Conociendo el significado de corrupción, entendido tal como lo
han mencionado los compañeros, como sinónimo de descomposición, podredumbre o desintegración, e incluso identificada como el proceso degenerativo de las normas y de los valores que se establecen en la sociedad, resulta completamente pertinente los principales factores que llevan a su origen y desarrollo. Las causas de corrupción se determinan por los principales factores de su desarrollo, la teoría económica mediante el modelo principal-agente-cliente busca dar respuesta a este fenómeno: “Una manera de formalizar las causas de la corrupción, es a través del modelo principal-agente cliente. Este modelo se constituye como uno de los principales instrumentos para describir el fenómeno de la corrupción pública, ya que examina los caminos de motivación de los funcionarios del Estado para actuar de manera honesta o deshonesta mediante la eficiencia salarial” Este modelo da cuenta de la relación existente entre la Entidad Pública (Principal), el funcionario público (agente) y un particular que se relaciona con el Estado (Cliente), en este sentido, la racionalidad de los agentes económicos en dicho modelo responde; 1. El principal busca maximizar el bienestar social 2. El agente está motivado a desviar sus funciones públicas, buscando maximizar su bienestar personal frente al bien común, mediante la aceptación de sobornos o coimas. 3. El agente tiene injerencia sobre los servicios que ofrece el principal. 4. La existencia de información asimétrica entre el agente y el cliente. Con relación a las causas, el autor nos trae apartes teóricos de Robert Klitgard, un académico estadounidense considerado “gurú de la anticorrupción”, asesor de gobiernos y organismos internacionales quien concluye que los incentivos para las prácticas corruptas serán mayores, sí el deshonesto satisface alguna de las siguientes condiciones: El agente goza de arbitrio y tiene bajo nivel de responsabilidad Hay poca probabilidad de que el agente sea descubierto y sancionado rápida y eficientemente El agente posee poder monopólico sobre el cliente Bajo salario del agente. Escaso costo moral por aceptar sobornos Mínima satisfacción moral por ser honestos. El cliente beneficiado por las circunstancias anteriores ofrece un soborno lo suficientemente alto para persuadir al agente a costa del principal Basado en estas condiciones, la utilidad por ser corrupto es mucho mayor que la de no serlo, son estas entre otras causas, las que permiten explicar su carácter dinámico (porque se adapta a las nuevas circunstancias) y multiplicativo (porque tiende a contagiar a las personas e instituciones que se han caracterizado por su transparencia y actitud ética) al interior de las instituciones gubernamentales y hacia los demás agentes para incurrir en este tipo de actividades ilícitas; evolucionando rápidamente y convirtiéndose en una práctica sutil, imperceptible y sofisticada.
Para el caso colombiano Gómez y Gallón, identifican 7 causas
que generan corrupción en el país: En primer lugar, la ineficiencia pública en los procesos de planeación y control, para nadie es un secreto la negligencia y la debilidad presente en estos sistemas, lo cual reduce la calidad de los bienes y servicios prestados por las entidades públicas, fomentado sobornos por parte de los clientes frente al agente. Sin duda alguna, este es el factor más representativo en la estructura del Estado colombiano.
En segundo lugar, la alta discrecionalidad de los funcionarios
públicos (agentes), evidenciando la ausencia de control a los agentes, fundamentada en una cadena de actividades administrativas que terminan dispersando la responsabilidad de los mismos, dificultando el establecimiento de los efectos de las acciones corruptas y obstaculizando, la de sanciones justas y oportunas.
En tercer lugar, el monopolio que aún existe para la
prestación de ciertos servicios por parte del Estado genera un acaparamiento del poder, debido a la falta de transparencia y disponibilidad en la información de ciertos procedimientos que contribuyen a entorpecer la claridad y la acción objetiva de los funcionarios públicos y que, al mismo tiempo, facilita los sobornos de aquellos que necesitan hacer uso de algún servicio, debido a la implementación de excesivas regulaciones en los trámites.
En cuarto lugar, la baja probabilidad de ser descubierto, así
como las débiles sanciones o castigos, son los mejores incentivos para actuar de manera inescrupulosa.
En Colombia el atraso y las fallas en la legislación penal se
evidencian por la baja calidad de los mecanismos de control de los resultados de la gestión pública o, en su defecto, por el incumplimiento de los mismos, por el bajo nivel de prioridad dado al tema de la corrupción en todas sus manifestaciones por parte del sistema judicial y por la falta de mano dura en el momento de aplicar los castigos. En quinto lugar, la presencia de bajos salarios para los agentes, ocasiona un incentivo a mejorar su ingreso marginal, con actos de corrupción, en contra de los intereses de la institución, conseguidos por medio del abuso discrecional dentro de su actividad laboral, facilitado por la baja probabilidad de ser descubierto, y por la ineficiencia en la aplicación de los castigos y sanciones.
En sexto lugar, la falta de sanciones morales que castiguen al
agente deshonesto, en la sociedad se ha puesto de moda, obtener dinero sin importar los medios por los cuales éste se obtiene.
y, por último, la burocracia clientelista, que sustituye la
burocracia elegida por meritocracia, afectando gravemente el principio de burocracia estructurada.
Esto permite una tolerancia que puede justificar la
perpetuación de los funcionarios públicos (probablemente corruptos) en sus cargos y contribuye a la creación de una burocracia desorganizada, que, por obvias razones, propicia la corrupción.
Claro que no podemos dejar por fuera, la influencia directa de
algunos factores socio-políticos (las prácticas clientelistas) los monopolios partidistas la falta de verdadera representatividad electoral y de legítima gobernabilidad
Entre otras causas generadas básicamente por la estrecha
relación que existe entre las oportunidades políticas y económicas, los que se convierten en una importante fuente generadora de corrupción. Está claro que en Colombia se perdió el sentido e importancia de autoridad y orden precisamente porque actores políticos, académicos, sociales y de opinión han socavado la importancia de estos dos conceptos por equipararlos con principios ideológicos y políticos
vemos que tanto las instituciones como el ciudadano desarticulan
minuto a minuto las estructuras fundamentales de la sociedad y del Estado.
nadie quiere cumplir con la mínima norma de convivencia ni en la
casa, colegio, comunidad, o lugar donde compartimos con los demás individuos.
Si un ciudadano parquea su vehículo en un lugar el cual sabe con
claridad y entendimiento que está prohibido por norma parquear y lo hace, es un ciudadano que contribuye con ese acto al deterioro del orden social, y si una autoridad de transito o la administración municipal, encargados de ejercer autoridad a través del cumplimiento de la norma, no hacen lo debido en ejercicio de su responsabilidad y en cumplimiento de sus deberes por evitar que ese ciudadano no se parquee en lugar prohibido aplicando con rigurosidad la norma y la autoridad, también está contribuyendo con ese acto al deterioro del orden y de la autoridad.
Esos hechos nos tienen en este estado de anomia, de caos, de