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LA ESCUELA
COMO FRONTERA
Reflexiones sobre la experiencia escolar
de jóvenes de sectores populares

Silvia Duschatzky

Paidós
Buenos Aires • Barcelona • México
Cubierta: Gustavo Macri

371.19
CDD
Duschatzky, Silvia
La escuela como frontera : reflexiones sobre la
ÍNDICE
experiencia escolar de jóvenes de sectores popula-
res.- 1ª ed. 2ª reimp.- Buenos Aires : Paidós, 2008.
136 p. ; 22x15 cm.- (Cuestiones de educación)

ISBN 978-950-12-6127-1

1. Relaciones Comunidad-Escuela l. Título

1ª edici6n, 1999
2ª reimpresi6n, 2008

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de
los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial
o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la. reprografia y el tratamiento
informático. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

© 1999 de todas las ediciones,


l. La relación simbólica entre la escuela y los jóvenes
Editorial Paidós SAICF,
Defensa 599, Buenos Aires
de sectores populares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 15
e-mail: difusion@areapaidos.com.ar 1. Sobre los mitos fundacionales de la educación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
www .paidosargentina.com.ar 2. Una perspectiva simbólica sobre la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . 20
3. ¿Quiénes son los jóvenes de sectores populares? ...................... 23

Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723


Impreso en la Argentina - Printed in Argentina 2. El escenario cotidiano de los jóvenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . 29
l. El barrio como unidad de sentido ............................. ·'· .. . . . . 29
2. Fotografía de dos barrios periféricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
3. Solidaridades y rivalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Impreso en Bs. As. Print,
Anatole France 570, Sarandí, en diciembre de 2008
Tirada: 1500 ejemplares
3. Los jóvenes y la violencia.................................................. 51
1. La violencia: entre el lenguaje y el fracaso del lenguaje . . . . . . . . . . . . . 52
ISBN 978-950-12-6127-1 2. El discurso religioso como intento de "sutura" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 65
8 LA ESCUELA COMO FRONTERA

4. La escuela como frontera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 75


1. La "frontera" como horizonte de posibilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
2. Un pasaje ·a "otro lado" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . 80
3. Más allá de la escuela: consumos y prácticas juveniles . . . . . . . . . . . . . . 93

5. Escuelas por dentro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107


l. Un caso de populismo incluyente ....................................... 108 a Paula, Matías,
2. La expresión de un autoritarismo expulsivo ........................... 117 Pablo ya mis
3. Entre el mandato integrador y el mandato diferenciador ............. 123
viejos
Reflexiones finales .............................................................. 127
Bibliografía ................................................... : .................. 131
INTRODUCCIÓN

,-Franco Rella (1992) escribe:

La cuestión no está en la literatura, ni en la filosofía, sino en el sentido mismo


de qué significa pensar; ~e qué forma del pensamiento $e requiere para pensar
la realidad del mundo y la realidad de los sujetos en ei mundo. Mucho sobre
nosotros y nuestros destinos pueden decir los conceptos, pero los conceptos
no agotan la razón, ni el pensamiento, ni mucho menos la experiencia. Junto
al "sol" del filósofo y de la ciencia permanece siempre el otro sol de mi
experiencia individual y de muchas infinitas experiencias. Sólo un pensa-
miento que se mueva a través de conceptos y figuras puede proponernos la
forma en la cual estas dos experiencias se dan como una experiencia compleja
del mundo. Una forma en la cual lo inexpresable de la diferencia pueda
finalmente tornarse visible. Li!füos2fía_siempre se ha movido como fuerza
igualadora. Hoy creo que es importante_L...Jarmarse de un pensamiento que
no sepa pensar separadamente las cosas sino pensar pensamientos que
JZ!~~san separados.

La inquietud que moviliza este escrito es penetrar en los "otros" pensa-


mientos, en los de los jóvenes que viven en contextos de pobreza, para
desentrañar el tipo de vú1c;ulQ que los une a una de las. instituciones de
mayor perdurabilidad histórica que ha.pretendido constituirse en el.pilar
fu~damental de construcción de las identidades juvenilesii~~~@~nh ___ - .
12 LA ESCUELA COMO FRONTERA Introducción 13

. En. general, las narraciones sobre\las insti~!-!!::~C>I1e; §~~i-~le,§ ~t1~!_e,1:1 del mismo grupo poblacional en términos de posición soc~al y condiciones
s_1Jenc;rnr lªs voces de quienes las transitan. Sus ocupantes, sin embargo, de vida, sus trayectorias escolares y simbolizaciones educativas no son
trazan trayectorias de intereses y signíficados que no están necesariamen- iguales. Por otro lado, tampoco los estilos de gestión institucional parecen
te determinados en el sistema en el que se desarrollan. e_erQ_Qretender una condicionar plenamente las valoraciones construid<1;s .. En ambos casos
t(lr,e,a ~e,},riterpretación significativa exige abandonar la ide;W~i-conoci- estaríamos frente a la relatividad de la determinación estructural, ya se
1llLeIHQS9!TIP.entio}i,[!J~~tarfa}' trascendente que pretende duplicarlo real trate de la adscripción social o de la adscripción institucional.
o recitarlo para adoptar uii '¡Jéhsamieñ:fo contáriiinado; contingente, El problema, entonces, es desentrañar el valor simbólico, el "plus'" de
provisorio. sentido que se sobreimprime en el acto de apropiación de lo que la
La pregunta motivadora es, en efecto, por la escuela, pero por la sociedad pone a nuestra disposición. Lo que importa es qué hacen los
escuela vivida, transitada, "burlada" por grupos de jóvenes que viven jóvenes con lo que tienen ahí, en este caso con la escuela, entendiendo que
marcados por la adversidad cotidiana. Más que la búsqueda de generali- la: cuestión de la subjetividad se constituye en la tensión entre las
dades o la verificación de hipótesis sobre la institución educativa, importa determinaciones y la presión por desbordarlas en alguna dirección.
i11<!l:lg-ªJJQ.s ~i~I1~ffc;_<1:_q().~_9ue para los jóvenes tiene su paso por la escuela. El texto que presentamos es el resultado de una investigádón
etnográfica llevada a cabo durante el año 1997 en dos escuelas medias
Se trata entonce~ de' r~~~~~~~s ~!~~'.Lil~~~!i!~~J.~s T~Y-~§u la
~a ya no a partir del anahs1s de los programas escolares, las reglas,
públicas situadas en González Catán, Partido de La Matanza, Provincia
los comportamientos docentes, los organigramas, etcétera, sino de estu- de Buenos Aires.1
En el marco de un universo formado por jóvenes que viven en
diar l~a,~~~-a,-~n 91:!:~}<?.~.ª!l!IDHQS CQ!1~1!llYrn.§1:U~.XQ~X~I1~ÍA es.k<llilr.
Aunque la subjetividad de un grupo de actores sociales sea el objeto contextos de pobreza, procuramos abordar dos instituciones con estilos
principal de este estudio, no se trata de disociarla de un conjunto de condi- de gestión marcadamente distintos, dado que nos preguntábamos hasta
ciones sociales de producción no elegidas por los sujetos ni manipulables dónde el sesgo institucional influía en las valoraciones construidas. En un
totalmente a su voluntad. Dar cuenta de los sentidos que los jóvenes cons- caso se trató de una escuela de trama abierta a la comunidad y gestión
truyen alrededor de la escuela no supone pensar que lo hagan independien- participativa, y en el otro de una escuela de gestión fuertemente- centra-
temente de los materiales significantes que tienen a su disposición. Los lizada, muy pegada a la normativa y de signos excluyentes.
chicos no eligen rli ~~!!§_C:!I-1~11!ª~ .f.aEJiliarns, ni los barrios.enlo.s..qu..~Jes t~c-~ El "hallazgo" más elocuente radica en fafenómeno de interpelaciÓn2)de
atravesarsu niñez.y .su.adole§ce.rrc:ic:!.Jlila~11lmra e§.c::olm:qJJJ~los recil:Je.:Jos la escuel~, con independencia de las tramas institucionales configurad~s.
Q..QHQCimie.ntgs"-lªs meto.dolog!ªs.c:le. ..eJlP.eñanzª,_lQsc:locentes,Jos criterios
d~-~~ª!:µ_a.fiQ1.1_e§_9_ªp.an..asu.de.cisió.tL. . . . -·· · - 1. Para este trabajo se realizaron entrevistas a jóvenes que cursan 4º y 5ºaño,
PqrJotanto~abordar las significaciones.de--los actores ac.erca·de su procedentes de sectores socialmente desfavorecidos. La mayoría de ellos no trabaja y una
ex_p~ri(!ncia institucional no supone replicar literalmente lo que dicen. El pequeña proporción ( 1O%) lo hace durante los fines de semana en los puestos del Mercado
objeto de e.stl1c:lio no es igual ªl estudio so:br.e elobje.to. LacµestiÓn de los Central o en actividades de albañilería. Las mujeres se ocupan del cuidado de los
hermanos y del mantenimiento del hogar. El 80 % de los padres completó estudios
sentidos sobre la escuela no está en la transparencia del discursp qµe un primarios y el 20 % cuenta con nivel primario incompleto. El trabajo central de las madres
~fl:IP?-~e.j óy~nes fQr11111lli sino e1}J~sq11stl"UcSi2n int_~rp ti va que supone es el empleo doméstico, y u_n sector considerable no trabaja. Entre los padres los trabajos
~~s~n~ir. lo di.c~o en un context~s amplio de significaci?n: 9uando los más frecuentes son changas de plomería, albañilería, construcción. Una minoría se
3ovenes 1deahzan a la escuela o la 11ñ:pugnan-no-quiere Clecff que la escuela gesempeña como operarios y empleados municipales.
1 2. La interpelación nombra a una operación discursiva mediante la cual se propone un
sea una i:;nat;~villa o, por el contrario, merezca nuestro rechazo. Lo que modelo de identificación a los sujetos sociales. No se trata de un acto expresamente
suscita interés acerca de esas representaciones es que no se derivan exclu- intencional sino de un proceso por el cual un sujeto de deseo y de demanda se siente
sivamente de la condición socioeconómica de los sujetos: aún tratándose vinculado a un discurso (institución, práctica, etcétera) particular./
14 LA ESCUELA COMO FRONTERA

Reconocer que las diferentes (casi dicotómicas) culturas institucionales 1


en cuestión, no han sido determinantes en la config1.1ración de los sentidos
sobre la escuela, nos sitúa frente al "misterio" del mundo simbólico y a la ,LA RELACIÓN SIMBÓLICA
imposibilidad de escapar de la "mirada oblicua". Como dice Paul Bowles
(1990), "la experiencia le había enseñado que en estas situaciones no se ENTRE LA ESCUELA Y LOS JÓVENES
puede contar con la razón. Siempre había un elemento extra, lejos de
, nuestro alcance, que uno no había advertido." DE SECTORES POPULARES
Es aquí, en el terreno del elemento extra, de los desplazamientos de
sentido, que la escuela parece perfilarse como "horizonte de posibilidad".
No se trata de la realización de una esencia inscripta en su naturaleza, sino
de esos deslizamientos inesperados que invisten a los símbolos ya dispo-
nibles, como por ejemplo la escuela, de otras significaciones que las suyas
canónicas ó "normales" .3 1 1 )

l. SOBRE LOS MITOS FUNDACIONALES DE LA EDUCACIÓN

( Situar a la escuela en el ferritorio de las expectativas)supone traspasar


el umbral de la sola determinación de las funcionés asignadas. La
posibilidad de cifrar expectativas sobre la escuela habla de una relación
socioeducativa en la que tiene lugar un conjunto de deseos e int.ereses que
se ponen en juego aun en sistemas determinados y controlados. La
dimensión del "uso" cuestiona las pretensiones ho1Ilogeneizadoras de las
instituciones educativas y habilita la búsqueda de los deslizamientos de
sentido.
Los debates sobre la educación a partir del nacimiento de los sistemas
educativos modernos se dirimieron entre dos polos, el "optimismo peda-
g?gico" y el que enfatizó el carácter reproductor de la acción educativa.
1 !Las visiones hegemónicas sobre la relación entre educación y socie-

3. Si bien en este texto se aborda la vdoración de la escuela en términos de recepción dad que marcaron históricamente los imaginarios sociales surgen durante
positiva, consideramos que se trata de entender el concepto desde una perspectiva de
mayor amplitud. La valoración no expresa necesariamente aceptación. Hay valoración
los siglos xvm y xrx. En ese contexto la escuela era reivindicada como la
cuando el significante en cuestión -en este caso la escuela- no es un lugar indiferente de institución capaz de integrar a un proyecto nacional al conjunto de los
identificación. La valoración puede asumir la forma de empatía, rechazo, implicación
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positiva y agresión. Es la carga libidinal con que se inviste a un objeto lo que da cuenta Tradicionalmente la escuela fue concebida para la transformación de
, del lugar simbólico que ocupa para los s 11jetos. Los episodios de agresión a la escuela no
las sociedades. Más allá de los contenidos que en cada época se concibie-
hacen otra cosa que poner al descubierto la frustración de no haber sido incluidos en el
discurso educativo. · ran como centrales, la educación para el desarrollo de la agricultura o de
16 LA ESCUELA COMO FRONTERA
La relación simbólica entre la escuela y los jóvenes de sectores populares 17

la industria o la formación ciudadana, el proyecto de transformación


de experiencias específicos. Ji!I1!º ~ la faill!lia la ins~itución educativa
social inspirado en la Ilustración constituyó el pilar fundacional de los
sistemas educativos modernos. es el lugar por excelencia que hace posible la reproducció~ cultu~al.
La Ilustración, como bien sabemos, abraza la utopía del progreso
r.,,.,t Bourdieu examina el sistema de e11~eñanza y revela la falacia de
indefinido a partir de las bondades de la ciencia y la tecnología. No sólo
co;¡~id~rarlo como el lugar de integra,:ción y transmisión de un saber
- ~~cial~ente neutro. Por el contrario, afirma que la escuela es el lugar
todo ser humano era educable sino que la educación era capaz de producir
los cambios globales que la sociedad requería. La escuela en última
p~ivilegiado de c~nsagració~ de la cÜÍtÜra legítima. Contrariamente a la
idea que afirma que la relaeión pedagógica se limita. a la transmisión de un
instancia se erigía como la promotora de la emancipación humana,
saber universal, Bourdieu insiste en el hecho de que toda acción pedagó-
entendida como la emancipación de la razón de las creencias particularistas
gica es al mismo tiempo imposición de urta cultura arbitraria. ¿Por qué
y sobrenaturales. El acceso al conocimiento provisto por la institución
a:cbitraria? Porque pretende imponer con carácter universal aquellos con-
educativa resultaba ser la llave para alcanzar las posibilidades del progre-
so, de la libertad y la igualdad. tenidos y valores que en realidad representan a intereses particulares, los
de las clases dominantes de la sociedad.\ \, ,
Ahora bien, la esperanza de la escuela integradora e "igualitaria"
Bourdieu va a sostener que si bien fOs"'sistemas educacionales anun-
comienza a resquebrajarse en el marco de un devenir histórico que revela
cian que difunden un tipo de cultura universal, no es novedad que los
la falacia de la ecuación -educación igual a progreso global- y de la
diferentes sistemas, en épocas y formaciones sociales particulares, trans-
irrupción de investigaciones sociales· que ponen de manifiesto el carácter
segmentador del sistema educativo. miten versiones culturales selectivas que guardan una relación de nece-
sidad con las relaciones sociales dominantes:
La· utopía del progreso indefinido y de una educación que hiciera
posible una historia siempre hacia "Lo Mejor" comienza a erosionarse en
La selección de significaciones que define objetivamente la cultura de un >
un contexto histórico en el que tienen lugar hechos como el Holocausto,
grupo o una clase como sistema simbólico es arbitrar~a porque. la :stru~tu~a
sucedidos en pleno auge del desarrollo científico tecnológico, así como la y las funciones de esta cultura no pueden ser deducidas d~ mngun pnnc1-
proliferación de las injusticias sociales y el crecimiento de la pobreza. pio universal, físico, biológico o espiritual puesto que nmguna clase de
Asimismo durante las décadas del '60 y '70 comienzan a aparecer relación interna las une a la naturaleza de las cosas o a la naturaleza humana
estudios ,socioeducativos que revelan el carácter reproductor del sistema (1977: 57). .,
educativo. Desde una perspectiva crítica Bourdieu y Passeron (1977),
Baudelot y Establet (1974) y Althusser (1984) ponen de manifiesto la . Ciertamente, si analizamos la cultura escolar en su desarrollo histórico
existencia de una tecnología discursiva tendiente a legitimar las desigual- podremos advertir la existencia de una variedad de indicadores que
dades imperantes en la sociedad capitalista. revelan los efectos de verdad de las operaciones discursivas de la escuela.
Burdieu considera que un sistema social particular se reproduce no Tanto los -Criterios Ónicos de validez para distinguir los conocimientos
sólo porque se garantizan las condiciones económicas de producción, que verdaderos de los falsos, o para jerarquizar los saberes elaborados por
hacen posible que una estructurase conserve, sino que a ello contribuyen encima de los del sentido común, así como también los estilos
un conjunto de prácticas educativas tendientes a modelar los esquemas de estandarizados de evaluación, consideradas las medidas objetivas del
perc'?pción y comportainientos de los sujetos. Por lo tanto, para interiorizar rendimiento escolar, QJª_supremacía del texto escolar por encima~~_()tros
una "exterioridad" desigual será necesario que cada grupo de la sociedad formatos culturales, sin olvidar el lugar que se le asigna a las disciplinas
reciba aquellos valores y saberes que sean confirmatorios de las posicio- curriculares como soporte excluyente de los conocimientos escolares, ·
nes sociales iniciales. son reveladores del autoritarismo de los significados. E!LJ~!:_~Í,n()_S de
Estos aprendizajes, no siempre explícitos, son provistos en ámbitos Bourdieu, "la violencia simbólica" noradic;a en el carácter <;le,Y,~rdad de
J~s contenidos que impone sino en las rhodalidades de sentido que
18 LA ESCUELA COMO FRONTERA La relación simbólica entre la escuela y los jóvenes de sectores populares 19

Y_ehic11~i~_<l1l:. Lo que perdure como aprendizaje prob~blemente no sean las .. geneii;ªc;_iQn-:::l:i~§de ~J <:>!i:º~§-9.§nostado en tanto la sµpuesta integración no .
informaciones puntuales pero sí la idea de jerarquía cultural, la idea de es.otra cos,a que violencia sitnbólica y desigl,la}dad educ~t!Y<t:
que un punto de vista predomina como el mejor y que el criterio de A pesar de las disputas epistemológicas, las corrientes crítico-
autoridad radica enJaj!!§!itución oficiald, j · . reproductivistas no escapan de una tendencia funcionalistal ya que
( La~cción pedagógica] nos dice Bourdieu, contribuye a ocultar el consideran que los resultados educativos de fracaso y segmentación
carácter armffarToaeTaéultura que impone en la medida que se instala constituyen en realidad las razones ocultas de los sistemas educativos, el
como la cultura legítima. El sistema escolar ejerce de este modo una éthos de una función, orientada a reproducir las desigualdades sociales.
violencia simbólica, es decir la inculcación de la arbitrariedad cultural y Tanto para el pensamiento "civilizatorio" como para las corrientes
la imposición del habitus -esquemas de percepción internalizados- críticas, el discurso escolar dominante apuntaba a la formación de sujetos
conforme al orden de las clases sociales. \ \ universales, léase en esto una reivindicación por la igualación de dere-
..f7Al respecto, los autores de La reproducción sostienen que "uno de los chos o un proceso de dilución de plurales identidades culturales.
efectos menos visibles de la escolaridad obligatoria consiste en el hecho Ahora bien, si los interrogantes que nos formulamos sobre la escuela
de que consigue arrancar de las clases dominadas un reconocimiento del se orientan a capturar las diferencias semánticas que construyen los
saber y del saber hacer legítimos[ ... ] lo que trae consigo la desvaloriza- distintos sectores soéiales que asisten a ella, ni el optimismo pedagógico
ción del saber y del saber hacer que ellas en efecto dominan" (Bourdieu ni las visiones crítico-reproductivistas nos ofrecen caminos fértiles de
y Passeron, 1977: 22). La función de la escuela para estas corrientes no interpretación.
apunta entonces, como lo creían las corrientes tradicionales, a la integrª- ¿Cómo entender, fuera del impulso deductivista, que mientras algunos
ción social sino a la reproducc;!<?l!._q_~ u~_orden desigual. grupos juveniles impugnan el lugar de enunciación educativa de la
Si bien este pensamiento se levanta contra la "ilusión" proclamada por institución, otros continúen merodeándola una vez que egresan, en una
las corrientes optimistas herederas del horizonte iluminista y desnatura- suerte de apego a ese referente? ¿Cómo explicar que mientras ciertos
liza de este modo el imaginario igualitario de la educación, participa de grupos sólo viven el malestar de la institución, otros expresen que "la
una lógica similar de construcción. Tanto las perspectivas "optimistas" escuela es algo más que el director que tenés enfrente"? ¿Cómo describir
c;ol!lQ Ji!§ !:(!Pt:Qcl1Jfti vistas supon~n que las ldeii.údacles de fos-suJetos-se la distancia entre quienes transgreden los ritos escolares y quienes los
confeí{ffio.sa
cons_tiJUY(!!l:__ c:l~§Qf!__l!!lJfQ§.X~fer~n1~s_cl~.s.entid.Q,,__ Aun si fe cumplen voluntariamente como el caso de grupos de adolescentes que sin
Bourdieu el valor de haber otorgado una importancia crucial a las tramas mediar reglamentación alguna exponen con orgullo el guardapolvo?
de sentido, a los bienes simbólicos y a la dominación simbólica en las ¿Cómo explicar, por último, que las diferencias entre culturas
relaciones de clase operando de este modo una cierta ruptura con las institucionales no afecte necesariamente la valoración que los jóvenes
versiones de corte economicistas, la noción de clase_.so_cial continua tienen sobre su experiencia escolar?
siendo, desde su perspectiva, el refer;nte constitutivo de los sujetos y de Seguramente muchos podrán aventurar explicaciones que sitúen las
lÓs conflictos sociales. En este marco la escuela actúa consolidando representaciones encontradas en los términos del éxito de la acción
posiciones originarias y reforzando, por cierto, la segmentación social. socializadora o de la eficacia de la violencia simbólica. Desde un polo
.· Desde 1~f c1iscÚrso '~int~~rad?r-~gu~'!J-t~io'~Ja escuela sería la respon-
sable central de la constitución de los sujetos sociales. Gracias a la acción
educativa el niño y el joven accederían a la cultura, ent~_11dicia como el 1. La visión funcionalista de la cultura insiste sobre el principio de que en todo, cada
costumbre, cada objeto material, cada idea y cada creencia cumple una función vital, tiene
,_germen civilizatorio y el núcleo posibilitador de la \.construcción de una tarea a realizar, representa una parte indispensable en el seno de una totalidad. Véase
,ciudadaµf~":.; ··· 1 .\ ;! Cornelius Castoriadis: La institución imaginaria de la sociedad, Barcelona, Tusquets,
Lo que desde un polo es reivindicado -la integrac;ión como hotp.()~ _ 1983, vol. l.
La relación simbólica entre la escuela y los jóvenes de sectores populares 21
LA ESCUELA COMO FRONTERA
20

podrá decirse que quienes valoran la escuela son la prueba fehaciente de


.elº para enseñar, aprender y socializarse. Esta construcción de sentido no
es caprichosa sino que como vimos anteriormente responde a condiciones
que la violencia simbólica fue posible. El éxito de esta imposición
.;<;_ociohistóricas de producción.
radicaría en la imposibilidad por parte de los alumnos de darse cuenta de
que los valores aprendidos no hacen otra cosa que impugnar las diferen-
' 1 ~o obstante, la construcción de significados lejos de congelarse
admite la entrada de una pluralidad de sentidos. Por lo tanto, los
cias culturales. La cultura escolar, lejos de reconocer las historias,
simbolismos institucionales no son una expresión neutra o adecuada de
tradiciones, creencias, estilos de vida ]Jro]Jiosdelos.. sedoies populares,
una funcionalidad subyacente. La escuela como todo significante no está
lWL~Ja_sifü;ai;i;:t ~9mo C:'llltura degradada, subcultura O en el rneJc:>r.de)os
sometida por completo al contenido que se supone expresa. Si bien el
casos legitimaría su uso en los límites de lo pfivado. Por el contrario,
simbolismo no es totalmente libre sino que se aferra a lo histórico,
des.de las versiones funcionalistas clásicas se argumentará que la valora-
tampoco está anclado a un sentido homogéneqJJ
ción de los jóvenes es la muestra de la función integradora que la escuela
El recorrido por los siguientes capítulos nos enfrentará a una escuela
ha realizado. que.es más que la escuela en los términos convencionales. Sin embargo,
·Aun reivindicando el carácter democratizador que implicó la expan-
decir que hay escuelas y no escuela, no aclara demasiado. Cuando aquí
sión de los sistemas educativos, debemos atribuirle a las perspectivas
hablamos de escuelas, de la escuela en plural, no nos referimos a
críticas la virtud de haber puesto de manifiesto la "otra cara", la de la diferencias visibles en algunas de sus marcas instituidas: currículos,
exclusión de una parte de la población, no siempre física aunque sí arquitecturas edilicias, procedencias sociales de sus alumnos, modos de
simbólica. No obstante consideramos que atender sólo a las funciones eval~ación o diversos estilos de enseñanza. J,,ªs escuelas a las que '/ ' ·
prescriptas para las instituciones, clausura un abanico de significaciones aJud1mos son las escuelas vividas, subjetivizadas, no por personas con-
construidas por quienes las transitan. Es por eso que decidimos ir en busca sideradas individualmente sino por grupos sociales inscriptos en particu-
de los deslizamientos d~ sentido, de ese "plus" de significación. lares condiciones de existencia. Entonces, más que indagar los modos en
que la escue~a realiza su papel integrador o diferenciador, más que
det~~tar las maneras en que las tecnologías de poder opera~ en los
2. UNA PERSPECTIVA SIMBÓLICA di~cursos edriéativos pretendemos capturar los "usos" simbólicos que se
SOBRE LA ESCUELA pro¡iucen al interior de un sistema controlado y prescriptivo. Nuestra
mirada pone entre paréntesis la función de la escuela para detenerse en la
Comencemos por dirimir el campo de lo simbólico. Cuando hablamos experiencia educativa.
de Jo simbólico nos referimos a los procesos culturales mediante los_ .No pretendemos· sugerir que las significaciones que los jóvenes
cuales se asocian a ciertos significantes unos significados particulares. atribuyen a la escuela son invenciones absolutas. Como dice Castoriadis
Geertz._.(15)~7) enHellcie.P()ts_ímbol() cua!quier c;osa (objeto, acto, gesto, (1983), en cada proceso de simbolización el sujeto no inaugura nuevas
palabra, etcétera) que sirva como vehículo de una conc;~pc;i<)n. Símbolo es significaciones sino que opera sobre sentidos anteriores. Pero así como
cualquíer cosa que, en ausencia de una presencia fáctica, es usado para no se trata de pura novedad tampoco de mera repetición, de u~-a~ir~~laridad · ·
disponer significativamente los sucesos entre los que viven los hombres de sentidos que se reproduce sin fisuras a través de los tiempos y· las
a fin de orientar su experiencia. Así, para referirnos pú1Jli.calI1ente_ªJª generaciones. Los sujetos construyen significados refunciónalizando los
escuela no necesitamos estar frente al objeto escuela, todos entenderemos .heredados e incorporando nuevos elementos ..
de qué estamos hafüarido al nombrarla y esto porque a ella se ligan un En términos de las instituciones educativas la simbolización que en
conjunto de . significa,dos--ª()c:ia)i!i~iite s_a,nc:ionadQs_. J,.,-ª escuela no es. cada época o contexto realicen los §gjetos ..se edificará s.obrelos mitos
fvndacionales, pero no se agotará en ellos. Los contextos de inscripción
p~sible de cualquier significación sino que representa el lugar privilegia-
LA ESCUELA COMO FRONTERA La relación simbólica entre la escuela y los jóvenes de sectores populares 23
22

