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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

EL ORGANO EJECUTIVO

ASIGNATURA: Teoría General del Derecho


DOCENTE: Dr. Rivelino Espirilla Medrano
INTEGRANTES: CÓDIGOS:
 Nilda Lizet Huillca Condori 016
 Jeirold Manuel Miranda Sapa 017120165J
 Mildreth Elizabeth Roque Tinta 016220127C

SICUANI - CUSCO - PERU


Junio del 2018
FUNCIONES DEL ESTADO

Tres son clásicas funciones del Estado: legislativa, ejecutiva y jurisdiccional. De ellas se

han ido desprendiendo otras que son encargadas a diversos órganos estatales consagrados

en los textos constitucionales con carácter de autónomos e independientes.

Estas funciones, desde el punto de vista substancial, tienen en cuenta la naturaleza jurídica

del acto estatal, sin reparar en el órgano que lo cumple; de tal manera que la función

legislativa, no por la naturaleza del órgano que lo ejerce, sino por su esencia; un acto no es

legislativo porque lo cumple el Parlamento, por su contenido legislativo y viceversa, un

acto puede ser legislativo por su contenido no emane del Parlamento. Lo mismo ocurre con

respecto a las demás funciones.

Desde el punto de vista orgánico, en cambio, se considera la función por el órgano que la

cumple, sin atender a su contenido. De esta manera, es ley toda norma que emane del

Parlamento, por ser legislativo el órgano que no origina, y no es ley, aunque tenga

contenido legislativo, ningún acto surgido de otro órgano no legislativo.

Desde el punto de vista formal, por su parte, las funciones son consideradas por la forma

del acto; así todo acto expedido en forma de ley se considera legislativo, aunque su

contenido pueda ser administrativo.

La teoría constitucional de la división de poderes o separación de funciones tiende a

coincidir los puntos de vista sustancial, orgánico y formal, de manera que, según

anotaciones de Bidart Campos, ni por su contenido, ni por su origen, ni por la forma, haya

actos de un poder que correspondan a otros. Así la función legislativa será propia del

órgano legislativo, la función ejecutiva del órgano ejecutivo y la jurisdiccional del órgano

judicial.

EL ORGANO EJECUTIVO
1. NATURALEZA

La inconveniencia de que el mismo órgano que da la ley sea, así mismo, el que lo

ejecute constituye, en términos prácticos, el fundamento que da origen al órgano

ejecutivo. Este elemental razonamiento llevo a los teóricos del constitucionalismo a

sostener la necesidad de distribuir las funciones y atribuciones estatales en distintos

e independientes órganos de Gobierno. De esta manera, la función principal

reservada al Ejecutivo consiste en hacer que las leyes dadas por el Parlamento, que

tienen un carácter general, se concreticen en reglamentos que hagan posible el

cumplimiento de sus objetivos.

Su origen se encuentra en el absolutismo, en donde los reyes al no poder ejercen

por si mismos todas las funciones del Estado confiaban algunas de ellas a sus más

cercanos colaboradores. En la actualidad, su composición varía según el régimen de

gobierno que se adopte: Presidencial o Parlamentario.

2. CLASES

A. Por el número de personas que lo dirigen, el órgano ejecutivo puede ser:

Unitario y Colegiado.

 Unitario: El órgano ejecutivo es unitario cuando el gobierno es

encargado a una sola persona. Esta clase de órgano ejecutivo

prevalece en EE.UU, Francia, Italia, Alemania, etc.

 Colegiado: El órgano ejecutivo es colegiado cuando el gobierno es

encargado a un grupo de personas, el cual unos a otros se controlan.

Esta clase de órgano ejecutivo lo encontramos en Suiza, cuyo

gobierno está a cargo de un directorio de siete miembros.

B. Según la forma de gobierno que se adopte, el órgano ejecutivo puede ser:

Monocéfalo o Bicéfalo.
 Monocéfalo: Es la forma de organización del órgano ejecutivo

propia del régimen Presidencial de gobierno, Aquí las jefaturas de

Estado y de Gobierno son ejercidas por la misma persona. Este

típico caso de los Estados Unidos, en donde el Presidente es jefe de

Estado y jefe de Gobierno.

 Bicéfalo: Denominado también ejecutivo dual. Es propio del

Gobierno Parlamentario, en donde el jefe de Estado es persona

distinta del jefe de Gobierno. Por ejemplo en Inglaterra, el jefe de

Estado es el rey y el jefe de gobierno es el Primer Ministro. Estos

regímenes son los más comunes en Europa. Lo tienen, aunque con

variaciones, Los italianos (Presidente y Primer Ministro), España

(Rey y Presidente de Gobierno), Alemania (Presidente y Canciller),

Francia (Presidente y Primer Ministro), etc.

3. ORGANOS DEL EJCUTIVO

Los órganos más importantes son:

A. La jefatura del Estado: Es el órgano que sintetiza la soberanía de la

Nación. La persona que lo ejerce lo personifica. Es, pues, el mas alto cargo

dentro del Gobierno que simboliza la unidad de todos los ciudadanos. En

los regímenes parlamentarios esta jefatura es desempeñada por un Rey o un

Presidente.

