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2.2.4.1.4 El análisis de los niveles culturales.

Una investigación que tenga como estructura metodológica los niveles desarrollados
de lo cultural, será capaz de poder precisar mejor en un panorama diferenciado la
interacción violenta o “pacífica” de diversos universos culturales. Es esta la
metodología que Dussel utilizó para poder sostener su esquema histórico mundial, que
solo se señalará brevemente aquí por cuestión de extensión, y que tiene la pretensión de
situar a América latina en el proceso de desarrollo histórico de la humanidad. Según
Dussel es el núcleo mítico ontológico (núcleo M-O) de los pueblos semitas, el que ha
perdurado y se hizo hegemónico en occidente. Entiéndase al pueblo semita como aquel
que nació en los desiertos arábigos hacia los 2500 años A.C. El núcleo M-O semita
persistió a través de un largo proceso histórico siendo fundamento radical de pueblos
como los amorreos, los babilonios, los fenicios, que después formaron las colonias
cartaginesas, y entre ellos también están los hebreos y el Islam (Dussel, 1969: 6). Luego
este núcleo M-O se enfrentará a otro gran núcleo M-O, el de los indoeuropeos, pueblos
provenientes de las grandes estepas euro-asiáticas, dominadores del hierro y el caballo,
que serán el origen de los pueblos griegos, así como del pensamiento hindú y chino; el
hinduismo, budismo y el confucionismo (Dussel, 1963: 18). Nace un pregunta ¿varias
culturas pueden compartir un único núcleo mítico ontológico? La investigación de
Dussel prueba que sí. Esto no hace otra cosa que establecer que algunas culturas
compartían el mismo núcleo por ser pueblos que precisamente compartían el mismo
origen. Los mismos hombres que se desplazaron por diferentes geografías pero que en
lo fundamental sentían y pensaban el mundo de una misma manera, aunque con un
ethos y una civilización desarrollados a lo largo de su propia historia de modo
diferente. O que tuvieron un núcleo distinto pero en algún momento de la historia
tuvieron que enfrentarse y un núcleo se impuso sobre el otro, tal como lo sostiene
Dussel en el encuentro entre los semitas y los indoeuropeos: el corazón del pensamiento
de occidente que es en esencia el nacimiento del cristianismo.

Entonces, según lo prueba Dussel, esta metodología es capaz de permitir advertir en


niveles estructurados la dinámica de la interrelación de culturas. Y proponer a su vez
que el cristianismo __religión que fue el sistema simbólico fundante de la cultura de
occidente__ es en esencia la manifestación del núcleo mítico ontológico semita, y que
Jesús, su fundador, no era más que un portador que fue capaz de sintetizar y expresar
este sistema.

La investigación de Dussel es de suma importancia para el presente estudio, ya que


permite situar con mayor claridad el espectro de la relación entre la cultura occidental
__
y su matriz el cristianismo __ y su violenta relación con el pensamiento andino. Pues es
evidente señalar que existe también un núcleo mítico ontológico andino, el cual, se
piensa, es fundamento esencial de reflexión e instrumento de combate simbólico.
Entonces, es importante establecer que existen diferentes niveles de lo cultural, lo que
se llamó la civilización, el sistema de instrumentos o útiles, así como el sistema de
ethos, las actitudes de relacionarse con los instrumentos, la manera de comportarse, los
hábitos y usos sociales, y el núcleo mítico ontológico, los fundamentos radicales de un
pueblo, la visión de mundo, la concepción del hombre y el cosmos, y la noción del
tiempo. Estos niveles entre diversas culturas se pueden enfrentar, y el producto será,
según la coherencia, la capacidad de explicar el mundo y de proporcionar certezas, en el
caso del Núcleo M-O, el de adaptarse a los cambios sociales en el caso del ethos, y
mayor desarrollo tecnológico en el caso de la civilización, la victoria de un sistema
sobre el otro. Una cultura podrá permanecer con su sistema de civilización y de alguna
manera con el ethos, pero habrá cambiado su núcleo mítico ontológico, que es lo que
aconteció de cierta manera en occidente, con la victoria del núcleo mítico ontológico
semita.

