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Tras una serie de remodelaciones realizadas para reparar los daños de la batalla de

Chapultepec, el Colegio Militar siguió ocupando el castillo desde 1849 hasta 1858,26 cuando
Miguel Miramón usó el palacio como residencia presidencial entre 1859 y 1860, durante la
guerra de Reforma.7 En este período se construyeron nuevas habitaciones en el segundo piso
del alcázar y la balaustrada sur.8 Mediante un decreto gubernamental, el Heroico Colegio
Militar se instaló una vez más en el castillo entre 1861 y 1863, antes de que se suscitara la
segunda intervención francesa en México.11 En los años 2000 se descubrió una caja del
tiempo de piedra que data de 1849 y que contenía «una lista de oficiales, algunas monedas de
plata y un revólver».14

Segundo Imperio Mexicano (1863-1867)

Jardines del alcázar.

Habitación de Carlota.

Con motivo de la segunda intervención francesa en México concretada en 1863, el presidente


Benito Juárez trasladó su gobierno a San Luis Potosí después de que el ejército francés tomara
la Ciudad de México. El establecimiento del Segundo Imperio Mexicano requirió, entre otras
medidas, de la adopción de una monarquía hereditaria encabezada por el príncipe católico
Maximiliano de Habsburgo, cuyo arribo al país aconteció en 1864.13

El monarca y su esposa, la emperatriz Carlota, eligieron al castillo como su residencia,


«cautivados por las hermosas vistas del Valle de México que se apreciaban desde el lugar»,12 y
este adoptó el título de «Palacio Imperial de Chapultepec», referido coloquialmente como
«Miravalle» en alusión al castillo de Miramar y como «Alcázar de Chapultepec».722 Esta
decisión trajo como consecuencia una nueva etapa de remodelación del edificio en la que
contribuyeron Julius Hofmann, Carl Gangolf Kaiser, Carlos Schaffer, Ramón Rodríguez Arangoiti
y Eleuterio Méndez.712 De acuerdo con el jardinero de Maximiliano, Wilhen Knechtel: «No
había una ventana completa en todo el edificio, las cerraduras habían sido arrancadas, piso
que estuvo empedrado con ladrillos (...) había sido excavado y estaba lleno de huecos, las
paredes se hallaban sucias y llenas de hoyos porque habían fijado palos de madera para colgar
los uniformes, etcétera».27

Algunas de las modificaciones realizadas en ese período incluyen la reparación de techos, pisos
y ventanas,27 así como la producción de arcadas neoclásicas y balcones en la fachada sur —
que contrastaron con la arquitectura barroca característica del sitio hasta entonces—,12
jardines, un pórtico central, un torreón para comunicar ambas plantas del edificio, logias con
columnas de hierro,8 los murales denominados Las Bacantes a cargo del pintor Santiago
Rebull,7 un par de salones de billar y de carruajes,15 y la rampa de acceso al castillo que habría
de servir como conexión con el Paseo de la Emperatriz,7 construido a su vez a manera de
calzada entre el palacio de Chapultepec y Bucareli.27 Adicionalmente, la monarquía solicitó el
traslado de muebles, pianos, vajillas, óleos y gobelinos desde Europa —algunos de los cuales
eran obsequios de Napoleón III— para acondicionar la residencia, así como la construcción de
una terraza panorámica frente a sus habitaciones en la planta baja del castillo.82815 El
régimen de Maximiliano I llegó a su fin en 1867,13 con la restauración de la república por
Juárez.12 Previo a este desenlace, el emperador ordenó el desmantelamiento de sus palacios,
entre ellos el del castillo de Chapultepec, motivo por el cual se extravió una parte del
mobiliario imperial del recinto.28

Porfiriato (1872-1910)

El castillo volvió a ser acondicionado como residencia presidencial a partir del mandato de
Sebastián Lerdo de Tejada en 1872. Cuatro años después, durante el período del Porfiriato y
con el propósito de observar el Tránsito de Venus de 1882,7 el ministro de fomento Vicente
Riva Palacio solicitó la construcción del Observatorio Astronómico Nacional en el Caballero
Alto del Alcázar de Chapultepec, cuya inauguración ocurrió el 5 de mayo de 1878.29 Como
parte de sus adecuaciones, se construyeron garitas de vigilancia y una cúpula de vidrio y metal
en la torre para albergar el telescopio principal, la cual persistió hasta principios del siglo XX.
Adicionalmente ese mismo año, en la oficina telegráfica del torreón, Díaz realizó la primera
transmisión telefónica experimental en México.158

Vista del castillo entre 1880 y 1900.

Comedor del castillo.

Corredor al sur del castillo en 1903.

Galería de Emplomados.

El observatorio operó durante cinco años en el castillo hasta su traslado a Tacubaya,7 y el 8 de


junio de 1883 el Colegio Militar regresó por cuarta y última ocasión al recinto, cuya estancia se
extendió hasta 1914.2630 Además de albergar las oficinas del observatorio, en esta etapa el
jardín superior sirvió para el resguardo de los instrumentos científicos del mismo organismo.15
Un par de años antes, en 1881 se inauguró el primero de tres monumentos dedicados a los
combatientes de la intervención estadounidense de 1847; otro de ellos, concluido en 1924,
consiste en una serie de esculturas dispuestas en el jardín poniente del castillo y de la autoría
de Ignacio Asúnsolo. Cabe mencionar que si bien el presidente Manuel del Refugio González
Flores —que en 1882 ocupó el castillo como residencia veraniega—15 dispuso que el
observatorio podía mantenerse en el torreón mientras que el Colegio Militar ocupase el resto
del edificio, su solicitud no repercutió en el desalojo.31 En su mandato, se construyó la
escalera interior del castillo para comunicar la sala de recepción y el comedor con las
habitaciones presidenciales en la parte superior, de manera que las «escaleras de los leones»
eran destinadas a los invitados, y las del torreón y del comedor para la servidumbre. De igual
manera, comenzó a usarse el salón de lectura de Maximiliano I como espacio de billar.15
Al igual que González Flores, en su último período presidencial comprendido entre 1884 y
1910, Díaz y su esposa Carmen Romero Rubio usaron el palacio primeramente como su casa de
verano,32 y a partir del 14 de abril de 1896 como su residencia principal.23 Cabe señalar que
el Colegio Militar quedó instalado en una nueva sección poniente del palacio.8 Ya que una de
sus intenciones era que el edificio «fuera un escaparate del progreso artístico y tecnológico de
México», durante esta etapa se instalaron un par de ascensores —uno eléctrico con caja de
acero y vidrio para uso interno, y otro hidráulico para comunicar el jardín con la base del cerro
de Chapultepec—15 y una sala de boliche.7 También Díaz ordenó la construcción de un
boudoir privado en el antiguo salón de té de Carlota, los vitrales procedentes de París que
conforman la Galería de Emplomados y un pararrayos, así como la remodelación de la escalera
de los leones con mármol blanco y pasamanos de latón.1516 Cabe destacar que en 1896 se
llevó también a cabo la primera exhibición cinematográfica en la sala de boliche del castillo.78
A su vez, el denominado Salón de Embajadores del castillo, decorado por Epitacio Calvo, sirvió
para recibir a diplomáticos de otros países.15 A lo largo del Porfiriato, las fotografías y postales
mostraban tanto al castillo como al bosque de Chapultepec como «una presencia siempre
vigente del poder».23 En 1900, se colocó con fines decorativos una maqueta de mármol del
Monumento a la Independencia, a cargo del arquitecto Antonio Rivas Mercado, en el jardín
frontal del palacio.33

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