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(*) W e n d e l Email Ibérica, S.A.; (**) Proying XXI, S.A.; (***) Instituto d e Tecnología
Cerámica (ITC)- España
SUMARIO
Una de las cualidades más preciadas de las baldosas cerámicas es la de ser planas.
Este es un requisito indispensable para estos materiales, cuyo fin último es revestir pare-
des y suelos para mejorar su calidad higiénica y estética. No obstante, durante el proceso
de fabricación de las baldosas confluyen diferentes factores que pueden alterar su forma
plana. Especialmente, si se trata de baldosas conformadas por prensado siguiendo un
proceso productivo típico de monococción.
No obstante, los estudios hasta ahora publicados sobre este tema corresponden a
trabajos efectuados en condiciones de laboratorio y en los que, a lo sumo, se realizaban
limitadas observaciones en condiciones industriales. Esta limitación no era casual, sino
una verdadera imposición de las necesidades productivas del ámbito industrial; que
determina el margen de actuación sobre las variables implicadas y, consecuentemente, la
posibilidad de efectuar estudios con la amplitud y el rigor necesarios para obtener un
conocimiento detallado y preciso, que permita cuantificar la influencia de las variables de
cocción sobre la curvatura final de las baldosas.
El objetivo del presente estudio es doble: Por una parte, constatar que el horno pilo-
to discontinuo del que se dispone es una herramienta suficientemente precisa para estu-
diar la evolución de la curvatura de las baldosas durante su cocción.
Por otra parte, y una vez comprobado el primer objetivo, se desea evaluar la
influencia que el ciclo térmico experimentado por las baldosas ejerce sobre su curvatura.
Esta parte del estudio se centra particularmente en aquellas etapas del ciclo térmico que
habitualmente se reconocen como más efectivas para la regulación de la curvatura. Es
decir, precalentamiento, en el intervalo de temperaturas comprendido entre 750 y 1000 "C;
cocción, que corresponde a la zona de máxima temperatura, típicamente comprendida
entre 1110 y 1140 "C y, por último, el intervalo de temperaturas próximas a la de acopla-
miento del esmalte, durante el enfriamiento.
3. MATERIALES, EQUIPAMIENTO Y
PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL
3.1. MATERIALES
-4
curvas de expansión térmica se muestra en Figura 1. Curva de expansión térmica del soporte para
las figuras 1 y 2. Se ha utilizado, además, pavimento.
un engobe y dos vidriados: uno transpa-
rente y otro opaco.
:li 4 opaco
La medida de la curvatura y los perfiles de cada uno de los lados de las baldosas se
realizó mediante un equipo de medida tridimensional, siendo el espaciado entre cada
uno de los puntos de medida de 20 mm.
En este horno las piezas son alimentadas manualmente, a través de la puerta situa-
da en uno de los extremos del mismo. En el extremo opuesto se encuentra el colector de
los gases de combustión y la chimenea de evacuación de éstos.
P.GI-6
CASTELLÓN (ESPAÑA) Cím QWLI!#:;~:,
- 2000
Así pues, con el objeto de evaluar la influencia que ejercen ambos factores, se pro-
gramaron los experimentos que se describen en los siguientes subapartados. Indicar aquí,
no obstante, que las cocciones para el estudio de las etapas de precalentamiento y las de
cocción se realizaron con soporte sin esmalte ni engobe. Únicamente, se emplearon sopor-
tes esmaltados en los experimentos sobre la etapa de enfriamiento. Se decidió hacerlo así
para poder discernir entre la influencia de la cocción y la debida al acoplamiento de los
esmaltes [" Y l2].
MENTO REVESTTMIENTa
-
Temperatura Temperatura Uiterencia de Temperatura Temperatura Diferencia de
Ciclo inferior Superior temperatura Ciclo inferior Superior temperatura
("C) ("C) ("C) ("C) ("C) ("C)
GC 1 1128 1119 9 PC2 1130 1130
GC2 1138 1129 9 PC3 1120 1120
GC3 1139 9 PC4 1140 1140
1O 20 30
O 1O 20 30 40 Tiempo (min)
Tiempo (min)
Figura 6. Ciclo térmico para pavimento. Figura 7. Ciclo térmico para revestimiento.
En la siguiente tabla 3 se resume las variaciones realizadas sobre los ciclos térmicos
originales para cada uno de los vidriados ensayados. La diferencia de temperatura
(Temperatura inferior menos temperatura superior) que se indica se mantenía en el inter-
valo 1000-650 "C, aproximadamente.
CICLO TÉRMICO Diferencia de tem~eratura
Vidriado
Pavimento y Revestimiento (Oc) -
EGB 1 Opaco -78 -
EGB2 Opaco
EGB3 Opaco 114
EGCl Transparente -78
EGC2 Transparente
EGC3 Transparente 114
Las temperaturas inferiores estudiadas en esta etapa son próximas a aquellas a las
que ambos soportes alcanzan su máxima expansión térmica e inician la fase de contrac-
ción, tal y como puede verse en las curvas dilatométricas.
