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TrabPrehist 2001 Jimenez y Mata Cementerio Judio Valencia
TrabPrehist 2001 Jimenez y Mata Cementerio Judio Valencia
T. R,58,n."2,2001
Fig. 1. Emplazamiento de la ciudad de Valencia. A, Centro histórico; B, Ampliación de la zona donde se han localizado restos
del cementerio judío (con trama gris): 1, Edificio de grandes almacenes; 2, Excavación de la c/ Monjas de Santa Catalina;
3, Excavación de la c/ Doctor Romagosa.
te del patrimonio arqueológico por parte de las ad- pregunta es inevitable: ¿a quién pertenece el patri-
ministraciones autonómica y local que optaron por monio histórico?
cercenar una investigación arqueológica planificada
en toda regla, como era la excavación de un impor-
tante sector de la necrópolis judía medieval, ante- II. UNA INVESTIGACIÓN
poniendo las exigencias de la actual comunidad ARQUEOLÓGICA TRUNCADA
hebrea al cumplimiento de la legislación vigente.
Resulta paradójico que la primera excavación La necrópolis de la aljama hebrea de Valencia se
con finalidad arqueológica en la ciudad de Valencia emplazaba al SE de la "Juheria", en un principio en
fuera acometida en 1890 en la calle Cirilo Amorós, las afueras del recinto amurallado islámico y des-
como consecuencia del hallazgo casual de lo que de 1356, en el interior de la nueva trama urbana
parecían ser varias tumbas judías, que fueron exca- resultante de la construcción de la muralla cristia-
vadas y dibujadas por la Delegación Municipal de na en el transcurso de la contienda entablada entre
Monumentos (Ribera, 1998: 13-14), y que un siglo Pedro I el Cruel de Castilla y Pedro IV el Ceremo-
más tarde, se haya sustraído una documentación nioso de Aragón (1). Su perímetro estaba delimita-
arqueológica esencial para la reconstrucción histó- do por las actuales calles de Colón, Pintor Sorolla,
rica de la ciudad. Este artículo pretende servir de Doctor Romagosa y Don Juan de Austria (Fig. 1 B).
elemento de reflexión acerca del papel desempeña- Esta necrópolis quedó amortizada por varias fosas-
do por las administraciones públicas en el cumpli- basurero de la primera mitad del siglo XV, quizás
miento de la legislación vigente y que con ejemplos a resultas del asalto sufrido por la Judería de Valen-
como el aquí expuesto, se demuestra que, con más cia en 1391. A consecuencia de este hecho violen-
frecuencia de la deseada, los poderes públicos son
los primeros en volver la espalda a la legislación. (1) Calvo, M. (2000): La investigación arqueológica sobre la
necrópolis judía de Valencia. Campañas 1993-1994. Tesis de Li-
Ante situaciones como la registrada en Valencia, la cenciatura, Universitat de Valencia,Valencia (inédita).
to, la comunidad judía desapareció desde el punto cft. nota 1 ) (Fig. 1, B), confirmándose la importan-
de vista jurídico y legal. Su recuerdo quedaría plas- cia arqueológica de esta zona (Calvo y Lerma, 1998 :
mado en una de las doce puertas y portales que da- 50-59). Estos trabajos darían paso a una tercera
ban acceso al espacio intramuros, denominada campaña de excavación en enero de 1996 en un so-
"Portal deis Juheus", de la que podemos hacernos lar de la calle Doctor Romagosa con una duración
una idea de sus dos torreones cuadrados gracias a un prevista de tres meses, que se vería afectada por la
dibujo realizado porWijngaerde en 1563 (Teixidor, solicitud de paralización de las labores arqueológi-
1990: 53-54) (Fig. 2,1-2). cas (Fig. 1, B). Esta petición en un principio fue
Diversos testimonios avalan la existencia de la formulada por la Comunidad Judía de Valencia (Las
Judería (Rodrigo, 1913; Pérez Herrero, 1978; La- Provincias, 8/2/96), a la que pronto se sumaría la
cave, 1987; 1991,33; Roca, 1998;Hinojosa, 1999; Federación de Comunidades Israelitas en España.
cft. nota 1). Sobre su desaparición, Cock en su obra A partir de este momento, se produce una cadena de
Relación del viaje hecho por Felipe II en 1585, á hechos protagonizados por las citadas comunidades
Zaragoza, Barcelona y Valencia, constata la trans- judías junto con la Embajada de Israel en España, el
formación, en 1391, de la sinagoga en Iglesia de Ministerio de Justicia, laGeneralitat Valenciana y
San Cristóbal y Teixidor, en el tomo I de s\x^ Anti- el Ayuntamiento de Valencia. Finalmente, la Fede-
güedades de Valencia (1767), alude a que sobre el ración de Comunidades Israelitas en España exige
cementerio de los judíos se fundó en 1491, el con- a las administraciones autonómica y local que los
vento de Santa Catalina de Siena (Fig. 2,2 y 4). En restos esqueléticos no sean objeto de manipulación
1970, la iglesia de este convento fue desmontada y alguna, impidiéndose cualquier tipo de análisis, y
trasladada piedra a piedra hasta el barrio de Orriols que sean reinhumados en un cementerio judío próxi-
para permitir la construcción de unos grandes alma- mo. El Ayuntamiento doYalenciei y la. Cons elle ria
cenes; obras que se llevaron a cabo sin control ar- de Cultura, Educado i Ciencia de la Generalitat
queológico alguno, a pesar de que desde el siglo Valenciana autorizan el traslado de los cuerpos al
XVI se tenía constancia de que la zona pertenecía cementerio judío de Barcelona sin haber podido
ala Judería (Ribera, 1995: 281). realizarse los análisis que se efectúan a los huesos
A raíz del establecimiento de los primeros ayun- humanos de cualquier excavación arqueológica.
