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CULTURAÊ BAHê A

300a.C.-Ê 500Ê d.Ê C.

Ocup— Ê losÊ territoriosÊ queÊ seÊ


extiendenÊ desdeÊ lasÊ estribacionesÊ
deÊ laÊ cordilleraÊ deÊ losÊ AndesÊ hastaÊ
elÊ ocŽ anoÊ pac’ ficoÊ yÊ desdeÊ Bah’ aÊ
deÊ Car‡ quezÊ hastaÊ elÊ surÊ deÊ
Manab’ .Ê SuÊ econom’ aÊ yÊ alimenta-
ci— nÊ seÊ bas— Ê enÊ laÊ agricultura,Ê
cazaÊ yÊ pesca.Ê H‡ bilesÊ artesanosÊ
revista cultural
enÊ metalesÊ yÊ arcilla..

ConstruirÊ unaÊ ciudadÊ amigableÊ yÊ ordenada,Ê conÊ serviciosÊ


b‡ sicosÊ paraÊ vivirÊ dignamente,Ê esÊ elÊ objetivoÊ deÊ estaÊ administra-
ci— nÊ municipal,Ê remarcandoÊ enÊ suÊ pol’ ticaÊ educativaÊ yÊ cultural,Ê
nuestraÊ identidadÊ eÊ integraci— n.Ê Sustanci‡ ndoseÊ precisamenteÊ
enÊ laÊ historiaÊ queÊ cadaÊ d’ aÊ pretendemosÊ fortalecerÊ eÊ impulsarÊ
porÊ elÊ bienestarÊ deÊ PortoviejoÊ yÊ laÊ Patria.Ê

Dr.ÊHumbertoÊGuil lemÊ Murillo


AlcaldeÊd elÊcant —nÊP ortoviejo

UnÊ encuentro
conÊ laÊ historia
No.Ê 26
CONTENIDO

EDITORIALÊ 3
SANÊM ARTêN,Ê Ê
SUÊEN TREVISTAÊC ONÊBOLêV ARÊENÊGUA YAQUILÊ Ê
YÊRET IROÊDELÊGOBIERNOÊDELÊPERò
Benjamín Rosales Valenzuela 5
ALFARO,ÊPRESIDENTEÊ AMIGOÊ Ê
DEÊLO SÊEM PRESARIOS
Guillermo Arosemena Arosemena 23
EspecialÊpar aÊ Spondylus
BICENTENARIOÊEN ÊC HILE:Ê Ê
LAÊC ELEBRACIîNÊDEÊUN AÊLA BORIOSAÊC ONSTRUCCIîNÊPOLêTIC AÊ
Sergio Grez Toso 40
GUAYQUICHUMA:ÊELÊSOLÊDEÊ VERANO
Rodrigo Murillo Carrión 56
EDITORIAL

L
os manabitas tenemos por quedarse, decide sacrificar la grande-
costumbre, muy peculiar por za de su labor, la difusión nacional de
cierto, admirar con verdadera la misma, y muchas veces la ganancia
unción a otro manabita que se desta- material tan necesaria, para vivir en la
que, siempre y cuando, ese destaque tierra en donde será pobremente reco-
se logre viviendo en otras regiones de nocido, pero en donde, supone, va a
la patria. El que vive entre nosotros, ser feliz.
el que es parte del paisaje rutinario de Pianista desde los cuatro años de
nuestras vidas, no tiene nuestra ad- edad, solo porque su padre compró un
miración, por más que se presuma su piano y empezó a enseñarle, ya a los
valía. Así pues, hay que vivir en otros 6 años de edad causaba asombro a su
lares para ser considerado por estos. maestra Clemencia Robles quien sen-
Constantino Mendoza Moreira tía que ya no podía enseñarle más. Lo
fue parte del Portoviejo que habita- mismo sucedió con la profesora costa-
mos en nuestra adolescencia y adul- rricense Zoraida González. De ahí en
tez. Erguido y serio, con una formali- más, la vida del compositor fue una
dad propia del ciudadano de inicios constante partida, sabiendo sus po-
de siglo XX, lo hemos visto pasar sa- tencialidades, y un constante retorno
biendo que era un compositor. En esa amando a Portoviejo. Quito, Panamá,
época, pocos podíamos entender que Nueva York, San José en conciertos de
convivía con nosotros un gran com- música clásica en giras de meses o po-
positor y un hombre, que amó tanto cos años y luego el retorno buscando
a la ciudad y a la provincia, que sa- los olores de los tamarindos.
crificó un futuro musical más publi- Es como si las realidades que su-
citado por radicarse entre nosotros. ministran al compositor los materia-
Quizás ahí radique el drama del les para sus obras hayan estado inva-
manabita talentoso: amante a ultran- riablemente en Portoviejo. Y viviendo
za de su tierra, sabe que quedándose, aquí, en la mancuerna necesaria, llevó
la falta de apoyo, de publicidad y de a los poetas de casa en las letras de los
oportunidades, va a hacer languide- pasillos sentidos. Creo que allí radica
cer su obra; y también sabe que sa- la grandeza del legado de este porto-
liendo a radicarse en otras ciudades vejense. Privilegió a los poetas mana-
puede hacer florecer su arte. Decide bitas y propulsó una música regional.

3
Si de las más de trescientas composi- ambiente…no obstante al ambiente poco
ciones musicales que dejó plasmadas propicio en el que vive…”
en su larga vida, mucho más de la mi- Creo que ahí radica el gran ejem-
tad de ellas tienen como respaldo los plo que dejó Constantino Mendoza
versos de manabitas. Moreira. Un ejemplo de que la lucha
En un número de la Revista Ar- es desde adentro, que se puede tras-
gos de 1924, cuando el compositor cender y hacer grande a la ciudad des-
tiene 26 años, al pie de una foto del de lo poco propicio y la pobreza, y que lo
músico se comenta: “tiene el mérito de facilista de la emigración, de triunfar
haber alcanzado prestigios y lauros al solo afuera y regresar para las fiestas, es
esfuerzos de su talento y de su constan- nada más y nada menos como poner
cia, no obstante la pobreza artística del el huevo afuera y venir a cacarear acá
adentro.

4
SANÊM ARTêN,Ê
suÊentrevis taÊconÊBol’v arÊenÊGua yaquilÊ Ê
yÊretiroÊdelÊgobiernoÊd elÊ Perœ*
Benjamín Rosales Valenzuela**

Des-idealizandoÊ Ê do estudios excesivamente entusiastas


promoviendo un culto con el beneplá-
aÊlos Ê libertadores cito de gobiernos. Dice Pino: “El taber-

E
náculo impide reflexiones sobre temas
n algunos países o regiones de
medulares, como los relativos a la
Sudamérica, historiadores con
creación de Colombia y a su posterior
afanes nacionalistas resaltan
desmembración, hasta ahora rodeados
las figuras de los libertadores Bolívar
de subterfugios”.1
y San Martín, queriendo elevarlas a
un nivel sobrehumano, al retratarlos El historiador inglés John Lynch
como intachables, justifican todos sus ha hecho estupendos trabajos sobre la
excesos y errores, que sin duda come- América española y el proceso inde-
tieron, culpando a la falta de apoyo y pendentista, que, realizados con un
colaboración de otros, los fracasos por alejamiento de pasiones localistas, van
ellos incurridos. en la línea de interpretaciones moder-
nas bajo una perspectiva continental y
El año pasado, en el Congreso
a través de ópticas diversas, como cree
Extraordinario de esta Asociación, rea-
necesario nuestro colega académico
lizado en Ecuador con motivo del Bi-
venezolano. Luego de casi cincuen-
centenario de la Revolución de Quito,
ta años como profesor de Historia de
don Elías Pino Iturrieta, director de la
Latinoamérica, principalmente en la
Academia Nacional de la Historia de
Universidad de Londres, Lynch ha
Venezuela, dictó una brillante confe-
publicado dos estupendas biografías,
rencia sobre la extralimitación de la
historiografía de la independencia de
su país titulada, “La Independencia de * Discurso en el XII Congreso de Acade-
mias Iberoamericanas de Historia. Bue-
Venezuela: propuestas para cohabitar nos Aires, agosto 1 de 2010.
con sus estatuas”. En ésta sugiere la ** Director del capítulo Guayaquil de la Aca-
necesidad de reconstruir “interpreta- demia Nacional de Historia de Ecuador.
ciones más apegadas a la realidad en 1 Elías Pino, “La Independencia de Vene-
zuela: propuestas para cohabitar con sus
la cual se han regodeado la retórica y estatuas”, discurso en Congreso Extraor-
la política hasta nuestros días”. Nos dinario de Asociación Iberoamericana de
dice que sobre Bolívar se han realiza- Academias de Historia, Quito, 2009.

5
la primera: Simón Bolívar, una vida, en más graves; para comenzar, pone en
2006; y, la segunda: San Martín: solda- un mismo grupo de “libertadores”,
do argentino, héroe americano, en 2009. en el que con razón figuran Miranda,
En ellas se refleja el estudio profundo Bolívar, San Martín y O’Higgins, al
realizado y una visión imparcial de los “emperador” mexicano Iturbide, al
hechos y personajes, que evidencian almirante escocés Cochrane y a don
un acercamiento del autor a la realidad Pedro de Brasil, en un grave error de
de los procesos independentistas y sus perspectiva histórica.
circunstancias. En años recientes se han abierto
Sin embargo, no todos los traba- espacios de discusión que cuestionan
jos históricos de escritores anglosajo- muchas de las acciones y políticas de
nes sobre la independencia de Suda- los grandes líderes que lucharon por, y
mérica guardan la misma rigurosidad finalmente lograron, la independencia
que los de Lynch, la obra Libertadores: de Sudamérica de la Corona española.
la lucha de Latinoamérica por la indepen- La obra del peruano Herbert Morote,
dencia 1810-1830, del periodista Robert con el sugestivo título: Bolívar, Liberta-
Harvey, publicada en 2000 con buen dor y Enemigo No. 1 del Perú es signi-
mercadeo y éxito en ventas, por ejem- ficativa, ya que reconociendo el genio
plo, tiene errores, ocacionados quizá del general venezolano, que alcanzó el
por la ligereza del estudio y amplitud triunfo patriota en las batallas de Junín
del trabajo, o por el afán de exaltar en- y Ayacucho, que sellaron la indepen-
cima de lo real, las hazañas militares de dencia del Perú y Sudamérica, resal-
Bolívar. En el corto capítulo 13 escribe, ta la manera tiránica con que Bolívar
entre otros errores: que Guayaquil era actuó en los 21 meses después de esta
un puerto histórico del Imperio Inca, última batalla. Escribe Morote:
omite referencia a la independencia
de esta próspera ciudad en octubre de El Libertador expatrió a su más fer-
1820, hecho que posibilitó la llegada viente opositor, Luna Pizarro, junto
de tropas colombianas, en naves gua- a otros congresistas que se oponían
yaquileñas, para fortalecer la guerra a sus designios… ordenó el fusila-
emprendida por el Estado de Guaya- miento de cuanto soldado protesta-
se… encarceló al almirante Guisse…
quil contra el ejército realista en Quito;
se deshizo del general argentino Ne-
minimiza los refuerzos enviados por cochea… fusiló a Berindoaga… En
San Martín que posibilitaron el triunfo resumen, aterrorizó a los peruanos
en Pichincha; confunde a esta heroica que se le opusieron.3
batalla con el enfrentamiento previo
en Riobamba; escribe que Quito tenía
medio millón de habitantes cuando
entró Bolívar en junio de 1822.2 A más 2 Robert Harvey, Liberators, latin America’s
Struggle for Independence 1810-1830, pp.
de otras barbaridades como las men- 193,194, 196.
cionadas, en la obra de Harvey exis- 3 Herbert Morote, Bolívar, Libertador y Ene-
ten errores conceptuales aún mucho migo No. 1 del Perú, Lima, 2007, p. 112.

6
No. 26 • Un encuentro con la historia

Morote cuestiona, además, el ma- SanÊM art’nÊyÊs uÊcampa–aÊ Ê


nejo de las finanzas y la concesión de
minas para el pago de deuda a los in-
aÊtr avŽs ÊdeÊlos Ê Andes
gleses durante el gobierno de Bolívar
La figura de José de San Martín
en el Perú.
resalta entre los hombres cuyas accio-
En Guayaquil siempre existió un nes hicieron posible la independen-
resentimiento, quizá no generalizado, cia de Sudamérica. Cuando leemos
sobre la forma que Bolívar anexó la biografías de San Martín nos llama la
provincia a Colombia, sin permitir un atención las cruciales y fundamenta-
pronunciamiento popular como pre- les decisiones que tomó y que cam-
tendía la Junta de Gobierno. Hoy, his- biaron el curso de su vida y de la his-
toriadores guayaquileños, como Gui- toria de este continente.
llermo Arosemena, publican artículos
La primera gran decisión fue la
evidenciando cómo se perjudicó la
de regresar a América, al fin y al cabo,
economía de la región, por las inmen-
poco conocía este hombre a los trein-
sas extracciones de bienes y personas
ta y cuatro años de edad de su tierra
para la guerra en el Perú y otras polí-
natal, más allá de un vago recuerdo,
ticas bolivarianas que afectaron a Co-
pues su familia había partido para
lombia y a la región.4
la península ibérica cuando él tenía
Mucho tiene que escribirse aún apenas seis años. San Martín había
sobre los errores políticos que come- hecho una nada despreciable carrera
tió Bolívar, especialmente al preten- militar de veinte y un años al servicio
der imponer un sistema de gobierno de España, la que debió abandonar,
fuertemente centralista y presidencia- así como lo hizo con su madre y her-
lista, que tuvo como consecuencia la manos. El prócer debe haber sentido
final división de su querida Colombia una terrible decepción con la monar-
en tres naciones: Venezuela, Nueva quía borbónica que había llevado a
Granada y Ecuador. Y es bueno que España a la crisis más grande de su
veamos a los libertadores como figu- historia, e influenciado en su determi-
ras de carne y hueso, que conozcamos nación el pensamiento de sus amigos
sus pasiones, ambiciones y debilida- americanos, que en el Cádiz de 1811,
des, y dejemos atrás visiones épicas se reunían para analizar los aconte-
de héroes míticos que solo sirven para cimientos en América y planificar su
penosas emulaciones de actuales líde- retorno al continente, para integrarse
res de barro. a los primeros esfuerzos independen-
tistas. Lynch hace unas interesantes
reflexiones sobre esta vital decisión
del patriota argentino:
4 Guillermo Arosemena, ¿Fue Bolívar esta-
dista?, ‹http://independent.typepad.com
Había ya un sentido de destino en
/elindependent/2010/03/fue-bol%C3
%ADvar-estadista-i.html›. San Martín. Su preferencia por su

7
tierra natal fue una decisión calcu- granadinos; desde el Alto Perú los rea-
lada, basada en una compulsión listas amenazaban con tomar Tucumán;
interior la que casi prevenía su elec- fuerzas enviadas desde Lima aplasta-
ción… En 1811 él vio lo que tenía ron a los divididos patriotas chilenos
que hacer: si permanecía en España
en Rancagua en octubre de 1814. Estos
el sería nadie. Si regresaba a Argen-
tina él podría lograr cosas grandes reveses hacían ver a la independencia
para una causa mayor.5 como una meta inalcanzable.
En Tucumán, mientras organi-
Gracias a las conexiones hechas zaba el alicaído ejército e impulsaba
en Cádiz y Londres con miembros de la formación de efectivas guerrillas,
la Sociedad de Caballeros Racionales, lideradas por el gaucho Martín Güe-
en especial Carlos Alvear, ni bien llegó mes, San Martín reflexionaba sobre la
a Buenos Aires fue presentado al triun- estrategia más conveniente para lo-
virato gobernante e incorporado al ejér- grar la libertad de Sudamérica. Con-
cito patriota con el rango de teniente co- tinuar con el intento de liberar el Alto
ronel, el mismo que tenía en el español. Perú desde el sur era difícil porque
Se conectó socialmente, y apenas seis se enfrentaban a tropas abastecidas
meses después de llegado a la ciudad desde Lima, el centro del poderío es-
se casó con la hija de un porteño acau- pañol en Sudamérica era un territorio
dalado en septiembre de 1812. de altas elevaciones para lo que no
estaban preparadas las tropas porte-
Su profesionalismo en la prepa-
ñas y sus habitantes respaldaban a los
ración del batallón de caballería, que
realistas. Una invasión por mar des-
se estrenó con éxito en San Lorenzo
de Valparaíso a Lima tendría mejores
a comienzos de 1813, catapultó su
posibilidades de éxito, contando que
prestigio por lo que se le encargó or-
los habitantes de la costa peruana es-
ganizar las defensas de Buenos Aires.
tarían más dispuestos a apoyar la in-
Luego de la terrible derrota sufrida
dependencia que los del altiplano. De
por el Ejército del norte, que intenta-
ahí nace el Plan Continental de San
ba liberar al Alto Perú, en noviembre
Martín, según Lynch:
de ese año en Ayohuma, San Martín
fue enviado a ese frente con refuer-
Su estrategia estaba basada en la te-
zos para las desconcertadas tropas al
sis de que la revolución sudamerica-
mando del general Belgrano. na no se podía asegurar hasta que el
Los meses entre 1814 y 1816 fue- corazón del poder español en Perú
ron críticos para la revolución sud- haya sido destruido.6
americana, se había acabado la guerra
peninsular y restablecido la monarquía
de Fernando VII, lo que le permitió a
España enviar las fuerzas lideradas por
5 John Lynch, San Martín: argentine soldier,
el general Morillo que aplastaron a los american hero, 2009, p. 24.
independentistas venezolanos y neo- 6 Ibíd., p. 64.

8
No. 26 • Un encuentro con la historia

Es posible que la idea del plan pertrechos para el ejército, tomar me-
se haya originado en la expedición didas para mejorar la administración
propuesta por el coronel Paillardelle de Mendoza, incluso se preocupó del
en 1813, o que San Martín conociera, riego y la producción agrícola de la
cuando estuvo en Londres, el plan provincia.
para atacar al imperio español pre- El caos en el gobierno de la Pro-
sentado por el escocés Maitland al go- vincias Unidas del Río de la Plata con-
bierno británico cincuenta años antes, tinuó en 1815 con la caída de Alvear
pero fue él quien decidió “usar todo su en el mes de abril, el directorio nom-
poder de persuasión ante sus jefes po- bró al general Rondeau como director
líticos en Buenos Aires para introducir supremo, quien asumió el mando del
y preservar su plan”.7 Ejército del norte con el fin de lanzar
Para ejecutar esta estrategia, San una tercera expedición al Alto Perú,
Martín debió abandonar el Ejército del la misma que, como había prevenido
norte y formar el Ejército de los Andes, San Martín, sufrió otra desastrosa de-
con muy poco apoyo del gobierno de rrota en Sipe Sipe.
Buenos Aires, que se debatía en una Con la llegada al poder de Pue-
inestabilidad inaudita. El régimen del yrredón, cambió la suerte de San
segundo triunvirato fue reemplazado Martín, según Pérez Pardilla: “Por fin
por el director supremo Posadas, lue- había llegado al gobierno el hombre
go sería el propio Alvear quien asumi- con genio de estadista y garra de go-
ría el poder político en base al mando bernante, que daría el apoyo para la
militar que ya ostentaba. San Martín, creación de un gran ejército”.8
para realizar sus propósitos, consiguió
En los casi tres años en que San
el nombramiento de gobernador de la
Martín estuvo en Mendoza, forman-
Intendencia de Cuyo, llegó a Mendoza
do el Ejército de los Andes, demostró
en septiembre de 1814 y desde ahí for-
su capacidad administrativa, sus ha-
mó el ejército independentista.
bilidades como jefe militar y político,
A pesar de la falta de apoyo eco- pues logró el total apoyo de la pobla-
nómico de los gobiernos de Buenos ción de Cuyo a la causa de la indepen-
Aires, San Martín organizó las fuerzas dencia de Chile y América.
de defensa de la Intendencia, la que
En enero de 1817, el ejército al
luego de la derrota de los chilenos
mando de San Martín emprendió el
en Rancagua, corría el riesgo de ser
cruce de los Andes; y, el 12 de febrero
invadida por tropas realistas. Tuvo
triunfó brillantemente en Chacabu-
que poner bajo control a las fuerzas
co, dos días después ocupó Santiago,
de los hermanos Carrera, organizar
convocó una asamblea, la que el día
la fabricación de uniformes, armas y
16 nombró a O´Higgins como director
supremo de Chile, como el libertador
7 Ibíd., p. 65.
8 Agustín Pérez Pardilla, José de San Mar- había propuesto. Las tropas realistas
tín, el Libertador cabalga, 1997, p. 158. al mando de Osorio se atrincheraron

