Está en la página 1de 15

DERECHO PROCESAL CIVIL:

LIC. HILDA HERNANDEZ HERNNADEZ.

Correo electrónico hh.hilda21@gmail.com

LOS GERMÁNICOS.-El derecho germánico anteponía los


intereses colectivos a los particulares, es decir, se daba
mucho peso a la opinión de la mayoría, sacrificando desde
luego el interés de una sola persona. El proceso era oral y
público, lo desarrollaban ante un grupo de ciudadanos de la
localidad convocados para tal fin y el juez sólo funcionaba
como director y moderador de la actividad de las partes.

El fallo no dependía del juez, sino de los convocados para


juzgar; ellos eran quienes decidían si procedía o no la
reclamación entablada para que el juez únicamente impusiera
la pena.

Los medios de prueba eran diversos, pero dirigidos


principalmente a aspectos religiosos, por lo que el juicio se
convertía en divino o, dicho, en otras palabras, se
desarrollaba el denominado “juicio de Dios”

EL PROCESO MEDIEVAL ITALIANO.

En este periodo, la jurisdicción o la facultad de decir el


derecho se encontraba en poder de los jueces, funcionarios
ante quienes el demandante acudía para que se hiciera una
citación con plazo al demandado, para efectos de que se
presentase y formulara sus respectivas alegaciones.

1
La demanda puede ser contestada por el demandado
oponiendo excepciones llamadas “impedientes” o “dilatorias”
sobre las que debía decidirse de nueva cuenta en otro plazo.
En cierta medida, este proceso se asimila al romano, ya que
al afinarse las cuestiones propias de la controversia se recibe
el pleito a prueba, observándose ciertas reglas para apreciar
dichas probanzas.

ORALIDAD Y ESCRITURA EN EL PROCESO.

Los primeros procesos fueron orales: la escritura no tenía


lugar en ellos; las partes se acercaban ante el tribunal o juez
y con sus propios argumentos exponían sus conflictos. En el
mismo acto se presentaban también a los testigos.

Una vez que se desahogaban estas diligencias, el juez debía


proceder a dictar la sentencia, pronunciada con sus propias
palabras. Debido a que la vida social comenzó a complicarse,
fue necesario formar un registro de los actos procesales. Así
se solicitó la figura del escribano, y se procedió a formar
expedientes. Éstos fueron antecedentes del procedimiento
escrito.

El proceso oral se caracterizó por cuatro tendencias


principales: la primera de ellas es la relativa a la aplicación
del principio de economía procesal, ya que el proceso oral
puede permitir el desarrollo de más actuaciones procesales en
un menor tiempo.

EL LITIGIO.- Al convivir y desarrollar sus actividades


cotidianas, las personas se entrelazan en una serie de
relaciones con otros individuos, que por lo general derivan en
acuerdos de voluntades, mismos que podemos materializar en
documentos como los contratos o los convenios, por ejemplo.
2
Pero también puede ocurrir que las relaciones generen
desacuerdos por la contraposición de los intereses
involucrados; un caso es el que sucede cuando dos personas
se disputan la propiedad de un inmueble, por haber éste sido
vendido a ambas; otro ejemplo: cuando existen varios sujetos
titulares de una deuda.
Y el problema puede solucionarse sin la intervención del
derecho, pues las alternativas son ofrecidas, precisamente,
por las partes.

Empero, cuando este conflicto no puede ser solucionado de


forma amigable, las partes trascienden, entonces, al plano
jurídico.

Las diferencias se convierten en lo que se denomina “litigio”.


Francesco Carnelutti expresa el siguiente concepto: “Llamo
litigio al conflicto de intereses calificado por la pretensión de
uno de los interesados y por la resistencia del otro”.

Expresado de forma simple, un litigio se forma con la


exigencia de la pretensión de subordinación de uno y la
resistencia u oposición del otro a los intereses del primero.
Sólo puede denominarse litigio a aquella controversia resuelta
con la intervención judicial.

LA PRETENSIÓN

La pretensión es, sin duda, un elemento indispensable para


que se integre un litigio. La pretensión, en su significado más
general, puede entenderse como “intención”, “propósito”,
“finalidad”, “deseo” o “ambición” y, de forma más objetiva,
como “objetivo”, “derecho”, “reclamación”, “demanda”,
“aspiración”.

