Bullying escolar.

Historia.
El estudio sistemático del bullying se lleva a cabo a principios de la década de los
70, circunscrito a Escandinavia, posteriormente a partir de finales de la década de
los 80 y principios de la siguiente, el fenómeno ha despertado el interés
investigador en muchos países. De esta manera, en el conjunto de los Estados
que configuran la Unión Europea se dispone en la actualidad de un amplio
conocimiento sobre la incidencia, prevalencia y tipología del bullying escolar
(Minton et als., 2004). En España el fenómeno cobra especial interés en distintos
momentos del tiempo a partir de los años 90, llevándose a cabo algunos estudios
en distintas comunidades autónomas, además de algún estudio nacional, como el
llevado a cabo por el Defensor del Pueblo en 1999. El interés por este problema
se dispara en Noruega entre los medios de comunicación y el público en general,
a partir de finales de 1982, cuando se publicó en la prensa que tres chicos de
entre 10 y 14 años se suicidaron como consecuencia del grave acoso al que les
sometían sus compañeros de clase. El resultado fue una campaña a nivel nacional
contra estos problemas en las escuelas de educación primaria y secundaria que
puso en marcha el Ministerio de Educación en 1983 (Olweus, 1998).
Definición.
El bullying se define como un abuso de poder sistemático, repetido y deliberado
que se produce entre iguales donde una de las partes es objeto de acoso de
acoso, intiidaión y agresión debido a que presenta dificultades reales o percibidas
para defenderse.
Batsche y Knoff (1994) definen la violencia escolar como cualquier condición o
acto que cree un clima en el que los estudiantes y los profesores sientan miedo o
intimidación además de ser las víctimas de asalto, robo, o vandalismo. Sin
embargo, aunque la definición de delitos violentos en la ley criminal se basa
también en un entendimiento muy relacionado, si se compara el acoso escolar, la
violencia es una subcategoría dentro del comportamiento agresivo pero con
características especiales.
Este fenómeno ha existido siempre y se ha dado en todo tipo de centros
educativos. Su alta visibilidad se debe a una mayor sensibilidad por parte de
algunas familias, una menor tolerancia hacia éste y una mayor difusión por los
medios de comunicación.
Consecuencias.
El impacto del bullying se expresa de diferentes maneras:
Víctima.
A corto plazo, se producen problemas absentismo, dificultades de concentración,
alteraciones psicosomáticas, problemas del sueño, dolores de cabeza y de
estómago, abatimiento, pérdida progresiva de la autoestima o de la confianza en
sí mismo, ansiedad, dificultades de adaptación social y rendimiento académico y
en algunos casos muy extremos, intentos de suicidio.
A largo plazo, podemos hallar tendencias depresivas, baja autoestima o
sentimientos de desvalorización personal y dificultades en el establecimiento de
relaciones de confianza e intimidad.
Las personas implicadas en problemas de agresión tienen más síntomas de tipo
psiquiátrico y/o psicosomático que quienes no lo han padecido.
En muchos casos tienen miedo o rechazo a ir a la escuela donde se sienten mal,
tienen pocos amigos o amigas y pasan la mayor parte del tiempo solos.
En algunos casos, las víctimas de bullying deciden tomar medidas drásticas para
protegerse o vengarse de esta situación de la que no les es posible salir y en la
que se sienten indefensos, utilizando objetos punzantes o cuchillos.
Agresores.
Aumenta su probabilidad de cometer actos antisociales. Su empatía, falta de
sensibilidad y solidaridad se reduce considerablemente.
Parece que los estudiantes que intimidan a sus compañeros tienen la necesidad y
el deseo de tener el control, el poder y de infligir daño al que consideran
indefenso. Además, obtienen placer al causar sufrimiento en los demás y justifican
sus conductas diciendo que fueron las víctimas los que provocaron sus acciones.
El deseo se materializa en una acción o en un conjunto de acciones que se dan de
forma reiterada.
Centros educativos y comunidad.
Contribuye a crear un clima negativo de temor e inseguridad.
Pueden producir problemas parecidos a los que se dan en la víctima o en el
agresor, además de que aumentan el riesgo de que sean en el futuro
protagonistas directos de la violencia.
Causas.
El bullying se produce debido a un conjunto de variables familiares, escolares,
sociales, culturales y personales que pueden prevenir o acrecentar dichos
comportamientos antes mencionados.
El bullying es una conducta agresiva aprendida en entornos en los que se dan
unos estilos educativos familiares determinados de falta de implicación y calidez
parental, ausencia de límites en la conducta agresiva, castigo inconsistente y
severo. Por otra parte, en la mayor frecuencia del bulllying también influyen
determinados factores del contexto escolar. Entre otros, la baja supervisión del
profesorado durante los descansos, la falta de respuesta de los estudiantes que
no participan en el bullying, la falta de normas claras en relación a la agresión, la
baja implicación del profesorado en relación con los estudiantes, la poca
coherencia entre el equipo directivo y el profesorado, la falta de implicación de
estudiantes y profesores en la toma de decisiones. En definitiva, la ausencia de
una cultura preventiva del bullying y de programas antibullying en los centros
docentes.