tamientos democráticos en 1979, la ciudad de Va- Este traslado se hizo extensivo también a los proce-
lencia se dotó de una serie de instrumentos de pro- dentes de campañas anteriores que, hasta ese mo-
tección de su patrimonio histórico. Así, en el marco mento, no habían suscitado reivindicación alguna.
del Plan General de Ordenación Urbana, aprobado Desde el comienzo de la campaña de excavación
en 1988, se elaboraron unos Planes Especiales de en enero de 1996 hasta llegar a la exhumación de los
Protección del Centro Histórico, que incluyeron restos y su traslado al cementerio judío de Barcelo-
una serie de apartados referidos al patrimonio ar- na, que tuvo lugar el día 18 de abril del mismo año,
queológico de la ciudad (Ribera, 1989). En virtud los acontecimientos se sucedieron con gran rapi-
de ellos, se establecía un área de protección coinci- dez. Un brevísimo relato de los hechos comenzaría
dente con el casco antiguo, delimitado por las mu- cuando al poco de iniciada la nueva campaña de
rallas del siglo XIV que abarcaban las ciudades excavación arqueológica, la Comunidad Judía
romana y medieval (Fig. 1 A). Como quiera que la valenciana manifiesta, a través de su presidente,
necrópolis judía estaba incluida dentro del recinto Samuel Sefarti, su interés por los descubrimientos
medieval, ésta recibía la consideración de zona de que los medios de comunicación, sobre todo prensa
ProtecciónArqueológica, lo que implicaba la nece- escrita local, empiezan a difundir, destacando la
sidad de realizar el preceptivo informe arqueológico importancia de estos hallazgos para el conocimien-
previo a cualquier remoción de tierras en dicha zona to de la Judería de Valencia, al proceder de la exca-
(Fig. 1,B). vación en extensión de un solar de considerable
Fue así como en octubre- noviembre de 1993 y superficie en el que se había autorizado la construc-
en un solar contiguo al lugar de los primeros hallaz- ción de un edificio de cinco pisos y tres plantas de
gos, el íf 4 de la calle Monjas de Santa Catalina, se garaje.
realizó una excavación arqueológica, a la que siguió A comienzos de marzo de 1996, el Ministerio de
otra entre los meses de abril y agosto de 1994, en Justicia solicita alAyuntamiento de Valencia que se
otro solar delimitado por las calles Bisbe y Monjas dé una solución a este problema en colaboración
de Santa Catalina (Calvo y Lerma, 1996:261-275; con la Comunidad Judía. Por su parte, la Federación
de Comunidades Israelitas de España, por boca de ria de Cultura presiden la ceremonia de exhuma-
su presidente, Carlos Schorr, se muestra tajante a la ción (Lám. I). Tras ella, el entonces Conseller de
hora de solicitar la paralización de los trabajos de Cultura, Fernando Villalonga, en declaraciones a
excavación arqueológica y la suspensión de la co- los medios de comunicación, reconoce que se ha-
rrespondiente licencia de obras, así como de cual- bía dado una situación que rebasaba el mero inte-
quier tipo de análisis sobre los 92 esqueletos halla- rés arqueológico, lo que había planteado un conflic-
dos (Levante-EMV, 15/3/96; Las Provincias, 21/3/ to con la tradición religiosa hebrea cuyo respeto
96). Se da la paradoja de que al mismo tiempo que debía anteponerse al interés arqueológico (Levan-
se está negando la posibilidad de efectuar estudio te-EMV, 11/A/96).
