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UnÊ encuentro
conÊ laÊ historia
No.Ê 26
CONTENIDO
EDITORIALÊ 3
SANÊM ARTêN,Ê Ê
SUÊEN TREVISTAÊC ONÊBOLêV ARÊENÊGUA YAQUILÊ Ê
YÊRET IROÊDELÊGOBIERNOÊDELÊPERò
Benjamín Rosales Valenzuela 5
ALFARO,ÊPRESIDENTEÊ AMIGOÊ Ê
DEÊLO SÊEM PRESARIOS
Guillermo Arosemena Arosemena 23
EspecialÊpar aÊ Spondylus
BICENTENARIOÊEN ÊC HILE:Ê Ê
LAÊC ELEBRACIîNÊDEÊUN AÊLA BORIOSAÊC ONSTRUCCIîNÊPOLêTIC AÊ
Sergio Grez Toso 40
GUAYQUICHUMA:ÊELÊSOLÊDEÊ VERANO
Rodrigo Murillo Carrión 56
EDITORIAL
L
os manabitas tenemos por quedarse, decide sacrificar la grande-
costumbre, muy peculiar por za de su labor, la difusión nacional de
cierto, admirar con verdadera la misma, y muchas veces la ganancia
unción a otro manabita que se desta- material tan necesaria, para vivir en la
que, siempre y cuando, ese destaque tierra en donde será pobremente reco-
se logre viviendo en otras regiones de nocido, pero en donde, supone, va a
la patria. El que vive entre nosotros, ser feliz.
el que es parte del paisaje rutinario de Pianista desde los cuatro años de
nuestras vidas, no tiene nuestra ad- edad, solo porque su padre compró un
miración, por más que se presuma su piano y empezó a enseñarle, ya a los
valía. Así pues, hay que vivir en otros 6 años de edad causaba asombro a su
lares para ser considerado por estos. maestra Clemencia Robles quien sen-
Constantino Mendoza Moreira tía que ya no podía enseñarle más. Lo
fue parte del Portoviejo que habita- mismo sucedió con la profesora costa-
mos en nuestra adolescencia y adul- rricense Zoraida González. De ahí en
tez. Erguido y serio, con una formali- más, la vida del compositor fue una
dad propia del ciudadano de inicios constante partida, sabiendo sus po-
de siglo XX, lo hemos visto pasar sa- tencialidades, y un constante retorno
biendo que era un compositor. En esa amando a Portoviejo. Quito, Panamá,
época, pocos podíamos entender que Nueva York, San José en conciertos de
convivía con nosotros un gran com- música clásica en giras de meses o po-
positor y un hombre, que amó tanto cos años y luego el retorno buscando
a la ciudad y a la provincia, que sa- los olores de los tamarindos.
crificó un futuro musical más publi- Es como si las realidades que su-
citado por radicarse entre nosotros. ministran al compositor los materia-
Quizás ahí radique el drama del les para sus obras hayan estado inva-
manabita talentoso: amante a ultran- riablemente en Portoviejo. Y viviendo
za de su tierra, sabe que quedándose, aquí, en la mancuerna necesaria, llevó
la falta de apoyo, de publicidad y de a los poetas de casa en las letras de los
oportunidades, va a hacer languide- pasillos sentidos. Creo que allí radica
cer su obra; y también sabe que sa- la grandeza del legado de este porto-
liendo a radicarse en otras ciudades vejense. Privilegió a los poetas mana-
puede hacer florecer su arte. Decide bitas y propulsó una música regional.
3
Si de las más de trescientas composi- ambiente…no obstante al ambiente poco
ciones musicales que dejó plasmadas propicio en el que vive…”
en su larga vida, mucho más de la mi- Creo que ahí radica el gran ejem-
tad de ellas tienen como respaldo los plo que dejó Constantino Mendoza
versos de manabitas. Moreira. Un ejemplo de que la lucha
En un número de la Revista Ar- es desde adentro, que se puede tras-
gos de 1924, cuando el compositor cender y hacer grande a la ciudad des-
tiene 26 años, al pie de una foto del de lo poco propicio y la pobreza, y que lo
músico se comenta: “tiene el mérito de facilista de la emigración, de triunfar
haber alcanzado prestigios y lauros al solo afuera y regresar para las fiestas, es
esfuerzos de su talento y de su constan- nada más y nada menos como poner
cia, no obstante la pobreza artística del el huevo afuera y venir a cacarear acá
adentro.
4
SANÊM ARTêN,Ê
suÊentrevis taÊconÊBol’v arÊenÊGua yaquilÊ Ê
yÊretiroÊdelÊgobiernoÊd elÊ Perœ*
Benjamín Rosales Valenzuela**
E
náculo impide reflexiones sobre temas
n algunos países o regiones de
medulares, como los relativos a la
Sudamérica, historiadores con
creación de Colombia y a su posterior
afanes nacionalistas resaltan
desmembración, hasta ahora rodeados
las figuras de los libertadores Bolívar
de subterfugios”.1
y San Martín, queriendo elevarlas a
un nivel sobrehumano, al retratarlos El historiador inglés John Lynch
como intachables, justifican todos sus ha hecho estupendos trabajos sobre la
excesos y errores, que sin duda come- América española y el proceso inde-
tieron, culpando a la falta de apoyo y pendentista, que, realizados con un
colaboración de otros, los fracasos por alejamiento de pasiones localistas, van
ellos incurridos. en la línea de interpretaciones moder-
nas bajo una perspectiva continental y
El año pasado, en el Congreso
a través de ópticas diversas, como cree
Extraordinario de esta Asociación, rea-
necesario nuestro colega académico
lizado en Ecuador con motivo del Bi-
venezolano. Luego de casi cincuen-
centenario de la Revolución de Quito,
ta años como profesor de Historia de
don Elías Pino Iturrieta, director de la
Latinoamérica, principalmente en la
Academia Nacional de la Historia de
Universidad de Londres, Lynch ha
Venezuela, dictó una brillante confe-
publicado dos estupendas biografías,
rencia sobre la extralimitación de la
historiografía de la independencia de
su país titulada, “La Independencia de * Discurso en el XII Congreso de Acade-
mias Iberoamericanas de Historia. Bue-
Venezuela: propuestas para cohabitar nos Aires, agosto 1 de 2010.
con sus estatuas”. En ésta sugiere la ** Director del capítulo Guayaquil de la Aca-
necesidad de reconstruir “interpreta- demia Nacional de Historia de Ecuador.
ciones más apegadas a la realidad en 1 Elías Pino, “La Independencia de Vene-
zuela: propuestas para cohabitar con sus
la cual se han regodeado la retórica y estatuas”, discurso en Congreso Extraor-
la política hasta nuestros días”. Nos dinario de Asociación Iberoamericana de
dice que sobre Bolívar se han realiza- Academias de Historia, Quito, 2009.
5
la primera: Simón Bolívar, una vida, en más graves; para comenzar, pone en
2006; y, la segunda: San Martín: solda- un mismo grupo de “libertadores”,
do argentino, héroe americano, en 2009. en el que con razón figuran Miranda,
En ellas se refleja el estudio profundo Bolívar, San Martín y O’Higgins, al
realizado y una visión imparcial de los “emperador” mexicano Iturbide, al
hechos y personajes, que evidencian almirante escocés Cochrane y a don
un acercamiento del autor a la realidad Pedro de Brasil, en un grave error de
de los procesos independentistas y sus perspectiva histórica.
circunstancias. En años recientes se han abierto
Sin embargo, no todos los traba- espacios de discusión que cuestionan
jos históricos de escritores anglosajo- muchas de las acciones y políticas de
nes sobre la independencia de Suda- los grandes líderes que lucharon por, y
mérica guardan la misma rigurosidad finalmente lograron, la independencia
que los de Lynch, la obra Libertadores: de Sudamérica de la Corona española.
la lucha de Latinoamérica por la indepen- La obra del peruano Herbert Morote,
dencia 1810-1830, del periodista Robert con el sugestivo título: Bolívar, Liberta-
Harvey, publicada en 2000 con buen dor y Enemigo No. 1 del Perú es signi-
mercadeo y éxito en ventas, por ejem- ficativa, ya que reconociendo el genio
plo, tiene errores, ocacionados quizá del general venezolano, que alcanzó el
por la ligereza del estudio y amplitud triunfo patriota en las batallas de Junín
del trabajo, o por el afán de exaltar en- y Ayacucho, que sellaron la indepen-
cima de lo real, las hazañas militares de dencia del Perú y Sudamérica, resal-
Bolívar. En el corto capítulo 13 escribe, ta la manera tiránica con que Bolívar
entre otros errores: que Guayaquil era actuó en los 21 meses después de esta
un puerto histórico del Imperio Inca, última batalla. Escribe Morote:
omite referencia a la independencia
de esta próspera ciudad en octubre de El Libertador expatrió a su más fer-
1820, hecho que posibilitó la llegada viente opositor, Luna Pizarro, junto
de tropas colombianas, en naves gua- a otros congresistas que se oponían
yaquileñas, para fortalecer la guerra a sus designios… ordenó el fusila-
emprendida por el Estado de Guaya- miento de cuanto soldado protesta-
se… encarceló al almirante Guisse…
quil contra el ejército realista en Quito;
se deshizo del general argentino Ne-
minimiza los refuerzos enviados por cochea… fusiló a Berindoaga… En
San Martín que posibilitaron el triunfo resumen, aterrorizó a los peruanos
en Pichincha; confunde a esta heroica que se le opusieron.3
batalla con el enfrentamiento previo
en Riobamba; escribe que Quito tenía
medio millón de habitantes cuando
entró Bolívar en junio de 1822.2 A más 2 Robert Harvey, Liberators, latin America’s
Struggle for Independence 1810-1830, pp.
de otras barbaridades como las men- 193,194, 196.
cionadas, en la obra de Harvey exis- 3 Herbert Morote, Bolívar, Libertador y Ene-
ten errores conceptuales aún mucho migo No. 1 del Perú, Lima, 2007, p. 112.
6
No. 26 • Un encuentro con la historia
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tierra natal fue una decisión calcu- granadinos; desde el Alto Perú los rea-
lada, basada en una compulsión listas amenazaban con tomar Tucumán;
interior la que casi prevenía su elec- fuerzas enviadas desde Lima aplasta-
ción… En 1811 él vio lo que tenía ron a los divididos patriotas chilenos
que hacer: si permanecía en España
en Rancagua en octubre de 1814. Estos
el sería nadie. Si regresaba a Argen-
tina él podría lograr cosas grandes reveses hacían ver a la independencia
para una causa mayor.5 como una meta inalcanzable.