sociocultural de los diferentes grupos, las marcas epocales y las experien- · 3. ¿QUIÉNES SON LOS JÓVENES DE SECTORES POPULARES?
cias subjetivas crearán nuevos escenarios de sentido.
No necesariamente será la _escuela para el ascenso social o para la Si los límites de nuestro universo de indagacióh son los jóvenes de
formación de las elites y de la ciudadanía en los términos modernos, pero sectores populares, parece pertinente comenzar acercando una descrip-
algo del orden de la integración social que estaba en la· base de los pilares ción sobre lo popular. ¿De qué hablamos cuando decimos "sectores
fundacionales seguirá funcionando como territorio de expectativas. populares"?
Como todo simbolismo, cada construcción de sentido supone un Señalemos en principio que la noción de clases populares o sectores
componente imaginario, algo del orden de la invención, un deslizamiento, quiebra la idea de un pueblo monolítico, instalando dos procesos intrin-
un desplazamiento en el que unos símbolos ya disponibles están investidos cados: la desigualdad en la apropiación de bienes materiales y simbóli-
con otras significaciones no idénticas a las "normales", a las legitimadas. cos, y el conflicto como territorio de disputa en la construcción de
Por lo tanto, deja de tener vigencia la imagen de una identidad escolar de sentidos.
tipo esencialista que permanece a pesar de los cambios, como lo suponían El pensamiento economicista sobre los sectores populares adjudicó a
las visiones del sujeto universal. la posición de los sujetos en el proceso productivo el prihcipio constitu-
Desde una perspectiva simbólica la escuela no será la misma en todas yente de la identidad. Si bien este dato no es menor para evaluar el lugar
las épocas, ni para todos los sujetos ni para los mismos sujetos en distintos. que ocupan los sujetos en la pirámide social deja sin considerar la
períodos. La posibilidad de constituirse en núcleo de sentido radicará en categoría de experiencia que no desconoce la posición social pero que la
su capacidad de interpelación, en su capacidad de nombrar a los exime de una función causal en la dinámica de los procesos socioculturales.
interlocutores, de tal manera que se perciban reconocidos como sujetos de Acercarnos a lo popular sólo desde el dato económico (trabaja, no
enunciación. La escuela entonces podrá erigirse en el "horizonte de lo trabaja, trabaja como empleado, asalariado, obrero, cuentapropista) im-
posible"2 a partir de articular todo U:n campo de deseos, aspiraciones e plica una aproximación parcial. Podremos decir algo sobre las condicio-
intereses. nes materiales de vida de quienes participan de esta categoría, de los tipos
La capacidad de interpelación de la escuela entre los jóvenes de de inserción en el sistema formal del trabajo, de las posibilidades de
sectores populares debe ser concebida como un terreno frágil, como una consumo.No obstante, habrá un resto difícil de capturar, ese que.habla del
contingencia inscripta en un tejido social profundamente fisurado. Los mundo de las significaci1;mes y que se mueve por debajo de la realidad
núcleos de sentido que reviste la relación entre los jóvenes y lá escuela se más real, de la más dura presencia de las cosas, y por encima de ella. · l/
construyen allí donde parecen advertirse los dislocamientos discursivos, Preguntas del tipo: ¿Cómo es vivida la falta de horizontes?¿ Qué estrate.:l
las fisuras que atraviesan la vida cotidiana de grupos juveniles que viven gias se ponen en juego? ¿Qué sucede en el universo de las creencias, de los
en cont~xtos de pobreza. Si la esc~ela se erige como núcleg_de sef1ti_do es.. ritos y costumbres, de los vínculos sociales, del clima que envuelve la vida
porque opera como campo de posibilidad, como sutura de profündQS_ cotidiana, de la relación con los otros? ¿Qué valores encierra la relación
quiebres de la vida social.En los próximos capítulos avanzaremos en esta intergeneracional? ¿Qué lugar ocupa la oralidad en la trama comunicativa?
cuestión, sin embargo deseamos adelantarnos señalando que la escuela Todas estas son cuestiones que desbordan la pura objetividad:J J
como campo de posibilidad desborda las intenciones o prescripciones El debate sobre las culturas juveniles no es ajeno a las perspectivas que
educativas y se sitúa en el terreno de la experiencia educativa, del uso que enfatizan la clase social como núcleo estructurante. Hall y Jefferson
de ella hacen los sujetos. (1983), representantes de la tradición marxista en Inglaterra, señalan que
no son la edad ni la escolarización las que definen las identidades
2. Véase Bronislaw Baczko: Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colecti- juveniles sino la clase social. Para estos autores las culturas juveniles
vas, Buenos Aires, Nueva Visión, 1991. pueden interpretarse como intentos de afrontar las contradicciones que
24 LA ESCUELA COMO FRONTERA
La relación simbólica entre la escuela y los jóvenes de sectores populares 25
permanecen irresueltas en la cultura parental, en una suerte de elaboracio- ·
el fracaso escolar. Al querer dar cuenta de los malos resultados en el
nes simbólicas de las identidades de clase.
r'rSm· embargo,
· aprendizaje de los alumnos provenientes de sectores populares, se proce-
las transformaciones operadas en las formas de repro-
día a identificar las desventajas que sufrían. El puntq de vista que
ducción socioeconómica y en las condiciones de producción, circulación
prevaleció fue que los chicos y los jóvenes presentaban un déficit cultural
y apropiación de la cultura trastocan las fronteras tradicionales de clase
dada la pobreza del medio ambiente en el que vivían. L.a t~oría del déficit
social e impiden, en consecuencia, la correspondencia mecánica entre
sugiere la idea de privación verbal y ~utoriza expresiones tales como "son
~?\V~ras. juvenil~s y clase soci~ly J . incapaces de construir argumentos, no saben formar conceptos ni comu-
· Si bien es cierto que los Jovenes de sectores populares viven su
.nicar pensamientos lógicos, tienen períodos cortos de atención, no se
condición generacional de modo diferencial por estar sometidos a restric-
comportan como seres civilizados".
ciones materiales y culturales, y se vinculan empáticamente con aquellos
·' Ahora bien, la operación de reposicionar a los sectores populares a
que comparten trayectorias semejantes (oportunidades laborales, itinera-
partir de reconocerles productividad cultural no debe conducirnos a un
rios educativos, problemas urbanísticos, aislamiento social), construyen
nuevo equívoco, el de desconocer o relativizar los efectos de vivir en una
estilos culturales propios a partir de una apropiación singular de lengua-
relación social desigual. Así como no podemos computar todas las
jes, artefactos y espacios. J J
diferencias culturales como faltas, defectos, imposibilidades, tampoco
Por lo tanto, apelar a la "necesidad", producto de las privaciones
podemos sostener la ilusión de que el sentido de las prácticas populares
materiales, como el único referente para pensar a los sectores populares
.se.realiza en la.felicidad de la autosuficiencia simbólica. ~ .._
en .¿seneral y a los jóvenes en particular, parece insuficiente. Si sólo.
La cuestión de lo popular merece ser pensada e~ términos de una
caracterizáramos a los sectores populares desde la carencia de bienes
~ te.risióñ.~1Como lo dicen Grignon y Passeron:
materiales y simbólicos, no podríamos pensar su universo cultural más ,, -······'·'''' ..J '

que desde el déficit. Como están privados de un conjunto de elemento~:


Le pasan cosas esenciales a una cultura popular como consecuencia de estar
estarían privados de todo tipo de productividad simbólicar (:orno no hay r~~tringidaa funcionar como cultura dominada, como cultura de la denega-
opción, sólo reproducirían en el nivel cultural lo que viven en el plano c10n, sub-cultura o contracultura. La sociología debe ocuparse de ello, pero
económico. · algo olvidaría si no fuera capaz de hacer la hipótesis interpretativa de que una
Si la diferencia sólo'es pensada como carencia, las prácticas de estos ~!_ura PC>,P1:1l~r .e.stal11~ién capaz de productividad simbólica. Nada en la
sectores pasarían a describirse en relación jerárquica respecto de los teoria aersimbolismo social impide la Íiipóte'sis de que él foconsciente de las
significados, prácticas y placeres de los poderosos. La distancia construi- relaciones sociales es tan productor de sentido como la conciencia ( 1991: 77).
da entre "ellos" y "nosotros" operaría como clave para distinguir entre
una cultura que puede separarse de las condiciones sociales y económicas Por lo tanto, entrar en la dimensión de lo popular implica deshacerse
de cada día y aquella que no puede hacerlo. Desde esta perspectiva los de la comodidad del reduccionismo de clase que nos empuja a
sectores populares no participarían del beneficio de ser jóvenes ya que adjetivaciones idealistas o degradantes. Salvada la interferencia de la
esta condición quedaría reservada a los sectores medios y altos, o sus univocidad, pensamos que capturar semánticamente el universo de lo
atributos juveniles quedarían presos de estigmas tales como "los popular supone penetrar en una trama compleja de signos que no operan
borrachos", "los drogados" y "los violentos", producto de visiones por yuxtaposición ni determinación mecánica. Lo popular se perfila
miserabilistas, aquellas que sólo perciben lo popular como lo degradado, ~gtonces como una pr~ctica de sentido anclada en un escenario de
lo primitivo, lo más próximo a un estado de naturaleza proclive entonces desigualdad y disputa. .
a convertirse en el nido de las conductas antisociales. · Las identidades juveniles de los sectores populares se construyen en
En el terreno escolar, la idea de privación fue utilizada para explicar una relación particular con el territorio y los consumos globales. La vida
cotidiana marcada por el peso de lo locaJ, las relaciones cara a cara, la
LA ESCUELA COMO FRONTERA La relación simbólica entre la escuela y los jóvenes de sectores populares 27
26

dilución de lo privado, la laxitud de las fronteras tradicionales de familia escapa a cualquier generalidad. Por ejemplo, ¿qué datos de los siguientes
no son meros datos contextuales, sino que dan forma a las simbolizaciones tomaríamos como señal de sentido?: ¿que en 1996 el 48,1 % de los
juveniles. No obstante, aquí también se perciben rupturas y diferencias adolescentes pobres de Capital y Gran Buenos Aires había abandonado la
culturales. institución educativa o que el 42 % de los jóvenes entre 14 y 17 años
Es compleja la tarea de caracterizar a las culturas juveniles de los atribuye "mucha importancia" al estudio y la cultura?3
sectores populares; podríamos señalar en.principio que constituyenfor- Creemos que los significados construidos sobre la experiencia escolar
mas simbólicas desde donde estos grupos negocian colectivamente su. son contextuales, relacionales y, en consecuencia, contingentes, por eso
existencia y pelean por sustituir un estigma de marginación en emblema, consideramos apropiado adoptar una mirada indicia!, aquella que se
de identi~(;l~· Sin embargo, algo de lo popular como universo homogéneo aparta provisoriamente del objeto -la escuela- para buscar en otro lado
se rompe y algo de lo juvenil como frontera que distingue a todos los las huellas, ~astros, vestigios que la hacen hablar. Es así que elegimos
jóvenes por igual también se deshace. En el interior del campo popular comenzar por efectuar "una descripción densa", al decir de Geertz, del
hay experiencias diferentes, entre los que van a la escuela y los que no lo contexto vital en el que se inscriben las vidas de los grupos juveniles que
hacen, entre los que mantienen un vínculo total con la droga y los que se habitan en circuitos de pobreza.
acercan de manera menos masiva, entre los que están atrapados por un
circuito de violencia y los que logran desprenderse parcialmente, entre los
que trabajan aunque precariamente y los que han roto todo tipo de lazo
institucional. Así mismo existen marcas juveniles -modas, ritos, símbo-
los, gustos musicales, relación con las tecnologías- en todo el universo de
jóvenes que nos hacen pensar en estilos compartidos por los diferentes
sectores sociales ligados a un modo distintivo de vivir la contempo-
raneidad.
En este marco, la relación entre los jóvenes de sectores populares y la
escuela es pensada como un vínculo no determinado ni por la condición
de pobreza ni por una esencia escolar que puede suspender las diferencias
culturales. Así como los jóvenes usan y dotan de sentido a sus espacios
vitales y a sus prácticas sociales mediante una productividad que se
visualiza en el uso del lenguaje, la gestualidad, la moda, la relación.con
la.música, la sexualidad, los rituales, los juegos, también resignifican su
tránsito escolar.
~sta acción de dotar de sentido a la experiencia educativa no implica
que los sujetos se hagan dueños· de su traye~toria escºlar ni que las
valoraciones construidas carguen finalmente con significados positivos y
~xitos constatables .. Lo que deseamos enfatizar es que el signifícá.do dela
escolarización no está inscripto literalmente en las marcas visibles de la
escuela ni en las estadísticas promisorias o alarmantes sobre los n: 1eles
de escolarización alcanzados por los distintos sectores social\; '· La 3. Véase Ricardo Sidicaro y Emilio Tenti (comps.): La Argentina de tos jóvenes. Entre
relación de sentido entr:e los jóvenes de sectores 'populares y la escuela la indiferencia y la indignación, Buenos Aires, Unicef-Losada, 1998.
2

EL ESCJ:NARIO COTIDIANO
DE LOS JÓVENES

l. EL BARRIO COMO UNIDAD DE SENTIDO

Seguramente muchos se preguntarán por qué comenzar por rastrear las


marcas de la vida cotidiana de los jóvenes al intentar dilucidar el vínculo
simbólico que los une a la escuela. Pensamos que este punto de partida no
es arbitrario,.elyªlor asignado a la escuela es contingente y situacional,
.se. ancla en experiencias particulares, tradiciones culturales y tramas
s()fiales distintivas. Desde aquí consideramos que realizar una indaga-
ción sobre la configuración de la vida cotidiana de los jóvenes nos
proporciona un conjunto de indicios sobre el sentido de la experiencia
escolar.
Es en la tensión entre las continuidades y las rupturas entre la vida_~!:!
la escuela y la vida cotidiana donde se anclan los significados _g~JJ!
experiencia escolar. Uno de los núcleos de continuidad está en el modo
en que los jóvenes se apropian de los espacios que habitan. Más que una
cuestión generacional parece tratarse de un estilo arraigado en las cultu-
ras· populares cuya nota distintiva es la creación de fuertes lazos de
implicación en cada lugar ocupado, como si la constitución de lugares
permitiera reactivar las identidades colectivas. El lugar no es un simple
t~rritorio sino aquello que construye reconocimiento, historia e identida-
d~ compartidas, ocupar un lugar es dejar marcas y ser marcados por él.
30 LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 31

Aun en la escuela más cerrada, no logra diluirse la familiaridad del "Acá hay mucha pobr~za, pero nunca me voy a ir, yo nací acá y a mí
contacto interpersonal, el estilo doméstico de la comunicación y la me gusta vivir acá, en mi cuadra todos nos llevamos bien", dice Marisel,
presencia de lo privado en el clima institucional. 20 años.
A su vez, las rupturas de las que nos ocuparemos en el próximo "En el barrio la mano con la droga es muy pesada, además pasa de
capítulo, remiten a las diferencias entre ambas esferas, o más bien al todo. Hay dos bandas que sabemos que mataron gente y la policía no hace
contraste simbólico entre lo propio y lo ajeno. Al tiempo que la escuela se nada. Tal vez levanta tres pibes que. sólo venían caminando y a los que
constituye con las marcas del lugar también rompe con algunas de ellas. tiene que investigar... nada", cuenta Gabriela.
Comencemos por introducirnos en el barrio que, amén del valor que El barrio se dibuja como "lugar antropológico" (Augé, 1994), como
tiene como materialidad concreta, es una buena metáfora para pensar la esa construcción concreta y simbólica que no podría por sí sola dar cuenta
escuela desde su inscripción territorializada. de las vicisitudes y complejidades de la vida social pero que se constituye
Estudios socioculturales recientes (García Canclini, 1992; Ortiz, 1996) en principio de sentido para los que la habitan. . .
nos alertan sobre una contemporaneidad marcada por el borramiento de El barrio como espacio de identificación no excluye la coexistencia de
las fronteras territoriales. Sin embargo, el dispositivo espacial no se ha elementos distintivos y singulares, pero es la vida en el lugar común lo
esfumado por completo. En aquellos enclaves que no han sido permeados que lo convierte en referente de identidad. La idea que sus habitantes ~e
con fuerza por la mundialización de la cultura, el territorio funda, reúne forme.n del lugar puede ser parcial y mitificada. Los relatos sobre el barr~o
y une, y en este sentido aún expr~sa la identidad de algunos grupos. A lo guardan muchas veces una imagen idealizada y otra de rechazo. Sm
embargo, el barrio está allí proponiendo e imponiendo puntos de referen-
largo de este capítulo intentaremos mostrar el lugar que ocupa el barrio
cia que no remiten a la armonía, ni a la felicidad pero que son constitutivos
como anclaje de identidad para los jóvenes.
de identidad. El barrio define para sus habitantes un c.onjunto de posibi-
El barrio constituye para estos jóvenes un anclaje de identidad. No son
lidades y limitaciones cuyo contenido es a la vez espacial y social. Por un
señas físicas las que marcan su naturaleza sino experiencias cargadas de
lado la realidad material del hábitat constituye el límite de lo que se puede
intensidad afectiva. Así, el almacén puede ser pensado como metáfora de
o .no realizar. A su vez, el hecho de que el barrio funcione para sus
familiaridad, el fútbol o el potrero como lugar de pertenencia; los
habitantes como receptáculo principal de la vida social, nos habla de una
"drogados y borrachos" como un estigma juvenil y signo de resquebra- autorreferencialidad obligada por las dificultades de transitar por otros
jamiento de ese viejo sentimiento comunitario y la escuela como espacio circuitos que refuerza esa asignación de sentido con la que se lo inviste.
de alta depositación comunitaria. El peso simbólico del barrio se asocia además con su historicidad,
"'El barrio es el lugar donde se aprenden las cosas buenas y malas de puesta de manifiesto en la apropiación que las nuevas generaciones hacen
la sociedad, es el hábitat natural de vida [... ]. Es el potrero, son las de sus procesos fundacionales. Los jóvenes se incluyen en las narraciones
chicas, los honestos y garroneros, los asesinos, drogados y borrachos, el históricas del barrio haciendo propias experiencias vividas por las gene-
almacenero y el kiosquero, los amigos y el primer amor", relatan Raúl y raciones anteriores. Hablar del barrio es actualizar simultáneamente las
Freddy, alumnos·de 5º año. tradiciones comunitarias y familiares. En los relatos del barrio se infiltran
, "Para mí no es lo mismo un barrio que otro, cada barrio tiene lo suyo, recuerdos biográficos personales haciendo del lugar un sitio indiferenciado
tengo todos los negocios, la panadería está ahí nomás y todos nos entre lo público y lo privado. La cuestión a destacar en esta indiferenciación
conocemos", comenta Jorge. es que la historia barrial y las biografías particulares se funden en una
"El barrio para nosotros son un montón de cosas: zanja, escondidas, única narración, haciendo del lugar una morada dela memoria individual
vecinos, niñez, amor, asados.fútbol, tortas fritas, mate, grasa, recuerdos, y colectiva.
barritas[... ]. No sé, amo a este barrio de porquería", dice Ana. En apariencia no resulta verosímil una descripción de este tipo en el
32 LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 33

contexto de las profecías globalizadoras. Al respecto, Renato Ortiz 2. FOTOGRAFÍA DE DOS BARRIOS PERIFÉRICOS
señala:
Nos ocuparemos a continuación de describir indicios sustantivos de la
La movilidad interplanetaria se tornó una realidad, que transforma las prác- vida· cotidiana en dos barrios del Gran Buenos Aires.1 Los barrios
ticas y relaciones sociales [ ... ]. Basta mirar el ambiente que nos rodea, estudiados se hallan ubicados a 31 y 36 km de la Capital Federal. Ocupan
poblado por objetos característicos de una civilización que se desterritorializó. una extensión de 130 hectáreas aproximadamente y la población en cada
Luz eléctrica, ómnibus, aviones, televisores, computadoras, cines, shoppings, uno de ellos ronda los 12.000 habitantes. Pertenecen a la localidad de
avenidas, aeropuertos, fax, expresan la materialización de la técnica como González Catán, considerada una de las zonas de mayor concentración
determinante ecológico. Estamos penetrados por la modernidad-mundo, @lla
nos acompaña a todos lados (1996: 72). •• de población del Partido de La Matanza y una de las que registra los
mayores índices de pobreza del conurbano bonaerense.
Es indiscutible la penetración de un discurso a escala mundial que La conformación de estos barrios no se realizó según los cánones de
la planificación urbana sino que resultó de un trazado artesanal de calles.
revela la configuración de nuevos escenarios de sentido marcados por la
En esta marca originaria, que da cuenta de un proceso fundacional ajeno
desterritorialización. No obstante, resulta necesario introducir una distin~
a la modernización, se inscriben las notas de su desarrollo actual. La
ción entre la mundialización como realidad material y la mundialización
mayoría de sus calles son de barro a excepción de la principal que
como horizonte de expectativas. No hay dudas de que la globalización se
desemboca en la ruta, cuyo asfalto fue conseguido en los últimos años
ha introducido en diversos sectores de la sociedad pero no es un detalle
gracias a los reclamos comunitarios. Ninguno de los barrios posee red
menor el grado diferencial de su presencia y el impacto desigual en la cloacal ni desagües pluviales, tampoco gas natural. Ambos barrios están
construcción de las prácticas cotidianas. No es igual la vida en los centros alejados de los centros de salud y sólo uno de ellos cuenta con una precaria
urbanos que en las zonas marginales, no es lo mismo contar con plurales salita de primeros auxilios.
ofertas culturales que disponer de restringidas opciones, no son equiva- Cada barrio tiene una escuela primaria y una secundaria que fue
lentes las oportunidades de interacción tecnológica en el conjunto de la construida a partir del esfuerzo comunitario, dicho esto en términos
población, no da igual asistir mediáticamente al mundo que recorre~ económicos, desde la mano de obra.hasta las gestiones legales realizadas.
efectivamente otros espacios y geografías, no da lo mismo operar con Además de la escuela, la parroquia y una fundación religiosa que recibe
Internet que haber oído de su existencia y, por último, no es equivalente fuertes donaciones provenientes de sectores de poder (Fundación Padre
estar incluido en el merca,do de trabajo formal que encontrarse en el Mario), son las.lJ.nicas instituciones reconocidas por la comunidad.
margen de la competitividad laboral. La zona no tiene·clubes, canchas de fútbol, bares, mucho menos cines
Asimismo el deseo por participar de los cánones de integración que o teatros. El único cine cercano, que estaba ubicado en el corazón de
rigen a las sociedades contemporáneas no implica necesariamente un Catán, fue cerrado para construir un shopping. Los comercios existentes
borramiento de viejos anclajes materiales y simbólicos. sólo cubren las necesidades básicas de alimentación, y se registran
En nuestro universo de indagación, la historia del barrio y la trama de residuos de una comercialización arcaica: carros tirados a caballos
socialidad se entretejen constituyendo pi!¡,tr(!~ c:le sentido en la vida de los
jóvenes.
.. -
~,"·-- - ~ /

l. El Gran Buenos Aires tiene actualmente la mayor concentración de hogares en


situación de pobreza de todo el país. Casi un 20 % del total de hogares y el 24 % de la
población se encuentra por debajo de la línea de pobreza. La desocupación superaba en
1995 el 29 % de la PEA (Población Económicamente Activa), siendo el grupo de jóvenes
entre 14 y 24 afios los más afectados. Fuente: E.P.H., INDEC, 1995.
LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 35
34