alguno sobre los mismos, un representante de la Co- Ante el cariz que habían tomado los aconteci-
munidad Judía de Valencia, Agustín Andreu, que a mientos, diversos colectivos salieron a la palestra
su vez ostentaba el cargo de Director del extinto para manifestar su desacuerdo con la solución dada
Institut Valencia d'Estudis e Investigado, depen- a este conflicto. Así, según la Comisión de Arqueo-
diente de laGeneralitat Valenciana y de la Diputa- logía del Colegio de Doctores y Licenciados en
ción Provincial de Valencia, tiene previsto crear una Filosofía, Letras y Ciencias de Valencia y Castellón,
asociación dedicada al estudio de la cultura hebrea la reinhumación impediría la revisión que cualquier
en España {Las Provincias, 13/3/96). estudio histórico exige con el tiempo y más aún,
A continuación, se entra en un rocambolesco tratándose de técnicas de investigación en antropo-
proceso de negociación en el que el Ayuntamiento logía y paleopatología forense que experimentan
de Valencia pretende alcanzar algún tipo de acuer- continuos avances (Levante-EMV, 13/A/96). En
do con la Comunidad Judía en virtud del cual se idénticos términos se expresó el Presidente de la
autorizaría el traslado de los restos exhumados, Asociación Española de Paleopatología y catedrá-
incluidos los 66 esqueletos recuperados en la cam- tico de Medicina Legal de la Universidad de Valen-
paña de 1993, a cambio de conservar algunos para cia, DelfínVillalaín, para quien el traslado suponía
su estudio arqueológico (Levante-EMV, 26/3/96). una pérdida para la historia de Valencia (Levante-
El 31 de marzo finaliza el plazo previsto para la EMV, 18/4/96). Por su parte, el Departamento de
excavación arqueológica sin que el equipo investi- Prehistoria y Arqueología de la Universidad de
gador haya podido concluir sus labores. Como la Valencia, difundió un comunicado en el que se
empresa constructora dispone de una licencia de recordaba que la excavación arqueológica de la
obra condicionada al término de las excavaciones, que procedían los restos judíos, era una actividad
el Ayuntamiento negocia con la constructora un contemplada en el marco jurídico del aconfesional
aplazamiento del comienzo de las obras hasta que Estado Español, concretamente, en la LPHE (16/
no se dé una solución al problema de los 92 esque- 85), complementada por los distintos reglamentos
letos que siguen diseminados por la superficie del autonómicos que regulan las excavaciones arqueo-
solar (Levante-EMV, 28/3/96). Por su parte, el equi- lógicas (Orden de 1987 de la.Generalitat Valencia-
po arqueológico insiste en la necesidad de llevar a na) (2). Igualmente, se recordaba que la LPHE (16/
cabo el estudio antropológico. Mientras el Ayunta- 85) proclama el carácter público de todos los restos
miento negocia la cesión de una parte para su inves- de interés histórico contenidos en el subsuelo y
tigación, la.Conselieria de Cultura de IsiGenerali- exige su estudio con metodología arqueológica. En
tat Valenciana, a través de la Direcció General de este caso, la autoridad competente, local y autonó-
Patrimoni Artistic, anuncia su disposición a auto- mica, había incumplido el preceptivo acto de depó-
rizar el traslado al cementerio judío de Madrid o sito del registro arqueológico recuperado comple-
Barcelona, indicando que, en buena lógica, debe- to, autorizando en cambio, el traslado de los restos
rían ser estudiados previamente (Levante-EMV, 29/ humanos al cementerio judío de Barcelona, lo que
3/96). Definitivamente, el 10 de abril, el Gran Ra- había provocado la pérdida de una información de
binato de Jerusalén decide la reinhumación en el gran valor para profundizar en el conocimiento de
cementerio judío de Barcelona sin dejar opción al la población judía bajomedieval de Valencia (Le-
estudio de una parte, como se pretendía desde el vante-EMV, 20/4/96).
Ayuntamiento. Este, a través de su Concejalía de
Cultura, manifiesta su conformidad con esta deci- (2) Por estas fechas, aún no se disponía de la Ley de Patrimo-
sión (Levante-EMV, 12/A/96). El 17 de abril las nio Cultural Valenciano, aprobada por las Cortes Valencianas en la
sesión celebrada el 3 de junio de 1998. Corís Valencianes, Diari
máximas autoridades municipales y de laConselle- Oficial de la Generalitat Valenciana 249 de 24 de junio de 1998.
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*4 ' —¥
Lám. L Ceremonia religiosa previa a la exhumación de los cadáveres de la c/ Dr. Romagosa, con la asistencia de la alcal-
desa de Valencia y el entonces conseller de Cultura a la izquierda del rabino, el día 17 de Abril de 1996 (foto Ferrán Mon-
tenegro, Levante-EMV).
III. LA IMPOSICIÓN DE UNA TRADICIÓN que establecen el carácter inviolable de los lugares
RELIGIOSA FRENTE A LA DEFENSA DEL de culto judío entre los que se incluyen los cemen-
PATRIMONIO HISTÓRICO terios. Así se contempla en el Acuerdo de Coopera-
ción del Estado Español con las Comunidades Is-
La solución dada al conflicto de la necrópolis raelitas de España de 10 de noviembre de 1992
judía de Valencia implica la consideración de unos {BOE 272 de 12 de noviembre) (Ley 24/1992), cuyo
bienes arqueológicos, en este caso huesos humanos, art. 2, aptdo. 2 señala que: los lugares de culto en
como patrimonio exclusivo de una comunidad re- las comunidades pertenecientes a la Federación de
hgiosa como es la judía. Ésta basó su postura tajante Comunidades Israelitas gozan de inviolabilidad en
al amparo del cumplimiento estricto de sus leyes los términos establecidos en las leyes; y añade el
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aptdo. 6 del mismo art.: los cementerios judíos el último cuarto del siglo XV (Santana, 1995: 23-
gozarán de los beneficios legales que este art. es- 25,81-108; 1996). Recientemente, se daba noticia
tablece para los lugares de culto, así como se re- de la excavación de doscientas tumbas de los siglos
conoce el derecho a trasladar a los cementerios XI y XII en el cementerio judío de Girona (Levan-
pertenecientes a las comunidades israelitas los te-EMV,6IAm).