En Tucumán, mientras organi-
Gracias a las conexiones hechas zaba el alicaído ejército e impulsaba
en Cádiz y Londres con miembros de la formación de efectivas guerrillas,
la Sociedad de Caballeros Racionales, lideradas por el gaucho Martín Güe-
en especial Carlos Alvear, ni bien llegó mes, San Martín reflexionaba sobre la
a Buenos Aires fue presentado al triun- estrategia más conveniente para lo-
virato gobernante e incorporado al ejér- grar la libertad de Sudamérica. Con-
cito patriota con el rango de teniente co- tinuar con el intento de liberar el Alto
ronel, el mismo que tenía en el español. Perú desde el sur era difícil porque
Se conectó socialmente, y apenas seis se enfrentaban a tropas abastecidas
meses después de llegado a la ciudad desde Lima, el centro del poderío es-
se casó con la hija de un porteño acau- pañol en Sudamérica era un territorio
dalado en septiembre de 1812. de altas elevaciones para lo que no
estaban preparadas las tropas porte-
Su profesionalismo en la prepa-
ñas y sus habitantes respaldaban a los
ración del batallón de caballería, que
realistas. Una invasión por mar des-
se estrenó con éxito en San Lorenzo
de Valparaíso a Lima tendría mejores
a comienzos de 1813, catapultó su
posibilidades de éxito, contando que
prestigio por lo que se le encargó or-
los habitantes de la costa peruana es-
ganizar las defensas de Buenos Aires.
tarían más dispuestos a apoyar la in-
Luego de la terrible derrota sufrida
dependencia que los del altiplano. De
por el Ejército del norte, que intenta-
ahí nace el Plan Continental de San
ba liberar al Alto Perú, en noviembre
Martín, según Lynch:
de ese año en Ayohuma, San Martín
fue enviado a ese frente con refuer-
Su estrategia estaba basada en la te-
zos para las desconcertadas tropas al
sis de que la revolución sudamerica-
mando del general Belgrano. na no se podía asegurar hasta que el
Los meses entre 1814 y 1816 fue- corazón del poder español en Perú
ron críticos para la revolución sud- haya sido destruido.6
americana, se había acabado la guerra
peninsular y restablecido la monarquía
de Fernando VII, lo que le permitió a
España enviar las fuerzas lideradas por
5 John Lynch, San Martín: argentine soldier,
el general Morillo que aplastaron a los american hero, 2009, p. 24.
independentistas venezolanos y neo- 6 Ibíd., p. 64.
8
No. 26 • Un encuentro con la historia
Es posible que la idea del plan pertrechos para el ejército, tomar me-
se haya originado en la expedición didas para mejorar la administración
propuesta por el coronel Paillardelle de Mendoza, incluso se preocupó del
en 1813, o que San Martín conociera, riego y la producción agrícola de la
cuando estuvo en Londres, el plan provincia.
para atacar al imperio español pre- El caos en el gobierno de la Pro-
sentado por el escocés Maitland al go- vincias Unidas del Río de la Plata con-
bierno británico cincuenta años antes, tinuó en 1815 con la caída de Alvear
pero fue él quien decidió “usar todo su en el mes de abril, el directorio nom-
poder de persuasión ante sus jefes po- bró al general Rondeau como director
líticos en Buenos Aires para introducir supremo, quien asumió el mando del
y preservar su plan”.7 Ejército del norte con el fin de lanzar
Para ejecutar esta estrategia, San una tercera expedición al Alto Perú,
Martín debió abandonar el Ejército del la misma que, como había prevenido
norte y formar el Ejército de los Andes, San Martín, sufrió otra desastrosa de-
con muy poco apoyo del gobierno de rrota en Sipe Sipe.
Buenos Aires, que se debatía en una Con la llegada al poder de Pue-
inestabilidad inaudita. El régimen del yrredón, cambió la suerte de San
segundo triunvirato fue reemplazado Martín, según Pérez Pardilla: “Por fin
por el director supremo Posadas, lue- había llegado al gobierno el hombre
go sería el propio Alvear quien asumi- con genio de estadista y garra de go-
ría el poder político en base al mando bernante, que daría el apoyo para la
militar que ya ostentaba. San Martín, creación de un gran ejército”.8
para realizar sus propósitos, consiguió
En los casi tres años en que San
el nombramiento de gobernador de la
Martín estuvo en Mendoza, forman-
Intendencia de Cuyo, llegó a Mendoza
do el Ejército de los Andes, demostró
en septiembre de 1814 y desde ahí for-
su capacidad administrativa, sus ha-
mó el ejército independentista.
bilidades como jefe militar y político,
A pesar de la falta de apoyo eco- pues logró el total apoyo de la pobla-
nómico de los gobiernos de Buenos ción de Cuyo a la causa de la indepen-
Aires, San Martín organizó las fuerzas dencia de Chile y América.
de defensa de la Intendencia, la que
En enero de 1817, el ejército al
luego de la derrota de los chilenos
mando de San Martín emprendió el
en Rancagua, corría el riesgo de ser
cruce de los Andes; y, el 12 de febrero
invadida por tropas realistas. Tuvo
triunfó brillantemente en Chacabu-
que poner bajo control a las fuerzas
co, dos días después ocupó Santiago,
de los hermanos Carrera, organizar
convocó una asamblea, la que el día
la fabricación de uniformes, armas y
16 nombró a O´Higgins como director
supremo de Chile, como el libertador
7 Ibíd., p. 65.
8 Agustín Pérez Pardilla, José de San Mar- había propuesto. Las tropas realistas
tín, el Libertador cabalga, 1997, p. 158. al mando de Osorio se atrincheraron
9
al sur en Talcahuano e incluso amena- ba la invasión al corazón del imperio
zaron nuevamente la independencia español en Sudamérica. Finalmente,
de Chile, luego del triunfo que obtu- la expedición independentista partió
vieron contra las tropas de O´Higgins de Valparaíso en agosto de 1820, San
en Cancha Rayada el 19 de marzo de Martín tenía la esperanza de que al
1818. El Ejército español en Chile fue llegar a costas peruanas, se le unieran
finalmente derrotado por los patrio- miles de voluntarios para reforzar el
tas al mando de San Martín el 5 de ejército patriota y poder someter a las
abril en la batalla de Maipú. fuerzas españolas del virrey Pezuela.
En mayo, San Martín fue reci-
bido gloriosamente en Buenos Aires IndependenciaÊdeÊGua yaquil
como libertador de Chile, pero eso no
garantizó el apoyo de Argentina para La noticia del triunfo de Bolí-
la nueva etapa del Plan Continental, la var en Boyacá creó la expectativa en
liberación de Perú, porque los gobier- algunos jóvenes de Guayaquil sobre
nos de la república enfrentaban caos y la fortaleza del proceso independen-
anarquía por los enfrentamientos entre tista. A fines de septiembre de 1820
centralistas y federalistas. El General se conoció que la expedición de San
atravesó los Andes tres veces para bus- Martín había llegado a costas perua-
car un apoyo que le fue esquivo. nas, así mismo, arribaron a la ciudad
San Martín luchó, a capa y es- tres oficiales venezolanos expulsados,
pada, para conseguir recursos y lle- por favorecer la revolución, del ba-
var a cabo su propósito de liberar el tallón español Numancia que estaba
Perú, su decisión en 1811 de regresar estacionado en Lima. Con ese motivo,
a su América natal, no era solo para José Villamil, natural de Nueva Or-
reforzar la independencia de Buenos leáns radicado en Guayaquil, y José
Aires, o de las provincias del Río de Antepara organizaron sendas reunio-
la Plata, no era suficiente liberar Chi- nes con los venezolanos León Febres
le, ninguna de estas estaría asegurada Cordero, Miguel Letamendi y Luis
mientras se mantuviera en Lima el Urdaneta, oficiales peruanos del Bata-
poderío español. San Martín no era llón de Granaderos estacionados en la
un hombre impulsivo, tomó decisio- ciudad y jóvenes guayaquileños adic-
nes luego de profunda meditación y tos a la causa independentista, para
después de hacerlo las sostenía con organizar una revolución que libere a
firmeza. A pesar de no contar con su- Guayaquil del dominio español. Uno
ficiente apoyo del gobierno de Buenos de los más jóvenes, Febres Cordero,
Aires, se empeñó en su objetivo. Con- exponía así los motivos para realizar
tó eso sí, con la decidida colaboración el golpe:
de su amigo O´Higgins y el gobierno
chileno, que formó la Armada coman- De la revolución de esta importante
provincia puede depender el éxito
dada por Cochrane, la que posibilita-
de ambos generales (Bolívar y San
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ron al desastre y evitaron que la ciu- enviar suficientes refuerzos a Sucre
dad fuera tomada por tropas realistas. en Guayaquil por lo que pidió al ge-
Las lluvias de la estación inver- neral San Martín, en noviembre de
nal impidieron que eso sucediera; ese año, el envío del batallón al man-
mientras tanto, Bolívar, al conocer la do de Heres, o “cualquier otro cuerpo
Independencia de Guayaquil, envió que pueda ser destinado a Guayaquil,
primero al general Mires con una de los del ejército del mando de VE”.12
compañía de soldados experimen- El general San Martín respondió ge-
tados y, luego, al general Sucre con nerosamente asignando al general
600 hombres, que se constituirían en Santa Cruz para que se pusiera a las
la base del ejército libertador del te- órdenes del general Sucre con 1400
rritorio quiteño. Sucre llegó a la ciu- hombres, los que junto a cientos de
dad con la disposición de agregarla a reclutas de Guayaquil, Cuenca y Loja
Colombia, lo que fue rechazado por la completaron el ejército que selló la li-
Junta de Gobierno que lo nombró, sin beración de la antigua Presidencia de
embargo, jefe del Ejército. Quito en la sangrienta Batalla de Pi-
chincha el 22 de mayo de 1822.