ofreciendo gallinas (vivas) y huevos más baratos y casas particulares que dos líneas de colectivos. Dorrego, el barrio lindero, no existía. Todo era
comercializan distintos productos que se anuncian mediante carteles monte, vacas y caballos. Teníamos una quema que nos costó mucho
caseros como el que dice: "Vendo plantas y zapatos de ocasión". La sacar. Todo lo hicimos a pulmón, recién en el '85 se cumplió nuestro
mayoría de los habitantes de estos barrios posee televisión, pero no todos sueño de tener una escuela secundaria", recuerda Rosa, testigo de la
cable, y los beneficiados consumen mayoritariamente partidos de fútbol. historia del barrio y alma mater de la cooperadora del colegio secundario
"Por acá no todos tienen cable y los que se enganchan lo hacen por el del barrio.
fútbol, la gente dice que en los demás canales no tenés nada para ver", Dos aspectos saltan a la vista cuando indagamos los procesos que
explica Mariela, una joven de 21 años actualmente estudiante de Comu- dieron origen a estos barrios. Por un lado, una lógica de construcción
nicación. análoga a las primeras formaciones barriales en la ciudad de Buenos
La radio constituye en estos ámbitos el objeto cultural de mayor Aires a principios de siglo. Y por el otro, la dilución de las fronteras
consumo y funciona como un articulador social. Las radios, siempre generacionales en las representaciones sociales: tanto jóvenes como
abiertas y "mirando" hacia afuera, tejen un lazo de interacción entre los adultos destacan el carácter comunitario como pilar fundacional.
vecinos. Es interesante destacar que los relatos recogidos guardan similitud con
La diversidad de ofertas culturales de los centros urbanos no se
las marcas que caracterizaron la constitución de los primeros barrios. Al
reproducen en estos contextos. Casi no se observan locales con videojuegos
respecto, Scobie señala:
y el único existente permanece vacío durante parte importante del día, a
diferencia de las esquinas con metegol que reúnen chicos a toda hora. En los años de prosperidad económica (1905-1912) la adquisición de un
"En el barrio hay un local con videojuegos, pero lo van a sacar para pequeño lote estaba al alcance de un obrero especializado [... ]. Luego
poner un pool. El pool es diferente a la máquina donde basta que haya uno trabajaban con dedicación domingos y feriados para construir una casa,
para poder jugar", agrega Mariela. siempre se corría el riesgo de perder todo si el pago no podía efectuarse ( 1977:
Es excepcional encontrar alguna familia que disponga de una 229).
computadora-"el que tiene una computadora es un bicho raro"-, ni son
objetos presentes en la precaria actividad comercial. La "libreta" materia- Actualmente, muchos vecinos destacan el esfuerzo realizado para la
liza el intercambio entre consumidor y vendedor, y el fiado hace posible compra de lotes.
el pequeño consumo diario. "Nosotros vivimos acá con mis padres, empezamos hace unos diez
Los barrios que describimos tienen casi cuarenta años de existencia y años a pagar un lote en La Foresta pero perdimos todo porque no
la mayoría de sus habitantes puede dar testimonio de los procesos pudimos seguir pagando", nos cuenta una vecina del barrio.
fundacionales, ya sea porque han participado de su creación o porque son Según Scobie, a principios de siglo
familiares de los primeros pobladores. Una suerte de corrientes coloniza-
doras les fueron dando el perfil, las primeras familias pobladoras corres- [ ... ] los suburbios de la ciudad ofrecían viviendas para los menos afortuna-
ponden a esas corrientes migratorias de la década del '40 que provenían dos, se hallaban lejos del transporte y ocupaban construcciones bajas en
tierras marginales [... ] pantanos, lagunas, charcos de agua estancada y
del interior del país. Hacia los años '78/'79, se produce otro movimiento
depósitos de basura reforzados por un rosario de fábricas, talleres industriales
migratorio, resultante de la política de erradicación de villas de la que no tienen cómo deshacerse de sus residuos insalubres sin perjudicar la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, que tuvo vigencia durante higiene pública (1977: 231).
la dictadura militar.
"Cuando llegué al barrio, hace casi cuarenta años, no teníamos luz, Esta fotografía bien podría retratar la realidad actual de algunas zonas
había seis o siete casas. Teníamos faroles o velas y sólo contábamos con del conurbano bonaerense. Basurales, pantanos de aguas estancadas y
LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 37
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animales de todo tipo configuran el hábitat cotidiano de los barrios palos utilizados para la alineación de las ruedas de los camiones pero que
analizados. hoy se venden a coches particulares como instrumentos de seguridad
"Hasta hace poco, aquí a la vuelta estaba la quema de la basura, los personal.
pibes cirujeaban y revisaban la basura, el barrio estaba cubierto de En el seno de esta vida cotidiana se construyen valores, saberes,
humo'', comentan vecinos del lugar. lenguajes, normas de comportamiento. Pero cabe destacar que las cultu-
El barrio como materialidad toma forma gracias a la acción de los ras barriales no son bloques homogéneos, sino que están atravesadas por
sujetos. No se trata,. como en los ámbitos de mayor urbanización, de valores encontrados. La trama barríal expone componentes culturales
territorios que están allí y la gente va ocupando, sino de un proceso de "dominantes, residuales y emergentes".2
gestación de carácter comunitario. Lo "dominante", siguiendo a Williams difiere de aquellos procesos de
"Laburábamos sábados y domingos para juntar plata para edificar la principio de siglo. Estos barrios son el resultado del empobrecimiento y
escuela. Antes era de chapa y barro y cuando llovía había descargas la marginalidad. Más que marcar la conformación incipiente de los
eléctricas. La mayoría de la gente de la comunidad colaboraba", cuentan procesos de urbanización, son la cara adversa del gran desarrollo urbano
Rosa y Julio. y la globalización. Lejos de representar un horizonte de integración como
"Hay gente que no se olvida que para que trajeran la luz y el gas Y el que definía históricamente al imaginario de los sectores obreros, estos
pusieran un teléfono público hubo que pelear muchísimo. Yo me acuerdo barrios contemporáneos son el reverso de la competitividad y los signos
que hasta hace poco tenía que ir con mi mamá hasta la ruta para tomar patéticos de la marginalidad.
un colectivo. Por todo se peleó, ahora hay más escuelas, más iglesias", Lo "residual" está en las huellas de un. tejido social comunitario y lo
comenta Gabriela, estudiante de 5º año. "emergente" podemos encontrarlo en la construcción de nuevas signifi-
"Entre todos los de mi cuadra pusimos los focos, arreglamos la calle, caciones y valores conformados alrededor de ciertas instituciones socia-
llamamos a la municipalidad", agrega Marisel, estudiante de Ciencias les como la escuela. Lo "emergente" tal como lo describe Williams debe
Económicas y egresada de una de las escuelas secundarias de la zona. leerse en el contexto de lo dominante. Por lo tanto, estas nuevas signifi-
A diferencia de otros enclaves barriales en los que la escuela tiene una caciones que remiten a la simbolización de la experiencia educativa
existencia independiente de quienes acceden a ella, ~n estos barrios la deben ser interpretadas en el m~rco de la fragmentación y deterioro de la
escuela resulta de la construcción colectiva, siendo además una institu- vida social de los sectores populares.
ción de alta depositación simbólica tener una escuela prestigia al barrio. Lo "emergente" no viene a señalar necesariamente la irrupción de
"Para el barrio es importante tener una escuela, es un adelanto, si hay movimientos alternativos en términos políticos o sociocultural~ sino la
escuela estamos más adelantados." entrada de nuevas "fronteras" de significación, allí donde lo "residual"
Lo mismo sucede con la sala de primeros auxilios, las mejoras comienza a perder eficacia simbólica y lo "dominante" afecta negativa-
sanitarias, de iluminación, transporte y comunicación telefónica. mente la vida de los sujetos.
Cada vez más, la vida cotidiana de· los habitantes del barrio se Estos barrios, considerados el lado oscuro de la modernidad, son un
despliega en las fronteras del territorio. Los hombres ya no salen del lugar
para ir a sus trabajos, porque la desocupación los empuja a buscar
estrategias de supervivencia en los límites zonales. Las changas de 2. Raymond Williams señala que en toda cultura hay elementos residuales, dominan-
albañilería, plomería, construcción, se concentran progresivamente en las tes y emergentes. Los elementos residuales provienen de otras formaciones culturales del
pasado, pero son elementos activos en el presente. Los elementos dominantes son los
proximidades. La ruta se presenta como el nuevo escenario de supervi- típicos representantes de su época y de los sectores culturalmente dominantes, y los
vencia, en ella pueden verse improvisadas parrillas que ofrecen tortillas emergentes son los innovadores, los que irrumpen, los nuevos valores. Véase Marxismo
paraguayas, chicos limpiando vidrios y jóvenes ofreciendo los antiguos y literatura, Barcelona, Península, 1980.
LA ESCUELA COMO FRONTERA· · El escenario cotidiano de los jóvenes 39
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producto de la pobreza y la marginalidad. Las redes solidarias, que boleto porque tienen qué llevar a su hijo al médico", cuenta Rosa
permeaban el tejido comunitario, van perdiendo centralidad para dar paso respecto de la población que atiende la escuela primaria del barrio.
a lógicas rivales de interacción, que encuentran en la violencia su forma "Casi todos están desocupados, los pocos que se mantienen en el
dramática de expresión. La escuela, en este escenario, comienza a perfi- frigorífico ganan $1 Opor semana", comenta uno de los miembros de la
larse como una frontera de distinción, como un espacio simbólico que si cooperadora de la escuela de La Foresta y más adelante agrega: "La
bien no repara todos las brechas existentes introduce nuevas representa- mayoría de la gente trabajaba antes en el frigorífico y et! la industria
ciones sobre lo social. No se trata de la realización de la naturaleza textil de San Justo pero desde que cerraron, todos empezaron a trabajar
esencial de la escuela, dei cumplimiento de un_a función inscripta en sus por cuenta propia, en realidad empezaron a rebuscárselas con lo que
orígenes, sino de la emergencia de un espacio simbólico que da lugar a la sea: trabajos de electricidad, albañilería, plomería, lo que venga".
irrupción de nuevos horizontes de sentido.
La escuela en estos contextos parece ser la institución de la frontera.3
Más allá de las distinciones que genera entre los que asisten y no asisten Solidaridades
a ella, está allí poniendo en contraste, en conflicto, lógicas dispares de
representación de lo social: mientras la violencia como corporización de La desnutrición infantil es la secuela de la desocupación que más
los conflictos crece como el modo predominante de interacción social en golpea la fibra sensible de la comunidad. A diferencia de la drogadicción,
el barrio, el espacio escolar expresa la posibilidad de simbolizar. La que empuja a la conformación de guetos juveniles y a la discriminación
escuela, significante de la palabra (aun cargada de connotaciones de interna, el problema de la nutrición infantil despierta en la comunidad
control y disciplinamiento), instala otros modos de procesamiento de la -sobre todo en las mujeres- la necesidad de construir redes de
experiencia. Ambas lógicas, la de las rivalidades violentas y la de la contención.
simbolización, conviven en el mismo territorio disputando lugares de Lejos de los escenarios marcadamente globalizados que posicionan a
legitimación. la mujer en territorios de competitividad, aquí la mujer es interpelada
desde el lugar de lo doméstico. Todas las formas asociativas existentes,
las espontáneas, las impulsadas por asociaciones religiosas y las genera-
3. SOLIDARIDADES Y RIVALIDADES das por las esferas de gobierno, se asientan sobre el protagonismo de la
mujer. Pero no de la mujer de la modernidad tardía que irrumpe en la
El barrio se presenta como una configuración compleja de solidarida- escena pública mediante formas racionales de participación en el mundo
des y rivalidades. La construcción conjunta de casas, escuelas y redes económico y político sino de la mujer tradicional, sostén afectivo del
comunitarias para resolver cuestiones como el asfalto, la alimentación núcleo familiar. Las mujeres en estos contextos son articuladoras princi-
infantil o la protección colectiva de las razias policiales hacia los jóvenes, pales del tejido social, ellas distribuyen la leche y los cereales,. dan de
conviven con rivalidades ancladas en la proliferación de una violencia comer en las escuelas y organizan los comedores infantiles.
social que tiene sus raíces en un sistema socioeconómico de exclusión. Ellas son también las que salen a defender a sus hijos de las frecuentes
La desocupación es el problema central de sus habitantes. intervenciones policiales y las que nuclean a los pibes del barrio.
"Los chicos vienen a la escuela a comer con sus hermanitos, más de "Los sábados por aquí tenemos las razias, la cana carga a los pibes
una vez los padres llegan llorando y pidiendo que les prestemos para el en un colectivo y se los lleva. La primera que los ve, va corriendo a las
casas de las otras y así nos juntamos como treinta y los sacamos", dice
Dora la mamá de Cristian, conocido en el barrio como el "jefe de una
3. En los capítulos siguientes profundizaremos la idea de "frontera" desde donde
pensamos la escuela en los contextos analizados.
banda". "A mi casa", continúa su relato, "la bautizaron el centro de
LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 41
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rehabilitación. Aquí venían siempre los amigos de Cristian, que son un Los indicios de un clima del "sentir en común" se juegan además en
montón y se quedaban toda la tarde charlando conmigo y mirando la tele. una serie de ritos que revelan la productividad simbólica, la actividad de
significación cultural y producción de sentido de los sectores populares:
Mientras estaban aquí, nadie se drogaba."
La lógica de lo doméstico imprime la participación de las mujeres en las festividades religiosas o las culturales dan cuenta de una matriz
la escuela. En general ellas son convocadas para apoyar tareas de asisten- popular que reivindica la tradición y la fiesta pública.
cia, específicamente vinculadas al orden alimenticio, configurándose un "En este barrio hay gente de distintas comunidades: paraguayos,
imaginario local que sanciona lugares cristalizados de inclusión social. bolivianos y de diversas provincias. Todos los años hacemos la fiesta de
De este modo, la escuela, que podría funcionar como un escenario de la tradición y no falta nadie, ni jóvenes, ni adultos. Se hace un stand de
participación ciudadana de las mujeres del barrio mediante la promoción cada provincia y país, vienen comparsas, conjuntos musicales, comemos
de foros de discusión de los asuntos educativos, restringe la capacidad de chipá y tortas fritas", relata Mariela, una joven egresada de la escuela
demanda institucional de las mujeres y refuerza componentes media. "En Semana Santa se hace una peregrinación a Oro Verde y ahí
se unen todos", cuenta a su turno Marisel.
identificatorios de exclusión de la vida públic~.
Las mujeres aparecen entonces como el lugar residual de una red La circulación de ritos o costumbres permite reactivar sucesivamente
solidaria que caracterizaba a un estilo espontáneo de interacción social. un sentir en común y una ligazón colectiva. La costumbre -ejemplo típico
No obstante, el valor de la reciprocidad aún permea el imaginario de la de la vida social-, según Simmel (1974), configura la vida de los grupos
vida en el barrio, como si el acto de nombrar una tradición de ayuda mutua al igual que lo haría un sistema de creencias y expectativas. Se trata de un
restituyera en parte el tejido 'comunitario. código que limita y delimita la manera de estar con los demás. De este
"Vivir en La Foresta es bueno, te conocen todos. En mi cuadra todos modo, tanto las radios emitiendo cumbias con sus parlantes hacia d
nos ayudamos; si hay un accidente, el que tiene auto lleva a los acciden- exterior, como las festividades colectivas y los vecinos acompañando las
tados al hospital mientras otros se ofrecen a cuidar a_ los chicos. En un ceremonias funerarias o colaborando en el rellenado de los techos
velorio todos se turnan para quedarse én vela toda la noche, no falta constituyen ese residuo de usos comunes que si bien ya no configura~
nadie. Si alguien está rellenando un techo viene los vecinos a ayudar. " centralmente a 1a identidad barrial opera como espectro de un imaginario
Algunos éstudios sociohistóricos sobre los vínculos comunitarios en colectivo, como territorio simbólico de reconocimiento y pertenencia.
los sectores populares destacan que la ayuda mutua es el modo posible de El perfil barrial vinculado a las redes subterráneas de ligazón social
hacer frente a las penurias cotidianas: está fuertemente inscripto en la cultura juvenil. El grupo de pares cumple
un rol altamente significativo entre los jóvenes ya que funciona como
[ ... ] la vida es dura para los pobres, el dinero es duro de ganar y por lo tanto los soporte socio-afectivo: Pero las notas de esta socialidad-entendida como
que viven cerca deben prestarse mutua ayuda y asistencia (Poulat, 1977: 58). las maneras que caracterizan el estar con los otros- difieren según se trate
de las bandas (a las que referiremos luego) o de los grupos de jóvenes que
Si bien es, cierto que la ayuda mutua se inscribe en condiciones se nuclean en otros escenarios, como p()r ejemplo la escuela. Las carac-
cotidianas de adversidad, no es menos cierto que en el flujo de estas terísticas de las redes juveniles en estos barrios poco tienen que ver con
prestaciones se van tejiendo procesos de reciprocidad desinteresados y la categoría de tribu acuñada por Maffesoli (1990).
vínculos empáticos que favorecen la constitución de un imaginario La metáfora de la "tribu" le ha permitido a Maffesoli y a otros autores4
colectivo.
Podemos entonces sugerir que estas redes no son sólo estratégicas,
4. V_éase Pere-Oriol Costa y José Manuel Pérez Tornero: Tribus urbanas, Bar-
también forman parte de esa necesidad de estar con el otro y de la celona, Paidós, 1996; y Caries Feixa: De jóvenes, bandas y tribus, Barcelona,
búsqueda de márgenes de seguridad basados en la confianza recíproca. Ariel, 1998.
42 LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 43

explica_r las nuevas formas de agrupamiento juvenil características de los acá todos se conocen", agrega. "Como no hay mucho que hacer, los pibes
centros urbanos contemporáneos. El rasgo definitorio es que las "tribus" se reúnen a tomar mate y a jugar a las cartas [ ... ] Los chicos valoran
juveniles son comunidades emocionales, es decir que 'se forrilalizan más especial11J-ente el contacto con el otro."
allá de toda motivación racional o finalista. Un análisis cQmparativo entre "Los amigos son todo y un poco más: comprensión, diálogo, cariño, ,
las tribus urbanas y las modalidades de relación entre los jóvenes de los consejos, confianza, aire, oxígeno, ayuda", coinciden en remarcar Raúl
barrios periféricos nos permite constatar importantes diferencias. Mien- y su grupo de amigos.
tras las "tribus urbanas" emergen en el escenario del consumo y se A diferencia de las "tribus urbanas" que reaccionan contra la saturación
manifiestan como una reacción subcultura}, las redes de socialización de estímulos deslizándose de lo global a lo l~cal, estos grupos juveniles
entre los jóvenes de los barrios populares se anclan en contextos de padecen el empobrecimiento material y simbólico del territorio. No se
empobrecimiento de las ofertas culturales y no aparecen como un signo trata aquí de refugiarse en lo local, en la vida próxima como un modo de
específicamente generacional. escapar de las frías metrópolis. Lo global, en tanto realidad material de la
"Para la sociedad de los integrados, el consumo se presenta como el experiencia, no resulta para los jóvenes de nuestro universo un elemento
escenario que aglutina expectativas. Pero los jóvenes de estas zonas amenazador sino más bien se presenta como ajeno o reconocido
están fuera de la sociedad de consumo. Entonces, como no pueden llegar mediáticamente.
a eso, lo de cada día es muy fuerte: la pareja, los amigos, el encuentro en Asimismo, el campo de los consumos culturales no necesariamente se
la escuela ... ", señala Pedro, un inspector de psicología de la Dirección perfila como territorio de identificaciones específicamente juveniles. La
General de Escuelas. recepción musical, por ejemplo, no siempre es signo de la condición
"En la zona no hay nada para los jóvenes, entonces los encontrás en juvenil. Si bien los gustos están cruzados por distintas tendencias (rock,
los campitos jugando al fútbol o en las casas. Las casas son lugares de melódica, folklórica, tropical), se advierte un ,fenómeno de fuerte
encuentro[... ]. Las chicas están peor que los varones, ellas no juegan al aglutinación alrededor de la música tropical. La música tropical reúne a
mete gol, las barras no las dejan entrar, no van a los jueguitos y de noche distintas generaciones y más que una estética de rechazo cultural, como
salen menos. Será por eso que el año pasado se armó un equipo de fútbol lo es el rock, se presenta como reciclado de tradiciones que interpela a la
femenino", agrega Pedro. "fiesta" y al encuentro. "Nosotros vamos a bailar, bailamos tropical, la
"Nosotros los fines de semana nos reunimos en las casas, comemos cumbia nos gusta más que el rock porque se disimula más para bailar,
pan casero, tortas fritas, chipá, las tradiciones son importantes", dice con el rock hay que lucirse. Tal vez no elija la cumbia para escucharla
Laura, estudiante de 2º año. en mi casa si estoy sólo pero sí para bailar. " La cumbia remite a un
"Los fines de semana siempre venían los pibes de la escuela a mi diálogo, a un modo de enunciación centrado en un locutor hombre y una
casa", cuenta Julián, profesor de teatro de una de las escuelas. interlocutora mujer y los padecimientos que relata son casi siempre
Mientras a las "tribus" juveniles las mueve una fuerte motivación por amorosos.
lo underground, en los barrios populares, lo marginal se presenta como la "Aquí los chicos baílan cachaca que es un ritmo musical. De este
respuesta obligada de una condición no deseada. barrio salió el grupo Sombras, Los Siete Colores, Los Ávilas. Las letras
"Acá no tenés nada, ves ahí arriba y sólo está el cielo, y abajo, calles de las canciones tienen que ver con ellos, todas hablan de amores,
de tierra y colectivos que te llenan de polvo cuando pasan, no tenemos desencuentros y engaños: 'Hago de todo para que te entregues/ es
mucho para hacer", dicen resignados Raúl y Daniel. sumamente rápida pero la quiero igual/ lo que miro es tu corazón/ una
"Si bien hay mucha violencia, ninguno se quiere ir del barrio", noche más por favor te lo pido' ", recita Juan, el párroco de La Justina. ·
comenta Verónica, preceptora de la escuela, "[ ... ]al no poder acceder a Probablemente en el terreno de la construcción ética podemos hallar
un montón de ofertas, se encierran entre ellos y se comunican más. Por similitudes entre las "tribus" y los modos de interacción de los jóvenes de·
44 LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 45

sectores populares. Maffesoli destaca que las tribus se movilizan a partir juveniles intentan desplegar iniciativas culturales en una suerte de opor-
de una ética de la empatía a diferencia de una moral abstracta, de soporte tunidad de trascender la sensación del mero instante compartido. En los
racional. Esto equivale a decir que los valores de justicia están subordi- barrios analizados, la existencia de un programa de radio local diseñado
nados a la experiencia próxima, circunscriptos al localismo. Pero 1o que y conducido por un grupo de jóvenes, la organización de un centro de ex
para Maffesoli es un atributo de los jóvenes, aquí lo encontramos enraizado alumnos y la publicación de revistas juveniles nos hablan de experiencias
en una cultura local, que más que nombrar un estilo juvenil expresa la juveniles no estrictamente tribales.
tradición de una clase y el modo de hacer frente a una profunda Así como las solidaridades constituyen marcas de una identidad local
conflictividad social. En pocas palabras, los jóvenes de los sectores que enfatiza el "nosotros", el reverso, las rivalidades, también nos habla
populares actualizan en la ética de la empatía el vínculo que los une a la de signos de identidad que encuentran en la distinción, en el enfrentamiento
clase social de adscripción, al mismo tiempo que materializan la necesi- con el "ellos" otro modo de remarcar lo propio.
dad de contención recíproca. Estas rivalidades no se anclan en un territorio único sino que sufren
"Yo en la iglesia encontré muchos chicos que estaban como yo, que desplazamientos. El "ellos", para estos jóvenes, son alternativamente
tenían problemas con los padres. Los papás toman, se van de la casa y "los de la Capital", "los de otro barrio" o "los de otra banda", "los que van
vuelven cuando quieren[. . .]. Ahí encontré compañerismo, cuando estás a la escuela" o "los que están en la esquina".
con otros que sufren como vos te sentís menos sola. Yo allí puedo plantear
lo que quiero[. .. ]. Todos los años hacemos un campamento, este año yo
Rivalidades
pedí que se hablara de Zafe y los problemas cotidianos", dice Nadia.
La ética, más que el lugar en el que se realizan categorías abstractas (el
Una de las características de los procesos de construcción de las
Hombre, el Derecho), aparece como la respuesta humana, concreta, a la
identidades es la marcación de diferencias. Nombrar la diferencia es
solicitud del otro. Es una suerte de compromiso con el padecimiento de un también confirmar, delimitar la propia posición.
semej¡mte, no definido por la identidad, sino por el derecho al reconoci- En el caso de los barrios populares del conurbano bonaerense, es
miento. posible establecer dos tipos de diferenciaciones. Una asociada a la
El énfasis puesto en la comunidad emocional, a diferencia de las posición social: "Nosotros y los de la Capital". La Capital como metáfora
comunidades de ideas o razones, es la marca que distingue la grupalidad de riqueza, poder, modernidad pero también hostilidad, peligro,
actual de los jóvenes. En este sentido y a diferencia de históricas formas anonimato. La otra diferenciación se juega en el interior de los barrios y
de agrupamiento juvenil, como las que caracterizaron a las generaciones revela en una dimensión microscópica un imaginario social que posiciona
. de los '60 y los '70, la configuración de una "tribu", no depende de un al otro en el lugar de la amenaza.
proyecto u objeto definido. Al respecto, es indudable que frente a la caída "Los de la Capital son distintos a nosotros", comenta Martín, "si
de Jos grandes relatos, no habría fuertes razones o tareas a realizar que vienen acá se hacen los cancheritos. A ellos les gusta andar con plata
movilicen las voluntades juveniles. No obstante, la pérdida de un gran todo el día. A nosotros también pero no la tenemos[. .. ]. A mí me gusta
proyecto no implica desinvestir las grupalidades juveniles de todo tipo de vivir en un barrio tranquilo, en la capital todo es videito [ ... ]. Yo de la
impulso transformador (léase este término desprovisto de connotaciones Capital no traería nada. Bueno, algún asfalto ... algunas luces. "
totalizadoras). Las operaciones de distinción en estos casos llevan implícitos dos
En el caso de los barrios populares es posible advertir que en cierta elementos: el reconocimiento de una jera!quía social y el rechazo ·de la
franja de jóvenes, especialmente los que asisten a la escuela, los "proyee- posición de subalternidad.
tos" funcionan como movilizadores de grupalidad. En ocasiones las redes Más que extraño, el mundo de los otros es hostil. En el caso de las
' '
46 LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 47

distinciones de clase, se percibe una disputa latente entre los imaginarios "A mí no me importa lo de Cabezas5 ... yo no lo conocí, no sé cómo era.
juveni!es dominantes y la constatación de la vida en los márgenes. . Yo sólo sé cómo son mis amigos", dice Darío.
"Nosotros somos distintos que los pibes que aparecen en la tele. Los Ellos y nosotros son oposiciones que denuncian un tipo de relación
de la tele viven todos en casas con escalera, yo también tengo una social. Nombrar"la Capital" en estos barrios es poner de relieve no sólo
escalera en mi casa pero para subirme a arreglar el techo", agrega una realidad objetiva de exclusión, sino una práctica intersubjetiva de
Martín. · expulsión. Con un gesto de impotencia, Pablo -de 20 años- nos cuenta:
Para los jóvenes del barrio, el arquetipo juvenil que construyen los "Los de la Capital se creen que porque tienen un poco de dinero se
medios televisivos legitima un imaginario social sobre la juventud que pueden llevar el mundo por delante. Una vez yo salía del oculista que
impide visualizar las diferenciaciones. De este modo el estereotipo del queda en Plaza Miserere, quise entrar a un bar a tomar algo y no me
joven se sobreimprime a la realidad de los jóvenes. dejaron entrar. Otra vez al bajar del colectivo, me paró un patrullero y
"La tele siempre te muestra pibes con superautos, re-empilchados, me dijo: '¿vos de dónde vénís?', 'de Catán', le dije. 'Ah, de Catán', me
yirando por bares o boliches fashion. Es muy raro que aparezcan familias contesta .r:on tono despectivo. "
pobres. Todos tienen las re-casas, son todos hijos de empresarios. Hasta
Sin embargo en l.a distinción "ellos" -los de la Capital- y "nosotros"
-los de Catán- se filtran nuevas significaciones que rescatan la diferencia
los huérfanos son millonarios, nunca aparece una familia pobre", coin-
ciden en señalar varios chicos de la escuela. como un lugar fronterizo de construcción de identidades.
"Acá se conserva eso de 'vamos a juntarnos', la comunidad es
Las explicaciones de los jóvenes sobre las diferencias sociales no
importante. Allá cada uno está en lo suyo pero a la vez son más abiertos
pueden escapar de visiones etnocéntricas. Así como la herencia iluminista para pensar porque viven experiencias diferentes y tienen más oportuni-
colocaba a lo popular como la degradación de lo culto, muchas de las
dades", dice Gabriela.
representaciones juveniles encontradas sitúan lo popular en el lugar de lo Este comentario, nada común entre los chicos de la zona, revela una
genuino, de la matriz de fos verdaderos valores. idea interesante acerca de las identidades. Para Gabriela la identidad no ·
"Ellos tienen más posibilidades pero no viven la realidad", afirma se clausura en un único referente. En el acto de enunciación sobre "los
Marina. ''Se creen que la realidad es lo que ellos viven, que nosotros otros", ella rescata "la apertura para pensar" producto de la pluralidad de
vivimos en el campo y andamos en carreta, ellos no ven más allá de lo que experiencias y en este reconocimiento corrobora los propios límites y
viven pero en cambio nosotros sabemos lo que hay en la Capital y lo que simultáneamente la posibilidad de dialogar a través de las diferencias. 6
ellos tienen." El cuestionamiento al etnocentrismo de los otros se formula En la misma dirección, Daniel señala: "La educación es un derecho pero
desde la misma lógica. no se cumple igual en todos lados. Los chicos de la Capital están en
"Nosotros somos distintos a los pibes de la Capital. Ellos se visten con escuelas que los preparan mejor. Un profesor nos dijo que todo lo de la
otra ropa, viven de otro modo, siempre alrededor de la plata. La tienen General Paz para acá es malo, que la civilización está de la General Paz
re-fácil Y a nosotros nos cuesta todo un montón. Los días de semana están para allá. Es cierto, muchos pibes allá t~enen más conocimientos porque
hasta cualquier hora en los bares; No sé, no duermen nunca [ .. .]. Para acceden a otras cosas, acá nos privan de mucho. Pero nosotros no·
ellos es re-común la computadora, si no la tienen en su casa, la ven en los queremos irnos, sí que muchas cosas cambien. "
negocios. Ellos son muy egocentricos", señalan Sandra y Marina.
La distinción ellos/nosotros refuerza a veces un sentimiento localista
casi chauvinista. Todo lo que no resulta literalmente familiar se vuelv~ 5. José Luis Cabezas· es el periodista asesinado en Pinamar (provincia de Buenos
indiferente. Esta posición discursiva promueve .la construcción de un Aires) en enero de 1997. ,
6. Véase Ian Chambers: "La ficción de.. la identidad", en Identidad, cultura y
sistema de valores legitimado sólo en la proximidad. migración, Buenos Aires, Amorrortu, 1995.
48 LA ESCUELA COMO FRONTERA El escenario cotidiano de los jóvenes 49

