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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Formación Ciudadana y Constitucional

Ejercicio Problematizador

TÍTULO

Derecho a la protesta social

DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

La protesta social es un medio legítimo para la reivindicación de derechos de cualquier índole, que
se encuentra constitucional y legalmente protegido.
El derecho a la protesta social se ha entendido como el conjunto de derechos fundamentales de
asociación o reunión pacifica; libertad de expresión, y huelga y otras garantías relacionadas, en la
ejecución de circunstancias específicas de tiempo, modo y lugar.
Cuando se habla de protesta social, se presenta siempre una dicotomía entre la protección de este
derecho y la necesidad de garantizar la seguridad ciudadana y el orden constitucional, que
eventualmente podrían verse afectados en su ejercicio. En la legislación colombiana el derecho a
la protesta social está plasmado explícitamente en la Constitución en el artículo 37 que dice que
“toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente” y en el artículo 56
que dice que “se garantiza el derecho de huelga”. Además, las sentencias de la Corte
Constitucional 223 de 2017 y 742 de 2012 que contienen parámetros o limitaciones sobre el
derecho a la protesta y la manifestación.

CATEGORÍAS

- Protesta social
- Libertad de expresión
- Derecho de reunión y su regulación por una ley estatutaria
- Accionar de las autoridades de control frente a la protesta social

TESIS PLANTEADA POR LA CORTE CONSTITUCIONAL

La protesta social está regida según unas normativas legales, siendo ejemplo de éstas la
sentencia C-742/2012 Delito de obstrucción de vías públicas, al igual que la sentencia C
-223/2017 que hacen parte de los derechos penales a la protesta social aplicados por la
Corte Constitucional, dichas sentencias son señaladas de ser incumplidas por el estado, lo
que se deriva a una violencia generalizada y, en consecuencia, se pueden vulnerar los
derechos a la vida, integridad física, libertad y seguridad de los ciudadanos que participan en
las manifestaciones pidiendo una reivindicación o cambio en cualquier ámbito.

DESARROLLO ARGUMENTATIVO
En Colombia, la protesta social es un mecanismo de participación ciudadano en el cual se expresa
inconformidades sobre ciertos sucesos o aspectos que desarrollan las entidades gubernamentales
u otros, influenciando muchas veces en la toma de decisiones sobre los distintos sectores
económicos. Actualmente en Colombia hay leyes y sentencias sobre la protesta social y el derecho
de las personas a realizarlas, siendo ejemplo de esta el artículo 37 acompañado del artículo 20 de
la constitución política de Colombia y las sentencias C-223 de 2017 y C-742 de 2012 dictaminadas
por la corte constitucional.

Artículo 37. Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la
ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este
derecho.

Artículo 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y


opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de
comunicación.

La protesta social no está criminalizada en Colombia, pero existen delitos que están dirigidos a
judicializar actos relacionados directamente con el derecho de protesta, bajo el supuesto de su
extralimitación o abuso. La aplicación del derecho a sancionar del Estado, parte del supuesto de la
transgresión de los límites constitucionales a la protesta pacífica.

Los delitos que principalmente pueden aplicarse son: 1) perturbación en servicio de transporte
público, colectivo u oficial (Art.353 Cp.); 2) obstrucción a vías públicas que afecten el orden público
(Art.353ª), y 3) asonada (Art.469). El delito de “obstrucción a vías públicas que afecten el orden
público”, fue adicionado al ordenamiento a través de la Ley de Seguridad Ciudadana, que busca
luchar contra la delincuencia organizada y el terrorismo en todas sus formas. Sin embargo, dentro
de la descripción debe resaltarse el parágrafo que explícitamente excluye como conducta delictiva
a “las movilizaciones realizadas con permiso de la autoridad competente”.

Debido a estos supuestos, la Corte Constitucional evaluó las regulaciones y parámetros de


conducta que tienen las protestas sociales y reiteró en la sentencia C-742 de 2012, que para que
se entienda como cometida la obstrucción a vías públicas que afecten el orden público, no basta
con la simple obstrucción, sino que debe poner en riesgo derechos fundamentales básicos de
terceros. También recalcó que no se requiere de un permiso para ejercer el derecho a la protesta;
se trata más bien de una notificación o deber de información a las autoridades sobre su realización.
El delito de “perturbación en servicio de transporte público, colectivo u oficial” fue modificado por la
Ley 890 de 2004 y la Ley de Seguridad Ciudadana cambiando algunos aspectos relativamente
menores de la redacción del tipo, de los cuales se puede destacar la inclusión de la palabra
“público” como objeto material de la conducta. Esto significa que solo puede ser un medio de
transporte público. Frente a esto, la Corte Constitucional ha señalado que, para que se encuentre
cumplida la conducta, debe tratarse de una perturbación superlativa, es decir, que se trate de
eliminar cualquier posible condición para la circulación y no una simple paralización del tráfico,
caso en el cual no existiría lesión al bien jurídico.

Con respecto a la sentencia C-223 de 2017, la Corte Constitucional ratificó la inexequibilidad


(norma expulsada del ordenamiento jurídico por contrariar la constitución) de varios artículos del
Código Nacional de Policía y Convivencia referentes al derecho de reunión. La Corte al conocer de
la constitucionalidad de los artículos 47, 48, 53, 54 y 55 de la ley 1801 de 2016, relacionados con el
derecho fundamental de reunión y “protesta pública pacífica”, consideró necesario realizar en el
estudio la integración normativa (artículos 47 a 75) que conforman el título, “Del derecho de
reunión”, esto por contradicción que ejercían algunos códigos al derecho de la protesta social.

De esa manera, la Corte concluye que el título por el que la ley 1801 reguló el derecho de reunión,
se adoptó por una ley ordinaria que viola la reserva de ley estatutaria prevista en el literal a) del
artículo 152 de la Constitución Política.

