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LUCÍA ARAYA VENEGAS*

¿QUÉ NOS PASA


EN ESCRITURA?
HIPÓTESIS SOBRE LOS PROBLEMAS EN
LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA ESCRITA

Este artículo presenta hipótesis sobre


las causas que originan el mal aprendizaje
de la escritura entre alumnos escolarizados
normalmente. En él se revisan las caracte-
rísticas propias de la lengua, el tipo de co-
dificación del español escrito, las ventajas
y desventajas de la codificación alfabética
e ideográfica, las diferentes perspectivas
didácticas, la actitud del docente y la cali-
dad de la formación.

Todos estos elementos de análisis se


comparan con lo que la lengua escrita es y
su función en el mundo contemporáneo.
De este análisis se desprende la brecha
existente entre lo que la escuela ofrece co-
mo oportunidades de aprendizaje y las ne-
cesidades de uso de la escritura; compara-
ción iluminadora acerca de las causas que
originan las deficiencias de los niños al es-
cribir.

El artículo finaliza con conclusiones


que son, a la vez, sugerencias para reme-
diar el déficit.
Introducción Por su parte, Daniel Cassany, en España,
observa que “alumnos escolarizados normal-
La enseñanza de la escritura parece estar en cri- mente presentan ineptitud para usar la lengua
sis. Por doquier escuchamos reclamos y quejas escrita en situaciones elementales...” Y agrega
acerca del modo en que alumnos con muchos que esta situación “tiene que obligarnos a pen-
años de escolaridad y, por lo tanto de enseñan- sar que hay algo en la escuela que no funciona
za, utilizan esta básica herramienta. como debería” (2002: 11).

