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Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales


Especialización en Justicia, Victimas y Construcción de paz

María Laura Lázaro González

I. Introducción
El paradigma de justicia transicional ha evolucionado en las últimas décadas dado a la
especialidad que se ha establecido por parte de la comunidad internacional, en la que reconoce a
las víctimas como titulares de derecho a la verdad, justicia, reparación y garantías de no
repetición e impone al Estado los deberes de garantizar estos. Por esto, la implementación de la
justicia transicional supone la creación de mecanismos de naturaleza judicial y extrajudicial que
permitan al estado cumplir con las exigencias propias de un proceso transicional. En el caso
colombiano se pretende realizar la implementación de la justicia transicional con prácticas y
objetivos de Justicia restaurativa que trae consigo un paradigma totalmente distinto al paradigma
de justicia ordinario con el fin de humanizar el proceso de implementación de los acuerdos y la
construcción de paz.

En los programas de justicia restaurativa dentro de un proceso de transición del conflicto armado
a la paz, es importante desarrollar un modelo participativo, en estos modelos, la participación de
las victimas ha empezado a ser comprendida como requisito importante de legitimidad del
proceso y reconocimiento de su potencial transformador. Es por esto, que en el caso colombiano
el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (en adelante SIVJRNR) y
especialmente la Jurisdicción Especial para la Paz (en adelante JEP) deben enfocar sus esfuerzos
en promover la participación de las víctimas y determinar cuáles son los objetivos en la
participación de estas en cada macrocaso, pues el grado de participación hace que la medida de
justicia transicional sea legitima. Esta participación de las víctimas trae consigo una serie de
retos que fueron identificados en la aclaración de voto del Magistrado Oscar Parra del auto 080
de 2019. En este escrito me enfocaré principalmente en uno de estos retos, que consiste en
resaltar la necesidad de encontrar un equilibrio entre el principio de acción sin daño y la
implementación de las prácticas de justicia restaurativa en la participación de las víctimas en las
diferentes etapas del proceso.

Para tal fin, se resaltará la importancia de la participación de las víctimas en la justicia


transicional y el modelo de justicia restaurativa. Luego, haré breve desarrollo del principio de
acción sin daño y su relevancia en la construcción de paz con prácticas propias de justicia
restaurativa; en tercer lugar, desde un estudio comparado, revisaré cual ha sido el grado de
participación de las víctimas ante la Corte Penal Internacional en algunos casos, y cuál fue el
impacto en la garantía de sus derechos a la verdad, justicia, reparación y garantías de no
repetición. Para finalizar analizando desde una perspectiva personal cuales pueden ser los aportes
de estos procesos a la JEP y a los desafíos que afronta para garantizar la participación efectiva de
las víctimas en los macrocasos.
II. La participación de las víctimas en la justicia transicional y el modelo de justicia
restaurativa.
La importancia de la participación de las víctimas en un programa de justicia restaurativa radica
en evitar el fenómeno de la deshumanización tanto de los procesos de justicia, como en la
reparación y trato de las víctimas. Para su eficaz desarrollo se deben tener presente la relevancia
de las versiones libres para las víctimas, pues ese es el espacio adecuado para brindar la
comprensión de lo ocurrido, y para que el compareciente dé a conocer los motivos que llevaron a
perpetuar el daño, eso significa un beneficio, pues puede dar a las víctimas una “sensación de
cierre” derivada del conocimiento del daño que se le generó a un ser querido o sufrieron
personalmente en el pasado.1 De igual manera, el reconocimiento de responsabilidad por parte de
compareciente es importante ya que además de ser un hecho reparador para las víctimas, permite
al compareciente ser consciente de que sus acciones han perturbado severamente el orden
existencial de la víctima y, desde esta consciencia, desarrollar conductas de resarcimiento del
daño causado. El compromiso comunitario de reconstrucción de tejido social es vital, pues sufrir
el daño de un delito estigmatiza y separa, y el trabajo comunitario permite dar visualización a las
víctimas y cooperar en el restablecimiento de los vínculos fracturados por el conflicto. De igual
manera, es de resaltar el carácter fundamental de los procesos dilógicos y la mediación, pues
estos propician un espacio de encuentro entre el compareciente y la víctima, en el que se puede
generar un ambiente reparador para esta última, pues el compareciente puede brindar una
reparación simbólica con la admisión de su responsabilidad y petición de perdón.2