Ahora bien, hay que recordar un poco la construcción hipotética del inicio al abordar
lo cultural, se mencionó la existencia y relación de lo subjetivo, objetivo y la
objetivación subjetiva. El núcleo mítico ontológico y el ethos de un pueblo existen en lo
subjetivo, y en el ser colectivo, lo intersubjetivo, y la civilización se encuentra en el
mundo objetivo. Entonces, qué es la objetivación subjetiva, ¿qué elementos culturales
poseen esta naturaleza de vínculo entre lo subjetivo y objetivo? Aquí se está hablando
del arte, la religión y el lenguaje.

El hombre no vive en el mero mundo físico, sino en un universo


simbólico. “el lenguaje, el mito, el arte y la religión constituyen parte de este
universo, forman los diversos hilos que tejen la red simbólica, la urdimbre
complicada de la experiencia humana. Todo progreso en pensamiento y
experiencia afina y refuerza esta red... la realidad física parece retroceder en
la misma proporción que avanza su actividad simbólica”. (Dussel, 1966: 39)

Por tanto, son el lenguaje, el arte y la religión los sistemas simbólicos que son el
vehículo de transmisión de lo interno subjetivo, al mundo externo, al escenario objetivo.
El lenguaje es un proceso de objetivación de los pensamientos. En su proceso de
producción de sentido, de representación de lo existente, es depositario y expresión del
pensamiento y sentir cultural de un pueblo, institución que fija en él y al mismo tiempo
sirve de reproductor del núcleo mítico ontológico. El lenguaje es intersubjetividad, es la
red de sentido construida por el ser colectivo. Del mismo modo el arte, en su propia
dinámica de creación y multiplicidad de lenguajes, de formas de manifestación
subjetiva, también cumple la misma función, ser puente del espíritu hacia el exterior de
los hombres. La religión (y gran parte del arte actual), pese a recibir duros golpes tras al
proceso de secularización en estos últimos siglos, ha sido, y será la expresión más
popular y fiel de la carga espiritual y sensible, depositaria de la fe y esperanza, las
pulsaciones subjetivas vitales de lo humano. Estos tres sistemas simbólicos guardan
características singulares cada uno, pero están íntimamente relacionados: el lenguaje en
algún momento es arte, tenemos la literatura, en verso y prosa, en ocasiones el arte es
religión, la escultura de ídolos, santos, la imagen de Jesucristo tallada en madera, o de
Siddhartha Gautama, Buda, esculpida en piedra. O la religión en lenguaje, los escritos
bíblicos, el Corán, o el Torá. Los sistemas construyen a su vez un sistema más vasto y
totalizador, lo simbólico en el hombre.

Esquema 03.

“Civilización” o sistema de instrumentos


(que incluye al mundo físico) Objeto
“Cultura” (comportamiento) subjetividades que son los
modos existenciales de las diversas subjetividades o material
MUND intersubjetividades: actitudes usuales significativo
O “Núcleo mítico-ontológico” (o sistema de (lenguaje,
significación, símbolos y valores), fines. artes)

Según el esquema propuesto por Dussel, se puede ver como el lenguaje y el arte se
convierten en los instrumentos privilegiados que unifican la totalidad del mundo
humano (desde lo subjetivo a lo objetivo) y se convierten en la manifestación
significante también total, toda expresión humana con sentido se llevará a cabo a través
de los lenguajes del arte o el lenguaje verbal.

2.2.4.1.5 Otros Niveles de interpretación de la cultura.

Otro modo de esquematizar la cultura por niveles de comprensión también puede ser
de gran utilidad. Dussel lo utilizó para llevar acabo la empresa de poder estudiar la
dinámica cultural, pero con un grado diferente de enfoque, a partir del proceso de
significación. Se proponen tres niveles interpretativos, además de los anteriores tres,
civilización, ethos y núcleo M-O. Estos otros niveles complementan el panorama de
investigación, son niveles con mayor precisión instrumental en el análisis, pero
inconsistentes e insuficientes si se los pensaría aisladamente.

