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Maria Paula Romero Cante - 902161250

Gerardo Amado Morales -902151453

CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS Y POBLACIÓN FILICIDA: EL


TRATAMIENTO PENITENCIARIO

Introducción

Está claro que culturalmente la familia es quizás el contexto más importante y que
merece el mayor cuidado y respeto, especialmente porque en la mayoría de los casos se da
por sentado que los hijos son lo más importante, incluso a nivel evolutivo donde los padres
llegan a dar su vida por la protección de sus crías. Es por eso que homicidios como el filicidio
caracterizado por el asesinato de menores de edad a manos de su progenitor (Kalinsky, 2007)
es tomado con mayor impacto en la sociedad y a nivel penal, al ser este un agravante por
asesinar a un menor de edad siendo este más vulnerable y aprovechándose de su condición de
confianza para cometer el crimen.

Según el instituto nacional de medicina legal y ciencias forenses respecto a los


homicidios intrafamiliares registrados en Colombia, el 10,63% de los casos corresponden a
filicidio, con una edad promedio en las victimas de 10 años; el 41,43% de los casos fueron
perpetrados por su madre, mientras el 28,57% fue por parte del padre. Además, según
estudios en la última década se han asesinado 396 menores de edad en donde 106 han sido
perpetrados por su madre y 97 de ellos por su padre. Por lo que es importante exponer los
aspectos psicológicos, sociales, y familiares que favorecen la realización del crimen, entre los
que podemos encontrar: enfermedades mentales como la esquizofrenia, depresión, trastorno
delirante, estados disociativos, trastornos de personalidad, violencia conyugal y maltrato
infantil (Castaño. B, 2005) convirtiéndose estos en la primera causa del crimen, también se
puede derivar por falta de recursos económicos, embarazo no deseado, falta de apoyo por
parte de los familiares y allegados, o cambios hormonales durante el embarazo.

El filicidio en Colombia es una problemática de alto riesgo, debido a que sus víctimas
son menores de edad, y al tratarse de un homicidio la probabilidad de que el sujeto sea
considerado inimputable basándose en trastornos mentales es mayor.

Por ello, al momento de tomar una decisión judicial y establecer una pena es
importante conocer la motivación del perpetrador y a que clasificación pertenecen los hechos
entre los que podemos encontrar el filicidio altruista, en donde el progenitor considera que la
muerte es la mejor opción para su hijo poniéndole fin a algún sufrimiento que tenga la
víctima, el filicidio agudamente psicótico hace referencia a que el crimen ocurre debido a la
influencia de alucinaciones, ideas delirantes o estados epilépticos, por hijo no deseado ocurre
en los casos donde los progenitores de la víctima estarán ausentes respecto a su cuidado o no
cuentan con los suficientes recursos económicos para sostenerlo, el accidental suele ocurrir
en los casos en los que se presenta maltrato físico pero la intención no es llegar al homicidio,
y por último, se encuentran los de venganza en donde uno de los progenitores comete el acto
con el fin de causar sufrimiento a un tercero. (Trijueque & Rivas 2003).

Otros de los aspectos importantes que se puede observar en los filicidas son las
características psicosociales; en la mayoría de los casos las madres son las responsables de
cometer este delito, lo cual se puede relacionar con la presencia de psicosis puerperal la cual
influye en casos de filicidio a menores recién nacidos (neonaticidio), otra característica es que
el filicidio cometido hacia los niños de mayor edad, son realizados por su padre o padrastro y
también por las madres psicóticas quienes tienden a usar armas a diferencia de las madres que
no tienen la condición psicótica. Además, en el que caso de estas madres los cambios
hormonales que se dan tras el embarazo y la lactancia pueden generar alteraciones sobre el
afecto, el comportamiento y el pensamiento, desencadenando en trastornos mentales como
depresión, psicosis, disociación estados confusionales que las llevan a cometer el filicidio
(Castaño, 2005), además de encontrarse en un ambiente de maltrato conyugal, y/o recibir
maltrato en la infancia. En el caso de los hombres como ya se mencionó suelen agredir más a
los niños más grandes y en este caso el filicidio está asociado a características psicológicas
depresivas o de control de impulsos, evidenciándose agresividad y hombres que en su
infancia o adolescencia tuvieron también maltrato físico y psicológico, sin embargo, es
importante resaltar que la mayoría de estos delitos son cometidos por los padrastros
(Debowska, Boduszek, & Dhingra 2015).

De igual manera, es importante tener en cuenta los factores económicos, el


encontrarse frente a un embarazo no deseado y no contar con los recursos necesarios para
mantener a su hijo, puede ser una causa del filicidio principalmente en los padres, mientras
que por parte de las madres se puede atribuir al aumento de responsabilidades que un hijo
conlleva (Sussman & Kotze,2013)
En contraste aunque los filicidio puedan ser un problemática que hay que intervenir,
basado en el informe de medicina legal del 2019 ya mencionado, las muertes en los últimos
10 años por filicidio han sido de 397 niños y jóvenes menores de edad por parte de algún
familiar en donde 106 han sido por la madre y 97 por el padre, los demás por otros miembros
de la familia. Esta podría ser una problemática menor al comparar el número de muertes con
el número de población juvenil en Colombia la cual es un 34,1 % y comprende edades entre
0-18 años que equivale a 15038100 jóvenes de 44100000 de habitantes totales en Colombia
en este sentido 397 menores asesinados por filicidio a comparación del total de jóvenes en
Colombia no es una tasa de mortalidad significativa (Departamento Administrativo Nacional
de Estadística, 2019).

