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En muchas situaciones la gente tiene claro algo que quiere hacer, el objetivo
que tienen que conseguir, pero desconocen los valores exactos que deben usar
para llegar a ese objetivo. Un fı́sico puede saber que quiere lograr que algo se
mueva cierta cantidad de metros, pero no sabe cuánta fuerza debe aplicarse
para lograr eso. Un economista puede querer obtener un importante monto
de interés en una inversión, pero no sabe cuánto capital debe depositar para
lograr la ganancia deseada. Un biólogo puede querer lograr un equilibrio en
un ecosistema, pero desconoce cual es la cantidad máxima de animales que
pueden coexistir en el espacio disponible. Un quı́mico puede querer sintetizar
un remedio para una farmacia, pero no sabe las cantidades exactas que debe
usar de sustancias. Todas estas situaciones son ejemplos donde se conoce la
cantidad que se quiere obtener como resultado, pero no la cantidad inicial.
Situaciones mucho más simples como ”si una persona puede cargar dos sil-
las ¿Cuántas personas hacen falta para llevar 8?” también responden a la
misma idea: se sabe el total de sillas, pero no se sabe la cantidad de personas
que hacen falta. Ésta puede solucionarse de manera muy sencilla, razonando
de forma rápida, pero los primeros ejemplos (aunque no se han detallado
en profundidad) se los puede asumir más complejos y difı́ciles para razonar.
La matemática se ha encargado históricamente de resolver todos estos tipos
de problemas mediante las llamadas Ecuaciones, las cuales proveen de un
método sistemático para resolver estos problemas. Existen muchos tipos de
ecuaciones y no todas se resuelven de la misma manera, pero si se estudian
con atención y se aprenden los distintos métodos que hay, permiten resolver
cualquier tipo de problema siguiendo una serie de pasos, evitando la com-
plejidad de razonar problemas que podrı́an tomar mucho tiempo para pensar.
Ahora bien ¿Qué es una ecuación? Una forma elegante de definirlas es decir
que es la igualdad entre dos o más expresiones algebraicas donde intervienen
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una o más variables o incógnitas ¿Pero qué significa esto último? Significa
que, para hablar de una ecuación, necesitamos al menos un signo igual, donde
en alguno de sus dos miembros (los lados del igual) aparece al menos una
incógnita, representada por una letra. Generalmente la letra que se utiliza
es la x, pero dependiendo del contexto pueden aparecer otras letras, que
hagan una referencia más clara a lo que se está buscando. Por ejemplo, si en
alguno de los problemas hubiese que averiguar el tiempo que demora algo en
hacerse lo más probable es que en vez de usarse x se use t para el tiempo.
Los siguientes son todos ejemplos de ecuaciones:
• 2x − 3 = 15
• 4x + 1 = 9
• (2x − 1)(x + 3) = x2 − 8
3x4 −2x3 2x2 +3x−2
• 3
+ 2x+1
=8
Como puede apreciarse, las ecuaciones pueden ser muy sencillas o muy
complicadas. Las primeras ecuaciones se empiezan a resolver en la primaria,
por lo que no resultan muy difı́ciles si se recuerda correctamente de qué
manera se despejan. Las dos siguientes, en cambio, presentan mayores difi-
cultades, pero pueden ser resueltas si se identifica correctamente el tipo de
ecuación al que pertenece cada una y aplicando los métodos propios de cada
una.
¿Por qué esta pregunta es tan importante? Porque antes de poder avanzar
con tipos más complejos de ecuaciones se debe entender que significa resolver
una ecuación, poder identificar la respuesta obtenida y poder interpretarla.
Repetir indiscriminadamente los métodos de resolución de ecuaciones sin en-
tender qué se está haciendo lleva siempre al mismo error: confundirse los
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métodos y no saber discriminar si los resultados obtenidos tienen sentido o
no. Por eso aquı́ no se trabajará resolviendo ecuaciones, sino analizando dis-
tintas respuestas para entender cuando una ecuación está resuelta y cuando
no.
La siguiente ecuación, aunque sigue siendo muy sencilla, presenta una difer-
encia clave con las ecuaciones que se estudian en los primeros años: x2 = 9.
Nuevamente, el foco de atención aquı́ no son los pasos para resolver esta
ecuación o los despejes que hay que hacer. Lo importante es analizar su
solución. Para eso hay que preguntarse qué número puede ser x que al el-
evarse al cuadrado da como resultado 9. La primer respuesta parece obvia:
3. Y es correcta esa respuesta, pero hay que aclarar que, en este caso, está
incompleta. ¿Por qué incompleta? Porque existe otro número que cumple
con lo pedido en la ecuación: -3. Siempre prestándole mucha atención a las
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reglas de los signos se puede verificar que es cierto que -3 es solución de esta
ecuación: (−3)2 = (−3).(−3) = 9. Como al reemplazar x por -3 se consiguió
el resultado que pedı́a la ecuación, se puede afirmar que -3 también es una
respuesta correcta. Esto no es ningún tipo de error ni problema raro, simple-
mente existen dos números que cumplen con los valores que pide la cuenta
de la ecuación.
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Es importante entender la idea que una ecuación puede tener muchas solu-
ciones y que sólo se dirá que la ecuación está bien resuelta cuando se hayan
encontrado todas las soluciones posibles. Pero, si existe la posibilidad que
haya muchas respuestas, ¿Existe la posibilidad que no haya respuesta? Si en
el problema de la pelota que llega a los 5 metros se preguntase y se plantease
una ecuación para averiguar en qué momentos la pelota llegó a los 6 met-
ros de altura ¿Que pasarı́a? ¿Hay solución a ese problema? Resulta que
no, porque si lo más alto que llega la pelota es 5 metros, la respuseta es que
jamás llegará a los 6 metros y eso en la ecuación significa que no hay solución.
¿Significa eso que la ecuación está mal hecha? No, significa que la ecuación
no tiene solución y esa es la respuesta correcta.
Esto cubre todo el abanico de posibilidades para las soluciones de las ecua-
ciones: ninguna, una o varias. Saber cuántas respuestas tiene una ecuación
también es importante, pues si no se supiese, jamás podrı́amos estar se-
guros de haber encontrado todas las respuestas posibles y no sabrı́amos si la
ecuación está bien resuelta. Por suerte, con la ayuda de la tecnologı́a y de
la gente que se ha dedicado a estudiar las ecuaciones es bastante fácil saber
cuántas soluciones puede tener una ecuación.
1. 2x − 8 = 14
Posibles respuestas: 3; 4; 9; 11; 10
2. −3 + 4x = 9
Posibles respuestas: 1, -3, -1, 5, 4
3. 3x − 1 = 2x − 4
Posibles respuestas: 2; -1; -3; 4; 6
4. 5x − 4 = −5x + 2
Posibles respuestas: 1; -3; 34 ; -6; 3
5
5. 3x + 2 = 6x + 13
Posibles respuestas: 23 ; 53 ; 19 ; 29 ; 1
5
5
2x−3
6. 3x−2
+ 3x − 1 = 3
Posibles respuestas: 2; 91 ; -1; 34 ; 1
9. x2 + 2 = 1
Posibles respuestas: 1; -1; 3; 0; 4