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Relaciones sociales entre colonos e indígenas, terratenientes y mestizos, esclavistas y

esclavos, medidas a su vez por la política colonial de España


Organización social
Condiciones de su reproducción biológica y económica
La productividad del trabajo
División del producto entre explotadores y explotados
Vida material durante la colonia
Organización interna
Unidades de producción

En un principio la relación entre colonos y población indígena fue de saqueo y de


esclavismo desenfrenado.
Los sistemas de reparto eran tan excesivos que provocaron la merma de la población
original, exigencias laborales de 14 horas. Durante los tres primeros siglos se manifestaron:
nuevos impuestos, implantación de monopolios estatales, limitaciones en el ejercicio del
comercio e industria, explotación de los indios o las riquezas naturales.
Las relaciones de trabajo impuestas por españoles a la población dieron lugar a un flujo de
oro bastante alto en 1590 1599, a raíz de la mortalidad de la mano de obra indígena, se dio
una baja significativa en la producción y acuñación de oro.
Productos que se daban: azúcar, miel, arroz, carne, papa y maíz.
La hacienda se consolida en el siglo xviii, con las nuevas relaciones de producción en la
agricultura criolla y la aparición de arrendatarios en la hacienda y propietarios parcelarios,
aparceros y colonos, la economía de la nueva granada adquirió una fisonomía propia.
ECONOMIA INDIGENA
REPARTIMIENTO Y ENCOMIENDA:
Loes españoles modificaron las estructura social, no solo se impusieron, los españoles
redujeron el nivel de consumo de las sociedades aborígenes, impusieron ritmos de trabajo
más duros que atento contra la reproducción biológica
Más adelante la encomienda significo la apropiación de trabajo, materializado tanto en el
seno de los pueblos indígenas como bajo la supervisión de los encomenderos o sus
delegados llamados calpizques, que eran indios no pertenecientes a la tribu explotada, los
encomenderos no excluían del trabajo ni a las mujeres embarazadas por lo cual muchas
morían.
 En el transcurso de la era colonial los españoles sometieron a sus súbditos
americanos a distintas formas de trabajo. Al mismo tiempo, la esclavitud fue una
fuerza laboral muy importante durante este período.

En el contexto del proceso de conquista se esclavizó al nativo, capturado en


"guerra justa", para que trabajara en la extracción de metales preciosos y
proporcionara alimento a los conquistadores. Las presiones ejercidas por sectores
de la Iglesia y la disminución de la población indígena, determinaron que la
corona permitiese el ingreso de negros africanos para que sustituyeran a la mano
de obra aborigen. El beneficiario (encomendero) cobra y disfruta el tributo de sus
indios, en dinero, en especie (alimentos, tejidos, etc.) o en trabajo (construcción
de casas, cultivo de tierras o cualquier otro servicio); a cambio de ello, debe
amparar y proteger a los indios encomendados e instruirles en la religión católica,
por sí o por medio de una persona seglar o eclesiástica (doctrinero) que él
mantendrá".

En términos legales, el dominio del encomendero no incluía las tierras de los


indios tributarios. La concesión real se refería exclusivamente a un tributo en
especie pero no comprendía la propiedad territorial. Como en general el interés
de los colonos no estaba tan centrado en la propiedad territorial como en la mano
de obra, porque en la mayoría de las regiones ocupadas abundaban las tierras
fértiles y de fácil acceso, la usurpación de las tierras se extendió con el desarrollo
de la ganadería, casi siempre en el desmedro de las parcelas indígenas que
carecían de delimitación efectiva.

La configuración de la propiedad territorial empezó a desarrollarse en forma


profundamente diferenciada, más aun después de las leyes de 1591 que dieron
ostensible ventaja a los ocupantes, la apropiación estuvo limitada por el
poblamiento, las facilidades de transporte y la mayor o menor existencia de
tierras apropiadas para la ceba de ganados cercanos a los centros de consumo.

Durante el siglo XVII la africultura criolla, en su conjunto, avanzo con mayor


rapidez puesto el debilitamiento de los encomenderos y racionamiento por
mandato real de la mano de obra indígena, lo encomenderos perdieron el
comercio. El trigo, la cebada, el maíz, la papa, las turmas y hortalizas empezaron
a sufrir competencia, la agricultura indígena se contraía y la española por
consiguiente se expandia, la carne empezó a ser abundante. El avance de las
estancias marca la decadencia de la encomienda como forma de monopolio sobre
la mano de obra y en parte sobre el comercio de los frutos de la tierra. En suma la
radical mortandad de los tributos, la perdida del monopolio sobre el trabajo de los
tributrios sobrevivientes, la temporalidad de las encomiendas, la restricción en el
monto de los tributos y el alza de los costos de sostenimiento condujo a los
encomenderos y conquistadores a la ruina creciente.