9
al sur en Talcahuano e incluso amena- ba la invasión al corazón del imperio
zaron nuevamente la independencia español en Sudamérica. Finalmente,
de Chile, luego del triunfo que obtu- la expedición independentista partió
vieron contra las tropas de O´Higgins de Valparaíso en agosto de 1820, San
en Cancha Rayada el 19 de marzo de Martín tenía la esperanza de que al
1818. El Ejército español en Chile fue llegar a costas peruanas, se le unieran
finalmente derrotado por los patrio- miles de voluntarios para reforzar el
tas al mando de San Martín el 5 de ejército patriota y poder someter a las
abril en la batalla de Maipú. fuerzas españolas del virrey Pezuela.
En mayo, San Martín fue reci-
bido gloriosamente en Buenos Aires IndependenciaÊdeÊGua yaquil
como libertador de Chile, pero eso no
garantizó el apoyo de Argentina para La noticia del triunfo de Bolí-
la nueva etapa del Plan Continental, la var en Boyacá creó la expectativa en
liberación de Perú, porque los gobier- algunos jóvenes de Guayaquil sobre
nos de la república enfrentaban caos y la fortaleza del proceso independen-
anarquía por los enfrentamientos entre tista. A fines de septiembre de 1820
centralistas y federalistas. El General se conoció que la expedición de San
atravesó los Andes tres veces para bus- Martín había llegado a costas perua-
car un apoyo que le fue esquivo. nas, así mismo, arribaron a la ciudad
San Martín luchó, a capa y es- tres oficiales venezolanos expulsados,
pada, para conseguir recursos y lle- por favorecer la revolución, del ba-
var a cabo su propósito de liberar el tallón español Numancia que estaba
Perú, su decisión en 1811 de regresar estacionado en Lima. Con ese motivo,
a su América natal, no era solo para José Villamil, natural de Nueva Or-
reforzar la independencia de Buenos leáns radicado en Guayaquil, y José
Aires, o de las provincias del Río de Antepara organizaron sendas reunio-
la Plata, no era suficiente liberar Chi- nes con los venezolanos León Febres
le, ninguna de estas estaría asegurada Cordero, Miguel Letamendi y Luis
mientras se mantuviera en Lima el Urdaneta, oficiales peruanos del Bata-
poderío español. San Martín no era llón de Granaderos estacionados en la
un hombre impulsivo, tomó decisio- ciudad y jóvenes guayaquileños adic-
nes luego de profunda meditación y tos a la causa independentista, para
después de hacerlo las sostenía con organizar una revolución que libere a
firmeza. A pesar de no contar con su- Guayaquil del dominio español. Uno
ficiente apoyo del gobierno de Buenos de los más jóvenes, Febres Cordero,
Aires, se empeñó en su objetivo. Con- exponía así los motivos para realizar
tó eso sí, con la decidida colaboración el golpe:
de su amigo O´Higgins y el gobierno
chileno, que formó la Armada coman- De la revolución de esta importante
provincia puede depender el éxito
dada por Cochrane, la que posibilita-
de ambos generales (Bolívar y San

10
No. 26 • Un encuentro con la historia

Martín), en razón al efecto moral Cochrane el 31 de octubre, que se en-


que produciría, aunque nada más contraba a las afueras de la rada del
produjera.9 Callao preparando el asalto al Esme-
ralda, y su entrevista con el libertador
Parecía indigno para los convo- San Martín, que estaba en Ancón. No
cados que uno de los ejércitos liber- podía el General dar mucha ayuda a
tadores llegara cuando la ciudad no los revolucionarios, pero sí envió 150
esté aún liberada. carabinas y a los coroneles Guido y
En la provincia había cerca de Luzuriaga como comisionados ante el
mil quinientos hombres de guarni- gobierno de Guayaquil.
ción entre granaderos de reserva, mi- Durante los primeros días des-
licias, un escuadrón de caballería, una pués de la revolución, Escobedo apre-
brigada de artillería y la tripulación só y confiscó los bienes de los vecinos
de siete cañoneras; sin embargo, en- españoles de la ciudad, causando una
tre los complotados estaban algunos gran consternación en la misma, y
oficiales criollos. Entre la noche del envió, sin las previsiones ni hombres
8 de octubre y la madrugada del 9 se suficientes, una expedición militar a
tomaron los cuarteles con la muerte Quito. Las acciones abusivas de Esco-
del comandante español, apresaron al bedo contra los peninsulares, a pesar
gobernador y las principales autori- de que muchos de ellos favorecían la
dades, y declararon la independencia independencia, provocó la reacción
de Guayaquil. ciudadana, treinta días después del
En primera instancia se nombró golpe revolucionario se reunió un
presidente de la junta gubernativa al cabildo abierto que destituyó a Es-
coronel Escobedo, y enseguida se co- cobedo y nombró una nueva Junta
misionó a Villamil para que llevara de Gobierno presidida por el patricio
noticias de la revolución y entregara José Joaquín de Olmedo que liberó a
los prisioneros al general San Mar- los presos y les restituyó sus bienes.10
tín. Villamil relata en su reseña de los Esta Junta promulgó pocos días des-
acontecimientos, su encuentro con la pués un Estatuto Provisorio republi-
Armada comandada por el almirante cano y liberal que rigió durante la vi-
gencia del Estado de Guayaquil hasta
julio de 1822.
Las tropas de la Provincia, en su
9 José Villamil, Reseña de los acontecimientos
políticos y militares de la provincia de Gua-
avance a Quito, después de pequeños
yaquil, desde 1813 hasta 1824, inclusive, encuentros exitosos con brigadas ene-
Lima 1863. Republicado “La Indepen- migas, sufrieron a fines de noviembre
dencia de Guayaquil”, BCE, 1983, p. 14. una aparatosa derrota ante fuerzas
10 Emilio Roca, Recuerdos históricos de la
emancipación política del Ecuador y del 9
muy superiores en los llanos de Hua-
de Octubre de 1820, Guayaquil, 1900. Re- chi. Al coronel Luzuriaga se le encargó
publicado: La Independencia de Guayaquil, reorganizar las fuerzas que sobrevivie-
BCE, 1983, pp. 91-93.

11
ron al desastre y evitaron que la ciu- enviar suficientes refuerzos a Sucre
dad fuera tomada por tropas realistas. en Guayaquil por lo que pidió al ge-
Las lluvias de la estación inver- neral San Martín, en noviembre de
nal impidieron que eso sucediera; ese año, el envío del batallón al man-
mientras tanto, Bolívar, al conocer la do de Heres, o “cualquier otro cuerpo
Independencia de Guayaquil, envió que pueda ser destinado a Guayaquil,
primero al general Mires con una de los del ejército del mando de VE”.12
compañía de soldados experimen- El general San Martín respondió ge-
tados y, luego, al general Sucre con nerosamente asignando al general
600 hombres, que se constituirían en Santa Cruz para que se pusiera a las
la base del ejército libertador del te- órdenes del general Sucre con 1400
rritorio quiteño. Sucre llegó a la ciu- hombres, los que junto a cientos de
dad con la disposición de agregarla a reclutas de Guayaquil, Cuenca y Loja
Colombia, lo que fue rechazado por la completaron el ejército que selló la li-
Junta de Gobierno que lo nombró, sin beración de la antigua Presidencia de
embargo, jefe del Ejército. Quito en la sangrienta Batalla de Pi-
chincha el 22 de mayo de 1822.
La Junta de Gobierno no accedió
al pedido de Bolívar porque entre los
ciudadanos de Guayaquil habían tres SanÊM art’nÊ Ê
tendencias independentistas y repu- comoÊpr otectorÊdelÊP erœ
blicanas: la primera tenía el apoyo
de algunos miembros de la Junta y Desde que partió la expedición
comerciantes prominentes, favorecía libertadora del Perú de Valparaíso el
la unión con Perú cuando este país 21 de agosto de 1820, se hizo evidente
se independice; otra que admiraba a que la relación del general San Martín
Bolívar y favorecía la integración de con el almirante Cochrane iba a ser
la provincia a Colombia; la tercera, conflictiva. Según Lynch, al escocés se
respaldada por Olmedo y que era la lo puede describir como: “un merce-
más popular, creía que la Provincia, nario superior, marino profesional con
junto al territorio de la Presidencia de características de valor, fanfarronería
Quito, debía ser una república inde- y originalidad que le dieron fama du-
pendiente de Colombia y Perú.11 rante la guerra napoleónica”.13
La campaña de 1821 se inició La primera confrontación ocu-
con el triunfo patriota en Cone, un rrió cuando San Martín decidió, con
llano en la costa cerca de Guayaquil,
pero luego el ejército independentis- 11 José Villamil, Reseña de los acontecimientos
ta fue derrotado nuevamente en los políticos y militares de la provincia de Gua-
yaquil, desde 1813 hasta 1824, inclusive,
campos de Huachi, en la sierra central ibíd., p. 38.
cerca de Ambato al sur de Quito. Bo- 12 Simón Bolívar, Obras Completas, vol. I, La
lívar, que dirigía el grueso del ejército Habana 1947, p. 607.
colombiano desde Popayán, no podía 13 John Lynch, San Martín, argentine soldier,
american hero, 2009, p. 111.

12
No. 26 • Un encuentro con la historia

una actitud cauta, desembarcar en rra, Santa Cruz y Castilla, se unieran


Pisco, mientras el Almirante quería al ejército libertador. Mientras las
continuar al Callao, enfrentar a los fuerzas de Miller y Arenales acosaban
realistas y ocupar la capital, aprove- a los españoles por tierra, Cochrane
chando el factor sorpresa. La estrate- dominaba los mares, lo que provocó
gia de San Martín, de ir ganando te- que el Batallón Numancia se adhie-
rritorios y reclutas en los alrededores ra a la causa libertaria y que oficiales
de Lima, según Cochrane, era muy realistas depusieran al virrey Pezue-
costosa pues había que mantener la la, reemplazándolo con el general La
flota inactiva. San Martín quería evi- Serna el 29 de enero de 1821.
tar un sangriento enfrentamiento con Una segunda expedición del
los realistas para ganar la mente y co- general Arenales a la región andina
razón de los peruanos, que se unirían en abril fue interrumpida por la fir-
así a la causa libertadora, e influirían ma de un armisticio entre La Serna
al Virrey para lograr un acuerdo de y San Martín el 23 de mayo, que fue
independencia, en la forma de una aprovechado por el Virrey para eva-
monarquía constitucional, encabeza- cuar Lima y fortalecerse en la sierra.
da por un príncipe español. Sin em- San Martín entró victorioso en la ca-
bargo, según los hechos, se demostró pital del Virreinato el 12 de julio y el
que el general argentino sobrestimó 28 se proclamó la independencia de
el apoyo popular peruano a la causa Perú. Comenzó la administración del
independentista.14 Protector en Lima aunque no se ha-
De Pisco, el General reembar- bía presentado aún ninguna batalla
có el 23 de octubre y fue primero a entre los ejércitos rivales. San Martín
Ancón, donde lo visitó la delegación permitió que el general Canterac con
guayaquileña, encabezada por Villa- 3000 hombres cruzara frente a Lima
mil, con las noticias de independen- hacia la fortaleza del Callao, que esta-
cia; y luego, más al norte, al valle de ba en manos realistas, la abasteciera,
Huaura donde permaneció seis me- y, luego, se retirara a la sierra con el
ses. Cochrane no se quedaba tranqui- tesoro y sus hombres, sin enfrentar-
lo, el 5 de noviembre asaltó con éxito los. Está actitud fue muy criticada por
la fragata española Esmeralda que es- Cochrane y algunos de los oficiales
taba anclada en Callao. patriotas, haciéndole perder popula-
La actitud conservadora de San ridad al libertador, la que no recuperó
Martín contribuyó para que Torre Ta- ni con la rendición de la fortaleza y el
gle lidere a Trujillo en su declaración cambio de su comandante, el general
de independencia el 29 de diciembre Lamar, el 19 de septiembre, al ejército
y que oficiales criollos como Gama- independentista.15
Pocos días después, luego de
innumerables comunicaciones entre
14 Ibíd., pp. 121-123. Lord Cochrane y el ministro Montea-
15 Ibíd., pp. 133-134.

13
gudo, reclamando el primero la paga se acentuara. El propio ministro tucu-
de sus tripulantes y provisiones, así mano declaró en sus memorias, que
como la acción ilegal de la Armada de diez mil españoles distribuidos en
al apoderarse de dineros y bienes en todos los rangos cuando llegó el ejér-
Ancón, el Ministro le indica al Almi- cito libertador, quedaban menos de
rante que: seiscientos cuando lo expulsaron del
Perú.18 Esta política, que generó ingre-
ha resuelto S. E. salga usted inme- sos al gobierno, por la confiscación de
diatamente para los puertos de bienes de los desterrados que fueron
Chile con la Escuadra a su mando, distribuidos entre los oficiales, causó
devolviendo antes el dinero y pastas un deterioro económico por el aban-
particulares que ha tomado.16 dono de propiedades productivas, y
pérdida de apoyo de ciudadanos que
El Almirante intentó justificar consideraban abusivo los atropellos
sus acciones en comunicaciones pos- cometidos. En menor escala, y por
teriores, pero el rompimiento entre apenas un mes, esta política de arbitra-
Cochrane y San Martín fue definitivo, riedades e injusticia contra españoles
debió salir el Almirante de Callao a fue la que siguió Escobedo en Guaya-
comienzos de octubre. quil a partir de octubre de 1820, lo que
El ejército de San Martín se com- motivó su destitución y expulsión por
ponía de peruanos, chilenos, colom- la nueva Junta de Gobierno.
bianos y argentinos, lo que ocurrían Las situaciones política y militar
celos entre ellos, sobre todo porque no eran muy ventajosas para José de
el General manifestaba preferencia San Martín cuando salió de Lima por
por los primeros para estimular el segunda vez para entrevistarse con
entusiasmo revolucionario entre la Bolívar. El viaje que inició a comien-
población del país; además, los neo- zos de 1822 se interrumpió cuando
granadinos y venezolanos, que se supo que el Libertador no podía lle-
habían sublevado del batallón espa- gar a Guayaquil.
ñol Numancia, exigían el retorno a
Colombia.17 La derrota de las fuerzas
comandadas por el general peruano
Tristán en Ica, en abril de 1822, au-
mentó el descrédito del Protector en-
tre los oficiales del ejército, quienes
injustamente lo culparon del fracaso.
Los reveses militares del ejército 16 Documentos para la historia del libertador
libertador del Perú causaron que la general San Martín, t. XVIII, Buenos Ai-
política implantada por Monteagudo, res, MMI, p. 133.
17 José Coroleu, América, historia de su colo-
con la venia del Protector, de acosar a nización, dominación e independencia, t. IV,
los peninsulares establecidos en Lima, Barcelona, 1896, p. 243.
18 Ibíd., p. 247.

14
No. 26 • Un encuentro con la historia

LaÊen trevistaÊconÊBol’v arÊ Ê


enÊG uayaquil
El encuentro entre Bolívar y San
Martín en Guayaquil es uno de los
eventos históricos más analizado y
comentado por los estudiosos. Nun-
ca se podrá saber con certeza qué se
dijeron los dos generales en un total
de seis horas que duraron las tres en-
trevistas que tuvieron en los días 26 y
27 de julio de 1822. Historiadores ve-
nezolanos, como don Vicente Lecuna,
rechazan la autenticidad de la misiva
que San Martín envió a Bolívar desde
Lima dada a conocer por el francés dores, el 3 de marzo de 1822 San Mar-
Lafond en 1844; y, algunos argentinos tín le dirigió una carta a Bolívar, en la
creen que falta veracidad en las me- que le expresaba el sentimiento que
morias enviadas por el secretario de tenía por la intimidación que le hacía
Bolívar, José Gabriel Pérez al secreta- el Libertador al gobierno de Guaya-
rio de Relaciones Exteriores en Bogotá quil para que se agregue la provincia
y al Intendente del Departamento del a Colombia, y le pedía: “Dejemos que
Sur. Tres fueron los temas principales Guayaquil consulte su destino y me-
que debieron abordar los libertadores dite sus intereses para agregarse á la
y que motivaron el famoso encuentro. sección que le convenga”.19 Bolívar
recibió esa carta con mucho retardo,
Primero. Sin duda, uno de los
como él mismo dice en su contesta-
propósitos del viaje de San Martín a
ción del 22 de junio desde Quito, en
Guayaquil era apoyar la voluntad de
la que manifiesta: “Y no pienso como
la Junta de Gobierno, de que la ciudad
V. E. que el voto de una provincia
escoja libremente su destino. Había
debe ser consultado para constituir la
manifestado el Protector al Presidente
Soberanía Nacional”. Escribe que el
de la Junta, en agosto del año anterior,
gobierno de Colombia había resuelto
que él no haría sino seguir la volun-
no permitir, por más tiempo, la exis-
tad del pueblo, y considerar a la pro-
tencia de la Junta, y luego reitera no
vincia en la posición política que ella
creer que Guayaquil tenga derecho a
mismo se coloque. El asunto de Gua-
expresar su voluntad para incorpo-
yaquil ya lo habían tratado los liberta-
rarse a la República, pero que consul-
tará al pueblo porque este es digno y
19 Documentos sobre la entrevista de Guaya-
para que el mundo vea: “Que no hay
quil, Guayaquil, 1972, p. 15. pueblo de Colombia que no quiera
20 Ibíd., pp. 8-9. obedecer sus sabias leyes”.20 Es posi-

15
ble que esta comunicación, en la que el Protector percibía que el pueblo en
el Libertador manifiesta su resolución masa quería ser anexado al Perú.22
sobre el asunto de Guayaquil, no le En la controvertida misiva de
haya llegado al Protector antes de su San Martín a Bolívar fechada en 29 de
partida del Callao, puesto que en la agosto, el Protector manifiesta:
relación que hace uno de sus acom-
pañantes, Rufino Guido, expresa que Nada diré a usted sobre la reunión
uno de los objetivos reservados del Guayaquil a la República de Co-
viaje, era apoderarse de la provincia lombia. Permítame, General, que
que se había declarado a favor del le diga, que creí que no era a noso-
Perú; al llegar a Puná conocieron que tros a quienes correspondía decidir
Bolívar ya había agregado Guayaquil este importante asunto. Concluida
a Colombia, por lo que San Martín la guerra, los gobiernos respectivos
lo hubieran transado, sin los incon-
cambió de planes y ordenó que el
venientes que en el día pueden re-
convoy con dos batallones que lo se-
sultar a los intereses de los nuevos
guía, regresara al Callao.21 estados de Sudamérica.23
San Martín era un hombre prác-
tico, ya nada podía hacer con respecto Algo de premonición tiene esta
a Guayaquil ante un fait acompli, Bo- sentencia de San Martín, la guerra en-
lívar se había adelantado o él había tre Perú y Colombia en 1828 estuvo,
llegado tarde. En la carta de Bolívar en gran parte, motivada por los de-
a Santander le dice que el Protector le seos peruanos de agregar a su terri-
ofreció eterna amistad hacia Colom- torio a Guayaquil, intención que tuvo
bia, intervenir a favor del arreglo de otra vez el general Castilla cuando
límites y no mezclarse en los negocios Ecuador se había separado de Colom-
de Guayaquil. Pérez en sus informes bia, y Perú ocupó Guayaquil en 1859.
dice que San Martín afirmó que nada Si Bolívar hubiera permitido que la
tenía que decir sobre Guayaquil, y Junta de Gobierno convoque al pue-
que Bolívar le contestó que él había blo libremente a expresar sus deseos,
llenado los deseos del Protector de seguramente éste hubiera decidido
consultar al pueblo, el que estaba su integración a Colombia, dada la
convocado para expresarse el 28 del popularidad del Libertador, pero se
mes, el día en que partió San Martín hubiera evitado el malestar peruano
de regreso al Callao. que provocó que sus gobiernos in-
Rufino Guido dice que al día si- vadieran dos veces la ciudad en los
guiente de la partida, a bordo del Ma- primeros treinta y cinco años de inde-
cedonia, San Martín le dijo: “¿Qué le pendencia del Perú.
parece a usted cómo nos ha ganado
de mano el Libertador Simón Bolí-
var?”, confiando que Colombia no se 21 Ibíd., p. 73.
quedaría con Guayaquil luego que el 22 Ibíd., p. 77.
23 Ibíd., p. 79.
Perú acabe con los chapetones, ya que