En este relato la confrontación con la alteridad se vuelve conciencia de barrio, no les gusta que vengan de otros barrios, de Oro Verde o de San
los propios límites y los propios deseos. Pedro", agrega.
En relación con las distinciones internas, aquellas que se operan en la Las rivalidades interbarriales se expresan descarnadamente entre los
cotidianeidad de los barrios, es de destacar el papel que juega el lugar de grupos de jóvenes:
residencia como marcador de distancias sociales. Los que viven en los "Las mayores rivalidades se juegan entre los adolescentes. Como en
"fondos'; son más pobres que los que habitan en la proximidad de la ruta. Oro Verde hay un poco más de pobreza y más negritos, ellos no tienen
Para el imaginario popular, residir en uno u otro barrio define una permitida la entrada en La Foresta. Yo vivo en la ruta, el hijo de, un vecino
posición social. Vivir en La Foresta es mejor que vivir en Oro Verde, ser que tiene un ranchito de madera no viene nunca a La Foresta, no puede
de Dorrego es más respetable que ser de La Justina. La presencia de entrar y es por el color de la piel", nos confiesa una vecina. Y continúa:
instituciones públicas junto con señales de urbanización constituyen "Tres chicos de Oro Verde que vienen a la escuela media de aquí, tienen
signos de diferencia. "En este barrio hay una escuela secundaria, en que venir acompañados de sus padres, son muy pocos los de Oro Verde
cambio en Oro Verde no." Al parecer los procesos de construcción de las que logran terminar la escuela o cursan po; acá. Hubo chicos muy
identidades sociales no se agotan en las diferenciaciones entre sectores golpeados y uno de ellos tuvo que abandonar porque recibió una fuerte
marcadamente opuestos, las distinciones en el interior óe la propia clase agresión."
resultan eficaces para sostener la ilusión de conservar un cierto lugar de . La escuela constituye otra de las fronteras internas de distinción. "El
privilegio. Jelín y Vila (1987), ~propósito de un estudio sobre sectores rechazo que los pibes de la escuela expresan progresivámente por tos de
populares urbanos, señalan que este proceso de diferenciación se torna las barras de la esquina muestra que la escuela más que la institución que
más crucial en períodos de crisis social aguda en .Jos que la pérdida alberga la ilu~ión del ascenso social es el lugar de la integración social.
progresiva de los derechos sociales vulnera los soportes básicos de la Ellos saben que no van a conseguir un buen trabajo pero también saben
dignidad humana. Si bien estas distinciones no producen una dicotomía que venir a la escuela los coloca fuera de la marginalidad social y al
entre "nosotros" y "ellos", revela una búsqueda personal por escapar de mismo tiempo, en la medida en que la escuela se instituye como espacio
un deterioro creciente de las condiciones de vida. de distinción también se erige para los que están afuera en una fuente
apetecible y es posible entonces que pujen por entrar", sostiene uno de
Juan, el párroco de uno de los barrios, nos brinda una fotografía de las
los integrantes de los equipos de psicología de la Dirección General de
fronteras barriales:
"Cada barrio es otro mundo aunque nos separen algunas calles nada Escuelas.
"Los que no estudian no tienen oportunidad de ser alguien en la vida,
más. Cuando se habla de González Catán se habla de otro barrio, y en
yo además noto diferencias en la cultura. Si largás cualquier tema ellos
realidad La Justina está en Catán. Dorrego es más comercial y expansivo,
no te entienden", cuentan Gustavo y Analía.
La Justina en cambio es un barrio cerrado, no entra más gente. Cuando Progresivamente, las distinciones se juegan entre sectores socialmen-
se quiso acercar más gente tuvo que hacer un asentamiento en los fondos, te semejantes. Los barrios de los que hablamos están habitados· por
sobre el basural. Los Ceibas, a su vez se caracteriza por la macumba. Si sectores de similar condición socioeconómica, geográficamente sólo los
querés un gua/icho andá allá, a los templos umbandas que hacen rituales separa una calle; las marcas de una urbanización incipiente son compar-
de captación de jóvenes. Ellos son los que más se acercan porque están tidas. Sin embargo, ponen en acto una serie de antagonismos como si
desesperados. " acaso lo local fuera fundador de todas las desigualdades sociales. La
"Cada barrio tiene su perfil y hay un sentimiento de pertenencia muy exacerbación de la violencia se desarrolla en este marco de primacía de
fuerte", sostiene la directora de un jardín de infantes de la zona. "Los lo local, donde los conflictos se dirimen más allá de todo tipo de
padres consideran que si en el barrio hay una escuela. es para la gente del mediación y se desencajan de los resortes globales de poder y
50 LA ESCtJELA COMO FRONTERA

fragmentación social. Este fenómeno estaría revelando el fracaso de la 3


política ya que la "justicia" se transformaría en una cuestión de aldea.
Las rivalidades se expresan cada vez más en el terreno de la violencia,
siendo los jóvenes uno de los protagonistas centrales.· Los embarazos LOS JÓVENES Y LA VIOLENCIA
adolescentes, la drogadicción y las agresiones físicas son las caras más
descarnadas de la vida en el barrio. Y los jóvenes aparecen simultánea-
mente como las víctimas (drogadicción, embarazos, maltrato familiar,
agresiones policiales) y los victimarios (la mayoría de los robos y
agresiones físicas en la calle son encarnados por los jóvenes).
En el siguiente capítulo abordaremos la problemática de la violencia
en los barrios analizados, en un esfuerzo por comprender la relación con
la población juvenil y con el fenómeno religioso, cuya capacidad de
interpelación crece entre los jóvenes y parece presentarse como una suerte
de compensación o sutura del tejido comunitario.

La problemática de la violencia merece ser abordada desde una doble


dimensión: como lenguaje y como fracaso del lenguaje. La violencia
como lenguaje nos convoca· a analizarla desde sus componentes
enunciativos. En cada acto violento se pone de manifiesto una relación
conflictiva con la alteridad y con la ley, y las formas de expresión así
como las motivaciones pueden ser múltiples. Hay violencias individuales
y violencias colectivas, violencias precursoras y violencias meramente
destructivas. ¿Acaso los grandes movimientos históricos -la Revolución
Francesa, el Mayo del '68, los movimientos independentistas de Estados
Unidos y América latina- no pretendían violentar un orden social dado
para dar paso a nuevas posibilidades sociales? Aun admitiendo que se
trata de acontecimientos que contienen componentes violentos en tanto
pretenden transgredir formas instituidas dé lo social, tienen una particu-
laridad que permite pensarlos como actos del lenguaje. Se trata, como
dice Michel De Certeau (1980) a propósito del Mayo Francés, de movi-
mientos caracterizados por la "toma de la palabra" de actores sociales que
no se sienten representados en los cánones de la cultura. Estos actos -
disruptivos se producen en la disputa de ideas e imaginarios sociales. La
diferencia con la mera violencia, con la violencia que se sitúa fuera del
lenguaje, es que no pretenden eliminar al otro sino desautorizar su
palabra.
52 LA ESCUELA COMO FRONTERA· Los jóvenes y la violencia 53

Los tiempos contemporáneos parecen enfrentarnos a otro tipo de difícil con la Ley y con el otro; desde aquí resulta necesario abandonar un
violencia que podemos definir como el fracaso del lenguaje. Se trata sobre esquema normativo, con todas sus connotaciones morales funcionalistas,
todo de una violencia sin objeto, difuminada en la trama del tejido social y pensarla en los términos identidad/alte(idad. En ciertos actos de violen-
que no distingue destinatarios. La definimos cqmo fracaso del lenguaje cia la alteridad se vuelve peligrosa y la relación con el otro se ancla en lo
porque se ancla en el cuerpo, propio o del semejante, no tiene finalidad y real, 1 fuera de los límites de la simbolización. Lo "real" está allí, no puede
no refiere a una disputa de valores o posiciones discursivas. La cuestión nombrarse, sólo dejaría de ser "real" si se logra significarlo y esto sólo es
no es impugnar, resistir, enfrentar la palabra del otro sino eliminar al otro. posible en el orden del lenguaje. Pero operar directamente sobre la
En este capítulo nos ocuparemos de analizar los indicios de una materialidad de un cuerpo -en este caso sobre el objeto biblioteca- como
violencia que parece situarse en el límite de la simbolización. una acción en sí misma habla de un quiebre en la posibilidad de simbolizar
el malestar o el rechazo que los sujetos perciben frente a ciertas institu-
ciones.
l. LA VIOLENCIA: ENTRE EL LENGUAJE Y EL FRACASO La escuela, y en particular la biblioteca, es percibida como amenaza,
DEL LENGUAJE en tanto opera como una suerte de espejo de la exclusión. Ella es el
testimonio de la existencia de un discurso que no sostiene a los que están
La violencia, destaca Imbert (1992), es polimorfa como lo son las afuera.
manifestaciones de la vida social. Expresa la otra cara de la socialidad, del Ahora bien, en términos generales la cuestión de la violencia puede ser
querer vivir en sociedad. Las conductas aparentemente más anómicas interpretada desde otra perspectiva. Duvignaud ( 1990), en un intento por
"dicen algo", revelan un sentimiento, aunque sea de impotencia, remiten ampliar el espectro de significaciones en torno a la violencia, señala que
a un lenguaje incluso desarticulado. la anomia puede marcar el paso de un sistema social que se degrada a otro
"¿Te enteraste? Ayer a la noche entraron unos pibes y quemaron la que aún no tiene forma. Según este autor, los períodos de ruptura o paso
biblioteca", comenta un docente. de una sociedad a otra acarrean manifestaciones de conducta desviada y
En este acto, dos cuestiones no pueden pasar inadvertidas: el destina- de desorden que· no pueden ser integradas o entendidas ni por el sistema
tario y el objeto elegido. La escuela como destinatario es en este caso la cultural de la antigua sociedad ni por el sistema de valores de la sociedad
marca del Estado, un símbolo de lo público, una esfera de la que la naciente.
mayoría de estos secfores fueron expulsados. El objeto, la biblioteca, Duvignaud pretende problematizar el concepto de violencia despoján-
termina de reforzar el mensaje. La biblioteca no es cualquier lugar, es dolo de una mera construcción negativa. La anomia, desde su punto de
aquello que sintetiza "el otro lado" para estos sujetos -la palabra, la vista, puede volverse creativa y convertirse en herejía o subversión. Es un
modernidad, la historia documentada- y en el acto de agresión inscriben indicio de ruptura que puede tener un valor precursor. Sin embargo y a
la propia presencia. propósito del contexto que nos ocupa, cabe preguntarse si acaso las
Roberto Arlt pudo capturar el acto de enunciación que se revela en la formas de violencia que atraviesan el tejido social de estos barrios están
profanación: "Qué regocijo nos engrandece las almas cuando quebranta- investidas de un carácter precursor.
mos la ley y entramos sonriendo en el pecado", dice Lucio, el personaje
de El juguete rabioso, luego de haber robado en la biblioteca del colegio. 1. Lo Real junto a lo Simbólico y lo Imaginario constituyen las tres lógicas estructurantes
Aceptar que la conducta anómica -la que se despliega quebrando los del mundo social. Lo Real no es la realidad en el sentido ordinario de la palabra. Más bien
límites de las normas establecidas- puede constituir un lenguaje, permite es todo aquello que amenaza, niega y pone en cuestión un orden simbólico. Esta dialéctica
plantearse la violencia en términos dialécticos: la violencia es una entre lo simbólico-real abre un vacío en la estructuración simbólica, revelando la
imposibilidad de una presencia plena. Véase Angelo Rinty y Eduardo Carbajal: U'na
respuesta de urgencia a una situación de emergencia. Implica una reladón introducción a Lacan, Buenos Aires, Lugar Editorial, 1996.
54 LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia 55

Creemos que lo problemático de esta forma de violencia, lo que la aleja el "cuerpo" del otro (robo, agresiones físicas, narcotráfico) o en el propio
de su carácter precursor, es que en la medida en que se trivializa y cuerpo (embarazos, drogadicción).
difumina, tornándose una violencia de todos contra todos y de uno sobre Analizaremos a continuación tres formas de violencia muy diferentes
uno mismo, se desacraliza. entre sí, se trata de los embarazos adolescentes, la drogadicción y las
Girard (1972) sostiene con respecto a la relación entre la violencia y bandas. En apariencia nada justificaría asociarlas como formas de violen-
lo sagrado, que el orden del edificio cultural y social reconoce una cia. Los embarazos adolescentes no se dirigen contra el otro ni afectan la
violencia fundadora de origen sagrado (muerte, sacrificio) que las diver- dimensión de la confianza social, algo similar podríamos pensar respecto
sas celebraciones sociales no harían más que repetir de manera simbólica del consumo de drogas. No obstante, hemos optado por abordarlas como
para conjurarla, para evitar su retorno. expresiones de violencia por las siguientes razones. Los embarazos, por
Hay una "violencia esencial", en palabras de Girard, que permite a las el peso que asumen ciertos condicionantes vinculados al sometimiento de
sociedades primitivas librarse de la violencia difusa o por lo menos la mujer y a la emergencia socio-afectiva en la que viven las adolescentes.
canalizarla en unas organizaciones sociales que carecen de sistema El consumo de drogas, porque se presenta fuertemente vinculado a las
judicial y se ven amenazadas por la escalada de venganza. En estas redes de tráfico, por sus impactos en las relaciones vecinales, por el tipo
sociedades, el sacrificio, simbólico o físico tiene una función de motivaciones que están en la base del consumo y especialmente por los
inmunológica: evitar una violencia generalizada basada en la violencia daños psicosociales que producen en los jóvenes afectados.
recíproca. En las sociedades primitivas, entonces, el sacrificio permite
desviar la violencia hacia una víctima que hace de "chivo expiatorio".
El cambio sustancial en relación con la violencia ocurre con el El embarazo adolescente, un camino de cornisa
advenimiento de la sociedad moderna que comienza cuando elEstado
Uno de los mayores problemas de los barrios en cuestión son los
monopoliza la violencia legítima. A partir de aquí se espera que el orden
embarazos adolescentes. Según datos aportados por la trabajadora social
cultural canalice la violencia humana y el desorden pasional.
de la salita de primeros auxilios, la franja de edad de las embarazadas
En las sociedades modernas, la relación violencia/sacralidad se con-
oscila entre los 14 y 19 años. Este dato es corroborado por los jóvenes
serva pero invertida. Ya no será la violencia "y" lo sagrado como en las
entrevistados y los docentes.
comunidades primitivas, sino la violencia "o" lo sagrado. La entrada de Respecto de este fenómeno cabe destacar dos características: la
la ley y las instituciones serán las que encarnarán "lo sagrado", las mayoría de las jóvenes cuenta con información sobre prevención y Sida,
portadoras de los valores legitimadores y ordenadores de una sociedad. pero deposita los recaudos en los designios del varón. "Casi todas las
Ahora bien, cuando la ley y las instituciones dejan de "ordenar", de chicas te dicen que no se cuidan porque ellos no quieren, las mujeres se
funcionar como "contrato social" y fracasan en su intento comprensivo de someten al deseo del varón. Tienen información sobre el Sida pero si los
las mayorías, la violencia se instala en su lugar. A medida que las varones no quieren cuidarse ellas lo aceptan", comenta la trabajadora
instituciones sociales (trabajo, salud, educación) dejan de albergar al social. A su vez, la posibilidad de interrumpir el embarazo está fuera de
conjunto de la sociedad y al mismo tiempo se instalan discursos sus expectativas. Teniendo en cuenta las notas de un contexto en el que
deslegitimizadores de las instituciones (corrupción, clientelismo), la la muerte gana presencia, habría que inscribir el rechazo del aborto no
violencia se vuelve difusa y desborda por doquier. tanto en creencias morales sino en la necesidad de aferrarse a la vida.
En los barrios populares que aquí analizamos se destaca la prolife- De las entrevistas realizadas surge un tercer dato referido a las
ración de una violencia que se juega en los límites de "lo real". No es motivaciones de embarazo. Muchas jóvenes depositan en la maternidad
en la palabra, en la metáfora, donde se dirimen los conflictos sino en la posibilidad de construir una opción familiar que rompa con la depen-
56 LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia 57

dencia primaria. Si bien estas jóvenes no cuentan con los medios para colectivo social: niñas de sectores de extrema pobreza que por niñas,
despegarse de la vivienda familiar, subsiste la fantasía de realizar una mujeres y pobres se encuentran en absoluta desprotección material,
ruptura del entramado vincular de sus familias de origen. En muchos social y psíquica".
casos se trata de jóvenes que padecen el maltrato familiar o se hacen cargo Giddens (1995) plantea que la sexualidad en sentido moderno se
del cuidado de sus hermanos y la reproducción cotidiana del orden inventó cuando la conducta sexual pasó a ser propiedad del individuo. La
doméstico. sexualidad comienza a inscribirse en una esfera de la intimidad emergen-
La pareja aparece entonces corno un efecto consecuente y no corno op- te, y el desarrollo y la satisfacción sexual quedaron en adelante ligados al
ción. Asimismo la maternidad no surge de una planificación familiar sino proyecto reflejo del yo.
que es la respuesta a una emergencia socio-afectiva. "Las uniones se produ- En la misma línea de pensamiento, Luhrnan (1996) señala que la
cen como consecuencia de los embarazos, no hay decisión de formalizar el sexualidad se ha convertido en un "código de la comunicación". Al
vínculo. A veces se trata de relaciones casuales que no llevan más de un mes crearse los nuevos nexos entre sexualidad e intimidad, la sexualidad se
pero ellas hablan de su novio", señala la trabajadora social. separa de la procreación. La sexualidad queda en la modernidad
La pregunta por los embarazos adolescentes en sectores de pobreza, constituida corno medio de realización propia y corno lugar de expresión
comienza a ganar centralidad en diversos estudios.2 Fernández (1993) de la intimidad, siendo un punto de referencia fundamental de la
señala que es necesario tener en cuenta que por edad, género y clase social experiencia.
estas jóvenes se encuentran en una situación de subordinación frente a un La sexualidad ("moderna") de la que nos habla Giddens es una
otro que ejerce un acto de poder, físico o psíquico y obtura sus posibili- experiencia liberadora en tanto se vincula con una capacidad de elección
dades de elección. Al respecto, la UNESCQ3 ( 1985), a partir de un estudio del sujeto, desprovista de motivaciones externas y prejuicios rnoralizantes.
realizado sobre las adolescentes de sectores populares en América latina, Por el contrario, los embarazos adolescentes en los contextos relatados
sostiene que estas jóvenes "no consideran que sus cuerpos les pertenez- revelan la "otra cara" de la modernidad; la de la alienación del sujeto en
can, hasta el punto que la violencia u opresión sexual, no pueden ser una trama de relaciones cotidianas de clausura de sus posibilidades.
visualizadas por ellas corno un asalto a su libertad".
El "cuerpo" aparece entonces fragmentado de la experiencia, es un
cuerpo-instrumento puesto "al servicio" del varón o de la resolución de La droga como símbolo de desesperanza
circunstancias de emergencia. Lejos de prácticas vinculadas a la cons-
trucción de identidades, los embarazos adolescentes, insiste Fernández Para evitar cualquier rnoralisrno simplificador en relación con el terna,
(1993: 269), "están inscriptos en las estrategias de supervivencia de un diremos que el uso de drogas es una de las formas de la experiencia
moderna de la libertad y, en palabras de Lefort ( 1978), está asociada con
la indeterminación de la democracia, gracias a la que cualquiera puede
2. Algunas evidencias empíricas muestran que las adolescentes más expuestas a inventar su propia historia, encontrar para sí mismo su lugar en la
quedar embarazadas habitan viviendas deficitarias, pertenecen a hogares numerosos y sociedad en lugar de hacérsela dictar por los dioses, la naturaleza o un
trabajan en empleos inestables. Las jóvenes de 15 años representan alrededor del 4 % del
total de las adolescentes alguna vez embarazadas. Como contrapartida el peso de las
estatuto jerárquico.
mujeres de 19 años con embarazo o hijos representa el 41 % respecto de las jóvenes de Ehrenberg ( 1991) señala que la droga es un artificio para fabricar
esa edad que no tuvieron ningún embarazo (Pantelides y Giusti, 1991). Véase Infancia y individuos, una química de la promoción de sí mismo. Radicaliza la
condiciones de vida, Buenos Aires, Indec, 1995. primacía de la libertad individual que en su vertiente privada comienza a
3. Citado por Ana M. Fernández en La mujer de la ilusión, Buenos Aires, Paidós, caracterizar a las sociedades occidentales a partir del siglo xvm. ·
1993.
58 LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia

Elías (1975) observa en el consumo de drogas un desplazamiento de de alcanzar el todo, el goce total, esa totalidad sin fallas que nos seduce
imaginariamente, nos llama, nos interpela sin tregua, pero sólo se realiza en
las violencias externas al interior de la subjetividad. A partir de la
la muerte (1988: 19).
sociedad moderna, señala, el hombre comienza a regirse por un sistema
de reglas que le impone obligaciones para. con los otros. Las drogas Los testimonios recogidos nos enfrentan a un tipo de consumo cuya
aparecen entonces como el artificio que nos permite hacer frente a las naturaleza se vincula a las condiciones de exclusión social y sus efectos
tensiones de la vida social. En este marco el campo de las batallas y las se traducen en un daño psicosocial alarmante, características que nos
pasiones dejan el cuerpo a cuerpo, va a decir Elías, y se trasladan al autorizan a inscribirlo en el campo de la violencia.
interior de uno mismo. Parados en el fin de un milenio que rompe con María tiene 18 años y nos relata así su experiencia con la droga: "Yo
ciertos parámetros de la modernidad resulta casi ingenua la dicotomía empecé a drogarme a lo.s 9, empecé con marihuana, a los JO ya tomaba
violencia social/consumo de drogas, dado que sobran evidencias empíri- 'de todo, me inyecté dos veces, uno de los chicos con quien compartí la
cas que muestran que no son prácticas excluyentes. Sin embargo rescata- jeringa se ·murió de Sida. Uno busca olvidarse de lo que pasa, es un
mos la dimensión subjetiva, no sólo porque el consumo de drogas expresa éxtasis, te drogás y el tiempo se detiene completamente, dejás de pensar
la tensión entre la libertad ilimitada y la autonomía sino porque el sujeto, en todo lo que te hace doler. En ese momento todo se paraliza, es una
en el caso del toxicómano, se encierra en un mundo "privado" de clausura pausa en el volver a empezar. "
al otro y por eso plagado de sufrimiento. En este caso, el consumo toma la forma de una conducta "paroxística".
El tema de la droga ha despertado posiciones ambivalentes en distintos Estas conductas reflejan un intento de perderse en la actuación misma.
momentos históricos y en diferentes ámbitos sociales. Para algunos, tanto Son conductas no orientadas hacia la persecución de un fin pero encami-
la droga como el arte o la mística inician al conocimiento de otro mundo, nadas hacia la creación de un cierto clímax, un momento de intensidad,
un mundo infinito que es el espacio interior. Es un modo de confrontarse que funciona en cierto modo como punto de no retorno (lmbert, 1992).
con el infinito sin terminar de salir de lo social. En este sentido son medios Las conductas paroxísticas sitúan frecuentemente al ·sujeto en la
de conocer y de sentir; así lo entendieron personajes históricos del mundo cuerda floja, oscilando entre lo orgiástico (lo festivo) y lo destructivo, la
intelectual como Freud, Baudelaire, Benjamin, que han experimentado celebración de la vida y la celebración de la muerte.
con ellas en los momentos de sondear las posibilidades ilimitadas del Ariel nos dice que "cuando un pibe entra en la droga no lo hace por
pensamiento. gusto ni por curiosidad, sino porque tiene problemas. La droga para mí
era una forma de rajar de este infierno, cuando me sentía ahorcado la
Pero el punto de inflexión no es la confrontación con el infinito como
buscaba. La droga te impulsa a robar, a matar, hacés cualquier cosa
experienci~ del saber, sino la tentativa ilusoria de alcanzar el goce pleno
para conseguirla. Cuando estás drogado no te das cuenta lo que hacés.
sin fallas, algo así como fa posibilidad de escaparse de uno mismo y de los
Lo que pasa es que esto no es vida, es corrupción, es muerte. "
otros.
En los barrios del conurbano, la problemática de la droga se revela en
La ilusión de los adictos consiste en no aceptar que el límite que el otro toda su dramaticidad. Por un lado, la esfera doméstica aparece compro-
representa permite seguir siendo libre. Bucher sostiene: metida en la comercialización sin ningún tipo de ocultamiento. Según
testimonios de los vecinos del barrio, los domingos pueden verse grupos
[... ] el toxicómano es el sujeto que, por excelencia, se rebela contra las de pibes en las puertas de las casas esperando su turno para comprar
contingencias que llegan a limitar la expansión humana: se rebela entonces
marihuana por pocas monedas. Por el otro, el consumo impacta directa-
contra la sujeción a los otros, a la sociedad, a la cultura que nuestra condición
de sujetos nos impone. Empero el ideal de autosuficiencia, de fa libre mente en los vínculos generacionales, la mayoría de los chicos que
disposición de sí mismo, no es un anzuelo brillante; laavidez<le omnipot;, ncia, consumen roban para conseguir la droga, despertando en los adultos un
60 LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia 61