En cuanto al marco legal, a partir de esto es importante mencionar cómo se involucra


el sistema penal en este tipo de casos, y cómo actúa frente a ellos debido a que la mayor
falencia en el filicidio es saber si el progenitor se puede considerar imputable o no de los
cargos, puesto que en la mayoría de los casos el crimen se cometió como consecuencia de
una enfermedad mental, Sin embargo, la ley 599 de 2000 el código penal, contiene varios
artículos referentes al homicidio, en los cuales se menciona como un delito de los más
reprochables, especialmente si se trata de menores de edad refiriéndose a un agravante que
puede generar una pena entre los 25 y 40 años de prisión. En cuanto al tratamiento
penitenciario que deben recibir estas personas se encuentran que para los que sufren algún
tipo de trastorno mental el tratamiento penitenciario que reciben se divide en: La detección
del caso y atención clínica, programa de rehabilitación individualizado y ayuda a la
incorporación social (Gallardo García, R. M. (2016) llevándose a cabo en la mayoría de casos
en instituciones psiquiátricas. En casos pagados en prisión, el tratamiento se divide en
intervención psicológica, educación, trabajo, deporte/recreación, y así mismo se evalúa de
manera individual con el fin de impartir el tipo de trabajo, educación y terapia psicológica
según sea el requerimiento del caso, también la intensidad en cuanto a horas y días, y el tipo
de evaluaciones que se les puede implementar. (Boscán, R., Reyes, A., & Mateo, C. (2011)
Es importante destacar porque una persona con una condición patológica resulta inimputable
y no recibe la misma pena que una persona catalogada como ‘‘normal’’. Según el artículo 33
del código penal colombiano ‘‘Es inimputable quien en el momento de ejecutar la conducta
típica y antijurídica no tuviere la capacidad de comprender su ilicitud o de determinarse de
acuerdo con esa comprensión, por inmadurez psicológica, trastorno mental, diversidad
sociocultural o estados similares. No será inimputable el agente que hubiere preordenado su
trastorno mental’’ es decir, el sujeto no comprende la ilicitud de su conducta ni la afectación
que le está proporcionando a la víctima. Sin embargo, a pesar de que al acusado no se le
puede imponer penas, si se le implementan medidas de seguridad como la internación en
establecimientos psiquiátricos. Por último, debido a que la inimputabilidad evidentemente
tiene menos carga penal y resulta más sencilla, muchos perpetradores de este delito intentan
pasarse por enfermos mentales y esto podría incrementar los casos de inimputabilidad injusta,
por lo cual los psicólogos forenses se encargan de colaborar con la administración de justicia
elaborando peritajes psicológicos que evitan una mayor inimputabilidad a personas que son
culpables y no tienen trastornos mentales (Barrios, 2016).

En conclusión, se puede evidenciar que este tema tiene aspectos tanto positivos como
negativos. Los aspectos positivos que se pueden reflejar, es que se tiene en cuenta al sujeto,
en este caso al progenitor como una persona que tiene sentimientos, emociones y
motivaciones que lo llevan a cometer un acto delictivo más allá de querer hacerlo
conscientemente, además, que se le respeta su condición y por consiguiente se le da un trato
penal correspondiente a su patología, trabajando principalmente en su salud mental y en la
recuperación de la misma. Por otro lado, en cuanto a los aspectos negativos, se puede
relacionar con la infracción del código penal, especialmente en el artículo 104, al no recibir
una condena justa teniendo en cuenta los agravantes que conlleva el crimen, las
características de la víctima y la justicia que le merece que además podrían ser casos
inimputables a personas culpables del delito por fingir un trastorno mental.

Referencias

Barrios, J. (2016). " PERITAJES PSICOLÓGICOS FORENSES EN LA INVESTIGACIÓN


CRIMINAL” recuperado de:
http://recursosbiblio.url.edu.gt/tesiseortiz/2016/05/42/Barrios-Juan.pdf.

Boscán, R., Reyes, A., & Mateo, C. (2011). Dos estudios de casos de mujeres filicidas
recluidas en instituciones del Estado. Universidad Central de Venezuela.

Castaño, B. (2005). Trastorno mental y filicidio. Revista Colombiana de Psiquiatría, 34(1),


82-S. recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/806/80617859009.pdf

Código Penal. (2007). Ley 599 de 2000. Legis Editores S.A. Colombia: Bogotá
Código penal: código de procedimiento penal. Bogotá: Temis; 2005

Debowska, A., Boduszek, D., & Dhingra, K. (2015). Victim, perpetrator, and offense
characteristics in filicide and filicide–suicide. Aggression and violent behavior, 21,
113-124.

Departamento administrativo nacional de estadística (2019).Población de Colombia es de


48,2 millones de habitantes, según el DANE. Bogotá. GOV.CO.
https://id.presidencia.gov.co/Paginas/prensa/2019/190704-Poblacion-de-Colombia-es-
de-48-2-millones-habitantes-segun-DANE.aspx

Gallardo García, R. M. (2016). Los programas y actividades del tratamiento penitenciario: la


necesaria adaptación de la norma. Anuario da Facultade de Dereito da Universidade
da Coruña, 20, 139-160.

Hernández, H.(2017). Forensis 2017: datos para la vida. Instituto nacional de medicina legal
y ciencias forenses. Imprenta nacional, 83-121.

Kalinsky, B. (2007). El filicidio. Algunos recaudos conceptuales. Nómadas. Critical Journal


of Social and Juridical Sciences, 16(2), 301-313.

Sussman, P., & Kotze, C. (2013). Psychiatric features in perpetrators of


homicideunsuccessful-suicide at Weskoppies Hospital in a 5-year period. South
African Journal of Psychiatry, 19(1), 15-18. doi:10.7196/SAJP.384

Trijueque, D. G., & Rivas, M. J. M. (2003). Filicidio Y neonaticídio: Una revisión.


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