16
No. 26 • Un encuentro con la historia

Segundo. La inestabilidad y el como consta en las constituciones que


caos en la primera década del gobierno propuso para Bolivia, Perú y Colombia.
de Buenos Aires, la influencia de la aris- En algo influyó el pensamiento de San
tocracia de Lima y de Monteagudo, ha- Martín, opuesto a un republicanismo
bían persuadido a San Martín que una que podía degenerar en caos y desor-
monarquía constitucional, dirigida por den, en las ideas bolivarianas.
un príncipe europeo, era lo que más Tercero. Sobre la ayuda militar
convenía para el Perú. Ese fue uno de que debía darle Colombia al Protec-
los temas conversados en la entrevista, tor para la independencia de Perú, es
y con el que Bolívar discrepó con San donde más difieren las versiones de la
Martín. En los informes enviados por entrevista. Pérez menciona que con-
el secretario Pérez, y que seguramen- versaron sobre la Federación de los
te el Libertador dictó, se afirma que dos países, sobre el apoyo del Protec-
Bolívar contestó que esto no convenía tor para el arreglo de límites, pero que
a América ni a Colombia, pero que él éste había venido a Guayaquil como
no se opondría a la forma de gobier- una simple visita sin empeño políti-
no que cada Estado quiera darse. Por co ni militar, “pues ni siquiera habló
ese informe podemos entender que el formalmente de los auxilios que había
Libertador estaba más en contra de la ofrecido Colombia y que se apresta-
venida de príncipes europeos que de ban para partir”.25
una monarquía constitucional como tal,
Según el historiador Lynch, “el
pues dice: “Que S. E. habría preferido
recuento bolivariano de la entrevista
invitar al general Iturbide a que se coro-
es un análisis franco de lo que ocu-
nase con tal que no viniesen Borbones,
rrió, aunque selectivo y parcial”.26 En
Austriacos, ni otra dinastía europea”.24
la famosa carta dada a conocer por
Bolívar, por la experiencia de la Lafond, San Martín le expresa a Bo-
primera etapa de la República de Ve- lívar que los resultados de la entre-
nezuela, era opuesto al federalismo y vista no son los que esperaba para la
favorecía una democracia centralista, pronta terminación de la guerra. Le
como la que estableció en Colombia. escribe, seguramente reiterándole lo
Sin embargo, por las dificultades que que le dijo personalmente, que el Ejér-
tuvo para controlar al Congreso, y la cito del Perú no tenía más que 8.500
necesidad de un gobierno fuerte, inclu- hombres disponibles, contra más de
so dictatorial para lograr la indepen- 19.000 realistas, y que la división de
dencia definitiva de Perú, el Liberta- 1.400 colombianos que el Libertador
dor posteriormente estuvo a favor de le enviaba solo servirían para mante-
un fuerte presidencialismo, vitalicio, ner el Callao y orden en Lima. Las ex-
cusas que le habría dado Bolívar para
24 Ibíd., pp. 67-68. no enviar el grueso de su ejército no lo
25 Ibíd., pp. 66-67. convencían, dice en la misiva: “O que
26 John Lynch, San Martín, argentine soldier, no ha creído sincero mi ofrecimien-
american hero, p. 189.
to de servir bajo sus órdenes con las
17
fuerzas a mi mando o que mi persona independencia; el primero creyó ver
le es embarazosa”. La excusa de que en San Martín una modestia fingida
el Congreso de Colombia no consenti- y falsa; el segundo en Bolívar una
ría su separación de la República no le ambición desapoderada. Ni uno ni
otro se comprendieron, y se separa-
parecía plausible a San Martín.27
ron recelosos y disgustados.29
Hay una discrepancia en el nú-
mero de hombres que ofreció Bolívar Esta opinión se corrobora con la
enviar al Perú, pues en la carta que carta que San Martín envió al francés
escribió el Libertador a Santander el Lafond y que se conserva en el museo
29 de julio, dice que “lleva 1.800 co- Mitre, aunque en ésta expresa tam-
lombianos en su auxilio, fuera de bién su admiración a los hechos mili-
haber recibido la baja de sus cuerpos tares de Bolívar,
la segunda vez, lo que nos ha costa-
do más de 600 hombres: así recibirá
su constancia a prueba que se forta-
Perú 3.000 hombres de refuerzo, por lecía en las dificultades, sin dejarse
lo menos”.28 Es posible que Bolí- abatir por ellas, por más grandes
var haya considerado que la ayuda que fueran los peligros a los que se
que brindaba sería suficiente para el hubiera arrojado su alma ardiente.30
triunfo de los patriotas, o que como
sucedió poco después con la subleva- Si bien los libertadores no llega-
ción en Pasto, Colombia necesitaba el ron a ponerse de acuerdo en la entre-
grueso del ejército para consolidar la vista de Guayaquil, no podemos decir
independencia en la República. Sin que hayan quedado enemistados, las
embargo, San Martín esperaba más, y comunicaciones de los dos, en fechas
salió frustrado y defraudado del en- posteriores, evidencian una mutua ad-
cuentro. miración y respeto entre ellos.
En 1896 escribió el historiador
Coroleu que por el resultado de la ElÊretiroÊ delÊprotectorÊ Ê
entrevista, ésta distó mucho de ser deÊlaÊgue rraÊdelÊP erœ
cordial, tanto las miras como los ca-
racteres de los interlocutores eran Por la forma de ser del general
contrarios, reflexionando así: San Martín, tranquilo y calculador,
sabemos que la importante decisión
Bolívar era locuaz, inquieto; San de dejar el Perú, no fue hecha a la lige-
Martín, tranquilo, frío, reservado;
aquél, orgulloso con sus triunfos,
tenia formada pobre idea de los 27 Documentos sobre la Entrevista de Guaya-
soldados del Sur; éste, más mo- quil, p. 78.
28 Ibíd., p. 61.
desto o más transigente, hacía caso 29 José Coroleu, América, historia de su colo-
omiso de las glorias alcanzadas en nización, dominación e independencia, t. IV,
sus campañas para no pensar en Barcelona, 1896, p. 248.
otra cosa sino en mancomunar los 30 Documentos sobre la Entrevista de Guaya-
esfuerzos en bien de la causa de la quil, pp. 83-84.

18
No. 26 • Un encuentro con la historia

ra, sino luego de mucha meditación. la carta que le dirigió a O´Higgins el


Son evidentes los problemas políticos 25 de agosto le dice que va a llegar la
y militares que tenía el Protector del época que tanto ha suspirado y que
Perú; su amigo José García del Río, se retirara después de convocar al
desde Santiago de Chile, le escribió, Congreso, le adelanta una explicación
en marzo de 1822, sobre los cuentos para esta decisión:
que en esa capital se decían de él y su
gobierno, esparcidos por los oficiales Ud. me reconvendrá por no concluir
chilenos que habían regresado des- la obra empezada, Ud. tiene mucha
contentos del Perú. Le dice García en razón, pero más tengo yo. Créame,
esa comunicación que unos especula- amigo mío, ya estoy cansado de que
ban en Chile sobre “el golpe de una me llamen tirano, que en todas par-
tes quiero ser rey, emperador y has-
revolución”, recomendándole que a
ta demonio; por otra parte, mi salud
su regreso, asumiera el mando con está muy deteriorada, el tempera-
solemnidad, y mento de este país me llevan a la
tumba, en fin, mi juventud fue sacri-
enseguida procede Ud. a la apertura ficada al servicio de los españoles, y
del Congreso, y allí puede renunciar mi edad media, al de mi Patria; creo
al mando político, sin que entonces que tengo derecho de disponer de
tenga nadie que morder a Ud., ni mi vejez.33
quede lugar a creer que el paso ha
sido forzado.31
San Martín convocó al Congre-
so del Perú tan pronto llegó de Gua-
En Guayaquil, San Martín le dijo yaquil, el mismo que se reunió el 20
a Bolívar, según la comunicación que de septiembre de 1822; y, en efecto,
el Libertador dirigió a Santander el 29 como le había anunciado a Bolívar y
de julio, “que se retirará a Mendoza, a O´Higgins, le entregó formalmente
porque está cansado del mando y de el mando del Perú presentándole una
sufrir a sus enemigos”.32 escueta proclama, y se retiró a su casa
Cuando el Protector llegó a Lima para preparar su partida a Chile. El
de regreso de la entrevista, encontró Congreso presidido por Luna Pizarro
que el ministro Monteagudo había le agradeció al General sus servicios
sido depuesto y deportado, y su posi- en la misma fecha de su instalación,
ción política se había deteriorado. En en el oficio se expresa:

La nación peruana se lisonjea de ser


31 Documentos para la historia del libertador
general San Martín, t. XVIII, Buenos Ai- agradecida a la paz de los eficacísi-
res, MMI, p. 347. mos esfuerzos que V. E. ha hecho, lan-
32 Documentos sobre la Entrevista de Guaya- zándose, como el rayo de la célebre
quil, p. 61. montaña que vio los últimos días de
33 Documentos para la historia del libertador Lautaro, a exterminar en el suelo de
general San Martín, t. XVIII, p. 480. los incas el férreo poder de España.34
34 Ibíd., p. 502.

19
Al día siguiente zarpó San Mar- lista en América del Sur. Simón Bolí-
tín desde Ancón rumbo a Valparaíso; var llegó a Lima, donde fue recibido
luego de pasar pocos días en Santia- con entusiasmo, el 1 de septiembre
go, el General se instaló en Mendoza de 1823, luego de recibir la autoriza-
manteniéndose al tanto de los acon- ción del Congreso de Colombia. La
tecimientos del Perú y Guayaquil, a unión del Ejército colombiano con el
través de comunicaciones recibidas de Perú y el genio de Bolívar hicieron
de amigos como Tomás Guido, Ru- posible los triunfos patriotas en Junín
decindo Alvarado, Hipólito Unanue, y Ayacucho en 1824.
Francisco Ugarte, José Lamar, Fray La decisión de San Martín de
Manuel Negrón, Francisco Roca, José alejarse de Perú, luego de la entrevis-
Joaquín Olmedo, entre otros. En mu- ta de Guayaquil, fue racional y patrió-
chas de éstas le expresan la esperanza tica, se desprendió de un mando que
que el General regrese, advirtiendo el necesitaba acciones dictatoriales, las
peligro de que la situación militar y que él no quería asumir, y dio lugar
política se agrave en el Perú.35 para que Bolívar comprometa a su
El historiador John Lynch espe- ejército y prestigio en la Independen-
cula sobre lo que tenía en mente San cia del Perú.
Martín mientras estuvo un año en San Martín no actúo irrespon-
Mendoza, a pesar de la enfermedad sablemente con América, esperó en
de su esposa Remedios: Mendoza hasta que conoció el arri-
bo de Bolívar a Lima antes de viajar
Perú no estaba cerrada completa- a Buenos Aires, y retirarse tres meses
mente; había todavía una rendija después a Europa, como había decidi-
abierta en la puerta. Él había renun- do. Llegó al puerto el 4 de diciembre,
ciado al puesto de Protector pero
tarde para despedirse de su esposa
no al de General, y puede ser que
mientras su esposa lo esperaba en enferma, pero una vez que estaba
Buenos Aires, él esperaba los acon- seguro que su participación en la fi-
tecimientos en Perú.36 nalización de la guerra no era ya ne-
cesaria.
Luego de la partida del general Los libertadores se plantearon
San Martín de Lima, los sucesos polí- estos acontecimientos en su encuen-
ticos y militares fueron demostrando tro en Guayaquil. Quisiera resaltar la
que para que la independencia triun- opinión del Dr. René Favaloro en que
fe en Perú eran necesarios un ejército debemos terminar de presentar a San
poderoso y un gobierno dictatorial. Martín y Bolívar como enemigos:
Cuando los delegados del Congreso
del Perú le ofrecieron al Libertador
Bolívar lo segundo, él comprometió
el grueso del ejército colombiano en 35 Ibíd., pp. 504-555.
la guerra contra el último bastión rea- 36 John Lynch, San Martín, argentine soldier,
american hero, p. 199.

20
No. 26 • Un encuentro con la historia

No hay duda alguna de que se dife- das acciones del ministro Monteagu-
renciaban temperamentalmente y se- do, también estaba menoscabado su
rían innumerables los ejemplos por liderazgo militar por el rompimiento
relatar para marcar sus distinciones con el comandante de la Escuadra chi-
caracterológicas particulares…A pe-
lena y el descontento de oficiales del
sar de ello se comprendieron, se res-
petaron y se admiraron mutuamen- ejército por la cautelosa estrategia se-
te. Los dos sabían que luchaban por guida por el patriota argentino.
la misma causa: la libertad de Amé- La anexión realzada por Bolívar
rica y los derechos republicanos del de Guayaquil a Colombia y la negati-
hombre. Los dos deberían constituir va del Libertador de comprometer el
el basamento de la verdadera y sóli-
grueso de su ejército con la guerra en
da unidad latinoamericana.37
el Perú, complicaron más la perspec-
tiva militar y política de San Martín,
por lo que tomó la difícil decisión de
Conclusi—n renunciar al mando peruano.
Estos años en que iniciamos la
celebración del proceso de indepen-
dencia de nuestras repúblicas, son Bibliograf’a
propicios para resaltar la figura de
Pérez Pardella, Agustín, El Libertador que cabalga, Ar-
San Martín, militar valiente y brillan- gentina, Planeta, 1997.
te estratega, quien decidió regresar a
Rumazo González, Alfonso, Simón Bolívar, t. 1, Quito,
su América natal para luchar contra el Casa de Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión /
dominio de una monarquía decaden- Editorial Pedro Jorge Vera, 2003.
te, acometió con el Plan Continental
García Camba, Andrés, Memorias del general García
que liberaría Chile e invadiría el co- Camba, para la historia de las armas Españolas del
razón del poder español en Lima, y se Perú 1822-1825, t. II, Madrid, Biblioteca Ayacucho,
retiró modestamente para dar paso a Editorial América.
la unión del ejército que él comanda- Bernardo Monteagudo, Peruvian Pamphlet; begin
ba con el de Colombia, acelerando así, an exposition of the administrative labours of the
el fin de la guerra de Independencia Peruvian Government, Printed by A. Applegath,
Stamford-Street, London, 1823.
del Perú y la libertad de toda Suda-
mérica. Salas, Carlos I., Bibliografía del general don José de San
Martín y de la emancipación Sudamericana, t. I-V,
El retiro de San Martín de la gue- Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de bi-
rra peruana y de la Independencia de lletes de Banco Chile, 1910.
América se produce no solo como con- Charles Stuart Cochrane, Journal of a residence and
secuencia de la entrevista con Bolívar. travels in Colombia, during the years 1823-1824,
Antes de eso, su figura política en Perú vol. 1, London, Printed for Henry Colburn, New
Burlington Street, 1825.
se había debilitado por las equivoca-
Bayo, Ciro, Examen de Próceres Americanos: los liberta-
dores, Madrid, Imprenta Juan Pueyo, 1916.
37 René Favaloro, ¿Conoce usted a San Mar-
tín?, Buenos Aires, 2009, pp. 190-191.

21
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22
ALFARO,
presidenteÊamigoÊdeÊlos Êe mpresarios
Guillermo Arosemena Arosemena

E
ntre los historiadores ecuato- español dueño de goletas, y, en me-
rianos de la primera mitad del nos de cuatro décadas, se convirtió
siglo XX, al analizar a Eloy Al- en uno de los hombres más ricos de
faro Delgado, no hay consenso sobre Ecuador. Entre los negocios de Luza-
su ideología y relación con el sector rraga se encontraba la exportación de
privado; pero, entre los contemporá- todo lo que se podía vender en el ex-
neos, la mayoría de pensamiento de terior, incluyendo sombreros de paja
izquierda, lo describe como enemigo toquilla. Manuel era quien compraba
de los empresarios, llegando al ex- por cuenta de Luzarraga, estos pro-
tremo absurdo de sostener que fue el ductos elaborados en Manabí.
primer socialista ecuatoriano. Nada Cuando se independizó comer-
más alejado de la realidad. Eloy Al- cialmente, Manuel decidió seguir en el
faro fue, sin lugar a dudas, el presi- negocio de exportación de los mencio-
dente más cercano a los empresarios nados sombreros. Llegó a tener una de
que ha existido en Ecuador, muy por las casas más elegantes de Montecristi.
encima de Plaza, Yerovi, Arosemena El propio Eloy afirmó que la casa de
Gómez, Febres Cordero y Durán Ba- su padre fue una de los mejores en
llén. Alfaro fue pro empresa privada, su tiempo. El historiador manabita
las evidencias son abrumadoras, se Wilfrido Loor sostiene que tal afirma-
observan a través de todos los actos ción es cierta por estar construida de
en su vida. piedra, ladrillo y madera; un escudo
Su ideología capitalista comien- nobiliario adornaba la entrada. José
za en sus orígenes. Su padre, el es- Sáenz y Díaz de la Academia Nacional
pañol Manuel Alfaro González, fue de Historia de Venezuela, en su escrito
empresario exitoso, de aquellos que sobre el padre de Alfaro, sostiene que
comienzan como empleados y termi- Manuel se consideraba sangre azul y
nan siendo dueños de negocios. En para su hijo Eloy buscó como padri-
efecto, Manuel, quien se había esta- no a Agustín Villavicencio, el hombre
blecido en Montecristi alrededor de más rico de Manabí en aquella época.
1835, fue empleado de Manuel An- Manuel adquirió algunas haciendas
tonio Luzarraga, español que llegó con el objeto de sembrar diferentes
a Guayaquil como asistente de otro productos y tener ganadería; tuvo los
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recursos para traer un profesor de Eu- Los negocios le dan el ciento por
ropa y dedicarlo a la enseñanza de sus uno… Tiene alma de comerciante
hijos. judío y se enriquece bárbaramente.
Gana en ocasiones hasta mil duros
Eloy frecuentemente acompañó diarios, en el Panamá, de los traba-
a Manuel en viajes comerciales, es- jos preparatorios para el Canal.
pecialmente a Panamá y otros países
centroamericanos. Durante su exilio La moneda duro equivalía al
en Panamá, época de la presidencia peso fuerte. En Ecuador el peso fue
de Gabriel García Moreno, se desem- usado hasta la creación del sucre en
peñó como próspero empresario; ese 1884. Para dimensionar el monto de
país se había convertido en impor- ganancia de Alfaro, en los años vein-
tante mercado de bienes por el trán- te, es decir cuatro o más décadas des-
sito de extranjeros que comenzaron pués, el gerente de un banco en Gua-
a llegar a raíz de la construcción del yaquil tenía 2.000 sucres mensuales
ferrocarril en 1850, el primero trans- de sueldo.
continental, para trasladar a personas
y carga desde Colón, donde arriba- Por haber vivido años en Pana-
ban los barcos de Europa y Estados má y conocido a gente importante de
Unidos, hasta ciudad de Panamá o en ese país, Alfaro se vinculó con la élite
tránsito contrario. social y económica; se casó con Ana
Paredes Arosemena, perteneciente a
Posteriormente, el mercado de dos de las familias más distinguidas
sombreros se amplió con la construc- de ese país y de las más antiguas de
ción del canal bajo la dirección de Fer- América del Sur. Desde el siglo XVII,
dinand de Lesseps, a partir de 1880 y los antepasados de Ana ocuparon
luego bajo el control estadounidense, los cargos públicos más importantes
al ser usados por ciertos trabajadores de Panamá, como es el caso de Feli-
para protegerse del radiante sol. Teo- pe Arosemena, gobernador en 1684 y
doro Roosevelt lo popularizó al usar- luego alcalde.
lo cuando visitó la construcción del
citado canal. Alfaro no solo fue un buen em-
presario, también mostró gran talento
Después del fallecimiento de Gar- en lo político; desde temprana edad,
cía Moreno, Eloy regresó a Ecuador e cuando hizo oposición a García Mo-
hizo crecer el negocio, generó mucho reno, demostró gran liderazgo que
dinero que sirvió para pagar los estu- posteriormente lo usó para alcanzar
dios de dos de sus hermanos, Manuel y la presidencia. Los empresarios de
Medardo en Estados Unidos, donde es- Guayaquil siempre lo vieron como
tudiaban medicina; a su otro hermano uno de su sector, no como un político
Marcos, que estudiaba leyes en Cuenca, en el que no se podía confiar. Todo lo
y cubría los costos de vida de su padre contrario, entre él y los agricultores,
jubilado en Costa Rica. De su capaci- comerciantes e industriales, siempre
dad como empresario, Loor escribió: hubo buena química. Alfaro no podía
ignorar que durante décadas había
24
No. 26 • Un encuentro con la historia

sido empresario, él se pertenecía a Desde que Alfaro logró promi-


este sector, que, en aquellos años no nencia nacional al dirigir una de las
era tan injustamente criticado como fuerzas revolucionarias contra el dic-
en la actualidad. tador Ignacio Veintemilla, tuvo el res-
Cuando Alfaro subió al poder, paldo de los empresarios, y él supo
no existía el Estado Benefactor; hasta corresponderles. No solo fueron gua-
los primeros años del siglo XX, el co- yaquileños, también contribuyeron
losal desarrollo económico mundial, empresarios de Esmeraldas y Mana-
se había logrado por la iniciativa del bí. El pensamiento liberal estuvo en
sector privado: creación de inventos los costeños desde siempre. Ellos lo
para satisfacer las necesidades laten- trajeron de Panamá en 1882 y ayuda-
tes y no latentes del consumidor. Re- ron a financiar la campaña contra el
cién la izquierda comenzaba a nacer dictador. No fue la única ocasión que
y los escritos de Marx, atacando a las aportaron económicamente a su revo-
actividades productivas por ser “ex- lución, también lo trajeron una déca-
plotadoras”, no se habían populari- da después. Los guayaquileños no se
zado. En el mundo, el Estado invertía quedaron como financiadores de las
en seguridad, educación y un poco en revoluciones; también le financiaron
salud, el resto era inversión del sec- numerosos proyectos durante sus dos
tor privado. A nivel mundial, apenas administraciones, como se conocerá
10% de la economía era manejada por en los párrafos posteriores.
el Estado, actualmente es más de 50%. En el discurso de Alfaro a la A-
El ingenio humano y la libertad eco- samblea Nacional, 1883, después del
nómica habían permitido a países sa- derrocamiento de Veintemilla, hay nu-
lir de la pobreza y algunos convertirse merosos comentarios a favor de los
en potencias mundiales. En Ecuador, empresarios. En su exposición se nota
bancos privados actuaron como ban- la preocupación de Alfaro por quie-
cos de desarrollo, prestando dinero a nes confiaron en él y entregaron dine-
los distintos gobiernos, para financiar ro; el Estado tenía que cancelar tales
el presupuesto del Estado. Alfaro re- obligaciones:
currió frecuentemente a ellos.
Desde el primer momento en que Las entradas de Aduana de Mana-
Alfaro entró a la vida pública, consi- bí fueron gravadas en un setenta y
deró a los empresarios como amigos y cinco por ciento, para atender a la
amortización de los empréstitos que
asesores. En sus dos administraciones,
impuse en esa provincia. Para me-
Alfaro estuvo en permanente contacto jorar las condiciones de los presta-
con ellos, lo que favoreció a la transfor- mistas, dispuse el pago de 10,569.48
mación económica de Ecuador. cts. por la Tesorería de Guayaquil
Por su estrecho vínculo con el […]En atención a la buena voluntad
sector privado, los enemigos de Al- con que hicieron su entero la mayor
parte de los prestamistas, es decoro-
faro frecuentemente lo acusaron de
favorecerlo.
25
so que decretéis el pago puntual de aquel acto de bandalaje no puede
esas cantidades… jamás constituir precedente en un
país honrado como Ecuador.
En su discurso hizo referencia a
su relación con Markus Kelly, empre- Alfaro se refiere al atropello de
sario inglés, quien durante el tiempo Veintemilla cuando, frente a la negati-
que vivió en Ecuador inició algunos va del gerente del Banco del Ecuador
negocios, incluyendo la construcción a entregarle dinero, envió un pelotón
del ferrocarril Guayaquil-Quito. Él le que entró a la Alfaro tenía muy claro
proporcionó armas para su ejército: la importancia de honrar los compro-
misos internos y externos:
El importe de aquellos contratos (ar-
mas) asciende a 200.000 pesos, de los Si es equitativo que los gobiernos sa-
cuales se le ha cubierto al señor Kelly tisfagan religiosamente los créditos a
105.106,70 cts., y espero, que ocu- sus acreedores internos, no lo es me-
paréis de este asunto, ordenando el nos que salven el buen nombre de la
pago del saldo de 94.893,30 cts. que patria, dejando satisfechos también a
aún se le adeuda. los acreedores del exterior.

