A las personas con este diagnóstico les gustaría estar muy cerca de los demás y hacer realidad su potencial intelectual y vocacional, pero temen ser heridas, ser rechazadas y fracasar. Esta estrategia consiste en retirarse o bien en empezar por evitar el compromiso. ☼ Concepción de sí mismo: Se consideran socialmente ineptas e incompetentes en el estudio o el trabajo. ☼ Concepción de los demás: Los ven como potencialmente críticos, desinteresados o despectivos. ☼ Creencias: nuclear: “no soy bueno, no soy digno. No merezco ser amado”. Estas creencias nutren el nivel siguiente de las creencias condicionales: “Si las personas se me acercan, descubrirán mi “verdadero yo” real y me rechazarán; eso sería intolerable”. O bien: “si emprendo algo nuevo y no tengo éxito, eso sería devastador.” El nivel siguiente, que dicta su conducta, consiste en creencias instrumentales o de autoinstrucción, como, por ejemplo: “Lo mejor es mantenerse libre de compromisos arriesgados”, “debo evitar a toda costa las situaciones desagradable”, “si pienso o siente que algo es desagradable, debo tratar de suprimirlo enseguida, distrayéndome o con un remedio rápido”. ☼ Amenazas: Las amenazas principales son ser descubierto como “un fraude”, ser degradado, humillado, rechazado. ☼ Estrategia: La principal estrategia consiste en evitar las situaciones en las que se pueda ser evaluado, por lo cual estos individuos tienden a mantenerse de forma vacilante en los márgenes de los grupos sociales, y evitan atraer la atención. En las situaciones de trabajo tienden a no asumir nuevas responsabilidades y a no hacer nada por progresar, por miedo al fracaso y a la represalia de los otros. ☼ Afecto: El principal afecto es la disforia, una combinación de ansiedad y tristeza, relacionada con la carencia de los placeres que quisieran obtener en sus relaciones personales y de la sensación de dominio que se consigue al lograr los objetivos. Experimentan una ansiedad relacionada con el temor a exponerse en situaciones sociales o de trabajo. Como son introspectivos y controlan continuamente sus sentimientos, tienen una aguda sensibilidad a su propia tristeza o ansiedad. Paradójicamente, a pesar de su excesiva conciencia de los sentimientos penosos, evitan identificarse con pensamientos desagradables. La baja tolerancia a los sentimientos desagradables y la sensibilidad ante el fracaso o el rechazo invaden todas sus acciones. A diferencia de la persona dependiente, que controla su miedo a fracasar apoyándose en otros, el individuo evitativo reduce sus expectativas y se abstiene de todo compromiso que supongo el riesgo de fracaso o rechazo. Trastorno de la personalidad por Dependencia: Se ven a sí mismos desvalidos y, por lo tanto, tratan de unirse a alguna figura más fuerte que les proporcione recursos para la supervivencia y la felicidad. ☼ Concepción de sí mismos: Se perciben como necesitados, débiles, desvalidos e incompetentes. ☼ Concepción de los otros: Ven un modo idealizado al “cuidador” fuerte, que nutre, apoya y es competente. La personalidad dependiente puede funcionar perfectamente mientras cuente con acceso a una figura fuerte. ☼ Creencia: Estos pacientes creen que “para sobrevivir de otra persona, una persona fuerte”. Además, suponen que su felicidad depende de que tengan acceso a una figura así. Creen necesitar un flujo constante, ininterrumpido, de apoyo y aliento. “Nunca seré feliz si no soy amado.” En cuanto a la jerarquía de las creencias, es probable que la nuclear sea: “Estoy completamente desamparado” o “estoy solo.” Las creencias condicionales son: “solo puedo funcionar si tengo acceso a alguien competente”, “si me abandonan, moriré.” El nivel instrumental consiste en imperativos tales como: “no ofender al cuidador”, “permanecer cerca”, “ser sumiso para tenerle atado”. ☼ Amenaza: Las principales amenazas o traumas tienen que ver con el rechazo o el abandono. ☼ Estrategia: La principal estrategia consiste en cultivar una relación de dependencia. Frecuentemente, lo hacen subordinándose a una figura “fuerte”, a la que tratan de agradar o apaciguar. ☼ Afecto: Principalmente es la ansiedad, la preocupación por la posible fractura de relación de dependencia. Esa ansiedad se acentúa periódicamente, cuando perciben tensiones reales en la relación. Si pierden la figura de la que dependen, se hunden en la depresión. Por otra parte, experimentan gratificación o euforia cuando se asegura la satisfacción de sus deseos de dependencia.
