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30 03 Olive PDF
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EL LIBRO, LA LECTURA
Y LAS BIBLIOTECAS
EN LA SOCIEDAD
DEL CONOCIMIENTO1
LEÓN OLIVÉ*
punto –pero este es un tema problemático y po- sistemas de innovación, cuyos resultados con-
lémico–, de la capacidad social de su aprove- sisten en productos, procesos, formas de organi-
chamiento. zación, sistemas o servicios, que son aplicados
Lo que está fuera de duda es que estos para resolver problemas y para obtener benefi-
cambios han sido posibles en gran medida por cios para algún grupo humano. Por tanto, las 21
personas altamente en conocimiento y
calificadas en habilida- aquellos completamen-
des y conocimientos te excluidos de estos pro-
científicos y tecnológicos cesos. Los países y los pue-
han adquirido un valor econó- blos que continúen rezagados
mico potencial tan alto que, en con respecto a su capacidad de in-
busca de la generación de riquezas, novación, es decir, su capacidad de
los procesos económicos tienden a la generar conocimiento y resultados que
explotación de esas habilidades y cono- transformen la propia sociedad y su en-
cimientos, mientras que la explotación de torno, simplemente padecerán mayores in-
mano de obra barata y de recursos naturales justicias en el contexto internacional como,
ha pasado a segundo plano. muy probablemente, en su interior.
Sin embargo –y esto resulta vital para Amé- Todo lo anterior representa una seria adver-
rica latina–, lo anterior no significa que los re- tencia en relación con las políticas públicas que
cursos naturales y la mano de obra barata que- pretendan promover el tránsito hacia sociedades
den fuera de la esfera del interés económico. Por del conocimiento: así como el advenimiento de
el contrario, en el contexto globalizado se han la sociedad industrial significó un incremento
profundizado las desigualdades y las relaciones de la producción de riqueza en términos genera-
de dominación y se ha fortalecido un patrón me- les, pero de ninguna manera trajo, por sí misma,
diante el cual los países del norte asedian y des- un reparto justo de esa riqueza, del mismo mo-
pojan a los del sur de sus recursos naturales, do, la generación de riqueza con base en los
mientras ellos se concentran en el desarrollo de nuevos procesos productivos basados en el co-
nuevos conocimientos y tecnologías, cuyos be- nocimiento no garantiza por sí misma que esta
neficios rara vez alcanzan a los países y pueblos nueva sociedad sea justa. En este sentido, lograr
marginados. Por otra parte, también sucede que una sociedad más justa es un desafío de las po-
aquellos países ricos en biodiversidad y cultura, líticas públicas que se lleven a cabo en los con-
pero que se encuentran en una situación tecno- textos nacionales e internacionales.
lógica y económica desfavorable, se ven obliga- Cabe señalar que el concepto de “socieda-
dos a exportar su mano de obra en condiciones des de conocimiento” con frecuencia es reduci-
indignas para las personas. do a sociedades cuyas economías están basadas
Otro de los grandes problemas actuales es en el conocimiento y donde la generación de ri-
que los cambios en las formas de producción de queza se basa, sobre todo, en el trabajo intelec-
conocimiento, las nuevas prácticas tecnológicas tual científico tecnológico altamente calificado,
y tecnocientíficas, y las relaciones sociales, más que en el manual de baja o mediana califi-
económicas, culturales y políticas que las sus- cación. Los sistemas económicamente más pro-
tentan han generado niveles de exclusión nunca ductivos desde este punto de vista, aquellos que
antes vistos, así como otras nuevas formas de reportan las mayores ganancias financieras, son
exclusión. En los países del primer mundo hay los tecnocientíficos. Así, en estas economías,
cada vez más gente desplazada del sistema eco- las industrias que tienen mayores ganancias
nómico formal –que no son solo los inmigran- económicas, con un número de trabajadores re-
tes–, y en el mundo entero hay cada vez más lativamente pequeño, son típicamente las bio-
grupos sociales y pueblos enteros que quedan tecnológicas, las informáticas, las de nuevos
excluidos de los beneficios de los sistemas tec- materiales, y muy pronto estarán en el centro las
nocientíficos y, peor aún, de la posibilidad mis- de nanotecnología,2 y, sobre todo, aquellas de la
ma de generar conocimiento. convergencia bio-nano-cogno, es decir, la con-
vergencia de las biotecnologías con las nano-
La brecha entre los países tecnocientífica- ciencias y las nanotecnologías, así como con las
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mente desarrollados y los que no los son ya es ciencias cognitivas y sus aplicaciones. En con-
muy amplia. Pero en aquellos países que tienen secuencia, sin que dejen de existir ni que sean
poco desarrollo tecnocientífico, como los de menos importantes por los productos que gene-
América latina, existe todavía un abismo mayor ran, las industrias transformadoras de materias
entre los sectores que participan de algunos be- primas han pasado a un segundo plano por la
22 neficios de los sistemas de innovación basados cantidad de riqueza que producen.