En su exposición, Alfaro men- Como visionario empresario que


cionó haber firmado un contrato con era, se refiere a la importancia del de-
Kelly y Stanley Nider para construir sarrollo de la industria de las plantas
telégrafos en Manabí y otro con Ke- textiles para fabricar sacos para enva-
lly y su socio ecuatoriano apellido sar cacao, quina y caucho de exporta-
Rendón, para el cultivo del henequén ción. También hace referencia a cons-
y ramié o seda vegetal. También co- trucción de caminos y otros proyectos
mentó haber dado autorización a Ke- de desarrollo económico. En su discur-
lly para establecer un banco en Mana- so Alfaro aprueba la prensa libre, or-
bí con carácter de extranjero: denando una circular en que la prensa
tenía libertad para juzgar sus “actos
… encontré conveniente acceder a gubernativos”.
este deseo, no solo porque se traía Las clases económicamente altas
así al país nuevos capitales, sino no se limitaron a ayudar con dinero
porque con presencia del infame
a Alfaro, también participaron en las
atentado a la corrompida dictadura,
contra el Banco del Ecuador, sería de llamadas Montoneras que los histo-
esperarse que, tanto los extranjeros riadores contemporáneos sostienen
como los nacionales, se retrajesen, fue conformada por la gente de cla-
por lo menos en muchos años, de se pobre y algo de clase media. Esta
dar sus capitales a la circulación, apreciación es sesgada porque tam-
si no se hace patente la liberalidad bién participaron hijos de familias
del Gobierno para conceder cuantas acomodadas, como lo prueba la foto
garantías puedan pretenderse, a fin que reproduzco.
de probar al mundo civilizado que

26
No. 26 • Un encuentro con la historia

Entre estos revolucionarios se


encuentran los jóvenes Luis Adriano
Dillon (sentado, primero de derecha
a izquierda) y Agustín Febres Cor-
dero (parado, primero de derecha a
izquierda). El primero, además de ha-
ber sido posteriormente ministro en
el gabinete de Alfaro, fue gerente fun-
dador del Commercial Bank of Spa-
nish America, antecesor del Lloyd’s
Bank, y estuvo vinculado a la familia
Valdez, dueña del ingenio de azúcar.
También tuvo negocios propios.
El segundo fue abuelo de León Febres
Cordero.
Su cercanía con los empresarios
aumentó significativamente, en sus dos
administraciones. Para lograr una gran
transformación económica, los em-
presarios serían claves para Alfaro. La
La Revolución liberal y el adve-
cualidad de un buen estadista es saber
nimiento de Alfaro al poder ocasiona-
escuchar y Alfaro supo hacerlo, escu-
ron un alto costo económico para el
chando las recomendaciones de la Cá-
país, por las repetidas paralizaciones
mara de Comercio de Guayaquil, a sus
del comercio exterior e interno.
ministros empresarios y a otros que es-
tuvieron dispuestos a hacer sugerencias. Con el reclutamiento de los agri-
cultores para integrar los ejércitos de
El poder económico guayaquile-
Alfaro, los hacendados tuvieron difi-
ño vio en Eloy Alfaro al transformador
cultad en cosechar sus productos y los
de cambios anhelados. Esto explica
comerciantes en importar y exportar.
que la Junta de Notables de Guaya-
Esta incertidumbre, ocasionada por
quil, constituida por un grupo de co-
los detractores de Alfaro, debe haber
merciantes, aportó treinta mil dólares
sido otro factor decisivo que llevó a los
para financiar el viaje del general Eloy
empresarios a apoyar financieramente
Alfaro, quien se encontraba en Cen-
a Alfaro, para no prolongar la inesta-
troamérica, para ponerlo al frente de
bilidad económica más tiempo del ne-
la revolución contra el gobierno con-
cesario. Ellos querían evitar el colapso
servador de Lucio Salazar que había
económico, fueron celosos guardianes
reemplazado a Luis Cordero. Siendo
de la economía, y, en más de una oca-
liberales por naturaleza, los empresa-
sión, salvaron a Alfaro de disparar la
rios no estaban de acuerdo con el pen-
inflación, evitando el caos económico.
samiento conservador que frenaba el
Además, sin ellos, Alfaro difícilmente
crecimiento de los negocios.
27
hubiera podido terminar la construc- pero la Comisión administraría con
ción del ferrocarril y emprender sus entera independencia, a fin de ofre-
proyectos. cer, a todos, la más completa garantía
de honradez y competente manejo.
La obra física más importante Esta Comisión podría componerse,
de todas fue la construcción del ferro- en mi concepto, de las siguientes
carril para unir la Costa con la Sierra personas que inspirarían confianza
y terminar para siempre con el aisla- al capital extranjero y nacional.
miento de las regiones, especialmente
las provincias de la Sierra que, por Los nombres propuestos por Al-
centurias, se habían perjudicado al no faro corresponden a la élite empresa-
poder vender sus frutas y vegetales rial costeña, compuesta de agriculto-
en las provincias de la Costa. En la res, banqueros, industriales, comer-
Convención Nacional de 1896, Alfa- ciantes y exportadores: Ignacio Robles,
ro leyó un mensaje especial sobre su Eduardo Arosemena, Homero Morla,
plan de reiniciar la construcción del Enrique Seminario, Lautaro Aspiazu,
ferrocarril. Desde la década anterior, Nicolás Norero, Eduardo Ricket, Pe-
cuando Kelly construía el ferrocarril, dro Plablo Gómez, Vicente Sotomayor
Alfaro se había interesado en usar el y Luna, Luis A. Dillon, Antonio Ma-
maravilloso invento del ferrocarril dinyá, Lisímaco Guzmán, Sixto Durán
para unir todas las provincias. Ballén y otros.
En este mensaje, Alfaro pública- Posteriormente, dos de ellos fue-
mente acepta tener confianza en los ron ministros de Estado de Alfaro.
empresarios, expresa su deseo de co-
Alfaro termina su mensaje re-
laborar con ellos y da a entender que
afirmando su apoyo a los citados em-
ellos serán sus asesores:
presarios:
Los principios de la ciencia nos en-
Firmemente persuadido estoy, señor
señan que en las grandes empresas
Presidente, de que confiada la Admi-
nacionales, generalmente los gobier-
nistración del Ferrocarril a una Co-
nos no son buenos administradores
misión como la que acabo de indicar,
[…]. En esta virtud, yo no vacilaría
los capitales extranjeros vendrán al
en confiar el éxito del ferrocarril a
país a buscar colocación provechosa
una comisión honorable, compuesta
y a engrandecer la república.
de hombres patriotas, probos y de
fortuna, que se encargase de alla-
nar los capitales de que habemos En su mensaje de 1896, Alfaro ad-
menester para la construcción de mitió que el Estado no debe ser empre-
la obra redentora y de excogitar los sario, por ser ineficiente y lo reafirmó
mejores medios para llevarla a cabo. en los años posteriores de su primera y
Los poderes Legislativo y Ejecutivo, segunda administración. Esta filosofía
en los respectivos casos, se reserva- contrasta radicalmente con la filosofía
ría, como es natural, la facultad de del gobierno de Rafael Correa, siendo
aprobar o desechar los contratos; Alfaro su referente.
28
No. 26 • Un encuentro con la historia

Las administraciones de Alfaro se a s/. 2,25, cuando el tipo de cam-


estuvieron permanentemente cortas bio era 2. Para cooperar con Alfaro,
de dinero, los ingresos del presupues- los banqueros y más importantes co-
to no fueron suficientes para cubrir las merciantes firmaron un convenio que
necesidades de los enfrentamientos ar- evitó la escalada del dólar y la libra
mados, además de las obras que que- esterlina.
ría hacer. Su primera administración Paralelamente, Alfaro solicitó a
tuvo que enfrentar serios obstáculos la Cámara de Comercio de Guayaquil
económicos, financieros y de otra na- (CCG) la opinión sobre el sistema mo-
turaleza. En 1896, Guayaquil fue arra- netario que Ecuador debería tener, si
sada por un incendio devastador que seguir con el bimetalismo o adoptar
destruyó 80 manzanas; en menos de 72 el patrón oro. Eloy Alfaro reconoció
horas, la riqueza privada y pública de la misión de esta institución cuando
Guayaquil desaparecieron. en la ceremonia inaugural de su reor-
Los bancos cerraron sus puertas ganización, Serafín S. Wither, minis-
por 15 días para inventariar docu- tro de Hacienda, admitió que la CCG
mentos logrados salvar. proporcionaría al Ejecutivo
En el incendio, se quemaron la
mayoría de los pagarés, acciones de … un Cuerpo Consultivo que, con
empresas en custodia o garantía, cé- sus luces y experiencia en los nego-
dulas hipotecarias, letras de exporta- cios, coadyuve con el Gobierno para
que las medidas que se adopten pro-
ción y testamentos.
duzcan el resultado que se desea.
La nueva Ley de Bancos de 1897,
encaminada a fortalecer la moneda al En 1898, la CCG entregó su in-
modificarse la relación entre reservas forme a Alfaro, recomendando la
en metales preciosos y emisión de adopción del patrón oro. Este sistema
billetes, irónicamente causó un duro ofrecía a Ecuador varias ventajas, pues
golpe en la economía del país. En la atraería la inversión extranjera, repa-
antigua ley, los bancos podían emitir triación de capitales de ecuatorianos,
billetes hasta el triple de sus reser- estimularía la reducción de la tasa de
vas, con la nueva, solamente hasta el interés, al igual que la de inflación, y
doble. Este cambio mermó el medio acrecentaría la riqueza nacional. Alfa-
circulante, en momentos en que Gua- ro aceptó la recomendación y el sucre
yaquil lo necesitaba para reponer las pasó a ser respaldado por oro. El nue-
cuantiosas pérdidas ocasionadas por vo sistema monetario mantuvo la esta-
el incendio. La escasez de moneda, bilidad cambiaria hasta 1914, cuando
sumada a la caída de las exportacio- se inició la Primer Guerra Mundial.
nes debido al exceso de lluvia que
destruyó las cosechas de cacao y otros Irónicamente, el mismo Gobier-
productos exportables, repercutió en no que promulgó la Ley de Monedas
el valor del dólar, llegando a cotizar- de 1898, con miras a sanear la mone-
da, trató de interrumpir el proceso

29
de fortalecimiento del sucre. Ante la medidas violentas, por más que
urgente necesidad de armarse para ellas fueran exigidas por la salud
prepararse frente a futuros enfrenta- pública, acepté sin vacilar aquella
mientos bélicos, el presidente Alfaro oferta oportuna.
sorprendió a la empresa privada, al
decretar una emisión inorgánica de El préstamo dio origen a la for-
2 millones de sucres, es decir, sin res- mación de la Sociedad de Crédito Pú-
paldo metálico alguno y que él defi- blico, establecida con un capital de
nió como una “contribución extraor- 400.000 sucres. Entre los accionistas
dinaria”. El plan de Alfaro fue usar fundadores se encontraron Martín Re-
la mitad de esa suma para reponer y imberg, Lautaro Aspiazu, Luis Adria-
mejorar las fuerzas armadas y garan- no Dillon, Ramón Mejía, Emilio Es-
tizar su permanencia en el poder. trada, Max Muller, Fortunato Salcedo,
La noticia fue recibida con alar- Vicente González Bazo, J. Wheeler y
ma y causó fuerte oposición; los em- George B. Nixon.
presarios cansados de trabajar en una Esta empresa manejó la explota-
economía inestable y volátil, y preocu- ción de la sal que era monopolio del
pados de que sus patrimonios lo conti- Estado, hasta la cancelación del prés-
nuaran erosionando, gestionaron ante tamo; funcionó durante muchos años,
Alfaro, la supresión de la desacertada enfrentando la hostilidad de grupos
medida, proponiendo como alterna- que desearon su liquidación, alegan-
tiva otorgar al Gobierno un préstamo do que causaba perjuicio a los intere-
por un millón de sucres en moneda ses del fisco.
fuerte, reembolsable con el producto En la segunda administración de
del ramo de sal. Eloy Alfaro, hubo la misma falta de
En palabras de Alfaro: recursos económicos que en la prime-
ra. Los fondos provenientes del pre-
… Tenía yo el propósito de emplear supuesto no fueron suficientes para
la mitad de esta suma en reponer y atender todas las necesidades. Para
mejorar los elementos bélicos, tan evitar que Alfaro entrara en desca-
necesarios para mantenernos en labro financiero, los empresarios de
estado de hacer frente al enemigo Guayaquil nuevamente lo sacaron de
común, que nunca interrumpe sus apuros y le hicieron un préstamo que
maquinaciones ni deja de sus ma- se cancelaría con la administración del
nos la tea de la discordia civil. Iba
puerto de Guayaquil. Fue una espe-
a llevarse a cabo el decreto cuando
en hora propicia se me presentó en cie de concesión como las que se dan
Guayaquil un grupo de generosos actualmente en países de economías
patriotas que, aconsejados por el emergentes. Alfaro se adelantó cerca
sentimiento de la concordia, tuvie- de un siglo a las concesiones que tanto
ron la nobleza de ofrecerme un mi- molestan a los socialistas del siglo XXI.
llón de sucres en empréstito volun- Una vez más Alfaro aceptaba que el
tario […]. Prefiriendo no emplear Estado es muy mal administrador.

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No. 26 • Un encuentro con la historia

En 1907, decidió conceder al sec- tizarían con el 3% adicional a los


tor privado el manipuleo y control de derechos de importación.
la carga de exportación e importación, 4. La CNC se comprometía a reali-
que se hizo por medio de lanchas de zar el servicio de carga y descar-
particulares, debido a que, en aquellos ga del puerto, con sus propios
años, el muelle ya no funcionaba, evi- activos (lanchas, grúas, etc.), y
tándose así la evasión tributaria que solamente cobraría al comercio
existía hasta entonces. la tarifa acordada en el contrato,
Si bien la concesión fue adju- una inferior a la que las lanchas
dicada a Emilio Estrada, él desistió particulares habían cobrado an-
y, en su lugar, la empresa Compañía tes de que se firmara el citado
Nacional Comercial (CNC) asumió la contrato.
administración del manejo de la car- Esta concesión no agradó a cier-
ga. Esta empresa fue constituida con tos comerciantes, quienes comenzaron
un capital de cien mil sucres en partes una campaña dirigida a desprestigiar
iguales entre Carlos Alberto Aguirre, a sus administradores. Al referirse al
Emilio Estrada, Pedro G. Córdova y problema presentado, Carlos Alberto
Francisco Urbina Jado. Años después, Aguirre, gerente de la CNC, en la ex-
el capital se elevó a s/. 900.000 e ingre- posición de motivos, comentó:
saron 176 nuevos socios. En el nuevo
capital, Urbina Jado cedió sus accio- Las medidas severas empleadas por
nes, y Manuel San Lucas y Enrique la Compañía, en cumplimiento de
Stagg se convirtieron en principales su deber, provocaron una resistencia
accionistas con s/. 60.000 cada uno. de parte de algunos comerciantes y
En el contrato que firmó la cita- causaron una campaña tenaz y for-
midable contra ella. Ya bajo sus fir-
da empresa con el Gobierno nacional
mas, ya bajo anónimos, se dirigieron
se estipuló lo siguiente: á las Cámaras Legislativas tratando
1. La CNC administraría lo que de demostrar que el contrato era le-
quedaba del muelle fiscal, com- sivo para sus intereses, leonino, y
prometiéndose a dar al Gobier- ruinoso para el país.
no, el 50% de las utilidades líqui-
das y garantizaba el monto total Los detractores llegaron a mani-
de las recaudaciones. pular las estadísticas de exportación e
2. La CNC recaudaría para el Go- importación para probar que la citada
bierno el impuesto de tonelada empresa se beneficiaba en enormes
de importación y el de sanidad, cantidades de dinero. Un año más
cobrando solamente por tal ges- tarde, los opositores lograron con-
tión un 2%. vencer a ciertos legisladores para que
dictaran una resolución disponiendo
3. La CNC prestaría al Gobierno
que el Poder Ejecutivo reasumiera la
$600.000 al 9% de interés anual,
administración de los servicios que
cuyo capital e intereses se amor-

31
hacía la CNC, para lo cual debía ob- 1908. Eloy Alfaro defendió el contrato
tener un préstamo del comercio de y argumentó que el Estado no tenía
Guayaquil, para comprar los activos los fondos ni estaba preparado para
de la CNC. administrar la carga eficientemente:
En su defensa, la CNC sostuvo
que: … habéis ordenado que el Gobierno
reasuma inmediatamente la admi-
nistración del Muelle, etc. Nada ten-
El monopolio de las lanchas era an-
dría de objetar á esto, si el Ejecutivo
tes, cuando los Agentes de Vapores
contara con los medios de cumplir-
eran a la vez empresarios de ellas, y
los; pero, las lanchas, los remolcado-
cuando no toleraban que nadie, sino
res y todo el material necesario para
ellos acudieran por la carga. Mono-
el servicio del Muelle, pertenecen á
polio era antes, cuando esos Agen-
la Compañía Nacional Comercial;
tes fijaban para sus lanchas la tarifa
de manera que el Gobierno tiene
a conveniencia.
que comprar esos elementos, ya
sea a la misma Compañía ya a otras
Más adelante en su exposición, personas. Y para realizar esta com-
Aguirre agregó: pra, ha menester una fuerte suma,
de trescientos á cuatrocientos mil
Si el Gobierno tuviera un muelle al sucres, que la Legislatura está en el
que pudieran atracar los vapores deber de arbitrar, para que la Reso-
de alto bordo, el servicio de las lan- lución sea cumplida. De otro modo,
chas sería innecesario, y la carga y con qué lanchas y material de mue-
descarga se haría directamente en el lle podría atender el Gobierno in-
muelle y estaría a cargo del Gobier- mediatamente á las necesidades del
no. Pero como carece de tal muelle, Comercio, como lo habéis resuelto?
tiene que hacer uso de las lanchas,
que son como una prolongación de No habiendo podido los legis-
él… Puesto el embarque y desem- ladores desvirtuar las acusaciones ni
barque en manos de la Compañía… encontrado los recursos financieros
el Gobierno tiene el control y la vigi-
para que el Gobierno se hiciera cargo
lancia que necesitaba, y el Comercio
de los servicios de la CNC, en 1909
la garantía de una tarifa estable y
que es inferior á la que cobraban los firmaron entre ellos el convenio que
empresarios particulares. acuerda el statu quo, por medio del
cual la concesión a la CNC continuó
Finalmente Aguirre probó que, en las mismas condiciones que se esti-
durante el primer año de operaciones, pulaban en el contrato de 1907.
las recaudaciones de aduana aumen- Desde fines del siglo XIX, el ca-
taron en 11%, el derecho de tonelaje cao ecuatoriano comenzó a tener se-
en 42% y 110.828 sucres por concep- vera competencia de las colonias afri-
to del 50% de las utilidades, cantidad canas británicas que habían iniciado
equivalente al 1,3% de todos los aran- siembras masivas del grano. La entra-
celes de aduana durante el año de da de estas últimas al mercado mun-

