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La hepatitis A es una infección del hígado sumamente contagiosa causada por el

virus de la hepatitis A. Es uno de varios tipos de virus de hepatitis que causa


inflamación y afecta al funcionamiento del hígado.

Es probable que contraigas hepatitis A por ingerir alimentos o agua contaminados,


o por el contacto directo con personas u objetos infectados. Los casos leves de
hepatitis A no necesitan tratamiento. La mayoría de las personas infectadas se
recuperan por completo sin daños permanentes en el hígado.

Una de las mejores maneras de protegerse contra la hepatitis A es practicar una


buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia. Las personas con mayor
riesgo pueden aplicarse la vacuna.

Productos y servicios

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para criar a un niño saludable)

Síntomas

Los signos y síntomas de la hepatitis A, generalmente, aparecen después de


haber tenido el virus durante algunas semanas. Sin embargo, no todas las
personas con hepatitis A los manifiestan. Los signos y síntomas, si los presentas,
pueden comprender los siguientes:

 Fatiga

 Náuseas y vómitos repentinos

 Dolor o malestar abdominal, especialmente en la parte superior derecha


debajo de las costillas inferiores (en la zona del hígado)

 Evacuaciones intestinales de color arcilla

 Pérdida de apetito

 Poca fiebre

 Orina de color oscuro

 Dolor articular
 Color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)

 Picazón intensa

Estos síntomas pueden ser relativamente leves y desaparecer en pocas semanas.


Sin embargo, a veces, la infección por hepatitis A ocasiona una enfermedad grave
que dura varios meses.

Cuándo consultar al médico

Pide una consulta con tu médico si tienes signos o síntomas de hepatitis A.

Recibir una vacuna contra la hepatitis A o una inyección de inmunoglobulina (un


anticuerpo) en un plazo de dos semanas desde la exposición a la hepatitis A
puede protegerte de la infección. Pregunta a tu médico o al departamento de salud
local sobre la aplicación de la vacuna contra la hepatitis A en los siguientes casos:

 Viajaste fuera del país recientemente, en especial, a México o a América


del Sur o Central, o estuviste en zonas con higiene deficiente

 Comiste recientemente en un restaurante que informa un brote de


hepatitis A

 Alguien cercano a ti, como un compañero de habitación o una persona


responsable del cuidado, recibe un diagnóstico de hepatitis A

 Tuviste relaciones sexuales recientemente con alguien que tiene hepatitis A


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Causas

La hepatitis A es causada por un virus que infecta las células hepáticas y produce
inflamación. La inflamación puede afectar el funcionamiento del hígado y
ocasionar signos y síntomas de hepatitis A.

El virus normalmente se propaga mediante la ingesta de comidas o bebidas


contaminadas con materia fecal, incluso en cantidades muy pequeñas. No se
transmite al estornudar ni al toser.
A continuación, te indicamos algunas de las maneras específicas en que puede
propagarse el virus de la hepatitis A:

 Comer alimentos manipulados por alguien con el virus que no se lavó bien
las manos después de ir al baño

 Beber agua contaminada

 Comer mariscos crudos provenientes de aguas residuales contaminadas

 Estar en contacto cercano con una persona infectada, incluso si esa


persona no manifiesta signos ni síntomas

 Tener relaciones sexuales con alguien que tiene el virus


La hepatitis C se propaga a través del contacto con la sangre de alguien que tiene el virus de
la hepatitis C (VHC). Este contacto puede ser a través de:

 Compartir agujas u otros materiales de drogas con alguien que tiene VHC. En los
Estados Unidos, esta es la forma más común de propagación de la hepatitis C
 Sufrir un pinchazo accidental con una aguja que se usó en alguien que tiene VHC.
Esto puede suceder en entornos de atención médica
 Ser tatuado o perforado con herramientas o tintas que no fueron esterilizadas
después de haber sido utilizadas en alguien que tiene el VHC
 Tener contacto con la sangre o heridas abiertas de alguien que tiene VHC
 Compartir artículos de cuidado personal que puedan haber estado en contacto con la
sangre de otra persona, como máquinas de afeitar o cepillos de dientes
 Nacer de una madre con VHC
 Tener relaciones sexuales sin protección con alguien que tiene VHC
¿Quién está en riesgo de contraer hepatitis C?
Es más probable que tenga hepatitis C si:

 Se ha inyectado drogas
 Tuvo una transfusión de sangre o un trasplante de órganos antes de julio de 1992
 Tiene hemofilia y recibió factor de coagulación antes de 1987
 Se ha sometido a diálisis renal
 Nació entre 1945 y 1965
 Tiene resultados de pruebas hepáticas anormales o enfermedad hepática
 Ha estado en contacto con sangre o con agujas infectadas en el trabajo
 Tiene tatuajes o perforaciones en el cuerpo
 Ha trabajado o vivido en una prisión
 Nació de una madre con hepatitis C
 Tiene VIH o sida
 Ha tenido más de una pareja sexual en los últimos 6 meses
 Ha tenido una enfermedad de transmisión sexual
 Es un hombre que ha tenido sexo con hombres
Si tiene un alto riesgo de contraer hepatitis C, es probable que su profesional de la salud le
recomiende hacerse la prueba.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis C?