B. La jefatura de Gobierno: Es el órgano encargado de dirigir la política

nacional. Es un cargo controvertido si se tiene en cuenta que la política, por

esencia, tiene un carácter agonal, de lucha y de integración. La persona que

lo ejerce está expuesto a críticas de parte de la oposición. En los regímenes

presidenciales, el cargo lo desempeña el mismo jefe de Estado.


C. El Gabinete o Consejo de Ministros: Es un cuerpo colegiado encargado

de la dirección y gestión de los servicios públicos. En rigor, el Gabinete está

constituido por la reunión de los ministros bajo la presidencia del jefe de

Gobierno (Primer ministro, Canciller, etc.), y el Consejo de Ministros lo

constituye la reunión de los ministros bajo la presidencia del jefe de Estado

(Rey o Presidente).

Cada ministro se encarga de una repartición o cartera y asume la

responsabilidad política por sus actos y por los actos de gobierno que

refrenda.

4. FUNCIONES

Son funciones ejecutivas, entre otras, las siguientes: función de gobierno, función

de reglamentación, función de administración y función de legislación.

 Función de Gobierno: Consiste en dirigir la política interna y externa del

país. Como se sabe, cada partido o agrupación política se hace una oferta

electoral a los ciudadanos, quienes periódicamente acuden a las urnas a

respaldar la opción de su preferencia. En consecuencia, el jefe del partido

que gana las elecciones tiene la responsabilidad de aplicar los planes de

gobierno que fueron la base durante la campaña electoral.

 Función de reglamentación: Consiste en la facultad del órgano ejecutivo

de hacer operativo la aplicación de las leyes emanadas del Congreso. Esta

función, conforme a la jerarquía de normas, debe ser ejercida sin

contradecir ni desnaturalizar las leyes. Materialmente, esta es una función

legislativa que se expresa en la dación de reglamentos y resoluciones.

 Función de administración: Consiste en llevar a cabo la dirección y

gestión de los servicios públicos del Estado, mantener el orden interno, la


seguridad interior y la paz pública. Para ello, el jefe de Gobierno se apoya

en los funcionarios públicos, a quienes nombra previo concurso.

 Función Legislativo: Consiste en la facultad que la Constitución otorga al

Ejecutivo para dictar decretos legislativos, con rango de ley, previa

delegación de facultades del Congreso. La ley autoritativa debe especificar

la materia y el plazo respectivo. Igualmente, esta función faculta al

Ejecutivo a dictar decretos de urgencia con fuerza de ley, en materia

económica y financiera, cuando así lo requiere el interés nacional.

Esta facultad es comprensible en países con regímenes parlamentarios o

semipresidenciales con parlamentos bicamerales, pero de ninguna manera

en aquellos que se devuelven dentro de regímenes presidenciales puros,

debido a que en ellos existe marcada separación de poderes.

5. EL ORGANO EJECUTIVO EN EL PERÚ

Las doce constituciones que ha tenido el Perú hasta la fecha, han consagrado un

órgano ejecutivo unitario y monocéfalo. Esto es que la jefatura de Estado y la

jefatura de Gobierno corren a cargo de una sola persona: El Presidente de la

Republica.

Esta tradición, como pocas, se mantiene vigorosa en la actual Carta de 1993. El

artículo 110 de su texto prescribe, al respecto, que el Presidente de la Republica es

el Jefe de Estado y personifica a la Nación; y el artículo 118, inciso 3, que el

Presidente es el responsable de dirigir la política general del Gobierno.

Como una forma de control intraorgánico, la Constitución, en su articulo120,

reitera el texto de las constituciones anteriores referente a la institución de la

refrendación ministerial. Esta institución, propia del régimen parlamentario, en

nuestro país, no ha tenido la eficacia esperada, debido a que el Presidente tiene


entre sus atribuciones el nombramiento y la destitución de los ministros. Con ellos

lejos de controlar su poder que la responsabilidad política recae en los ministros

que se desempeñan, más bien, como secretarios de un Presidente irresponsable

políticamente hablando.

La Constitución de 1993presentaba como novedad, respecto de las anteriores, la

reelección presidencial inmediata por un periodo adicional.

Con ello se rompe con una vieja tradición constitucional de permitir la reelección

presidencial luego de un periodo de gobierno.

En realidad esta institución fue la causa de la dación de la vigente Carta

fundamental. Su inconveniencia, sin embargo, ha sido notoria en países como el

nuestro de marcada tradición caudillista. Lo prueba, históricamente, el Presidente

Leguia, quien modifico la Constitución de 1920, en dos oportunidades, para

perpetuarse en el poder. Su salida del gobierno fue trágica, producto de un golpe de

Estado que abrió las puertas a la dictadura, y causo largos años de

incomprensiones, divisiones y violencia en el Perú. La reelección del Presidente

Fujimori no podía ser una excepción. Para forzar una inconstitucional segunda

reelección ha llegado incluso a poner en serio cuestionamiento la existencia del

Estado de derecho. El uso de fondos y recursos públicos, el sometimiento de los

medios de comunicación de televisión de señal abierta, la destitución de tres

miembros del Tribunal Constitucional, la intervención del Poder Judicial y el

Ministerio Publico, etc..., razones suficientes para su derogación en el año 2000, a

propósito de la caída del régimen autoritario, restableciendo la reelección, pero

después de un periodo.

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