¿Qué ocurre? ¿Por qué los escolares no es- La necesidad del dominio de la escritura co-
tán aprendiendo a escribir satisfactoriamente? mo herramienta básica de integración al mundo
En este artículo, pretendemos enfocar ese pro- contemporáneo nos muestra la gravedad del
blema desde la óptica de la codificación. Este problema. Henao et al. señalan:
aspecto ha sido bastante menospreciado por los “Diversos autores han señalado el poder que tie-
docentes e investigadores en las últimas déca- ne la actividad de escritura como medio para
das, al considerarlo un asunto muy menor en la comprender y captar nuevas significaciones de
adquisición del lenguaje escrito. Sin embargo, un tema u objeto de conocimiento. El acto de
es posible que un estudio serio de esta variable escribir, de organizar las ideas con la intención
arroje luces sobre lo que está pasando con el de comunicarlas a otros, no solo evidencia el
aprendizaje de la escritura y nos ayude a propo- conocimiento que ya tenemos, sino que refuer-
ner caminos a través de los cuales transitemos za, transforma y activa ese conocimiento. La
comprensión de lo que se está intentando escri-
una mejoría en su enseñanza.
bir crece y cambia durante el proceso de compo-
sición. La escritura es un acto de reflexión y
A modo de ejemplo, el día 4 de Junio del análisis; mientras componen un texto, los auto-
2006, el diario El Mercurio, de Santiago de Chi- res están aprendiendo sobre los temas tratados y
le, titula un reportaje del siguiente modo: “Los sobre sí mismos”. (2006: 7-8)
alumnos universitarios no manejan el español
escrito” (Levinsky, 2006); de esa forma se resu- Emilio Tenti Fanfani, citado por Elmelaj,
men investigaciones de tres de las principales amplía esta visión y la integra a la idea de ciu-
universidades chilenas que sostienen que sus dadanía y a la vida democrática.
cohortes de ingreso tienen serias deficiencias en
“El que no puede expresar lo siente, lo que de-
la utilización de la escritura.
sea o no desea, etc., no puede hacer cosas con
las palabras y, por tanto, delega el poder en
Este hecho, de suyo preocupante, lo es toda- quien tiene ese don. Por lo tanto, la consecuen-
vía más si se considera que todas las personas cia es la malversación de confianza, la traición,
examinadas tienen, por lo menos, doce años de la promesa incumplida”. (Tenti Fanfani en El-
enseñanza sistemática. Además, como se trata melaj, 2006: 46)
de tres universidades de alto prestigio, puede
pensarse que sus alumnos están dentro de los Para reflexionar sobre nuestra pregunta ini-
mejores de sus respectivas promociones de la cial, “¿qué nos pasa en escritura?”, parece in-
escuela secundaria; que han superado la barrera dispensable pensar acerca de lo que le pasa a la
de la Prueba de Selección Universitaria y han escuela, que está obteniendo tan magros resul-
obtenido puntajes suficientes como para poder tados. Para este análisis, se proponen tres temas
postular y ser aceptados por universidades que sobre la cuestión del quehacer de la escuela:
seleccionan fuertemente a sus estudiantes. La
pregunta que surge, por lo tanto, es: ¿cómo ma- 1) Qué se pretende con el aprendizaje de la es-
nejarán el lenguaje escrito los escolares que tie- critura.
nen un rendimiento inferior a los que fueron in- 2) Tipos de didáctica.
vestigados y que representan a la mayoría del
país? 3) Características de la codificación española.
1. Qué se pretende con del lenguaje escrito que lo diferencian del oral;
la enseñanza de la escritura entre ellas, la imposibilidad de completar los
mensajes acudiendo a sistemas no verbales.
A priori, se puede decir que se pretende que los Aquí, toda la información debe trasmitirse por
alumnos adquieran la lengua escrita. Sin embar- unas huellas visuales llamadas “palabras” y es-
go, esta afirmación remite de inmediato a una tas deben estar bien codificadas y bien organi-
noción: ¿qué es la lengua escrita? zadas para expresar cabalmente el pensamiento
del autor.
Los estudios lingüísticos la definen como
un sistema autónomo y autoconsistente, con Por otro lado, desde otra perspectiva, puede
unidades mínimas específicas, con relaciones decirse que la escritura es una organización
fijas entre sus unidades y con niveles de organi- simbólica colectiva que permite la acumulación
zación estructurados y relacionados entre sí y el traspaso del conocimiento y, de este modo,
(Beharés y Erramouspe, 1999: 187). Por lo tan- crea una cultura. Este modo de aproximación
to, el estudiante que aprende a escribir se en- añade otros dos elementos fundamentales en el
frenta a un sistema estructurado, que tiene sus estudio del lenguaje escrito: organización co -
propias unidades –y no las que él imagina– con lectiva y cultura.
sus propias relaciones y niveles de organiza- Los símbolos escritos son colectivos, es de-
ción, todos ellos obligatorios, aunque el alumno cir, participan del conocimiento compartido de