Trastorno obsesivo – compulsivo de la personalidad
Las palabras clave de los obsesivo – compulsivos son “control” y “se debe”. Estos individuos hacen una virtud del culto a los medios para alcanzar un fin, hasta tal punto que los medios se convierten en un fin en sí. ☼ Concepción de sí mismos: Se consideran responsables de sí mismos y de los otros. Creen que de ellos depende que se hagan las cosas. Tienen que rendir cuentas ante su propia conciencia perfeccionista. Se mueven sobre la base de fórmulas del tipo: “tengo que hacer…”. Muchas de las personas que tienen este trastorno albergan una imagen nuclear de sí mismas como ineptas o desvalidas. La preocupación profunda por sentirse desvalidas se vincula al miedo a verse superadas, a no poder desempeñar su función. En estos casos, en énfasis excesivo en el sistema compensa la percepción de las deficiencias y el sentido de estar desvalido. ☼ Concepción de los demás: Estas personas perciben a los demás como excesivamente despreocupados, a menudo irresponsables, autocomplacientes o incompetentes. Les atribuyen “deberes” en abundancia, para apuntalar sus propias debilidades. ☼ Creencias: En el TOC grave, las creencias nucleares son: “puedo verme abrumado”; “soy básicamente desorganizado o estoy desorientado”, “para sobrevivir necesito orden, sistema y reglas”. Sus creencias condicionales son: “si no soy sistemático, todo se derrumbará”; “si fallo en esto, soy fracaso como persona.” Sus creencias instrumentales son imperativos: “debo ser yo quien controla”, “prácticamente todo tengo que hacerlo a la perfección”, “tienen que hacerlo a mi manera”, “la gente deberá trabajar mejor y esforzarse más. Los pensamientos automáticos frecuentes, teñidos de crítica, son: “¿Por qué no pueden hacerlo bien?” o “¿Por qué siempre me equivoco?”. ☼ Amenazas: Las principales amenazas son los defectos, los errores, la desorganización o las imperfecciones. Tienden a sentir como una catástrofe “perder el control” o que “ellos (o los otros) no logren hacer las cosas”. ☼ Estrategia: La estrategia de estas personas gira en torno de un sistema de reglas, normas y deberes. Al aplicar las reglas evalúan y miden el comportamiento de los demás tanto como el suyo propio. Para alcanzar sus metas, tratan de ejercer al máximo control sobre su propia conducta y la de los otros involucrados. Tratan de mantener el control sobre su propia conducta por medio de numerosos imperativos y autorreproches. ☼ Afecto: Debido a sus normas perfeccionistas, estos individuos son particularmente proclives a los remordimientos, las decepciones y los castigos a sí mismos y a otros.
Trastorno paranoide de la personalidad:
La palabra clave en el trastorno paranoide de la personalidad es “desconfianza”. La personalidad paranoide adopta esta postura en la mayoría de las situaciones, incluso las más benignas. ☼ Concepción de sí mismas: Las personalidades paranoides se ven como rectas y se sienten maltratadas por los demás. ☼ Concepción de los demás: Las otras personas son vistas esencialmente como torturas, mentirosas, traicioneras y encubiertamente manipuladoras. Creen que quieren obstaculizarlas, humillarlas, discriminarlas, pero siempre de un modo oculto o secreto, disfrazado de inocencia. Los paranoides pueden pensar que los demás forman coaliciones secretas contra ellos. ☼ Creencias: Las creencias claves consisten en nociones tales como: “soy vulnerable a otras personas”, “no se puede confiar en los demás”, “sus móviles son sospechosos”. Las creencias condicionales son: “si no tengo cuidado me manipularan, abusaran o se aprovecharan de mi”, “si las personas parecen distantes, ello demuestra que son hostiles”. Las creencias instrumentales son: “mantente en guardia”, “no confíes en nadie”, “busca los motivos ocultos”, “no te dejes engañar”. ☼ Amenazas: Su temor principal es ser secretamente manipulado, controlado, rebajado o discriminado. ☼ Estrategias: Debido a la idea de que los demás están contra ellas, las personalidades paranoides se ven impulsadas a una enorme vigilancia y a estar siempre en guardia. Son cautelosas y suspicaces, y constantemente buscan indicios que revelen los “motivos ocultos” de sus “adversarios”. A veces se enfrentan a tales “adversarios” con quejas por presuntos agravios, y de tal modo provocan realmente la hostilidad que creían percibir. ☼ Afectos: El principal afecto es la colera por el presunto abuso. Pero algunas personalidades paranoides experimentan además una ansiedad constante por las amenazas percibidas. Esa ansiedad penosa es a menudo la causa de que soliciten terapia.