cuerpos de los difuntos judíos, tanto de los actua- Teniendo en cuenta todos estos precedentes, al-
les inhumados en cementerios municipales como de guno de ellos tan reciente como el de la necrópolis
aquellos cuyo fallecimiento se produzca en locali- judía de Sevilla, resulta más incomprensible la ac-
dad en la que no exista cementerio judío. titud de las instituciones políticas valencianas de
Al amparo de esta normativa legal, la Comuni- plegarse ante las exigencias de la Comunidad Judía,
dad Judía se sintió legitimada para exigir el cese de incumpliendo el marco legal, al no proceder como
la excavación arqueológica y prohibir cualquier tipo contempla la LPHE (16/85) en materia de excava-
de análisis científico de los mismos, así como au- ciones arqueológicas y quedar obviado todo el pro-
torizar su exhumación para trasladarlos a algún cedimiento administrativo habitualmente exigido al
cementerio perteneciente a las comunidades israe- resto de intervenciones arqueológicas en favor de un
litas. Sin embargo, el mismo art. 2 en su aptdo. 1 oscurantismo acientífico y sectario innecesario, así
señala que a todos los efectos legales son lugares de como discriminatorio con otras confesiones. Pero
culto de las comunidades pertenecientes a la Fede- no sólo se ha conculcado la LPHE (16/85), sino que
ración de Comunidades Israelitas de España los lo mismo puede decirse de la Ley 24/1992. El Es-
edificios o locales que estén destinados deforma tado; en lugar de colaborar con las comunidades
permanente y exclusiva a las funciones de culto. israelitas en la conservación y fomento del patrimo-
Resulta evidente que de acuerdo con este texto el nio histórico, artístico y cultural judío, se ha plega-
espacio donde se ubicaba el "Fossar deis Juheus" no do a los intereses privativos de una organización
puede ser considerado como lugar de culto, ya que religiosa. Esta actitud va en contra de la Constitu-
no había conservado dicha función (Figs. 1 y 2); en ción Española de 1978, cuyo art. 16.3 sanciona el
realidad, debe ser contemplado como una zona ar- carácter laico del Estado español y lo mismo cabe
queológica, quedando protegida como tal por la decir del art. 46 cuando señala quQ los poderes pú-
LPHE (16/85). Esta misma ley proclama el carác- blicos garantizarán la conservación y promoverán
ter público de todos los restos de interés histórico el enriquecimiento del Patrimonio histórico, cultu-
contenidos en el subsuelo y exige su estudio con ral y artístico de los pueblos de España y de los
metodología arqueológica. En consecuencia, la bienes que lo integran, cualquiera que sea su ré-
Comunidad Judía no podía arrogarse un derecho gimen jurídico y su titularidad. La ley penal san-
hasta el punto de impedir una investigación ajustada cionará los atentados contra este patrimonio. La
a la normativa legal y contemplada, además, en la actuación de los poderes públicos en este asunto,
Ley 24/1992, que en su art. 13 señala que: el Esta- obviamente no ha garantizado la conservación ni ha
do y la Federación de Comunidades Israelitas co- promovido el enriquecimiento del Patrimonio his-
laborarán en la conservación y fomento del pa- tórico, artístico y cultural español, sin perjuicio de
trimonio histórico, artístico y cultural judío, que que además, la titularidad de los bienes hallados en
continuará al servicio de la sociedad para su con- ningún caso pertenezca a la Comunidad Judía.
templación y estudio. De hecho, no faltan ejemplos Como viene sucediendo desde hace años, de
en los que ha sido posible hacer compatibles los manera especial con los aborígenes australianos o
principios religiosos y científicos, como se demos- de los EE. UU. (Endere, 2000:4-5), las administra-
tró en el cementerio judío de York (Inglaterra) (Li- ciones deben procurar conciliar los aspectos cien-
lley etalii, 1994), donde tras el estudio, los restos tíficos legales con las sensibilidades de los diferen-
se reinhumaron cumpliendo con los ritos judíos. Y tes sectores socioculturales. En el caso que nos
lo mismo puede decirse de la necrópolis judía de ocupa, ni tan siquiera se permitió el estudio pa-
Zaragoza (Motis, 1991: 67-83), o la excavación de leoantropológico, como se lleva habitualmente a
la necrópolis de la aljama judía de Sevilla, acome- cabo en el caso de esqueletos prehistóricos, roma-
tida en 1992 con toda normalidad y en la que se nos o musulmanes; la ley y la lógica científica así
incluyó el estudio paleoantropológico durante el lo aconsejaban con independencia de q\xQ, a poste-
desarrollo de la excavación que pudo analizar 73 riori, se pudiese arbitrar una solución ecuánime
cadáveres fechados entre mediados del siglo XIII y para los restos.
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IV. LA ACCIÓN DEL SINDIC DE GREUGES como una memoria científica definitiva en los pla-
DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y SU zos designados (arts. 15,16 y 17).