sentimiento de hostilidad y desconfianza. Cada vez más el consumo Los jóvenes por su parte ya no son el signo de la vitalidad, la fuerza y
aparece asociado a un deterioro de la calidad de vida: la mayoría de los el despliegue de energía sino que se presentan como el cuerpo gastado y
jóvenes que más consume no trabaja, abandonó la escuela y revela una lastimado. "Yo ya no puedo correr como antes, la droga me mató, juego
vitalidad deteriorada. un poco al fútbol y me caigo", .confiesa Ariel. "A veces camino por la
"La droga aquí llega toda estirada, no te van a dar de la buena, los más calle y los veo ahí con los ojos desorbitados, como delirando", dice
chicos se dan con el pegamento y los más grandes con el porro y la Carolina.
cocaína. Se drogan mucho y roban para drogarse. Lo que pasa es que la Asimismo la policía, "institución del orden", es a los ojos del vecin-
desocupación hace marginar a los chicos, los adolescentes no estudian, dario la primera que infringe la ley. "Aquí los que venden están todos
no trabajan, como mucho van al semáforo a limpiar los vidrios de los arreglados con la cana, en este barrio hay tres que distribuyen", cuenta
autos", comenta Freddy, estudiante de último año de la escuela secun- Darío, "uno adelante, otro en el medio y otro en e/fondo. Venden de todo,
daria. LSD, marihuana y cocaína. Ah, me olvidaba de la gomería: ¿viste que hay
"Esta zona es peligrosa, hay mala junta, pibes que se drogan en las una casa arriba y otra abajo? Bueno, ahí están arreglados con la cana."
esquinas y la gente les tiene miedo, son pibes del barrio pero no vienen El problema de la droga en contextos de pobreza alcanza a todos,
a la escuela", describe Marcos. consumidores y no consumidores. A diferencia de otros enclaves socio-
"Los que más consumen por acá son los chicos y los adolescentes. A económicos, caracterizados por la formación de redes de socialización
los 18 algunos tocan fondo y allí se desesperan. Los pibes circulan por la paralelas que conservan la ilusión de la no contaminación a partir de la
droga y el alcohol y de ahí pasan al robo", comenta Juan, el párroco. evitación del contacto, en los casos relatados nadie puede escapar de la
Marina y Sandra coinciden en señalar que en el barrio "la mano con la escena. El vecindario es el lugar en el que las di versas problemáticas
droga es muy pesada. Tenemos el caso de un amigo muy enganchado, -falta de trabajo, no escolarización, privación de ofertas culturales,
cuando está mal te pide ayuda pero si está bien y le hablás del tema no consumo de droga y alcohol, robos, deterioro de las relaciones familiares
quiere escuchar. " y sociales- se visualizan descarnadamente reactualizando esa confusión
Consumo y narcotráfico van de la mano, ambos participan del tejido histórica entre lo público y lo privado que caracteriza la matriz de los
social del barrio. "Todos saben dónde venden droga, hay cinco casas que barrios populares pero que en las condiciones actuales de marginalidad y
venden y los chicos hacen cola para comprar, la policía pasa silbando y exclusión deja de ser una virtud asociada a la formación de una trama
no hace nada", cuenta Darío. solidaria para comenzar a ser fuente de rivalidades internas y distinciones
"En el asentamiento del fondo hay un desarmadero de autos, ahí por sociales.
ejemplo hay mucha drogadicción, compran delante tuyo. El otro día en La sensación creciente de los vecinos es que "el barrio es tierra de
la ruta vi cómo desde una moto le tiraban las bolsitas a unos pibes ", nadie". El abandono progresivo de las instituciones impact~ en los
comenta una madre, miembro de la cooperadora de una de las escuelas. imaginarios creando una suerte de autorización a producir las "propias"
· El consumo de droga, en estos enclaves, materializa la ruptura de los leyes.
"límites" ordenadores del sujeto. La frontera de la infancia, ese período
frágil e inocente, se diluye, los chicos se drogan y roban para hacerlo. No Las bandas, una vuelta al Far West
siempre despiertan esa actitud espontánea de protección y acercamiento
sino que muchas veces resultan temibles. "El otro día vinieron a la noche "Vivir por debajo de la línea de pobreza empuja a muchos jóvenes a
los nietos de un señor de los fondos a venderme plantas, yo les compré y buscar agrupamientos marginales. Las bandas enfatizan ese carácter del
después me enteré que las habían robado de la casa de enfrente", relata margen", señala Pedro, miembro de los equipos de psicología de la
el párroco Juan. Dirección General de Escuelas.
62 LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia 63

Carles Feixa define a las bandas como una te pero disimulan muy bien que son analfabetos'', relata Juan -el párro-
co-, quien tiene una fuerte implicación con la problemática juvenil del
[ ... ] agrupación juvenil de carácter informal, propia de ámbitos urbano- barrio.
~opulares, ~ue ~e caracteriza por la vinculación a un territorio local, por un Como no participan de los circuitos culturales socialmente autoriza-
hderazgo s1tuac10nal y por la solidaridad moral que se da entre sus miembros
(1998: 268). dos, sus miembros invisten a la banda de una función compensatoria. El
fracaso social atribuido a muchos adolescentes que están fuera de la
Las bandas no son simples agrupamientos juveniles. Por el contrario, escuela los impulsa a unirse a ellas, en busca de fuentes alternativas de
a los ojo~ del vecindario se perfilan como un signo de vandalismo. Droga autoestima (Cohen, 1995). En la banda los valores centrales del mundo
Yvandalismo aparecen progresivamente asociados en el acto de nombrar "normal" -sobriedad, decoro, conformismo- son reemplazados por sus
a los jóvenes. opuestos: hedonismo, desafío a la autoridad, desenfado.
Las bandas, en los enclaves periféricos de exclusión social, se inscri- El sustrato moral de las bandas son las lealtades, y el· barrio es la
ben como una modalidad juvenil de doble marginalidad, una primera dada demarcación de lo inviolable. La banda genera el atributo de la lealtad a
por la condición de pobreza y una segunda marginalidad de carácter cualquier precio. No importa el valor de lo que se diga sino quién lo dice.
sociocomunitaria construida en el marco de los territorios de inscripción. El criterio de autoridad está garantizado en la figura del líder. "Aquí en La
En general los miembros de las bandas han roto todo tipo de vínculo con Justina las bandas se arreglan entre ellas, los que se drogan no joden a
las instituciones oficiales, escuela y familia, centran sus actividades en las los que chupan. Entre las bandas se comparte, se saludan, el quilombo es
esquinas de las calles y a pesar de guardar cierto lazo con los otros jóvenes con otros barrios, los de Dorrego o los de Los Ceibas. A mí nunca me
que viven en el mismo barrio y c,impartieron las primeras experiencias de rompieron un vidrio, nunca un acto de venganza", dice Juan.
socialización dejan de conservar empatías mutuas. "Lo que pasa es que los del barrio se respetan, ser del barrio es un
Las bandas constituyen fuertes marcas de identidad: ",;_cá enfrente hay orgullo, los únicos que al final te van a proteger son los de acá.
una banda que tiene un jefe con mucha fama porque estuvo en la cárcel. "A los que joden es a los nuevos. Si te conocen no pasa nada pero si
La cárcel prestigia, el que estuvo sabe de todo, te puede enseñar todo. Las sos nuevo sonaste. Hace cinco años vino a vivir un tipo, en e/fondo de mi
bandas son grupos cerrados y son los que permiten la identificación, la casa, que tenía una beba. Un día ellos entraron y le robaron una cuna, mi
banda les permite pertenecer y ser 'reconocidos' por los otros. Si la viejo los paró y les dijo: vayan a robar a otra parte, a los que tienen, acá
banda es quilombera, los que se reclutan tienen que ser quilomberos; si somos todos pobres", nos cuenta Gabriela.
son tomadores, todos tienen que chupar. En las bandas se cumplen todos La única ley es la ley del territorio. "Aquí hay dos bandas, Chicago y
los roles: el líder, el boludo, el chivo expiatorio", cuenta Juan, el párroco. Browns, una es de La Fo resta y la otra de San Pedro. Si viene alguien que
Estos estilos de agrupamientos juveniles se configuran en una relación se lo reconoce como de la otra, chau, lo matan, no puede entrar. Pero hay
de enfrentamiento que funciona confirmando lugares recíprocos. La ciertos códigos que las bandas tienen con los de adentro. A mi cuñado le
banda es para sus miembros el escenario de exposición, gracias a las robaron un estéreo y le pareció que uno de ellos lo tenía. Se acercó para
bandas pueden ser mirados. Para los "otros", al contrario, es el lugar de sacarse la duda y uno le dijo: 'No te preocupes, a los de aquí no les
lo indeseable. robamos'."
Las bandas revelan el espacio de ruptura con los sistemas de valores "Con la gente del barrio se da como un pacto de no agresión, cada
dominantes. Los atributos que sus miembros consideran "respetables" banda tiene su ámbito de actuación y en general es en otros barrios o con
provienen de los "antivalores". extraños", cuenta Silvia.
"Las bandas son círculos cerrados, con ellos no te metás. Los de la "La mayoría de los integrantes de las bandas son muy pobres, muy
banda no van a la escuela, hay entre ellos un analfabetismo impresionan- marginales, ni siquiera terminaron la primaria. Muchas de ellas arman
64 LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia 65

bardos muy pesados, nosotras sabemos que los Capanga mataron a un La práctica horizontal de la violencia va minando la confianza recípro-
montón de gente, pero la cana nunca les hace nada", relatan Marina y ca en la vida cotidiana. En tanto afecta la sustancia misma de la interacción
Sandra. de cada día, toca los aspectos más básicos de la seguridad ontológica. La
Las bandas juveniles no son nuevos modos de agrupamiento sino que solidez de la vida cotidiana se ve amenazada por la mirada "sospechosa"
reconocen antecedentes históricos. 4 Lo nuevo, no obstante, se juega en su del otro y en la medida en que el otro se convierte en un peligro potencial,
significación coyuntural. Las bandas no sólo expresan uno de los rostros la propia identidad también se ve trastocada dado que la subjetividad se
de la exclusión social sino que ponen al descubierto los quiebres de ancla en la intersubjetividad.
algunas instituciones públicas. La policía es parte interesada del mundo La seguridad ontológica, va a decir Giddens, se asocia a los otros. Los
de la droga y por lo tanto está fuertemente vinculada con muchas de las otros no están ahí para ser descubiertos sino que constituyen el sustrato
bandas comprometidas con el narcotráfico y el consumo. emocional y cognitivo de la conciencia del yo. La confianza es la
Las "bandas" juegan en el límite viejas hostilidades interbarriales.
. "Dorrego no es un barrio quedado, es muy distinto a La Justina. Nosotros [ ... ]fe en la fiabilidad de una persona o sistema, respecto de un conjunto dado
somos un barrio más joven y sin embargo hemos crecido mucho más. Hay de resultados o sucesos donde esa fe expresa la creencia en la probidad o el
amor de otro o en la corrección de unos principios abstractos (1990: 34).
más escuelas, más iglesias, una sociedad de fomento y todo está en
mejores condiciones", dice Marina.
Esa fe implica la capacidad de afrontar, contrarrestar o reducir al
Si bien las bandas sintetizan el modo organizado de la violencia social,
mínimo los diversos peligros y amenazas que parecen desafiarnos, tanto
ésta se filtra en el conjunto de las relaciones barriales.
en nuestra condición de individuos como en nuestra condición de miem-
"Humberto, un vecino, casi le dispara a un pibe. Resulta que este
bros de colectividades. Y éste parece ser el requisito sine qua non de la
chico, como no tiene adónde ir, se escondió abajo del escritorio, esperan-
vida social.
do que todos se fueran de la escuela. En un momento tuvo hambre y se
dirigió a la cocina a prepararse un mate, prendió todas las luces y eso
alertó a los vecinos. Una vecina fue a llamar a Humberto, él cazó un arma 2. EL DISCURSO RELIGIOSO COMO INTENTO DE "SUTURA"
y cuando entró le apuntó. El pibe empezó a temblar y le contó lo que le
pasaba. Entonces Humberto se lo llevó a la casa y le dio un lugar para En el marco de un tejido social altamente fracturado, se detecta una
dormir", relata el director de la escuela.. presencia creciente de instituciones religiosas. Pareciera que los grupos
En este hecho se conjugan distintas representaciones fuertemente católicos o evangelistas funcionan como reductos protectores de la
paradójicas. El "otro" es un enemigo que despierta actitudes defensivas violencia social. Los grupos religiosos reclutan sectores juveniles
de carácter destructivo o por el contrario es un semejante que por ser tal escolarizados y no escolarizados; algunos de sus miembros pasaron por
origina compasión y protección. La alerta de agresión, en el seno del los grupos de la esquina, pero en general, según los testimonios del
vecindario, hace resurgir una solidaridad defensiva, una forma negativa párroco y algunos de sus participantes, los lazos de filiación a las bandás
y caricaturesca de cohesión social. se diluyen cuando logran ser incluidos en los referentes religiosos.
Lo que se advierte es la emergencia de una violencia difusa, ligada al Al respecto, Marisel, egresada de una de las escuelas medias, destaca
modus vivendi, que traspasa las fronteras de la distinción simbólica para el poder aglutinante de la Iglesia. "En Semana Santa, se hace una
hacerse "real" (violaciones, maltrato familiar, etcétera). peregrinación hasta Oro Verde y ahí nos unimos todos. A mí me atrae la
ceremonia de adorar a la misma persona, Cristo se sacrificó por todos
4. Véase Dick Hebdige: Subculture, the Meaning of Style, Suffolk, The Chaucer Press/ nosotros. Me gustaríaponerme en la carne d.e Dios aunque no sacrificar-
Open U ni versity, 1979. me como lo hizo él."
LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia 67
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Vattimo ( 1996) sugiere la posibilidad de pensar el retorno religioso "Yo en la iglesia encontré muchos chicos que estaban· como yo, que
desde una perspectiva secular. En este sentido señala que el retorno de tenían problemas con los padres", nos conJiesa Nadia. "Ahí te escuchan,
Dios, en la cultura y en la mentalidad contemporánea se opone al sentido hablamos de los problemas cotidianos, muchos chicos pueden soltarse y
trágico y apocalíptico de la religión para el cual los tiempos y la historia decir lo que les pasa. El padre Tony siempre nos dice que nosotros somos
sólo tienen un sentido fatalista. capaces y que Dios existe. Si uno no tiene fe en uno y en Dios no se puede
Para este pensador la norma de la secularización es la caridad entendida hacer nada. Nos planteamos un objetivo, tratar de mejorar entre nosotros,
como el lenguaje ético de la reducción de la violencia en todas sus formas. de apoyarnos mutuamente, tal vez esto ayude a mejorar la situación. "
No obstante y lejos de situar a la religión como el locus de enunciación La creación de lazos de solidaridad y núcleos de pertenencia constitu-
utópica de nuestro tiempo, nos interesa retomar la idea de secularización yen los pilares centrales de interpelación del discurso religioso. Sin
religiosa y caridad como hipótesis de una religiosidad contemporánea embargo, habría que distinguir motivaciones diferentes entre varones y
marcada por un tono ético más que metafísico. mujeres. La predisposición a participar de los grupos religiosos de
"En los grupos nos preguntamos cómo estamos con Dios y nos jóvenes es más fuerte entre las mujeres que entre los varones. Los varones
ponemos puntaje del uno al cinco", nos cuenta Laura, una estudiante del encuentran en el barrio más posibilidades de socialización que las
turno noche. "Cinco es muy exagerado porque casi nadie cumple todos mujeres: la esquina, el fútbol, la noche, son territorios de varones. A esto
los mandamientos. La mayoría tiene cuatro y raspando, eso es ayudar al habría que sumarle un prejuicio muy arraigado sobre "el aguante del
prójimo, escuchar a las personas. El problema del prójimo más grave es varón". Los varones son menos proclives a pedir ayuda, a mostrar la
la falta de trabajo pero ahí yo no sé cómo ayudar. " desesperación, a revelar su fragilidad. Mostrarse vulnerables implica el
La invocación a Dios es en realidad invocación al prójimo, un prójimo riesgo de perder prestigio entre los pares. Los varones en general se
que no sólo nombra al próximo, al que está como "yo", sino que invoca acercan cuando "tocan fondo y se encuentran en el límite de sus posibi-
a ese lazo colectivo que permite amortiguar la caída. lidades", explica el párroco.
Pero al tiempo que estos discursos convalidan ciertos valores propios En relación con los jóvenes, el fenómeno religioso no sólo se inscribe
de estos grupos y contextos, como la solidaridad y el vecinalismo, como un discurso que levanta al "caído" en la droga, en la desocupación,
también autorizan una moralidad basada exclusivamente en la proximi- en la violencia familiar y social, sino también como una invitación a crear
dad. El otro sólo es el de al lado, la moral moderna entendida como una un espado propio contaminado de una estética juvenil. La fiesta, la
suerte de universalismo basada en los criterios de la racionalidad se música, las salidas, los encuentros con pares en el seno de los grupos
desdibuja frente a una moralidad cuya fuente de legitimidad es la familia- religiosos no son sólo recursos compensatorios, sino que responden a
ridad. Esta perspectiva habilita pensamientos indiferentes a la ajenida? Y fuertes motivaciones grupales.
convalida comentarios tales como: "A mí no me importa lo de Cabezas, La cultura religiosa no escapa a las estéticas contemporáneas caracte-
me importaría si fuera mi amigo, pero yo no lo conocí[ ... ]. Ahora, si mi rizadas por la hibridación cultural. Al respecto, es de destacar la diferen-
amigo afana ya no es más mi amigo." cia entre los grupos evangelistas y los católicos. Mientras los evangelistas
No es casual que en condiciones alarmantes de exclusión social Y en celebran sus ritos al compás del jazz y el blues, los grupos de jóvenes
el seno del debilitamiento de discursos políticos de transformación social, católicos apelan a los poemas de César !sella y Benedetti.
la religión emerja como una alternativa de ligazón sociocultural. Al tiempo que el discurso evangelista es desterritorializado, el católi-
Si bien el campo religioso obliga a una diferenciación interna de co pretende entretejerse con una matriz populista-romántica desde donde
grupos y movimientos, en los enclaves de progresiva pauperización hay se procede a equivalencias del tipo pueblo/pobres y a reivindicar la
un elemento común que los unifica y es el papel asignado en relación con tradición como la verdadera guarida de nuestra identidad nacional.
la construcción de redes de contención social. Laura, coordinadora del grupo de jóvenes católicos relata de este
68 LA ESCUELA CÓMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia
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modo su experiencia: "Muchos no vienen a la iglesia porque creen que Para nosotros lo importante es no pecar y el pecado es maltratar al
sólo rezamos, pero además hacemos dinámicas de grupo y hablamos de prójimo, robar, lastimar. "
las tradiciones, de si nos sentimos o no argentinos. Yo me siento argentina La presencia religiosa tiene distintos matices en la zona. Junto a la
y eso es querer a la bandera, respetar los símbolos patrios, valOrar el proliferación de instituciones de "base", parroquias o templos evangéli-
folklore o el tango. Las tradiciones son importantes, no comer carne en cos, que promueven el vínculo comunitario y la ayuda mutua, puede
Semana Santa, comer chipá y torta frita, hacer pan casero, todo lo advertirse otro tipo de influencia de carácter asistencialista que se mueve
artesanal, lo que viene de otras generaciones." en un nivel superestructural. Es el caso de la Fundación del Padre Mario
Los lugares de enunciación para los evangelistas. no son el "pueblo", Pantaleo, que se presenta como un servicio "privado" de extensión social.
"la nación", "la tradición", sino la salvación en Cristo.s Su interlocutor es El Padre Mario es nombrado cuando se habla de los bailes, de· las
el sujeto desorbitado al que hay que reinstalar en la órbita de los valores curaciones, del asfalto, de las prestaciones comunitarias de salud, de
legítimos. pequeños emprendimientos laborales destinados a jóvenes con
"Estoy en camino hacia un mundo mejor"; se escucha cantar al son de discapacidades, del polideportivo con el que cuenta en sus instalaciones
un blues, "con el rostro de Jesús y la luz del día/ de cosas tangibles no y al que se puede acceder mediante el pago de una cuota.
necesito/ puedo vivir en libertad/ teniendo en mí tu dulce paz." Baterías Pero el Padre Mario, a diferencia de los párrocos del lugar, nunca fue
y guitarras anuncian la siguiente canción del conjunto Vida: "Podrás una figura tangible, como lo son aquellos religiosos que salen de los
disfrutar todo el confort/ pero mejor es tener a Cristo/ Jesús es la forma muros de la institución para mezclarse en los espacios cotidianos.
de vivir." "El Padre Mario hizo muchas obras, hogares para discapacitallos,
Los grupos católicos parroquiales se inclinan por lo local. "Pobre del emprendimientos laborales como la panadería, escuelas, salas materna-
cantor que nunca sepa/ que fuimos la semilla /y hoy somos esta vida", les, el polideportivo. El asfalto de todas las escuelas de la zona lo hizo el
comienza diciendo el boletín Itinerario para la Iniciación en el Camino Padre Mario, su fundación recibe mucha plata de gente importante. Lo
Comunitario. Para terminar con el mensaje esperanzado de Benedetti: que construyó alrededor de su iglesia es todo hermoso, hay jardines y,
"Te quiero en mi paraíso/ es decir que en mi país/ la gente viva feliz todo está muy cuidado. Pero cuando murió todo se privatizó, ahora todo
aunque no. tenga permiso... " hay que pagarlo, esto ya no es un centrQ comunitario", coinciden en
Lo mundano en un caso parece ser un simple tránsito y en el otro l~ afirmar algunos miembros del centro de ex alumnos.
marca de nuestra existencia. Sin embargo los testimonios de los chicos "Más allá de todos los errores, el Padre Mario ha levantado escuelas
que participan de ambos grupos asocian lo religioso con la mirada hacia y hogares infantiles", nos cuenta Pablo, egresado de la escuela media y
el otro. "Nosotros tenemos un estilo de vida basado en Jesús, tratamos de maestro de una escuela primaria. "La gente quiere ver obras y hoy sigue
hacer el bien a la sociedad", nos dice Gustavo miembro de un grupo de yendo a lo del Padre Mario, porque se dice que sigue curando. "
jóvenes evangelistas. "Tenemos un centro de rehabilitación de drogadic- Sin embargo, no sólo concita adhesiones o reconocimiento. Muchos
tos y otro para chicos con Sida. Con ellos hacemos partidos de fútbol. jóvenes responsabilizan a esta institución de obturar iniciativas de carác-
ter más horizontal. Los bailes que se organizan en lo del Padre Mario
cuentan con el beneplácito de las autoridades locales que eximen a los
5. El fenómeno de las nuevas religiones en América latina ha concitado el interés de organizadores del cumplimiento del decreto provincial que prescribe un
analistas cult1,1rales y sociólogos que se interrogan por los procesos y mecanismos de límite horario. Es así que los jóvenes prefieren participar de sus bailes y
interpelación discursiva, sobre todo en los sectores populares. Véase Pablo Semán:
"Pentecostales, un cristianismo inesperado" y David Lehman: "Prolegómeno a las
no de aquellos que surgen de la iniciativa de grupos juveniles locales y
revoluciones religiosas en América latina", Punto de Vista, nº 47, Buenos Aires 1993 y que no pueden escapar de las generales de la ley.
Punto de Vista. nº 42, Buenos Aires, 1992, respectivamente. "Antes, los bailes eran un éxito, venían más de 300 pibes", cuentan
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Mariela y sus amigos al referirse a los bailes que organizaba el centro de masturbación, o su disposición a discutir el aborto en los embarazos
ex alumnos. "Pero ahora acapara todo el Padre Mario, que tiene la adolescentes más allá de condicionamientos moralizantes. Si acaso se
ventaja de poder hacer bailes hasta las cinco de la mañana, a él no le tratara sólo de una operación de dominación simbólica, cómo dar cuenta
corre el decreto. Nosotros en cambio a las tres tenemos que cerrar y no de las implicancias subjetivas y sociales que se generan en el terreno de
podemos vender alcohol." "Los bailes en lo del Padre Mario son un las redes comunitarias.
furor", agrega Lucio. Pareciera que lo religioso se presenta como una experiencia de
El acercamiento a la iglesia reconoce ciertas fisuras entre los jóvenes. resonancias diferentes. A veces se parece a una práctica de carácter
Casi todos la han transitado en algún momento, pero luego de irrumpir en secular como la describe Vattimo, motivada por preocupaciones éticas y
otras experiencias comienzan a cuestionarla. Sandra nos cuenta: "Antes no metafísicas que no necesariamente cierra el tránsito por otras esferas
de acercarme al centro (de ex alumnos) iba a: la iglesia, pero cuando entré experienciales. Otras veces interpela a los núcleos más d~biles de. las
en la escuela descubrí que ése era mi lugar." subjetividades, produciéndose una adherencia del sujeto a la 'palabra
Al mismo tiempo Marina señala: "Cada vez hay menos opciones para divina" sea esta una macumba, un sacrifico o ritos varios, como matar
la gente, ahora el espacio se cierra en el ámbito de la iglesia. Pero las gallinas y beber sangre de animales, practicados por los Testigos de
iglesias hoy no se parecen a las comunidades eclesiales de base, donde Jehová.
la gente participaba más libremente. Antes, las iglesias eran de la gente, El campo religioso, a diferencia de los discursos políticos contempo-
se armaban salones comunitarios y la gente decidía qué hacer. Ahora las ráneos y de las acciones asistencialistas del gobierno, privilegia a los
iglesias quieren poner parroquias, pero hay gente que está disconforme. jóvenes como sus principales interlocutores. "Jóvenes para un pueblo
En las parroquias el que decide es el cura, en las comunidades de base la nuevo", reza el Boletín de los grupos parroquiales católicos; Visión Joven
gente. El otro día entramos con unas amigas a la iglesia y yo dije: no lo es el nombre de la revista de los evangelistas. Los jóvenes, aquí, lejos de
puedo creer, lo que antes era el salón comunitario ahora es un lugar tipo representar una estética de vida basada en el cuerpo bello, la vitalidad
museo con la capilla y las velas. Antes había carteles invitando a corporal y el rechazo por lo viejo, se perfilan como el símbolo del futuro,
participar de actividades solidarias o del grupo de jóvenes, ahora todos de un futuro que se beatifica en la espiritualidad, la solidaridad cotidiana
los carteles anuncian bautismos, comuniones y todas cosas por el estilo." y el apego a una fuerza trascendente.
Por encima de estos cuestionamientos, no puede desconocerse que el Pero hay algo que anuncia la fisura de la experiencia religiosa, por
fenómeno religioso penetra en los imaginarios populares a través del donde se cuelan otros significantes. Lo religioso actúa como antídoto
discurso del reconocimiento y la caridad. En los contextos caracterizados frente a la desesperación, la soledad, la adversidad cotidiana pero no se
por el vacío institucional (precarización del trabajo, desempleo, quiebre plantea actuar sobre lo imprevisto, lo indeterminado y lo innovador. La
de los referentes familiares y sociales), la religión opera articulando un experiencia religiosa invita a soportar mejor el presente, neutralizando
lazo que calma la desesperación. algunos de los efectos socioeconómicos coyunturales y las profundas
No resulta sencillo juzgar en la contemporaneidad las implicancias del heridas afectivas, pero no sugiere la construcción de una nueva posición
fenómeno religioso. Al igual que otros campos de la vida social aquí discursiva.
también se perciben ambigüedades. Los contextos de inscripción influyen Podemos sugerir que nuevas "fronteras" de significación vienen a
en el perfil que asumen los distintos discursos. interpelar a los jóvenes, convocando deseos de ser otro de lo que se es en
Si lo religioso definiera por principio a una moral conservadora, cómo algunos de los rasgos de identidad del sujeto. La idea de "frontera" -en
explicaríamos las proclamas de Juan, el párroco de La Justina, en favor del tanto puente que une, contrasta o disputa esferas de experiencias- resulta
uso de preservativos, como también aquellas reflexiones sobre la preco- potente para dar cuenta del lazo simbólico entre la escuela y los jóvenes
cidad sexual y el arraigo de prejuicios culturales en relación con la del lugar. La escuela al igual que los grupos religiosos, los grupos de
LA ESCUELA COMO FRONTERA Los jóvenes y la violencia 73
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pares, la familia, los medios de comunicación constituyen fragmentos de de su territorialidad. La frontera en este caso es pensada en el cruce de
la experiencia que no cierran por sí mismos todas las expectativas y territorios o ámbitos de experiencia y, como tal, más que un coto designa
horizontes de vida. Por lo tanto, no da igual para la construcción de las un tránsito, una posibilidad. Desde aquí la escuela como frontera no niega
identidades sociales, establecer relaciones "totales" con alguna institu- otros espacios, otros saberes, otras lógicas de aproximarnos a la realidad,
ción en particular o espacio de socialización que atravesar por múltiples otras instituciones sino que es el lugar del intercambio y de la disputa
lazos institucionales. entre lo familiar y lo ajeno.
Ahora bien, el sentido con que se invista a cada experiencia institucional,
la escuela, la iglesia, la calle, no depende exclusivamente de cada uno de
esos espacios, sino de la red de experiencias en las que participe el sujeto.
Si los jóvenes que van a la escuela viven en su vida cotidiana el vacío
institucional, son sospechosos a los ojos de los otros por ser jóvenes, no
visualizan opciones laborales, están débilmente contenidos en estructuras
familiares, padecen restricciones culturales y se socializan en un entorno
cada vez más violento, el valor que le asignen a la experiencia escolar
estará cargado de una alta depositación simbólica. Lejos de un espacio
complementario en la constitución de las identidades, la escuela -en el
escenario que describimos- aparece sobredimensionada; o es el signo de
todo lo indeseable o por el contrario símbolo de alta depositación de
expectativas. Es en el contraste entre la experiencia escolar y la experien-
cia cotidiana donde se revela el "plus" de significación de la práctica
escolar. Por ejemplo, mientras la religión opera sobre la dimensión
subjetiva del reconocimiento a partir de estrategias de contención,
interpelación, moralización, la escuela parece instalarse en la dimensión
social del reconocimiento del sujeto y en la refundación de un "nosotros"
juvenil. Al mismo tiempo mientras las grupalidades juveniles en estos
barrios se limitan, en gran parte, a "las barras de la esquina", establecién-
dose percepciones enfrentadas entre sus miembros y los otros, la escuela
ofrece un lugar propio y legitimado socialmente. Pertenecer a la barra de
la esquina está mal visto y remite a las peores marcas de identificación
juvenil: "los borrachos", "los drogados", "los barderos". Por el contrario,
ser estudiante implica portar un atributo juvenil de marca positiva.
Todavía sobreviven restos de un imaginario que asocia escuela con
"progreso", oportunidad, preparación para un futuro, todas cuestiones
que perdieron vigencia material pero que guardan en los contextos de
pobreza cierta permanencia mítica.
La escuela se perfila aquí como el pasaje, como la posibilidad de otra
representación. La escuela como "frontera" supera los límites estrechos
4

