Está en la página 1de 5

canción

Letra de la canción Te amo (Oración de san Juan María Vianney)


Te amo
y mi único anhelo es amarte
hasta el último aliento de mi carne.
Te amo,
oh Infinitamente Amable,
y prefiero morir amándote
antes que vivir un solo instante
sin amarte.

Te amo
y la única gracia que te pido
es aquella de eternamente amarte.
Dios mío,
si mi lengua no pudiera
decir que te amo en cada instante
quisiera que el corazón lo repitiera
mientras respirase.

AY, DAME LA GRACIA DE SUFRIR MIENTRAS QUE TE AMO,


Y DE AMARTE MIENTRAS QUE SUFRO.
DIOS MÍO, DAME LA GRACIA DE MORIR
AMÁNDOTE Y DE SENTIR QUE TE AMO.

Te amo
y mi único miedo es el Infierno
de estar sin tu amor y tu consuelo.
Te amo,
oh mi Dios Salvador,
porque fuiste crucificado por mí,
y aquí me tienes crucificado
por Ti.

Te amo
y mi único anhelo es amarte
hasta el último aliento de mi carne.
Te suplico
que mientras más cerca
esté de mi hora final
aumentes y perfecciones
mi amor por Ti.

) Sus primeros años


Casa natal de Juan María Vianney, hoy convertida en museo, ubicada en la comuna
de Dardilly, en el departamento francés de Ródano. Con excepción de los períodos en que
sirvió en el ejército y en que se formó en el seminario, Vianney vivió en esta casa hasta el
inicio de su ministerio en el pueblo de Ars. En la imagen superior, la fachada del edificio
actual. En la inferior, el dormitorio.
Nació en Dardilly, al noroeste de Lyon, Francia. Hijo de Matthieu Vianney y Marie Beluze,
fue el tercero de seis hermanos, de una familia campesina.
Después de una breve estadía en la escuela comunal, en 1806, el cura de Ecully, M.
Balley, abrió una escuela para aspirantes a eclesiásticos, y Juan María fue enviado a ella.
Aunque era de inteligencia mediana y sus maestros nunca parecieron haber dudado de su
vocación, sus conocimientos eran extremadamente limitados, acotados a un poco de
aritmética, historia, y geografía. Encontró el aprendizaje excesivamente difícil,
especialmente el estudio del latín. Uno de sus compañeros, Matthias Loras, más tarde
primer obispo de Dubuque, le ayudaba con sus lecciones de latín. Como otros muchos
seminaristas, hizo una peregrinación al santuario de San Juan Francisco
Régis en Lalouvesc (1806). Ese mismo año fue dispensado del servicio militar en su
calidad de aspirante al sacerdocio.
Sin embargo, fue llamado a filas en 1809, y el 26 de octubre, el joven recluta ingresó
al cuartel de Lyon para ser enviado al ejército napoleónicoque invadía España, vía
Roanne.
El 6 de enero de 1810, Juan María desertó, y con la identidad de Jerónimo Vincent, se
ocultó en los bosques del Forez, en los alrededores de Noes. Liberado del servicio militar y
de su situación irregular por el enrolamiento anticipado de su hermano menor, el desertor
regresó en octubre de 1810 a casa del párroco Balley. Recibió la tonsura el 28 de mayo
siguiente

Seminario y ordenación sacerdote


Ingresó finalmente al Seminario Menor de Verriéres a los 26 años, para cursar filosofía en
francés pues su «debilidad -en los estudios- es extrema». Allí fue compañero de curso de
otro santo, Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Maristas.
El 13 de agosto de 1815 fue ordenado sacerdote por monseñor Simon, obispo
de Grenoble. Fue enviado a Ecully como ayudante de monseñor Don Balley, quien había
sido el primero en reconocer y animar la vocación de Vianney. Don Balley ya había
intercedido por él ante los examinadores cuando Juan María fue expulsado del Seminario
Mayor por no ser considerado idóneo para los estudios de preparación al ministerio
sacerdotal. Don Balley asumió toda la responsabilidad por él, y fue su modelo tanto como
su preceptor y protector.

La parroquia de Ars
En febrero de 1818, tras la muerte de Don Balley, Vianney fue hecho canónigo de Ars, una aldea no muy
lejos de Lyon. En verdad, Ars se convirtió en parroquia en 1821, y hasta entonces Vianney fue solo vicario
o teniente cura de Ars, sometido a la autoridad del párroco de la vecina aldea de Misérieux. Ars era
entonces «el último pueblo de la diócesis»,3 con alrededor de 250 habitantes, mayormente de condición
humilde. El presbiterio tenía cinco habitaciones amuebladas por Mademoiselle d'Ars, pero de todo ese
moblaje, Vianney solo se quedó con una cama, dos mesas viejas, un aparador, unas pocas sillas y una
sartén. El resto lo devolvió a Mademoiselle d'Ars.
Fue en el ejercicio de las funciones de canónigo en esta remota aldea francesa en las que se hizo
conocido en toda Francia y el mundo cristiano. Algunos años después de llegar a Ars, fundó una especie
de orfanato para jóvenes desamparadas. Se le llamó "La Providencia" y fue el modelo de instituciones
similares establecidas más tarde por toda Francia. El propio Vianney instruía a las niñas de "La
Providencia" en el catecismo, y estas enseñanzas llegaron a ser tan populares, que se daban todos los
días en la iglesia ante grandes multitudes.
Vista de la localidad de Ars, con la Basílica en la que se venera el cuerpo de san Juan María.
Aunque tuvo éxito, "La Providencia" tuvo que ser cedida en 1847 porque Juan María pensaba que no
estaba justificado mantenerla frente a la oposición de mucha buena gente. Así, aunque se aseguró el
futuro de esa institución tan querida por él, vivió la cesión con dolor. 3 El apostolado de Vianney en Ars le
ocasionó no pocos sufrimientos. Al principio hubo de soportar las calumnias de algunos parroquianos, Nota 2
y luego las difamaciones de los sacerdotes de las poblaciones cercanas. 3Nota 3
Pero la principal labor del Cura de Ars fue la dirección de almas. No llevaba mucho tiempo en Ars cuando
la gente empezó a acudir a él de otras parroquias, luego de lugares distantes, más tarde de todas partes
de Francia, y finalmente de otros países.
Ya en 1835, su obispo le prohibió asistir a los retiros anuales del clero diocesano porque «las almas le
esperaban allí». Desde 1830 hasta que enfermó en 1843, pasó de dieciséis a dieciocho horas diarias en
el confesonario, sin ayuda siquiera de un teniente cura, que recién le fue asignado en 1843, luego de
haber enfermado gravemente y de apenas salvarse de la muerte. 1 Incluso después de su enfermedad,
continuó con su régimen de vida sumamente austero y sus confesiones. Su consejo era buscado por
obispos, presbíteros, jóvenes y mujeres con dudas sobre su vocación, aristócratas y plebeyos, damas de
sociedad, intelectuales y labriegos, personas con toda clase de dificultades y enfermos. En 1855, el
número de peregrinos había alcanzado los veinte mil al año. Las personas más distinguidas visitaban el
pueblo con la finalidad de ver al cura de Ars y oír su enseñanza cotidiana.

Su casa:
Casa natal de Juan María Vianney, hoy convertida en museo, ubicada en la comuna
de Dardilly, en el departamento francés de Ródano. Con excepción de los períodos en que
sirvió en el ejército y en que se formó en el seminario, Vianney vivió en esta casa hasta el
inicio de su ministerio en el pueblo de Ars. En la imagen superior, la fachada del edificio
actual. En la inferior, el dormitorio.

También podría gustarte