Gobierno

Digital
Transformación digital
de gobiernos en ALC
Transformación digital
de gobiernos en ALC
Introducción
El desarrollo de la tecnología digital
ofrece un gran potencial para la atención
de desafíos en América Latina y el
Caribe (ALC). Los paradigmas en la
región ya han cambiado para algunas
personas y empresas: cómo se
comunican, cómo hacen compras o
cómo acceden a un servicio público. Sin
embargo, este avance aún es parcial por
situaciones como las siguientes:
- Sigue reinando el uso imperativo del
papel.
- Muchas personas aún no pueden, o
no quieren, usar internet y acceder a
servicios a través de él.
- Muchas administraciones
municipales siguen funcionando con
procesos tradicionales.
- Muchos gobiernos prestan servicios
digitales con esfuerzos ad hoc, con
calidad variada y uso limitado.
Para hacer frente a estos desafíos a
gran escala, es necesario contar con un
enfoque integral que incluya todos los
sectores de la sociedad y todos los
niveles de gobierno y apuntar a un
cambio de paradigma transversal; en
resumen, hace falta una
transformación digital de país.
Más del 70% de los países de América
Latina y el Caribe tienen una estrategia
de gobierno digital, y algunos países
ya han digitalizado la mayoría de los
trámites que presta su gobierno central y
consolidan toda su presencia en la web
en una sola página. Sin embargo, es
momento de pasar de esfuerzos
aislados a una aproximación integral o
transformación digital de país.
Esta transformación digital depende en
gran medida de las actuaciones del
gobierno central de cada país, ya que
es el único que puede establecer un
marco legal y crear normas y
estándares, así como proporcionar
servicios comunes y convocar a todos
los segmentos de la sociedad y niveles
de gobierno.
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¿A qué nos referimos con “transformación digital”?
Se comprende como transformación
digital (TD) al rediseño de la
organización y funcionamiento de la
administración pública de un país con el
aprovechamiento de las tecnologías de
la información y la comunicación (TIC).
Esta transformación digital busca
mejorar la eficiencia, transparencia y
seguridad en la prestación de servicios a
la ciudadanía; e implica una serie de
normas, estructuras institucionales
herramientas nuevas para llevarla a
cabo.
¿Por qué es necesaria una transformación digital?
América Latina y el Caribe sufre de una
desconfianza endémica de los
ciudadanos hacia el estado. La
transformación digital puede ayudar a
mejorar la calidad de los servicios
públicos y, por tanto, la percepción que
tienen los ciudadanos del gobierno.
Muchos países de la región también
sufren de una productividad anémica; en
estos casos, la transformación digital
puede facilitar el hacer negocios al
aliviar las cargas burocráticas que
impone el gobierno y permitir que las
Cuando se habla de transformación
digital, aunque los esfuerzos se orientan
en gran medida al gobierno central como
principal responsable, su objetivo es
promover una transformación a nivel
país, englobando a todos los sectores
del gobierno y a los sectores
económicos, la ciudadanía y la
academia.
empresas se concentren en sus
productos, sus clientes y su
competencia.
Algunos gobiernos de ALC están
pasando por fuertes presiones fiscales,
por lo que se ven obligados a tomar
decisiones difíciles sobre el posible
recorte de programas importantes. Aquí,
la transformación digital puede ayudar a
que hagan más (o sea, proporcionen
más servicios para más personas) con
los mismos recursos (o sea, funcionarios
y presupuesto) o menos.
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¿Qué significa un “enfoque integral” a la
transformación digital?
1. Fuerte impulso desde el gobierno
central
Es necesario que haya un fuerte
impulso desde el centro que abarque a
todo el gobierno, incluidas las diferentes
ramas del gobierno nacional y gobiernos
subnacionales.
Esto se debe a las pérdidas de
oportunidades que se generan cuando
los esfuerzos de digitalización están
descoordinados.
El gobierno central está idealmente
posicionado para asegurar que se eviten
duplicidades y se maximicen economías
de escala.
Por ejemplo, un expediente judicial
electrónico es bueno, pero es mejor si
se interopera con los demás sistemas
de información del estado y los
expedientes administrativos.
2. Amplia y activa participación de
todos los segmentos sociales
Se requiere que las empresas privadas,
la sociedad civil, la academia y los
ciudadanos estén involucrados en el
diseño de la transformación digital,
como un ejercicio de doble vía: de
escuchar acerca de las necesidades y
también de comunicar los cambios que
se vienen y las responsabilidades
compartidas.
Se requiere una participación activa
de los distintos segmentos sociales para
aprovechar y hacer uso de los servicios
que se ofrecen en una transformación
digital.
Es una lástima cuando se pone un
servicio en línea y nadie lo utiliza, o que
no se use porque realmente no
soluciona las necesidades más
apremiantes de la población.
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3. Inclusión de todos los niveles de
gobierno
Si bien el gobierno central es importante
para coordinar e impulsar los esfuerzos,
quienes dan la cara a la ciudadanía son
los gobiernos subnacionales.
En algunos países de América Latina y
el Caribe, los gobiernos municipales
están en una situación sumamente
difícil, con una gran responsabilidad de
ejecución del gasto y de prestación de
servicios por un lado y una limitada
capacidad administrativa por otro.
La transformación digital tiene un
inmenso potencial para estos gobiernos
municipales al mejorar la prestación
de servicios a la ciudadanía y a las
empresas, aliviar la carga
administrativa y reducir el gasto en
tecnología.
4. Resolución de brechas
El gran peligro de la transformación
digital es que aumente las brechas en la
sociedad, ya sea de ingresos, género,
edad, etnia, ubicación u otra.
Al ser la región más desigual del mundo,
ALC no puede permitir una
transformación digital excluyente.
Por esta razón, la resolución de brechas
debe quedar integrada por diseño, para
volver la transformación digital una
herramienta de inclusión social y no un
agravante a la desigualdad.
Lo digital ofrece una oportunidad de
democratizar el acceso a la
información, participación,
comunicaciones y servicios, siempre y
cuando el cierre de brechas sea un
objetivo desde el inicio.

Sin embargo, a la fecha, la gran mayoría

de los esfuerzos de gobierno digital se
han realizado únicamente a nivel
central. Para que la transformación
digital sea verdaderamente de país, el
rol de los gobiernos subnacionales debe
ser protagónico.

A medida que estos esfuerzos se vayan realizando en cada país, mayor será el
potencial para también lograr una interconexión entre ellos, con base en estándares
comunes (tal como ha sido la experiencia en Europa), y así atacar otro reto recurrente:
la integración regional.