Según el Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las


garantías de no repetición, una vocación transformativa de los mecanismos de justicia
transicional implica la participación de las víctimas en todos sus niveles. 3 Así mismo como lo
expresa el auto 080 de 20194 la participación de las victimas es una condición de posibilidad para
el óptimo funcionamiento de la SIVRJNR, pues nadie conoce mejor la dimensión del daño
causado ni recuerda con tanto detalle el crimen. Su memoria es fundamental para determinar con
precisión la hora, el lugar, los autores y las circunstancias en las que se perpetraron las
violaciones, esclarecer las motivaciones de sus perpetradores, el contexto o plan en el que se
insertaron los ataques, y las afectaciones a las que dieron lugar de forma inmediata y con el paso
de los años. Sin la intervención activa de las víctimas, y sin su visión crítica frente a proyectos de
favorecimiento provisional, la jurisdicción perdería un valioso instrumento de contrastación,
análisis y evaluación.

1
Para algunas víctimas, las reparaciones son la manifestación más tangible de los esfuerzos del estado para remediar los daños
que han sufrido. La Justicia penal, incluso si fue completamente exitosa tanto en términos del número de perpetradores acusados
(lejos de ser el caso en cualquier transición) como en términos de resultados (que siempre se ven afectados por la disponibilidad
de evidencia y por las persistentes debilidades de sistemas judiciales, entre otros factores): al final, es una lucha contra los
perpetradores en lugar de un esfuerzo en nombre de las víctimas. De Greiff, P. (Ed.). (2008). The handbook of reparations.
Oxford University Press.
2
Véase: Subijana Zunzunegui, I. J. (2012). El paradigma de humanidad en la justicia restaurativa.
3
Véase Pablo de Greiff. Informe del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de
no repetición. Doc. a/hrc/24/42. (agosto 28 de 2013).
4
JEP - SRVRDH, Auto 080 de 2019
La experiencia internacional y colombiana nos ha mostrado que no siempre son claros cuales son
los objetivos que la participación de las víctimas debe cumplir en los distintos escenarios de
justicia transicional, esto puede conllevar a la no satisfacción de los propósitos de las practicas
restaurativas y a la revictimización. Los espacios de participación que simplemente garantizan la
expresión de voces han sido criticados por no asegurar que, en efecto, la participación tenga
incidencia en las decisiones que se toman, o por no generar cambios significativos en el rol que
tienen las víctimas y otros sectores de la sociedad civil tradicionalmente excluidos del entorno
social y político. Como lo mencione anteriormente, esto puede obedecer a la intención de darle
legitimidad a las medidas de justicia transicional, y de mostrarlas más democráticas sin serlo en
realidad por no garantizar la influencia de los sujetos en las decisiones que los afectan ni su
empoderamiento.5