La Junta de Gobierno no accedió
al pedido de Bolívar porque entre los
ciudadanos de Guayaquil habían tres SanÊM art’nÊ Ê
tendencias independentistas y repu- comoÊpr otectorÊdelÊP erœ
blicanas: la primera tenía el apoyo
de algunos miembros de la Junta y Desde que partió la expedición
comerciantes prominentes, favorecía libertadora del Perú de Valparaíso el
la unión con Perú cuando este país 21 de agosto de 1820, se hizo evidente
se independice; otra que admiraba a que la relación del general San Martín
Bolívar y favorecía la integración de con el almirante Cochrane iba a ser
la provincia a Colombia; la tercera, conflictiva. Según Lynch, al escocés se
respaldada por Olmedo y que era la lo puede describir como: “un merce-
más popular, creía que la Provincia, nario superior, marino profesional con
junto al territorio de la Presidencia de características de valor, fanfarronería
Quito, debía ser una república inde- y originalidad que le dieron fama du-
pendiente de Colombia y Perú.11 rante la guerra napoleónica”.13
La campaña de 1821 se inició La primera confrontación ocu-
con el triunfo patriota en Cone, un rrió cuando San Martín decidió, con
llano en la costa cerca de Guayaquil,
pero luego el ejército independentis- 11 José Villamil, Reseña de los acontecimientos
ta fue derrotado nuevamente en los políticos y militares de la provincia de Gua-
yaquil, desde 1813 hasta 1824, inclusive,
campos de Huachi, en la sierra central ibíd., p. 38.
cerca de Ambato al sur de Quito. Bo- 12 Simón Bolívar, Obras Completas, vol. I, La
lívar, que dirigía el grueso del ejército Habana 1947, p. 607.
colombiano desde Popayán, no podía 13 John Lynch, San Martín, argentine soldier,
american hero, 2009, p. 111.
12
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gudo, reclamando el primero la paga se acentuara. El propio ministro tucu-
de sus tripulantes y provisiones, así mano declaró en sus memorias, que
como la acción ilegal de la Armada de diez mil españoles distribuidos en
al apoderarse de dineros y bienes en todos los rangos cuando llegó el ejér-
Ancón, el Ministro le indica al Almi- cito libertador, quedaban menos de
rante que: seiscientos cuando lo expulsaron del
Perú.18 Esta política, que generó ingre-
ha resuelto S. E. salga usted inme- sos al gobierno, por la confiscación de
diatamente para los puertos de bienes de los desterrados que fueron
Chile con la Escuadra a su mando, distribuidos entre los oficiales, causó
devolviendo antes el dinero y pastas un deterioro económico por el aban-
particulares que ha tomado.16 dono de propiedades productivas, y
pérdida de apoyo de ciudadanos que
El Almirante intentó justificar consideraban abusivo los atropellos
sus acciones en comunicaciones pos- cometidos. En menor escala, y por
teriores, pero el rompimiento entre apenas un mes, esta política de arbitra-
Cochrane y San Martín fue definitivo, riedades e injusticia contra españoles
debió salir el Almirante de Callao a fue la que siguió Escobedo en Guaya-
comienzos de octubre. quil a partir de octubre de 1820, lo que
El ejército de San Martín se com- motivó su destitución y expulsión por
ponía de peruanos, chilenos, colom- la nueva Junta de Gobierno.
bianos y argentinos, lo que ocurrían Las situaciones política y militar
celos entre ellos, sobre todo porque no eran muy ventajosas para José de
el General manifestaba preferencia San Martín cuando salió de Lima por
por los primeros para estimular el segunda vez para entrevistarse con
entusiasmo revolucionario entre la Bolívar. El viaje que inició a comien-
población del país; además, los neo- zos de 1822 se interrumpió cuando
granadinos y venezolanos, que se supo que el Libertador no podía lle-
habían sublevado del batallón espa- gar a Guayaquil.
ñol Numancia, exigían el retorno a
Colombia.17 La derrota de las fuerzas
comandadas por el general peruano
Tristán en Ica, en abril de 1822, au-
mentó el descrédito del Protector en-
tre los oficiales del ejército, quienes
injustamente lo culparon del fracaso.
Los reveses militares del ejército 16 Documentos para la historia del libertador
libertador del Perú causaron que la general San Martín, t. XVIII, Buenos Ai-
política implantada por Monteagudo, res, MMI, p. 133.
17 José Coroleu, América, historia de su colo-
con la venia del Protector, de acosar a nización, dominación e independencia, t. IV,
los peninsulares establecidos en Lima, Barcelona, 1896, p. 243.
18 Ibíd., p. 247.
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ble que esta comunicación, en la que el Protector percibía que el pueblo en
el Libertador manifiesta su resolución masa quería ser anexado al Perú.22
sobre el asunto de Guayaquil, no le En la controvertida misiva de
haya llegado al Protector antes de su San Martín a Bolívar fechada en 29 de
partida del Callao, puesto que en la agosto, el Protector manifiesta:
relación que hace uno de sus acom-
pañantes, Rufino Guido, expresa que Nada diré a usted sobre la reunión
uno de los objetivos reservados del Guayaquil a la República de Co-
viaje, era apoderarse de la provincia lombia. Permítame, General, que
que se había declarado a favor del le diga, que creí que no era a noso-
Perú; al llegar a Puná conocieron que tros a quienes correspondía decidir
Bolívar ya había agregado Guayaquil este importante asunto. Concluida
a Colombia, por lo que San Martín la guerra, los gobiernos respectivos
lo hubieran transado, sin los incon-
cambió de planes y ordenó que el
venientes que en el día pueden re-
convoy con dos batallones que lo se-
sultar a los intereses de los nuevos
guía, regresara al Callao.21 estados de Sudamérica.23
San Martín era un hombre prác-
tico, ya nada podía hacer con respecto Algo de premonición tiene esta
a Guayaquil ante un fait acompli, Bo- sentencia de San Martín, la guerra en-
lívar se había adelantado o él había tre Perú y Colombia en 1828 estuvo,
llegado tarde. En la carta de Bolívar en gran parte, motivada por los de-
a Santander le dice que el Protector le seos peruanos de agregar a su terri-
ofreció eterna amistad hacia Colom- torio a Guayaquil, intención que tuvo
bia, intervenir a favor del arreglo de otra vez el general Castilla cuando
límites y no mezclarse en los negocios Ecuador se había separado de Colom-
de Guayaquil. Pérez en sus informes bia, y Perú ocupó Guayaquil en 1859.
dice que San Martín afirmó que nada Si Bolívar hubiera permitido que la
tenía que decir sobre Guayaquil, y Junta de Gobierno convoque al pue-
que Bolívar le contestó que él había blo libremente a expresar sus deseos,
llenado los deseos del Protector de seguramente éste hubiera decidido
consultar al pueblo, el que estaba su integración a Colombia, dada la
convocado para expresarse el 28 del popularidad del Libertador, pero se
mes, el día en que partió San Martín hubiera evitado el malestar peruano
de regreso al Callao. que provocó que sus gobiernos in-
Rufino Guido dice que al día si- vadieran dos veces la ciudad en los
guiente de la partida, a bordo del Ma- primeros treinta y cinco años de inde-
cedonia, San Martín le dijo: “¿Qué le pendencia del Perú.
parece a usted cómo nos ha ganado
de mano el Libertador Simón Bolí-
var?”, confiando que Colombia no se 21 Ibíd., p. 73.
quedaría con Guayaquil luego que el 22 Ibíd., p. 77.
23 Ibíd., p. 79.
Perú acabe con los chapetones, ya que
16
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Al día siguiente zarpó San Mar- lista en América del Sur. Simón Bolí-
tín desde Ancón rumbo a Valparaíso; var llegó a Lima, donde fue recibido
luego de pasar pocos días en Santia- con entusiasmo, el 1 de septiembre
go, el General se instaló en Mendoza de 1823, luego de recibir la autoriza-
manteniéndose al tanto de los acon- ción del Congreso de Colombia. La
tecimientos del Perú y Guayaquil, a unión del Ejército colombiano con el
través de comunicaciones recibidas de Perú y el genio de Bolívar hicieron
de amigos como Tomás Guido, Ru- posible los triunfos patriotas en Junín
decindo Alvarado, Hipólito Unanue, y Ayacucho en 1824.
Francisco Ugarte, José Lamar, Fray La decisión de San Martín de
Manuel Negrón, Francisco Roca, José alejarse de Perú, luego de la entrevis-
Joaquín Olmedo, entre otros. En mu- ta de Guayaquil, fue racional y patrió-
chas de éstas le expresan la esperanza tica, se desprendió de un mando que
que el General regrese, advirtiendo el necesitaba acciones dictatoriales, las
peligro de que la situación militar y que él no quería asumir, y dio lugar
política se agrave en el Perú.35 para que Bolívar comprometa a su
El historiador John Lynch espe- ejército y prestigio en la Independen-
cula sobre lo que tenía en mente San cia del Perú.
Martín mientras estuvo un año en San Martín no actúo irrespon-
Mendoza, a pesar de la enfermedad sablemente con América, esperó en
de su esposa Remedios: Mendoza hasta que conoció el arri-
bo de Bolívar a Lima antes de viajar
Perú no estaba cerrada completa- a Buenos Aires, y retirarse tres meses
mente; había todavía una rendija después a Europa, como había decidi-
abierta en la puerta. Él había renun- do. Llegó al puerto el 4 de diciembre,
ciado al puesto de Protector pero
tarde para despedirse de su esposa
no al de General, y puede ser que
mientras su esposa lo esperaba en enferma, pero una vez que estaba
Buenos Aires, él esperaba los acon- seguro que su participación en la fi-
tecimientos en Perú.36 nalización de la guerra no era ya ne-
cesaria.
Luego de la partida del general Los libertadores se plantearon
San Martín de Lima, los sucesos polí- estos acontecimientos en su encuen-
ticos y militares fueron demostrando tro en Guayaquil. Quisiera resaltar la
que para que la independencia triun- opinión del Dr. René Favaloro en que
fe en Perú eran necesarios un ejército debemos terminar de presentar a San
poderoso y un gobierno dictatorial. Martín y Bolívar como enemigos:
Cuando los delegados del Congreso
del Perú le ofrecieron al Libertador
Bolívar lo segundo, él comprometió
el grueso del ejército colombiano en 35 Ibíd., pp. 504-555.
la guerra contra el último bastión rea- 36 John Lynch, San Martín, argentine soldier,
american hero, p. 199.