3
Si se traslada esta definición al área jurídica, se tiene que el
significado de pretensión encierra un querer, una intención de
exteriorizar la voluntad a fin de someter un interés ajeno al
propio.
Se cita un ejemplo de los postulados anteriores: en el primer
supuesto, al acudir ante la autoridad competente para
solicitar a la misma una serie de “prestaciones” que se
traducen en pretensiones del actor o reclamante, se carece
del derecho para su reclamo.

RELACIÓN Y DIFERENCIA ENTRE PROCESO Y LITIGIO

Un litigio, como se ha dicho, es el antecedente de un proceso,


por tal razón es frecuente que estos dos términos se
confundan o se asimilen. Un conflicto de intereses será un
litigio, la forma de componer y, en su momento, la solución
de dicho litigio será a través de un proceso.

La acción será el medio para iniciar un litigio.

JURISDICCION Y COMPETENCIA

La vida cotidiana se encuentra impregnada de acciones que


desarrollamos de forma continua y de las cuales obtenemos
resultados, algunos de ellos deseados.

En el terreno legal, perseguir una acción judicial también


implica acciones con resultados para ambas partes. “Acción”
es una palabra con un significado trascendental en la práctica
jurídica, ya que implica una serie de actos concatenados, cuya
finalidad será el desenvolvimiento de un proceso llevado ante
el órgano jurisdiccional competente.

4
CONCEPTO DE JURISDICCIÓN.-La palabra “jurisdicción”
proviene de dos vocablos latinos: jus que significa “derecho”,
y dicere, que significa “decir” o “declarar”.

Si se conjuntan ambas raíces latinas, el resultado se


aproximará a “decir el derecho”.

La jurisdicción se desenvuelve realizando determinados actos


por parte de la autoridad, mismos que están encaminados a
solucionar un conflicto o controversia, mediante la aplicación
de una ley general al caso concreto. Así lo estatuye la
Constitución en su artículo 17, al señalar en su parte
conducente que toda persona tiene derecho a que se le
administre justicia por los tribunales que estarán expeditos
para impartirla en los plazos y términos fijados en la ley.

La Constitución también nos refiere que estos tribunales


deberán administrar justicia a través de la emisión de
resoluciones prontas completas, imparciales y, por supuesto,
gratuitas.

DIVISIÓN DE LA JURISDICCIÓN.- Como se ha


mencionado en líneas anteriores, la palabra “jurisdicción” se
emplea para definir la facultad que tiene el órgano
jurisdiccional de decir el derecho. A lo largo de la historia, han
existido, por parte de los doctrinarios, distintos criterios en
torno a la clasificación de la jurisdicción, pero el más admitido
es el que establece a ésta de acuerdo con determinadas
circunstancias.

Así, según su origen, la jurisdicción se clasificará en “secular”


y “eclesiástica”. La jurisdicción secular se identifica con la
jurisdicción de este mundo, misma que tiene un término
específico.
5
En países como España o Italia existe este tipo de
jurisdicción, la cual se aplica a través de pactos entre el
Estado y el Vaticano, denominados “concordados”; mediante
ellos se reconoce cierta validez a las resoluciones que emanan
de tribunales eclesiásticos.

En México, el sistema judicial únicamente reconoce la


jurisdicción secular o “terrenal”. Una clasificación más, hecha
por autores como el maestro Cipriano Gómez Lara y el
catedrático Santiago A. Kelley es aquella que se refiere a la
eficacia en su pronunciamiento.

De ella parten la jurisdicción voluntaria y a la jurisdicción


contenciosa. La primera es aquélla en la que se gestionan
actos únicamente con efectos declarativos, es decir, no existe
una controversia entre dos o más sujetos, sino que el proceso
involucra a una sola persona denominada “promovente”, que
acude ante el órgano jurisdiccional a que éste examine,
certifique o dé fe de algún acto.

La jurisdicción contenciosa.-es aquella que lleva implícita


la existencia de una controversia. Otra clasificación se refiere
a su ejercicio y define cuatro tipos o clases de jurisdicción: la
jurisdicción propia, la delegada, la forzosa y la prorrogable.

La jurisdicción propia es conferida por la ley a un determinado


órgano de acuerdo con su función.