Algunas de estas características constatadas pueden ser la causa de la falta de
denuncias, como lo podrían ser también el miedo a que los demás no crean lo que
está sucediendo, vergüenza por no saber enfrentarse personalmente a un hecho
de esta naturaleza, entornos poco receptivos a las denuncias u otras causas.
Hay que recordar que lo que está bien o mal no está determinado en absoluto por
criterios propios, y sí por elementos represivos o coactivos, y no hay ningún tipo
de pensamiento causal, consecutivo o alternativo; es decir, el desarrollo moral es
muy precario y poco autónomo.
De forma más general en el contexto en el que se genera el bullying, se produce
un tipo de aprendizaje basado en la aceptación de la agresión e intimidación y en
la denegación de ayuda ante situaciones de dificultad, se fomenta la insatisfacción
la inseguridad y la desconfianza en el entorno educativo, modelando y
normalizando comportamientos de abuso en las relaciones.
Tipos.
Físico.
Indirecta. Se refiere a aquellas acciones que los agresores realizan de forma
manual que puede afectar la vida de la víctima sin que exista un contacto físico
con esta.
Ej. Quitar dinero para la comida o la comida, destrucción de sus pertenencias,
notas anónimas, etc.
Directa. Aquellas acciones que impliquen hacer daño a la otra persona a través del
contacto cuerpo a cuerpo.
Ej. Empujones, golpes, novatadas o ceremonias, etc.
Psicológico.
Son acciones que dañan la autoestima de la víctima y fomentan su sensación de
temor, con esto aumenta el sentimiento de vulnerabilidad pues percibe este
atrevimiento como una amenaza que tarde o temprano se materializará más
contundente.
Es difícil de detectar por parte de profesores o padres porque se llevan a cabo a
espaldas de cualquier persona que puede advertir la situación.
Ej. Mirada, señal obscena, cara desagradable, un gesto, etc.
Verbal.
Son acciones no corporales con la finalidad de discriminar, difundir chismes o
rumores, realizar acciones de exclusión o bromas insultantes y repetidas del tipo
poner apodos, insultar, amenazar, burlarse, reírse de los otros, generar rumores
de carácter racista o sexual, etc.
Sexual.
Se presenta un asedio, inducción o abuso sexual o referencias malintencionadas a
partes íntimas del cuerpo de la víctima. Incluye el bullying homófobo, que es
cuando el maltrato hace referencia a la orientación sexual de la víctima por
motivos de homosexualidad real o imaginaria.
Social.
Pretende aislar al niño o joven del resto del grupo, ignorándolo, aislándolo y
excluyéndolo del resto.
Directo. Excluir, no dejar participar a la víctima en actividades, sacarlo del grupo,
etc.
Indirecto. Ignorar, tratar como un objeto, como si no existiera, etc.
Cyberbullying.
Es un tipo de acoso muy grave y preocupante por la gran visibilidad y alcance que
se logra de los actos de humillación contra la víctima y el anonimato en que
pueden permanecer los acosadores. 
Se lleva realiza por medio de mensajes de texto, páginas web y blogs,  juegos
online, correos electrónicos, chats, redes sociales, suplantación de identidad, etc.
El contenido del acoso va desde los típicos insultos a montajes fotográficos o de
vídeo de mal gusto, imágenes inadecuadas de la víctima tomadas sin su permito,
críticas respecto al origen, religión, el nivel socioeconómico de la víctima o de sus
familiares y amigos, etc.
Soluciones.
Se debe estar atento y detectar cualquier cambio significativo en el
comportamiento de la posible víctima:
1. Si la persona se vuelve retraída y habla menos, deja de salir con amigos,
pasa mucho tiempo sola, está sensible, llorado se enfada con facilidad, o si
se producen cambios en el apetito y come menos o sin hambre.
2. Si di duerme muchas lloras o se desvela por la noche, si descuida su
aspecto personal o disminuye su rendimiento sacando peores notas.
También si presenta signos externos como posibles golpes, more3tones,
arañazos, entre otros.
3. Si la persona rehusa ir al colegio sin motivo aparente o, al insistir, finge o
padece todo tipo de malestar y argumenta antes de reconocer el verdadero
problema que le preocupa.
Una sociedad que promueve el desarrollo personal y los valores a través de todos
los medios a su alcance creen los directivos que disminuye la presencia de este
fenómeno. Por el contrario, si un país promueve las desigualdades personales y la
violencia como método para la resolución de conflictos, es posible que el bullying
se esconda detrás de cada esquina.
El esparcimiento de la información correcta y de manera adecuada puede resultar
en la producción de una comunidad estudiantil que acepta y cuestiona los niveles
de poder, los motivos de la desigualdad y los estereotipos que en algún momento
afectaron la manera en la cuál el respeto se administraba dentro del centro
educativo, al igual que una denuncia sobre cualquier tipo de bullying sea atendida
con responsabilidad en la cuál se vea por la seguridad de la integridad de las
partes afectadas.
Cabe aclarar que la reproducción de un mensaje donde aliente a los estudiantes a
convivir en armonía, debe de ser igual de aplicable en las autoridades y personal
académico ya que es un reflejo directo que afecta la perspectiva de los menores.