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Tema 3
Tema 3
social
El desarrollo económico como paradigma asociado al crecimiento de la
economía, aun siendo objeto de críticas por corrientes alternativas a la
propuesta que surge en el seno de la economía de capital, por más de medio
siglo desde su formulación, es a comienzos del siglo XXI un paradigma que se
remoza, con puntos de giro que destacan la búsqueda de un nuevo equilibrio
entre el mercado con el interés público, así como la promoción y concepción de
políticas públicas, orientadas a favorecer objetivos de interés común (Ocampo;
s.f).
Sin embargo, hacer del capital social una política de lucha contra la pobreza,
como objetivo del desarrollo, enfrenta el reto precisamente de los sistemas de
valores propios que caracterizan a los colectivos, los cuales pueden estar
determinados por identidad a un territorio, una etnia, nivel de estudios, los lazos
familiares, una causa en común etc. Estos determinan el grado de cohesión y
cooperación que tienen los miembros, pero precisamente estos mismos
aspectos pueden hacer que los círculos de cooperación sean muy cerrados y
tengan poca disposición a cooperar con otros o a cambiar fácilmente formas de
hacer o proceder respecto al interés que los une. Intentar una política para
crear capital social, partiendo de la idea que la norma o el imperio de la ley,
puede contribuir en minimizar los niveles de desconfianza que fractura las
relaciones entre los miembros de un grupo y a garantizar equilibrio en los
resultados que los grupos sociales pueden obtener por la circulación de su
capital social, no es tampoco una tarea fácil.
La desconfianza como debilidad para crear, acrecentar y sostener el capital
social, como señala Fukuyama (Fukuyama, s.f) no solo es entre los individuos
que conforman el grupo, después de las políticas neoliberales con las que se
defendió la idea de una sociedad articulada en torno al mercado y éste fue el
rector de las relaciones sociales, culturales y políticas, es en el estado además
en quienes los ciudadanos organizados o no, no confían, y no precisamente
porque su deslegitimización tenga que ver con la incapacidad de tomar
decisiones económicas dolorosas, sino precisamente porque el imperio de la
ley condiciona, pero no cohesiona.
En nuestro país por ejemplo, el estado presta por medio de los regímenes
contributivo y subsidiado, los servicios de salud, con lo cual se ha procurado
ampliar la cobertura a la población. Una gran deficiencia sin embargo sigue
siendo la ausencia de políticas de salud preventiva, con la cual habría mayor
productividad, se evitarían colapsos en las redes hospitalarias de urgencias, los
usuarios tendrían que recurrir menos a las tutelas y a los derechos de petición
para demandar o reclamar el derecho a la salud y se necesitarían menos
servidores públicos atendiendo toda la tramitología de los reclamos. Porque tan
solo un segmento de esa población inconforme, cuyo capital social se
diferencia del de la mayoría, podrá sustituir el servicio público, por la oferta
privada de servicios de medicina pre pagada, u otras alternativas.
Para concluir, la afirmación acerca de que cada crisis trae aparejada consigo
oportunidades, se presenta fortalecida en el contexto actual, en el que después
de un largo periodo de concesiones a la economía inspirada en los valores del
capital, la atención parece dirigirse a las posibilidades que cuentan en sus
referentes con el componente de asociatividad y solidaridad, en formas de
organización humana de las más amplias acepciones y manifestaciones,
reivindicadoras de la dignidad humana.
La pregunta por el desarrollo sigue vigente ¿ofrecerá “otra economía”, de la
que tendrás oportunidad de conocer en unidades posteriores, alternativas
diferente a las planteadas, por el individualismo y la competencia para generar
riqueza? ¿Podrá esa “otra economía” fortalecerse y responder a las
necesidades de un mundo en crisis?
Resumen 1
El desarrollo como parte de la política económica de los estados sigue teniendo pertinencia, la
crisis que se atribuyen a su búsqueda en décadas pasadas, sugieren su resignificación y con ella
el acompañamiento de otras medidas que rescatan importancia del tejido social.
Resumen 2
Las relaciones sociales de cooperación entre individuos y comunidades, al tiempo que
contrastan con la importancia que se le había dado a la competencia y el individualismo en otros
tiempos, se constituyen en fundamento de un nuevo enfoque sobre el desarrollo.
Resumen 3
El capital social aporta interesantes planteamientos sobre el papel de las comunidades y el
protagonismo que corresponde al Estado retomar, sin embargo las inconveniencias que
históricamente han generado la inequidad, demandan de éste un replanteamiento no solo de su
política económica sino de acciones concretas sobre problemas de distribución de las rentas.
Resumen 4
Solidaridad y economía es una interesante conjunción que podría tenerse en cuenta para
redireccionar los fines que como sociedad moderna buscamos, en la que se niega al avance pero
se reconozcan los déficits sociales y económicos producidos por una economía de capital.