Por ejemplo, el modelo de justicia y paz, que tiene sus bases en la justicia retributiva, partió de
una concepción del delito como una transgresión del ordenamiento jurídico penal y se fundó en
la culpabilidad del victimario alejando del proceso a la comunidad y a las víctimas. En este
proceso de justicia no se implementaron prácticas que fomentaran el arrepentimiento del
compareciente, ni la reconciliación democrática, ni la verdad, de hecho, los pocos espacios
creados para el dialogo entre las víctimas y el compareciente, terminaron siendo escenarios de
revictimización, así lo señaló la Corte Constitucional en sentencia SU-648 de 2017: “Por
ejemplo, se ha reconocido que cuando las personas que son víctimas acuden a los procesos de
justicia y paz a denunciar su caso, se exponen nuevamente a ser revictimizadas, por cuanto son
objeto de nuevas amenazas, lo cual se constituye en una barrera y un obstáculo para el goce
efectivo de su derecho de acceso a la justicia. Esto es especialmente grave cuando se trata de
personas que, además, son sujetos de especial protección constitucional”. 6 Así mismo, en la
práctica de las versiones libres tambien se presentaron dinámicas que implicaron la
revictimización. Por ejemplo, las víctimas debían narrar varias veces, incluso antes de la
audiencia, las situaciones violentas que debieron padecer ellas o sus familiares ante diferentes
investigadores y fiscales, con el objetivo de poder ser reconocidas como víctimas, esto, y el
desconocimiento del versionado de casos que las víctimas presentaban, generaron sentimientos
de frustración, pues las expectativas generadas por la participación no fueron cumplidas. A su
vez, esto deterioró la confianza en las instituciones democráticas, lo cual es vital para cualquier
contexto de posacuerdo.

Por esto, es necesario que, en aras del fortalecimiento de la contribución a la satisfacción del
derecho de participación de las víctimas, se deben evitar las practicas revictimizadoras de
Justicia y Paz y armonizar los principios de centralidad de las víctimas, los diálogos restaurativos
y el principio de acción sin daño, con la finalidad de cumplir con los propósitos de justicia y de
construcción de paz.

III. Acción sin daño en los diálogos restaurativos

La acción sin daño parte de la idea de que, en muchas oportunidades, por medio de los proyectos
y las acciones, aunque tengan intenciones de contribuir con la construcción de paz y de tejido

5
María Paula Saffon Sanín, Viviana Tacha Gutiérrez, La participación en las medidas de justicia transicional. Un estudio
comparado. Bogotá: Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, Dejusticia, 2018
6
Sentencia SU-648 de 2017, MP Cristina Pardo Schlesinger, considerando 3.4.2.
social, pueden exacerbar conflictos, generar dependencias, anular las capacidades de las
personas, entre otros. Este principio de acción sin daño tiene varios puntos de partida, primero, la
constatación de que la intervención hace parte del contexto y, por tanto, tiene la potencialidad de
generar daños o de aportar a la construcción de paz, segundo, debido a lo anterior, la necesidad
de hacer una lectura cuidadosa de los contextos en que se interviene, tercero, la referencia a la
ética de las acciones, la cual es una adición que le da una identidad especial al enfoque en
nuestro país, cuarto, el imperativo de que ante la evidencia de cualquier impacto negativo o daño
identificado es necesario y también posible, proponer opciones que lo mitiguen7.
La justicia restaurativa reconoce que las partes deberían tener apoyo y tratamiento continuos de
acuerdo con sus necesidades en las distintas etapas del proceso. Esto debido a que existe un
desequilibrio de poder entre la víctima y el compareciente, lo que puede ocasionar
revictimización durante las distintas interacciones. 8 Es por esto, que considero esencial el rol del
facilitador en todas las etapas del proceso, pues desde este rol se puede realizar el trabajo de
lectura del contexto, tanto de las víctimas, como de la comunidad y el compareciente, con esto se
podrá realizar una preparación previa a los encuentros judiciales con el fin de anticipar los
aportes e impactos que se puedan dar, para así potencializar los aportes a construcción de verdad
y reconciliación y minimizar los impactos negativos que revictimicen a las víctimas
participantes.

