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Al ahondar en los tipos de riesgos laborales, nos encontramos con cifras poco alentadoras. Así,
los accidentes en el ámbito laboral y las enfermedades contraídas en el trabajo se cobran cada
día la vida de 7500 personas en todo el planeta.
Estos incidentes no solo afectan al trabajador, sino que también pueden salpicar a la familia y a
la empresa, de tal forma que se pone en riesgo la economía. Con esta información sobre la
mesa, te desgranamos las principales clases de peligros en el seno del trabajo.
La era digital plantea problemas que todavía quedan por solventar en la prevención de riesgos
laborales. En este sentido, te toparás con un entorno laboral cambiante, que obliga a plantear
nuevas medidas de prevención diseñadas para atajar las nuevas formas de siniestralidad.
Abordemos, pues, los diversos tipos de riesgos laborales. Te ayudarán a emprender acciones
para que los empleados puedan estar protegidos ante situaciones de peligro.
Si te paras a pensar, uno de los principales riesgos reside en el ruido. Este se caracteriza por
una sensación auditiva que resulta desagradable. Si es ruido es muy fuerte, el trabajador
puede perder la capacidad de audición.
Otro riesgo de esta índole son las vibraciones. Estas, generadas por cualquier tipo de
maquinaria, pueden afectar a la columna vertebral, producir dolores de cabeza o abdominales
y problemas digestivos.
La temperatura y la humedad se perfilan también como riesgos físicos, en el caso de que sean
extremas: excesivamente altas o bajas.
Por último, las radiaciones ionizantes se traducen en ondas electromagnéticas que alteran el
estado físico del trabajador sin percibirse en el ambiente.
Riesgos químicos
Son los que se desencadenan debido a procesos químicos o por el medio ambiente. La
absorción, inhalación o ingestión de un producto químico puede generar alergias, asfixia o
algún virus.
En este caso, la exposición a virus, hongos o bacterias puede dar lugar a la aparición de
enfermedades de diversa naturaleza. Los empleados de centros sanitarios son especialmente
propensos a este tipo de riesgo laboral.
Riesgos ergonómicos
Entre los principales riesgos de tipo ergonómico sobresalen las malas posturas, el
levantamiento de peso de forma inadecuada o los movimientos repetitivos. Estos conducen al
empleado a una serie de daños físicos molestos.
Este peligro brinda cifras especialmente altas: ocupa el 60 % de enfermedades en los puestos
de trabajo y, de él, el 25 % se ocasiona por la manipulación de descargas.
Signos como el estrés, la fatiga laboral o la monotonía nos hablan de este tipo de riesgos, que
todos podemos experimentar en algún momento de nuestra vida laboral.
¿Sabes qué ocurre al manipular mal una herramienta? ¿Qué sucede con los trabajos en altura,
los que se llevan a cabo en superficies inseguras o el empleo de equipos defectuosos? Sus
consecuencias se concretan en lesiones corporales, quemaduras, cortes o cualquier clase de
contusión.
Riesgos ambientales
Son imposibles de controlar, debido a que se producen como consecuencia de una catástrofe o
daño por un fenómeno natural o por la acción del ser humano.
Dependiendo de su origen, se pueden clasificar en riesgos naturales, que son los acaecidos por
inundaciones, lluvia o tempestad; o en riesgos antropogénicos cuyo germen está en la acción
del hombre.
Para que quede más clara la necesidad de atajar estos peligros, te exponemos cifras de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT): los días que se pierden vinculados a la seguridad
y la salud representan el 4 % del PIB mundial. ¿Qué hacer para prevenir antes de lamentar o
curar?
Con respecto a los riesgos físicos, debemos posibilitar al trabajador que se proteja con todas
las medidas de seguridad posibles. Si te encuentras con un peligro a causa de la iluminación, lo
recomendable es que vigiles el tipo de lámparas y respetes los niveles de luz adecuados.
En el foco contaminante: cambia los productos causantes del daño, el proceso productivo o
delimita dicho proceso.
En el medio: limpia el puesto de trabajo y realiza una ventilación por dilución.
Los riesgos biológicos se pueden evitar a través de una vacunación y, ante todo, mediante la
protección del trabajador con el equipo indicado.
Para atajar los riesgos ergonómicos, te recomendamos que instes al trabajador a realizar
estiramientos de los músculos y las articulaciones.
Los riesgos ambientales son los únicos que no podemos tener bajo control, ya que el
desencadenante procede de la naturaleza o de la acción del hombre.
Un conocimiento profundo de estos riesgos te dará las claves para cumplir la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales.
A ello se añade la acción tanto de empresas como de gobiernos y sindicatos, cuyos esfuerzos
han de ir encaminados a una protección de los trabajadores y a una mejora de sus condiciones
en el puesto de trabajo.