20
No. 26 • Un encuentro con la historia
No hay duda alguna de que se dife- das acciones del ministro Monteagu-
renciaban temperamentalmente y se- do, también estaba menoscabado su
rían innumerables los ejemplos por liderazgo militar por el rompimiento
relatar para marcar sus distinciones con el comandante de la Escuadra chi-
caracterológicas particulares…A pe-
lena y el descontento de oficiales del
sar de ello se comprendieron, se res-
petaron y se admiraron mutuamen- ejército por la cautelosa estrategia se-
te. Los dos sabían que luchaban por guida por el patriota argentino.
la misma causa: la libertad de Amé- La anexión realzada por Bolívar
rica y los derechos republicanos del de Guayaquil a Colombia y la negati-
hombre. Los dos deberían constituir va del Libertador de comprometer el
el basamento de la verdadera y sóli-
grueso de su ejército con la guerra en
da unidad latinoamericana.37
el Perú, complicaron más la perspec-
tiva militar y política de San Martín,
por lo que tomó la difícil decisión de
Conclusi—n renunciar al mando peruano.
Estos años en que iniciamos la
celebración del proceso de indepen-
dencia de nuestras repúblicas, son Bibliograf’a
propicios para resaltar la figura de
Pérez Pardella, Agustín, El Libertador que cabalga, Ar-
San Martín, militar valiente y brillan- gentina, Planeta, 1997.
te estratega, quien decidió regresar a
Rumazo González, Alfonso, Simón Bolívar, t. 1, Quito,
su América natal para luchar contra el Casa de Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión /
dominio de una monarquía decaden- Editorial Pedro Jorge Vera, 2003.
te, acometió con el Plan Continental
García Camba, Andrés, Memorias del general García
que liberaría Chile e invadiría el co- Camba, para la historia de las armas Españolas del
razón del poder español en Lima, y se Perú 1822-1825, t. II, Madrid, Biblioteca Ayacucho,
retiró modestamente para dar paso a Editorial América.
la unión del ejército que él comanda- Bernardo Monteagudo, Peruvian Pamphlet; begin
ba con el de Colombia, acelerando así, an exposition of the administrative labours of the
el fin de la guerra de Independencia Peruvian Government, Printed by A. Applegath,
Stamford-Street, London, 1823.
del Perú y la libertad de toda Suda-
mérica. Salas, Carlos I., Bibliografía del general don José de San
Martín y de la emancipación Sudamericana, t. I-V,
El retiro de San Martín de la gue- Buenos Aires, Compañía Sud-Americana de bi-
rra peruana y de la Independencia de lletes de Banco Chile, 1910.
América se produce no solo como con- Charles Stuart Cochrane, Journal of a residence and
secuencia de la entrevista con Bolívar. travels in Colombia, during the years 1823-1824,
Antes de eso, su figura política en Perú vol. 1, London, Printed for Henry Colburn, New
Burlington Street, 1825.
se había debilitado por las equivoca-
Bayo, Ciro, Examen de Próceres Americanos: los liberta-
dores, Madrid, Imprenta Juan Pueyo, 1916.
37 René Favaloro, ¿Conoce usted a San Mar-
tín?, Buenos Aires, 2009, pp. 190-191.
21
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zuela, Editorial Lex, La Habana, 1947.
22
ALFARO,
presidenteÊamigoÊdeÊlos Êe mpresarios
Guillermo Arosemena Arosemena
E
ntre los historiadores ecuato- español dueño de goletas, y, en me-
rianos de la primera mitad del nos de cuatro décadas, se convirtió
siglo XX, al analizar a Eloy Al- en uno de los hombres más ricos de
faro Delgado, no hay consenso sobre Ecuador. Entre los negocios de Luza-
su ideología y relación con el sector rraga se encontraba la exportación de
privado; pero, entre los contemporá- todo lo que se podía vender en el ex-
neos, la mayoría de pensamiento de terior, incluyendo sombreros de paja
izquierda, lo describe como enemigo toquilla. Manuel era quien compraba
de los empresarios, llegando al ex- por cuenta de Luzarraga, estos pro-
tremo absurdo de sostener que fue el ductos elaborados en Manabí.
primer socialista ecuatoriano. Nada Cuando se independizó comer-
más alejado de la realidad. Eloy Al- cialmente, Manuel decidió seguir en el
faro fue, sin lugar a dudas, el presi- negocio de exportación de los mencio-
dente más cercano a los empresarios nados sombreros. Llegó a tener una de
que ha existido en Ecuador, muy por las casas más elegantes de Montecristi.
encima de Plaza, Yerovi, Arosemena El propio Eloy afirmó que la casa de
Gómez, Febres Cordero y Durán Ba- su padre fue una de los mejores en
llén. Alfaro fue pro empresa privada, su tiempo. El historiador manabita
las evidencias son abrumadoras, se Wilfrido Loor sostiene que tal afirma-
observan a través de todos los actos ción es cierta por estar construida de
en su vida. piedra, ladrillo y madera; un escudo
Su ideología capitalista comien- nobiliario adornaba la entrada. José
za en sus orígenes. Su padre, el es- Sáenz y Díaz de la Academia Nacional
pañol Manuel Alfaro González, fue de Historia de Venezuela, en su escrito
empresario exitoso, de aquellos que sobre el padre de Alfaro, sostiene que
comienzan como empleados y termi- Manuel se consideraba sangre azul y
nan siendo dueños de negocios. En para su hijo Eloy buscó como padri-
efecto, Manuel, quien se había esta- no a Agustín Villavicencio, el hombre
blecido en Montecristi alrededor de más rico de Manabí en aquella época.
1835, fue empleado de Manuel An- Manuel adquirió algunas haciendas
tonio Luzarraga, español que llegó con el objeto de sembrar diferentes
a Guayaquil como asistente de otro productos y tener ganadería; tuvo los
23
recursos para traer un profesor de Eu- Los negocios le dan el ciento por
ropa y dedicarlo a la enseñanza de sus uno… Tiene alma de comerciante
hijos. judío y se enriquece bárbaramente.
Gana en ocasiones hasta mil duros
Eloy frecuentemente acompañó diarios, en el Panamá, de los traba-
a Manuel en viajes comerciales, es- jos preparatorios para el Canal.
pecialmente a Panamá y otros países
centroamericanos. Durante su exilio La moneda duro equivalía al
en Panamá, época de la presidencia peso fuerte. En Ecuador el peso fue
de Gabriel García Moreno, se desem- usado hasta la creación del sucre en
peñó como próspero empresario; ese 1884. Para dimensionar el monto de
país se había convertido en impor- ganancia de Alfaro, en los años vein-
tante mercado de bienes por el trán- te, es decir cuatro o más décadas des-
sito de extranjeros que comenzaron pués, el gerente de un banco en Gua-
a llegar a raíz de la construcción del yaquil tenía 2.000 sucres mensuales
ferrocarril en 1850, el primero trans- de sueldo.
continental, para trasladar a personas
y carga desde Colón, donde arriba- Por haber vivido años en Pana-
ban los barcos de Europa y Estados má y conocido a gente importante de
Unidos, hasta ciudad de Panamá o en ese país, Alfaro se vinculó con la élite
tránsito contrario. social y económica; se casó con Ana
Paredes Arosemena, perteneciente a
Posteriormente, el mercado de dos de las familias más distinguidas
sombreros se amplió con la construc- de ese país y de las más antiguas de
ción del canal bajo la dirección de Fer- América del Sur. Desde el siglo XVII,
dinand de Lesseps, a partir de 1880 y los antepasados de Ana ocuparon
luego bajo el control estadounidense, los cargos públicos más importantes
al ser usados por ciertos trabajadores de Panamá, como es el caso de Feli-
para protegerse del radiante sol. Teo- pe Arosemena, gobernador en 1684 y
doro Roosevelt lo popularizó al usar- luego alcalde.
lo cuando visitó la construcción del
citado canal. Alfaro no solo fue un buen em-
presario, también mostró gran talento
Después del fallecimiento de Gar- en lo político; desde temprana edad,
cía Moreno, Eloy regresó a Ecuador e cuando hizo oposición a García Mo-
hizo crecer el negocio, generó mucho reno, demostró gran liderazgo que
dinero que sirvió para pagar los estu- posteriormente lo usó para alcanzar
dios de dos de sus hermanos, Manuel y la presidencia. Los empresarios de
Medardo en Estados Unidos, donde es- Guayaquil siempre lo vieron como
tudiaban medicina; a su otro hermano uno de su sector, no como un político
Marcos, que estudiaba leyes en Cuenca, en el que no se podía confiar. Todo lo
y cubría los costos de vida de su padre contrario, entre él y los agricultores,
jubilado en Costa Rica. De su capaci- comerciantes e industriales, siempre
dad como empresario, Loor escribió: hubo buena química. Alfaro no podía
ignorar que durante décadas había
24
No. 26 • Un encuentro con la historia
26
No. 26 • Un encuentro con la historia
29
de fortalecimiento del sucre. Ante la medidas violentas, por más que
urgente necesidad de armarse para ellas fueran exigidas por la salud
prepararse frente a futuros enfrenta- pública, acepté sin vacilar aquella
mientos bélicos, el presidente Alfaro oferta oportuna.
sorprendió a la empresa privada, al
decretar una emisión inorgánica de El préstamo dio origen a la for-
2 millones de sucres, es decir, sin res- mación de la Sociedad de Crédito Pú-
paldo metálico alguno y que él defi- blico, establecida con un capital de
nió como una “contribución extraor- 400.000 sucres. Entre los accionistas
dinaria”. El plan de Alfaro fue usar fundadores se encontraron Martín Re-
la mitad de esa suma para reponer y imberg, Lautaro Aspiazu, Luis Adria-
mejorar las fuerzas armadas y garan- no Dillon, Ramón Mejía, Emilio Es-
tizar su permanencia en el poder. trada, Max Muller, Fortunato Salcedo,
La noticia fue recibida con alar- Vicente González Bazo, J. Wheeler y
ma y causó fuerte oposición; los em- George B. Nixon.
