Está en la página 1de 3

ADMINISTRACIÓN FINANCIERA II

Unidad II

SEMANA: 20 al 24 de Abril de 2020

PROGRAMA EDUCATIVO: Licenciatura en Administración.

GRUPOS: 601

DOCENTE: C.P. Omar Santana Rebollar.

Nota:

 La investigación se va a realizar en su libreta (apuntes).


 El archivo debe llevar el nombre del estudiante, iniciando con el apellido paterno,
apellido materno y nombre.
 El archivo lo van a enviar al jefe de grupo a más tardar el día miércoles 22 de abril
del 2020.

Actividad a realizar:

Realizar una investigación para identificar los conceptos de:


 Que es un portafolio de inversión.
 Tipos de portafolio
o Conservador
o Moderado
o Crecimiento
o Crecimiento agresivo
o Portafolio especulativo.
 Realizar un cuadro sinóptico, mapa conceptual (elegir uno solo) en su libreta con la
información proporcionada, ver anexo I. ¿qué debemos considerar para diseñar nuestro
portafolio de inversión?
Anexo I.

¿Qué debemos considerar para diseñar nuestro portafolio de


inversión?
La idea es buscar que sea el mejor portafolio posible sin exceder el máximo nivel de
riesgo que podemos asumir.

Joan Lanzagorta17 de octubre de 2018

Siempre que las personas me preguntan acerca de alguna inversión, les respondo que
deben pensar en un conjunto de instrumentos y no en uno solo. Es decir: construir un
portafolio diversificado. Uno no invierte sólo en una “cosa”, porque el riesgo es altísimo. Si
nos va bien, quizá podamos ganar mucho, pero si nos va mal, podríamos perderlo todo.
Con el patrimonio no se juega.

Un portafolio o cartera de inversiones es precisamente una colección de distintos


instrumentos de inversión, de naturaleza diferente. Hay distintas clases: acciones de
empresas de varios países (y tamaños), bonos que cotizan en mercados y monedas
diversas, bienes raíces, commodities, criptomonedas, entre muchos otros. Hay una amplia
variedad y todos se comportan de manera diferente. Hay algunos que se desempeñan
mejor en épocas de expansión, mientras que otros lo hacen en momentos de recesión.
Por eso es importante tener un poco de todo, porque no somos adivinos.

No pensemos por ahora en fondos de inversión, ya que éstos son portafolios que
representan cierta clase de activos (o buscan un cierto objetivo). Tampoco pensemos en
instrumentos específicos, no todavía.

Pensemos precisamente en qué tipos o clases de activos tendríamos que incorporar en


nuestro portafolio. Ahí se complica un poco la cosa, porque la idea es lograr un conjunto
armonioso, que sea adecuado a nuestra tolerancia al riesgo (hay personas que deben
invertir de manera más conservadora, porque sufren por la volatilidad de los distintos
mercados, mientras que otros son mucho más tolerantes). Pero, además, hay otra
variable importante: el tiempo u horizonte de inversión. Porque no es lo mismo invertir a
cinco años que a 30 años.

La idea es buscar que ése sea el mejor portafolio posible (el que puede darnos un mejor
potencial de rendimiento en el horizonte de inversión que tenemos), pero sin exceder el
máximo nivel de riesgo que estamos dispuestos a asumir. En general, debemos tomar
muy en cuenta los siguientes aspectos:

1. Los objetivos de nuestra inversión. Determinar qué queremos lograr mediante el ahorro
e inversión es una prioridad fundamental que debe tenerse en cuenta en todo momento.
Es muy distinto conformar un portafolio de inversión para comprar un televisor que para
nuestro retiro. En caso de que tengamos deudas, nuestra primera meta debe ser
pagarlas, ya que no tiene sentido invertir y recibir rendimientos a cambio, cuando
tendremos que pagar intereses mucho más elevados por nuestros créditos.

2. Nuestra capacidad de ahorro. Si estamos dispuestos a realizar una inversión para


alcanzar un fin específico, primero debemos generar los excedentes necesarios para
hacerla. Esto se logra con el ahorro. Siempre es conveniente revisar nuestros patrones de
consumo, a fin de ver qué gastos podemos controlar y recortar, con el objetivo de poder
ahorrar la mayor cantidad de dinero posible.

3. La liquidez que necesitamos. En todo portafolio de inversiones es necesario tener un


porcentaje de liquidez que nos permita afrontar con holgura cualquier imprevisto y/o
situación de emergencia que pudiera presentarse. Por ello, es importante tener siempre la
disponibilidad inmediata de un monto equivalente a entre tres y seis meses de nuestro
gasto corriente.

4. El plazo en el que podremos mantener nuestra inversión. El plazo está estrechamente


relacionado con nuestros objetivos de inversión. Entre mayor sea éste, mayores riesgos
podremos asumir y, por tanto, tendremos la expectativa de obtener un mejor rendimiento.

5. El conocimiento que tenemos sobre los distintos instrumentos de inversión. Jamás


debemos invertir en instrumentos cuyas características o cuyo funcionamiento no
comprendamos cabalmente, ya que de lo contrario nos llevaremos, generalmente,
sorpresas desagradables.

6. Protección contra la inflación. En cualquier inversión que pretendamos realizar, es


importante considerar que la expectativa de rendimientos debe superar la tasa esperada
de inflación. Siempre debemos buscar instrumentos que puedan preservar el poder
adquisitivo de nuestro patrimonio a lo largo del tiempo o que garanticen una tasa real.

7. Protección contra devaluaciones. Siempre es conveniente contar en nuestra cartera de


inversiones con un porcentaje razonable de instrumentos que proporcionen cobertura
contra posibles devaluaciones.

8. Diversificar. Éste es el punto medular de todo portafolio de inversión. Diversificar. Esto


significa invertir nuestro patrimonio en distintos instrumentos, es decir, no poner todos los
huevos en la misma canasta. La diversificación reduce significativamente los riesgos
asociados a los instrumentos de manera individual.

9. Nuestra actitud frente al riesgo. Todas las personas que tengan un horizonte de
inversión de largo plazo, es decir, por lo menos 10 años, deberían invertir una parte de
sus recursos, hasta un porcentaje con el cual no se sientan incómodas, en instrumentos
de renta variable, como las acciones, ya que por lo general tienen mayores expectativas
de rendimiento.

10. Los rendimientos que esperamos obtener. Cada persona, individualmente, debe tener
ciertas expectativas de ganancia. Es importante mencionar que, por lo general, a mayor
riesgo asumido, mayor ganancia esperada, y viceversa.

También podría gustarte