La jurisdicción delegada.-es aquélla que se ejerce por


encargo o comisión de otra autoridad; ejemplo son los
exhortos, comunicaciones que se establecen entre dos
autoridades del mismo grado jerárquico y en las cuales una
de ellas solicita o exhorta a la otra para que realice
determinada diligencia.

6
La jurisdicción forzosa.- es aquella que debe conocer única
y exclusivamente la autoridad, sin que pueda ser delegada o
prorrogada a otra autoridad. Póngase como ejemplo al
proceso de desafuero, entendido como el juicio entablado
de forma exclusiva por el órgano legislativo contra un
funcionario público que se encuentra relacionado con la
posible comisión de un delito.

La jurisdicción prorrogable se puede atribuir a un juez que no


la tiene, y se actualiza en el momento en el que las partes
deciden someterse a la competencia de un juez distinto a
aquél que debía conocer de la controversia. Lo que se
prorroga es la competencia, no la jurisdicción.

Otra clasificación se deriva de la organización política y se


clasifica la jurisdicción en federal, local y concurrente. Se
denomina “jurisdicción federal” a aquélla que permite
declarar el derecho al Poder Judicial de la Federación, como
en el caso de los Tribunales Colegiados o Unitarios de
Circuito, que conocen de asuntos en materia federal y no
común o local.

Por el contrario, “la jurisdicción local” es aquella que tienen


las entidades federativas para poder expedir leyes que sean
válidas en su territorio, siempre que no invadan esferas de
competencia exclusivas de la Federación. Ejemplo de ello son
los códigos civiles, penales y procedimentales de ambas
materias.
La jurisdicción concurrente es la atribución que tienen dos
autoridades, tanto federales como locales, es decir, ambas
autoridades pueden válidamente conocer de una controversia.

Un ejemplo de lo anterior lo encontramos expresado en el


artículo 104 fracción I de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; dicho artículo señala que,
7
tratándose de leyes federales, si la controversia únicamente
afecta intereses particulares, pueden conocerla
indistintamente, a elección del demandante, los tribunales
comunes o bien, un juez Federal.

Una clasificación más es la que se refiere a la “jurisdicción


común”, a la “especial” y la “extraordinaria”. La
“jurisdicción común” es aquella impartida por el Estado a los
gobernados.

La “jurisdicción especial” se crea por la necesidad de


especialización y división de trabajo y se enfoca al contenido
del proceso; por ejemplo: los tribunales en materia civil o
aquellos especializados en la materia familiar.

La “jurisdicción extraordinaria” es aquélla formada por


tribunales organizados de forma especial, después de haberse
suscitado los hechos que van a juzgarse.

Este tipo de jurisdicción se encuentra prohibida en territorio


mexicano, ya que la Constitución claramente indica que los
tribunales encargados de la impartición de justicia deben
haberse establecido previamente y no de manera posterior
para juzgar una controversia.

El ejemplo de este tribunal y proceso son los juicios de


Nuremberg, organizados después de la Segunda Guerra
Mundial para juzgar crímenes cometidos por los nazis.
La función estatal es una pieza importante del sistema
jurídico.

El Estado, como órgano supremo, será el encargado de la


vigilancia y desarrollo de las funciones propias de su
naturaleza. México ha adoptado la división de poderes en su

8
organización y, por tal motivo, existen tres diferentes órganos
de poder, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
Cada uno tiene sus respectivas atribuciones y, de forma
excepcional, cada uno de estos poderes desarrolla funciones
que corresponden a otro órgano de gobierno.

TITULO TERCERO De la competencia CAPITULO I


Disposiciones Generales

“Artículo 143.- Toda demanda debe formularse ante juez


competente.

“Artículo 144.- La competencia de los tribunales se


determinará por la materia, la cuantía, el grado y el
territorio.

“Artículo 145.- Ningún tribunal puede negarse a conocer de


un asunto sino por considerarse incompetente. En este caso
debe expresar en su resolución los fundamentos legales en
que se apoye.

“Artículo 146.- Ningún juez puede sostener competencia con


un tribunal superior bajo cuya jurisdicción se halle; pero sí
con otro tribunal que, aunque sea superior en su clase, no
ejerza jurisdicción sobre él.

