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El 10% de las mujeres de los países desarrollados tiene anemia

La anemia ferropénica, o anemia provocada por la falta de hierro, afecta al 10% de las mujeres en los países
desarrollados, mientras que esta cifra se multiplica por cuatro en los países en vías de desarrollo.

Se trata, por tanto, de la segunda enfermedad nutricional más extendida después de la obesidad, según
afirmó Santiago Navas, investigador de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra, en las XV
Jornadas de Nutrición Aplicada organizadas por el centro académico.

Esta enfermedad, según recordó el experto, la presentan varios grupos de riesgo: "principalmente, mujeres
jóvenes y niños. En el caso de las mujeres jóvenes, la deficiencia de hierro puede llegar a afectar hasta al
33% de la población", subrayó.

Asimismo, afirmó que el origen del problema puede encontrarse en varios factores: genéticos, de hábitos de
vida y dietéticos. En este sentido, expuso, "la alimentación jugará un papel fundamental en la prevención,
una vez que conozcamos bien los mecanismos reguladores y los componentes dietéticos que condicionan la
absorción de hierro; e identifiquemos los compuestos alimentarios que favorecen la disponibilidad de este
nutriente y permitan mejorar los depósitos de hierro en nuestro organismo".

A pesar de que la anemia puede tener muchas causas, el experto de la Universidad de Navarra recomendó
tomar alimentos ricos en hierro combinados con otros que potencien la absorción de este mineral, "como
carnes y legumbres combinadas con productos ricos en vitamina C, como los pimientos".

En cuanto a los alimentos que reducen la absorción del hierro señaló algunos vegetales y bebidas como el
café o el té. "En este caso la recomendación no es evitar su consumo sino a hacerlo en comidas donde la
ingesta de hierro es menor, como el almuerzo o la merienda", agregó.

La anemia es un problema de salud mundial que afecta tanto a los países desarrollados como a aquellos en
desarrollo. Sus causas pueden ser multifactoriales y frecuentemente pueden coexisitir varias de ellas; la
principal es la baja ingestión de alimentos con fuentes adecuadas de hierro, tanto en cantidad como en
calidad. En Cuba se está trabajando desde el año 1987 en el desarrollo de programas de intervención para la
prevención de la anemia por deficiencia de hierro en la población, pero a pesar de todo el esfuerzo, no se
han obtenido los impactos esperados, y existen diversos factores que pueden estar incidiendo en ello y que
pueden sinergizarse. Evidencias científicas nacionales muestran que la baja prevalencia de lactancia
materna, el escaso consumo de frutas y vegetales y la deficiencia vitamínica, ejercen influencia en la
prevalencia de la anemia en Cuba. El parasitismo intestinal y la infección con H. pylori no están asociados
con la prevalencia de anemia en el país. La obesidad e inflamación crónica a bajo tenor requerirían de
estudios epidemiológicos que describan las posibles asociaciones entre estos factores.

Palabras clave: anemia por déficit de hierro, alimentos fortificados con hierro, inflamación, lactancia
materna, parasitismo, obesidad, vitaminas, frutas, vegetales.
Invisible aunque omnipresente en muchos países en desarrollo, el verdadero costo de la carencia de hierro
se diluye en un mar de tasas generales de mortalidad, hemorragia materna, bajo rendimiento escolar y
disminución de la productividad. Pero lo cierto es que afecta a millones de personas. Sus consecuencias
sanitarias, casi imperceptibles pero no por ello menos devastadoras, van erosionando sigilosamente el
potencial de desarrollo de muchas personas, sociedades y economías nacionales.
Pero esto no tiene por qué ser así: no solo conocemos las causas, sino que también disponemos de
soluciones eficaces y poco costosas. En vista de la estrecha vinculación que existe entre una y otra, la
carencia de hierro y la anemia deberían atajarse de forma simultánea, aplicando un enfoque multifactorial
y multisectorial. También es importante adaptar las soluciones a las condiciones imperantes en cada lugar
y tener en cuenta la etiología específica de la anemia y los grupos de población afectados.

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