Desorden antisocial de la personalidad:
La personalidad antisocial puede asumir una variedad de formas: la expresión de la conducta antisocial es muy diversa, va desde la connivencia, la manipulación y la explotación hasta el ataque directo. ☼ Concepción de sí mismas: En general, estas personalidades se consideran solitarias, autónomas y fuertes. Algunas piensan haber sido objeto de abusos y maltratos por parte de la sociedad; justifican la victimización de otros con la creencia de que ellas mismas han sido victimización de otros con la creencia de que ellas mismas han sido victimizadas. Otros de estos sujetos simplemente asumen un papel predador en un mundo caníbal en el que violar las reglas sociales es normal e incluso deseable. ☼ Concepción de los demás: Se ve a las otras personas como explotadoras (y por lo tanto merecedoras de ser explotadas en represalia), o como débiles y vulnerables (por lo cual está bien que sean víctimas. ☼ Creencias: Las creencias nuclear son: “tengo que cuidar de mí mismo”, “debo ser el agresor o seré la víctima”. La personalidad antisocial también cree que “los demás son tontos”, o que “son unos explotadores y por lo tanto tengo derecho a explotarlos”. Estas personas creen tener derecho a violar las reglas. La creencias condicional es: “si no presiono (o manipulo, exploto, ataco) a los demás, nunca obtendré lo que merezco”. ☼ Estrategias: Las principales estrategias pertenecen a una de dos clases. La personalidad antisocial se manifiesta, ataca, roba y defrauda abiertamente. El tipo más sutil engaña, explota y estafa mediante manipulaciones astutas y sutiles. ☼ Afecto: Cuando hay un afecto en particular, se trata esencialmente de la cólera, por la injusticia que supone que otras personas tengan lo que el antisocial supone que él merece. Trastorno histriónico de la personalidad La palabra clave en las personalidades histriónicas es “expresividad”; este término encarna la tendencia a dar una carga emocional o a hacer románticas todas las situaciones, así como impresionar y cautivar a los otros. ☼ Concepción de sí mismas: Se ven como encantadoras, grandiosas y merecedoras de atención. ☼ Concepción de los demás: Los ven favorablemente mientras logren atraer su atención y su afecto, y consigan divertirles. Tratan de formar alianzas sólidas, pero con la condición de que se les permita ocupar el centro del grupo mientras que los otros miembros desempeñan el papel de audiencia atenta. Se entregan calurosamente a las interacción constantes con las otras personas, y su autoestima depende de que reciban continuas expresiones de aprecio. ☼ Creencias: La persona con un trastorno histriónico tiene a menudo creencias nucleares tales como: “en el fondo carezco de atractivo”, “para ser feliz necesito que me admiren”. Entre las creencias compensatorias: “merezco que me quieran, soy entretenido e interesante”, “los demás están para admirarme y hacer lo que les pida.” Las creencias condicionales son: “si no cautivo a la gente, no soy nada”, “si no les resulto interesante, me abandonaran”. Las personas histriónicas tienden a pensar de modo globalizador y basado en impresiones, hecho que se refleja en una de sus creencias instrumentales: “puedo confiar en mis sentimientos.” Los histriónicos siguen sus sentimientos. Si el histriónico se encoleriza, le basta con sus sentimientos para justificar el castigo a otra persona. Cuando siente afecto, no vacila en exteriorizarlo efusivamente, aunque al cabo de unos minutos pueda pasar a otros tipo de expresión. Tiende a teatralizar el modo como comunica su sensación de frustración o desesperación, como en el “intento de suicidio histriónico”. Esas pautas generales se reflejan en imperativos tales como: “expresa tu sentimientos”, “sé divertido”, “demuéstrale a la gente que te ha herido.” ☼ Estrategias: Los histriónicos son demostrativos y teatrales para hacer que las personas queden ligadas a ellos. Pero cuando no logran imponerse creen que se los trata con injusticia, tratan de obtener sumisión o se vengan con estallidos de mal genio. Tienen una baja tolerancia a la frustración, y pueden recurrir al llanto, la conducta agresiva y gestos suicidas para lograr lo que quieren o “castigar” a quien les ofende. Los intentos de suicidio pueden ser serios y potencialmente fatales, aunque respondan a impulsos del momento. ☼ Afecto: El afecto más destacado es la jovialidad, a menudo mezclada con alegría y buen humor cuando logran comprometer a otros. Pero por lo general experimentan una corriente subterránea de ansiedad, que refleja el miedo al rechazo. Ante la frustración, el afecto puede convertirse en colera o tristeza.