La mayoría de las personas con hepatitis C no tienen síntomas. Algunas personas con
hepatitis C aguda tienen síntomas entre 1 y 3 meses después de haber estado expuestos al
virus. Estos síntomas pueden incluir:

 Orina de color amarillo oscuro


 Fatiga
 Fiebre
 Heces grises o color de arcilla
 Dolor en las articulaciones
 Pérdida de apetito
 Náusea y / o vómitos
 Dolor abdominal
 Ictericia (ojos y piel amarillentos)
Si tiene hepatitis C crónica, es probable que no tenga síntomas hasta que cause
complicaciones. Esto puede suceder décadas después de su infección. Por esta razón,
hacerse la prueba de detección de la hepatitis C es importante, incluso si no tiene síntomas.

¿Qué otros problemas puede causar la hepatitis C?


Sin tratamiento, la hepatitis C puede provocar cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de
hígado. El diagnóstico precoz y el tratamiento de la hepatitis C pueden prevenirlas.

¿Cómo se diagnostica la hepatitis C?


Los profesionales de la salud diagnostican la hepatitis C según su historia clínica, un
examen físico y análisis de sangre.
Si tiene hepatitis C, es posible que necesite pruebas adicionales para ver si tiene daño
hepático. Estas pruebas pueden incluir otros análisis de sangre, una ecografía del hígado y
una biopsia de hígado.
¿Cuáles son los tratamientos para la hepatitis C?
La hepatitis C se trata con medicamentos antivirales, los que pueden curar la enfermedad en
la mayoría de los casos. Si tiene hepatitis C aguda, su profesional de la salud puede esperar
a ver si su infección se vuelve crónica antes de comenzar el tratamiento.
Si su hepatitis C causa cirrosis, debe consultar a un médico especializado en enfermedades
hepáticas. Los tratamientos para problemas de salud relacionados con la cirrosis incluyen
medicamentos, cirugía y otros procedimientos médicos. Si su hepatitis C provoca
insuficiencia hepática o cáncer de hígado, es posible que necesite un trasplante de hígado.
¿Se puede prevenir la hepatitis C?
No existe una vacuna para la hepatitis C. Pero puede ayudar a prevenir la infección de
hepatitis C si:

 No comparte agujas ni otros materiales de drogas


 Usa guantes si tiene que tocar la sangre de otra persona o heridas abiertas
 Se asegura que su tatuador o perforador del cuerpo use herramientas estériles y tinta
nueva
 No comparte artículos personales como cepillos de dientes, maquinillas de afeitar o
cortaúñas
 Usa un condón cuando tiene relaciones sexuales

Diferencia de hapatitis
Comparten síntomas e incluso un mismo nombre, pero las diferencias entre
las hepatitis A, B y C son muy notables. Mientras la hepatitis A no es mortal
(salvo que acabe provocando insuficiencia hepática aguda) y se suele pasar
sola siguiendo unas sencillas recomendaciones como guardar reposo e
hidratarse, las hepatitis B y C conllevan un alto riesgo de muerte por
cirrosis y cáncer hepático. La primera se contagia por contacto con las
heces de una persona infectada con el virus de la hepatitis A, mientras que
las dos últimas se transmiten por medio de la sangre. Entre estos dos tipos
de hepatitis, B y C, también existen diferencias: la hepatitis B tiene vacuna
desde 1982 (las autoridades sanitarias recomiendan administrársela a todos
los recién nacidos en las primeras 24 horas de vida); la única manera de
prevenir la hepatitis C es, en cambio, evitar entrar en contacto con la sangre
de las personas infectadas, pero tiene cura en la actualidad.

La insuficiencia hepática es un deterioro grave de la función hepática. La insuficiencia


hepática es causada por un trastorno o una sustancia que daña el hígado. En la mayoría
de los casos se presenta ictericia (coloración amarillenta en la piel y los ojos), se sienten
cansancio y debilidad y se pierde el apetito
VIH significa virus de la inmunodeficiencia humana. Éste daña el sistema inmunitario mediante
la destrucción de los glóbulos blancos que combaten las infecciones. Esto lo pone en riesgo
de contraer infecciones graves y ciertos tipos de cáncer. Sida significa síndrome de
inmunodeficiencia adquirida. Es la etapa final de la infección con el VIH. No todas las
personas con VIH desarrollan sida.
El VIH suele contagiarse a través de relaciones sexuales sin protección con una persona
infectada. También puede propagarse por intercambio de agujas para inyectarse drogas o por
contacto con la sangre de una persona infectada. Las mujeres pueden infectar a sus bebés
durante el embarazo o el parto.
Los primeros síntomas de la infección por VIH pueden ser inflamación de los ganglios y
síntomas parecidos a la gripe. Estos pueden aparecer y desaparecer dentro de dos a cuatro
semanas. Los síntomas graves pueden no aparecer hasta meses o años después.

Una prueba de sangre puede determinar si usted tiene la infección por VIH. Su médico puede
hacerle la prueba, o se puede utilizar un kit en casa. Para encontrar sitios de prueba gratuitas,
llame a la línea de referencia nacional al 1-800-CDC-INFO (1-800-232-4636 en inglés y en
español; 1-888-232-6348 TTY).

No tiene cura, pero hay muchos medicamentos que combaten la infección por VIH y reducen
el riesgo de infectar a otros. Las personas que reciben tratamiento temprano pueden vivir con
la enfermedad durante un largo tiempo.
Las estrategias para reducir el riesgo de infección por VIH incluyen no tener relaciones
sexuales, limitar el número de parejas sexuales, nunca compartir agujas y usar condones de
la manera correcta cada vez que tenga relaciones sexuales. Las personas que están en alto
riesgo pueden tomar medicamentos para la prevención del VIH.

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