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Arte, cultura y nuevas tecnologías, fueron los ejes que dieron vida al foro número 46 por la

Ley Federal de Culturas. Con una videoconferencia se dio inicio al debate en el Centro

Cultural de la Cooperación el pasado lunes. Exponentes de la literatura, la música, el cine,

las artes plásticas y escénicas participaron de las dos mesas de debate. La articulación

entre tecnología y arte para el desarrollo de lenguajes de creación fue la que dio inicio a la

primera parte de este encuentro. La segunda mitad tuvo como centro la discusión sobre

propiedad intelectual y copyright.

El encuentro tuvo como objetivo generar un documento que registre las inquietudes

sobre el uso y vinculación de nuevas tecnologías y artes. El resultado de la disertación

será recogido dentro de la primera entrega del anteproyecto, que será entregado el

miércoles 6 de mayo a la ministra de cultura, Teresa Parodi. A su vez, este último foro

mantuvo el hilo conductor de sus predecesores, la necesidad de una construcción

participativa de la propuesta de ley.

Fabián Wagmister, director del Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano, dio

apertura a la discusión, problematizando la relación entre corporación y conformación de

identidades. En tanto el rol de las mismas como entes reguladores de la cultura,

configura el imaginario social. Además, expuso a la tecnología como un asunto

corporativo y como un impulso hegemónico del imperialismo tecnológico. Invitó al

auditorio a pensar en como pararse frente a lo tecnológico y a entender la computación

como un proceso y no como un producto corporativo.

Franciso “Teté” Romero, en una línea similar a Wagmister preguntó: “¿Cómo se

construyen las identidades y la tecnología?”, “¿Cómo se construyen las subjetividades?”,

problematizando el hecho de la construcción de un ciudadano digital que no puede poseer

soberanía comunicacional sin soberanía cultural. También apuntó a que la Ley Federal de
Culturas debe ser garante de la descolonización y desmonopolización de las grande

fábricas de producción de sentido.

Uno de los planteos más potentes de esta primera parte, fue el de Daniel Fratantoni,

referente del movimiento músico-social El Tango será Popular o no será nada, “Hay que

valerse de internet pero también del intercambio y el contacto humano”. En esta línea

Mayra Arenzon, coreógrafa e intérprete, planteó la creación de una ideología de la

corporalidad, donde por priorizar herramientas tecnológicas el cuerpo no desaparezca.

La segunda parte del encuentro, dio paso a un debate más caluroso sobre propiedad

intelectual. Beatriz Busaniche, parte de la Fundación Vía Libre, compartió un documento

con 14 puntos por reformar legalmente en materia de derechos de autor, proponiendo que

“la propiedad intelectual no puede ser un fin en sí mismo”. A su vez, Busaniche abogó por

el reconocimiento de los derechos de los trabajadores de la cultura, donde se garantice

una remuneración justa por el trabajo realizado, una vida digna y justicia social. “La

cultura nos atraviesa a todos”.

El foro número 46 dio por finalizada la etapa de debate de la Ley Federal de Culturas, que

debe ser considerada como un hito dentro del marco del desarrollo colectivo de culturas

más inclusivas y accesibles para todos.

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