32
No. 26 • Un encuentro con la historia

dial empezó a afectar el precio del el país pudiera prometerse magnífi-


cacao. La competencia representaba cos resultados para la riqueza públi-
menos ingresos de divisas para Ecua- ca y la riqueza privada.
dor. En 1899, frente a este panorama
sombrío, Vicente González Bazo, En su exposición Alfaro también
prestigioso empresario y propietario propuso reducir los impuestos a la ex-
de la Revista Comercial, que se publi- portación de cacao y demás frutos del
caba en Guayaquil, presentó a Eloy país, para desarrollar la agricultura.
Alfaro un proyecto relacionado con Una vez más, Alfaro se identificó con
la creación de la Compañía Nacional los empresarios y se interesó para que
de Cacao del Ecuador, cuyos propie- ellos ganaran dinero; Alfaro conocía
tarios serían todos los productores y muy bien que al hacerlo el país se be-
exportadores de cacao. Alfaro acogió neficiaría por el aumento de puestos
el proyecto y lo envió al Congreso. En de trabajo y mayor recaudación de
su mensaje a los legisladores expuso: impuestos. Las estrechas relaciones
entre los sectores público y privado,
Los autores del proyecto indicado durante las administraciones de Al-
se proponen, mediante combina- faro, no se habían visto antes ni se
ciones mercantiles que llevaría a verían después. Alfaro conocía muy
cabo la Compañía, obtener mejores bien que para que los países prospe-
precios para el cacao en los mer- ren debía existir un entorno favorable
cados extranjeros; lo que induda- al sector privado que dé confianza a
blemente produciría alza de precio
la inversión, situación que no ocurre
del artículo en el país y aumento de
rentas para el Erario […]. No sería, en la actualidad, según los indicado-
pues, un monopolio, en el sentido res Facilidad para Hacer Negocios,
económico de la palabra, la concen- publicado anualmente por el Banco
tración del cacao en manos de una Mundial y Facilidad Comercial del
Sociedad; sino más bien una liga Foro Económico Mundial.
comercial entre productores y ex-
La Compañía Nacional de Cacao
portadores del referido grano para
del Ecuador (CNCE) no logró hacerse
darle mayor valor y aumentar, por
consiguiente, el desarrollo de su realidad; pero, una década más tarde,
producción, las utilidades privadas por motivo que los precios del cacao
y entradas al Fisco […]. El carácter se habían deteriorado, se creó la Aso-
popular que entraña la Compañía ciación de Agricultores en Guayaquil,
Nacional de Cacao del Ecuador, la institución muy similar a la CNCE, en
pone al alcance de todas las clases la que participó el 80% de los producto-
sociales; de suerte que solo quien no res y exportadores de cacao. Funcionó
quisiera tomar parte de esta nueva
hasta 1926, cuando fue liquidada por
empresa comercial quedaría sin ac-
los militares de la Revolución juliana.
ciones de ella. Dada la inteligente
laboriosidad y honradez tradicional Alfaro no se limitó a apoyar al
de los comerciantes del Guayas que sector de cacao, lo hizo con otros sec-
serían los directores de este negocio, tores de la economía, e incluso trató
33
de fomentar nuevos sectores como minucioso que representa el inter-
la piscicultura; con la aprobación del ventor don J. Eleodoro Avilés por
Congreso solicitó un “ligero apoyo las operaciones correspondientes a
pecuniario del Gobierno cuando sea los años de 1899 y 1900, pone en ma-
nifiesto la buena fe y lo beneficioso
menester”. Alfaro se refirió a ayuda
que ha sido para el Fisco el estable-
como “garantía de intereses sobre ca- cimiento de dicha Sociedad.
pital, concesión de privilegio o alza o Resalta más el temerario encono
baja de derechos de importación”. Él político de don Lizardo García, si se
se adelantó a todos los países emer- considera que entre los accionistas
gentes cuyos gobiernos tienen leyes figuran los nombres intachables y
especiales para promover los nego- de lo principal en el alto comercio
cios. Recientemente la prensa inter- de Guayaquil, de los señores Da-
nacional informó que el Gobierno de río, Virgilio y Horacio Morla, Reyre
Hermanos, Lautaro Aspiazu, Jacinto
China, por haber subsidiado la expor-
Caamaño y otros más, que tomaron
tación de módems (accesorio usado parte en la mencionada Sociedad,
en Internet), tenía un conflicto con la para servir al país y librarle de una
Organización Mundial de Comercio. contribución de guerra que se impo-
A pesar de estar ese país gobernado nía como consecuencia de la revolu-
por socialistas, los dirigentes conocen ción conservadora que terminó en la
que es indispensable el apoyo al sec- batalla del Chimborazo.
tor privado para salir de la pobreza.
Décadas antes de que en los cincuenta Los nombres mencionados co-
el Gobierno ecuatoriano promulgara rresponden a los empresarios más
la ley de desarrollo industrial, apoya- ricos de Ecuador. Los hermanos Mor-
do por los organismos multilaterales la y Aspiazu estaban entre los pro-
y antes de la existencia de éstos, Alfa- ductores y exportadores más gran-
ro impulso una ley para fomentar la des del país, quienes además tenían
industrialización en el país y así ayu- otros negocios. Los primeros crearon
dar a diversificar la economía. el Instituto Agronómico Morla en la
Alfaro defendió a los empresarios, primera administración de Alfaro,
como ningún otro presidente lo ha he- para mejorar el conocimiento de los
cho. En una ocasión Lizardo García, agricultores, y uno de ellos fue mi-
quien tuvo serias diferencias con él, acu- nistro de Estado de Alfaro. Caamaño
só a un grupo de empresarios de benefi- era dueño de Tenguel, hacienda que
ciarse de negocios con el Estado. Alfaro junto con La Clementina de la fami-
los defendió en los siguientes términos: lia Durán Ballén eran las haciendas
de cacao más grandes del mundo en
Las sombras de especulación de aquella época.
mala ley que lanza el señor García Alfaro tuvo muy estrecha rela-
contra la Sociedad de Crédito Públi- ción con Francisco Urbina Jado, ge-
co, pone de relieve la inquina gratui- rente del Banco Comercial y Agrícola,
ta contra mí. El informe detallado y quien frecuentemente le prestó dinero

34
No. 26 • Un encuentro con la historia

al Estado ecuatoriano para financiar fuera de propiedad del Estado; como


los proyectos de Alfaro. En más de práctico empresario, antes que políti-
una ocasión Alfaro le agradeció pú- co, vio el ferrocarril como medio de
blicamente por los servicios prestados integración económica entre Costa y
al país. Los bancos guayaquileños y Sierra, sin importarle que fueran ex-
quiteños en menor escala, por ser más tranjeros los propietarios. Alfaro fue
pequeños, fueron bancos de desarro- producto de su tiempo, época en que
llo del país desde 1860 hasta 1925. el Estado tenía un rol secundario en
Habiendo sido exportador, Alfa- el desarrollo económico de los países.
ro estuvo acostumbrado a relacionarse Siendo empresario, conocía que para
con empresarios extranjeros y disfru- que la economía prosperara, las ciu-
tar de sus negocios y compañías. En dades de la Costa y Sierra tenían que
la década de los ochenta hizo estrecha estar conectadas y no aisladas para así
amistad con Markus Kelly, inglés que terminar con mercados locales y desa-
construyó un tramo de la línea férrea rrollar un mercado nacional. Alfaro se
y tuvo algunos negocios en Ecuador, adelantó a la famosa frase célebre de
además de haber sido proveedor de Den Xiao Ping, arquitecto de la pros-
armas a Alfaro en su lucha por de- peridad de China: “No me importa el
poner a Veintimilla. Entre los amigos color del gato, lo que me interesa es
empresarios de Alfaro, pocos se com- que cace ratones”.
paran con Archer Harman, estadouni- Alfaro era consciente de que en
dense que terminó e inauguró el ferro- Ecuador no existían suficientes capi-
carril Quito-Guayaquil en la segunda tales para terminar la construcción.
administración de Alfaro. Leyendo el Anteriormente la familia Caamaño,
intercambio de cartas entre estos dos una de las más ricas del país y dueñas
personajes, se concluye que el Presi- de la hacienda Tenguel, entre otros
dente llegó a tener tan cercana amis- numerosos negocios, asociada a Kelly
tad con Harman, que sus enemigos trataron de retomar la construcción
lo acusaron de haber recibido mucho sin lograr el éxito; además Ecuador,
dinero por el contrato de construcción por no haber pagado la deuda de la
de la citada obra. Ciertos historiadores Independencia, no era sujeto de cré-
escriben de complicidad entre un cau- dito en el mercado financiero interna-
dillo que quería inmortalizar su obra y cional. Desde García Moreno, los pre-
un empresario deseoso de reivindicar- sidentes ecuatorianos habían tratado
se y hacer fortuna. de obtener préstamos, pero el crédito
Hay suficientes evidencias que se había cerrado.
prueban la ardorosa defensa de Eloy Hasta antes de comenzar la pri-
Alfaro cuando se trataba de proteger mera administración de Alfaro, la lí-
a Harman y los intereses financieros nea férrea funcionaba parcialmente.
que representaba. Como Alfaro vi- Desde García Moreno, la construcción
vió en pleno liberalismo económico, había avanzado muy lentamente, a
no se obsesionó de que el ferrocarril pesar de contratos firmados, como el
35
de Herman Gohring de la Compañía Como resultado de su entre-
de Obras Públicas de Lima. Para 1895, vista se acordaron los términos de la
funcionaba el servicio de la ruta Du- negociación, en la que participaría
rán-Yaguachi-Chimbo. el Estado, los tenedores de la deuda
Lo terminado en tres décadas era inglesa y Harman, en representa-
una pequeña parte del proyecto total. ción de inversionistas ingleses y es-
Ecuador se encontraba muy atrasado tadounidenses. Entre estos últimos
en usar el ferrocarril para unir todo el se encontraba Hope Norton, quien
país, otras naciones de la región tenían posteriormente tendría un rol muy
décadas ya usándolo. Por la euforia destacado en el sector empresarial
ferrocarrilera mundial, tuvo lugar una privado ecuatoriano, al ser además
reunión, en 1890, en Washington para de presidente de Guayaquil & Quito
construir el ferrocarril intercontinental. Railway Company (dueña del ferro-
Como resultado de ese evento, William carril), presidente de Ecuadorian Cor-
Shunk y un grupo de ingenieros via- poration, compañía estadounidense
jaron a Ecuador para hacer un levan- que compró Cervecería Nacional y La
tamiento del terreno y recomendar el Cemento Nacional, estableció Quito
trazado que la línea férrea debía tener. Tramway Co. y otras empresas. Fue
Fue Shunk quien años después entu- abuelo de Presley Norton, quien,
siasmaría a Archer Harman para que como arqueólogo guayaquileño, hizo
construyera la línea férrea en Ecuador. importantes aportes a la arqueología
ecuatoriana; en su memoria, uno de
Harman venía de una familia de
los museos del Banco Central, lleva
tradición militar y ferrocarrilera que
su nombre.
había participado en la construcción
de líneas que atravesaban algunos La negociación involucró emi-
estados, entre ellos Kentucky, Virgi- sión de bonos, acciones comunes y
nia y Ohio. Pero en no todos los pro- preferidas, además de la garantía del
yectos tuvo éxito, en algunos fracasó. Estado ecuatoriano y pignoración de
Cuando atravesaba por mal momento, ciertas rentas. El valor del contrato se
Shunk, que tenía parentesco político, estableció en 17.532.000 dólares, canti-
le comentó sobre una conversación dad más de tres veces superior al total
que había tenido con el ministro ple- de las exportaciones de 1897. Para po-
nipotenciario de Ecuador en Estados ner la cifra en perspectiva, equivaldría
Unidos, Luis Carbo, en New York, a construir actualmente una obra pú-
sobre el interés de Alfaro en reiniciar blica superior a 30.000 millones de dó-
la obra del ferrocarril. Harman vio la lares. La exclusividad de la explotación
oportunidad de reivindicarse como del negocio del ferrocarril fue 75 años,
exitoso empresario y, en 1897, viajó a posteriormente, la empresa y activos
Ecuador para reunirse con Alfaro. A su pasarían a ser propiedad del Estado
llegada, en camino a Quito, recorrió la ecuatoriano. La oposición de Alfaro no
ruta de la línea férrea en operación y estuvo de acuerdo con los términos del
lo que faltaba hasta llegar a la capital. contrato. Según éste, Harman:

36
No. 26 • Un encuentro con la historia

…organizará una Compañía de Fe- La construcción fue muy com-


rrocarril en los Estados de Unidos pleja, los costos aumentaron y Har-
de América, la que se compromete man tuvo que modificar ciertas espe-
a tomar a la par las acciones y el cificaciones, para no solicitar reajuste
stock preferido […] a proporcionar
de precio. Además, no pudo cumplir
el dinero en oro de los Estados Uni-
dos […] y construir un Ferrocarril con la fecha de terminación de la obra
de vía permanente, desde el puente programada para 1907. La oposición
de Chimbo hasta Quito, poner en armó un escándalo y fue necesario es-
buen estado de funcionamiento el tablecer un panel de arbitraje para lle-
que existe entre Durán y Chimbo, gar a acuerdos justos para las partes.
y hacer, además, la conexión con-
El contrato firmado con Archer
veniente entre Durán y Guayaquil,
con una estación principal en la ri-
Harman para finalizar la construcción
bera del río el lado de Guayaquil, del ferrocarril, la forma como fue cons-
incluyendo estaciones, buen mate- truido y el posterior funcionamiento de
rial rodante, y muelles y factorías en la empresa Guayaquil & Quito Railway
Guayaquil para el servicio exclusivo Company, fueron duramente criticados
del Ferrocarril. El periódico El Grito por opositores de Alfaro. Entre los co-
del Pueblo, en su edición del 25 de mentarios se encontraban el haber Al-
Noviembre, comentó: La opinión faro aceptado condiciones perjudiciales
está dividida. El gobierno preco-
a Ecuador y las acusaciones a Alfaro de
nizaba la necesidad de esta obra a
todo trance, calificándola de magna
haberse enriquecido ilícitamente. Uno
y redentora. La oposición y algunos de los más críticos fue Lizardo García.
liberales declararon ruinosa para el En palabras de Alfaro: “…el candidato
país. Y muchos se mostraban escép- García me calumniaba horriblemente,
ticos en cuanto a su realización. En atribuyéndome en connivencia con Mr.
el Congreso se llegó a declarar in- Harman monstruosos peculados…”;
subsistente el contrato. periódicos de Guayaquil y Quito cues-
tionaron duramente la relación de Al-
Firmado el contrato, Harman con- faro con Harman. El Industrial de Quito
trató a su hermano menor John para se refirió a un documento firmado por
que supervise en sitio la construc- Alfaro y Harman: “… Eloy Alfaro tra-
ción, 84 ingenieros estadounidenses ta de contener el torrente de la nación
y, además, 103 ciudadanos del mismo entera […] contra el inicuo negociado
país. En años posteriores falleció John del ferrocarril Alfaro-Harman”. En el
y su cuerpo fue enterrado en Huigra, periódico guayaquileño El Guante, bajo
donde hay un pequeño cementerio de el título “Otro monopolio”:
estadounidenses que trabajaron en la
construcción. Recientemente hay una Con la socorrida disculpa de la se-
investigación de los familiares para guridad de los equipajes celebró
determinar la causa de su muerte. Una Mr. Stewart, vicepresidente de The
teoría es que fue erróneamente enve- Guayaquil & Quito Railway Co.,
nenado, cuando el atentado estuvo di- un contrato leonino con el gobierno
rigido a Archer.
37
del Sr. Alfaro, contrato que por ser honrada conducta del general Alfaro
ad referéndum, ya era tiempo que lo en todo sentido. En la misma carta a
hubiera considerado el congreso. En Borrero, Alfaro le mencionó que Har-
el mencionado contrato se estipula man había querido hacerlo partícipe
que la Express Co. – así se llama la
de los beneficios pero los había cedi-
empresa ideada por Stewart, perci-
birá el 60% quedando como utilidad do a favor del Estado ecuatoriano:
para el The Guayaquil & Quito Rai-
lway Co. el 40%. Como The Express … me aclaró Mr. Harman, que en
Co. no tiene gastos, pues hasta los esas grandes empresas, una vez cu-
empleados que en ella prestan sus bierto el capital con sus respectivos
servicios pertenecen al ferrocarril intereses, era usanza lícita en los Es-
[…]. El peculado no puede ser más tados Unidos conceder la mitad de
infame y sin embargo, se tolera am- los beneficios ulteriores a favor de
pliamente […], ¿pero esto qué le los personajes que intervenían en
importa a Alfaro? […] se trata de se- esa clase de contratos, cuyo valor es-
guir favoreciendo a los yanquis por taba representado en la emisión res-
sobre todas las cosas […]. Acabe , Sr. pectiva que me explicó. Mi contesta-
Alfaro de arruinar al país… ción fue sencillamente que ese valor
pertenecía a la Nación y que por
tanto constará en el contrato. Por
Los periódicos el Grito del Pueblo
tal consideración se estipuló que el
de Guayaquil y Patria de Quito, tam- 49% pertenecía al Gobierno […] Yo
bién escribieron sobre coimas entre- me siento abochornado al tener que
gadas por Harman a ministros y altos recordar incidentes que quedarían
empleados de la administración de relegados al más completo olvido, si
Alfaro. no me viera obligado a desvanecer
calumnias monstruosas.
El rumor sobre Alfaro haber sido
comprado por Harman, seguramente
se encuentra en una carta de José Ma- En una extensa carta a Harman,
ría Borrero a Alfaro fechada 25 de di- de cinco páginas del 24 de febrero de
ciembre de 1902, en la que le mencio- 1903, Alfaro lo pone al tanto de lo que
na que a un distinguido empresario sucede en Ecuador sobre las acusa-
guayaquileño, un amigo le comentó ciones de ser accionista de la empresa
que “en una galería de retratos de los del ferrocarril y le expresa su enorme
principales accionistas del Ferroca- preocupación del perjuicio que la em-
rril, que se construye, figuraba entre presa podría sufrir:
otros, el del general Eloy Alfaro”. Al-
faro le comunicó a Borrero que había Si dejamos que marchen las cosas
enviado a su hijo Olmedo a visitar las como van, hasta que los perversos
oficinas del ferrocarril en New York, puedan desarrollar sus aviesos pro-
pósitos, serían perjudicados el país,
para constatar si efectivamente había
la Compañía (se refiere a The Gua-
un cuadro. Olmedo le expresó que se yaquil & Quito Railway Co.) y de
trataba de un acto de cortesía simple- remate sufriría también yo… El caso
mente en quienes saben agradecer la actual es muy distinto y se rosa con
38
No. 26 • Un encuentro con la historia

la Justicia y el derecho de defensa: da por José Peralta, ideólogo liberal y


la Compañía para salvar cuantiosas cuya finalidad fue crear las bases de la
inversiones y procurarse garantías modernidad de Ecuador. La Constitu-
en lo porvenir y yo para salvar el ción incluyó articulados que favorecie-
buen nombre de Ecuador y mi pro-
ron al sector privado, encontrándose
pia honra.
entre ellos, los siguientes: 1. Estableció
una serie de libertades. Por primera
En la carta Alfaro le solicita un vez se hace referencia a la libertad de
certificado firmado por el represen- trabajo y de industria, actualmente co-
tante legal de que no es accionista de nocidas como parte de la libertad eco-
The Guayaquil & Quito Railway Co. nómica. Otra libertad fue la personal,
Termina la carta afirmando: se impidió el reclutamiento.
En cada ocasión que había revolu-
Los intereses del buen nombre de
Ecuador y la Compañía, todavía ciones o guerras civiles, los trabajadores
están ligados. Cuando el Ferrocarril de haciendas eran reclutados a la fuerza
llegue a Guamote, tendrá la Compa- y dejaban al propietario sin poder cose-
ñía asegurada su existencia. char, perdiéndose los productos. La li-
bertad de transitar por todo el territorio
En la foto se encuentran sentados nacional, también favoreció a los nego-
Harman y Alfaro y quien está atrás de cios. Los comerciantes quedaron libres
Alfaro es Amalio Puga, ministro del de movilizar sus bienes de venta, sin
Interior y uno de los empresarios más que existan obstáculos de por medio. 2.
ricos de Ecuador; estaba entre los cin- Consagró el derecho de propiedad que
co exportadores de cacao más grandes, es tan importante para realizar cualquier
además de tener otros negocios. actividad productiva. Esto fue un gran
logro, tomando en cuenta que no era
J. Mora López, en su libro Histo-
anormal confiscar propiedades rurales y
ria del ferrocarril trasandino, comenta
urbanas a personas no afines a los regí-
sobre los problemas de Alfaro en la
menes en funciones. 3. Expidió patentes
construcción del ferrocarril:
de navegación. Por la ausencia de carre-
teras, el medio de transporte más popu-
No existe una obra que haya sido
lar era la navegación por el río Guayas
más calumniada ni vituperada. Mal
que nos pese, ha sido el caballo de y sus afluentes, movilizando carga y
batalla de las revoluciones […]. personas. A mayor número de naves,
Hace poco que, estupefacta y con mayor movimiento fluvial y mayor nú-
sarcasmo, nos ponía en la picota con mero de transacciones comerciales.
estas palabras: “El general Alfaro Sugerir que Alfaro fue socialista
ha tenido que darle ferrocarril a los o usarlo como símbolo de una revolu-
ecuatorianos a cañonazos”.
ción socialista, es mostrar total igno-
rancia histórica. Ningún presidente
Alfaro impulsó la Constitución ecuatoriano ha sido tan cercano a los
de 1906, mayoritariamente redacta- empresarios como Eloy Alfaro.
39
EspecialÊpar aÊ Spondylus
BICENTENARIOÊEN ÊC HILE
LaÊ celebraci—nÊdeÊunaÊlaborios aÊ Ê
construcci—nÊpol’ti caÊ
Sergio Grez Toso*

C
uando el Estado de Chile em- de 1818) y en su consolidación en la
pieza a conmemorar su Bicen- batalla de Maipú (5 de abril de 1818),
tenario, los intelectuales y los por razones de diversa índole que no
ciudadanos con conciencia crítica no es del caso evocar en esta ocasión, sal-
pueden dejar de formularse una serie vo el carácter puramente elitista (sin
de interrogantes sobre el sentido pro- apoyo ni movilización popular) de la
fundo de estas celebraciones. Entre organización de la Primera Junta de
muchas otras: ¿qué se está celebran- Gobierno, lo cierto es que a partir de
do?, ¿qué tipo de país se ha construi- 1837, durante el primero de los dece-
do durante estos doscientos años?, nios de gobiernos conservadores, el
¿de qué modo Chile ha llegado a ser 18 de septiembre se constituyó en la
lo que es? fecha oficial de celebración del Estado
Para hacerme cargo de algunas y de la “chilenidad”, quedando ins-
de estas preguntas me remontaré a los crita en la memoria de los habitantes
comienzos de la era republicana, para del país como símbolo patriótico y de
luego centrarme en el siglo XX. identidad nacional.1
Aunque la constitución del pri- Pero el sentimiento nacional no
mer gobierno autónomo de la aristo- afloró espontáneamente en la pobla-
cracia criolla (el 18 de septiembre de ción que quedó viviendo al interior
1810), que procuró llenar el vacío de de las imprecisas y muy cambiantes
poder dejado por la prisión del rey de fronteras de la República de Chile en
España Fernando VII, fue solo el ini- el siglo XIX. Durante las guerras de la
cio de un proceso que desembocaría Independencia (que tuvieron un ver-
ocho años más tarde en la Declara- dadero carácter de guerra civil) la re-
ción de Independencia (12 de febrero acción mayoritaria de la gran masa po-
pular fue el indiferentismo, la huida y
la deserción (para escapar de las levas
* Profesor del Departamento de Ciencias His-
tóricas de la Universidad de Chile. Correo forzosas que practicaban ambos ban-
electrónico: ‹sergiogreztoso@gmail.com›. dos, especialmente el ejército patriota),
1 Paulina Peralta, ¡Chile tiene fiesta! El ori- o su unión con montoneras realistas en
gen del 18 de septiembre (1810-1837), San-
la zona sur (después de las derrotas de
tiago, Lom Ediciones, 2007.