RESOLUCIÓN CONDENATORIA DE LA La oficina del Síndic de Greuges solicitó a las
ADMINISTRACIÓN instituciones implicadas que emitieran sendos in-
formes sobre la decisión tomada. h^Direcció Ge-
A raíz de la decisión de trasladar los esqueletos neral de Patrimoni Artistic de la Conselleria de
sin su estudio previo y de los intentos de justifica- Cultura, Educado i Ciencia basó el suyo en el res-
ción por parte de las administraciones local y auto- peto a las costumbres funerarias judías, ampa-
nómica, un grupo de ciudadanos/as elevó una recla- rándose en la Ley 24/1992 y en la ausencia de una
mación alSíndic de Greuges (Síndico de Agravios), regulación para conflictos similares. Hemos consi-
tramitada desde el Departamento de Prehistoria y derado oportuno reproducir la parte fundamental de
Arqueología de la Universidad de Valencia. El Sín- este informe:
dic de Greuges es una institución recogida por el Quinto.— El carácter reciente de la ley aprobato-
Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valencia- ria (sic) los Acuerdos de Cooperación, en relación
na, similar al Defensor del Pueblo, contemplado en con la LPHE 16/85 y la Orden del 31 de julio de
la Constitución Española. Como la de éste, su mi- 1987, reguladora de la concesión de autorizacio-
sión es velar por una correcta actuación de la admi- nes para las excavaciones arqueológicas, provoca
nistración en el ámbito territorial autonómico {Ge- el que no exista previsión específica reguladora de
neralitat Valenciana, diputaciones provinciales y estos conflictos de derechos. Por ello, la actuación
corporaciones locales), en relación con los derechos de la Conselleria y de esta Dirección General en
y libertades fundamentales de los ciudadanos/as. La particular, ha sido la de mediar en el conflicto, por
reclamación fue admitida a trámite con el número una parte, realizando los esfiierzos necesarios para
960794, en carta remitida a la primera firmante el proteger al menos la integridad de los restos (en-
1 de julio de 1996. Dada la ausencia de regulación viando una comunicación de 9 de abril al Ayunta-
para un conflicto de estas características, la resolu- miento de Valencia, indicando la no procedencia de
ción del Síndic de Greuges poscQ el valor especial cualquier obra que pudiera afectar a la misma) y
de todo aquello que sienta un precedente; de ahí que de intentar obtener el consentimiento de la comu-
hayamos considerado oportuna la inclusión literal nidad judía para que permitiera el estudio de los
de una buena parte de su contenido (3). mismos (hay que señalar que con anterioridad a la
En el escrito de reclamación presentado al en- oposición de la Comunidad judía, restos proceden-
tonces Síndic de Greuges, Arturo Lizón Giner, se tes de excavaciones anteriores fueron objeto de
consideraba que tanto la Conselleria de Cultura, investigación arqueológica), como lo manifiesta el
Educado i Ciencia de la Generalitat Valenciana, oficio de 8 de febrero de 1996, remitido por el Ser-
como el Ayuntamiento de Valencia estaban concul- vicio de Patrimonio Arqueológico a las Comunida-
cando los arts. 44 (acceso a la cultura y promoción des, que indica la posibilidad de autorizar el tras-
de la investigación) y 46 (conservación del patrimo- lado de los restos previo estudio arqueológico.
nio histórico) de la Constitución Española y, en Los intentos de mediar en el conflicto chocan
consecuencia, incumpliendo sus leyes reguladoras, con la actitud intransigente de las comunidades is-
como la LPHE (16/85) y la Orden autonómica so- raelitas:
bre actividades arqueológicas del 31 de julio de Sin embargo, las comunidades israelitas, aco-
1987(4). giéndose a la inviolabilidad de los restos y a que sus
La LPHE (16/85) proclama el carácter público creencias religiosas impedían su manipulación
de todos los restos de interés histórico contenidos científica, amparándose en su derecho a que se res-
en el subsuelo y exige su estudio con método ar- petaran las reglas tradicionales judías, no permi-
queológico. Además, en el reglamento autonómi- tieron que continuara el estudio de los restos.
co citado se recoge que los hallazgos procedentes Sexto.-La Orden Reguladora de concesiówde
de excavaciones regladas se depositen en el museo permisos para la realización de excavaciones ar-
designado y se presente un informe preliminar, así queológicas, establece la posibilidad de que la ad-
ministración autorice el traslado fuera de la Co-
^ El texto de la resolución fue redactado en valenciano. Para munidad Valenciana de los restos arqueológicos
esta ocasión nos ha parecido oportuno traducir al castellano las procedentes de la misma.
partes que se han incluido del texto original.
'^ Vide nota 3. La Comunidad Israelita solicitó formalmente a
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nio Histórico, Artístico y Cultural judío, que con- había dejado de funcionar como cementerio durante
tinuai"á al servicio de la sociedad para su contempla- la primera mitad del siglo XV, edificándose sobre el
ción y estudio". mismo una parte de la ciudad (Fig. 2,1 y 2). En con-
Por su parte, la Ley del Patrimonio Histórico secuencia, debe entenderse que la normativa estatal
Español define como un integrante de tal patrimo- que regula y protege los cementerios no puede apli-
nio los inmuebles y objetos muebles de interés ar- carse a un área que se convirtió en urbana. Además,
queológico, y establece como objetivos a cumplir dado que los cementerios antiguos carecen de una
su protección, acrecentamiento y transmisión a las noimativa específica deben considerarse como parte
generaciones futuras (art. 1). integrante del Patrimonio Histórico Español:
En este sentido la ley fija como un mandato po- Desde otra perspectiva, en cuanto al término
sitivo dirigido a las administraciones públicas "cementerio", si bien en el lenguaje común abarca
competentes la adopción de las medidas necesarias el espacio de terreno destinado al entierro de cadá-
para garantizar su conserxKición, promover su en- veres, entendemos que en el derecho positivo espa-
riquecimiento y fomentar y tutelar el acceso a to- ñol debe efectuarse una distinción entre lo que su-
dos los ciudadanos (art. 2). ponga una instalación destinada actualmente a tal
En concreto y como parte de aquel, el Patrimo- fin y que mantenga su funcionalidad, y lo que su-
nio Arqueológico queda integrado, según dispone ponga un cementerio que finalizó su función en la
el art. 40 "por los bienes muebles e inmuebles de primera mitad del siglo XV, sobre el que se edificó
carácter histórico susceptibles de ser estudiados con parte de la ciudad de Valencia y que ha sido descu-
metodología arqueológica, hayan sido o no extraí- bierto con motivo de excavaciones arqueológicas.