EL CONCERTAJE

La escasez de mano de obra se manifestó en el profundo desequilibrio entre la


producción agrícola y la minería, la minería entro a depender cada vez más de las
importaciones de esclavos y aun así, su nivel de producción se mantendría
estancado o se reduciría, los salarios se pagaban se pagaban al cacique o capitán
y no de forma individual, pero en el fondo contribuían a cubrir los tributos del
pueblo indígena, en la nueva granada una cuarta parte de los indios útiles fue
alquilada a estanciero, mineros y comerciantes. Los cambios producidos por los
españoles conllevaron nuevos productos y formas de labranza y limitaron las
tierras para impedir los prolongados descansos de la tierra, lo que implico
profundas modificaciones en la intensidad del trabajo agrícola.

Los mitayos o concertados eran asalariados, el concertaje suponía un contrato


colectivo entre el cacique o representante de los alquilados, encargado de
obligarlos a cumplir el concierto, y el usuario le pagaba el jornal estipulado por la
administración española, como el salario no era equivalente al trabajo, el usuario
se comprometía a alimentarlo mientras estuviera a su servicio, tal salario s e
convertía en trabajo excedente pues engrosaba los fondos tribútales su monto se
calculaba por vía administrativa. Lo predominante en esta relación residia en la
obligación laboral de los mitayos a prestar el servicio, impuesta
institucionalmente por una combinación de autoridad ancestral, cepo y autoridad
real y finalmente adoctrinamiento religioso. En este periodo la política española
fue contradictoria: mientras favorecía la agricultura indígena que aglutinaba la
mayoría de indígenas, al mismo tiempo impulsaba la gran propiedad territorial al
permitir la explotación del grueso de los mitayos.

Los mestizos se fraccionaron en arrendatarios de haciendas, frecuentemente en


mejores condiciones de las que disfrutaban los arrendatarios indígenas, en
artesanos y pequeños campesinos parcelarios.

La mano de obra tributaria no encontró el campo abierto para reproducirse y su


número declino. Hubo entonces un paulatino decrecimiento de los indígenas en
los resguardos, que fueron agrupados unos con otros, trasladados a tierras más
distantes y menos fértiles o simplemente disueltos.

LA EVOLUVION TECNOLOGICA:
Predominaba el cultivo extensivo, largos periodos de descanso de la tierra,
siembra densa para evitar la invasión de malezas y el deshierbe, que cuando
resultaba inevitable se acometía manualmente con hachas de piedra y mediante el
volteo de la tierra en algunos casos ( yuca y papa).

La quema, la roza y la siembra apenas requerían palos aguzados, palas y azadas


de madera y hachuelas de piedra o hueso.

Solo en ciertos casos en los que los sembradíos eran insuficientes en relación con
la población, como entre muzos y los guanes, se hizo menester adoptar sistemas
de riego con que regaban y fertilizaban sus términos.

Había también sistemas de terrazas

Las fuentes proteínicas principales derivan de la pesca y caza, el tiempo de


trabajo oscilaba entre las tres horas diarias de labor. Intercambiaban los tejidos de
algodón de las tribus de las tierras bajas por sal.

No existía dinero, se procedía mas al trueque, se intercambiaban metales


preciosos, productos locales, principalmente sal, vestiduras de algodón y
esmeraldas.

En casos en que los españoles obligaron a los indígenas a agruparse, juntar sus
parcelas y sembrar cereales se incrementó notablemente la jornada de trabajo
agrícola, había que preparar la tierra mediante el volteo y el arado, lo cual se
efecto con instrumentos de madera y con poca asistencia de animales de tiro.

Las innovaciones introducidas en la agricultura indígena incluyeron el trigo,


cebada y semillas de hortalizas que todo se dio bien esa tierra.

El descenso de la productividad de trabajo en los cultivos impuestos por los


españoles estuvo acompañada por una intensificación de la jornada de trabajo,
turnos de once y doce horas en los socavones de las minas, en los obrajes, en las
faenas de arriería y bogaje.