LA ESCUELA COMO FRONTERA

En los capítulos anteriores procuramos mostrar las marcas que hacen


del barrio una un.idad de fuerte depositacióri simbólica. El barrio como
morada de una memoria colectiva e individual, como territorio privilegia-
do de la experiencia cotidiana se presenta como una esfera cargada de
significación.
No obstante, el barrio -como toda formación social- es una estructura
contingente y basta para comprobarlo con mirar hacia otras esferas
barriales que sólo guardan del legado tradicional los límites geográficos.
Lo que torna visible la contingencia en el caso de los barrios analizados
es el conflicto entre el sentido localista y la emergencia de una globalidad
que se impone con efectos paradójicos.
Señalábamos que la trama sociocultural del barrio se funda en la idea
de proximidad. Solidaridades y 'rivalidades tienen al otro (concreto,
cercano) como el referente de las acciones y valoraciones. A su vez el
fenómeno de exclusión social progresiva refuerza esta tendencia a la
referencialidad interna. La relación de estos barrios con la sociedad 1
global vía el trabajo, los consumos culturales, las comunicaciones y las
instituciones públicas se ve progresivamente quebrada. Los efectos de
esta fisura se advierten en la dominancia de las relaciones locales
materializadas en interacciones empáticas (solidaridades) o excluyentes
ir (rivalidades).
LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 77
76

El mecanismo más visible de "desenclave" es la televisión, que al tiem- carácter incompleto y abierto. La globalización pone al descubierto la
po que "vincula" a los sujetos a otras esferas también les revela la imposibi- incornpletud de lo local corno referente pleno de pertenencia e identidad.
lidad de transitarlas. La experiencia mediática, que no obstante es residual Sin embargo, corno lo venirnos sosteniendo, los procesos de globalización
(poco consumo de cable, consumo restringido de la programación televisiva, tienen en estos contextos matices particulares. No se trata aquí de flujos
escasas ofertas de videojuegos, inexistencia de cines cercanos), no alcanza ch capitales, ni de mensajes, ni de la apertura y aumento del consumo de
1
para hablar de la primacía de umbrales plurales de experiencia. : enes materiales, ni de la proliferación de experiencias culturales. Pero

Hoggart expresa con claridad de qué modo los nichos de convivencia t .na vez que los procesos de transformación social, económica y sobre
propios de las culturas populares se tornan guetos, cuando el aislamiento .odo cultural se instalan, más allá de sus expresiones diferenciales, los
los vuelve una y otra vez hacia adentro: horizontes de expectativas se modifican porque los patrones de recon,o-..
cimiento social e integración son otros. La escuela entonces tendrá rnayof /
Éramos intensamente solitarios, la clausura física reflejaba nuestra clausura o menor capacidad de interpelación en la medida en que logre responder
psicológica. Mentalmente no sólo pertenecíamos a un mundo diferente sino al horizonte de expectativas de los sujetos y, dado que las redes sociales
también a una época diferente. Éramos nosotros y nuestros vecinos, un grupo de satisfacción no son las mismas en cada lugar, los sentidos con que se
pequeño relegado a un ámbito específico de una de las mayores ciudades de invista a la escuela serán diferentes según los contextos de que se trate,
uno de los continentes más ricos de la tierra[ ... ]. No teníamos prácticamente
curiosidad alguna fuera de nosotros mismos, por otras vidas, otros intereses, según las oportunidades sociales y culturales que rodee a cada grupo
otras inquietudes,. Y eso no era fruto de un egoísmo innato ni de una social. La valoración social de la escuela es entonces una construcción
autocontemplación, sino más bien de las condiciones en las que vivíamos 1: parcial y situacional.
! .
[ ... ].No pertenecíamos a ninguna asociación deportiva, recreativa, comuni-
taria. Estábamos obligados a volvernos hacia el interior, en la medida que no
conocíamos otras maneras de ser, no teníamos cómo integrarnos (Hoggart, l. LA "FRONTERA" COMO HORIZONTE DE POSIBILIDAD
1988, citado por Tadeu da Silva, 1995).
La escuela corno frontera es la escuela del pasaje, que no implica
Si bien el hábitat que describe Hoggart (Inglaterra entre los años '20
borrarniento de referentes históricos de identificación sino apertura de la
y los '40) no estaba atravesado por la globalización y la explosión
cadena de significantes.
mediática, revela con precisión los límites de las experiencias
La escuela corno front.era es la escuela del "otro lado", pero invertido.
autorreferenciales que aún subsisten en algunos contextos socioculturales,
El "otro lado" desde el punto de vista del pensamiento moderno es la
producto de los reveses paradójicos de un mundo crecienternente
cultura de la periferia, la del sentido común, la de los saberes
globalizado y profundamente excluyente.
experienciales, la de la proxernia, la "no autorizada". Pero para los
Es aquí, en este dislocarniento discursivo de la experiencia barrial, en tan-
sectores del margen, el "otro lado" son todos esos lenguajes y soportes
to internamente referencial, donde entra a jugar la escuela corno "frontera".
que no participan de su cotidianeidad pero sí de un imaginario con el que
El "barrio" corno discurso autosuficiente de identificación es subver-
quisieran fundirse.
tido por un campo de discursividad que lo desborda. Por lo tanto el barrio
En este sentido la escuela corno frontera es la escuela portadora de
al igual que cualquier otra formación discursiva! nos estaría revelando su
variación simbólica, es decir la escuela que introduce una diferencia. No
obstante hay que entender t:;sta diferencia en dos sentidos: corno contin-
l. Cuando hablamos del barrio como discurso estamos enfatizando su significación. gencia y corno componente no excluyente.
No importa en este caso el barrio como materialidad, como límite geográfico sino como La "diferencia" corno contingencia se opone a la idea de institución
la representación que se pone en juego cuando lo nombramos, y en este sentido es corno la expresión neutra o adecuada de una funcionalidad esencial y en
diferente para unos y para otros, y por eso contingente.
78 LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 79

cambio refiere a las construcciones de sentido como fijaciones parciales, estudio para ser alguien en la vida", dice la mayoría de los chicos
resultantes de una compleja articulación entre diversas esferas de expe- entrevistados cuando describen sus motivaciones escolares.
riencia. Desde aquí la valoración de la escuela no implica la escuela "La escuela me dio ganas de vivir, yo sueño con ser alguien en la vida.
realizada en su esencia o en su función universal, simplemente se trata de Yo no nací para andar tirado por las calles, no nací para que me
una asignación de sentidos inscriptos en una relación particular. manden", dice Ariel.
A su vez, la diferencia como componente no excluyente echa por tierra La escuela como "frontera" remite a la construcción de un nuevo
la concepción civilizatoria de la escuela que viene a diferenciarse espacio simbólico que quiebra las racionalidades cotidianas. Esquemáti-
dicotómicamente de la cultura popular. Por el contrario, esta diferencia camente, podemos situar estas rupturas en dos dimensiones: el tiempo y
introduce nuevos interlocutores y mapas de significados que hacen el espacio.
posible una resignificación de la propia experiencia. En relación con el tiempo lo que se produce es la irrupción de la
La escuela como "frontera", más que un límite es un horizonte. Al discontinuidad frente a un tiempo reiterado y constante que se despliega
entrar a dialogar2 con el discurso localista pone de manifiesto su carácter al margen del "proyecto", concebido como aquel orden imaginario que
inconcluso y la brecha por donde se cuelan nuevos significantes. permite pensar otro presente.
La escuela como "frontera" da cuenta en realidad de una subjetividad "El mundo de los pibes que no van a la escuela gira alrededor de la
plural y polifónica. Su presencia en la vida de los jóvenes no supone la esquina, la vida de ellos depende de lo que les depare cada día en el
dilución de otros referentes sino la irrupción de una condición fronteriza mismo lugar, no tienen nada planeado, todos los días para ellos son
en la que se mezclan distintos territorios de identificación. iguales. En cambio para nosotros, venir a la escuela cambia nuestro día
En los escenarios que estamos describiendo, la variación simbólica o mejor dicho nuestros días", describe Raúl. :·\
introdu~ida por la escuela debe ser evaluada en confrontación con lo que
La escuela implica, más allá de su rutina, un cambio en la temporalidad \ l
caracteriza la experiencia cotidiana. Cuando hablamos de variación presente. Por un lado, la sola participación institucional coloca a los
chicos frente a la exigencia de la anticipación y la previsión. La organi-
simbólica no aludimos al aporte de variadísimas experiencias y artefactos
zación escolar que establece tiempos de trabajo y de descanso, de
culturales (uso sofisticado de las nuevas tecnologías, experiencias estéti-
atención y producción, una sucesión de materias diferentes y de deman-
cas plurales, acceso a conocimientos múltiples) sino a la entrada de
das altera el carácter regular de la vida diaria y sitúa a los jóvenes fre.nte
nuevos soportes de sentido. a una cuota de imprevisibilidad y responsabilidad que quiebra la inercia
Frente a la primacía del "cuerpo" (drogadicción, robos, violencia), la de lo cotidiano. Por otro lado, la experiencia escolar va asociada a la
restricción de experiencias diversas, el vacío institucional y la legitimidad formulación de proyectos. Desde el pequeño e inmed.iato surgido de la
del "cara a cara" como única fuente de moralidad, la escuela opone la imaginación colectiva del grupo de pares que comparte la jornada escolar,
validez de la "palabra". Participar del universo de la palabra supone hasta el más ambicioso y lejano (seguir estudiando, conseguir trabajo), tal
abrirse a la pluralidad semántica del lenguaje y operar en consecuencia en vez de horizontes borrosos, pero revelador de la posibilidad de imaginar
el terreno de la simbolización plena. '\\~n cambio en el presente. .
Entrar a la escuela implica participar de un universo que nombra a los "Yo voy a seguir doctorado en matemática." "Yo, medicina." "Yo no
jóvenes como sujetos sociales y por lo tanto p0rtadores de derechos. "Yo sé porque tengo que trabajar", comenta un grupo de chicos.
Además, algo de lo lejano viene a romper la idea naturalizada de un
2. Tomamos el término "diálogo" e'.I el sentido en que lo usa Bajtín: como disputa, mundo que se cierne en lo visible y lo cercano. Si bien la televisión
contrastación de discursos y no necesariamente acuerdo, entendimiento, armonía. Véase proporciona, mejor que la escuela, la simultaneidad de territorios, ésta se
Iris Zavala: Bajtín y sus apócrifos, Puerto Rico, Antrophos, 1996. limita al acontecimiento. La escuela representa el acceso a lo ajeno, a un
80 LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 81

mundo de objetos que escapa a los límites de lo conocido, al igual que los res¡mestas. Siguiendo a Gadamer ( 1977), quien señala que lo que se
pe.rcfbeen un "texto" es aquello que tiene que ver con uno, la escuela
'n
medios, pero logra superar el mero dato y la familiaridad que instala la
pantalla. La escuela habla de cuestiones extrañas, intangibles, de proble- parece ser la respuesta a una pregunta. Es decir, la escuela adquiere
mas inusuales en la cotidianeidad. La historia, la literatura, la matemática sentido para el sujeto cuando la experiencia escolar entra en el horizonte
pueden resultar, cuando se escolarizan, retóricas débilmente convocantes \ \ de sus expectativas de vida (Jauss, Hohendhal e lser; 1987). ~~
pero no dejan de revelar algo del orden de la existencia de otros soportes ,_ Para Ariel, como para muchos otros jóvenes que viven circunstancias} l
discursivos. La realidad puede ser dicha ahora de más de un modo. similares, la escuela es el pasaje al reconocimiento social, es la posibili-
"A mí me gusta mucho aprender, aprender lo misterioso, lo descono- dad de experimentar otra socialidad y es la entrada de nuevos soportes
cido", dice Marcos. discursivos. En apariencia podría tratarse de un retorno de las viejas
"Yo, a veces me quedo estudiando hasta las cuatro de la mañana, funciones asignadas a la educación. Pero en este caso no se trata de una
tratando de entender algo que en principio me resulta extraño. Eso es lo huella de aquella escuela que prometía integración social. Frente al
que me gusta, tratar de entender. Cuando no entiendo algo, más me naufragio de la escuela moderna o por lo menos ante el cuestionamiento
interesa'', señala Gaby. de su capacidad simbólica, algunos nostálgicos podrían creer que se trata
Estos jóvenes tienen sobre la escuela una mirada particular, al punto de los espectros del optimismo pedagógico. La asignación de valor a la
que sus percepciones no se derivan necesariamente de la trama institucional experiencia escolar no deviene de la realización de una profecía de
construida. Los jóvenes que integran nuestro universo de indagación movilidad social y formación ciudadana. La valoración que los jóvenes
concurren a escuelas marcadamente enfrentadas en lo que respecta a su de los contextos relatados hacen de la escuela no es la confirmación de la
cultura escolar; sin embargo, comparten la misma valoración por la función universal de los sistemas educativos modernos, sino el resultado
escuela. Si bien más adelante analizaremos en profundidad las aristas de del contraste de sentidos entre dos esferas de experiencia, la barrial y la
cada una de las instituciones, señalemos en principio que en un caso se · , l institucional. ·
trata de una escuela de trama abierta y de rasgos participativos en su No es que el paso por la escuela ofrezca a los jóvenes la certeza de
gestión, mientras el otro es un exponente paradigmático de una institución integración socioeconómica, pero les posibilita producir aberturas, tras-
cuya impronta está dada por una conducción fuertemente centralizada que pasar fronteras simbólicas.
impone un clima de disciplinamiento casi "total".

Una cuestión de reconocimiento social


2. UN PASAJE A "OTRO LADO"
"Si vas al colegio te tratan distinto." Participar de la cultura escolar
"Mis poemas tienen el sentido que se les dé", dijo Paul Valery. ¿Cuál se convierte en la oportunidad de reconocimiento. Un reconocimiento
es el sentido de la escuela para los jóvenes de los sectores populares? que tiene dos caras, la cara de la distinción en el interior de la propia
"La escuela siempre puede ser algo más que lo que tenés enfrente, la comunidad y la cara de la articulación con la sociedad global.
escuela es más que la basura del director. ¿Ves ese paquete de cigarri- La distinción en el interior del barrio está asociada al atributo del pres-
llos? Bueno, vos podés ver simplemente un paquete rojo y blanco pero tigio. Ir a la escuela prestigia y en consecuencia diferencia.
también algo que te mata los pulmones, lo mismo pasa con la escuela, "Cuando te encontrás con ellos (los de la esquina) fratás de nomos-
para algunos es una cárcel, para mí una distracción", confiesa Ariel trarles la diferencia para que no se sientan mal, pero es casi imposible.
cuando se le pregunta qué significa la escuela para él. Ellos usan menos palabras, por ejemplo, la palabra 'entes'. Con ellos no
El sentido de la escuela parece construirse en un juego de preguntas y podés hablar así, tampoco podés decir: 'Huy, qué metafórico estoy hoy'.
82 LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 83

Nosotros usamos otro lenguaje, no es que nuestro vocabulario sea grande Es interesante advertir que en este punto se produce un quiebre en
pero comparado con el de ellos, sí lo es", comentan Daniel y Freddy. relación con los pilares de fundación. La institución educativa y en
"Para nosotros venir a la escuela no es igual que no venir, hasta tu particular el colegio secundario reconoce en su origen una función
familia te trata distinto. Por ejemplo, cuando vienen mis tíos, a mí me centralmente disciplinadora. Había que moralizar a las nuevas generacio-
preguntan por el colegio y a mis hermanos que abandonaron no les nes y para ello era necesario alejarlas un tiempo del mundo adulto. Luego
preguntan nada. " había que procurar una formación apta para la vida pública y para ocupar
"Para mí venir a la escuela es importante, para que no me estén las distintas funciones que la reproducción de una sociedad requería.
mandando'', dice Jorge. María convalida su opinión y agrega: "Si tenés Ahora bien, estas expectativas contaban con una nueva estructura fami-
un título secundario te dan mejor trato. " liar proveedora de contención afectiva y responsable en parte de esa
Pero además de los cambios de posición imaginaria que se producen "moratoria social" que los jóvenes habían conquistado al ingresar en
respecto de los pequeños grupos como la familia o el vecindario, ir a la instituciones que hacían posible la transición a la i9dependencia plena.
escuela es símbolo de articulación social. "Estudiar es un derecho como \ Lo que encontramos en circuitos de pobreza y en los umbrales del siglo
;

tantos otros que no se cumplen, como el derecho a expresarse libremente, xx1 son grupos de jóvenes que buscan en la escuela el lugar de la
o a trabajar'', dice Daniel. reparación de vínculos primarios fracturados. Más que una: moratoria
"Yo me siento cómoda viniendo con guardapolvo, porque eso quiere social que supone un paréntesis -preparatorio- para la adquisición de la
decir que sos una persona en progreso, quiere decir que sos estudiante", autonomía, la escuela se instala en una-suerte de sustituto de relaciones
asegura Laura. primarias. A diferencia de un espacio que emerge para posibilitar la
"Sin los maestros somos nada, sin la educación somos nadie, es como socialización secundaria, es vivida como un "retorno" a las miradas
vivir en la prehistoria. Sin la escuela no entendés nada y te pueden joder constitutivas de la infancia. En el marco de estas expectativas, la cons-
trucción de autonomía se debilita y, en consecuencia, la capacidad de
por todos lados, a todo lo que te digan les vas a decir que sí, pero en
demanda se limita por temor a perder el centro de referencia."'J \
cambio si estudiás, si tenés cultura, podés defender tus derechos."
En el seno de un contexto altamente fracturado, la escuela funciona
"Yo trabajo 16 horas por día en el Mercado Central durante los fines
como sostén del sujeto, como mirada constitutiva. "Yo no tuve infancia",
de semana. Pero tengo que estar contento, porque mi patrón me deja e.n
confiesa María-una joven de 18 años que cursa actualmente 5º año en una
la caja mientras va al baño-'o a tomar una cerveza. Y eso es porque le dije
de las escuelas medias-. "Mi mamá quiso abortarme, no me quería.'-Y;
que voy al colegio. En cambio, a los demás que son de Villa Fiorito-todos
chorros que no estudian- no les tiene tanta confianza. " / empecé a drogarme a los nueve, me inyecté dos veces y también intenté
suicidarme. Mi viejo, la pareja de mi vieja, es albañil, cuando chupa está
La escuela se presenta como la institución proveedora de derechos, del del otro lado. Mi papá tiene catorce hijos con seis mujeres, yo los quiero
derecho a participar del "progreso" y a recibir la confianza del otro. La a todos. Aquí en esta aula me pasé horas hablando con Nora, la docente
idea de progreso tiene aquí un sentido particular, no es el progreso de orientación, ella es una capa. Te da mucho miedo pensar que algún día
entendido como ascenso social sino como posibilidad de despegue de la vas a terminar la escuela y ya no vas a tener la seguridad de estar aquí."
fatalidad de origen. Para estos jóvenes, participar de la cultura escolar "Siempre vienen y te cuentan cosas personales", dice al profesor de
i!llplica apropiarse de~ioscÓdÍgos necesarios para di.afogar con el mundo. Historia, "los docentes son para ellos sus amigos o sus padres, no sé. Por
Al parecer, la escuela no sófo funciona como .el umbral mínimo de eso aunque repitan siguen viniendo. Te cuentan problemas familiares,
reconocimiento social sino también como el soporte afectivo que viene a cuestiones sexuales, consultan sobre la primera relación sexual de las
suturar relaciones primarias profundamente quebradas (violencia fami- chicas, los riesgos de embarazo. Por ahí se despachan con que el papá
lfar, padres sin trabajo, abandonos, etcétera). toma, con que la vieja se acuesta con otro, que a la hermanita la violaron.
LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 85
84

