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92. El regalo de la paz. Página 114.

Ana
La paz de Dios no es como la paz que el mundo nos da, Él mismo nos afirmó esto en Juan 14:27. Les dejo un regalo:
paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien
ni tengan miedo. NTV.
Les dejo un regalo... ¡Qué hermoso es nuestro Dios! Aun cuando sus discípulos pensaban que todo acabaría porque se iría
Jesús, Él les dice que les dejará un regalo, y este regalo no es sólo El Consolador (Espíritu Santo) sino también SU PAZ.
Nos dice que esa paz es para nuestra mente y nuestro corazón, es decir para nuestros sentimientos y pensamientos... para
nuestra alma.
Esta paz llega a nuestra vida en el momento en que aceptamos a Jesús y recibimos su Santo espíritu porque Efesios
2:14 dice Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación.
¿Quién es él? Él es JESÚS y Él no sólo es la paz, sino que también pagó por nuestra paz como nos dice Isaías 53:5
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados.
Entonces, recibimos Su paz a través del Espíritu Santo. El Consolador es quien ministra a nuestra alma esa
perfecta paz, pero... ¿Por qué no la vivimos? ¿Por qué no la sentimos real en nuestras vidas? Porque el Espíritu
Santo debe estar al control de nuestra vida, nosotros debemos sujetar nuestra alma a Él, y no al contrario.
Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados
por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. Por lo tanto, permitir que la naturaleza
pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y
a la paz. Romanos 8:5-6 NTV.
Cuando PERMITIMOS que el Espíritu Santo controle nuestra alma (pensamientos, sentimientos, intelecto) es ahí cuando
vivimos la paz de Dios, allí abrimos ese regalo que desde la llegada de Jesús ha estado en nuestra vida, pero que tal vez
aún no hemos destapado.
“Paz no es un sentimiento, paz es que todo esté en orden conforme a la voluntad de Dios” Marcos Brunet.
El orden de Dios para tu vida es: Espíritu - alma y cuerpo, en ese orden de sujeción.
Pon en orden tu vida, persevera en cultivar los pensamientos que te llevarán a tener vida y PAZ.
¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos! Isaías
26:3 NTV

98. Tú esencia. Página 122. Ana


El diccionario da una definición de la palabra esencia que no sé si has leído antes, o si quizá alguna vez quisiste saber
el significado; pero esta palabra tiene una exposición muy particular, el diccionario dice: “Conjunto de características
permanentes e invariables que determinan la naturaleza de un ser”
En términos generales la esencia es determinante y son esas cosas que no varían, ni cambian. Todos tenemos una
esencia, la pregunta es ¿Sabes cuál es tu esencia? ¿De dónde viene? ¿Quién la colocó dentro de ti? ¿Tienes tu esencia?
Estoy casi seguro que si hacemos un experimento y les preguntamos a las personas cuál es su esencia, nuestra encuesta
dará como resultado que un 90 % no sabe cuál es, muchos sonreirán y te harán saber que no tienen idea de lo que estás
hablando.
Pero quiero exponerte en este día, lo que la Biblia habla de tu esencia, de dónde procede y por qué Dios la colocó
dentro de ti.
Génesis 2:7. Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue
el hombre un ser viviente.
Creo que este versículo lo hemos escuchado millones de veces, pero quiero que entendamos lo que realmente implica
que Dios el CREADOR de todo haya soplado Su aliento en la vida del ser humano.
Para comenzar es importante que sepamos que Dios no sopló sobre ninguna otra cosa que creó, sólo sobre nosotros; lo
que nos dice que algo especial hay en eso y lo reservó para ti y para mí. Al soplar aliento de vida sobre nosotros no
sólo recibimos vida física sino vida espiritual. Pienso en lo siguiente:
La palabra en hebreo para Espíritu es “Ruaj” y “Ruaj” significa: VIENTO.
La palabra en griego para Espíritu es “pnéuma” y “pnéuma” significa: RESPIRAR, SOPLAR.
Así que definimos según lo antes expuesto, que cuando Dios sopló aliento de vida sobre el hombre, sopló de Su
esencia sobre Él, de Su espíritu a nosotros. Esta es nuestra esencia.
Quiero decirte que una de las principales razones por las que Jesucristo vino a morir en la cruz por ti y por mí, es para
que pudiéramos volver a nuestra esencia, que está en Dios; que es Dios habitando en nosotros, como era en el
principio.
Cuando el hombre vivía en la esencia que Dios le dio, gobernada la tierra, tuvo la inteligencia para colocarle nombre a
todos los animales creados; porque el Espíritu de Dios es: Espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de
poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor. (Isaías 11:2)
Dios quiso que así fuera en el principio. Cuando el hombre pecó Dios proveyó la manera para que volviéramos a la
esencia de Dios. Ahora el camino está abierto, el Espíritu Santo vino a morar dentro de nosotros otra vez al recibir
a Jesús en nuestros corazones, y tu esencia fue cambiada a la del principio.
Tu esencia no depende de tus logros, tus estudios, lo que sabes, lo que haces, lo que piensas, lo que sientes ni lo que
dices… Todas estas cosas pueden cambiar o variar, tu esencia es Dios viviendo en ti.
Tienes una esencia incomparable; cada vez que respiras, caminas, conversas, deberías dar de la esencia que tienes
dentro de ti.
Romanos 8:11 NTV. El Espíritu de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes; y así como Dios
levantó a Cristo Jesús de los muertos, él dará vida a sus cuerpos mortales mediante el mismo Espíritu, quien vive en
ustedes.