“Artículo 147.- El tribunal que reconozca la jurisdicción de


otro por providencia expresa, no puede sostener su
competencia. Si el acto del reconocimiento consiste sólo en la
cumplimentación de un exhorto, el tribunal exhortado no
estará impedido para sostener su competencia.

“Artículo 148.- Las partes pueden desistirse de seguir


sosteniendo la competencia de un tribunal, antes o después
9
de la remisión de los autos al superior, si se trata de
jurisdicción territorial.

“Artículo 149.- La competencia por razón del territorio y


materia son las únicas que se pueden prorrogar, salvo que
correspondan al fuero federal.

La competencia por razón de materia, únicamente es


prorrogable en las materias civil y familiar y en aquellos casos
en que las prestaciones tengan íntima conexión entre sí, o por
los nexos entre las personas que litiguen, sea por razón de
parentesco, negocios, sociedad o similares, o deriven de la
misma causa de pedir, sin que para que opere la prórroga de
competencia en las materias señaladas, sea necesario
convenio entre las partes, ni dará lugar a excepción sobre el
particular.
En consecuencia ningún tribunal podrá abstenerse de conocer
de asuntos argumentando falta de competencia por materia
cuando se presente alguno de los casos señalados, que daría
lugar a la división de la continencia de la causa o a
multiplicidad de litigios con posibles resoluciones
contradictorias. También será prorrogable el caso en que,
conociendo el tribunal superior de apelación contra auto o
interlocutoria, las partes estén de acuerdo en que conozca de
la cuestión principal. El juicio se seguirá tramitando conforme
a las reglas de su clase, prosiguiéndose éste ante el Superior.

“Artículo 150.- Si el juez deja de conocer por recusación o


excusa, conocerá el que siga en número si lo hubiere en el
partido judicial; si no lo hubiere, se observará lo que dispone
la Ley Orgánica de Tribunales.

“Artículo 151.- Es juez competente aquel al que los


litigantes se hubieren sometido expresa o tácitamente,
cuando se trate del fuero renunciable.
10
“Artículo 152.- Hay sumisión expresa cuando los interesados
renuncian clara y terminantemente el fuero que la ley les
concede, y se sujetan a la competencia del juez en turno del
ramo correspondiente.

“Artículo 153.- Se entienden sometidos tácitamente:


I. El demandante, por el hecho de incurrir al juez en turno,
entablando su demanda;
II. El demandado, por contestar la demanda o por reconvenir
al actor;
III. El que habiendo promovido una competencia se desiste de
ella;
IV. El tercer opositor y el que por cualquier motivo viniere al
Juicio.

Reglas para la fijación de la competencia

“Artículo 156.- Es Juez competente:


I. El del lugar que el deudor haya designado para ser
requerido judicialmente de pago;
II. El del lugar señalado en el contrato para el cumplimiento
de la obligación. Tanto en este caso como en el anterior, surte
el fuero no sólo para la ejecución o cumplimiento del contrato,
sino para la rescisión o nulidad;
III. El de la ubicación de la cosa, si se ejercita una acción real
sobre bienes inmuebles. Lo mismo se observará respecto a
las cuestiones derivadas del contrato de arrendamiento de
inmuebles;
IV. El del domicilio del demandado, si se trata del ejercicio de
una acción sobre bienes muebles, o de acciones personales o
del estado civil. Cuando sean varios los demandados y
tuvieren diversos domicilios, será competente el juez que se
encuentre en turno del domicilio que escoja el actor;

11
V. En los juicios hereditarios, el juez en cuya jurisdicción haya
tenido su último domicilio el autor de la herencia; a falta de
ese domicilio, lo será el de la ubicación de bienes raíces que
forman la herencia; y a falta de domicilio y bienes raíces, el
del lugar del fallecimiento del autor de la herencia. Lo mismo
se observará en casos de ausencia;
VI. Aquel en cuyo territorio radica un juicio sucesorio para
conocer: a) De las acciones de petición de herencia;
b) De las acciones contra la sucesión antes de la partición y
adjudicación de los bienes; c) De las acciones de nulidad,
rescisión y evicción de la partición hereditaria.
VII. En los concursos de acreedores, el juez del domicilio del
deudor;
VIII. En los actos de jurisdicción voluntaria, el del domicilio
del que promueve, pero si se tratare de bienes raíces, lo será
el del lugar donde estén ubicados.
IX. En los negocios relativos a la tutela de los menores e
incapacitados, el juez de la residencia de éstos, para la
designación del tutor, y en los demás casos el del domicilio de
éste;
X. En los negocios relativos a suplir el consentimiento de
quien ejerce la patria potestad, o impedimentos para contraer
matrimonio, el del lugar donde se hayan presentado los
pretendientes;
XI. Para decidir las diferencias conyugales y los juicios de
nulidad del matrimonio, lo es el del domicilio conyugal;
XII. En los juicios de divorcio, el tribunal del domicilio
conyugal, y en caso de abandono de hogar, el del domicilio
del cónyuge abandonado.
XIII. En los juicios de alimentos, el domicilio del actor o del
demandado a elección del Primero.