dos y tanto si se encuentran en la superficie o en el De esta manera, el ámbito de aplicación de la
subsuelo, en el mar territorial o en la plataforma normativa dictada por el estado para regular los
continental". Este conjunto de bienes se considera- cementerios, a pesar de no venir definida expresa-
rá de dominio público, en aplicación del art. 44 de mente, está constituido por los que conservan su
la ley. función como tales, centrándose en sus aspectos
Una vez establecidos los términos constitucio- técnicosanitarios (Reglamento de Policía Sanitaria
nales y legales de la controversia, elSíndic de Greu- Mortuoria, aprobado por Decreto 2263/74) o los
ges muestra su total discrepancia con las medidas aspectos ideológicos y religiosos que hay que con-
adoptadas por las administraciones implicadas, al siderar y respetar en los entierros (Ley 49/78 de
considerar que sólo se tuvo en cuenta la libertad Entierros en Cementerios Municipales). Es en este
religiosa con total sacrificio del derecho a la cultura ámbito en el que entendemos que debe incluirse el
de los ciudadanos: art. 2 de la Ley 25/1992.
No podemos compartir la afirmación que se Los cementerios antiguos que perdieron su fun-
contiene en los informes emitidos, que postukm una cionalidad por el paso del tiempo y la acción huma-
derogación de los preceptos contenidos en la Ley na y que se conozca su existencia, así como sus res-
del Patrimonio Histórico Español en lo concernien- tos, por intervenciones arqueológicas, carecen de
te, única y exclusivamente, a los cementerios ju- una normativa que específicamente los recoja, te-
díos, en virtud del art. 2 de la Ley 25/1992 en apli- niendo en cuenta que han de considerarse integra-
cación de los principios que donde la ley no dos en el concepto de Patrimonio Arqueológico,
distingue el intérprete no ha de distinguir, y que la como elemento integrante del Patrimonio Históri-
ley posterior deroga la anterior co Español y, por tanto, sometidos a la Ley 16/
En primer lugar, habría que efectuar una apli- 1985. En este ámbito habría que considerar inclui-
cación íntegra de los preceptos de la Ley 25/1992 do el art. 13 de la Ley 25/1992.
y por eso su art. 2 ha de interpretarse en relación Por tanto, a juicio de esta institución no hay
con el art. 13, anteriormente citado, que prescribe derogación alguna de los preceptos contenidos en
la colaboración estado-Federación de Comunida- la Ley del Patrimonio Histórico Español en este
des Israelitas de España para la conservación y el punto, sino que es necesario efectuar una interpre-
fomento del Patrimonio Cultural, y el compromiso tación integrada y armónica de los diversos precep-
en todo caso, deponerlo al servicio de la sociedad tos enjuego, considerando que, por aplicación del
para su estudio. art. 13 de la ley aprobatoria del Acuerdo entre el
La justificación legal de esta resolución conde- Estado y Federación de Comunidades Israelitas de
natoria se basa en que el W^mdíáoFossar deis Jueus España, la presencia de restos arqueológicos de un
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•fÍ^
sr,
Fig. 2. Vistas parciales de la ciudad de Valencia donde se puede ver el emplazamiento del cementerio judío totalmente cons-
truido: 1, Dibujo de Anthonie van den Wijngaerde (1563); 2, Detalle de la puerta de los judíos del mismo autor; 3, Graba-
do de 1608; 4, Grabado del padre Vicent Tosca (1703).
antiguo cementerio, requieren la aplicación de las culturales de 3 de enero de 1979 en los arts. XVy
previsiones establecidas en las normas nacionales XVI recogía el contenido de lo concordado en re-
referidas al Patrimonio Arqueológico. lación con los bienes histórico-artísticospropiedad
Por otro lado, elSíndic de Greuges cita el Acuer- de la iglesia, y en el primero señala que"\3. iglesia
do entre el Estado Español y la Santa Sede sobre reitera su voluntad de continuar poniendo al servi-
enseñanza y asuntos culturales de 3 de enero de cio de la sociedad su patrimonio histórico, artísti-
1979 como ejemplo legal para evitar conflictos co y documental, y concertará con el estado las
entre la libertad religiosa y el derecho a la cultura, bases para hacer efectivos el interés común y la
buscando fórmulas de equilibrio que, sin menosca- colaboración de ambas partes con el fin de pre-
bo ni ofensa de los fines religiosos, mantenga los servar, dar a conocer y catalogar este patrimonio
bienes culturales dentro del Patrimonio Histórico de cultural en posesión de la iglesia, de facilitar su con-
la colectividad: templación y estudio, de conseguir la mejor conser-
El hecho de que buena parte del Patrimonio vación y de impedir cualquier clase de pérdida, en
(Histórico) esté en manos de entidades religiosas y, el marco del art. 46 de la Constitución".