quiera desconocerlos. La primera conclusión, un grupo social extenso y, por esa razón, son ca-
entonces, es que la lengua escrita debe ser paces de crear una cultura. Esa creación es la
aprendida tal como ella es. cultura letrada, de la cual participa un colectivo
Tal vez en este aspecto del sistema de la muchísimo más amplio que de la oral: al no po-
lengua residan algunos de los problemas que seer las sujeciones de tiempo y espacio que son
tienen los alumnos en el aprendizaje de la es - características de la oralidad, los lectores pue-
critura. den “dialogar” con un emisor ubicado varias
centurias atrás en el tiempo y en un espacio
completamente desconocido. Es esta cultura la
¿Qué es la escritura? que, en tanto patrimonio común, afirma la co-
lectividad del conocimiento. Es decir, los térmi-
La respuesta a esta pregunta puede abordar nos “colectivo” y “cultura” son dos elementos
una multiplicidad de puntos de vista. Podemos que dependen el uno del otro: sacrificar el in-
empezar diciendo que se trata de un ente social greso a este conocimiento es sacrificar el ingre-
que permite una interacción remota entre un yo so a la cultura.
y un no-yo. De esta perspectiva destacaremos Otro aspecto interesante de considerar
dos elementos de gran importancia: el concepto cuando analizamos las significaciones del con-
de ente social y el de interacción remota. El pri- cepto de escritura es que esta transforma defini-
mero de ellos señala que la escritura es un obje- tivamente a la persona que la aprende en un ser
to social, no individual, y que permite una inte- “bicultural” (Alisedo, Melgar y Chiocci, 2004).
racción cuando la comunicación cara a Esta apreciación apunta a que quien es-
cara no es posible. Este elemento cribe sigue integrado a la cultura
apunta a la imposibilidad indivi- oral, a la que incluso perfecciona
dual de cambiar el lenguaje es- con su manejo de la lengua es-
crito y, dentro de él, a la codi- crita, pero ya no depende de
ficación: cada persona podrá ella y de sus limitaciones.
expresar su pensamiento con Fundamentalmente, con esta
alguna originalidad, lo que nueva herramienta comunica-
es deseable, pero no con tan- tiva, ingresa a otro dominio
ta que su escritura sea un caracterizado por parámetros
texto indescifrable para los universales, atemporales, mul-
demás. tifacéticos y permanentes; ingre-
El aspecto de la interacción re- sa a la cultura letrada, que le pro-
8 mota se refiere a aquellas características porciona la dimensión propiamente
contemporánea. La palabra escrita amplía los
horizontes de quien la maneja, al permitirle
comprender cómo es la visión del mundo que
tienen los otros y, a la vez, le permite comunicar
su visión personal del mundo y de la vida.
De todo lo dicho podemos precisar mejor
cuál es el objetivo de la enseñanza: la utilización
óptima de un sistema simbólico en un contexto
social y cultural, para uno mismo y para los de-
más. Si la intención didáctica de la escritura
apuntara al cumplimiento óptimo de este fin, la
enseñanza no aceptaría un resultado mediocre,
lo que implicaría unas destrezas precarias y par-
celadas, imitación pálida de lo que es realmente tomados de escritos literarios, orienta y a veces
saber escribir. reemplaza las prácticas de redacción. No hay
En lo que se refiere a la intención didáctica, insistencia en la comunicación escrita. Esta úl-
el no tener claro este objetivo podría ser otra de tima está, más bien, ligada al área artística de la
las causas que expliquen las deficiencias en la lengua, es decir a la apreciación y producción
enseñanza y aprendizaje de la escritura. literarias. De este modo, podría suceder que un
profesor pida a sus alumnos que escriban un
cuento, pero puede no preocuparse de que usen
2. Didácticas de la escritura la lengua escrita en situaciones cotidianas. En el
fondo, esta didáctica asocia el escribir con el
Hoy, hay principalmente dos didácticas que se transcribir. La buena transcripción es apreciada
reparten la enseñanza de la escritura en el aula: en sus diversos aspectos: caligrafía, ortografía o
1) la didáctica que se centra en la transcripción copia feliz de modelos literarios.
y 2) la didáctica que se centra en la comunica- Según Ferreiro y Teberosky, este sistema
ción. Haremos una breve reseña con las caracte- propicia
rísticas de cada una.
“un niño que espera pasivamente el reforza-
miento externo de una respuesta” [...] “un niño
que recibe de a poco un lenguaje enteramente
Didáctica centrada en la transcripción fabricado por otros”. (1990: 22)
En este caso, la enseñanza va de lo simple a lo Dado que no se consideran las necesidades
complejo, fraccionando la tarea de aprendizaje personales de escritura, esta modalidad de en-
en pequeñas subtareas que simplifican el todo. señanza puede producir una falta de apropia-
Estas subtareas mencionadas son propuestas y ción del valor de esta herramienta en la vida
evaluadas por el profesor. El sistema de ense- diaria. En síntesis, esta didáctica produce un