Este es otro fenómeno innegable: las eco- Más adelante sugeriré que el papel presen-
nomías más potentes del planeta hoy en día es- te y futuro del libro y de las bibliotecas en
tán basadas en esos sistemas de producción. América latina debe discutirse a la luz de esta
Aquí, sin embargo, cabe plantear una pregunta perspectiva de la sociedad de conocimiento y
que constituye una segunda advertencia: ¿no de su relación con la capacidad de apropiarse,
merece la pena pensar si esta reducción econo- distribuir, generar y usar el conocimiento para
micista de la sociedad de conocimiento es acer- la mejor comprensión de los problemas socia-
tada o, en todo caso, la más favorable para les, para la propuesta de su solución y para ac-
construir modelos de desarrollo económico y tuar en consecuencia.
social en América latina? ¿No sería convenien-
te más bien pensar en un modelo de sociedad
del conocimiento más amplio, y que sea, al “Sociedad del conocimiento”
mismo tiempo, útil para diseñar políticas y es- y “sociedad de la información”
trategias adecuadas para los países latinoameri-
canos? Antes de entrar en el tema del rol del libro y las
bibliotecas conviene hacer una última observa-
Así, frente al concepto economicista de la ción sobre los conceptos de “sociedad del cono-
sociedad del conocimiento, puede oponérsele cimiento” y “sociedad de la información”, pues
otro según el cual se considera, en primer lugar, no siempre se establece una clara distinción en-
que una sociedad del conocimiento tiene los si- tre ellos. La información está constituida por
guientes rasgos: a) sus miembros tienen la ca- datos que representan estados del mundo, y te-
pacidad de apropiarse del conocimiento dispo- ner tales representaciones es una condición ne-
nible y generado en cualquier parte, b) se puede cesaria para actuar acertadamente sobre la rea-
aprovechar de la mejor manera el conocimiento lidad. La información se acumula, se transmite
de valor universal producido históricamente, y puede utilizarse. Y si bien el asunto sobre si
incluyendo el conocimiento científico y tecno- existen “datos en sí mismos” o “información en
lógico, pero también los conocimientos tradi- sí misma”, o si más bien estos datos –y la infor-
cionales, que en América latina, así como en mación en general– existen solo en relación con
Europa y en todos los continentes, constituyen potenciales intérpretes y usuarios es un proble-
una enorme riqueza, y c) puede generar por ella ma filosófico profundo que aún no tiene con-
misma el conocimiento que le haga falta para senso, lo cierto es que la información se vuelve
comprender mejor sus problemas (educativos, valiosa solo cuando intervienen agentes inten-
económicos, de salud, sociales, ambientales, cionales que, valga la redundancia, la valoran y
etc.), para proponer soluciones y resolverlos la incorporan a su acervo de conocimiento,
efectivamente. afectando por lo tanto su visión del mundo y
sus capacidades para la acción y la transforma-
Pero, además, un concepto de sociedad del
ción de su entorno. El conocimiento incluye in-
conocimiento adecuado para América latina
formación que es valorada por determinados
debería incluir por lo menos tres característi-
agentes (epistémicos), que se proponen cono-
cas: esa sociedad debería ser justa, democráti-
cer el mundo, es decir, construir representacio-
ca y plural. Que sea justa significa que conten-
nes de él con ciertas características, pero, sobre
ga los mecanismos necesarios para que todos
todo, transformarlo (incluyendo su entorno y a
sus miembros satisfagan al menos sus necesi-
ellos mismos). Adquirir, generar y usar conoci-
dades básicas y desarrollen sus capacidades de
miento tiene una dimensión práctica (en el sen-
maneras aceptables de acuerdo con su cultura
tido de praxis) que no debe olvidarse: la gene-
específica (pluralidad), y que esto se realice
ración misma de conocimiento constituye ya
mediante una participación efectiva de repre-
una forma de transformación del mundo me-
sentantes legítimos de todos los grupos socia-
diante acciones.