“Artículo 157.- Para determinar la competencia por razón de


la cuantía del negocio, se tendrá en cuenta únicamente la
suerte principal económica reclamada, sin que sean de
12
tomarse en consideración intereses y demás accesorios
reclamados. Tratándose de acciones personales en donde no
se reclame una prestación económica, la competencia por
cuantía la determinará el valor del negocio materia de la
controversia. Cuando se trate de arrendamiento o se
demande el cumplimiento de una obligación consistente en
prestaciones periódicas, se computará el importe de las
prestaciones en un año, a no ser que se tratare de
prestaciones vencidas, en cuyo caso se estará a lo dispuesto
en la primera parte de este artículo.

“Artículo 158.- En las contiendas sobre propiedad o


posesión de un inmueble, la competencia se determinará por
el valor que tenga. Si se trata de usufructo o derechos reales
sobre inmuebles, por el valor de la cosa misma. Pero de los
interdictos conocerán siempre los jueces de primera instancia
de la ubicación de la cosa.

“Artículo 159.- De las cuestiones sobre estado o capacidad


de las personas y en general de las cuestiones familiares que
requieran intervención judicial, sea cual fuere el interés
pecuniario que de ellas dimanare, conocerán los Jueces de lo
Familiar.

“Artículo 160.- Es juez competente para conocer de la


reconvención, cualquiera que sea la materia de ésta, aquél
que conoce de la demanda en el juicio principal. Si el valor de
la reconvención es inferior a la cuantía de la competencia del
juez que conoce de la demanda principal, seguirá conociendo
éste, pero no a la inversa.

De la substanciación y decisión de las competencias

13
“Artículo 163.- Las cuestiones de competencia podrán
promoverse por inhibitoria o por declinatoria.

La inhibitoria se intentará ante el juez a quien se considere


competente, dentro del término de nueve días contados a
partir de la fecha del emplazamiento, pidiéndole que dirija
oficio al que se estima no serlo, para que remita testimonio
de las actuaciones respectivas al superior, para que éste
decida la cuestión de competencia.

La declinatoria se propondrá ante el juez que se considere


incompetente al contestar la demanda, pidiéndole que se
abstenga del conocimiento del negocio y remita los autos al
considerado competente. En caso de no promoverse cuestión
de competencia alguna dentro de los términos señalados por
el que se estime afectado, se considerará sometido a la del
juez que lo emplazó y perderá todo derecho para intentarla.
Las cuestiones de competencia en ningún caso suspenderán el
procedimiento principal, pero deberán resolverse antes de
dictarse sentencia definitiva.

“Artículo 164.- Si por los documentos que se hubieren


presentado o por otras constancias de autos, apareciere que
el litigante que promueve la inhibitoria o la declinatoria se ha
sometido a la jurisdicción del tribunal que conoce del negocio,
se desechará de plano, continuando su curso el juicio. (F. DE
E., D.O.F. 27 DE SEPTIEMBRE DE 1932) También se
desechará de plano cualquiera competencia promovida que no
tenga por objeto decidir cuál haya de ser el juez o tribunal
que deba conocer de un asunto.

“Artículo 165.- Los tribunales quedan impedidos para


promover de oficio las cuestiones de competencia, y sólo
deberán inhibirse del conocimiento de negocios cuando se
trate de competencias por razón de territorio, materia, con
14
excepción de lo dispuesto en el artículo 149, o cuantía
superior a la que les corresponda por ley, y siempre y cuando
se inhiban en el primer proveído que se dicte respecto de la
demanda principal, o ante reconvención por lo que hace a la
cuantía.

15

También podría gustarte