ñanza es de fácil comprensión para el alumno y manejo reproductivo de la lengua, lo que, evi-
de didáctica organizada y clara para el docente. dentemente, tiene un valor, pero no cubre todo
Se ejercitan las destrezas necesarias para que el el objetivo que debe cumplir la enseñanza de la
acto de escribir se produzca, para lo cual se ob- escritura.
jetivan procedimientos y se pretende producir
En las consecuencias producidas por esta
respuestas claramente observables. Hay preocu-
actitud didáctica se puede encontrar otra expli -
pación por el aprendizaje de las destrezas moto-
cación de lo que está pasando con el aprendiza -
ras.
je de la escritura.
Desde esta perspectiva, la lengua escrita es
considerada un sistema externo al alumno y, por
lo tanto, se enfatiza la reproducción de buenos Didáctica centrada en la comunicación
modelos, tanto en los aspectos motores como en
los de producción de textos. Así pues, la lectura Las didácticas que ponen su foco central en la
de buenos modelos de escritura, generalmente comunicación conceden una escasa importancia 9
al acto motor. Lo único que realmente interesa puede entrar dentro de los límites de la incom-
en esta perspectiva es la producción de mensa- patibilidad con el aprendizaje de lo que es real-
jes: quien produce grafías con la intención de mente la lengua escrita. Este enfoque “está de-
decir algo está escribiendo, aunque no cumpla masiado centrado en el enseñado, pero, al ser
con las convenciones de la escritura. asumido como tal, requiere definir con rigor si-
milar las otras dos instancias (el saber y el ense-
En esta didáctica no hay enseñanza sistemá- ñante) y sus articulaciones” (Alisedo, 2004: 44).
tica de los grafemas ni interés por la correcta
transcripción. No se enseña a escribir en el sen- En este caso, faltaría más precisión sobre el
tido de “transmisión de un objeto cultural” del conocimiento de lo que es la lengua escrita y so-
docente al alumno. El papel del maestro es el de bre el rol del docente en la integración de este
conocimiento. Faltaría, además, la articulación
“un espectador calificado cuyas funciones están
en interpretar los modos de construcción pro- entre el maestro, el alumno y el conocimiento,
gresiva del objeto lingüístico por el niño y en fa- es decir, la didáctica.
cilitar las interacciones que el niño continúe te- Los dos elementos anteriores, es decir, el
niendo con éste”. (Beharés y Erramouspe, 1999: conocimiento sobre la naturaleza de la lengua
190)
escrita y el rol del docente también podrían ilu -
¿Cómo se plantea el “profesor espectador” minarnos acerca del porqué de los malos resul -
esta didáctica? No se permite la acción norma- tados que la escuela está teniendo en la ense -
tiva, puesto que ella impediría la “reconstruc- ñanza de la escritura.
ción” personal del sistema de escritura. Su ac-
ción didáctica se limita a inferir la relación
comprensiva del niño con la escritura y a in- 3. El objeto de aprendizaje:
fluir para que acceda a hipótesis de niveles su- la lengua escrita
periores.
Antes de enfrentar cualquier proceso de ense-
La secuencia y duración del proceso de
ñanza, es indispensable que el docente maneje
aprendizaje son personales y están determina-
con propiedad el objeto de conocimiento que
das por el desarrollo de las capacidades lingüís-
deberán aprender sus alumnos. En este caso, el
ticas del niño. Para estimular este desarrollo, el
español escrito y sus características. A continua-
profesor proporciona ocasiones de escritura. A
ción, veremos algunas de estas características,
través de estas situaciones, el niño interactúa
especialmente significativas para el objetivo de
con la lengua y, en este proceso, aprende.
este artículo.
Estos rasgos hacen que algunos autores
piensen que en este enfoque no hay didáctica,
ya que esta surgiría de una alfabetización inten- Tipos de codificación
cional:
“[este enfoque] es insuficiente en lo pedagógico Una característica del español es su codifica -
porque opera con un sujeto que se alfabetizaría ción alfabética; es decir, que el español escrito
espontáneamente, por lo cual le cuesta se constituye codificando los sonidos de
configurar un modelo didáctico la lengua oral.
que […] lo sitúe en el horizonte de
la alfabetización intencional” Un sistema diferente de codi-
(García, citado por Alisedo et ficación es la codificación ideo -
al., 2004: 44, 45). gráfica, en la que se codifican
las ideas que se quieren repre-
El objetivo de la enseñan- sentar. En este sistema, la es-
za en este caso es posibilitar critura no se relaciona con el
la recreación personal de lo lenguaje oral sino que alude a
que es la escritura. Esta aspira- conceptos que son plasmados en
ción, si bien interesante como un dibujo esquemático que, a tra-
objeto de investigación y com- vés de sucesivas simplificaciones
10 prensión del acceso a la escritura, se constituye en signo lingüístico.
Figura 1: Codificación ideográfica