102. Sólo uno es suficiente. Página 129. Jonathan


Leer y estudiar la Biblia es conocer el carácter de Dios. Nos ayuda a ver Su posición ante toda circunstancia. Realmente es
importante que veamos nuestra relación con Dios como una de las relaciones de amistad que tenemos aquí en la tierra.
Siempre dedicamos un tiempo para nuestros amigos, más aún a aquellos a los que consideramos íntimos. La diferencia
entre un conocido y un amigo cercano es el tiempo que dedicamos a la relación, cuánto hablamos y compartimos.
Así mismo sucede con Dios, a medida que pasamos más tiempo con Él logramos conocerlo más. Además, Dios nos da un
punto a nuestro favor del cual no disfrutamos con cualquier relación de amistad, Él nos dio un manual donde está escrito
todo lo que necesitamos saber de Él... Dime, ¿qué otra persona que conoces ha hecho eso por ti? Normalmente los
mayores problemas en una relación de amistad son porque no conocemos completamente a la persona. Eso pasa con Dios
sólo si nosotros lo permitimos, si no dedicamos el tiempo necesario para conocerlo, porque toda la información ya la
tenemos.
¿Por qué hago mención de esto? Porque últimamente he estado dedicando más tiempo a mi amistad con Dios y cada día
disfruto más y más de los beneficios que trae a mi vida el conocerlo más. Hace que mi esperanza y amor crezca cada día.
Personalmente creo que es mi mayor fuente de paz, conocerlo me ayuda a experimentar la vida abundante que Él ofrece.
Y es algo que toda persona debería disfrutar. Por eso hoy quiero animarte a ahondar en tu relación con Él, a no ser sólo un
conocido sino un íntimo de Dios.
Para motivarte quiero compartir algo corto sobre una cualidad que estoy conociendo de Dios. Él no es exigente y tendría
todo el derecho de serlo debido a quién es. Comprender esto amplía el conocimiento que tenemos sobre el amor de Dios.
El hecho de que no nos exija tanto como debería, demuestra que nos ama mucho más de lo que puede repudiar nuestras
malas acciones.
Una muestra de esto se encuentra en Génesis 6. Dios literalmente estaba arrepentido de habernos creado, había tristeza en
Su corazón por nuestra culpa, y dice que quiso borrar y destruir todo lo que había creado. Siendo Dios fácilmente habría
podido hacerlo, destruir todo y comenzar de nuevo. El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo
lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. Entonces el Señor lamentó haber creado al ser
humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón.
Entonces el Señor dijo: Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado. Así es, y destruiré a todo
ser viviente: a todos los seres humanos, a los animales grandes, a los animales pequeños que corren por el suelo y
aun a las aves del cielo. Lamento haberlos creado. Génesis 6:5-7 NTV.
¡Qué palabras tan fuertes! ¡Qué triste que Dios se haya lamentado de habernos creado! Pero si seguimos leyendo vamos a
encontrar una frase que nos lleva a conocer una parte del carácter de Dios.
Pero Noé encontró favor delante del Señor.
¡Mira! Estoy a punto de cubrir la tierra con un diluvio que destruirá a todo ser vivo que respira. Todo lo que hay
en la tierra morirá, pero confirmaré mi pacto contigo. Así que entren en la barca tú y tu mujer, y tus hijos y sus
esposas. Génesis 6:8; 17-18 NTV.
Dios vio a uno que era justo, UNO solo en medio de toda la maldad que cubría la tierra. Sólo por ese UNO Dios tuvo
compasión y no nos borró de la faz de la tierra. Por UNO alcanzó misericordia una familia y por ende la humanidad;
también los animales. Sólo UNO fue suficiente para Dios, porque el amor que sentía por él fue mayor que la tristeza y el
lamento que sentía a causa de la maldad de todos los demás. El amor de Dios siempre será mayor.
Yo no sé cómo te sientes tú al leer esto, pero yo sin duda alguna me quebranto y reconozco que la misericordia y bondad
de Dios supera todo. Y así como esta historia, la Biblia está llena de historias reales de personas que hallaron gracia
delante de Dios debido a sus corazones íntegros y fueron instrumentos para salvar a todo un pueblo.
¿No te inspira esto? Tú puedes ser ese UNO que genere un cambio en tu entorno. No te canses nunca de hacer el bien, no
es en vano. Sólo UNO es suficiente.
104. ¿De dónde vienes? ¿Quiénes vendrán? Página 133. Ana
Y Cus (nieto de Noé) engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Génesis 10:8
Cuando Dios se arrepintió de haber hecho al hombre, porque la maldad en la tierra era mucha; decidió acabar con toda Su
creación. Aparece en escena Noé, quien halló gracia ante los ojos de Su creador; varón justo, que decidió caminar
con Dios. Es interesante notar el entorno de Noé. La maldad de los hombres era mucha, en su corazón sólo
pensaban en hacer el mal, la tierra estaba corrompida y llena de violencia.
Te pregunto a ti y me pregunto yo, ¿es posible hacer el bien cuando todos a tu alrededor deciden hacer el mal? ¿Es
posible nadar contra la corriente y salir airoso?
Noé decidió obedecer los mandamientos del Señor y obtuvo su recompensa; él y su familia sobrevivieron al diluvio
universal. Su familia creció, se multiplicó y pobló la tierra; entre ellos Nimrod su bisnieto, nieto de Cam, vigoroso
cazador, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.
Tú sabes quién eres hoy, quién es tu familia y de dónde vienen tus ancestros. Puedes tomar decisiones hoy que
determinarán tu futuro, pero no sólo el tuyo, también los hijos de tus hijos que salen de tus lomos recibirán esa
influencia.
Así es, te animo a caminar con Dios como Noé, se puede, aunque tu entorno sea duro y complicado, es posible
poner la mirada en el Creador y seguir Sus pasos.
Si tu herencia no es muy buena porque descubres cosas mal hechas por tu familia, se puede detener esa influencia
aceptando el camino de la cruz a Jesús el Salvador.
De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. 2
Corintios 5:17.
No puedes decidir por tus hijos y por tus nietos, pues ellos tienen su voluntad, su libre albedrío. Pero si puedes
decidir darles un buen ejemplo, construir un legado de bendición.
Te llevarás sorpresas, de tus lomos saldrán hombres y mujeres que generen cambios, que transformen su entorno y que
influyan positivamente.