presarios cansados de trabajar en una Esta empresa manejó la explota-
economía inestable y volátil, y preocu- ción de la sal que era monopolio del
pados de que sus patrimonios lo conti- Estado, hasta la cancelación del prés-
nuaran erosionando, gestionaron ante tamo; funcionó durante muchos años,
Alfaro, la supresión de la desacertada enfrentando la hostilidad de grupos
medida, proponiendo como alterna- que desearon su liquidación, alegan-
tiva otorgar al Gobierno un préstamo do que causaba perjuicio a los intere-
por un millón de sucres en moneda ses del fisco.
fuerte, reembolsable con el producto En la segunda administración de
del ramo de sal. Eloy Alfaro, hubo la misma falta de
En palabras de Alfaro: recursos económicos que en la prime-
ra. Los fondos provenientes del pre-
… Tenía yo el propósito de emplear supuesto no fueron suficientes para
la mitad de esta suma en reponer y atender todas las necesidades. Para
mejorar los elementos bélicos, tan evitar que Alfaro entrara en desca-
necesarios para mantenernos en labro financiero, los empresarios de
estado de hacer frente al enemigo Guayaquil nuevamente lo sacaron de
común, que nunca interrumpe sus apuros y le hicieron un préstamo que
maquinaciones ni deja de sus ma- se cancelaría con la administración del
nos la tea de la discordia civil. Iba
puerto de Guayaquil. Fue una espe-
a llevarse a cabo el decreto cuando
en hora propicia se me presentó en cie de concesión como las que se dan
Guayaquil un grupo de generosos actualmente en países de economías
patriotas que, aconsejados por el emergentes. Alfaro se adelantó cerca
sentimiento de la concordia, tuvie- de un siglo a las concesiones que tanto
ron la nobleza de ofrecerme un mi- molestan a los socialistas del siglo XXI.
llón de sucres en empréstito volun- Una vez más Alfaro aceptaba que el
tario […]. Prefiriendo no emplear Estado es muy mal administrador.
30
No. 26 • Un encuentro con la historia
31
hacía la CNC, para lo cual debía ob- 1908. Eloy Alfaro defendió el contrato
tener un préstamo del comercio de y argumentó que el Estado no tenía
Guayaquil, para comprar los activos los fondos ni estaba preparado para
de la CNC. administrar la carga eficientemente:
En su defensa, la CNC sostuvo
que: … habéis ordenado que el Gobierno
reasuma inmediatamente la admi-
nistración del Muelle, etc. Nada ten-
El monopolio de las lanchas era an-
dría de objetar á esto, si el Ejecutivo
tes, cuando los Agentes de Vapores
contara con los medios de cumplir-
eran a la vez empresarios de ellas, y
los; pero, las lanchas, los remolcado-
cuando no toleraban que nadie, sino
res y todo el material necesario para
ellos acudieran por la carga. Mono-
el servicio del Muelle, pertenecen á
polio era antes, cuando esos Agen-
la Compañía Nacional Comercial;
tes fijaban para sus lanchas la tarifa
de manera que el Gobierno tiene
a conveniencia.
que comprar esos elementos, ya
sea a la misma Compañía ya a otras
Más adelante en su exposición, personas. Y para realizar esta com-
Aguirre agregó: pra, ha menester una fuerte suma,
de trescientos á cuatrocientos mil
Si el Gobierno tuviera un muelle al sucres, que la Legislatura está en el
que pudieran atracar los vapores deber de arbitrar, para que la Reso-
de alto bordo, el servicio de las lan- lución sea cumplida. De otro modo,
chas sería innecesario, y la carga y con qué lanchas y material de mue-
descarga se haría directamente en el lle podría atender el Gobierno in-
muelle y estaría a cargo del Gobier- mediatamente á las necesidades del
no. Pero como carece de tal muelle, Comercio, como lo habéis resuelto?
tiene que hacer uso de las lanchas,
que son como una prolongación de No habiendo podido los legis-
él… Puesto el embarque y desem- ladores desvirtuar las acusaciones ni
barque en manos de la Compañía… encontrado los recursos financieros
el Gobierno tiene el control y la vigi-
para que el Gobierno se hiciera cargo
lancia que necesitaba, y el Comercio
de los servicios de la CNC, en 1909
la garantía de una tarifa estable y
que es inferior á la que cobraban los firmaron entre ellos el convenio que
empresarios particulares. acuerda el statu quo, por medio del
cual la concesión a la CNC continuó
Finalmente Aguirre probó que, en las mismas condiciones que se esti-
durante el primer año de operaciones, pulaban en el contrato de 1907.
las recaudaciones de aduana aumen- Desde fines del siglo XIX, el ca-
taron en 11%, el derecho de tonelaje cao ecuatoriano comenzó a tener se-
en 42% y 110.828 sucres por concep- vera competencia de las colonias afri-
to del 50% de las utilidades, cantidad canas británicas que habían iniciado
equivalente al 1,3% de todos los aran- siembras masivas del grano. La entra-
celes de aduana durante el año de da de estas últimas al mercado mun-
32
No. 26 • Un encuentro con la historia
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No. 26 • Un encuentro con la historia
36
No. 26 • Un encuentro con la historia
C
uando el Estado de Chile em- de 1818) y en su consolidación en la
pieza a conmemorar su Bicen- batalla de Maipú (5 de abril de 1818),
tenario, los intelectuales y los por razones de diversa índole que no
ciudadanos con conciencia crítica no es del caso evocar en esta ocasión, sal-
pueden dejar de formularse una serie vo el carácter puramente elitista (sin
de interrogantes sobre el sentido pro- apoyo ni movilización popular) de la
fundo de estas celebraciones. Entre organización de la Primera Junta de
muchas otras: ¿qué se está celebran- Gobierno, lo cierto es que a partir de
do?, ¿qué tipo de país se ha construi- 1837, durante el primero de los dece-
do durante estos doscientos años?, nios de gobiernos conservadores, el
¿de qué modo Chile ha llegado a ser 18 de septiembre se constituyó en la
lo que es? fecha oficial de celebración del Estado
Para hacerme cargo de algunas y de la “chilenidad”, quedando ins-
de estas preguntas me remontaré a los crita en la memoria de los habitantes
comienzos de la era republicana, para del país como símbolo patriótico y de
luego centrarme en el siglo XX. identidad nacional.1
Aunque la constitución del pri- Pero el sentimiento nacional no
mer gobierno autónomo de la aristo- afloró espontáneamente en la pobla-
cracia criolla (el 18 de septiembre de ción que quedó viviendo al interior
1810), que procuró llenar el vacío de de las imprecisas y muy cambiantes
poder dejado por la prisión del rey de fronteras de la República de Chile en
España Fernando VII, fue solo el ini- el siglo XIX. Durante las guerras de la
cio de un proceso que desembocaría Independencia (que tuvieron un ver-
ocho años más tarde en la Declara- dadero carácter de guerra civil) la re-
ción de Independencia (12 de febrero acción mayoritaria de la gran masa po-
pular fue el indiferentismo, la huida y
la deserción (para escapar de las levas
* Profesor del Departamento de Ciencias His-
tóricas de la Universidad de Chile. Correo forzosas que practicaban ambos ban-
electrónico: ‹sergiogreztoso@gmail.com›. dos, especialmente el ejército patriota),
1 Paulina Peralta, ¡Chile tiene fiesta! El ori- o su unión con montoneras realistas en
gen del 18 de septiembre (1810-1837), San-
la zona sur (después de las derrotas de
tiago, Lom Ediciones, 2007.
40
No. 26 • Un encuentro con la historia
42
No. 26 • Un encuentro con la historia
44
No. 26 • Un encuentro con la historia
45
El régimen parlamentario –sos- consistente política desarrollista sino
tiene Gabriel Salazar– no había entra- tímidos ajustes económico-naciona-
do en escena para resolver el conflicto listas y dramáticas reediciones de la
económico-social política represiva contra las masas.19
Otros historiadores han aseverado
sino, más específicamente, para ase- que la élite de la República Parlamen-
gurar la sobrevida de las élites mer- taria tampoco se preocupó mayor-
cantiles (portalianas) ante la agudiza- mente por incorporar a los trabajado-
ción de la crisis y tras el colapso de res en un sistema consensual, quizá
la dictadura constitucional que esas porque contaba con la sólida base
élites habían establecido en 1833.18
electoral de los campesinos. Ello ex-
plicaría que frente al creciente conflic-
De aquí que el parlamentaris- to social, la reacción de esa élite fuera
mo, pese a la modernización que in- muy dura, sin intentar distinguir y
volucraba, no inauguró siquiera una negociar con los elementos más con-
ciliadores del mundo popular.20 Un
18 Salazar, La violencia política…, op. cit., p.
ciclo de luctuosas masacres obreras
72. Cursivas en el original. entre 1903 y 1907 fue la respuesta del
19 Ibíd. Estado y la clase dominante ante una
20 Luis Alberto Romero, ¿Qué hacer con los “cuestión social”, cuya existencia era
pobres? Élites y sectores populares en
Santiago de Chile 1840-1895, Santiago,
negada incluso por políticos “progre-
Ariadna Ediciones, 2007, pp. 232 y 233. sistas” como el patriarca radical Enri-
21 Enrique Mac-Iver, “Discurso sobre la cri- que Mac-Iver.21
sis moral de la República”, en Grez, La
“cuestión social”…, op. cit., pp. 519-528.