Fuente: Association Francaise pour la Lecture (1989). Les Actes de Lecture, 27, 23.
La traducción al español es nuestra.

En la primera línea de este ejemplo tomado Ahora bien, veamos sus ventajas. Para em-
del idioma japonés (Figura 1), se observan los pezar, el uso de ideogramas permite la comuni-
conceptos que quieren ser representados ideo- cación con hablantes de lenguas desconocidas.
gráficamente: un terreno sembrado, la mano, la En China existen 1.100 millones de personas
boca y la luna. En la segunda línea se aprecian que hablan aproximadamente 800 lenguas dife-
los dibujos esquemáticos que son simplificados rentes. Como las personas alfabetizadas mane-
en la tercera línea, para llegar a formar el signo jan los mismos ideogramas y estos codifican los
lingüístico, la palabra escrita, en la cuarta línea. conceptos y no el lenguaje oral, la comunica-
Así pues, los ideogramas no tienen relación con ción es posible a pesar de las diferencias idio-
los sonidos de la lengua oral sino que aluden di- máticas. La escritura representa aquí un nexo in-
rectamente al concepto sin ser mediatizados por valuable de unión e interacción.
otro nivel de lenguaje.
Por otro lado, otra de las ventajas es la uni-
ficación de significante y significado que se
Probablemente, la mayor desventaja de este
produce en esta codificación. Por este motivo, el
tipo de codificación resida en el gran número de
estudiante no puede leer sin comprender, ya que
signos. Un individuo de cultura media necesita
descifrar el signo significa leer el concepto.
conocer alrededor de 3.000 signos para com-
prender textos de mediana dificultad y poder Como tercera ventaja señalaremos que la es-
expresarse por escrito. Si a esto se suma la po- critura ideográfica permite decir mucho con po-
sible coexistencia de otros alfabetos, la cifra de cos signos, lo que llamaremos maximización de
signos que debe aprender aumenta considera- conceptos. El acento se pone, por las característi-
blemente. (El estudiante japonés debe memori- cas de la codificación, en los conceptos y no en las
zar los ideogramas y, además, otros dos alfabe- palabras. De este modo, la carga conceptual de los
tos, uno fonético y otro silábico, con más de 40 textos es alta, aunque estos sean mucho más bre-
signos cada uno). ves que aquellos codificados alfabéticamente. 11
Por último, destacamos como ventaja que polivalencias gráfica y fónica ocasiona dificul-
estos sistemas permiten una lectura activa y per- tades en la codificación y decodificación del
sonal. Como el lector está leyendo directamente lenguaje escrito. Es aquí donde radican las difi-
los significados, la posición del que descifra sin cultades de codificación del español y no en el
comprender no tiene cabida, como ya dijimos. aprendizaje de los grafemas. Es aquí, pues, don-
Del mismo modo, cada concepto es enriquecido de deberían centrarse los esfuerzos del docente,
por los otros que lo acompañan y por la cultura puesto que no dominar estos aspectos es conde-
propia del lector, que puede añadir connotacio- narse a un mal uso de la lengua escrita.
nes a los conceptos. Así pues, es difícil asumir Otra de las causas del mal dominio de la
una actitud pasiva frente a la lectura. escritura podría radicar, entonces, en el hecho
de que la codificación es entendida como
aprendizaje de letras. Se omite, por lo tanto, lo
Analicemos ahora las ventajas y desventa- central de la enseñanza: las diferentes relacio -
jas de la codificación alfabética. La principal nes entre fonemas y grafemas.
ventaja es su escaso número de signos. Frente a
los 3.000 signos ideográficos, además de los Como sostiene Alisedo,
correspondientes signos silábicos y fonéticos “En el siguiente enunciado gráfico: La ceniora
que aprende un estudiante japonés, aprender 28 eztava yorando zin konzuelo debemos considerar
grafemas parece casi irrelevante. que no se trata de una forma desviada del espa-
ñol gráfico, sino que no es español”. (1999, 262)
Ciertamente, no es en la enseñanza de los gra-
femas donde deberían centrarse con más fuerza Siguiendo esa misma lógica, se puede decir
las estrategias didácticas. Los aprendizajes sim- que el no utilizar correctamente las diferentes
ples no deberían requerir de mucha dedicación ni relaciones fonema-grafema no es escribir mal
de largo tiempo de enseñanza. La didáctica po- sino que significa no saber escribir.
dría otorgarle un énfasis especial a aquellos El estudio del idioma revela la importancia
aprendizajes que sí ofrecen dificultades, como de enseñar la estructura de la lengua y las carac-
los que señalaremos en las líneas que siguen. terísticas que adopta el sistema gráfico. La di-
dáctica debería conducir a los alumnos hacia su
La relación fonema-grafema. Se dijo ante-
conocimiento y utilización óptima.
riormente que el idioma español codifica los so-
nidos de la lengua oral, llamados “fonemas”, en La tolerancia con los errores grafemáticos,
sus correspondientes signos escritos o grafemas. el creer que es suficiente con que “el profesor
Sin embargo, no existe en este idioma un total entienda” lo que los estudiantes escriben, pue -
paralelismo lingüístico en el sentido de que a ca- de colaborar con la persistencia de los errores
da unidad del sistema fonológico correspondiera en la escritura.
una unidad del sistema grafemático. Los fenó- Los distintos tipos de relación entre fonemas
menos de polivalencia gráfica (correspondencia y grafemas del español pueden ser clasificados en
entre un fonema y varios grafemas) y polivalen- cinco o seis niveles de dificultad (Araya, 2005).
cia fónica (correspondencia entre un grafema y Solo el primero de ellos corresponde a una rela-
varios fonemas) impiden esta relación biunívo- ción biunívoca. En los niveles que siguen, la rela-
ca. En efecto, un determinado fonema no siem- ción se hace cada vez más compleja e imposible
pre es representado por un único grafema, sino de descubrir espontáneamente por los estudiantes.
por dos, tres y hasta cuatro grafemas diferentes.
Para dominar esta complicada estructura de
Y, al contrario, hay ocasiones en que un único
relaciones, la enseñanza directa es imprescindi-
grafema codifica dos fonemas distintos.
ble. Según Anna Camps,
Los desvíos del paralelismo son, por lo tan- “para aprender la complejidad de los usos escri-
to, desvíos de la biunivocidad del sistema. Sin tos, tiene que haber actividades de enseñanza y
embargo, esta selección no se hace al azar sino aprendizaje que prevean que hay conocimientos
que cada desvío está perfectamente normado y específicos... que habrá que enseñar para que
es absolutamente obligatorio. Esto se debe a la puedan ser aprendidos”. (2003: 22)
reacomodación del sistema para que los desvíos En la falta de enseñanza directa puede ha -
del paralelismo no afecten su permanencia ni ber otra causa de las dificultades que los alum -
12 estructura. La multivocidad producida por las nos tienen con la escritura.
Para que los docentes de los primeros años La codificación ha sido subestimada porque
básicos puedan enseñar sistemáticamente estas se la ha asimilado a la sola enseñanza de los gra-
complejidades, necesitan conocer el funciona- femas sin percatarse que implica también el co-
miento de la lengua. Según María Eugenia Du- nocimiento de la estructura del objeto lingüísti-
bois, citada por Rodríguez, los docentes deben co. Sin esta conciencia, la lengua escrita pierde
cumplir tres metas: su calidad de objeto cultural y de puerta de ac-
ceso a la cultura letrada.
“Una, brindar espacios para la realización coti-
diana de actos de lectura y de escritura; la se- En palabras de Graciela Alisedo,
gunda se refiere a saber sobre los procesos de
“si la composición grafemática se transforma en
lectura y escritura y su aprendizaje, y la tercera
variante libre, se puede llegar a que la lengua
meta es saber hacer la práctica pedagógica en
gráfica pierda su carácter y se transforme en va-
esa área”. (Rodríguez, 2006: 5)
riante personal, es decir, en idiolecto…” (1999:
Y continúa Dubois: 263-264)
Es decir, si no apoyamos la adquisición de
“El hacer pedagógico no depende de la aplica-
la norma grafemática, la escritura no sería un
ción mecánica de ciertos procedimientos. De-
pende de un conocimiento y una reflexión objeto social y cultural sino un código cifrado
profunda de las teorías de la materia que se va para cada usuario. Así, mientras la codifica-
a enseñar...” (Rodríguez, 2006: 5) ción ideográfica constituye un lazo de comuni-
cación entre hablantes de distintos idiomas, la
La escasa formación de los docentes sobre escritura alfabética, con una estructura infini-
la lengua y sus características podría estar tamente más económica, construye, al estar
dentro de las causas del mal uso de la lengua mal codificada, la incomunicación entre ha-
escrita por parte de los alumnos. blantes del mismo idioma.