40
No. 26 • Un encuentro con la historia

las tropas leales al rey en la batalla de en la idealidad el mundo político


Maipú).2 Aunque a partir de la recon- se ampliaba, aunque en realidad
quista española se observó cierto grado una gran mayoría de la población
de adhesión a la causa independen- no cumpliera con las condiciones
tista entre sectores del campesinado y
del artesanado de la región central, es 2 Véase entre otros, Mario Valdés Urrutia,
“La deserción en el ejército patriota du-
evidente que el patriotismo de la pobla- rante la guerra de Independencia de Chile:
ción “chilena” no surgió de un proceso 1813-1818. Notas para su comprensión”, en
“natural” o preexistente masivamente Revista Chilena de Historia y Geografía, No.
antes de que una facción de la clase di- 164, Santiago, 1998, pp. 103-126; Gladys
Varela y Carla Manara, “En un mundo de
rigente criolla decidiera desplazar a la frontera. La guerrilla realista-chilena en te-
burocracia española, gobernarse por rritorio pehuenche”, en Revista de Estudios
si sola y echar las bases de un Estado Trasandinos, No. 4, Santiago, julio de 2000,
nacional independiente. El historiador pp. 341-363; y, “Tiempos de transición en
las fronteras surandinas: de la Colonia a la
británico John Lynch, al referirse a la ac- República, en Susana Bandieri, Cruzando
titud de los sectores populares frente al la Cordillera… La frontera argentino-chilena
movimiento de emancipación política como espacio social, Neuquén, Universidad
en Chile, ha sostenido con convicción Nacional del Comahue, 2002, pp. 31-63;
Ana María Contador, Bandidaje y guerri-
que como estos “no tenían nada que lla. Los Pincheira: un caso de bandidaje social
ganar en la nación, carecían de sentido 1817-1832, Santiago, Bravo y Allende,
de nacionalidad”.3 Lo que ha sido re- 1998; Leonardo León, “Reclutas forzados
frendado por numerosos estudios his- y desertores de la Patria: el bajo pueblo
chilena en la Guerra de la Independencia,
toriográficos realizados desde enton- 1810-1814”, en Historia, No. 35, Santiago,
ces, que han servido de base para que 2002, pp. 31-63; “La otra guerra de la In-
Julio Pinto y Verónica Valdivia, en una dependencia: el éxodo patriota de Penco,
reciente investigación acerca de la cons- 1817-1818”, en Estudios Coloniales, No. 4,
Santiago, 2005; Sergio Grez Toso, De la
trucción social de la nación chilena en- “regeneración del pueblo” a la huelga general.
tre 1810 y 1840, concluyan que durante Génesis y evolución histórica del movimiento
las guerras de la Independencia “el bajo popular en Chile (1810-1890), Santiago, RIL
pueblo no se demostró particularmente Editores, 2007, 2a. ed., pp. 189-209.
3 John Lynch, Las revoluciones hispanoame-
entusiasta frente a un proyecto que no ricanas 1810-1826, Barcelona, Editorial
le ofrecía beneficios muy tangibles, y sí Ariel, 1926, p. 149; Julio Pinto Vallejos
en cambio sacrificios más que eviden- y Verónica Valdivia Ortiz de Zárate,
tes”.4 El conocimiento historiográfico ¿Chilenos todos? La construcción social de
la nación (1810-1840), Santiago, Lom Edi-
acumulado permite afirmar con bas- ciones, 2009, pp. 120-144.
tante certeza que el “bajo pueblo” fue 4 Pinto y Valdivia, op. cit., p. 334. El con-
incorporado a estas luchas más por la cepto de “ficción democrática” ha sido
represión y coacción que por convic- tomado por estos historiadores de
François-Xavier Guerra, Modernidad e in-
ción o persuasión política, y también dependencia, México, Mapfre / FCE, 1992.
que la “soberanía popular” condujo a Los trabajos sobre la actitud popular en
lo que la pareja de historiadores recién el proceso de emancipación política es-
citados define como una “ficción de- tán citados en la nota 2.
mocrática”, ya que
41
para ser ciudadanos activos. En esas Cabe destacar que los mecanismos de
condiciones, el poder real seguía disciplinamiento de los sectores popu-
radicando en los grupos dirigentes, lares fueron muy variados. Entre los
los que asumían los intereses de la puramente coercitivos destacaban los
sociedad toda, levantándose como
trabajos forzados, las penas de azotes,
encarnación simbólica de dicha so-
beranía.5 los carros rodantes como prisión am-
bulante para los condenados a traba-
jos forzados, el sistema de papeletas
Empero, es preciso constatar que
para controlar los desplazamientos de
en cuestión de algunas décadas, gra-
los peones mineros y la instalación de
cias a la temprana conformación de lo
jefes militares sobre la jurisdicción de
que el historiador conservador Alber-
los principales yacimientos mineros
to Edwards denominó el “Estado en
del Norte Chico. Otros eran de tipo
forma”,6 al eco del ideario republicano
más “pedagógico”, como la celebra-
entre algunos estratos populares como
ción de ciertas festividades nacionales,
el artesanado urbano y a la implemen-
la difusión de los símbolos “patrios”
tación de una estrategia de disciplina-
(Bandera, Escudo e Himno Nacional),
miento social, en un contexto de cierta
y la utilización en una perspectiva na-
homogeneidad geográfica y cultural
cionalista del poder ya legitimado de
en el llamado “Chile histórico” o “Chi-
la Iglesia católica. También existieron
le central”,7 fue surgiendo entre vastos
dispositivos como el servicio obligato-
sectores de la población la lealtad pa-
rio en las filas de la Guardia nacional,
triótica anhelada por la clase dirigente.
que combinaban coerción y “educa-
ción patriótica”.8 La acción convergen-
te de estos mecanismos dio los resul-
5 Op. cit., p. 81.
6 Alberto Edwards, La fronda aristocrática tados esperados por la élite dirigente.
en Chile, Santiago, Imprenta Nacional, Cuando en la década de 1880 el Estado
1928. de Chile culminó su expansión con-
7 El territorio comprendido desde la zona
quistando el territorio mapuche de la
de Copiapó hasta el río Bío-Bío.
8 Véase, entre otros: Grez, op. cit., pp. 233- Araucanía, la provincia peruana de Ta-
248; María Angélica Illanes, “Azote, sa- rapacá y la provincia boliviana de An-
lario y ley. Disciplinamiento de la mano tofagasta, el sentimiento nacionalista
de obra en la minería de Atacama (1817-
ya era una realidad indesmentible en
1850)”, en Proposiciones, No. 19, Santiago,
julio de 1990, pp. 90-123; Marco Antonio la mayor parte de la población, como
León, “Entre el espectáculo y el escar- pudo apreciarse en la Guerra del Pací-
miento: el presidio ambulante en Chile fico, cuando los enrolados voluntaria-
(1836-1847), en Mapocho, No. 43, Santia-
mente en las Fuerzas Armadas chile-
go, primer semestre de 1998, pp. 183-209;
Peralta, passim; Pinto y Valdivia, op. cit., nas superaron a los reclutas forzados.9
pp. 144-151, 195-205, 227-240 y 279-297. A través de un siglo de guerras in-
9 Sobre la reacción patriótica de vastos
sectores populares chilenos durante la
ternas y externas, sucedidas de pe-
Guerra del Pacífico, véase Grez, op. cit., ríodos de refundación, reacomodo y
pp. 565-570. negociación regulada entre sus fac-

42
No. 26 • Un encuentro con la historia

ciones, la clase dominante chilena clases dominantes en el terreno de la


logró consolidar uno de los Estados propiedad, se hizo evidente.11 Enton-
nacionales más poderosos de Suda- ces una vigorosa reacción de estas últi-
mérica. Luego de las guerras de la mas puso término, mediante una breve
Independencia, transcurrió un perío- guerra civil, a las veleidades liberaliza-
do de variados ensayos políticos que doras de los ideólogos más avanzados
cubrieron desde el cesarismo hasta de la clase política y de las provincias
el liberalismo doctrinario más radi- extremas (Copiapó y Concepción) que
cal. Durante la década de 1820 los luchaban por zafarse de la dominación
representantes de esta tendencia (los centralista santiaguina.12 El triunfo
llamados “pipiolos”), que no recha- conservador en la batalla de Lircay fue
zaban teóricamente la posibilidad de la base del poder constituyente que
hacer de los sectores populares acto- en 1833 dio sustento legal a la domi-
res políticos con derechos y deberes nación omnímoda y excluyente de esa
ciudadanos, intentaron echar las ba- misma facción de la élite a través de la
ses de una comunidad nacional más Constitución de 1833.13
inclusiva e integrada, especialmente
a partir de la Constitución liberal de 10 Pinto y Valdivia, op. cit., p. 157.
1828, en base a los principios de liber- 11 Tomás Moulián, Contradicciones del desarro-
llo político chileno 1920-1990, Santiago, Lom
tad individual, rechazo al despotismo
Ediciones, 2008, pp. 10 y 11. Este autor ha
y la “anarquía”, subrayado el desencuentro existente en-
tre la clase política (liberal) predominante
preferencia por instancias colegia- durante la década de 1820 y la clase de los
grandes propietarios (conservadora), lo
das como los congresos, las repre-
que convertía a la primera en una intelec-
sentaciones regionales y provincia- tualidad “inorgánica”, sin base material de
les, libertad de expresión y derechos clases, “desfasada de la oligarquía terrate-
civiles, valoración del sufragio, aun- niente que aspiraba al nivel político a re-
que censitario, aspirando a la cons- producir el orden paternalista aristocrático
trucción futura de un pueblo real de la hacienda, en cuanto formadora de la
capaz de asumir el destino nacional matriz cultural”. Ibíd.
en sus manos.10 12 El historiador que mayor énfasis ha
puesto en la posibilidad de construir
una comunidad política más incluyente
Sin embargo, estas medidas su- entre 1823 y 1829 ha sido Gabriel Salazar
madas al relajamiento de los controles Vergara, Construcción de Estado en Chile
(1800-1860). Democracia de los “pueblos”.
sociales que produjeron las guerras Militarismo ciudadano. Golpismo oligár-
de Independencia y las disputas en el quico, Santiago, Editorial Sudamericana,
seno de la élite, terminaron exacerban- 2005. Una visión más matizada en Pinto
do la paciencia de la clase dominante y Valdivia, op. cit., pp. 159-205.
13 G. Salazar, Construcción de Estado en Chile
de la región central cuya cabecera esta- (1800-1860). Democracia de los “pueblos”.
ba en la ciudad de Santiago. El desfase Militarismo ciudadano. Golpismo oligárqui-
entre la élite gobernante –que repre- co, pp. 322-327. Una visión distinta sobre
sentaba aspiraciones liberales e inclu- el régimen político conservador, inter-
pretado como “una fusión del legado
so democráticas– y las conservadoras
43
Este régimen político –cuyo inspi- res (como el Partido Democrático). Del
rador y principal constructor fue el mi- sistema político oligárquico profunda-
nistro Diego Portales– engendró nue- mente excluyente imperante durante
vas guerras civiles, en 1851 y 1859, que la República Conservadora (1830-1860)
lo debilitaron considerablemente. A pe- se pasó –luego de dos guerras civiles y
sar de las derrotas militares de los con- un complejo proceso de negociaciones
testatarios, a comienzos de la década de y apertura política– a un sistema igual-
1860 se dio inicio a una transición polí- mente oligárquico, pero abierto a todas
tica que apuntaba a la constitución de las facciones de la clase dominante,
lo que Tomás Moulián ha caracterizado crecientemente competitivo y capaz de
como un “estado de compromiso oli- practicar una pequeña apertura en di-
gárquico” y que culminó, luego de otra rección de algunos estratos del mundo
guerra civil, en 1891, en la instauración popular mediante la supresión del cen-
de un sistema regulado y competitivo so o requisito de riqueza para acceder
de “democracia oligárquica” con cierta a la “ciudadanía activa”, dejando como
capacidad de integración y cooptación única exigencia el saber leer y escribir,
de ciertas expresiones políticas popula- lo que equivalía al establecimiento del
sufragio universal masculino, aunque
de manera muy acotada dado las altas
autoritario del imperio español (incluidas tasas de analfabetismo imperantes en
sus apariencias) con buena parte de la
sustancia del constitucionalismo republi- el mundo popular. El resultado fue, en
cano liberal”, se encuentra en la obra del el decir de Moulián, una “democracia
historiador británico Simon Collier, Chile. elitaria de negociación”, que entre 1861
La construcción de una república 1830-1865. y 1890 efectuó pacíficamente reformas
Política e ideas, Santiago, Ediciones de la
Universidad Católica de Chile, 2008, 2a. liberales como la recién mencionada,
ed., pp. 57-83. además de la reforma de la ley de im-
14 La bibliografía sobre la guerra civil de 1891 prentas y el voto de las llamadas leyes
es muy abundante. Entre las numerosas pu- laicas (de registro civil, matrimonio ci-
blicaciones que aparecieron con motivo del
centenario de dicho conflicto destacan, por vil y cementerios laicos). No obstante,
la variedad de enfoques y puntos de vista, el acto final de este proceso fue de una
tres obras colectivas: Dimensión Histórica de violencia superior a lo vivido en los
Chile, No. 8, Santiago, Universidad Metro- conflictos intestinos anteriores. En 1891,
politana de Ciencias de la Educación, 1991;
Diversos autores, La época de Balmaceda, San- nueva guerra civil mediante,14 el presi-
tiago, Dirección de Bibliotecas, Archivos y dencialismo “portaleano” fue comple-
Museos-Centro de Investigaciones Diego tamente anulado y sustituido por una
Barros Arana, 1992; Luis Ortega, edit., La forma de negociación entre las élites
guerra civil de 1891. Cien años hoy, Santiago,
Departamento de Historia Universidad de políticas –el parlamentarismo– que,
Santiago de Chile, 1993. hasta 1924, aseguró a las distintas fac-
15 Moulián, op. cit., pp. 12-19. Cf. Julio Heise ciones oligárquicas un reparto pacífico
González, El período parlamentario 1861- de las cuotas de poder y de la riqueza
1925, t. II, Democracia y gobierno representati-
vo en el período parlamentario, Santiago, Edi- salitrera a través del control colectivo y
torial Universitaria, 1982, especialmente regulado del aparato estatal.15

44
No. 26 • Un encuentro con la historia

Al cabo de un siglo de guerras pp. 23-112. Un relato y análisis pormeno-


civiles, guerras externas, expansión te- rizado de la crisis de la República Conser-
rritorial, negociaciones y apertura polí- vadora y de la transición hacia el régimen
tica controlada, en medio de la bonanza político liberal (1851-1864) fue desarrolla-
do por Simon Collier, op. cit., pp. 249-317.
económica que el salitre aportó al Fisco Desde una perspectiva más crítica, Ga-
y a la oligarquía, el Estado de Chile se briel Salazar ha señalado que el “sistema
aprestó a celebrar con gran pompa su portaleano” (1830-1891) “ha sido el único
primer Centenario. Pero desde mucho régimen que incubó y experimentó varias
guerras civiles: una en su origen (1829-30),
antes de 1910 la celebración estuvo opa- dos en su apogeo (1851 y 1859) y una en
cada por la irrupción sangrienta de la su declinación (1891). También ha sido el
“cuestión social”: la miseria popular en único que involucró al país en tres guerras
los campos y ciudades, la insalubridad exteriores”. Gabriel Salazar, La violencia po-
lítica popular en las “Grandes Alamedas”. La
de los ranchos, conventillos y “cuartos violencia en Chile 1947-1987 (Una perspectiva
redondos”, la proliferación de mortí- histórico popular), Santiago, Lom Ediciones,
feras enfermedades y epidemias, las 2006, 2a. ed., p. 70.
altísimas tasas de mortalidad, especial- 16 Sobre la “cuestión social” y sus consecuen-
cias, véase entre otros, James O. Morris, Las
mente infantil (las más altas del mun- élites, los intelectuales y el consenso. Estudios
do occidental), la alarmante expansión de la cuestión social y el sistema de relaciones
del alcoholismo y la prostitución, la industriales en Chile, Santiago, Editorial del
cesantía y la emergencia de un movi- Pacífico, 1967; Gonzalo Vial Correa, Histo-
ria de Chile (1891-1973), Santiago, Editorial
miento obrero y popular de orientación Santillana del Pacífico, 1981, vol. I, t. II, pp.
clasista que abrazaba las banderas del 495-551 y 745-782; Ximena Cruzat y Ana
anarquismo y del socialismo, eran los Tironi, “El pensamiento frente a la cues-
síntomas más evidentes de un profun- tión social en Chile”, en Mario Berríos et
al., El pensamiento en Chile 1830-1910, San-
do drama que desgarraba a la sociedad tiago, Nuestra América Ediciones, 1987;
chilena.16 Y, por sobre todo, impactaba Julio Pinto Vallejos, “La caldera del desier-
a los contemporáneos, especialmente to. Los trabajadores del guano y los inicios
extranjeros, la gran desigualdad social, de la cuestión social”, en Proposiciones, No.
19, Santiago, julio de 1990, pp. 123-141; y,
descrita en 1910 por el más afamado de “¿Cuestión social o cuestión política? La
los ensayistas chilenos del Centenario, lenta politización de la sociedad popular
como tarapaqueña hacia el fin de siglo (1889-
1900)”, en Julio Pinto Vallejos, Trabajos
y rebeldías en la pampa salitrera. El ciclo del
el contraste entre la gente adinera- salitre y la reconfiguración de las identidades
da y la clase trabajadora; porque en populares (1850-1900), Santiago, Editorial,
Chile hay solo dos clases sociales, Universidad de Santiago, 1998, pp. 251-
ricos y pobres, esto es, explotado- 312; Sergio Grez Toso, La “cuestión social”.
res y explotados; no existe la clase Ideas y debates precursores (1804-1902), San-
media: los que no somos ricos ni tiago, DIBAM / Centro de Investigaciones
menesterosos y aparentemente for- Diego Barros Arana, 1995.
17 Dr. J. Valdés Cange (Alejandro Venegas),
mamos el estado llano, somos gente
Sinceridad. Chile íntimo en 1910, Santiago,
de tránsito, salida del campo de los Ediciones CESOC, 1998, pp. 223 y 224.
explotados y en camino para el de
los opulentos.17

45
El régimen parlamentario –sos- consistente política desarrollista sino
tiene Gabriel Salazar– no había entra- tímidos ajustes económico-naciona-
do en escena para resolver el conflicto listas y dramáticas reediciones de la
económico-social política represiva contra las masas.19
Otros historiadores han aseverado
sino, más específicamente, para ase- que la élite de la República Parlamen-
gurar la sobrevida de las élites mer- taria tampoco se preocupó mayor-
cantiles (portalianas) ante la agudiza- mente por incorporar a los trabajado-
ción de la crisis y tras el colapso de res en un sistema consensual, quizá
la dictadura constitucional que esas porque contaba con la sólida base
élites habían establecido en 1833.18
electoral de los campesinos. Ello ex-
plicaría que frente al creciente conflic-
De aquí que el parlamentaris- to social, la reacción de esa élite fuera
mo, pese a la modernización que in- muy dura, sin intentar distinguir y
volucraba, no inauguró siquiera una negociar con los elementos más con-
ciliadores del mundo popular.20 Un
18 Salazar, La violencia política…, op. cit., p.
ciclo de luctuosas masacres obreras
72. Cursivas en el original. entre 1903 y 1907 fue la respuesta del
19 Ibíd. Estado y la clase dominante ante una
20 Luis Alberto Romero, ¿Qué hacer con los “cuestión social”, cuya existencia era
pobres? Élites y sectores populares en
Santiago de Chile 1840-1895, Santiago,
negada incluso por políticos “progre-
Ariadna Ediciones, 2007, pp. 232 y 233. sistas” como el patriarca radical Enri-
21 Enrique Mac-Iver, “Discurso sobre la cri- que Mac-Iver.21
sis moral de la República”, en Grez, La
“cuestión social”…, op. cit., pp. 519-528.
No obstante, en vísperas del pri-
22 Esta matanza obrera ha quedado inscrita mer Centenario de la Independencia
en la memoria del pueblo chileno como nacional, las élites políticas e intelec-
un paradigma de la respuesta represiva tuales comenzaron a intuir que era
del Estado y las clases dominantes ante
las reivindicaciones de los trabajadores.
necesario una reingeniería política,
El trabajo más completo sobre este tema pero ya no solo en las fórmulas para
es el libro de Eduardo Devés, Los que van regular el conflicto y repartir el poder
a morir te saludan. Historia de una masacre: entre distintas facciones oligárquicas
Escuela Santa María de Iquique, 1907, San-
tiago, Lom Ediciones, 2002, 4a. ed. Véase
sino, sobre todo, para contener, mo-
también, Varios autores, A 90 años de los rigerar y canalizar adecuadamente el
sucesos de la Escuela Santa María de Iqui- descontento proveniente de las cla-
que, Santiago, Lom Ediciones / DIBAM ses populares. Luego de la masacre
/ Universidad Arturo Prat, 1998; Sergio
Grez Toso, “La guerra preventiva: San-
de la escuela Santa María de Iquique
ta María de Iquique. Las razones del (1907), la clase política percibió más
poder”, en Mapocho, No. 50, Santiago, claramente la necesidad de un cam-
segundo semestre de 2001, pp. 271-280; bio.22 El proceso que llevó a la adop-
Pablo Artaza Barrios, Sergio González
Miranda y Susana Jiles Castillo, A cien
ción de la legislación social en 1924 y
años de la masacre de Santa María de Iqui- a la Constitución de 1925 como bases
que, Santiago, Lom Ediciones, 2009. del “Estado de compromiso” y “Esta-