No obstante, en vísperas del pri-
22 Esta matanza obrera ha quedado inscrita mer Centenario de la Independencia
en la memoria del pueblo chileno como nacional, las élites políticas e intelec-
un paradigma de la respuesta represiva tuales comenzaron a intuir que era
del Estado y las clases dominantes ante
las reivindicaciones de los trabajadores.
necesario una reingeniería política,
El trabajo más completo sobre este tema pero ya no solo en las fórmulas para
es el libro de Eduardo Devés, Los que van regular el conflicto y repartir el poder
a morir te saludan. Historia de una masacre: entre distintas facciones oligárquicas
Escuela Santa María de Iquique, 1907, San-
tiago, Lom Ediciones, 2002, 4a. ed. Véase
sino, sobre todo, para contener, mo-
también, Varios autores, A 90 años de los rigerar y canalizar adecuadamente el
sucesos de la Escuela Santa María de Iqui- descontento proveniente de las cla-
que, Santiago, Lom Ediciones / DIBAM ses populares. Luego de la masacre
/ Universidad Arturo Prat, 1998; Sergio
Grez Toso, “La guerra preventiva: San-
de la escuela Santa María de Iquique
ta María de Iquique. Las razones del (1907), la clase política percibió más
poder”, en Mapocho, No. 50, Santiago, claramente la necesidad de un cam-
segundo semestre de 2001, pp. 271-280; bio.22 El proceso que llevó a la adop-
Pablo Artaza Barrios, Sergio González
Miranda y Susana Jiles Castillo, A cien
ción de la legislación social en 1924 y
años de la masacre de Santa María de Iqui- a la Constitución de 1925 como bases
que, Santiago, Lom Ediciones, 2009. del “Estado de compromiso” y “Esta-
46
No. 26 • Un encuentro con la historia
47
nales de disciplinamiento de la mano que al aproximar el “Estado excluyen-
de obra”.25 La historiografía chilena te” a los obreros, estos lo vieron como
ha conceptualizado los cambios en las una buena posibilidad de solución de
funciones del Estado que se consuma- sus propios problemas, socavando las
ron durante esa década como un paso bases del monopolio político de los
del “Estado oligárquico” u “oligárqui- grupos oligárquicos.26
co liberal” a los comienzos del “Estado Cualquiera sea la interpretación
asistencial” “intervencionista” o “de que se suscriba respecto de estos fenó-
compromiso”. Sin negar esas caracte- menos, es incuestionable que el talón de
rísticas en las nuevas funciones del Es- Aquiles del nuevo sistema siguió siendo
tado, pero introduciendo matices muy el orden socioeconómico ya que hasta
sugerentes, el historiador Enrique bien avanzada la década de 1930, tal
Fernández Darraz ha formulado la hi- como afirma Gabriel Salazar, la nueva
pótesis de una extensión del “Estado democracia liberal no dio pasos para la
excluyente”, a través de su expansión construcción de un “Estado Empresarial
territorial y social que implicó asumir Fabril” ni uno “Social Benefactor” sino
nuevas funciones y una nueva relación un nuevo sistema político de equilibrio
con amplios sectores de la población, que permitiera capear una crisis cente-
especialmente los sectores populares, naria, lo que explica las altas y crónicas
que hasta entonces habían vivido prác- dosis de violencia estatal, en particular
ticamente en sus márgenes. La expan- contra los movimientos populares cuan-
sión del “Estado excluyente” habría do estos rebasaban los límites impuestos
significado acercarlo a los trabajadores por el Código del Trabajo.27
que se convirtieron en objetos positivos
Con todo, luego de una década
de las prácticas políticas, administrati-
de gravísima crisis económica, espe-
vas y legales de la élite. Este proceso
cialmente durante los años de la Gran
habría constituido –según Fernández
Depresión, y de gran inestabilidad po-
Darraz– una paradoja oligárquica, ya
lítica, en que se vivió el ascenso y caída
de la dictadura populista del general
25 Yáñez, La intervención social…, op. cit., Carlos Ibáñez del Campo, la sucesión
pp. 307 y 308.
de varios gobiernos de corta duración
26 Enrique Fernández Darraz, Estado y so-
ciedad en Chile, 1891-1931: el Estado Ex- incluyendo una brevísima “República
cluyente, la lógica estatal oligárquica y la Socialista” resultante de un putsch mili-
formación de la sociedad, Santiago, Lom tar populista que gozó de cierto apoyo
Ediciones, 2003.
de masas, y otros dramáticos aconteci-
27 Salazar, La violencia política…, op. cit., pp.
75-78. mientos como un amotinamiento de la
28 Una extensa revisión de los aconteci- marinería y el levantamiento conjun-
mientos del período 1925-1938 fue reali- to de mapuches y campesinos pobres
zada por Gonzalo Vial, Historia de Chile
chilenos en Ranquil (Alto Bío-Bío), el
(1891-1973), Santiago, Zig-Zag, vol. IV,
1996 y vol. V, 2001. Sobre la insurrección “Estado de compromiso” logró echar
de 1931 de la marinería chilena, puede bases y gozar de cierta estabilidad.28
consultarse el prolijo acápite dedicado a La legislación laboral empezó a hacer-
48
No. 26 • Un encuentro con la historia
se efectiva, y desde la llegada del Fren- más integrada asomó más posible que
te Popular al gobierno en 1938 se desa- nunca. Pero antes de una década esta
rrolló una estrategia de sustitución de política de colaboración de clases em-
importaciones. Las diversas fórmulas pezó a hacer agua y, a fin de cuentas,
frentepopulistas implementadas entre el balance de la experiencia frente po-
1938 y 1947 contribuyeron notable- pulista fue magro. Como bien acota
mente al logro de esta estabilidad y go- Tomás Moulian,
bernabilidad sistémica, trazando una
ruta que se prolongaría durante varias esas coaliciones promovieron el cre-
décadas, con algunos quiebres, discon- cimiento industrial pero no produje-
tinuidades y reformulaciones, más allá ron una “revolución capitalista”, [y]
de la experiencia original del Frente generaron una mayor democratiza-
Popular. Desde mediados de la déca- ción de oportunidades pero no una
“revolución democrática”.30
da de los años treinta y hasta inicios
de los setenta, el movimiento obrero
y popular marchó mayoritariamente Dos factores pesaron decidida-
por la vía institucional, parlamentaria mente en su contra: el incipiente ago-
y gradualista escogida por los partidos tamiento del modelo de sustitución
mayoritarios de la izquierda. Durante de importaciones, que por ser depen-
los años de aplicación de la política de diente de la maquinaria y la tecnolo-
Frente Popular, a cambio del impulso gía importada no logró generar un
a la industrialización dentro del sis- círculo virtuoso capaz de arrastrar al
tema capitalista, la ampliación de las conjunto de la economía chilena para
libertades civiles y políticas, el perfec-
cionamiento de la legislación social y
algunos beneficios materiales para los estos sucesos en un libro sobre un tema
sectores populares urbanos, la izquier- más amplio escrito por Jorge Magasich,
Los que dijeron “No”. Historia de los mari-
da socialista y comunista optó por sa- neros antigolpistas de 1973, Santiago, Lom
crificar los intereses del campesinado Ediciones, 2008, vol. I, pp. 149-187.
(posponiendo indefinidamente la re- 29 Tomás Moulian, “Violencia, gradualismo
forma agraria y el derecho a la sindica- y reformas en el desarrollo político chile-
no”, en Adolfo Aldunate, Ángel Flisfich
lización de los trabajadores agrícolas), y Tomás Moulian, Estudios sobre el siste-
y reafirmó el tránsito exclusivo por ma de partidos en Chile, Santiago, FLA-
la institucionalidad y el respeto irres- CSO, 1985, pp. 13-68. La idea del “gran
tricto de los intereses de la “burguesía viraje” de la izquierda está expuesta más
específicamente en pp. 49 y 50. Véase
nacional”, que recibió un fuerte apoyo también del mismo autor, Fracturas. De
estatal a través de los planes de indus- Pedro Aguirre Cerda a Salvador Allende
trialización de la coalición gobernante (1938-1973), Santiago, Lom Ediciones,
compuesta esencialmente por radica- 2006, pp. 19-142 y Contradicciones…, op.
cit., pp. 27-39; Pedro Milos, Frente Popu-
les, socialistas y comunistas.29 lar en Chile. Su configuración: 1935-1938,
El compromiso parecía funcio- Santiago, Lom Ediciones, 2008.
nar. La construcción de una nación 30 Moulian, Contradicciones…, op. cit., p. 40.
49
sacarla de su endémico subdesarrollo, populista y de saneamiento moral, sig-
y el estallido de la “Guerra Fría” entre nificó una transición hacia una reedi-
Estados Unidos y la Unión Soviética y ción del pacto social y político que ha-
sus respectivos aliados, clausurándose bía asegurado la gobernabilidad hasta
la “Gran Alianza” que estas potencias fines de la década anterior. La deroga-
habían contraído durante la Segun- ción de la ley que proscribía las activi-
da Guerra Mundial para hacer frente dades comunistas y algunas reformas
al nazi-fascismo. La ilegalización del destinadas a hacer más transparente
Partido Comunista de Chile y la per- los procesos electorales32 permitieron
secución de sus militantes y de los que entre 1958 y 1973 la democracia
dirigentes del movimiento obrero de chilena alcanzara, por primera vez,
su área de influencia, provocada por standares más adecuados. Esa fue la
la aplicación de la “Ley de Defensa de “época de oro” del sistema democrá-
la Democracia”, restringió sustanti- tico en Chile, período que ha nublado
vamente el consenso social y político la visión de muchos analistas que han
durante una década.31 El “Estado de proyectado retrospectivamente el cli-
compromiso” pareció definitivamente ma resultante de la democratización
arruinado entre 1948 y 1952. política y social de estos lustros hacia
Sin embargo, la elección de Car- el resto del siglo XX e incluso hasta el
los Ibáñez del Campo a la Presidencia siglo XIX.
de la República en base a un programa Pero nuevamente el alabado siste-
ma político chileno mostró sus grandes
debilidades. La crisis económica gol-
31 Carlos Hunneus, La Guerra Fría chilena: peaba a la mayoría de la población bajo
Gabriel González Videla y la Ley Maldita,
Santiago, Random House Mondadori S.
la forma de una inflación crónica y ele-
A., 2009. vadas tasas de desocupación. Entonces,
32 Las reformas electorales de 1958 inclu- a medida que los sectores populares hi-
yeron la institución de una cédula única cieron uso de los espacios democráticos
confeccionada por el Registro Electoral
(que hizo casi imposible la compra de
y de las libertades conquistadas, a lo
votos y el control electoral), la prohibi- largo de un siglo de luchas sociales, el
ción de los pactos a nivel provincial y la orden político comenzó a crujir. Duran-
exigencia de pactos nacionales refren- te la década de 1960, las administracio-
dados por las directivas máximas de
los partidos, el castigo del cohecho con
nes de Jorge Alessandri y Eduardo Frei
prisión inconmutable y la revalidación Montalva hicieron frente a un creciente
de los electores borrados por la Ley de malestar popular utilizando cada vez
Defensa de la Democracia. Moulian, más frecuentemente la represión. Las
Fracturas…, op. cit., pp. 169 y 170.