13
Conclusiones Beharés, L. y Erramouspe, P. (1999). Reflexiones
sobre el yo y el otro en las instancias iniciales
1. La didáctica de la escritura debe sustentarse de la adquisición de la lengua escrita.
En S. González y L. Ize de Marenco.
en el estudio de la lengua. Sin conocer el
Escuchar, hablar, leer y escribir en la EGB.
idioma no se conoce lo que deben aprender Buenos Aires: Paidós.
los estudiantes.
Camps, A. (2003). Miradas diversas a la enseñanza
2. El conocimiento de la escritura necesita sa- y el aprendizaje de la composición escrita.
ber de sus diferentes elementos: grafemas, Lectura y Vida, 24 (4), 14-23.
codificación, sintaxis, expresión de ideas,
etc. Todos son necesarios y no debe desde- Cassany, D.; Luna, M. y Sanz, G. (2002). Enseñar
Lengua. Barcelona: Graó.
ñarse ninguno.
Elmelaj, J. (2006). Una mirada integradora
3. La lengua escrita da acceso a una cultura para alfabetizar a jóvenes y adultos. Lectura
más profunda y más amplia. Para que ello y Vida, 27 (2), 44-54
sea efectivamente así, el código debe ser so -
cial y no una variante personal. Ferreiro, E. y Teberosky, A. (1990). Los sistemas
de escritura en el desarrollo del niño.
4. La enseñanza directa es imprescindible pa- Madrid: Siglo XXI.
ra adquirir bien la lengua escrita.
Henao A., O.; Chaverra, D.I.; Wilson Bolívar, B.;
5. Los grafemas no abarcan toda la codifica- Puerta, D. L.; Villa, N. H. (2006). La producción
ción. Un elemento imprescindible en la en- escrita mediada por herramientas informáticas.
señanza de la escritura son las relaciones fo- La calidad textual, el nivel de aprendizaje y la
nema-grafema. motivación. Lectura y Vida, 27 (2), 6-11.