singularmente en nuestro país la iglesia católica En el documento aprobado, en el apartado pri-
sea titular de la inmensa mayoría de los bienes in- mero, el estado "reafirma su respeto a los derechos
tegrantes, ha determinado la existencia de una que tienen las personas jurídicas eclesiásticas sobre
completa regulación que resuelva las posibles si- estos bienes, de acuerdo con los títulos jurídicos
tuaciones de conflicto. correspondientes»,)^ la iglesia por su parte "reco-
De esta manera en el Acuerdo entre el Estado noce la importancia de este patrimonio, no sólo para
Español y la Santa Sede sobre enseñanza y asuntos la vida religiosa, sino para la historia y la cultura
española, y la necesidad de conseguir una actuación podría ser considerado a efectos de determinar
conjunta con el estado para su mejor conocimien- el destino final de los restos una vez estudiados,
to, conservación y protección". y podría posibilitar la participación de represen-
Finalmente, elaptdo. tercero establece los prin- tantes de las autoridades religiosas en el proceso
cipios a que ha de atenerse la cooperación en el tra- de investigación para garantizar el respeto a cau-
tamiento de estos bienes, entre los cuales hay los si- sa de la sensibilidad religiosa, en el marco de
guientes: las necesidades científicas e históricas, sin que en
"a) El respeto del uso preferente de estos bienes ningún caso se planteen mutuas exclusiones entre
en los actos litúrgicos y religiosos y su utilización, ambas.
de acuerdo con su naturaleza y finalidades, por sus Con objeto de evitar la reproducción de situa-
legítimos titulares. ciones como la (...) presente, (...), habrían de ar-
b) La coordinación de este uso con el estudio bitrarse fórmulas de cooperación, y establecerse
científico y artístico de los bienes y su conserva- mecanismos que permitieran concretar y determi-
ción. nar sus disposiciones, a través de las comisiones
d) Las normas de la legislación civil de protec- que fueran necesarias para establecer el marco
ción del Patrimonio Histórico-artístico y Documen- jurídico concreto de actuación en la materia.
tal son de aplicación a todos los bienes que mere- La resolución concluye con una serie de reco-
cen tal calificación, cualquiera que sea su titular". mendaciones dirigidas a las administraciones afec-
Consideramos que los principios reseñados, sin tadas en este asunto:
perjuicio de no ser directamente aplicables a las En virtud de lo anteriormente expuesto, y en
comunidades israelitas de España, constituyen una aplicación de lo que dispone el art. 29 de la Ley 11/
manifestación clara y terminante de la relación 1988, de 26 de diciembre, de /a Generalitat Valen-
existente entre la libertad religiosa y el derecho a ciana, del Síndic de Greuges, concluimos realizan-
la cultura (...) Se establece como premisa funda- do las siguientes
mental la sujeción de estos bienes a la legislación A) Recomendación a la Direcció General de
sobre Patrimonio Histórico artístico y se postula en Patrimoni Artistic de la Conselleria de Cultura,
todo caso su estudio con métodos científicos. Educació i Ciencia _y a la Alcaldía delAyuntamiento
Sin perjuicio de ello se respeta la vinculación de Valencia.
y el destino al culto o afines religiosos, y se bus- Convendrá desplegarse, en todo caso, la ade-
ca una fórmula de equilibrio que, sin menoscabo cuada actividad administrativa que garantice la
ni ofensa de los fines religiosos mantenga los bie- integración en el Patrimonio Histórico Español
nes dentro del Patrimonio Histórico de la colecti- de todos los bienes muebles e inmuebles obteni-
vidad. dos por métodos arqueológicos, incluyendo los
En consecuencia, se debería haber aplicado un correspondientes a antiguos cementerios, con in-
equilibrio entre los dos derechos fundamentales dependencia de cualquier consideración de índo-
permitiendo el estudio de los restos encontrados. le religiosa y que nunca pueda rebasar los límites
Pero dado el carácter sagrado que se atribuye a los establecidos en el conjunto de nuestro ordenamien-
enterramientos, se podría permitir la participación to jurídico.
de representantes de las autoridades religiosas en el En consecuencia, deberán adoptarse las medi-
proceso de investigación y, después de estudiados, das necesarias para garantizar su integridad, con-
determinar el destino final de los mismos: servación y su estudio desde el punto de vista cien-
Esta es la vía que esta institución considera que tífico, afin de posibilitar la puesta a disposición de
habría de utilizarse en casos como el que nos ocu- la sociedad de los conocimientos que puedan obte-
pa. Habría que partir de la ineludible necesidad nerse sobre nuestra historia, evitando la pérdida de
que los restos del cementerio encontrados se estu- cualquier elemento integrante de nuestro patrimo-
diasen con métodos arqueológicos para permitir la nio cultural.
obtención de los conocimientos científicos que B) Recomendación a la Direcció General de
puedan extraerse, para la mejor comprensión de Patrimoni Artistic de la Conselleria de Cultura,
nuestra historia. Educació i Ciencia.