Viene un pibe y te cuenta que fulano faltó porque el viejo lo reventó a estado más próximo a la autonomía adulta que a la irrupción juvenil, las
palos. Ellos lamentan mucho cuando se van de la escuela." que se ocupan de las tareas y responsabilidades hogareñas reforzando su
Guillermo, el profesor de Biología, se suma a esta descripción. "Un día lugar en el límite de lo privado-doméstico y las que tienen menor libertad
una piba entró a la clase descalza y en camisón. Salió como pudo de la de movimiento. Si la construcción de un estado que llamamos juventud
casa, ellos saben que acá encuentran un refugio, la escuela es mucho más está ligada a un modo particular de procesamiento de la experiencia que
que el lugar donde vienen a estudiar." se diferencia de otros grupos etarios, cuando las chicas van a la escuela,
entran a una legalidad juvenil que rompe de algún modo los estigmas
arraigados sobre el rol de la mujer de sectores populares. Más mujer que
Una nueva experiencia de socialidad joven, más requerida por el mundo familiar que por la vida pública,
menos proclive a elegir que el varón, para las chicas ir a la escuela es
Lo primero a destacar es la irrupción de nuevos parámetros de relación símbolo de un estatus juvenil vedado históricamente.
entre los géneros. Para las mujeres ir a la escuela significa salir del lugar Para unos y otros la escuela es vivida como la oportunidad de construir
de lo doméstico. Recordemos que las chicas asumen la responsabilidad de otro modo de ser jóvenes, tanto en relación con los estereotipos de género
las tareas hogareñas cuando sus madres -la mayoría empleadas domésti- como con los estereotipos juveniles que en los barrios periféricos nom-
cas- salen a trabajar. Ellas se ocupan del cuidado de los hermanos, la bran a los peligrosos e indeseables.
limpieza de la casa y la "atención" al padre (cebarle mate, hacerle la "En la escuela tenemos una manera diferente de estar entre nosotros,
comida). podemos discutir, pensar distinto pero sin matarnos." La escuela es
Para los varones, asistir a la escuela implica en primer término una v.Lvid.a por los jóvenes como el espacio fundador de una nuev·a socialidad
ruptura del estereotipo masculino. En esta zona sobrevive la idea del rp._axc;ada por la posibilidad de simbolizar las diferencias y despojarlas de
varón asociado a su capacidad de mando sobre la mujer y al ejercicio de untono amenazador. Lo interesante de esta nueva socialidad no está en
una libertad vedada a ellas. Las barras de la esquina son masculinas, al l<l: natµraJeza de la escuela, sino en el "uso" que de ella hacen sus actores.
pool juegan los varones y lo mismo ocurre con el fútbol. Por el contrario, Este uso del espacio a veces responde a valores explícitos y compartidos
la escuela propone condiciones en las que los géneros actúan simé- por docentes y alumnos, otras veces en cambio asume el modo de una
tricamente. producción "no legalizada", silenciosa. De un modo u otro, lo cierto es
Compartir la jornada escolar no sólo pone de manifiesto iguales que hablar de "usos" supone admitir la existencia de prácticas y signifi-
posiciones entre varones y mujeres, sino que se convierte en una oportu- caciones que escapan a las funciones previstas y prescriptas por las
nidad de construir espacios comunes y relaciones horizontales. Ellas se ~ 'unstituciones.
sienten autorizadas a ejercer los mismos derechos y desde aquí discuten \/ Si bien la escuela fue siempre un lugar de interacción entre pares, en
reacciones conservadoras que por mo.mentos irrumpen en el escenario de lo que respecta al colegio secundario no fue el único referente de
la escuela. Ambos descubren las ventajas recíprocas de ocupar posiciones socialización; otras instituciones y movimientos de socialización juvenil
más flexibles. disputaban ese privilegio. Desde los grupos hoy scouts, los movimientos
· Tanto para los varones como para las mujeres, la escuela les ofrece un políticos, pasando por el hippismo hasta llegar a las nuevas tecnologías
espacio diferente de constituci6n de lo juvenil. Para los varones es salir y la cultura mediática, los jóvenes transitaron experiencias de socializa-
del estigma de peligrosos o vagos construido en una socialización calle- ción que desbordan la escolaridad. Lo llamativo es que en los contextos
jera. Para las mujeres implica el reconocimiento de una condición juvenil relatados se advierte una retracción "obligada" hacia la escuela. A
que les es negada por su posición de pobre y mujer. diferencia de lo que ocurre con los sectores que habitan en los centros
Las jóvenes de sectores populares son las que quedan embarazadas, urbanos que cada vez más se socializan en esferas no escolares, particu-
86 LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 87

larmente en los contextos mediáticos, los jóvenes que habitan circuitos de escuela media del barrio dice: "El que va a la secundaria tiene con qué
pobreza y logran permanecer en la escuela, encuentran allí una oportuni- distraerse, el que no está en la escuela no sabe qué hacer. Uno de mis
dad de socialidad juvenil. primos está re-metido en la droga, él no va a la escuela. No digo que el
"El mundo de la calle es una cuerda, algunos se caen, pero cuando sos que vaya no se drogue, pero está más contenido y se junta con pibes que
capo todo el mundo te respeta. Ser capote es ser rey, tener poder absoluto, tal vez le dan una mano porque no están tan filtrados como él."
yo lo tuve desgraciadamente, todo el mundo me temía, yo manejaba la "Yo en la escuela aprendí a tener amigos, a socia/izarme, a hacer
droga, el dinero y si alguien buchoneaba le daba una salsa bárbara. Yo cosas entre nosotros, por ejemplo, con otros tres compañeros armamos
antes me colgaba de la ventana de la escuela, les gritaba cosas a las pibas un programa de radio. "
y si veía algo interesante en el pizarrón le preguntaba desde la ventana "Yo a mis amigas les digo que hagan la secundaria, que vale la pena
al profesor, si lo entendía lo resolvía y lo decía fuerte. Un día la a nivel grupo. Yo conozco chicas que trabajan pero no tienen un grupo
preceptora, me llamó y al otro día estaba adentro. La escuela para mí es de comunión, de comunicación. "
,u11,,,,q, distracción, yo ya no me mato con los demás. " "Si tuviera que convencer a los chicos de afuera de venir al colegio,
/ l El término "distracción", reiterado frecuentemente por los chicos los agarraría por el lado de los amigos, porque por el estudio no los
cuando se refieren a la escuela, es el símbolo más elocuente de la idea de cazás. Los agarraría por la amistad, porque la vida de los jóvenes de_ por
frontera. "Venir a la escuela es despejarte, no quiero estar en mi casa, acá depende mucho de la secundaria. "
aquí están mis amigos", dice Marcos. "Yo no quiero quedarme en mi "Estos pibes valoran mucho la amistad", señala uno de los profesores.
casa", agrega Raquel, "cuando vengo a la escuela me olvido de todo, "En los recreos vas a ver que no salen al patio, se quedan en el aula
cuando venís al colegio te distraés ".La distracción remite en estos casos jugando a las cartas. Tiene que ver con recrear nuevos modos de estar
a la posibilidad de dejar algo, suspender una cosa para entrar en otra, juntos. Estos pibes hablan de novias y novios a la manera de otras
poner entre paréntesis la cotidianeidad para entrar a "otro lado", a otras jpocas."
formas de vínculo social. ) j \ ('La nueva socialidad de la que hablamos destaca una vuelta a la
La escuela parece ser la fuente principal de socialización, los chicos no comunidad, entendida como el re-Ügar de un grupo alrededor de valores
sólo comparten la jornada escolar sino también la vida fuera de la escuela. compartidos: solidaridad, comprensión, ayuda mutuv_J
Cumpleaños, reuniones en las casas, salidas a bailar, constituyen ocasio- "Nosotros pensamos que el centro de estudiantes tiene que hacer de
nes que reactualizan el encuentro entre los que van a la escuela, creando la escuela el lugar que solucione problemas estudiantiles pero también
un nosotros particular dentro del universo juvenil del barrio. personales. Hay chicas que tienen problemas de salud y no tienen plata
"Yo en el barrio casi ya no tengo amigos, ellos andan en la droga y para comprar remedios. Tenemos la ilusión de que algún día podamos
robando. Yo los saludo pero mis amigos son los de la escuela", dice Jorge. hacer que todos los pibes tengan gratis las fotocopias", dice Marina.
"Muchos vienen a aprender pero también a buscar el club porque aquí "A mí me importa que todos encuentren en la escuela el lugar para
no hay lugar donde los jóvenes puedan reunirse", comenta el profesor de hacer lo que les gusta: jugar al fútbol, mirar videos, hacer debates",
Historia. agrega Gabriela.
"Parq, mí que una compañera no me hable es un drama. Yo no tengo Esta nueva socialidad no es indiferente al lugar de inscripción. La
amigasfuera de la escuela", dice Raquel. "Los fines de semana son un primacía del espacio como fundador de una identidad compartida viene
drama, aquí me encuentro con ellos, que hacen chistes y me olvido de a relativizar la idea contemporánea de desterritorializacióii,\No se trata
todo. Venir a la escuela es despejarte, jugar a las cartas y estar con tus aquí de una modalidad de estar con el otro, independientemente de los
amigos. lugares de encuentro. El grupo de amigos, las redes sociales construidas,
Pablo, maestro de una escuela primaria de la zona y egresado de la las experiencias comunes tienen como escenario fundador a la escuela.~j
/

LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 89


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{ En términos de Agnes Heller3 podemos señalar que la nueva socialidad La entrada de nuevos soportes discursivos
que se construye en estas escuelas revela, en contraste con las tendencias /""-
culturales contemporáneas, la dominancia de la experiencia del "hogar La escuela, como lo señalamos más arriba, representa también la
espacial" por sobre la emergencia del "hogar temporal". entrada a nuevas retóricas de significación. "Yo quiero ser como Luis xv,
El "hogar temporal" a diferencia del "hogar espacial" nos habla de una pero no como era con la sociedad sino como era con su vida, hacía lo que
familiaridad que se configura independientemente de las marcas quería."
topológicas. La irrupción de una cultura de intercambio global altera los No podríamos asegurar que se trata de un verdadero diálogo entre el
territorios de identificación, y el "espacio" como límite le da lugar al saber escolar y la experiencia de vida, pero sí de un uso que subvierte la
"tiempo". Los sujetos se aproximarían más por la contemporaneidad de "letra" del saber escolar. Pareciera que el saber escolar es usado para
las vivencias que por participar del mismo espacio físico. enfatizar la perspectiva del hablante: El modo en que estos jóvenes
No obstante, en los casos analizados, la escuela como "lugar" no es un refuncionalizan los saberes que circulan en la escuela nos habla de su
componente aleatorio de la socialización. Ella funda, frente al vacío de condición sociocultural en tanto expresa el malestar por estar en el
plurales lugares de enunciación, una experiencia alternativa de estar con margen, la resistencia al sometimiento y el deseo de escapar a la fatalidad
los otros. social.
Aun así, cabe la pregunta: ¿es la escuela el lugar libremente escogido La apelación a la figura de Luis xv manifiesta la primacía de imagos
que completa las necesidades de interacción de los jóvenes? La escuela autoritarios de identificación, pero al mismo tiempo expresa operaciones
como espacio simbolizado no equivale a considerarla fuente agotadora de de inversión de· sentidos. Lo que se destaca de este personaje no es la
experiencias. \ resonancia social sino su "libertad absoluta" como una suerte de reivin-
La cuestió'n· no está planteada en términos de deficiencia de la estruc- dicación que no hace otra cosa que impugnar las relaciones sociales de
tura escolar, sino del carácter inconcluso de todo discurso Y de la sometimiento en las cuales estos jóvenes se sienten atrapados.
condición humana que moviliza a los sujetos en la búsqueda de nuevas Impugnación que no alcanza a visualizar formas alternativas de construir
redes de experiencias. · la diferencia, dado que se resuelve en la ilusión de superar los límites de
Es aquí, en este momento de libertad, de contingencia en tanto apertura la relación social.
a infinidad de posibilidades, que debemos ubicar la emergencia de "El profesor de Historia estaba hablando de Luis xv y yo le pregunté
prácticas "autogestivas" de los jóvenes como la edición de revistas cómo era. Él me dijo que era un autoritario, que se creía superlativo,
juveniles, la iniciativa del programa de radio local y la creación del centro superior a los demás. Yo no me creo más que los otros pero me gustó la
de ex alumnos, experiencias que analizaremos más adelante. idea de que hacía lo que quería. A mí no me gusta que me manden", nos
explicaDarío y agrega: "Yo soy anarquista, como Charly,4 él hace lo que
quiere, va de frente, igual que los punks que vinieron a la Argentina en
el '81 y se oponían a la dictadura."
Laura, por su parte, cuenta: "Cuando termine la escue{a voy a seguir
3. Véase Agnes Heller: Una revisión de la teoría de las necesidades, Barcelona, profesorado de Historia. Me copó la Revolución Francesa, la mezcla de
Paidós, 1996. En el capítulo "¿Dónde estamos en casa?", la autora desarrolla dos tipos
ideales de la experiencia del hogar: la experiencia del "hogar espacial" y la experiencia
del "hogar temporal", dando cuenta de que la cultura contemporánea comienza a
4. "Charly'', es Charly García, músico de rock que no ha perdido impacto desde la
desplazarse desde la experiencia espacial del hogar hacia la experi~ncia temporal. ~l
década del '70, momento en el que se inicia su popularidad. Más allá de haber superado
espacio se presenta inmune, indiferente o abstracto respecto de cualqmer hogar, es decir,
los 40 años de edad, conserva influencia en algunos sectores juveniles, no sólo por sus
de ese "territorio" de identificación. cualidades musicales sino también por su actitud contestataria.
90 LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera
91'

ideas, las ganas de querer liberarse. En cambio con la Independencia de xvm que implementó una ley que se llamó mercantilismo por la cual
Estados Unidos no me enganché, no me gustan los yanquis, te invaden con impulsaba la venta de productos nacionales. "
el idioma. En vez de decir sí, ahora los chicos dicen OK. No me gusta su Las afirmaciones de Ariel son un signo inequívoco de una lectura origi-
cultura, se creen superiores. ¿Viste, en Estados Unidos hay barrios nal, pero que por cierto no procede del vacío. Ariel, tal vez, desconoce que
latinos, barrios chinos, barrios para negros, ellos no se mezclan?" el siglo xvm en América latina estaba marcado por la esclavitud y no por el
Laura destaca el carácter libertario de la Revolución Francesa y a su trabajo en términos modernos, pero su situación de desocupado, padre de
vez rechaza de la experiencia norteamericana los componentes un niño, lo lleva a reivindicar ese contexto histórico frente a la liberaliza-
discriminatorios que reflejan los destellos de su propia historia. ción de un mercado salvajemente excluyente. En este sentido, no es arbitra-
Tanto el caso de Darío como el de Laura son paradigmáticos de los ria su apelación al mercantilismo del siglo xvln si tenemos en cuenta las
usos "desviados" que hacen los sujetos sobre bienes simbólicos impues- características de un mercado dinámico y de un Estado fuertemente regula-
"'- tos. Desde la perspectiva de la recepción debemos admitir que no hay un dor como lo fue el español en la época a la que él se refiere.
( r'texto-rey" que manipule totalmente la interpretación. Como dice Jauss "A mí me gusta leer sobre psicología. Un día fui a San Justo y me
"el lector no es sólo receptor que registra, sino también individuo compré este libro de psicología. Me llamó la atención el modo en que se
socialmente afectado, que aprovecha la lectura desde la base de su relacionan el 'yo', el 'ello' y el 'superyó' para hacer que una persona
experiencia vital" .s El sentido de un "texto';, del saber escolar en nuestro funcione. Una amiga me contó la historia de Edipo y a partir de ahí
caso, se constituye siempre de nuevo cuando es acogido por el receptor. empecé a interesarme. También leí algunas lecturas humanistas que
Pero así como no hay referente absoluto que manipule los significados, hablaban de experiencias frente a la muerte. Siempre quise saber sobre
tampoco todas las lecturas son equivalentes. El acto de lectura se consti- eso, sobre el sufrimiento humano. Todo lo que leí me ayudó a entender a
tuye en un diálogo entre el horizonte de experiencias aportado por el mis compañeros y a mi viejo. "
receptor y el hori'zonte de expectativas que está implicado en la obra. Por Es interesante destacar que los núcleos de identificación no proceden
lo tanto, si el acceso a un nuevo saber sólo refuerza el punto de partida, de textos o lenguajes que hablen directamente de sus vidas, de formatos
sólo habilita un nuevo modo de nombrar la condición de vida del sujeto, de la cultura popular que funcionan en una suerte de imagen especular. En
no habremos logrado un verdadero diálogo, no habremos superado las este caso los referentes de interpelación proceden de "otra cultura", de la
claves etnocéntricas de lectura.! \ fultura ~'ilustra~a":. en ~l.gunos casos académica.
Acostumbrados a observar elrfiodo en que los alumnos repiten mecá- l rLa diferencia s1mbohca se asoma cuando los jóvenes reconstruyen
nicamente los contenidos escolares o los rechazan de plano, resulta sentidos en la intersección entre su experiencia vital y las retóricas
saludable preguntarse por la productividad, la creación de significados procedentes de la cultura letrada. Aquello en lo que la cultura letrada
que se opera cuando los jóvenes entran en contacto con nuevos soportes opera excluyendo los saberes populares se relativiza cuando advertimos
discursivos. Pero esta operación no nos debe conducir a una idealización la cuota de productividad de los sujetos toda vez que interactúan con
de los desvíos populares como si cualquier interpretación tuviera el Y''~rtefactos culturales legitimados externamente. ¡ \
mismo valor en términos de complejidad interpretativa y apertura ( j "En la escuela recibís un montón de conocimientos que así sueltos no
semántica. sabés para qué te van a servir'', dice Freddy, "pero si estás mirando la
Ariel siente impotencia frente a la desocupación. "Si yo fuera presi- tele y nombran cosas de la mitología griega, vos sabés de qué hablan, y
dente," dice, "incrementaría el trabajo, como hacía España en el siglo no como los pibes que la confunden con una comida. " La escuela para
Freddy implica una apertura de los interlocutores, no necesita cambiar de
· canal cuando hablan de la mitología sino que puede interactuar con este
5. Véase P. Hohendahl: "Sobre el estado de la investigación de la recepción" t n R.
discurso. ; 1
Jauss; P. Hohendahl y W. Iser: ob. cit.
LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 93
92

En términos generales, los jóvenes que asisten a la escuela encuentran implica suponer que es indiferente el tipo y variedad de obje.tos disponi-
en este saber ajeno un nuevo modo de nombrar la condición del "margen" bles. Las posibilidades siempre están pero sus límites también, y éstos
pero aún no logran despegarse de la "ley" del territorio, de los núcleos están aaaos por la vastedad de discursos disponibles para mezclar y
aprendidos para construir órdenes más complejos de interpretación. Tal resignificar. Desde aquí no da lo mismo cualquier escuela ni cualquier
vez aquí, en el terreno del conocimiento y la mezcla de racionalidades, la texto, así como tampoco atravesar por la experiencia escolar que no
idea de frontera-en tanto terreno de retóricas que se cruzan, se intercambian qé.lcerlo. Eltránsito por la escuela crea. una brecha de posibilidad, pero
constituyendo el lugar de la posibilidad- apenas se está insinuando. Si de ésta no radica específicamente en la calidad de las propuestas pedagógi-
lo que se trata es de integrar fragmentos sin construir totalidades, desen- cas sino en la producción de una experiencia que al tiempo que sutura
cadenar procesos y establecer relaciones renunciando a abroquelarnos en fisuras d~ la vida cotidiana y nombra un conjunto de expectativas sociales
la superioridad de saberes o experiencias, no podemos contentarnos con no satisface toda la gama de intereses y deseos juveniles. :.::::-··
la curvatura de la vara, es decir, con haber pasado de una "Revolución Aunque resulte paradójico, en esta imposibilidad de completamient~ 1
Francesa" entendida más allá de la experiencia de un lector contemporá- está su núcleo de posibilidad, porque es justamente el paso por la escuela
neo a una "Revolución Francesa" sólo interpretada desde el prisma lo que mantiene vivo el malestar que empuja a seguir buscando nuevas
experiencia! de quien Ja lee, restando importancia a sus componentes posibilidades. A partir de la información recogida en nuestra- investiga-
históricos, contextuales y narrativos. ción advertimos que los jóvenes que van a la escuela a diferencia de los
f. rral vez, a esta altura sea útil retomar las reflexiones de Paul Ricoeur que no asisten a ella, están más proclives a buscar alternativas culturales.
(1969) cuando expresa la necesidad de intentar una vía de interpretación A continuación nos detendremos en los consumos y prácticas cultura-
creadora que se deje enseñar por la semántica profunda del texto pero que les de los jóvenes a propósito de los nexos que pudimos reconstruir entre
a partir de allí promueva el sentido, forme el sentido, en la plena la escuela y otras esferas de experiencia.
responsabilidad de un pensamiento autónomo. Dado que el texto -el
discurso- no "desaparece" en la tarea de interpretación, algo deberá hacer .
la escuela para procurar narraciones suficientemente rigurosas, simbóli- 3. MÁS ALLÁ DE LA ESCUELA: CONSUMOS
camente densas y semánticamente abiertas como para posibilitar la Y PRÁCTICAS JUVENILES
ampliación de los umbrales de interpretación. ( \
(rvolviendo a los sujetos y en términos de rVÍichel De Certeau (1980) La problemática de los consumos y prácticas culturales resulta rele-
podemos señalar que la apropiación que hacen los jóvenes de los conte- vante para nuestro estudio teniendo en cuenta las diferencias detectadas
nidos escolares se inscribe en una suerte de re actualización de la memoria. entre la población de jóvenes escolarizados y los que permanecen fuera
Al igual que el espectador de televisión que lee el paisaje de su infancia de la experiencia escolar.
en un reportaje de la actualidad, los jóvenes se sienten hablados por los Distinguiremos consumos de prácticas con el objeto de introducir una
textos. Fragmentos de su historia se actualizan cobrando nuevos sentidos, diferencia entre la apropiación (por cierto, activa) de productos culturales
gracias a esta suerte de metamorfosis que se produce en todo acto de acabados y la producción de artefactos culturales propios.
lectura. Ahora bien, el problema está en que parece no superarse el La diferencia no radica en la actividad del sujeto, ya que tanto los
paralelismo sin más entre los "actos de lectura" espontáneos y cotidianos consumos como las prácticas suponen una cierta fabricación de sentidos.
y aquellos que se inscriben en la práctica escolar. Todavía resta mucho por Sin embargo, mientras la producción de los consumos masivos carece de
hacer para que la mediación escolar posibilite el acceso a un corpus visibilidad, es dispersa y no deja marcas en los sistemas de producción,6
simbólico que supere l~§.<:;lªX~~-~!~()~é11tri~as_<:l.~..[e_cepci~~·J)
Por Jo tanto, dar cuenta de las posibilidades del "consumidor" no · 6. Véase Michael De Certeau: L 'invention du quotidien, París, Seuil, 1980. A lo largo
94 LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera
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la de los productos propios lleva desde el momento de su concepción hasta joven de la zona. "Cada vez nos resulta más difícil comunicarnos con los
la externalización las huellas de sus autores. chicos del barrio, a ellos les 8Usta otra música. Siempre andan con la
Algunos dirán que en estas consideraciones sobrevuela la idea de un cumbia", nos confiesan Daniel y sus amigos.
sujeto soberano que puede escapar a las redes de poder inscriptas en los "El rock no es una música que mueva por aquí, casi todos se prenden
lenguajes de constitución. Si bien tanto los consumos como las prácticas con la cumbia", agrega Lío.
suponen un conflicto entre el poder y el deseo, entre la sujeción y los Pablo, egresado de la escuela media de la zona comenta: "La bailanta
intersticios de libertad, la elaboración propia de productos revela un paso es lo que más atrae, es música de gente sencilla, les habla de cosas reales.
más allá en el uso de los márgenes de libertad de acción, ya que supone Por aquí los pibes van sólo a las bailantas, al cine no van, menos al teatro.
operar de un modo más activo sobre la indeterminación y la innovaciónJJ Del cable ven películas de acción y fútbol. Video Match se ve muchísimo,
Es aquí donde la experiencia escolar retorna nuevamente como posibili- en cambio Día D y CQC nada que ver. Yo me acostumbré a ir al cine desde
dad. Las actividades de autogestión detectadas en nuestro universo de inda- que empecé a ser maestro. Antes sólo quería ver Jurassic Park; Amadeus
gación (centros de ex alumnos, producción de revistas y de una radio local) no la entendía y ahora me encanta verla. "
escapan de la determinación escolar, se arraigan en la comunidad y por lo Los consumos de los jóvenes que asisten a la escuela se circunscriben
tanto extienden su radio de influencia hacia otros grupos de jóvenes. centralmente a la radio y a la televisión. A pesar de que el libro ocupe un
Pero no es un dato menor que la iniciativa de gestión de estas lugar secundario en la escala de consumos, tiene presencia entre algunos
actividades haya surgido de la inquietud de jóvenes que asisten a la jóvenes que encuentran en la lectura una fuente de placer.
escuela. En este sentido es pos·;ble advertir que la experiencia escolar En lo que respecta a los gustos musicales, es posible advertir una
funciona como motorizadora de proyectos. tendencia hacia el mestizaje de estilos. Las preferencias se reparten entre
f La vida escolar, lejos de monopolizar la experiencia juvenil, estimula la música tropical, el folklore, los cantantes melódicos y el rock.
ia proliferación de nuevas redes de intercambio. Tantv la diferencia Mientras un grupo señala que "la cumbia es una moda, es pegajosa,
registrada en torno de los consumos culturales, como la emergencia de no deja nada, no tiene mensaje, tiene rima fácil, las letras siempre dicen
prácticas autogestivas, ponen de relieve la importancia de la experiencia lo mismo", otro apunta que "el ritmo de Sombras es uno de los mejores
escolar y al mismo tiempo la relatividad de su influencia. de la música tropical, igual que Los Chacales y Green'~.
Si la escuela sólo fuera imposición de significados, lo esperable El género de mayor distinción es el rock, en general sus seguidores
hubiera sido una tendencia a la homogeneización de gustos y preferencias rechazan la cumbia por "fiestera". A su vez entre los rockeros es posible
culturales. Por el contrario, el campo de los consumos culturales es un distinguir los seguidores de la música pop de los amantes del punk y de
terreno de disputa entre los jóvenes que van a la escuela. Al mismo tiempo los nostálgicos del rock and roll.
si la escuela fuera sólo "institución total", en palabras de Goffman (1984 ), "La música de los '60 y los '70 es revolucionaria. E/vis y Creedence,
decrecería la probabilidad de producir otros discursos. por ejemplo, denuncian problemas que nos afectan: alcohol, drogas,
Los consumos culturales son una fuente de distinción de la población sexo, muerte. A nosotros nos gusta el rock, escuchamos mucho esa
música: Pescado Rabioso, Serú Girán, Santana, Janis Joplin, Sui Géneris,
de este volumen el autor recorre las operaciones de los usuarios supuestamente condena- más algunos actuales como Los Piojos, La Renga, Los Redondos. "
dos a la pasividad y a la disciplina. El examen de esas prácticas no implica el regreso al "A mí no me gusta la música de esos viejos hippies, eso era música
individuo. La cuestión tratada concierne a los modos de operación o esquemas de acción toda tranqui. Yo soy punk, porque cuando uno es joven le gusta el peligro,
y no directamente al sujeto portador. La pregunta acerca de las prácticas cotidianas surgió
a partir de trabajos sobre "cultura popular" y marginalidades. El autor sostiene que el
la emoción y esto está en el pogo, en Sex Pistols y en Los Ramones. El
abordaje negativo de la cuestión se debe a la imposibilidad de localizar la diferencia punk no es como el rock and rol!, el punk no se baila, está en el cuerpo,
cultural en grupos singulares. en el pogo ", cuenta Rodrigo.·
LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera 97
96

