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La venganza y la ley

Fenech, E., Cowan, M. (productores) y Radford, M. (director). (2004). El mercader


de Venecia [Cinta cinematográfica]. RU.: Uk Film Council.
La historia se desarrolla en la Inglaterra de la edad media en donde pudimos observar que la
justicia no solo buscaba resolver los conflictos contractuales de las personas, sino que esta
quería dar cabida a la compasión y misericordia en el conflicto que se presentó entre el
cristiano y el judío mercader, citando así una frase del tribunal “Shylock No haces sino llevar
las consecuencias de tu odio hasta el instante previo a tu satisfacción” entendiendo así que el
mercader actuaba de mala fe, ya que este al querer “ayudar” al instructor planteo como el
pago de su fianza una libra de carne humana (cerca de su corazón) actuando de una forma
tramposa y rencorosa como lo expreso en la corte al rechazar los 6000 ducados pidiendo al
tribunal que se cumpliera el importe total de su fianza el cual se estipulo en el contrato.
Mi opinión a favor de la sentencia dictada por tribunal se basa en la falta de elementos
esenciales del contrato, Art. 1501. Código Civil “Se distinguen en cada contrato las cosas
que son de su esencia, las que son de su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la
esencia de un contrato aquellas cosas sin las cuales, o no produce efecto alguno, o
degeneran en otro contrato diferente; son de la naturaleza de un contrato las que no siendo
esenciales en él, se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial; y son
accidentales a un contrato aquellas que ni esencial ni naturalmente le pertenecen, y que se le
agregan por medio de cláusulas especiales.” enfocándome en la poca determinación del
objeto (elemento esencial ya que sin este no puede nacer a la vida jurídica), ya que no es
perfectamente determinado, por lo cual el tribunal expreso que por esa falta no podría
derramar sangre del instructor y que si sacaba más de una libra o menos tendría consecuencia
alguna.
Por otro lado, el mercader mostro su falta de conciencia ante el tribunal al rechazar lo que el
pupilo de Antonio le ofreció, dejando a la luz su sed de venganza utilizando o manipulando la
ley a su favor como en su principio lo hizo al plantear el pago de la fianza, por lo cual
podemos evidenciar un delito Art. 2302 Código Civil” Las obligaciones que se contraen sin
convención, nacen o de la ley o del hecho voluntario de las partes. Las que nacen de la ley se
expresan en ella. Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato. Si el hecho
es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito. Si el hecho es culpable,
pero cometido sin intención de dañar, constituye un cuasidelito o culpa.” ya que el mercader
busco dañar con la forma en la cual pedía el pago de su fianza.
Retomando de la consecuencia que nombre anteriormente, podemos comparar que la falta de
determinación en el objeto según la ley citada por el tribunal hace referencia a las
consecuencias que una persona puede tener (actualmente una de ella es que tal contrato no
podrá nacer a la vida jurídica) como lo dijo el Doctor de la ley “si viertes la más mínima
gota de sangre cristiana tus tierras y bienes por las leyes de Venecia serán confiscadas por
el estado de Venecia.” basándose en los vacíos que presentaban su término.
Sin embargo, al analizar todo esto, encuentro una falta por parte del deudor el cual es el
incumplimiento de su pago en el plazo estipulado, recordando así que los contratos
legalmente celebrados (en este caso fueron ante un notario a formalizar tal contrato) son ley
para los contratantes y deben ser cumplidos de buena fe.
En conclusión, el contrato que las dos partes estipularon tiene diferentes vacíos y vicios tanto
por el acreedor como por el deudor, sea por las diferentes faltas en los términos estipulados y
por el incumplimiento que tuvo el deudor al no pagar en el plazo estipulado por su acreedor,
sin embargo, la favorabilidad de la ley por los cristianos hizo que el pago de los perjuicios los
sufriera el mercader judío.

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