107. Creyendo y caminando. Página 139. Jonathan


Todos hemos oído y leído alguna vez que la fe “es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
Hebreos 11:1. Pero aunque lo hemos tenido presente creo que se nos olvida fácilmente.
Créeme si dice que la FE es esa convicción de algo que no ves, ¿qué crees? No verás nada hasta que logres desarrollar tu
fe. Siempre es más sencillo creer algo cuando vemos que nosotros tenemos la capacidad de producirlo, es decir, puedes
creer que tendrás un vehículo si tienes un trabajo con buenos ingresos como para que el banco te de un crédito, por poner
un ejemplo.
Pero si escudriñamos las Escrituras nos daremos cuenta que esto no es fe.
Existen 2 cosas que parecen iguales pero que en su interior son totalmente diferentes, sin embargo es muy común
confundirlas, a veces sentimos una fuerza interna y pensamos que es FE, pero a veces no lo es:
La fe: como ya dijimos es una convicción de algo que no ves, que esperas pero que no puedes deslumbrar en el horizonte,
algo que sabes que depende de Dios, que por más que te esfuerces no podrás alcanzar solo, como por ejemplo: la
salvación.
La presunción: Vanidad u orgullo que muestra una persona que presume y alardea de sí misma y de sus propias
cualidades, esas que creen que pueden lograrlo todo por sus propias fuerzas, pero no olvidemos lo que la Biblia dice:
Salmo 127:1. Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no
protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada.
Observa por un momento lo que nuestro Dios le dice al padre de la FE:
Génesis 12:1-3. El Señor dijo a Abram: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra
que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré; y en ti serán benditas todas las familias de la
tierra.”
Si lees sin detenerte en los detalles podrás decir “qué gran promesa, Dios fue bueno con este hombre”, si observas bien
Dios le da una orden; pero ni siquiera le dice a dónde tenía que ir, es como “levántate y camina” pero no sabes en qué
dirección.
El escritor de Hebreos dice lo siguiente:
Hebreos 11:8. Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como
herencia; y salió sin saber adónde iba.
Y este es el gran punto de esta reflexión, la fe se demuestra en la obediencia, y la obediencia desarrolla más tu fe. No
necesitas todos los detalles, ni un mapa, ni un plan de acción, ni una lista de estrategias; si Dios te dice algo, si sientes un
llamado de Dios para alguna obra determinada, si Dios te está moviendo a algún cambio, o darle más de tu tiempo, más de
tu vida, lo primero que debes hacer para que tu fe se desarrolle es obedecer.
Recuerda que la fe no aparece como por arte de magia, ella se va desarrollando en la medida en que vas obedeciendo a
Dios y a Su palabra, no es que vas a despertar mañana ya con la fe para mover montañas, pero si despiertas con un
corazón que quiere obedecer a Dios entonces vas por buen camino.

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