6. La codificación alfabética separa la escritu- Levinsky, E. (2006, 4 de junio). Enseñanza


Superior: universitarios no dominan el español.
ra en significante y significado. Por lo tan-
El Mercurio: 11.
to, toda didáctica de la escritura debería
abordar ambos elementos. Rodríguez, M. E. (2006). Editorial. Lectura
y Vida, 27 (2), 4-5.
7. La separación dicotómica entre didácticas
opuestas ha empobrecido la enseñanza de Sosnoski, D. (2004). Introduction to Japanese
la escritura. En este punto también podría Culture. Rutland, Vermont and Tokyo: Charles
encontrarse una explicación a lo que está Tuttle Company.
pasando con el aprendizaje del lenguaje
escrito.

Este artículo fue recibido en la Redacción de


LECTURA Y VIDA en agosto de 2006 y aceptado
para su publicación en septiembre del mismo año.

Referencias bibliográficas

Alisedo, G. (1999). Didáctica de la ortografía. * Profesora de Español. Licenciada en Educa-


En S. González y L. Ize de Marenco. Escuchar, ción. Master en Ciencias de la Educación de la
hablar, leer y escribir en la EGB. Universidad de Lovaina, Bélgica, especialista
Buenos Aires: Paidós. en lectura y escritura.
Alisedo, G.; Melgar, S. y Chiocci, M. C. (2004).
Didáctica de las Ciencias del Lenguaje. Actualmente es docente e investigadora de la
Buenos Aires: Paidós. Universidad Católica Silva Henríquez de San-
tiago, Chile. Dirige los Postítulos en Lengua
Araya, L. (2005). ¿Cómo enseñar a escribir? en la misma universidad.
Santiago de Chile: Ediciones Universidad
14 Católica Silva Henríquez.
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