46
No. 26 • Un encuentro con la historia

do de bienestar a la chilena”, fue lar- la huelga solo como último recurso,


go y sinuoso. La tardía decisión de las reconocer el orden sociopolítico y ex-
élites políticas de la clase dominante presarse a través de sus canales insti-
explica, sin duda, la combatividad y tucionalizados. Las leyes de contrato
organización de los trabajadores chi- de trabajo para obreros y empleados,
lenos desde el siglo XIX y su precoz de sindicatos y cooperativas, de Segu-
conversión en “clase”, en el sentido ridad Social (seguros de enfermedad,
más clásico del término, lo que les da- invalidez y accidentes del trabajo), de
ría un perfil singular en Latinoaméri- conciliación y arbitraje, de prohibición
ca. Este fenómeno ha sido subrayado del trabajo de los menores y de crea-
por el historiador trasandino Luis ción de la Dirección General del Traba-
Alberto Romero, quien ha afirmado jo, aprobadas a mediados de la década
que, “a diferencia de la Argentina, de 1920, fueron el paso decisivo de un
por ejemplo, los trabajadores chilenos proceso iniciado casi dos décadas an-
casi no transitaron la vía de la nego- tes cuando empezaron a discutirse y
ciación, animaron centrales obreras a votarse las primeras –muy tímidas
politizadas y fuertemente enfrentadas e imperfectas– leyes sociales.24 La le-
con el Estado y dieron vida a partidos gislación social fue, como la ha defi-
de tradición marxista tan vigorosos nido con toda propiedad Juan Carlos
que en el siglo XX se convirtieron en Yáñez, “el último mecanismo de con-
alternativas de poder”.23 Solo nuevas trol del mercado laboral, cuando ya
convulsiones sociales y políticas, re- no eran efectivas las formas tradicio-
currentes crisis salitreras a partir de
1914, grandes movilizaciones popula-
23 Romero, op. cit., p. 234.
res (como las de 1918 y 1919), nuevas 24 Véase, entre otros, Sergio Grez Toso, “El
masacres obreras (entre 1919 y 1921) y escarpado camino hacia la legislación
la enérgica irrupción de los militares, social: debates, contradicciones y encruci-
en el escenario político, terminaron jadas en el movimiento obrero y popular
(Chile: 1901-1924)”, en Cuadernos de His-
por convencer a los representantes de toria, No. 21, diciembre de 2001, pp. 119-
la élite política que era inevitable un 182; y, “¿Autonomía o escudo protector?
rediseño estratégico. El movimiento obrero y popular y los
mecanismos de conciliación y arbitraje
En la nueva fórmula ciertas conce- (Chile, 1900-1924)”, en Historia, vol. 35,
siones a los trabajadores, la cooptación Santiago, 2002, pp. 91-150; Julio Pinto V. y
de sus dirigentes, las leyes sociales, los Verónica Valdivia O., ¿Revolución proleta-
mecanismos de conciliación y arbitraje ria o querida chusma? Socialismo y Alessan-
drismo en la pugna por la politización pampi-
para impedir o resolver las huelgas, el na (1911-1932), Santiago, Lom Ediciones,
diálogo y la seducción jugarían un rol 2001; Juan Carlos Yáñez Andrade, Estado,
más destacado que la pura represión. consenso y crisis social. El espacio público
A cambio de ello, los trabajadores de- en Chile (1900-1920), Santiago, DIBAM /
Centro de Investigaciones Diego Barros
berían comprometerse a despolitizar Arana, 2004, y La intervención social en
sus organismos gremiales, aceptar los Chile y el nacimiento de la sociedad salarial:
mecanismos institucionalizados, dejar 1907-1932, Santiago, RIL Editores, 2008.

47
nales de disciplinamiento de la mano que al aproximar el “Estado excluyen-
de obra”.25 La historiografía chilena te” a los obreros, estos lo vieron como
ha conceptualizado los cambios en las una buena posibilidad de solución de
funciones del Estado que se consuma- sus propios problemas, socavando las
ron durante esa década como un paso bases del monopolio político de los
del “Estado oligárquico” u “oligárqui- grupos oligárquicos.26
co liberal” a los comienzos del “Estado Cualquiera sea la interpretación
asistencial” “intervencionista” o “de que se suscriba respecto de estos fenó-
compromiso”. Sin negar esas caracte- menos, es incuestionable que el talón de
rísticas en las nuevas funciones del Es- Aquiles del nuevo sistema siguió siendo
tado, pero introduciendo matices muy el orden socioeconómico ya que hasta
sugerentes, el historiador Enrique bien avanzada la década de 1930, tal
Fernández Darraz ha formulado la hi- como afirma Gabriel Salazar, la nueva
pótesis de una extensión del “Estado democracia liberal no dio pasos para la
excluyente”, a través de su expansión construcción de un “Estado Empresarial
territorial y social que implicó asumir Fabril” ni uno “Social Benefactor” sino
nuevas funciones y una nueva relación un nuevo sistema político de equilibrio
con amplios sectores de la población, que permitiera capear una crisis cente-
especialmente los sectores populares, naria, lo que explica las altas y crónicas
que hasta entonces habían vivido prác- dosis de violencia estatal, en particular
ticamente en sus márgenes. La expan- contra los movimientos populares cuan-
sión del “Estado excluyente” habría do estos rebasaban los límites impuestos
significado acercarlo a los trabajadores por el Código del Trabajo.27
que se convirtieron en objetos positivos
Con todo, luego de una década
de las prácticas políticas, administrati-
de gravísima crisis económica, espe-
vas y legales de la élite. Este proceso
cialmente durante los años de la Gran
habría constituido –según Fernández
Depresión, y de gran inestabilidad po-
Darraz– una paradoja oligárquica, ya
lítica, en que se vivió el ascenso y caída
de la dictadura populista del general
25 Yáñez, La intervención social…, op. cit., Carlos Ibáñez del Campo, la sucesión
pp. 307 y 308.
de varios gobiernos de corta duración
26 Enrique Fernández Darraz, Estado y so-
ciedad en Chile, 1891-1931: el Estado Ex- incluyendo una brevísima “República
cluyente, la lógica estatal oligárquica y la Socialista” resultante de un putsch mili-
formación de la sociedad, Santiago, Lom tar populista que gozó de cierto apoyo
Ediciones, 2003.
de masas, y otros dramáticos aconteci-
27 Salazar, La violencia política…, op. cit., pp.
75-78. mientos como un amotinamiento de la
28 Una extensa revisión de los aconteci- marinería y el levantamiento conjun-
mientos del período 1925-1938 fue reali- to de mapuches y campesinos pobres
zada por Gonzalo Vial, Historia de Chile
chilenos en Ranquil (Alto Bío-Bío), el
(1891-1973), Santiago, Zig-Zag, vol. IV,
1996 y vol. V, 2001. Sobre la insurrección “Estado de compromiso” logró echar
de 1931 de la marinería chilena, puede bases y gozar de cierta estabilidad.28
consultarse el prolijo acápite dedicado a La legislación laboral empezó a hacer-

48
No. 26 • Un encuentro con la historia

se efectiva, y desde la llegada del Fren- más integrada asomó más posible que
te Popular al gobierno en 1938 se desa- nunca. Pero antes de una década esta
rrolló una estrategia de sustitución de política de colaboración de clases em-
importaciones. Las diversas fórmulas pezó a hacer agua y, a fin de cuentas,
frentepopulistas implementadas entre el balance de la experiencia frente po-
1938 y 1947 contribuyeron notable- pulista fue magro. Como bien acota
mente al logro de esta estabilidad y go- Tomás Moulian,
bernabilidad sistémica, trazando una
ruta que se prolongaría durante varias esas coaliciones promovieron el cre-
décadas, con algunos quiebres, discon- cimiento industrial pero no produje-
tinuidades y reformulaciones, más allá ron una “revolución capitalista”, [y]
de la experiencia original del Frente generaron una mayor democratiza-
Popular. Desde mediados de la déca- ción de oportunidades pero no una
“revolución democrática”.30
da de los años treinta y hasta inicios
de los setenta, el movimiento obrero
y popular marchó mayoritariamente Dos factores pesaron decidida-
por la vía institucional, parlamentaria mente en su contra: el incipiente ago-
y gradualista escogida por los partidos tamiento del modelo de sustitución
mayoritarios de la izquierda. Durante de importaciones, que por ser depen-
los años de aplicación de la política de diente de la maquinaria y la tecnolo-
Frente Popular, a cambio del impulso gía importada no logró generar un
a la industrialización dentro del sis- círculo virtuoso capaz de arrastrar al
tema capitalista, la ampliación de las conjunto de la economía chilena para
libertades civiles y políticas, el perfec-
cionamiento de la legislación social y
algunos beneficios materiales para los estos sucesos en un libro sobre un tema
sectores populares urbanos, la izquier- más amplio escrito por Jorge Magasich,
Los que dijeron “No”. Historia de los mari-
da socialista y comunista optó por sa- neros antigolpistas de 1973, Santiago, Lom
crificar los intereses del campesinado Ediciones, 2008, vol. I, pp. 149-187.
(posponiendo indefinidamente la re- 29 Tomás Moulian, “Violencia, gradualismo
forma agraria y el derecho a la sindica- y reformas en el desarrollo político chile-
no”, en Adolfo Aldunate, Ángel Flisfich
lización de los trabajadores agrícolas), y Tomás Moulian, Estudios sobre el siste-
y reafirmó el tránsito exclusivo por ma de partidos en Chile, Santiago, FLA-
la institucionalidad y el respeto irres- CSO, 1985, pp. 13-68. La idea del “gran
tricto de los intereses de la “burguesía viraje” de la izquierda está expuesta más
específicamente en pp. 49 y 50. Véase
nacional”, que recibió un fuerte apoyo también del mismo autor, Fracturas. De
estatal a través de los planes de indus- Pedro Aguirre Cerda a Salvador Allende
trialización de la coalición gobernante (1938-1973), Santiago, Lom Ediciones,
compuesta esencialmente por radica- 2006, pp. 19-142 y Contradicciones…, op.
cit., pp. 27-39; Pedro Milos, Frente Popu-
les, socialistas y comunistas.29 lar en Chile. Su configuración: 1935-1938,
El compromiso parecía funcio- Santiago, Lom Ediciones, 2008.
nar. La construcción de una nación 30 Moulian, Contradicciones…, op. cit., p. 40.

49
sacarla de su endémico subdesarrollo, populista y de saneamiento moral, sig-
y el estallido de la “Guerra Fría” entre nificó una transición hacia una reedi-
Estados Unidos y la Unión Soviética y ción del pacto social y político que ha-
sus respectivos aliados, clausurándose bía asegurado la gobernabilidad hasta
la “Gran Alianza” que estas potencias fines de la década anterior. La deroga-
habían contraído durante la Segun- ción de la ley que proscribía las activi-
da Guerra Mundial para hacer frente dades comunistas y algunas reformas
al nazi-fascismo. La ilegalización del destinadas a hacer más transparente
Partido Comunista de Chile y la per- los procesos electorales32 permitieron
secución de sus militantes y de los que entre 1958 y 1973 la democracia
dirigentes del movimiento obrero de chilena alcanzara, por primera vez,
su área de influencia, provocada por standares más adecuados. Esa fue la
la aplicación de la “Ley de Defensa de “época de oro” del sistema democrá-
la Democracia”, restringió sustanti- tico en Chile, período que ha nublado
vamente el consenso social y político la visión de muchos analistas que han
durante una década.31 El “Estado de proyectado retrospectivamente el cli-
compromiso” pareció definitivamente ma resultante de la democratización
arruinado entre 1948 y 1952. política y social de estos lustros hacia
Sin embargo, la elección de Car- el resto del siglo XX e incluso hasta el
los Ibáñez del Campo a la Presidencia siglo XIX.
de la República en base a un programa Pero nuevamente el alabado siste-
ma político chileno mostró sus grandes
debilidades. La crisis económica gol-
31 Carlos Hunneus, La Guerra Fría chilena: peaba a la mayoría de la población bajo
Gabriel González Videla y la Ley Maldita,
Santiago, Random House Mondadori S.
la forma de una inflación crónica y ele-
A., 2009. vadas tasas de desocupación. Entonces,
32 Las reformas electorales de 1958 inclu- a medida que los sectores populares hi-
yeron la institución de una cédula única cieron uso de los espacios democráticos
confeccionada por el Registro Electoral
(que hizo casi imposible la compra de
y de las libertades conquistadas, a lo
votos y el control electoral), la prohibi- largo de un siglo de luchas sociales, el
ción de los pactos a nivel provincial y la orden político comenzó a crujir. Duran-
exigencia de pactos nacionales refren- te la década de 1960, las administracio-
dados por las directivas máximas de
los partidos, el castigo del cohecho con
nes de Jorge Alessandri y Eduardo Frei
prisión inconmutable y la revalidación Montalva hicieron frente a un creciente
de los electores borrados por la Ley de malestar popular utilizando cada vez
Defensa de la Democracia. Moulian, más frecuentemente la represión. Las
Fracturas…, op. cit., pp. 169 y 170.
33 Ángela Vergara Marshall, “Represión y
masacres de la población José María
violencia estatal contra pobladores y mi- Caro de Santiago (1962), del mineral
neros bajo el gobierno de la Democracia de El Salvador (1966), y de Pampa Iri-
Cristiana: El Salvador (1966) y Puerto goin en Puerto Montt (1969),33 junto a
Montt (1969)” (inédito). Agradezco a su
autora la gentileza de darme a conocer
la irrupción militar del “tacnazo” (1969)
su manuscrito antes de publicarlo. pusieron en evidencia la fragilidad de
la institucionalidad consensuada entre
50
No. 26 • Un encuentro con la historia

las clases dominantes y los represen- que tuvo las características de una lu-
tantes políticos de los trabajadores. El cha de clases que dividió a la sociedad
sistema institucional respondía cada chilena en dos bloques más o menos
vez más mal al ascenso de las luchas equivalentes. De un lado, el conjun-
populares que, desde 1967, se expan- to de la burguesía y de otros sectores
dieron y generalizaron considerable- que marcharon bajo sus banderas: te-
mente. Sistema político fragilizado, in- rratenientes, gran burguesía comercial
flación crónica, creciente efervescencia e industrial, la mayoría de las clases
social en un panorama internacional medias y algunas franjas del mundo
marcado por grandes tensiones entre la popular, especialmente aristocracia
Unión Soviética y Estados Unidos y el obrera. En la orilla opuesta, un comba-
ascenso de los movimientos de libera- tivo conglomerado popular compues-
ción nacional (especialmente africanos) to por la mayoría de la clase obrera y
y de los movimientos revolucionarios del campesinado, más significativos
anticapitalistas en el mundo occiden- sectores del estudiantado, de la inte-
tal y antiburocráticos en los países de lectualidad y de las clases medias asa-
Europa Oriental, fueron los principa- lariadas. La frágil construcción política
les elementos del contexto en que se democrática colapsó, producto de este
enmarcó la victoria electoral que llevó enfrentamiento y de la intervención
a Salvador Allende a la presidencia de del imperialismo norteamericano.34
la República como abanderado de una La institucionalidad democrática
coalición política –la Unidad Popular– mostró sus límites cuando los sectores
que se proponía iniciar la transición al populares intentaron hacer realidad
socialismo, a través de la vía pacífica sus sueños de justicia social mediante
institucional. el cumplimiento del programa ofrecido
El sistema político chileno mos- por los partidos políticos de izquierda.
tró su máxima elasticidad entre sep-
tiembre de 1970 y julio de 1971, esto 34 La experiencia del gobierno de la Uni-
es, desde la elección de Allende hasta dad Popular ha sido objeto de numero-
la nacionalización del cobre aprobada sísimos estudios en todo el mundo. Ante
la imposibilidad de citar siquiera una
unánimemente por el Congreso Na- pequeña parte de dichos trabajos, nos
cional. Sin embargo, desde mediados limitamos a mencionar tres libros en los
de 1971 el conflicto social y político se cuales el lector interesado en prolongar
agudizó progresivamente hasta alcan- las reflexiones realizadas en este texto
encontrará elementos interesantes: To-
zar niveles sin precedentes desde la más Moulian, Chile actual: anatomía de un
guerra civil de 1891. El centro político mito, Santiago, Lom Ediciones, 1997, 1a.
fue absorbido por la derecha golpista y ed.; Luis Corvalán Márquez, Los partidos
se sumó a su estrategia. Los mecanis- políticos y el golpe del 11 de septiembre, San-
tiago, Ediciones ChileAmérica Cesoc,
mos institucionales fueron incapaces 2000; Julio Pinto Vallejos (coordinador-
de regular el conflicto. Pero esta vez editor), Cuando hicimos Historia. La ex-
no se trató de una disputa en el seno periencia de la Unidad Popular, Santiago,
de las élites de la clase dirigente sino Lom Ediciones, 2005.
de un enfrentamiento social y político
51
El gobierno de la Unidad Popular ha la disidencia y del conflicto social. Por
sido considerado retrospectivamente ello, en nuestros días, los movimientos
por muchos analistas como una expe- de protesta social son sistemáticamen-
riencia condenada al fracaso. No obs- te negados en su legitimidad y repri-
tante, habría que preguntarse si acaso midos por el Estado.35
esa no fue la última oportunidad en el La gobernabilidad y estabilidad
siglo XX de haber echado los cimientos de este nuevo orden se basó durante
de una nación integrada en base a un veinte años en la contención por parte
compromiso social progresista. Pero las de la coalición gobernante (la Concer-
clases dominantes no tenían ni la dispo- tación de Partidos por la Democracia)
sición, ni la madurez, ni la sensibilidad de las demandas sociales mediante una
para ser parte de un proceso donde el hábil política de desmovilización popu-
conflicto no estaba excluido, pero uno lar, práctica del clientelismo sectorial,
de cuyos resultados podría haber sido correctivos “sociales” al modelo neo-
una nación más inclusiva. La dictadu- liberal y represión de los movimientos
ra terrorista de Pinochet fue el medio de protesta social cuando estos desbor-
escogido por estos sectores y el impe- dan los estrechos márgenes de toleran-
rialismo para quebrar la espina dorsal cia existentes en el Chile posdictatorial.
del movimiento obrero y popular y La política aplicada ha sido descrita con
clausurar la posibilidad de un juego de precisión sintética por el sociólogo To-
alternativas de proyectos de sociedad. más Moulian como la consagración por
Una nueva ingeniería política se el bloque concertacionista de “la limita-
gestó en la fase de declive del régimen ción del Estado a roles reguladores, un
de Pinochet como resultado de las tran- amplio espacio para la iniciativa priva-
sacciones entre los representantes de la da y la definición de los empresarios
dictadura y de la oposición moderada, como los sujetos históricos de la nueva
conformada por la Democracia Cris- sociedad”.36 El contrapunto de la diver-
tiana y buena parte de la dirigencia sificación de las exportaciones, las tasas
de izquierda que había sostenido la de crecimiento económico sostenidas, la
experiencia de la Unidad Popular. De alta inversión extranjera y el reconoci-
ello resultó un sistema político de “de- miento internacional de Chile como un
mocracia protegida” o restringida, con país modelo es la mercantilización to-
más limitantes, cortapisas y restriccio- tal de la previsión y de las empresas de
nes que la que existió entre 1958 y 1973 “servicios públicos” (agua, electricidad,
y con mucho menos admisibilidad de gas y teléfono), “una amplia mercantili-
zación de la educación y de la salud y la
35 El análisis global más incisivo sobre la so- total transformación de la fuerza de tra-
ciedad chilena posdictatorial es la célebre bajo en una mercancía como cualquier
obra de Tomás Moulian, Chile actual: ana- otra, cuyo precio no es la resultante de
tomía de un mito, op. cit. Este libro, rápida-
mente convertido en un clásico, ha sido
la capacidad de organización y de fuer-
objeto de más de treinta reimpresiones za política sino es colocada por un mer-
36 Moulian, Fracturas…, op. cit., p. 272. cado que demanda cada vez más flexi-

52
No. 26 • Un encuentro con la historia

bilidad”.37 A lo que habría que agregar tan anunciada unidad nacional. A de-
la irreductible mantención de la des- cir verdad, fuera del ámbito simbóli-
igualdad social, que ubica a Chile –a pe- co, la inmensa mayoría de la población
sar del progreso económico- como uno del Estado nación República de Chile
de los países con peor distribución del no tiene razones objetivas para celebrar
ingreso del mundo.38 los doscientos años de una arquitectura
La asimilación de la ideología neo- política resultante de imposiciones de
liberal por parte de los antiguos opo- la fuerza militar, conciliábulos y tran-
sitores a Pinochet, que asumieron el sacciones de las cúpulas políticas sin
gobierno a partir de 1990, su política participación significativa de la ciuda-
de coadministración con la derecha danía, salvo en situaciones excepciona-
clásica y la legitimación por parte de les cuya repetición desea ser descartada
la Concertación Democrática del mo- a toda costa por la clase política.40 El Bi-
delo neoliberal y del gran empresaria-
do, como el principal sujeto histórico,
37 Ibíd.
terminaron por borrar las diferencias
38 Según el informe 2009 del Programa de
entre los bloques hegemónicos en la las Naciones Unidas para el Desarrollo
conciencia de vastos sectores de la po- (PNUD), la relación entre el ingreso per
blación. Un resultado de esta política cápita del 10% más rico de los hogares y
el ingreso del 10% más pobre de los ho-
ha sido la elección a la Presidencia de
gares chilenos, es 26,2 veces. Traducido
la República de uno de los principa- en los términos del Índice de Gini, que
les magnates chilenos en brazos de la fluctúa entre 0 y 100, representando el 0 la
alianza de derecha tradicional, que, línea hipotética de igualdad total y el 100
la desigualdad total, Chile se sitúa en un
por primera vez en más de cincuenta
coeficiente de 52,2, uno de los peores del
años, logró ungir a uno de los suyos en mundo. Programa de las Naciones Uni-
la máxima magistratura de la Repúbli- das para el Desarrollo (PNUD), Informe
ca por medio del sufragio universal.39 sobre Desarrollo Humano 2009. Superando
barreras: Movilidad y desarrollo humanos,
En este contexto, el Bicentena- Madrid Mundi-Prensa Libros, 2009, p.
rio ofrece algunas similitudes funda- 209. La versión electrónica se encuentra
mentales con la situación imperante disponible en: ‹http://hdr.undp.org/en/
media/HDR_2009_ES_Complete.pdf›.
en el Centenario. Al igual que enton- 39 Sebastián Piñera, el nuevo Presidente de
ces, la economía chilena no logra esca- la República elegido en enero de 2010, es
par al patrón primario exportador, y el dueño de una fortuna evaluada en unos
Estado y las clases dominantes gozan 1.200 millones de dólares, lo que lo sitúa en
el puesto 701 de las personas más ricas del
de una prosperidad sin par. Aunque mundo según la clasificación Forbes 2009.
en la actualidad los niveles de pobreza 40 Sobre el carácter no democrático de los pro-
son muy inferiores a los que existían en cesos constituyentes en la historia de Chile,
1910 y los índices de calidad de vida de véase, Sergio Grez Toso, “La ausencia de un
poder constituyente democrático en la his-
la mayoría de la población son muy su- toria de Chile”, en el libro de diversos auto-
periores a los de hace un siglo, la des- res, Asamblea Constituyente. Nueva Constitu-
igualdad social se mantiene inalterable ción, Santiago, Editorial Aún creemos en los
y se cierne como una sombra sobre la sueños, 2009, pp. 35-58.