33 Ángela Vergara Marshall, “Represión y
masacres de la población José María
violencia estatal contra pobladores y mi- Caro de Santiago (1962), del mineral
neros bajo el gobierno de la Democracia de El Salvador (1966), y de Pampa Iri-
Cristiana: El Salvador (1966) y Puerto goin en Puerto Montt (1969),33 junto a
Montt (1969)” (inédito). Agradezco a su
autora la gentileza de darme a conocer
la irrupción militar del “tacnazo” (1969)
su manuscrito antes de publicarlo. pusieron en evidencia la fragilidad de
la institucionalidad consensuada entre
50
No. 26 • Un encuentro con la historia
las clases dominantes y los represen- que tuvo las características de una lu-
tantes políticos de los trabajadores. El cha de clases que dividió a la sociedad
sistema institucional respondía cada chilena en dos bloques más o menos
vez más mal al ascenso de las luchas equivalentes. De un lado, el conjun-
populares que, desde 1967, se expan- to de la burguesía y de otros sectores
dieron y generalizaron considerable- que marcharon bajo sus banderas: te-
mente. Sistema político fragilizado, in- rratenientes, gran burguesía comercial
flación crónica, creciente efervescencia e industrial, la mayoría de las clases
social en un panorama internacional medias y algunas franjas del mundo
marcado por grandes tensiones entre la popular, especialmente aristocracia
Unión Soviética y Estados Unidos y el obrera. En la orilla opuesta, un comba-
ascenso de los movimientos de libera- tivo conglomerado popular compues-
ción nacional (especialmente africanos) to por la mayoría de la clase obrera y
y de los movimientos revolucionarios del campesinado, más significativos
anticapitalistas en el mundo occiden- sectores del estudiantado, de la inte-
tal y antiburocráticos en los países de lectualidad y de las clases medias asa-
Europa Oriental, fueron los principa- lariadas. La frágil construcción política
les elementos del contexto en que se democrática colapsó, producto de este
enmarcó la victoria electoral que llevó enfrentamiento y de la intervención
a Salvador Allende a la presidencia de del imperialismo norteamericano.34
la República como abanderado de una La institucionalidad democrática
coalición política –la Unidad Popular– mostró sus límites cuando los sectores
que se proponía iniciar la transición al populares intentaron hacer realidad
socialismo, a través de la vía pacífica sus sueños de justicia social mediante
institucional. el cumplimiento del programa ofrecido
El sistema político chileno mos- por los partidos políticos de izquierda.
tró su máxima elasticidad entre sep-
tiembre de 1970 y julio de 1971, esto 34 La experiencia del gobierno de la Uni-
es, desde la elección de Allende hasta dad Popular ha sido objeto de numero-
la nacionalización del cobre aprobada sísimos estudios en todo el mundo. Ante
la imposibilidad de citar siquiera una
unánimemente por el Congreso Na- pequeña parte de dichos trabajos, nos
cional. Sin embargo, desde mediados limitamos a mencionar tres libros en los
de 1971 el conflicto social y político se cuales el lector interesado en prolongar
agudizó progresivamente hasta alcan- las reflexiones realizadas en este texto
encontrará elementos interesantes: To-
zar niveles sin precedentes desde la más Moulian, Chile actual: anatomía de un
guerra civil de 1891. El centro político mito, Santiago, Lom Ediciones, 1997, 1a.
fue absorbido por la derecha golpista y ed.; Luis Corvalán Márquez, Los partidos
se sumó a su estrategia. Los mecanis- políticos y el golpe del 11 de septiembre, San-
tiago, Ediciones ChileAmérica Cesoc,
mos institucionales fueron incapaces 2000; Julio Pinto Vallejos (coordinador-
de regular el conflicto. Pero esta vez editor), Cuando hicimos Historia. La ex-
no se trató de una disputa en el seno periencia de la Unidad Popular, Santiago,
de las élites de la clase dirigente sino Lom Ediciones, 2005.
de un enfrentamiento social y político
51
El gobierno de la Unidad Popular ha la disidencia y del conflicto social. Por
sido considerado retrospectivamente ello, en nuestros días, los movimientos
por muchos analistas como una expe- de protesta social son sistemáticamen-
riencia condenada al fracaso. No obs- te negados en su legitimidad y repri-
tante, habría que preguntarse si acaso midos por el Estado.35
esa no fue la última oportunidad en el La gobernabilidad y estabilidad
siglo XX de haber echado los cimientos de este nuevo orden se basó durante
de una nación integrada en base a un veinte años en la contención por parte
compromiso social progresista. Pero las de la coalición gobernante (la Concer-
clases dominantes no tenían ni la dispo- tación de Partidos por la Democracia)
sición, ni la madurez, ni la sensibilidad de las demandas sociales mediante una
para ser parte de un proceso donde el hábil política de desmovilización popu-
conflicto no estaba excluido, pero uno lar, práctica del clientelismo sectorial,
de cuyos resultados podría haber sido correctivos “sociales” al modelo neo-
una nación más inclusiva. La dictadu- liberal y represión de los movimientos
ra terrorista de Pinochet fue el medio de protesta social cuando estos desbor-
escogido por estos sectores y el impe- dan los estrechos márgenes de toleran-
rialismo para quebrar la espina dorsal cia existentes en el Chile posdictatorial.
del movimiento obrero y popular y La política aplicada ha sido descrita con
clausurar la posibilidad de un juego de precisión sintética por el sociólogo To-
alternativas de proyectos de sociedad. más Moulian como la consagración por
Una nueva ingeniería política se el bloque concertacionista de “la limita-
gestó en la fase de declive del régimen ción del Estado a roles reguladores, un
de Pinochet como resultado de las tran- amplio espacio para la iniciativa priva-
sacciones entre los representantes de la da y la definición de los empresarios
dictadura y de la oposición moderada, como los sujetos históricos de la nueva
conformada por la Democracia Cris- sociedad”.36 El contrapunto de la diver-
tiana y buena parte de la dirigencia sificación de las exportaciones, las tasas
de izquierda que había sostenido la de crecimiento económico sostenidas, la
experiencia de la Unidad Popular. De alta inversión extranjera y el reconoci-
ello resultó un sistema político de “de- miento internacional de Chile como un
mocracia protegida” o restringida, con país modelo es la mercantilización to-
más limitantes, cortapisas y restriccio- tal de la previsión y de las empresas de
nes que la que existió entre 1958 y 1973 “servicios públicos” (agua, electricidad,
y con mucho menos admisibilidad de gas y teléfono), “una amplia mercantili-
zación de la educación y de la salud y la
35 El análisis global más incisivo sobre la so- total transformación de la fuerza de tra-
ciedad chilena posdictatorial es la célebre bajo en una mercancía como cualquier
obra de Tomás Moulian, Chile actual: ana- otra, cuyo precio no es la resultante de
tomía de un mito, op. cit. Este libro, rápida-
mente convertido en un clásico, ha sido
la capacidad de organización y de fuer-
objeto de más de treinta reimpresiones za política sino es colocada por un mer-
36 Moulian, Fracturas…, op. cit., p. 272. cado que demanda cada vez más flexi-
52
No. 26 • Un encuentro con la historia
bilidad”.37 A lo que habría que agregar tan anunciada unidad nacional. A de-
la irreductible mantención de la des- cir verdad, fuera del ámbito simbóli-
igualdad social, que ubica a Chile –a pe- co, la inmensa mayoría de la población
sar del progreso económico- como uno del Estado nación República de Chile
de los países con peor distribución del no tiene razones objetivas para celebrar
ingreso del mundo.38 los doscientos años de una arquitectura
La asimilación de la ideología neo- política resultante de imposiciones de
liberal por parte de los antiguos opo- la fuerza militar, conciliábulos y tran-
sitores a Pinochet, que asumieron el sacciones de las cúpulas políticas sin
gobierno a partir de 1990, su política participación significativa de la ciuda-
de coadministración con la derecha danía, salvo en situaciones excepciona-
clásica y la legitimación por parte de les cuya repetición desea ser descartada
la Concertación Democrática del mo- a toda costa por la clase política.40 El Bi-
delo neoliberal y del gran empresaria-
do, como el principal sujeto histórico,
37 Ibíd.
terminaron por borrar las diferencias
38 Según el informe 2009 del Programa de
entre los bloques hegemónicos en la las Naciones Unidas para el Desarrollo
conciencia de vastos sectores de la po- (PNUD), la relación entre el ingreso per
blación. Un resultado de esta política cápita del 10% más rico de los hogares y
el ingreso del 10% más pobre de los ho-
ha sido la elección a la Presidencia de
gares chilenos, es 26,2 veces. Traducido
la República de uno de los principa- en los términos del Índice de Gini, que
les magnates chilenos en brazos de la fluctúa entre 0 y 100, representando el 0 la
alianza de derecha tradicional, que, línea hipotética de igualdad total y el 100
la desigualdad total, Chile se sitúa en un
por primera vez en más de cincuenta
coeficiente de 52,2, uno de los peores del
años, logró ungir a uno de los suyos en mundo. Programa de las Naciones Uni-
la máxima magistratura de la Repúbli- das para el Desarrollo (PNUD), Informe
ca por medio del sufragio universal.39 sobre Desarrollo Humano 2009. Superando
barreras: Movilidad y desarrollo humanos,
En este contexto, el Bicentena- Madrid Mundi-Prensa Libros, 2009, p.
rio ofrece algunas similitudes funda- 209. La versión electrónica se encuentra
mentales con la situación imperante disponible en: ‹http://hdr.undp.org/en/
media/HDR_2009_ES_Complete.pdf›.
en el Centenario. Al igual que enton- 39 Sebastián Piñera, el nuevo Presidente de
ces, la economía chilena no logra esca- la República elegido en enero de 2010, es
par al patrón primario exportador, y el dueño de una fortuna evaluada en unos
Estado y las clases dominantes gozan 1.200 millones de dólares, lo que lo sitúa en
el puesto 701 de las personas más ricas del
de una prosperidad sin par. Aunque mundo según la clasificación Forbes 2009.
en la actualidad los niveles de pobreza 40 Sobre el carácter no democrático de los pro-
son muy inferiores a los que existían en cesos constituyentes en la historia de Chile,
1910 y los índices de calidad de vida de véase, Sergio Grez Toso, “La ausencia de un
poder constituyente democrático en la his-
la mayoría de la población son muy su- toria de Chile”, en el libro de diversos auto-
periores a los de hace un siglo, la des- res, Asamblea Constituyente. Nueva Constitu-
igualdad social se mantiene inalterable ción, Santiago, Editorial Aún creemos en los
y se cierne como una sombra sobre la sueños, 2009, pp. 35-58.