Además, la Corte afirma que los derechos de reunión y manifestación pública pacífica son de
carácter fundamental, conforme lo prevén los artículos 37 de la Constitución y 15 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. Además, porque el derecho de reunión tiene interrelación e
interdependencia con los derechos fundamentales de manifestación pública pacífica, libertad de
expresión y los derechos políticos. Por tales tazones, condiciona la vigencia normativa a la
expedición de una ley estatutaria.

En conclusión, estas normativas permiten que la ciudadanía tenga un poco más de libertad para la
realización de protestas sociales, además que no se cometan injusticias frente a ésta mayormente
por las autoridades de control. Cabe destacar que muchas veces la ciudadanía se sale de control y
trasgrede el significado de protesta social pacifica convirtiéndola en actos violentos, por lo cual, si
debe haber un control de las autoridades de acuerdo a la situación.

POSICIÓN ASUMIDA POR EL EQUIPO: ARGUMENTOS DE SUSTENTACIÓN

El derecho a la manifestación o a la protesta social no se encuentra expresamente reconocido en


los tratados internacionales de derechos humanos. No obstante, se ha entendido que es un
derecho que se desprende de otros derechos consagrados en los tratados, esto es, del derecho de
reunión y de la libertad de expresión, por tal motivo estas medidas de manifestaciones y protestas
sociales se han convertido en las más eficaces para protestar o exigir derechos violados.

Aunque todos tenemos el derecho a la reunión y a la libertad de expresión; este derecho


comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole de forma
pacífica, por tal motivo en cualquier caso de violencia en la realización de estas actividades es
conveniente para el orden público que se impongan sanciones y leyes de acuerdo a la situación sin
exceder el poder.

REFERENCIACIÓN DE UN CASO REAL

A lo largo de los años, en la región de Urabá se han realizado innumerables protestas sociales,
pero una de las más significativas y famosa, y no por el buen comportamiento de la ciudadanía,
fue la protesta sobre la realización de 3 peajes en la zona, entre la salida de Turbo hacia Necoclí y
en la carretera que une Apartadó con Turbo.
Este caso inicio con el mejoramiento de carreteras, los cambios a calzadas dobles y la
construcción de tramos en el corredor del Darién, que abarca Chocó y el Golfo de Urabá. En
septiembre 2015, el Ministerio de Transporte cuadró tarifas y peajes, quedando tres casetas
apenas e el 2017, una bidireccional, Cirilo, entre Turbo y Necoclí; y dos unidireccionales,
Riogrande y Chaparral, entre Apartadó y Turbo.

Ante la alerta de cobro, nació el Comité de Iniciativa Ciudadana de Urabá, integrado por
bananeros, maestros, comerciantes, transportadores, estudiantes, concejales y algunos miembros
de las alcaldías locales. Ellos le empezaron a pedir a la ANI un par de “peajes de frontera” a la
entrada y a la salida del Eje Bananero. Eso, para que las personas de la región que se desplazan
diariamente por esa vía, en su mayoría de estratos 1, 2 y 3, no tuvieran que pagar más por el
tiquete de transporte público, que con el cobro de peajes, subiría de precio. Además, la instalación
de dos peajes como los planteó la ANI dificultaría la movilidad entre los cinco municipios. El Comité
y la ANI instalaron una mesa de diálogo el 8 de febrero donde se pactaron ciertos puntos como el
traspaso de una de las cacetas.
A finales del 2017 debido al incumplimiento de la ANI frente a las condiciones de dialogo y otros
sucesos, el comité decide ejercer su derecho de protesta social pacifica en la cual pedían la
remoción o traspaso de las cacetas ya que estaba afectando la movilidad de la zona. Al inicio todo
fue pacifico pero debido a que la ANI y algunos gobernantes no estaban de acuerdo con esas
condiciones del comité, la ciudadanía afectada decidió realizar protestas violentas dejando
consecuencias como dos peajes incinerados, tres alcaldías atacadas y tres muertos. Actualmente,
las cacetas no están al 100% de su funcionalidad y tienen vigilancia constante, y la población está
en espera de cualquier decisión de la ANI sobre el cobro de peajes o el traslado de estas cacetas.

Como se puede ver en este caso, la ciudadanía en cualquier momento puede ejercer su derecho a
la protesta, pero no se debe pasar el límite como en este caso. Todo se puede resolver por medio
del dialogo.

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS RELACIONADAS (Normas APA)

- BURBANO, C. (2018). ¿Cómo se rige la protesta pacífica en Colombia? El ejercicio y la


garantía de un derecho fundamental.

Recuperado de: http://ideaspaz.org/media/website/FIP_potesta_social_mj.pdf

- GARCIA, H. (2017). Corte pone límites al Código de Policía para proteger derechos de
reunión e inviolabilidad del domicilio.

Recuperado de: https://projusticiaydesarrollo.com/2017/07/04/corte-pone-limites-al-


codigo-de-policia-para-proteger-derechos-de-reunion-e-inviolabilidad-del-
domicilio/#more-5473

- RUIZ, S. (2018). Así se cocinaron los peajes y el paro en Urabá.

Recuperado de https://lasillavacia.com/silla-paisa/asi-se-cocinaron-los-peajes-y-el-
paro-en-uraba-64135

EQUIPO No. 4
RELACIÓN DE INTEGRANTES Y AUTOEVALUACIÓN
APELLIDOS NOMBRES 1 2 3 4 5
Borja David José Eliecer X
Caicedo Gallego María Camila X
Mozo Ramos Pamela X
Perea Patiño Santiago X
Tobón Robledo Diego Alejandro X
OBSERVACIONES

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