53
centenario es, por excelencia, la festivi- estas festividades consiste en embria-
dad de los principales beneficiarios del garse al compás del canto y en em-
sistema económico y político: las clases briagarse hasta el embrutecimiento
dominantes y los administradores del que los conduce a todas las locuras.
Pero esa embriaguez es un progreso.
sistema político.
Si ella proporciona al pueblo abun-
La gran masa popular será, sin dancia de miserias, en cambio a los
duda, convocada y se sumará al jolgorio productores de licor y a los inter-
inducido por los medios de comunica- mediarios les produce torrentes de
ción y los aparatos de propaganda del oro ganado a costa de la corrupción.
Estado y de otras instituciones interesa- ¡Verdad que esto es muy triste! Es
por todo esto que he dicho que yo
das en la operación política denomina-
no siento entusiasmo espontáneo
da Bicentenario. Cuando hace cien años para festejar el Centenario de la Re-
Chile se aprestaba a festejar el primer pública que ningún bien de verda-
Centenario del Estado-nación, el más dero valor moral ha producido para
destacado dirigente obrero de aquella nosotros. Que se regocijen y se en-
época, Luis Emilio Recabarren nos dejó tusiasmen los que han aprovechado
una descripción de una situación que y aprovecharán del progreso y que
veremos repetirse en nuestros días: sean siempre felices son mis votos.41

Pero, decidme la verdad, ¿en qué con- AÊmodoÊ deÊconclus i—n


siste la participación del pueblo en
todas las grandes festividades? ¡Ah!, La reflexión de Recabarren en el
vaciláis para confesaros la verdad! La Centenario guarda mucha validez en el
mayor cuota que el pueblo aporta en Chile actual. Sus votos para que en el
segundo siglo de vida de esta República
41 Luis Emilio Recabarren, Ricos y pobres a fuera una era de verdaderos progresos
través de un siglo de vida republicana, Tex- morales que aseguraran el triunfo de la
to de una conferencia dictada en Rengo,
Chile en la noche del 3 de septiembre
igualdad social, no surtieron efecto.
de 1910, en ocasión del Centenario de la A pesar del discurso oficial del éxi-
Independencia de Chile, Santiago, Im- to económico y de la modernización,
prenta New York, 1910. Este folleto se
encuentra reproducido íntegramente en aún no se encuentran las bases mate-
Cristián Gazmuri edit., El Chile del Cen- riales, culturales, institucionales y polí-
tenario, los ensayistas de la crisis, Santiago, ticas para lograr una nación más inclu-
Instituto de Historia Pontificia Univer- siva. El país construido en el siglo XX
sidad Católica de Chile, pp. 262-285. La
versión electrónica está disponible en: (y en lo que va corrido del siglo XXI) se
‹http://www.marxists.org/espanol/ parece en muchos aspectos al del siglo
recabarren/3-ix-1910.htm›. XIX. La nación sigue viviendo un por-
42 Poco después de presentada esta reflexión fiado desgarramiento estructural. Chile
se produjo el terremoto y tsunami del 27
de febrero de 2010, que reveló con parti- está muy lejos de alcanzar niveles acep-
cular dramatismo la falta de cohesión so- tables de cohesión social.42 En vez de la
cial de la población chilena. La mayoría de democracia oligárquica de comienzos
los análisis críticos han explicado la par- del siglo XX, existe una democracia libe-

54
No. 26 • Un encuentro con la historia

ral de baja intensidad que convoca a sus tre 1860 y la guerra civil de 1891 y un
ciudadanos solo para legitimar decisio- porcentaje aún menor del que transcu-
nes tomadas en un marco de restriccio- rrió entre el desenlace de ese conflicto
nes interiorizadas por el ejercicio del po- y 1924, cuando la fuerza armada nue-
der tutelado. La apatía y rechazo de la vamente dirimió la disputa política. La
población chilena a la política institucio- actual construcción política aún no ha
nal y los políticos profesionales, expre- pasado por pruebas muy difíciles. Sus
sada en todas las encuestas de opinión principales beneficiarios se aprestan a
pública y en los millones de ciudada- festejar tranquilos el Bicentenario.
nos no inscritos en los registros electo-
rales, se explica esencialmente porque ticipación de numerosas personas en los
las soluciones a los problemas econó- saqueos que se produjeron poco después
micos y sociales han sido despojadas de los movimientos sísmicos, como la re-
sultante directa de la gran desigualdad
de su contenido político, presentándose social y de la drástica aplicación mode-
como eminentemente técnicas, ya que lo neoliberal, que ha promovido un indi-
los fines de la sociedad no pueden ser vidualismo exacerbado y ha destruido las
cuestionados o discutidos.43 Los movi- redes asociativas populares, anulando, de
este modo los controles sociales más efec-
mientos sociales (exceptuando el movi- tivos, resultantes del libre consentimiento.
miento nacional mapuche) aún son dé- Véase, entre otros, el artículo de José Luis
biles y dispersos, no son solidarios entre Ugarte, “Nuestros bárbaros”, La Nación
sí y su nivel de politización es, por regla Domingo, Santiago, del 7 al 13 de marzo de
2010; y el excelente texto de los integrantes
general, muy bajo.44 Solo las campañas del Centro de Alerta e Investigadores del
electorales provocan efímera y débil- Observatorio Chileno de Políticas Educati-
mente la ilusión de que la política vuel- vas (OPECH) / Universidad de Chile, Da-
ve por sus fueros a nivel de la masa ciu- niel Brzovic, Rodrigo Cornejo, Juan Gon-
zález, Rodrigo Sánchez y Mario Sobarzo,
dadana. Pero es solo un espejismo. Los “Que se derrumben los sentidos comu-
poderes fácticos y los administradores nes y se reconstruyan las comunidades:
del sistema velan porque todo se man- Reflexiones a partir del terremoto y mare-
tenga así. Una vez más la ingeniería po- moto en Chile”, Santiago, 11 de marzo de
2010, en ‹http://www.piensachile.com/
lítica parece haber dado en el clavo. content/view/6797/5/›.
Ya van veinte años de estabilidad 43 Desde fines de la década de 1990 cada
de la nueva arquitectura política, lo que vez menos personas participan en las
elecciones, y 31% de los chilenos en edad
hace proclamar a muchos analistas el de votar ni siquiera están inscritos en los
éxito de esta laboriosa fórmula. Si bien registros electorales.
es cierto que desde 1925 Chile no cono- 44 Una reflexión sobre los movimientos
ció un período tan largo sin interven- sociales en la actualidad en Pedro Ar-
mendaris, “Entrevista a Sergio Grez,
ción militar, sin dictadura o sin leyes de ¿Hay movimiento popular en Chile?”,
excepción que declaren ilegales a cier- en Punto Final, No. 691, Santiago, 7 al 20
tas organizaciones políticas, las dos úl- de agosto de 2009, pp. 20 y 21. Versión
timas décadas de democracia tutelada electrónica disponible, entre otros sitios
web en: ‹http://www.elclarin.cl/index.
de baja intensidad representan apenas php?option=com_content&task=view&i
dos tercios del período que medió en- d=17865&Itemid=2729›.

55
GUAYQUICHUMA:Ê ELÊ SOLÊ DEÊ VERANOÊ
Rodrigo Murillo Carrión*

Antecedentes
Hace 18 años hicimos la primera
visita al sitio; su mayor parte aún se
encontraba cubierta de bosque, dejan-
do perceptibles solamente algunos es-
pacios que llamaban la atención. Eran
evidencias de las estructuras princi-
pales de un gran complejo arqueoló-
gico: Guayquichuma, localizado en
la parroquia Huertas del cantón Za-
ruma, a unos 2.000 msnm. Existió
durante el tiempo mágico, frecuen- del tratamiento de los mitos, leyen-
tado por espíritus atribuidos a ríos, das, magia y tradiciones que se ins-
lagunas, cerros y todo fenómeno cli- piran en los fenómenos inexplicables,
mático inexplicable: un conjunto de tanto para los hombres de la antigüe-
creencias, que hacen la religión o su dad, como para los actuales, provis-
experiencia primitiva, el “animismo”; tos de tanta tecnología. En ambos ca-
un sistema, el “panteón” de seres so- sos, el rigor de la ciencia no enfría la
brenaturales encarnados en cada he- pasión que debe emanar de un estu-
cho natural. La ciencia tiene la difí- dio histórico-arqueológico. Al fin de
cil tarea de dar luces sobre asuntos de cuentas, la asignatura es indispensable
magia y superstición; es decir, sobre para mantener encendida la fuente del
aquello que la propia ciencia niega. civismo, de la nación con su comple-
Siendo nuestra intención apegar- ja red de identidades. Debemos inten-
nos más al aspecto afectivo, mágico, a tar una aproximación al conocimiento.
la identidad de nuestros pueblos, no es “Aunque la explicación total de la his-
difícil admitir vinculaciones del mun- toria sea una quimera, no por ello de-
do sobrenatural con la estricta frial- bemos caer en un escepticismo absolu-
dad de lo terreno. En todo caso, la ar- to”; porque, además, “hemos de estar
queología no puede estar desligada alerta para procurar que la lógica de
las situaciones no nos incite a conside-
* Antropólogo de la Universidad Técnica rar como una ley lo que no es sino una
de Machala. interpretación de una evolución par-
56
No. 26 • Un encuentro con la historia

ticular” (Gombrich, Breve historia de la continuos, hasta cuando reúnen el


cultura, pp. 103-130). mineral que los devuelve a casa. En
Nadie puede visitar un sitio ar- ese momento descienden por faldas
queológico –repleto de misterios, enig- impredecibles, venciendo el vérti-
mas de difícil solución, levantado en go, paso a paso previniendo caídas
un marco multicolor de cerros, nubes, que serían letales. Asombra ver estos
horizonte y vegetación– y no sentir el descensos, por las paredes de roca y
embrujo, la embriaguez complementa- tierra: mineros que antes fueron cam-
ria de su vista impresionante. Esto nos pesinos, halando las riendas de mulas
ha pasado aún después de 18 años; no con su carga mineral.
perdimos la fascinación de contemplar Volviendo a las ruinas, están he-
las ruinas, sobre todo ahora que se chas de piedra parcialmente tallada,
muestran con mayor generosidad. De formando muros bastante deleznables
lo visto intentaremos presentar una al momento, y ordenados uno sobre
descripción con fines informativos, otro a manera de un gran edificio en
puesto que los datos científicos que forma piramidal. Los muros pueden
acompañaremos corresponden al ar- variar de altura, que va desde unos 60
queólogo Jaime Idrobo, quien hizo un cm hasta 2,8 m., dando forma a super-
estudio más amplio del sitio. ficies cuadrangulares de hasta 20 x 20
Guayquichuma está emplaza- metros, en lo que serían los aposentos
do en una loma de ligera inclinación, más grandes. La mayoría tiene tama-
disfrutando un clima templado, fres- ños menores; de 3 x 4 m y 2 x 3 m. No
co aunque brille el Sol. Hay –visibles– se podrían establecer dimensiones de
unos diez niveles o pisos, a manera aposentos siguiendo un tipo estanda-
de grandes escalones, que sirvieron rizado, de lo cual inferimos que de-
de soporte a estructuras –probable- bieron estar dispuestos para cumplir
mente– habitacionales o de aposen- funciones variadas: vivienda, admi-
tos donde se efectuaban actividades nistración, culto, estrategia militar.
diversas; lo cual equivale a señalar
que los cubículos fueron diseñados y PrimerosÊni velesÊyÊ caminos
construidos según las funciones que
cumplían. A las espaldas del conjun- En nuestra corta permanencia es-
to se levanta una pared gigantesca tablecimos diez niveles: los tres prime-
de roca, como un acantilado, capaz ros –si contamos desde lo que sería la
de impedir cualquier tipo de acceso base– son más o menos regulares, de
a eventuales advenedizos. Pudo ser 3 x 4 m, con muros de hasta 70 cm de
una barrera protectora. altura. Hacia el flanco sur oeste se ob-
De la verticalidad que alcanzan serva aquella estructura mencionada,
los cerros en este lugar pueden dar un de 20 x 20 m (talvez la más amplia de
mejor testimonio los mineros que se todas), con una altura que, sin embar-
internan en la cordillera –más arriba go, no supera los 30 cm. Un poco más
de Guayquichuma– durante meses hacia el extremo sur de ésta se desliza

57
SenderoÊentreÊmur allas
Continuando nuestra descripción
de los niveles, a la vera del camino en-
contramos un muro de 2,8 m, el más
alto de todos. Sobre éste hallan soporte
dos pisos de menor magnitud, y sobre
ellos dos o tres más, las bases de peque-
ños cubículos de 2 x 2 m. Nos somete-
mos a la forzosa obligación de anotar
Muros medianos
con escasa precisión si en un mismo es-
pacio existieron dos o tres habitaciones,
el camino empedrado, bastante angos- por el desorden en que se hallan los
to, bordeado de muros altos (80 cm) y muros. La reconstrucción total del sitio
formando una línea recta ascendente, sería un trabajo que tome varios meses
en sentido este-oeste. Para acceder a de trabajo exhaustivo.
este “lujoso” sendero hay una especie
de entrada abierta en el muro, acompa- ObservacionesÊes telares
ñada de rocas dispuestas a manera de
control. Desde aquí otro tramo del ca- Lo más extraordinario de lo que
mino gira y se pierde hacia el occidente, aún resta en Guayquichuma es una
luego de varios centenares de metros, piedra tallada en forma de obelisco
sin presentar los detalles y sutilezas del rectangular, que se conserva casi en
sector anterior. perfecto estado. Un monolito de 1,20
Cabe señalar que atrás de lo que m, muy pesado, aunque al momento
llamamos la espalda de Guayquichu- esté derribado sobre las piedras que le
ma (hacia el poniente) existe la red sirvieron de base. Está perfectamente
de caminos que comunicaba –aún lo alineado con una abertura del cerro, a
hace en casos de extrema necesidad– manera de cuna, que se observa al fon-
la costa y la sierra australes. Es el sec- do de la cordillera, en el lado opuesto
tor denominado Otorongos, Corredo- y más lejano de nuestro sitio. Según
res y Salapa, al que perfectamente Idrobo, en esa hendidura aparece el
podría estar articulado este camino, Sol exactamente el día del solsticio de
cuyo inicio arrancaría en los “altares verano: 24 de junio. Esta perfecta talla-
de Guaquichuma”. Ese camino verti- dura está emplazada en lo que –has-
cal, empedrado y vistoso, termina en ta el momento– podría considerarse
la estructura superior de Guayqui- el último nivel de estructuras, desde
chuma, justo donde encontramos un donde se logra una mirada amplia y
hermoso monolito tallado, indicador maravillosa del horizonte. En el punto
firme de la actividad sacerdotal que más alto y angosto de Guayquichuma
allí se desarrollaba, como anotaremos un monolito que mira de frente al Sol
más adelante.

58
No. 26 • Un encuentro con la historia

en un día especial del año. Algo sobre


lo cual hay mucho que debatir.

MonolitoÊ
Más arriba se levanta la colosal
mole de roca, algo parecido a una
gran espalda que protegía de cual- Piedra tallada en forma de “proa”

quier intrusión a los antiguos dueños


del poblado. También pudimos regis- tró el “anfiteatro”, un círculo labrado
trar –sin obedecer a orden aparente en la tierra con pequeños escalones
en su posición actual– una roca ta- que seguían la misma circunferencia,
llada a manera de proa con su punta el cual habría servido para experi-
levantada, algo como para atar cual- mentar cultivos y adaptaciones.
quier cosa pequeña. Hay además lo Aquel círculo –con más precisión–
que parecen otros monolitos, tallados aquellos círculos concéntricos eran no-
en forma rectangular y/o triangular, torios hace algunos años. De manera
dispuestos en otra dirección, quizá a lamentable, actualmente, ya casi no es
causa de movimientos realizados por posible identificar el anfiteatro, su lu-
hombres de nuestro tiempo. gar ha sido ocupado por el ganado que
Pese a cualquier duda semántica pace en las invernas. Sus pesadas hue-
o gramatical, se colige el destino que llas han borrado casi completamente
tuvo Guayquichuma para la produc- las otras huellas, las ancestrales, de una
ción agrícola, conociendo el ciclo de ciencia experimental. Apenas se divisa
las estaciones. Agregándose a todo un ligero arco, solo para señalarnos el
esto la especialización que pudo ha- peligro a que nos lleva la desidia y el
ber logrado, al desarrollar técnicas abandono del patrimonio, nuestra sabi-
para la fecundación de especies ve- duría ancestral.
getales nuevas, si nos atenemos a las Es de vital importancia resaltar
afirmaciones de Idrobo, quien encon- que una gran área de cerros colindan-
tes a Guayquichuma conserva una
profusa sucesión de terrazas agrícolas
de formación aborigen. Se hace inne-
gable la importancia productiva de la
región, tomando en cuenta que hasta
la actualidad (año 2010) todavía man-
tiene el vigor y la riqueza de sus tie-
rras, ahora más ligadas a la ganadería
y a la producción de una leche de la
mejor calidad y un exquisito sabor.
Destaca y casi sorprende la rela-
Observaciones estelares tiva proximidad –un poco más de diez
59
km en línea recta– desde Guayquichu- La región es un acertijo para la
ma a los cerros Chilola y Portete, partes ciencia, conformada por varios sitios
del dominio que se atribuyen los actua- monumentales: Guayquichuma, Ya-
les habitantes de Chilla, autodefinidos cuviña, como arietes; Chilla, Tocto,
de origen Maya. Y es que muy cerca del Guartiguro, Paltacalo, la retaguardia,
Chilola se encuentra la gran “Pirámi- forman un conglomerado de sitios ar-
de” de Chilla, otro sitio arqueológico de queológicos levantado en la cordillera,
mucha importancia en nuestra región. antes de que pierda altura y se precipi-
La distancia que separa estos sitios es te a la costa. Constituyen la avanzada
recorrida por jóvenes de la defensa Ci- de un gran señorío serrano –probable-
vil en un ejercicio de 10 horas; escalan- mente con filiación cañarí–, para los
do los filos de la cordillera, en cuya ruta contactos con el litoral y sus productos
existe una sola pendiente, muy dura de especializados, de manera particular
seguir. Se diría que el paisaje y el sende- aquellos que vienen acompañados de
ro ideal para un caminante de la Época magia y portentos para la agricultura:
Aborigen, diestro en recorrer cumbres Spondylus, la concha prodigiosa.
altas. A nosotros nos faltaría desde el
oxígeno hasta la resistencia para cami- HuertasÊ yÊelÊs enderoÊ Ê
narla, aunque nos sobre voluntad. de Guayquichuma
En lo referente a la cerámica, ésta
es abundante en la superficie, con ca- Ya no es muy difícil llegar al com-
racterísticas completamente ordina- plejo arqueológico; ahora puede reco-
rias, de configuración gruesa, tosca, rrerse –muy rápido– una carretera bien
con mucho desgrasante y casi nula afirmada de 12 km, que nos deja a la
decoración. Al no tener permitida la entrada de la hacienda, desde donde
prospección, hemos podido observar empieza el ascenso hasta el sitio. No son
varios fragmentos: alguno con pintu- más de dos km, aunque tienen mucha
ra negativa (negra) brillante; muchos pendiente, por lo que hace falta un poco
tiestos gruesos, y una base con marcas de resistencia para subir. El regreso es un
lineales formando una cruz griega, salto si no hay problemas de meniscos.
como para sostener en equilibrio a la Y si la voluntad de aventura persiste,
vasija; también observamos un frag- además de las fuerzas, se puede llegar
mento de hacha con forma casi cua- a la cascada del río Salado, un velo de
drada, de 8 x 8 cm. Nos han informado agua que tiene unos 100 metros de lar-
acerca de varias colecciones persona- go, capaz de transformarse en vorágine
les, acumuladas a lo largo de mucho durante el invierno. Puede accederse
tiempo de hallazgos casuales. No es también al sitio que llamamos “menor”
posible estudiarlas por el celo de sus (no tiene nombre), haciendo una trave-
propietarios. La cerámica según Idro- sía casi exactamente igual a la del pri-
bo está identificada con Tacalzhapa, mer avance. Así de enriquecedora es la
fase cultural precursora de lo que sería experiencia de visitar los campos y sus
el gran Reino Cañari. tiempos en la provincia de El Oro.

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