53
centenario es, por excelencia, la festivi- estas festividades consiste en embria-
dad de los principales beneficiarios del garse al compás del canto y en em-
sistema económico y político: las clases briagarse hasta el embrutecimiento
dominantes y los administradores del que los conduce a todas las locuras.
Pero esa embriaguez es un progreso.
sistema político.
Si ella proporciona al pueblo abun-
La gran masa popular será, sin dancia de miserias, en cambio a los
duda, convocada y se sumará al jolgorio productores de licor y a los inter-
inducido por los medios de comunica- mediarios les produce torrentes de
ción y los aparatos de propaganda del oro ganado a costa de la corrupción.
Estado y de otras instituciones interesa- ¡Verdad que esto es muy triste! Es
por todo esto que he dicho que yo
das en la operación política denomina-
no siento entusiasmo espontáneo
da Bicentenario. Cuando hace cien años para festejar el Centenario de la Re-
Chile se aprestaba a festejar el primer pública que ningún bien de verda-
Centenario del Estado-nación, el más dero valor moral ha producido para
destacado dirigente obrero de aquella nosotros. Que se regocijen y se en-
época, Luis Emilio Recabarren nos dejó tusiasmen los que han aprovechado
una descripción de una situación que y aprovecharán del progreso y que
veremos repetirse en nuestros días: sean siempre felices son mis votos.41
54
No. 26 • Un encuentro con la historia
ral de baja intensidad que convoca a sus tre 1860 y la guerra civil de 1891 y un
ciudadanos solo para legitimar decisio- porcentaje aún menor del que transcu-
nes tomadas en un marco de restriccio- rrió entre el desenlace de ese conflicto
nes interiorizadas por el ejercicio del po- y 1924, cuando la fuerza armada nue-
der tutelado. La apatía y rechazo de la vamente dirimió la disputa política. La
población chilena a la política institucio- actual construcción política aún no ha
nal y los políticos profesionales, expre- pasado por pruebas muy difíciles. Sus
sada en todas las encuestas de opinión principales beneficiarios se aprestan a
pública y en los millones de ciudada- festejar tranquilos el Bicentenario.
nos no inscritos en los registros electo-
rales, se explica esencialmente porque ticipación de numerosas personas en los
las soluciones a los problemas econó- saqueos que se produjeron poco después
micos y sociales han sido despojadas de los movimientos sísmicos, como la re-
sultante directa de la gran desigualdad
de su contenido político, presentándose social y de la drástica aplicación mode-
como eminentemente técnicas, ya que lo neoliberal, que ha promovido un indi-
los fines de la sociedad no pueden ser vidualismo exacerbado y ha destruido las
cuestionados o discutidos.43 Los movi- redes asociativas populares, anulando, de
este modo los controles sociales más efec-
mientos sociales (exceptuando el movi- tivos, resultantes del libre consentimiento.
miento nacional mapuche) aún son dé- Véase, entre otros, el artículo de José Luis
biles y dispersos, no son solidarios entre Ugarte, “Nuestros bárbaros”, La Nación
sí y su nivel de politización es, por regla Domingo, Santiago, del 7 al 13 de marzo de
2010; y el excelente texto de los integrantes
general, muy bajo.44 Solo las campañas del Centro de Alerta e Investigadores del
electorales provocan efímera y débil- Observatorio Chileno de Políticas Educati-
mente la ilusión de que la política vuel- vas (OPECH) / Universidad de Chile, Da-
ve por sus fueros a nivel de la masa ciu- niel Brzovic, Rodrigo Cornejo, Juan Gon-
zález, Rodrigo Sánchez y Mario Sobarzo,
dadana. Pero es solo un espejismo. Los “Que se derrumben los sentidos comu-
poderes fácticos y los administradores nes y se reconstruyan las comunidades:
del sistema velan porque todo se man- Reflexiones a partir del terremoto y mare-
tenga así. Una vez más la ingeniería po- moto en Chile”, Santiago, 11 de marzo de
2010, en ‹http://www.piensachile.com/
lítica parece haber dado en el clavo. content/view/6797/5/›.
Ya van veinte años de estabilidad 43 Desde fines de la década de 1990 cada
de la nueva arquitectura política, lo que vez menos personas participan en las
elecciones, y 31% de los chilenos en edad
hace proclamar a muchos analistas el de votar ni siquiera están inscritos en los
éxito de esta laboriosa fórmula. Si bien registros electorales.
es cierto que desde 1925 Chile no cono- 44 Una reflexión sobre los movimientos
ció un período tan largo sin interven- sociales en la actualidad en Pedro Ar-
mendaris, “Entrevista a Sergio Grez,
ción militar, sin dictadura o sin leyes de ¿Hay movimiento popular en Chile?”,
excepción que declaren ilegales a cier- en Punto Final, No. 691, Santiago, 7 al 20
tas organizaciones políticas, las dos úl- de agosto de 2009, pp. 20 y 21. Versión
timas décadas de democracia tutelada electrónica disponible, entre otros sitios
web en: ‹http://www.elclarin.cl/index.
de baja intensidad representan apenas php?option=com_content&task=view&i
dos tercios del período que medió en- d=17865&Itemid=2729›.
55
GUAYQUICHUMA:Ê ELÊ SOLÊ DEÊ VERANOÊ
Rodrigo Murillo Carrión*
Antecedentes
Hace 18 años hicimos la primera
visita al sitio; su mayor parte aún se
encontraba cubierta de bosque, dejan-
do perceptibles solamente algunos es-
pacios que llamaban la atención. Eran
evidencias de las estructuras princi-
pales de un gran complejo arqueoló-
gico: Guayquichuma, localizado en
la parroquia Huertas del cantón Za-
ruma, a unos 2.000 msnm. Existió
durante el tiempo mágico, frecuen- del tratamiento de los mitos, leyen-
tado por espíritus atribuidos a ríos, das, magia y tradiciones que se ins-
lagunas, cerros y todo fenómeno cli- piran en los fenómenos inexplicables,
mático inexplicable: un conjunto de tanto para los hombres de la antigüe-
creencias, que hacen la religión o su dad, como para los actuales, provis-
experiencia primitiva, el “animismo”; tos de tanta tecnología. En ambos ca-
un sistema, el “panteón” de seres so- sos, el rigor de la ciencia no enfría la
brenaturales encarnados en cada he- pasión que debe emanar de un estu-
cho natural. La ciencia tiene la difí- dio histórico-arqueológico. Al fin de
cil tarea de dar luces sobre asuntos de cuentas, la asignatura es indispensable
magia y superstición; es decir, sobre para mantener encendida la fuente del
aquello que la propia ciencia niega. civismo, de la nación con su comple-
Siendo nuestra intención apegar- ja red de identidades. Debemos inten-
nos más al aspecto afectivo, mágico, a tar una aproximación al conocimiento.
la identidad de nuestros pueblos, no es “Aunque la explicación total de la his-
difícil admitir vinculaciones del mun- toria sea una quimera, no por ello de-
do sobrenatural con la estricta frial- bemos caer en un escepticismo absolu-
dad de lo terreno. En todo caso, la ar- to”; porque, además, “hemos de estar
queología no puede estar desligada alerta para procurar que la lógica de
las situaciones no nos incite a conside-
* Antropólogo de la Universidad Técnica rar como una ley lo que no es sino una
de Machala. interpretación de una evolución par-
56
No. 26 • Un encuentro con la historia
57
SenderoÊentreÊmur allas
Continuando nuestra descripción
de los niveles, a la vera del camino en-
contramos un muro de 2,8 m, el más
alto de todos. Sobre éste hallan soporte
dos pisos de menor magnitud, y sobre
ellos dos o tres más, las bases de peque-
ños cubículos de 2 x 2 m. Nos somete-
mos a la forzosa obligación de anotar
Muros medianos
con escasa precisión si en un mismo es-
pacio existieron dos o tres habitaciones,
el camino empedrado, bastante angos- por el desorden en que se hallan los
to, bordeado de muros altos (80 cm) y muros. La reconstrucción total del sitio
formando una línea recta ascendente, sería un trabajo que tome varios meses
en sentido este-oeste. Para acceder a de trabajo exhaustivo.
este “lujoso” sendero hay una especie
de entrada abierta en el muro, acompa- ObservacionesÊes telares
ñada de rocas dispuestas a manera de
control. Desde aquí otro tramo del ca- Lo más extraordinario de lo que
mino gira y se pierde hacia el occidente, aún resta en Guayquichuma es una
luego de varios centenares de metros, piedra tallada en forma de obelisco
sin presentar los detalles y sutilezas del rectangular, que se conserva casi en
sector anterior. perfecto estado. Un monolito de 1,20
Cabe señalar que atrás de lo que m, muy pesado, aunque al momento
llamamos la espalda de Guayquichu- esté derribado sobre las piedras que le
ma (hacia el poniente) existe la red sirvieron de base. Está perfectamente
de caminos que comunicaba –aún lo alineado con una abertura del cerro, a
hace en casos de extrema necesidad– manera de cuna, que se observa al fon-
la costa y la sierra australes. Es el sec- do de la cordillera, en el lado opuesto
tor denominado Otorongos, Corredo- y más lejano de nuestro sitio. Según
res y Salapa, al que perfectamente Idrobo, en esa hendidura aparece el
podría estar articulado este camino, Sol exactamente el día del solsticio de
cuyo inicio arrancaría en los “altares verano: 24 de junio. Esta perfecta talla-
de Guaquichuma”. Ese camino verti- dura está emplazada en lo que –has-
cal, empedrado y vistoso, termina en ta el momento– podría considerarse
la estructura superior de Guayqui- el último nivel de estructuras, desde
chuma, justo donde encontramos un donde se logra una mirada amplia y
hermoso monolito tallado, indicador maravillosa del horizonte. En el punto
firme de la actividad sacerdotal que más alto y angosto de Guayquichuma
allí se desarrollaba, como anotaremos un monolito que mira de frente al Sol
más adelante.
58
No. 26 • Un encuentro con la historia
MonolitoÊ
Más arriba se levanta la colosal
mole de roca, algo parecido a una
gran espalda que protegía de cual- Piedra tallada en forma de “proa”
60