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ETICA PROFESIONAL

TERCERA ENTREGA DE REVISTA VIRTUAL: CRONICA SOBRE LA

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Presentado a:

HOWARD ALBERTO PEREZ

Presentado por:

JEAN PIER RAMIREZ MADRIGAL

UNIVERSIDAD MINUTO DE DIOS ADMINISTRACIÓN EN SALUD


OCUPACIONAL

IX SEMESTRE

01 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Síntesis

LIBERTA DE EXPRESIÓN DERECHO FUNDAMENTAL PARA EL


PERIODISMO COLOMBIANO. Y COMO SE DA LA SENSURA

Durante los siglos pasados la libertad de expresión tuvo que batallar contra reyes,
dictadores, presidentes y diferentes grupos de poder. El escenario se plantea distinto en el
siglo XXI, pues la libertad de expresión se enfrenta, también, a los medios de comunicación
y a sus dueños, quienes deciden cuándo empieza y cuándo termina la libertad de
publicación.

Así ocurrió hace poco en México, cuando Carmen Aristegui, la periodista más influyente
de ese país, fue despedida por los dueños para quienes trabajaba después de haber hecho
pública la exhaustiva investigación de la

Los dueños de la estación de radio MVS no tuvieron problema en deshacerse de su


periodista estrella, ni perder audiencia, con el fin de congraciarse con el gobierno de Peña
Nieto que dentro de poco adjudicará licitaciones para comunicaciones digitales.  

También ocurrió en Gran Bretaña, cuando el Daily Telegraph ordenó evitar las historias
negativas del HSBC. El editor de política, Peter Oborne, renunció. Y así a lo largo y ancho
del mundo.

Por supuesto, en nuestro patio las cosas no son distintas. A finales de abril la FLIP dio a
conocer la historia en la que los intereses empresariales priman sobre el derecho a la liberad
de expresión de los periodistas.

La denuncia reúne diferentes elementos de censura e incluye violencia contra los


reporteros, materializada en una amenaza por parte de un grupo que no ha sido identificado.
Además, deja en evidencia un secreto a voces: las dificultades que tiene el periodismo para
contar el proceso de restitución de tierras. Un tema fundamental, pues la suerte que corra
este proceso será definitiva para determinar si dentro de 20 años Colombia continúa en
guerra o si, por el contrario, celebrará que vive sin ejércitos enfrentados.

Construir la denuncia contra los accionistas de El Colombiano llevó dos meses. Las
personas involucradas entendían que lo ocurrido era un escándalo de proporciones mayores
y que les podría traer consecuencias. Era necesario tomar todas las precauciones necesarias.
Finalmente la historia se hizo pública y una pregunta directa se les planteó a los señores
Hernández de la Cuesta: en su doble calidad de dueños de tierras en disputa en el Urabá y
accionistas de El Colombiano
 ¿Intimidaron ustedes a periodistas de ese diario que cubrían temas de restitución de tierras
en el municipio de Apartadó?

La respuesta, atendiendo a la verdad, es sí; la familia Hernández de la Cuesta utilizó su


jerarquía y su poder para afectar el trabajo que realizaban los reporteros del diario del cual
son ellos mismos dueños. Ahí está la evidencia: correos electrónicos, directrices al interior
del diario, testimonios de los periodistas afectados y la posterior renuncia de dos reporteros.
Además, también es público que la familia propietaria del diario más importante de
Antioquia tiene el antioqueño que están siendo reclamadas por un grupo de personas.

A pesar de esto, los accionistas evadieron los hechos y enviaron una carta que se hizo
pública, que resulta escueta e insípida: “Refrendamos el compromiso -casi centenario- en la
libertad de prensa y la autonomía de la empresa periodística a la que hemos estado
vinculados por tres generaciones”, dijeron.

Es interesante ver lo que dicen y lo que callan los hermanos: no negaron los hechos,
tampoco reconocieron que tuvieran un conflicto de intereses. Su respuesta es un acto
protocolario que no incluye una palabra que inspire honestidad ni transparencia.

Alguien que conoció esta historia por dentro comenta que las formas que se utilizaron para
acallar a los periodistas le recordaban al borracho que se presenta como un rehabilitado
pero que por las noches, a escondidas, sigue tomándose sus copitas.

A pesar de la gravedad de lo denunciado, el asunto ha tenido poca repercusión mediática.


Había sangre pero los medios de comunicación no corrieron hacia ella. La mayoría guardó
silencio, mientras otros interpretaron a favor de los poderosos hermanos.