Esquema 04.
(I) Se encuentra el grupo de personas que constituye un "nosotros" (…)
(II), el mundo o el horizonte intencional delimita un cierto ámbito de
estructuras (sistemas, órdenes de símbolos, comprensión del mundo, y
fundado en ella una jerarquía de valores) que es el fundamento último del
comportamiento. (III) puede distinguirse un plano de los contenidos
objetivados en la lengua. (IV) instrumentos lógicos de expresión –uno de
los tantos instrumentos que necesita fundamentalmente toda civilización.
(Dussel, 1974: 15)

Los niveles construyen un esquema de comprensión, el enfoque radica en estudiar


grupos humanos, sus sistemas menores, identificar los cambios y relaciones,
derivaciones para con un sistema mayor, el núcleo mítico antológico. Luego ver las
consecuencias de sus cambios en relación a los sistemas mayores, el ethos y la
civilización. Y esto en un proceso de significación. Por ejemplo, Dussel utilizó este
método para estudiar la relación conflictiva entre la cultura semita y la cultura greco-
romana. Las modificaciones progresivas siglo a siglo que sufrieron los grupos humanos
que vivieron y en algunos casos sufrieron este conflicto, el cambio de la lengua
__
sistema de significación__ desde el antiguo hebreo hasta el latín, la periódica evolución
y relación entre diversos instrumentos lógicos __otro sistema de significación__ desde la
teología hebrea hasta la filosofía griega, nótese los aspectos radicales de la diferencia,
los instrumentos lógicos son los útiles racionales construidos que permiten formalizar
el pensamiento, conceptualizarlo, hacerlo ciencia __en teoría. Y luego determinar las
modificaciones en el núcleo mítico ontológico. Como se dijo más arriba, Dussel llega a
la conclusión de que la cristiandad, que es el pensamiento cristiano posterior a la
influencia helénica, tiene como centro cultural fundamental el núcleo mítico antológico
semita, con algunos trazos menores del pensamiento greco-romano.

Otro ejemplo acerca del método: La tradición semita ve al hombre como carne, una
constitución de cuerpo y alma no separables. La carne quiere decir cuerpo vivificado
por el alma. Sin el cuerpo el alma no existe, y sin el alma el cuerpo está muerto. Jesús
antes de morir crucificado __según el evangelio de Juan__ durante la última cena dijo;
“Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para
siempre. El pan que yo daré por la vida del mundo es mi carne”. Jesús menciona carne,
es decir, cuerpo y espíritu, su totalidad como ser. Por eso, para que su cuerpo resucite al
tercer día, su carne deberá ser conservada, su “cuerpo”. Pues lo que ha de resucitar es su
totalidad, cuerpo y espíritu. El pensamiento semita es el núcleo cultural del cristianismo.
__
Ahora bien, Descartes como también se dijo más arriba__ en 1647 escribió en su
Discurso de Método; cogito ergo sum, pienso luego soy. Sentencia que le proporciona a
la humanidad en el primer siglo de la modernidad los dualismos mente/cuerpo y
mente/materia. Descartes es cristiano, y por tanto de núcleo semita. No obstante su
influjo teórico es helénico, los helenos consideraban al hombre como una dualidad en
conflicto, cuerpo y alma. Por eso en la antigua Grecia se quemaban los cuerpos de los
guerreros muertos después del combate, ya que consideraban que el alma retornaría a un
centro espiritual e ideal, y el cuerpo se pudriría, recordar a Platón. Entonces, si este era
el núcleo M-O indoeuropeo, sus instrumentos lógicos fueron construidos para
interpretar esta concepción, la filosofía griega no es otra cosa que la racionalización de
estos principios culturales. Sin embargo el núcleo M-O de estos pueblos fue derrotado
por el semita, mas no el sistema de civilización, la filosofía que hereda Descartes. Por
eso este es un ejemplo perfecto de cómo funciona el método, pues permite comprender
que Descartes tiene el núcleo cristiano de genealogía semita, pero la civilización de
influencia greco-romana. El resultado será una teoría que ve al hombre racionalmente,
instrumentalmente como una dualidad, negando el núcleo cultural que ve al hombre
como una unidad. Aquí la concepción más profunda de una cultura y religión se
enfrentan ante los instrumentos racionales. La evidencia clara de cómo una civilización
convive con otro núcleo M-O. Finalmente es de suma importancia dejar presente que en
una comunidad el núcleo M-O puede permanecer pero la lengua cambiar, o viceversa.
La perduración de una lengua no garantiza la subsistencia de un núcleo mítico
antológico.

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