les involucrados y afectados en la formulación
LECTURA Y VIDA
de los problemas y en la toma de decisiones Por eso, una sociedad cuya gestión y orga-
(democracia participativa). Así visto, este con- nización esté basada en las TICs, y aunque en
cepto resulta más prometedor para promover ella se haya constituido un nuevo espacio social
una sociedad del conocimiento en el horizonte con base en el sistema tecnológico TIC (confor-
de los países latinoamericanos. mado a partir de la convergencia de sistemas 23
como Internet, la telefonía celular, las tecnolo- herramientas fundamentales. Bajo esta perspec-
gías multimedia, el dinero electrónico, las redes tiva, se conciben no solo como productos, no so-
telemáticas, los satélites de telecomunicacio- lo como artefactos, sino más bien como medios
nes, los videojuegos, los libros y bibliotecas di- de transmisión de información y, sobre todo, de
gitales y virtuales, etc.) (Echeverría, en prensa) apoyo para la transmisión y para la generación
no necesariamente es una sociedad del conoci- de conocimiento, que deben formar parte de esos
miento. Las TICs han sido una condición nece- sistemas. Por consiguiente, su diseño y realiza-
saria para el desarrollo de la sociedad del cono- ción debería tomar en cuenta los sistemas espe-
cimiento, pero como hemos visto, este concep- cíficos en los cuales estarán insertos.
to se refiere a fenómenos mucho más amplios y
complejos que los asociados únicamente a di- En segundo término, es clave entender que
chas tecnologías. el conocimiento solo puede transmitirse y gene-
rarse por medio de prácticas sociales. Los con-
Es especialmente importante no reducir la tenidos de los libros, cuando están fuera de la
idea de sociedad del conocimiento a una socie- relación con sus autores y los usuarios, no cons-
dad que dispone ampliamente de tecnologías de tituyen conocimiento, pues este solo se logra
la información y la comunicación, porque eso mediante adecuadas interpretaciones y otro tipo
puede llevar a la equivocada creencia de que el de acciones por medio de las cuales los agentes
tránsito a una sociedad del conocimiento des- los incorporan a sus diferentes prácticas.
cansa en un incremento en el uso de artefactos
tales como teléfonos móviles, computadoras, Así, bajo esta perspectiva, el libro y las bi-
conexiones a Internet, libros y bibliotecas digi- bliotecas no son productos que se busquen co-
tales y virtuales, y en las interacciones en ese mo fines en sí mismos –salvo en ciertos casos
nuevo espacio social. El énfasis en una auténti- como, por ejemplo, cuando el libro es un fin
ca sociedad del conocimiento, en cambio, debe que se aprecia por los valores estéticos que sa-
ser puesto en la educación de las personas y en tisface–, sino que estos se entienden más bien
lograr condiciones que garanticen el desarrollo como partes constitutivas de sistemas de gene-
de sus capacidades para aprovechar el conoci- ración y transmisión de conocimiento que exis-
miento ya existente, para generar el nuevo que ten solo en la medida en que se los incorpora a
se requiera para la solución de sus problemas y distintas prácticas sociales de diferentes grupos
para la realización de sus planes de vida, así co- humanos.
