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Cajeros Automáticos

El cajero automático fue inventado en 1967 por la empresa electrónica NCR y


es una máquina expendedora usada para extraer dinero utilizando tarjeta de
plástico con banda magnética o chip, las cuales pueden ser tarjeta de debito o
tarjeta de crédito.

Para realizar una o varias transacciones por medio de cajero automático no se


necesita del personal del banco.

Un cajero automático se compone principalmente de:

 Un dispositivo para el reconocimiento y validación de billetes.


 Una computadora personal.
 Una pantalla (que también puede ser un monitor sensible al tacto,
llamado touchscreen).
 Un scanner para reconocer las tarjetas de débito o crédito con las que
se accesa al cajero.
 Una impresora de comprobantes.
La estructura del cajero automático se compone a nivel exterior de una lámina
de acero de características y terminado de uso rudo para su instalación en el
interior de un edificio o cubículo destinado para este fin. Cuenta con una caja
fuerte para el resguardo del efectivo que reciben y del que entregan, a la vez
que está protegida con cerraduras de alta seguridad y con llaves únicas.

La Seguridad de los Cajeros Automáticos


Los cajeros automáticos ofrecen seguridad a las instituciones bancarias para el
manejo del dinero y de las operaciones que en él se realizan, y esto se da,
gracias a la alta tecnología que utilizan, contando con sistemas de monitoreo
del funcionamiento de cada cajero, sistemas de reporte de fallas, alarma de
fallas, sistemas de seguridad remota automática y acceso remoto a los cajeros
desde las oficinas centrales del banco, o desde el lugar que se tenga designado
para el control y monitoreo de los cajeros automáticos.

Actualmente, los cajeros automáticos muestran un inconveniente y es


inseguridad, ya que los ladrones han encontrado muchas alternativas de burlar
la seguridad de los cajeros automáticos. Cabe la posibilidad de que los ladrones
copien la banda magnética de la tarjeta, roben al usuario en la propia sucursal
o pirateen el sistema informático. Para evitar que esto suceda, las entidades
ponen cada vez más énfasis en implantar sofisticadas medidas de seguridad las
cuales se detallan a continuación:
1. Biometría en cajeros automáticos

Una de las formas más novedosas para luchar contra el fraude en


cajeros automáticos es la biometría. A través de la forma de la mano, el
iris o las huellas dactilares, la máquina detecta si el usuario es el
propietario de la tarjeta o intenta suplantar su personalidad.

Si el sistema verifica la identidad de una persona a través de la mano,


basta con que el usuario ponga la palma en el lector y el programa
permitirá al individuo realizar su operación si es el dueño de la tarjeta. El
terminal le reconoce a través de una exploración geométrica, en función
de la forma de la mano y la distribución de las arrugas.

También es posible que la detección se realice a través de la huella


dactilar, que es única para cada ciudadano. Este método favorece que la
posibilidad de error o falsificación sea muy remota.

Otra de las alternativas que aporta la biometría es la identificación del


rostro a través de determinadas facciones de la persona. El usuario solo
podrá obtener dinero del cajero si el semblante se ajusta al del
propietario de la tarjeta.

Cuando la detección se realiza a través del ojo, la biometría diferencia el


iris de cada persona sin que quepa posibilidad de que haya dos iguales.

La biometría se ha utilizado de manera experimental en algunas


entidades, su grado de implantación es mínimo.

2. Sistemas anticopia

Uno de los fraudes más frecuentes es la copia de los datos incluidos en


la banda magnética de la tarjeta y el robo de la clave a través de
dispositivos colocados en el cajero automático. Los ladrones pueden
hacerlo mediante la instalación de pequeñas cámaras en el terminal o
falsos teclados y lectores superpuestos en el cajero.

Para evitarlo, cada vez más sucursales cuentan con dispositivos que
detectan estos elementos extraños y los inutilizan. También es posible
instalar teclados que reconozcan su propia manipulación e impidan que
se lleve a cabo el fraude. Estos aparatos perciben cambios en el entorno
del cajero, como la colocación de cámaras para grabar la clave o
teclados falsos, y avisan de modo inmediato a la entidad de lo ocurrido.

3. Extensión del chip

El chip es otra medida de seguridad que se introduce de manera


progresiva y que hoy en día alcanza a un elevado porcentaje de las
tarjetas de crédito. La mayoría de los plásticos que se expiden en la
actualidad cuentan con esta medida de seguridad adicional.

Copiar la banda magnética de una tarjeta es algo sencillo. Por ello,


Europay, Mastercard y Visa han diseñado el sistema EMV, que reduce las
posibilidades de que esto suceda. Se ha integrado en las tarjetas un chip
que proporciona mayor seguridad tanto al sacar dinero, como en el
momento de realizar compras en establecimientos.

Cuando se introduce la tarjeta en el cajero, este detecta al momento si


es auténtica, con lo que el riesgo de fraude por clonación desaparece.
También obliga al usuario a teclear la clave en las tiendas donde utilice la
tarjeta, algo que incrementa la seguridad en caso de robo.

4. Antivirus

La picardía de los ladrones avanza con rapidez y, ante las nuevas


medidas de seguridad, atacan con tretas cada vez más sofisticadas. Una
de las más avanzadas es la introducción de virus en los cajeros
automáticos.

Estos tienen sistemas operativos como los de los ordenadores y están


conectados a un terminal central. Al introducir un programa malicioso en
sus sistemas, pueden conocer las claves y los datos personales de los
clientes. Para evitarlo, algunos programas se han diseñado de manera
expresa para los cajeros automáticos que minimizan el riesgo de
infección.

5. Otras medidas antirrobo

Con el fin de evitar todo tipo de fraudes, las entidades aplican otra serie
de medidas para mejorar la seguridad de los cajeros. Estas son
habituales en muchas entidades bancarias:

a) Instalación de pantallas para que solo tenga acceso a la


información el cliente que se sitúe frente al cajero y no quienes se
encuentren a los lados.
b) Iluminación de la rendija por la que se introduce la tarjeta, para
que esta pueda leerse.

c) Doble petición de la clave de acceso: se pide al principio de la


operación y en el momento en el que se solicita el dinero.

d) Integración de un control de datos en la tarjeta que cambia su


numeración cada vez que se utiliza, de manera que evita la copia
de la banda magnética.

e) Mejora de la calidad de la imagen y la colocación de cámaras de


seguridad.
f) Mensajes en la pantalla para pedir al cliente que se asegure de
que no hay personas a su alrededor.

g) Información a los clientes a través de SMS cada vez que se realiza


una operación con la tarjeta para que tengan conocimiento de
que se ha utilizado.

BIBLIOGRAFÍA

 Cajero Automático, www.wikipedia.org


 Cajeros Automáticos, www.unla.mx
 Medidas de Seguridad en Cajeros Automáticos, www.consumer.es

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