En la figura 8 puede
30.00 01
verse los resultados obtenidos
con soporte de pavimento
20.00 1
I
*GP3 -
Longitud (%)
GP6 *GP4 * GP5 *GP7
Longitud (%)
*GP8 GP9 *GPlO
Longitud (%)
Longitud (%)
PP2 + PP3 * PP4 +PP5 *PP6 *PP7 *PP8 *PP9 ePPIO
Figura 12. Perfiles de baldosas de revestimiento. Figura 13. Perfiles de baldosas de revestimiento.
historia del tratamiento térmico que experimentaron. En efecto, esto es posible dado que
el material cerámico tiene un comportamiento elastoplástico. Así, los laterales paralelos a
la dirección del movimiento de las baldosas (lados B y D) presentan una curvatura con-
vexa en la zona de los extremos y cóncava en el centro cuando ha experimentado una cur-
vatura convexa en las primeras etapas del precalentamiento y, posteriormente, se ha
invertido esta tendencia o la baldosa se ha deformado bajo su propio peso (figura 12 cur-
vas PP4 y PP5).
Por el contrario, los perfiles laterales (figura 12 curvas PP9 y PP10) muestran una
curvatura cóncava en los extremos y convexa en el centro si, en la primera fase del pre-
calentamiento la baldosa presentaba una curvatura cóncava y, después, se invirtió esta
tendencia. Estas variaciones, como se ha comentado pueden ser provocadas por la dife-
rencia de temperaturas entre las cámaras superior e inferior, o por la propia evolución de
las propiedades del material con la temperatura.
En las figuras 14 y 15 se muestra algunos de los perfiles laterales (lado B) de las baldosas
de pavimento que se obtuvieron tras los experimentos en la zona de cocción. Como puede
verse, todos ellos son muy semejantes. En efecto, tras estos experimentos únicamente quedaba
marcada una cierta curvatura en los extremos
de los laterales B y D debido al efecto de sus-
tentación.
precalentamiento, debido a que, a las tem- Figura 14. Perfiles de baldosas de pavimento. Cocción.
peraturas a las que se produce la cocción, la Modificaciones en la temperatura máxima.
rigidez de las baldosas es menor.
- -
-4
Longitud (5%)
* EGRl * EGB2 * EGC 1 * EGC2
EGCl EGC2 -
EGB3 ' EGC3
Figura 19. Modificación de la etapa de e~~fiiamie~zto.
Pavimento. Revestimiento
Como puede verse, la influencia es notable, pudiendo inducir una variación de cur-
vatura convexa, en el caso del vidriado opaco, a curvatura cóncava en el caso del vidria-
do transparente (compárese las curvas EGB2 y EGC2.de la figura 19). La magnitud de la
variación que llega a producirse es del mismo orden que la que puede conseguirse
mediante la modificación del gradiente de temperaturas. La consecuencia de este hecho
es evidente, y está de acuerdo con la experiencia industrial, es conveniente utilizar
vidriados con curvas de expansión térmica semejante a la del soporte cocido, de lo con-
trario, las curvaturas que produzca el vidriado difícilmente podrán ser corregidas
mediante la modificación del ciclo térmico.
5. CONCLUSIONES
Figura 20. Evolución de la curvatura lateral y la inclinación Figura 22 deformación conjunta. Estimación de la
de los extremos con la temperatura. diferencia de temperaturas óptima durante la cocción.
En efecto, la observación de las baldosas que se obtuvo tras los experimentos mues-
tra cómo éstas son aproximadamente simétricas respecto del eje central de los lados para-
lelos al sentido de avance en el interior del horno, y que hay por lo general, dos defor-
maciones características: La que se observa en torno al centro del lateral (flecha central) y
la inclinación que se observa en las proximidades de los extremos (que puede ser evalua-
da como la pendiente que muestran las baldosas en dichos extremos).
Cuando se representa el valor que adoptan estas dos magnitudes (expresadas como
módulos adimensionales) en función de la diferencia de temperatura que las provoca, se
obtiene un gráfico como el mostrado en la figura 20.
Por otra parte, se puede adoptar como criterio de comparación la condición de que
la inclinación de los extremos y la flecha central deben ser mínimas, para que las baldo-
sas sean en efecto planas. Este criterio puede expresarse precisamente diciendo que la
suma ponderada de ambos factores, en valor absoluto, debe ser mínima. Cuando se cal-
cula de este modo la deformación global de las baldosas, se obtiene una gráfica como la
de la figura 21, a partir de la cual es posible determinar la variación a realizar sobre un
ciclo de cocción dado, para minimizar la curvatura final de las baldosas.
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