mo en que exista una efectiva disponibilidad
Entendemos a las prácticas sociales como
pública del acervo universal de conocimiento.
constituidas por grupos humanos cuyos miem-
bros realizan ciertos tipos de acciones buscando
fines determinados. Por tanto, además de suje-
El libro, la lectura y las bibliotecas tos, estos seres humanos son agentes. Los fines
en la sociedad del conocimiento que persiguen y las acciones que realizan son
evaluados en función de un conjunto de normas
Luego de considerar el contexto hasta aquí es- y valores característicos de cada práctica; así,
bozado, podemos examinar ahora algunas refle- las prácticas incluyen una estructura axiológica.
xiones sobre el libro, la lectura y las bibliotecas Además las acciones son guiadas por las repre-
en el horizonte de una sociedad del conocimien- sentaciones (creencias, teorías y modelos) que
to, con una especial preocupación sobre su de- tienen los agentes, y por conocimiento tácito.
sarrollo en América latina. En todas las sociedades hay prácticas, por ejem-
plo, económicas, técnicas, educativas, políticas,
En primer lugar, para promover que los recreativas y religiosas. En las sociedades mo-
países de América latina se acerquen hacia una dernas hay, además, prácticas tecnológicas y
sociedad del conocimiento, las políticas públi- científicas.
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novación, especialmente en los países latinoame- enteras que se adaptan a ellas, sino más bien
ricanos, se encuentra el fomento de la cultura en libros y bibliotecas que, en formatos di-
científica y tecnológica con una sensibilidad a ferentes, son incorporados en las prácticas
la diversidad cultural, junto con la revaloriza- sociales de todo tipo: productivo, educativo,
26 ción de los saberes tradicionales y de acciones recreativo, cultural, religioso, deportivo,
etc., y por tanto, son los libros y las biblio- propietarios de los conocimientos que hacen
tecas los que tienen que diseñarse de acuer- posible tal innovación– y, por otra parte, quie-
do con tales prácticas. En ese sentido, en su nes sostienen que el conocimiento debe ser un
diseño debe tomarse en cuenta la amplia di- bien público, como lo ha sido, por ejemplo, el
versidad de tales prácticas. conocimiento científico, en su sentido clásico
y tradicional, es decir, el conocimiento que se
2.- La segunda condición que deben satisfacer
publica sin ánimo de lucro, y que si no se ha-
los Estados con el respaldo de los organis-
ce público simplemente no califica como co-
mos internacionales es el acceso efectivo a
nocimiento.
la información, es decir, que esta esté dispo-
nible de manera irrestricta, vigilando el Esta disputa se ejemplifica claramente en
cumplimiento de las regulaciones en mate- las tendencias opuestas a mantener códigos ce-
ria de propiedad intelectual. rrados o abiertos en la industria informática,
que reflejan los intereses encontrados de quie-
Si el primer tipo de condiciones debería lo-
nes ven en el nuevo espacio social facilitado
grarse por medio de la educación, tanto formal
por las TIC’s básicamente un mercado, o quie-
como informal y la extensión permanente, el
nes consideran que ese espacio, al igual que
segundo tipo debería lograrse mediante la exis-
los territorios en el sentido tradicional, no solo
tencia de bibliotecas, en todos sus formatos,
es mucho más complejo que un mercado, sino
tradicionales, digitales y virtuales, que estén
que además puede y debe ser democratizado.
