EL DETALLE

ARQUITECTONICO

Por: Lucia Alfonso

Biblioteca San
Antonio – Joan
Oliver
Barcelona, España
Año: 2007
Época: postindustrial
Arquitecto: RCR
Arquitectes

El 4 de noviembre de 2002 abrió sus

puertas la Biblioteca San Antonio – Joan
Oliver. Situada en el interior de manzana
delimitada por la calle de Manso, la ronda
de Sant Pau y las calles del Parlamento y
Borrel, es un equipamiento cultural y de
proximidad para los vecinos del barrio y
del distrito del Eixample. Entre la calle y el
jardín, la biblioteca es un mirador urbano
en el Eixample. La biblioteca se encuentra
juan al Mercado de san Antonio y lleva el
nombre del escrito sabadellense que vivió
en el barrio, Joan Oliver, conocido también por el nombre de Pere Quart.
Desde el punto de vista social y arquitectónico, la biblioteca trabaja en sinergia con el
hogar de ancianos y con los juegos para niños del patio de manzana.
El Proyecto de remodelación de esta isla la ha llevado a cabo RCR Arquitectes, y ha
convertido una antigua fábrica de caramelos en una biblioteca, una residencia de
anciano y un jardín interior. (https://www.bcnsostenible.cat).
El Detalle Arquitectónico

El ejercicio que se planteó a partir del análisis

ya hecho antiguamente a este edificio,
tomando en cuenta una de las categorías como
la es el cerramiento, RCR Arquitectes planteo
una doble fachada en las fachadas alrededor
del patio. Esta firma de arquitectos planteo
esto para tener una mayor utilidad de la luz
natural. Este edificio cuenta con tres
volúmenes, en cada uno se desarrolla una
actividad diferente, el volumen principal es
donde está ubicada la biblioteca, otro volumen
es el hogar de jubilados, y el tercer
volumen son salas de lecturas.

Estas dobles fachadas son hechas por

paneles de vidrios opacos y láminas de
acero lacado. Los paneles de vidrio son el
cerramiento que bloquea la interacción
con el exterior de una forma directa, las
láminas de acero ubicadas con una
separación entre cada una permiten el
paso de la luz solar por fragmentos
iluminando las zonas de lecturas.
El espacio existente entre
el acero y los ventanales
forman un recinto de
circulación para no tener
que atravesar el patio para
llegar de la biblioteca al
hogar de jubilados o al
revés.

Ya en la noche estos
espacios son iluminados
con luces internas, pero
aun permiten ver el patio.

Este detalle se vuelve interesante ya que

demuestra como la naturaleza puede seguir
interactuando con lo artificial y de cómo se
pueden unir para crear espacios únicos.