En el caso colombiano uno de los mayores desafíos ha sido el cambio de paradigma de justicia,
pues, en los procesos ordinarios que tuvieron a afrontar tanto las víctimas como los victimarios,
que fueron netamente adversariales, las interacciones se redujeron a juicios donde las
intervenciones principales eran de los representantes judiciales, y tampoco había una centralidad
de las víctimas, ni prevalecía un interes particular por construir una verdad que llevara a
identificar patrones criminales. Por esto, la integración de un escenario donde las partes del
conflicto tienen voz y la oportunidad de aportar con sus relatos a la construcción de los
macrocasos, trae consigo diferentes retos, que obligan a la SRVRDH realizar un trabajo previo a
las versiones voluntarias, en el que se desarrollen todos los enfoques propios de la acción sin
daño, como la lectura cuidadosa del contexto de cada caso, de los enfoques diferenciales de cada
grupo de víctimas, prever discursos que por su crudeza revictimicen a los participantes y
promover discursos que contribuyan a la reparación del daño.

El manual de buenas prácticas de participación de víctimas ordenado en la Senit 1 de 2019 9, es


una manera de implementar en el tratamiento de las victimas los enfoques y principios de la
acción sin daño, y de que se adopten las medidas para reducir los riesgos de revictimización, a
través de estrategias y rutas en las que se puedan optimizar los espacios de comunicación entre
víctimas y comparecientes, y en general los escenarios de participación de las víctimas en el
proceso. Como lo manifestó la Magistrada Sandra Gamboa en la aclaración de voto del auto
proferido por la sección de apelación TP-SA 570 de 2020 10, la centralidad de los derechos de las

7
Aura Patricia Bolívar Jaime y Olga del Pilar Vásquez Cruz, Justicia transicional y acción sin daño: una reflexión desde el
proceso de restitución de tierras, Bogotá, Dejusticia, 2017.
8
King, M. S. (2008). Restorative justice, therapeutic jurisprudence, and the rise of emotionally intelligent justice. Melb. UL
Rev., 32, 1096. Traducción no oficial.
9
JEP, Sección de Apelación, Sentencia interpretativa TP-SA-SENIT 1 de 2019.
10
Aclaración de voto realizada por la Magistrada Sandra Gamboa respecto del Auto TP-SA 570 de 2020.
víctimas en el SIVJRNR y en particular en la JEP demanda de los administradores de justicia un
esfuerzo denodado en generar las condiciones para que el derecho a la participación trascienda
de la apariencia a la efectividad.

IV. Corte Penal Internacional: Participación de las víctimas y “Do Less/Not Harm”.

La participación de las víctimas generalmente se celebra como una de las principales


innovaciones del sistema de la Corte Penal Internacional (en adelante CPI). Ha sido regulado en
gran detalle por los redactores del Estatuto de Roma y las Reglas de Procedimiento y Prueba de
la CPI en relación con los procedimientos judiciales. Esta contribución busca resaltar que las
víctimas tengan un papel que desempeñar en el proceso de la CPI desde el comienzo de los
procedimientos hasta el final.
Especialmente en situaciones posteriores a conflictos, las reparaciones tienen el riesgo de
convertirse en parte de la dinámica de un conflicto e incluso pueden alimentar tensiones. Por lo
tanto, la Corte debe esforzarse por "no hacer daño" o para minimizar el daño que puede
inadvertidamente resultar simplemente de proporcionar reparaciones a las víctimas. El Fondo
Fiduciario ha alentado a la CPI a tomar medidas para minimizar el daño al definir los principios,
procedimientos y sentencias de reparación, para que estos no exacerben las causas profundas del
conflicto. Si las reparaciones se administran sin tener en cuenta los contextos locales, las
víctimas pueden verse perjudicadas nuevamente estigmatizándolas o poniéndolas en peligro con
sus familias y comunidades. Las reparaciones e intervenciones procesales de las víctimas mal
diseñadas pueden incluso causar tensiones adicionales y volver a encender el conflicto.11

