deformación antes de la
ruptura). Las características mecánicas de los materiales están intrínsecamente
relacionadas con el módulo de elasticidad (figura 11).

Figura 11
Comportamiento de diversos materiales

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