Muy distinta fue la reacción frente al caso de Yohir Akerman, a mediados de febrero,
cuando el periodista publicó en El Colombiano la columna. Después de publicarla, el
diario, que no compartía lo que ahí se decía, daba por terminada su relación laboral. La
indignación fue una avalancha de titulares, manifestaciones de respaldo a Akerman y de
rechazo al medio; y por supuesto, generó un tsunami en redes sociales.

Sin embargo, en este capítulo parece que no había mayor interés para enfrentar a los
Hernández de la Cuesta.

El conflicto de intereses que existe al interior de El Colombiano es evidente y corresponde


a la dirección de ese medio demostrar que su trabajo periodístico será blindado de manera
especial para que no queden dudas de su transparencia e independencia. Pero no sólo es un
asunto de este diario, la concentración de medios en el país resulta tan evidente, que es
imposible ignorar que un enorme elefante se mueve por las salas de redacción. La
transparencia de los medios resulta el único mecanismo efectivo para que sean los lectores
los jueces de los contenidos editoriales y periodísticos de los diferentes medios de
comunicación.
En las últimas semanas la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) conoció el caso de
dos periodistas del periódico El Colombiano que recibieron presiones por parte de los
señores Juan Carlos Hernández de la Cuesta y Jorge Hernández de la Cuesta en calidad de
socios del diario.
De acuerdo a la información recolectada por la FLIP, a mediados de febrero y tras la
publicación de una nota sobre restitución de tierras en el Urabá antioqueño, Juan Carlos
Hernández de la Cuesta envió un correo electrónico al reportero cuestionándolo por lo que
consideró falta de rigor periodístico e informándole que tanto él como sus hermanos tienen
tierras en la zona.

Los hermanos Hernández de la Cuesta, además de ser accionistas mayoritarios de El


Colombiano, figuran como dueños de la Hacienda Flor del Monte, ubicada en Blanquicet,
vereda de Turbo. Sobre este predio existe un reclamo de restitución por parte de un grupo
de víctimas.  

El 17 de febrero un camarógrafo y un reportero de El Colombiano iniciaron una misión en


Apartadó para investigar lo que sucedía en el proceso de restitución de tierras en la región
del Urabá. Según le informaron a la FLIP, el reportero recibió una llamada del señor Jorge
Andrés Hernández de la Cuesta, hermano de Juan Carlos, quien lo citó a una reunión para
hablar de la investigación que él realizaría.

Durante el encuentro, Hernández de la Cuesta le recordó que él era “su patrón”,


refiriéndose a que él y sus hermanos son socios mayoritarios del diario, y le indicó con
cuáles fuentes debía reunirse, exigiéndole que fuera a la sede de Suganar (Subasta
Ganadera del Urabá Grande) en Chigorodó, y a cuáles debía evitar, como a la Fundación
Forjando Futuros.

Frente a estos hechos la FLIP aclara que este relato no lo conoció de manera directa por los
periodistas que se encontraban en terreno. Sin embargo, tres fuentes coincidieron en la
narración y manifestaron su preocupación por la gravedad de los hechos.
CONCLUSION

Por el contexto y los ejemplos dados que son incontables a lo largo de la historia, podemos
observar que para poder lograr una libertad de expresión total, falta mucho camino que
recorrer, pues la libertad periodística en muchas ocasiones se ha visto atada a la censura,
por manos negras que se encuentran envueltas en las noticias y hacen parte de los poderes
de los países, que unos protegen la libertad de expresión periodista más que en otros no
deja de ser un cáncer las amenazas, que siempre tienen el personal que quiere dar a la luz
pública problemas de corrupción y problemas de moral con cierto tipo de personas, para
poder lograr esto hay que dar más reconocimiento y apoyo a los profesionales que están
dispuestos a decir la verdad, dado que por falta de garantías muchas veces las noticias no
salen a flote, noticias que pueden ayudarnos a en nuestras vidas si se dan a conocer, para
que así sean investigadas y logren acabar con la corrupción que se encuentra en todos los
sectores donde miremos.
BIBLIOGRAFIA Y WEBGRAFIA

https://flip.org.co/index.php/es/informacion/noticias/item/1766-accionistas-de-el-colombiano-
presionaron-reporteros-que-cubrian-restitucion-de-tierras-en-el

https://www.semana.com/opinion/articulo/jonathan-bock-censura-libertad-de-expresion-el-
periodico-el-colombiano/426353-3

UNIMINUTO virtual y a distancia. (23 de septiembre del 2016) límites de libertad- minutos de vida
[archivo video]

Turchi, J. P. y Lamberghini, L. H. (2012). Transformación de realidades en conflictos: la aplicación


del modelo dialógico.

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