La CPI en el caso Thomas Lubanga Dyilo (Lubanga), brindó las posibilidades de participación
de las víctimas de manera activa durante todo el proceso, con la finalidad de que aportaran desde
su punto de vista y vivencia de los daños, relatos que ayudaran a construir verdad. Sin embargo,
si bien es cierto, el caso Lubanga es un avance respecto a la participación de las víctimas en los
procesos ante la CPI, existen criticas respecto a la integración y participación de las víctimas en
el proceso, pues de acuerdo con (Garbett Claire,2013) no existe una integración coherente de las
voces de las víctimas en los procedimientos judiciales y los resultados de Lubanga. En este caso
la CPI no estableció como se entiende e integra la justicia restaurativa como un enfoque de
justicia, y como este afectaría el resultado tanto para las víctimas como para los victimarios. Por
ello, para desarrollar y mantener lo que se puede llamar "coherencia de justicia restaurativa", se
necesita un marco conceptual que defina los valores y procesos claves que sustenten este enfoque
de justicia. Este marco puede comenzar útilmente con una identificación de cómo la CPI
entiende a la víctima como participante, los parámetros apropiados de la representación de sus
daños y la "justicia" de sus resultados finales. A partir de ese caso la CPI inicia un proceso de
permitir que las víctimas hablen de sus daños, e implementa un trabajo de integración de la
justicia restaurativa con la finalidad de que su participación se vea reflejada en los resultados
judiciales.12

11
Traducción no oficial.
12
Traducción no oficial. Garbett, C. (2013). The truth and the trial: Victim participation, restorative justice, and the International
Criminal Court. Contemporary Justice Review, 16(2), 193-213.
V. Conclusiones

Como se puede observar tanto en el caso nacional como en el internacional la participación de


las víctimas representa un desafío, pues, durante muchos años de “justicia” se les había alejado
del proceso, aun cuando estas hacían parte fundamental del mismo. Este cambio de paradigma y
la forma de ver y aplicar la justicia de una forma más humana ha fomentado la participación, el
diálogo y ha brindado la posibilidad a los individuos de que tengan una voz propia y que esa voz
sea escuchada de manera seria, pero así mismo ha traído consigo el reto de incluir esa voz de
manera coherente y seria al proceso, sin revictimizar y generar un nuevo daño a las víctimas.

En el caso colombiano la integración de las practicas restaurativas impulsadas por el SIVJRNR y


en especial por la JEP ha tenido un desarrollo lento pero seguro. Aun cuando se tiene muy
arraigado el modelo de justica retributiva, la JEP y en especial la SRVRDH han mostrado un
avance respecto a la participación de las víctimas en el proceso. En el marco del caso 03: muertes
ilegítimamente presentadas como bajas en combate, por medio del auto 080 de 2019 la sala de
reconocimiento implementó medidas que han ampliado de manera progresiva la participación de
las víctimas, permitiéndoles cada vez más su intervención en el proceso de reconocimiento de
responsabilidad de los comparecientes y en las dinámicas con los mismos. Esto se puede ver
reflejado en el trabajo que se ha llevado a cabo con el pueblo indígena Kankuamo y las madres
de Soacha, pues en las audiencias de observaciones que se llevaron a cabo se logró obtener una
visión desde la perspectiva de las víctimas, pues si bien es cierto, muchos de sus relatos están
incluidos en los informes, las observaciones de las víctimas en audiencia brindaron una
visibilidad con dimensiones colectivas del impacto de los hechos violentos, por ejemplo,
escuchar los relatos de las comunidades que aunque no fueron propiamente víctimas de los
“falsos positivos”, si se vieron en la obligación de desplazarse de los territorios por su seguridad,
brinda una visión más amplia y completa del fenómeno de las muertes ilegítimamente
presentadas como bajas en combate.

Por esto, considero que el trabajo con las comunidades Kankuamo y las madres de Soacha
tambien es clave para el proceso de contrastación, pues sus relatos y observaciones amplían el
espectro de información a valorar e identificar puntos de los relatos de los comparecientes que
puedan revictimizar o servir como actos de reparación. Impulsar la participación de las víctimas
en esta etapa temprana de reconocimiento de responsabilidad y en las siguientes, además de
promocionar los diálogos restaurativos, resulta de gran utilidad desde de un punto de vista
estratégico para la construcción de verdad.