realmente a disposición de todo ciudadano. Pe-
En esta línea han caminado los movimientos
ro esto requiere a la vez del desarrollo de la in-
globales como los de Wikipedia y el del soft-
fraestructura necesaria, por una parte, y, como
ware libre, que aportan ejemplos de gestión
señalaremos a continuación, de una regulación
democrática del conocimiento (Echeverría, en
internacional, especialmente aplicable al espa-
prensa).
cio virtual, que es transnacional, realizada y vi-
gilada por nuevas agencias internacionales y El escenario que veremos desarrollarse en
globales. el futuro próximo, entonces, será seguramente
la intensificación de la pugna entre, por un lado,
la tendencia a expandir la propiedad privada del
La privatización del conocimiento conocimiento –que claramente es una forma de
poder– y, por otro lado, el crecimiento y forta-
Para terminar, quisiera mencionar un fenómeno
lecimiento de espacios públicos que generen y
que ha acompañado al surgimiento de la socie-
precisamente hagan públicos los conocimientos
dad del conocimiento, y que plantea agudos
(al menos, en principio, dentro de una cierta co-
problemas sociales que afectan el futuro del li-
munidad abierta y accesible a cualquiera). Esta
bro y de las bibliotecas: la privatización del co-
última tendencia quiere poner en competencia
nocimiento.
estos conocimientos con aquellos privados que
En efecto, una de las características de la solo se distribuyen por medio del mercados y
actual sociedad es precisamente el surgimiento reportando ganancias económicas a quienes de-
de mercados de conocimiento con la consi- tentan la propiedad privada de tales conoci-
guiente privatización de los conocimientos que mientos. Pero es importante subrayar que en el
ahí se intercambian que, por lo tanto, generan caso de los conocimientos que están disponi-
ganancias económicas. Esta situación ha cau- bles para una comunidad, y que usualmente
sado una división entre quienes consideran circulan en una red con infraestructura
correcto que cierto tipo de conocimien- TIC, pasan a ser realmente bienes públi-
to se mantenga en el ámbito privado cos, pues pueden ser apropiados por
y, por consiguiente, que existan cualquier otra comunidad, si resul-
beneficios exclusivos para quie- tan adecuados para sus prácticas
LECTURA Y VIDA
incluso conveniente, un sistema de coexisten- 3. Para una discusión de estos conceptos pueden re-
cia entre formas de producción, distribución y visarse Quintanilla (2005) y Olivé (2007).
acceso a libros que permitan el beneficio priva-
do, pero bajo regulaciones internacionales vigi- 4. Aquí no hacemos distinción alguna entre “sabe-
ladas por agencias globales con medios para res” y “conocimientos” tradicionales. Estos tér-
28 minos se usan como sinónimos.
Referencias bibliográficas Este artículo fue recibido en la redacción de LECTURA
Y VIDA en abril de 2009 y aceptado para su publica-
Echeverría, J. (1999). Los Señores del Aire: Telé- ción el mismo mes.
polis y el Tercer Entorno. Barcelona: Destino.
Echeverría, J. (2003). La revolución tecnocientífi-
ca. Madrid: Fondo de Cultura Económica.
Echeverría, J. (en prensa). Las repúblicas del cono- * Doctor en Filosofía por la Universidad de Ox-
cimiento. En R. Suárez (ed.). Sociedad del cono- ford. Profesor de Filosofía en la Universidad
cimiento. Propuestas para una agenda concep- Nacional Autónoma de México. Especializado
tual. México: UNAM. en epistemología, filosofía de la ciencia y filo-
sofía moral y política. Su libro más reciente es
Olivé, L. (2007). La ciencia y la tecnología en la La ciencia y la tecnología en la sociedad del co-
sociedad del conocimiento. México: Fondo de nocimiento. Ética, política y epistemología.
Cultura Económica.
Quintanilla, M. Á. (2005). Tecnología: un enfoque
filosófico y otros ensayos de filosofía de la tec-
nología. México: Fondo de Cultura Económica.
Para comunicarse con el autor:
olive@unam.mx
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