Los españoles provocaron una verdadera revolución en el uso de la tierra, hubo


una sustitución en gran escala de la población humana por otra animal, son
contadas las evidencias del uso de animales de tiro en la agricultura, el caballo
casi no fue utilizado como animal de tiro sino como medio de transporte, su
cruce con el asno dio lugar a la pacientísima mula.
Había falta de complementación de las actividades agrícolas con las pecuarias, la
ganadería se extendió más espontáneamente a territorios cada vez más amplios,
irrumpiendo también en las tierras más fértiles y feraces del virreinato.

El azadón metálico permitió un deshierbe más eficaz y rápido, el hacha y


machete incrementaron la productividad de la tala y el despeje de rastrojos, el
arado de madera permitió cultivar tierras duras.

La rueda se aplicó en forma limitada y en carretas que solo podían recorrer


distancias cortas por la inasistencia de caminos, como en molinos de viento y
agua. Los efectos de la dominación española sobre la productividad del trabajo
fueron negativos, contrarrestados por la considerable ampliación de la jornada de
trabajo y la reducción del consumo individual, la diezma, hizo disminuir la
producción de alimentos, los índices de precios mostraron tendencia a la baja
solo para el azúcar, la carne guardaba estabilidad.

Evolución tecnológica del agro europeo durante el siglo XVIII: Arados pesados
de acero, introducción del caballo en la arada, rotación racionalizada, nuevos
sistemas de drenaje, cría avanzada de ganado con base en cruces, pastos
nutritivos y granos, mejoras en el transporte y uso generalizado de la rueda.

AGRICULTURA CRIOLLA:

El desarrollo de la hacienda

A partir de 1600 los terratenientes criollos pudieron explotar en forma restringida


a los mitayos y en forma más amplia a los esclavos, a los colonos blancos y los
mestizos encontraron en los resguardos espacio para sobrevivir como pequeños
productores, la convivencia de colonos e indígenas en los resguardos mas la
violencia sexual dio origen al mestizaje, quienes en gran parte dieron el vuelco a
la distribución demográfica, estos no fueron considerados como tributarios ni
personas obligadas a trabaja, se les forzó a trabajar en las obras publicas.

Los terratenientes desarrollaban mecanismos para explotar a sus arrendatarios,


sin embargo mediaban diferencias entre los arrendatarios blancos, mestizos e
indígenas: Los primeros ocuparon posiciones de confianza en labores de
supervisión, los sistemas jerárquicos variaban, a veces era un mestizo el hombre
de confianza del terrateniente, mientras que en otros casos actuaron como
calpizques.
En la hacienda predominaron los instrumentos de coerción y sujeción
extraeconómicos mediante los cuales lso terratenientes se apropiaban de los
excedentes de los vivientes y separaban el trabajo necesario.

En la nueva granada en Tolima, cauca, y parte de la costa se evoluciono hacia el


pequeño arriendo y vinculación laboral. En cauca y Nariño se instalaron
terrazgueros y vivientes, en tierras aledañas a las haciendas, con frecuencia tenían
la obligación de trabajar gratis para el terrateniente durante ciertas épocas del
año.

Fuera del peonaje por deudas y la violencia coercitiva del poder local, hubo
instrumentos adicionales que hacían difícil a mestizos y blancos el acceso a la
propiedad de la tierra y por otra actuó en el plano ideológico, el idealismo de los
misioneros o monjes descalzos y se constituyeron en el brazo religioso de la
explotación del terrateniente, contribuyendo así a desarrollar la subordinación del
patrón y a practicar una obediencia servil.

La base del proceso de producción de la hacienda es la coerción extraeconómica,


cuando no existía pago de arriendo, el residente se obligaba a trabajar para el
estanciero por un salario menor que el de un forastero.

La presión del mercado sobre la producción de la hacienda no era lo suficiente


fuerte como para exigir una mayor especialización, parte de la tierra
monopolizada en lotes de pan coger, aparecía como el mejor sistema de
producción desde el punto de vista del terrateniente, la utilización de las tierras
de las haciendas era muy limitada y la mayor parte se encontraba sin civilizar, la
inexistencia de la fuerza de trabajo como mercancía hace que el mercado de
subsistencias solo exista para una pequeña pate de las necesidades de los
productores.

La hacienda exploto esporádicamente a parte de los miembros de estas formas de


trabajo familiar, pagando una especie de salario cercano al capitalismo, pero
enmarcadas en relaciones de poder local que presionaban a la fuerza de trabajo
por medios extraeconómicos para que fuera alquilada en las haciendas durante
periodos cortos
https://www.academia.edu/3846115/Econom%C3%ADa_y_Naci%C3%B3n._Kalmanovitz

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