Sin perjuicio de ello, la consideración de que Se recomienda el establecimiento de mecanis-
nos encontramos ante restos humanos, con el va- mos de cooperación que permitan la adopción de
lor sagrado que se atribuye a los enterramientos, acuerdos complementarios, afin de establecer los
principios y criterios conforme según los cuales todos los restos de interés histórico contenidos en
han de resolverse las controversias que puedan el subsuelo, como es este caso, y exige su estudio
surgir en las relaciones poderes públicos-confesio- con método arqueológico (art. 44).
nes religiosas en la defensa y conservación de los - En tercer lugar, la Ley 24/1992, que contem-
bienes integrantes del Patrimonio Histórico, bus- pla la colaboración de ambas partes para la con-
cando fórmulas de equilibrio que, con respeto a la servación y fomento del patrimonio histórico, ar-
significación religiosa de los bienes de que se tra- tístico y cultural judío que continuará al servicio
te, permitan preservar la íntegra aplicación de la de la sociedad para su contemplación y estudio
legislación civil en la materia. (art. 13).
Las administraciones autonómica y local de
Valencia justificaron su decisión en la ausencia de
V. CONCLUSIONES una normativa específica reguladora de este tipo de
conflictos de intereses. En otras confesiones sí que
La resolución del Síndic de Greuges de la Co- hay ejemplos legales que pueden utilizarse como
munidad Valenciana sobre la queja presentada por marco de referencia. Es el caso del Acuerdo en-
un grupo de ciudadanos/as, motivada por la actua- tre el Estado Español y la Santa Sede sobre ense-
ción de la. Generalitat Valenciana y Ayuntamiento ñanza y asuntos culturales de 3 de enero de 1979,
de Valencia en relación con los enterramientos de la suscrito entre otras razones para evitar conflictos
excavación arqueológica del cementerio judío de entre la libertad religiosa y el derecho a la cultura,
Valencia, ha sentado un precedente que puede mar- y que contenipla fórmulas de equilibrio que, sin
car el rumbo de situaciones como la aquí analiza- menoscabo ni ofensa de los fines religiosos, man-
da en las que se plantean conflictos de intereses tengan los bienes culturales dentro del patrimonio
entre creencias religiosas y acceso a la cultura (En- histórico de la colectividad. En la excavación ar-
dere, 2000: 6). De hecho, tanto la Conselleria de queológica del cementerio judío medieval de Va-
Cultura, como el Ayuntamiento de Valencia han lencia podía haberse buscado una fórmula de este
reaccionado de manera positiva, al manifestar su tipo en la que como premisa fundamental los bie-
disposición a aceptar la recomendación del Síndic nes arqueológicos, en este caso huesos humanos,
de Greuges {Levante-EMV, 15/9/98). hubiesen quedado sujetos a la legislación sobre
En este caso, el respeto a una creencia religiosa patrimonio histórico y por ello, objeto de estudio
prevaleció a costa del total sacrificio del derecho a con metodología arqueológica, aunque su valor
la cultura de los ciudadanos. Con la decisión de sagrado debería ser tenido en cuenta a efectos de
autorizar el traslado de restos humanos de diversas determinar el destino final de los mismos una vez
excavaciones, se provocó la pérdida de un retazo de estudiados.
la historia de esta ciudad, sustrayendo del estudio Desde el punto de vista de la gestión del pa-
científico una parte de su patrimonio arqueológico. trimonio arqueológico (Querol y Martínez, 1996:
Lo más grave es que esta decisión provino de las 25-30), es evidente que por parte de las adminis-
administraciones encargadas de gestionar el patri- traciones local y autonómica, no se han dado las
monio cultural de la ciudad de Valencia, contravi- condiciones para hacer efectivo el conocimiento,
niéndose el marco legal vigente en materia de pa- conservación y difusión de los enterramientos de
trimonio histórico: la necrópolis judía de Valencia. A este respecto,
- En primer lugar, el art. 46 de la Constitución hay que recordar que la LPHE (16/85) entiende
Española, desde el momento en que son los pode- por expolio toda acción u omisión que ponga en
res públicos los que garantizarán la conservación y peligro de pérdida o destrucción todos o algunos
promoverán el enriquecimiento del patrimonio his- de los valores de los bienes que integran el Patri-
tórico, cultural y artístico de los pueblos de Espa- monio Histórico Español o perturben el cumpli-
ña y de los bienes que lo integran, cualquiera que miento de su función social. A la vista de los he-
sea su régimen jurídico y su titularidad. chos aquí analizados, la solución dada a los restos
- En segundo lugar, la LPHE (16/85) de 25 de humanos de la excavación del cementerio judío de
junio, desde el momento en que los cementerios an- Valencia constituyó un verdadero caso de expolio,
tiguos al carecer de normativa específica deben provocado por las administraciones encargadas de
considerarse como parte integrante de dicho Patri- velar por la integridad del patrimonio cultural
monio. Esta ley proclama el carácter público de valenciano.
T . P , 5 8 , n."2,2001