En mi opinión, encontrar un equilibrio entre el arraigo del modelo de justicia ordinaria y la


implementación de la justicia transicional con prácticas y valores propios de la justicia
restaurativa es complejo, y no hacerlo puede generar escenarios desfavorables a las víctimas, a la
busqueda de verdad e incluso a los comparecientes. Es por esto, que el propósito de este escrito
va más allá de entender la importancia de la participación de las víctimas, o cuales son los
enfoques de la acción sin daño. Mi punto con este escrito es evidenciar que la experiencia
internacional puede ser muy ilustrativa, y los diferentes lineamientos internacionales son
importantes, pero, es tambien muy importante desarrollar los propósitos de la justicia
transicional, entendiendo y atendiendo el contexto colombiano, las necesidades de las víctimas y
el ambiente político y social del posacuerdo. Si solo intentamos adaptar modelos internacionales,
e implementar medidas internacionales que han funcionado en otros contextos, seguiremos en el
mismo punto en el que nos dejó Justicia y Paz. Desde mi punto de vista, para fomentar la
confianza en el SIVJRNR, y promover la reconciliación y la construcción de paz, los
mecanismos y lineamientos de reparación y participación se deben crear desde abajo, solo así
serán efectivas las medidas adoptadas y se evitará generar daños y revictimización en las
comunidades.

Bibliografía

Aura Patricia Bolívar Jaime y Olga del Pilar Vásquez Cruz, Justicia transicional y acción sin
daño: una reflexión desde el proceso de restitución de tierras, Bogotá, Dejusticia, 2017

Parra Vera, O., Sánchez León, N. C., & Gómez Jaramillo, A. Elementos para una justicia de paz
restaurativa
 
 De Greiff, P. (Ed.). (2008). The handbook of reparations. Oxford University Press.
 
María Paula Saffon Sanín, Viviana Tacha Gutiérrez, La participación en las medidas de justicia
transicional. Un estudio comparado. Bogotá: Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad,
Dejusticia, 2018

NACIONES UNIDAS, ASAMBLEA GENERAL (2012) Informe del Relator Especial sobre la
promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, Pablo de
Greiff. A/HRC/21/46. agosto 9.

Garbett, C. (2013). The truth and the trial: Victim participation, restorative justice, and the
International Criminal Court. Contemporary Justice Review, 16(2), 193-213.

International Criminal Court, ICC, Trial Chamber I, Prosecutor vs. Thomas Lubanga Dyilo,
Observationson Reparationsin Response to the Scheduling Orderof, 14 March 2012, párrafos 65-
68. Disponible en: https://www.icc-cpi.int/Pages/record.aspx?docNo=ICC-01/04-01/06-2872

King, M. S. (2008). Restorative justice, therapeutic jurisprudence, and the rise of emotionally
intelligent justice. Melb. UL Rev., 32, 1096.
JEP, Sección de Apelación, Sentencia interpretativa TP-SA-SENIT 1 de 2019.

López, C. (2011). Participación de las víctimas en la Ley de Justicia y Paz y Corte Penal
Internacional. Cartilla compilada Profiz. Obtenido de https://www. jep. gov. co/Sala-de-
Prensa/Documents/GTZ, 20.

Rodríguez, A. (2007). El enfoque de la acción sin daño. Bogotá: Programa de Iniciativas


Universitarias por la Paz, Universidad Nacional de Colombia. Recuperado
de http://goo.gl/r8WHPe
 
Aclaración de voto realizada por la Magistrada Sandra Gamboa respecto del Auto TP-SA 570 de
2020

Sentencia SU-648 de 2017, MP Cristina Pardo Schlesinger.


 
 

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