Los graffiti también son expresiones de hibridización musical: "Los Sin embargo estos signos de interpelación también circulan como
Redondos son un sentimiento, ladren lo que ladren los demás", "Nirvana", estigmas de identificación de los que muchos jóvenes desean escapar. "La
"Muerte a los Stones", "Punk is violence", "Punk not dead", "Arriba los cumbia es música fiestera, ya saben que el lema de la radio es cumbia no,
Greens". entonces no pidan que pasemos temas tropicales", insisten en aclarar a
La música melódica encuentra sus adeptos especialmente entre las la audiencia Daniel, Freddy y Raúl, desde el programa de radio local que
mujeres, y el folklore (Los Iracundos, Los Carabajal) suele estar repartido conducen.
entre los que escuchan rock, pop y los bailanteros. "La cumbia no me dice nada, todas las canciones dicen lo mismo, mi
El consumo musical es un signo de polifonía de las identidades, en la amor, mi vida, me dejaste; para colmo habla de todos amores frustrados.
mezcla de estilos se juegan referentes de identificación locales y En cambio el rock sí dice cosas, Hendrix tiene cada frase que es genial.
globalizados. La cumbia es el eslabón que reactualiza los componentes Vos escuchás a Bob Marley y te llega, ellos vivieron cosas que nosotros
territoriales de identidad, mientras que el rock agrega nexos de identifi- también sufrimos. No me molesta la cumbia como parte de la cultura del
cación desterritorializados. pueblo, pero me jode cuando la ·usan para distraer", dice Mariela,
En los gustos musicales de los jóvenes funciona de modo residual un coordinadora de la comisión de ex alumnos.
vínculo con la historia del movimiento juvenil y con la tradición popular. "Yo puedo bailar una cumbia pero jamás escucharla, el rock arma
Podemos señalar que, tanto la recuperación del rock del '60 como el apego bardo, la cumbia no", afirma Lío.
a estéticas musicales de raigambre local -folklore y música tropical- "Jamás van a prohibir una cumbia, en cambio a La Renga la prohi-
constituyen el residuo de narrativas que marcaron fuertemente el imagi- bieron no porque diga cocaína, marihuana, sino porque dice la verdad:
nario de distintas generaciones. En ambos casos se invocan mitos que 'Cocaína, cocaína se la quedan los de arriba'". "Hermética también
albergaron utopías de "felicidad". En un caso el mito de la comunidad y critica a los políticos y al poder y nosotros queremos escuchar eso porque
la libertad de la mano de los hippies y en el otro el mito romántico- es la realidad", agrega Ramón.
populista que reivindica a la cultura popular como la verdadera expresión La pertenencia al rock les permite a estos jóvenes participar de estilos -
de la identidad nacional. contraculturales y sumarse a un imaginario juvenil que traspasa las
La música tropical, así como también la folklórica, lleva impresa la fronteras de la clase social o la cultura local.
marca del lugar. Muchos de los conjuntos más conocidos como Sombras Si bien el punk está más cerca de una expresión subcultural que
y Los Alfiles pertenecen a estos barrios. "Ellos salieron de acá y su contracultural, en los contextos analizados, interpela al igual que el pop
estética es igual a la de cualquiera de. los que viven en el barrio", comenta un sentimiento de rechazo a toda forma de discriminación y exclusión.
un profesor. Los seguidores del punk; en estos barrios, hacen una refuncionalización
Las razones que interpelan la adhesión de grupos juveniles a la música de los preceptos originales. "A mí no me gusta que me manden", dice
tropical son las mismas que despiertan el rechazo de otros jóvenes. Las Darío. "¿Entonces, cómo te bancás la escuela?", le pregunto. "Es que en
letras fáciles y la rima pegadiza son el principal motivo de interpelación. la escuela no me mandan, en la escuela me enseñan", responde. Más que
La música tropical nombra las penurias cotidianas en un lenguaje fami- los contenidos de rechazo, lo que interpela del punk es su fuerza contes-
liar. En este sentido, los esquemas de percepción y del sentir común son tataria. La familia y la escuela, instituciones consideradas como violatodas
reproducidos en la canción. Entre los productos y los receptores se crea de la libertad individual por el movimiento punk,7 quedan aquí fuera de
una suerte de complicidad, que no hace más que reactualizar la fuerza de toda impugnación absoluta. "Yo voy a seguir la Penitenciaria porque allí
"lo real" y legitimar las estructuras de significación más profundas de la
cultura popular: el lenguaje llano, el kitsch como estilo comunicativo, los 7. Véase Paul Yonnet: "Rock, Pop, Punk" en Juegos, modas y masas, Barcelona,
sentimientos "puros", la primacía de lo corporal. , Gedisa, 1988.
LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera
98 99

voy a ganar como para mantener a mi vieja, a mi hermano y a mi novia", El proceso de selección de los programas no es casual. Tanto Fútbol
concluye Rodrigo. de Primera como Video Match reproducen el clima "fiestero", y los
La música, y en particular el rock, se constituye en un signo de lazos comunales, la excitación, la catarsis, la emoción y el cuerpo
identificación de la condición juvenil que supera las barreras de la clase marcan el perfil de estos programas.
social. No sucede lo mismo con otras esferas de experiencia, como la No obstante, al igual que el consumo musical, la recepción televisiva
escuela que a pesar de tener a los jóvenes como destinatarios comunes reconoce procesos de hibridación. Aunque en menor escala, algunos
interpela de modo diferencial según la condición social. · jóvenes se inclinan por productos cuya estética rompe la retórica local.
El rock constituye, para algunos estudiosos del campo cultural, el "Nosotros vemos Verdad/Consecuencia,s tiene una producción inte-
lugar de emergencia de la cultura juvenil. El sistema de comunicación resante, juega mucho con la imagen y la cámara, hace tomas muy
autónomo y subterráneo de que es vehículo la cultura rock, para la cual la copadas. Nos sentimos más identificados con las historias que narra que
sensación es superior a las abstracciones, el sentimiento a las palabras, el con el paisaje. Los conflictos de pareja son similares a los que vivimos
clima a las significaciones racionales, aparece como el territorio privile- aquí pero el estilo de vida es diferente. No tenemos nada que ver con el
giado de los grupos juveniles y es aquí donde parecen desdibujarse las personaje de Viviana que rechaza un trabajo porque la recomendación
fronteras sociales de distinción. vino de su ex novio. Tampoco tenemos nada que ver con la manera de
Escuchar la misma música acorta las distancias culturales entre los jóve- vestirse o con el barrio en el que viven", comentan Sandra y Marina.
nes del conurl<>ano y los de la Capital. "En los gustos musicales somos "A mí me gustan Las patas de la mentira y Planeta caníbal, porque allí
parecidos a ellos'', dice Marina. Por el contrario, si bien la experiencia se denuncia con un estilo irónico lo que pasa en la realidad", agrega
escolar acerca al mundo de los otros, éstos remiten a un imaginario Ramón.
indiferenciado de integración social. La escuela viabiliza la entrada a los "No nos copan demasiado los noticieros, casi todos son programas de
códigos contemporáneos de intercambio social pero no necesariamente opinión y muy serios. CQC también testimonia la realidad pero con otro
estrecha vínculos entre grupos heterogéneos de jóvenes. Este fenómeno lenguaje, maneja el doble sentido y no abusan de la palabra, tanta
pone de manifiesto la existencia de una gramática escolar que poco tiene palabra marea. Pergolini tiene menos vueltas para decir las cosas, tiene
que ver con las peculiaridades de las culturas juveniles. un ritmo más rápido y nos gusta más", dicen Raúl; Daniel y Freddy.
En relación con el consumo televisivo, podemos distinguir preferen- A estos dos consumos predominantes hay que agregar el consumo del
cias por género. Los programas que más atracción despiertan en los libro. Si bien la cultura letrada perdió el lugar de enunciación privilegiada
varones son Fútbol de Primera y Video Match. Las mujeres no se inclinan que poseía en otros tiempos, para los jóvenes en cuestión el liqro sigue
por los programas juveniles sino por las novelas, muchas de producción siendo un bien preciado. ·
latinoamericana. Los testimonios lo confirman. "Yo leo cualquier libro que me llega. La
La recepción televisiva no es ajena a la segmentación socioeconómica casa de los espíritus me encantó, pero la película me desilusionó .. Cien
de las ofertas culturales. Si bien el abanico de la programación juvenil años de soledad no lo entendí, tiene muchos personajes. Con Mujercitas
es variada, muchos de los productos vigentes responden a una estética me pasó otra cosa, me quedé leyéndolo hasta las cuatro de la mañana. "
escasamente convocante en estos ámbitos, ya sea porque explotan una "A mí me apasiona leer, leí Apuntes para un libro de viaje de Marta
imagen del joven contemporáneo que poco tiene que ver con estos Lynch, El visitante de Carolina Trujillo. Empecé a leer El origen del
sujetos (90-60-90, Verdad/Consecuencia, Beverly Hills 90210) o porque hombre pero lo dejé porque era muy difícil."
apelan a un lenguaje audiovisual de bajo impacto en este grupo de
receptores: fragmentación de la imagen, rapidez, ironía, sutileza (Cha- 8. Verdad/Consecuencia es un programa televisivo que narra historias de jóvenes de
Cha-Cha, El Rayo y CQC). sectores medios urbanos cuyas edades oscilan entre 25 y 30 años.
La escuela. como frontera 101
LA ESCUELA COMO FRONTERA
100
---~g_o~ª JªJl_(!c_e~i~ad de transitar por otras esferas de subjetivación. En este
""A mí me gustan ws libros que tengan que ver con la realidad. Por s_enttdo~ la escuela, como toda configuración social contingente. revela
ejemplo, Las calles de San Petersburgo qlie contaba la historia de alguien ~us fisuras desde donde lQs sujetos in~ntan nuevos tránsitos.
que imaginaba que toda la gente era re-buena pero después se desilu- ~a comunicación es el eje articulador de estas prácticas juveniles. La
sionó... radio supone el intercambio con los oyentes, las revistas con los lectores
..A mí me encanta Bécquer. Mi papá cuando anda por la Capital Y· el centro de ex alumnos la circulación entre la comwndad. Estas
recoge los libros que tiran en los contenedores y me los trae. Asífue como tecnologías ~e la comunicación plantean además la hibridación de regis-
conocí a Bécquer". comenta Dalma. tros Ylengua1es. Tomadas en su conjunto revelan la mezclad~ lo oral con
El consumo del libro no es predominante entre los jóvenes entrevis- lo escrito, del texto con la imagen. de la palabra con el sonido.
tados. Su poder de interpelación. diferencial, habría que inscribirlo en la La ~~dio local ~ace_ que el territorio pase de ser el punto terminal de
restricción de ofertas culturales y en una relación precaria con las nuevas recepci~n de un influJ~ llegado desde un centro emisor externo para
tecnologías. No se trata siempre de fuertes motivaciones literarias de base c?nvertrrse en un espacio productor. Los intercambios radiales recuperan
sino del consumo posible frente a la restricción de opciones culturales. No dialectos, usos y códigos locales reactualizando de este modo señas
obstante. una vez que el ..placer d,el texto" se instaló, se convierte en una identit3?as. Derivas semánticas. equívocos. palabras inventadas. permi-
~,,elección reiterada. te a ennsores y receptores reconocerse mutuamente. Freddy anuncia la
1 r La necesidad de ampliar los umbrales de experiencia impulsa a los segunda entrega del diccionario cultural:
jóvenes a construir nuevos espacios simbólicos. La producción de objetos
propios supone un paso más allá de los procesos implicados en los "Para los -~ue usan palabras que no saben lo que quieren decir,
consumos. CuaJ!dO los jóvenes se reúnen para impulsar una radio local, presten atencwn a lo que sigue:
para producir revistas y para conformar un centro de ex alumnos, están Punto: tipo al que se lo puede engrupir fácil.
pasando de una apropiación invisible y errante, como la que define a los Loncha: saberla bien por experiencia.
consumos culturales. a una práctica de visibilidad pública. Las produccio- Patota: la barra que se rejunta.
nes juveniles llevan impresas desde su concepción las marcas de sus Lancha: móvil policial. "
autores. En este sentido las prácticas de los jóvenes dan cuenta de una
Asimismo lo local deja de ser el ámbito configuiado por el cara a cara
necesidad de tomar la palabraJJ para perfilarse ~esde formas interactivas de comunicación tecnológica..
La característica central de estas experiencias es q~e son producidas
Lo local se srrve de lo global a través del uso refuncionalizado de los
por actores ..no autorizados" institucionalmente. La palabra ha surgido
nue~os lenguajes. Los.perros callejeros. personajes típicos de los paisajes
del lado de aquellos que no participan del diseño institucional y en este
barnales acompañan la programación semanal. Gracias a los efectos
sentido ha tomado la forma de exterioridad. Siguiendo a Míchel De. e~peciales, "Batuque" hace su aparición en cada emisión. haciendo de lo
Certeau (1995). la palabra convertida en lugar simbólico señala el espacio vrrtual un verosímil.
creado por la distancia que separa a los sujetos sociales de las modalidades ~ través de la radio. este grupo de jóvenes aprende a servirse de los
de asociación entre las que se encuentra la escuela. medios Y a tomar la palabra para expresar intereses y demandas. El
•M't La escuela como institución de ..despegue" hacia la búsqueda de otros programa en cuestión se llama ""No va más". convirtiéndose en un acto
horlZontes. no-deja de revelar su eSencia paradojal. Por un lado se hace ilocu~ori? que_ revela la posición de estos jóvenes frente a los rasgos
eVidente su lugarposibilitador si tenemos en cuenta que las actividades de autontanos de la escuela y ala homogeneización de los gustos musicales.
gestión juvenil surgen de la iniciativa de grupos que comparten la Dado que la estación radial carece de .teléfono~ los mensajes llegan a
experiencia escolar; pero al mismo tiempo la instancia institucional no
102 LA ESCUELA COMO FRONTERA La escuela como frontera
103

través de un buzón que los conductores se encargan de colocar en el patio Los jóvenes toman la palabra, cuando despliegan toda la diversidad de
de la escuela. los juegos de lenguaje al servicio de la enunciación.
Asimismo, la radio local funciona como puente de apertura cultural.
La invitación a consumir productos globales de la cultura de masas Un, dos, trip, crak
contribuye a crear nuevos nichos de interés en el seno de pequeñas primero, dinero, puntero
comunidades. "Hoy le toca el turno a Criaturas celestiales", comenta locura, basura, fisura
Raúl. "Es una película que trata de relaciones singulares [ ... ] tiene mentís, huís, atchís
muchos efectos especiales, las escenas se intercalan y juegan con el astilla, pastilla, la villa.
tiempo alterando las cronologías. Está dirigid(], por Peter Jackson. Andá
Tranza, balanza, no alcanza
a tu video club y alquilala ", recomienda. bardeás, robás, te picás
El territorio mediático es el escenario privilegiado de acción de los pungueo, choreo, careo
jóvenes. Además de la radio, los jóvenes producen artesanalmente distin- sirena, pena, condena.10
tos tipos de revistas (Hora libre, Hacete cargo, Venus, Ruta 3).
Nacidas todas del seno de la escuela, constituyen sin embargo formatos La comunicación mediática no agota todas las formas de grupalidad
de reacción cultural. La preferencia por este género textual expresa juvenil. Entre las experiencias recogidas hemos detectado la existencia
mucho acerca de las relaciones conflictivas que mantienen los jóvenes de un centro de ex alumnos (de escuela primaria) que agrupa a jóvenes
con la cultura escolar. Las producciones a menudo se centran en la poesía, cuyas edades oscilan entre los 15 y los 20 años.
la ciencia ficción o las tiras cómicas utilizando una retórica que pasa por El centro tiene una estructura formalizada pero se caracteriza por una
alto el esquema temático escolar, el hablar correctamente y el vocabulario gestión horizontal. En los momentos de constitución, contaba con auto-
decoroso. El rock, la vida sexual, la pareja, la amistad, la muerte, la ridades fijas pero actualmente se plantean una conducción compartida.
escuela, el futuro, el fútbol, la justicia, los políticos, la dictadura militar Este movimiento reproduce estilos ci:tracterísticos de las asociaciones
son narrados desde el humor, la imagen, la metáfora, los sobreentendidos, intermedias, centrados en el intercambio comunitario cara a cara y
la parodia. orientados a la intervención local. "Trabajamos hace seis años para la
Las revistas juveniles derriban las barreras artificiales que el discurso escuela y la comunidad. El centro se formó con los chicos que son ex
oficial del saber erigió entre la lengua escrita y la lengua oral y entre las alumnos pero luego nos planteamos la posibilidad de que se incorporen
racionalidades ilustradas y las del sentido común, mostrando que unas se otros pibes del barrio", explica Mariela.
nutren de las otras. "Si bien se formó a instancias de unas maestras que nos veían siempre
Tanto la radio como las revistas enfatizan la perspectiva del hablante. yirar por la escuela, hoy funcionamos autogestivamente. Peleamos un
En ambos casos el lenguaje es apropiado por los locutores para establecer montón para que nos cedan la escuela como lugar de trabajo y para que
su posición frente a los destinatarios y para expresar su relación particular la cooperadora nos reconozca. Siempre sospechan de nosotros y no les
con el mundo.9 gusta no tener el control de lo que hacemos."
El centro se aleja bastante de los agrupamientos neotribales. Se
9. La contribución de Emile Benveniste permite concentrarse en el acto de la organizan en torno a un proyecto, abrir espacios de participación juvenil,
enunciación más que en el texto, es decir, en lo que imprime el acto en el texto, y enfatizar crear redes con otros barrios, ofrecer alternativas recreativas para los
la perspectiva del hablante. Enunciación es el proceso mediante el cual el lenguaje es
apropiado por el locutor pata establecer su posición frente a su audiencia y para expresar
una relación particular coh el mundo. Véase Problemas de lingüística general l, Madrid, 10. Esta poesía fue publicada en Ruta 3, "La primera revista de historietas de La
Siglo XXI, 1995. Matanza", editada por los estudiantes de tres escuelas medias de González Catán.
104 LA ESCUELA COMO FRONTERA
La escuela como frontera
105
chicos de :la :zona, y:su lógica:está fuertemente impregnada de formas de
acción ,política.• Se ·planteall'estrategias de convocatoria a otros jóvenes, en las _q~e en algunas ocasiones, decidimos detenernos y en otras ele i-
rnos vtaJar". g
actúan'etyelseno,delasinstituciones, sostienen la ética de la participación
y no:abandonaronlaracionalidad discursiva para referirse a la problemá- E~ t~~nsito po_r la escuela, por el rock, pon fa música tropical, por la
tica política y social. · ~elev~s10n y el hbro, como también el intento. por generar grupos de
'\Nosotros queremos organizar talleres para los pibes, pero nos mteres con proyección comunitaria no hablan de otra cosa, que de. una
preocupa.además,,acercarwlospadreswtravés de ellos... Queremos una t~ndenci_a hacia la "sintaxis colectiva1', hacia fa, mezcfa de un mundo.
sociedad que no discrimine opor lapintao por el pelo o por lo que pensás. diferenciado que posibilita la constitución de "complejos de subje"
1tivación" .11 · .·
Esto no.es una'democracia verdadera,iahora quieren sacar un decreto
antisubversivo y con eso;todos 'Vamos a ser subversivos. Este sistema es ~~ ~scuela para los jóvenes de nuestro, universo, constituye una
corrupto, también te oprime, es como una dictadura disfrazada", expresa pos1b1hdad, un encuentro incompleto que. más que cerrar el campo
Mariela. experiencia!, define umbrales para nuevos encuentros. Pensar ala escuela
La lucha política,en sentido amplio es un territorio de interpelación en té~minos de ~os~bilidad y no dediscurso.autosuficientey excluyente
para restos jóvenes. 'lNosotros apoyamos a los que hacen cosas, por eso nos h.bra -~e la tlu~1ón pedagógica de convertida en el lugar "totar' de
estamos.·con;laluchade'los maestros. Pero creemos que hay cosas de la const1tuc10n de la identidad juvenil.. J.)
enseñanza1que,fienen que cambiar. La escuela es poco exigente, si querés
llegar a la universidad no te alcanza con lo que aprendiste en la eséuela.
Los 1planes 'de estudio. están mal hechos y eso tiene que cambiar. "
"A mí me :encanta venir a las reuniones del centro", dice una de las
integrantes, ''.[. ..]desde que·me acerqué siento que no ter:go demasiadas
cosas queTom¡mrtirconJospibes del barrio que no hacen nada, a ellos
sólo 'les importan !/os /bailes y a rrií ·me importa todo. Aquí hacemos
charlas, yparticipamos:de;lalucha delos docentes."
Estas formas 'asociativas :expresan ·un conflicto con las modalidades
culturales emergentes. 'j'Cuando,me imagino el futuro, veo una sociedad
colgada del walkman :todo el ,tiempo, nadie le da bola a nadie. Me
contaron . que ahora.hay cdleativos,conpantallas que pasan información
sin parar, 'es1unhorror./Ponerte1unwpantalla es como no dejarte libre ni
un minuto. Yo, 'en dcdlectivo1pie1Tso•mil:cosas, es el lugar en donde más
pienso, miro ala gertteyxrowestode 1lapantalla te colgás. No quiero un
futuro así, por favor. "
Ekonjunto:de prácticas ·podas·que atraviesan estos grupos juveniles
1

la
revela ne.cesidad:de pensar·enla precariedad de cada narrativa conside-
rada ·en forma iµdependiente. 'Los <mundos usualmente separados son
subvertidos poreltránsítoyelcmce.Enpalabras de Chambers (1995: 48):
11. Guattari acuña el término "complejos de subjetivación~· parareferirse a la subjetivi-
"No ,hay un 1e11guaje nítido y .transparente sino una navegación que dad en tanto plural Y pol~fó.n~ca.,~n nuestro caso tornamos prestado el concepto sobr~ todo
atraviesa una vorilgine;potencial de voces, una diseminación de sentidos para dar c~enta de la rnult1phc1dad de referentes identitarios; VéaseFelix Guattari: Caosmosis,
Buenos Atres, Manantial, 1996.
5

ESCUELAS POR DENTRO

Hasta aquí nos hemos ocupado de los desplazamientos de sentido, de


poner en escena los significados particulares que construyen los sujetos
. sobre su experiencia institucional con independencia -relativa- ;de las
tramas instituidas. Pero los desplazamientos de sentido hablan también
de la existencia de sentidos no desplazados, de una dimensión instituida
que escapa a la voluntad de los sujetos, que no define por completo sus
actos y posibilidades pero no deja de constituirlos en alguna dimensión.
Nuestra preocupación en estas líneas no es. detenemos en las
irnpliC-aciones subjetivas de las tramas institucionales, sino hacer públi-
cos los escenarios escolares por los que transitan estos jóvenes: Cuando
hablarnos de tramas institucionales hacernos hincapié en un conjunto de
marcas que hacen a la gramática escolar, a las condiciones de producción
de la institución educativa y que no necesariamente coinciden con las
lógicas de reconocimiento.
Las escuelas son instituciones estructuradas de manera intrincada que
sirven de receptáculos de sistemas simbólicos complejos. Ni absoluta-
mente instituidas, lo que equivaldría a confundir el estado de hecho con
el estado de derecho, ni absolutamente instituyentes, lo cual haría impen-
sable una soc~edad,)\
Las culturas institucionales, entrelazamiento simbólico que se despla-
108 LA ESCUELA COMO FRONTERA
Escuelas por dentro 109
za entre los dispositivos y los intersticios, entre la racionalidad estableci-
Pero existen otros indicios, de más bajo impacto, diseminados en los
da (reglas, formas sociales, códigos) y los acontecimientos y movimien-
vínculos institucionales, que encierran una importante fueria simbólica
tos sociales, entre las marcas de producción de su "gramática" y las
en la creación de un imaginario de pertenencia institucional. Nos referi-
huellas de recepción; no constituyen bloques homogéneos. Algunas son
mos al sustrato moral que vincula a los actores y que co~figura_a_fa
más resistentes a la hibridación y otras, en cambio, se muestran más
escuela, no sólo como un espacio de contención y resolllción de lasmás
permeables a la mezcla de racionalidades diversas.
diversas problemáticas que afectan la vida de quienes lá habitan, sino
Presentamos a continuación dos escuelas cuyos éthosl institucionales
están enfrentados. La "implicación sociocomunitaria" y el "estilo de
como un entramado simbólico que reconoce en el llamado a "solidári- la
dad" su eje articulador.
gestión institucional" se constituyen en terrenos semánticos de distinción,
Distintas señas lo confirman, desde el cartel que solicita dadores de
configurando dos tipos de culturas predominantes que denominaremos
sangre para un docente hasta el bingo que organiza la cooperadora para
populismo incluyente en un caso, y autoritarismo expulsivo en el otro. No
colaborar con el tratamiento médico que una docente recibe en Cuba,
se trata de tipos puros, pero sí de rasgos sobresalientes.
pasando por la asistencia sanitaria gratuita que brinda la escuela a los
alumnos mediante la realización de electrocardiogramas.
l. UN CASO DE POPULISMO INCLUYENTE "Cuando operamos al nene, muchos profesores fueron a dar sangre",
recuerda agradecida la madre de uno de las alumnos de 5º año. Docentes
La escuela que definimos en esta categoría se presenta como una y directivos se involucran personalmente en la resolución de demandas
institución de rasgos poco formalizados. No son los reglamentos, las familiares y personales de distinto tipo. Pero la respuesta no se agota en
jerarquías posicionales de los agentes educativos, la rigidez de los el espontaneísmo. La escuela puso en marcha un Departamento de
espacios de trabajo, el dispositivo curricular, los ritos escolares lo que Orientación Psicológica para atender no sólo las emergencias de una
caracteriza a esta institución sino una "complicidad" colectiva de com- población joven altamente vulnerable sino para apoyar a los alumnos en
promiso comunitario. el proceso de decisión sobre opciones futuras.
No obstante, cabe señalar que la "complicidad colectiva" no se
Sobre las modalidades de implicación sociocomunitaria sustenta simplemente en una sensibilidad social difusa o en una impronta
asistencialista. En la cultura institucional es posible reconocer un sustrato
Los signos visibles y constatables que marcan la apertura de esta "ideológico" por el cual la acción educativa es percibida como una
escuela hacia el entorno están en el crecimiento matricular constante y en práctica eminentemente política, orientada a la "transformación de las
el despliegue de estrategias no convencionales de retención y recupera- conciencias".
ción de su población escolar.2 El hábitat de la escuela está cargado de indicios que revelan una
l. El término "éthos" se emplea en este estudio para referirse al tono, carácter, estilo de
preocupación por instalar el compromiso ciudadano en la escena escolar.
vida que caracteriza a una institución en particular. Clifford Geertz se ocupa de su Junto a los llamados a la solidaridad próxima, sobresalen los afiches que
tratamiento en "Ethos, world-view and the analiysis of sacred symbols'', Antioch Review, convocan a un involucramiento social de amplio alcance: "Cutral-Có",
vol. 17, nº 4; cit1;1do por Peter Me Laren en: La escuela como un performance ritual. Hacia "La Carpa Blanca" y "Cabezas"3 estampan las paredes de la entrada y el
una economía de los símbolos y los gestos educativos, México, Siglo XXI, 1995.
2. Las estadísticas educativas del colegio manifiestan un fenómeno de retención escolar
muy significativo si consideramos la pérdida de alumnos que registran otras escuelas de la 3. "Cutral-Có" nombra a la lucha de los trabajadores neuquinos que durante 1997
zona al promediar el 2º año de la escolaridad. En esta escuela de 220 alumnos ingresantes ocuparon una ruta en protesta por el cierre de fuentes de trabajo. "La Carpa Blanca" refiere
en 1993, en el turno mañana, permanecen en octubre de 1997, 90 alumnos. Una parte de la a la lucha de los docentes que desde abril del '97 hasta la fecha, noviembre del '98, se
proporción restante ha sido recuperada en el turno noche, alcanzando una retención escolar encuentran instalados frente al Congreso en reclamo de una ley de financiamiento
educativo.
superior al 60 %.
110 LA ESCUELA COMO FRONTERA Escuelas por dentro
111

patio principal. Las aulas, a través de los murales confeccionados por los varones de peones de albañil, en fábricas menores." "Los chicos no se
alumnos, no dejan de testimoniar las posiciones de la escuela frente a la mueven del barrio, se pasan horas haciendo nada. No hay en las
realidad social y educativa. Uno de ellos expone una bruja volando sobre proximidades cines, ni boliches, ni negocios con videogames, trasladar-
el continente americano y al pie una leyenda que die.e "por un mundo se es cada vez más costoso, por lo tanto la escuela concentra todas las
mejor''. El otro muestra un cuadro con dos imágenes, en el fondo, el expectativas. "
Congreso de la Nación y en un primer plano un hombre trajeado soste- Igual que en Freire, aquí la posición de subalternos los coloca en una
niendo en sus manos una escuela pública arrancada de la tierra. En la parte relación de alienación, caracterizada por la conciencia irreflexiva, res-
inferior una leyenda que dice: "La escuela pública es un sentimiento, no pecto de los circuitos socioculturales dominantes.
la vamos a vender". "Estos chicos vienen de una cultura familiar que los forma para la
La cultura escolar resuena a las voces freiristas4 y a un cuerpo docente súmisión, se sienten distintos a otros jóvenes y notar esta~ diferencias
que rompe con la tradición normalista para identificarse claramente con hace que se replieguen. Se dejan influenciar por los medios, por eso se
el discurso del "docente trabajador", comprometido con la problemática ponen remeras con signos extranjeros. Nosotros, las prohibimos. En
socioeducati va. realidad no nos molesta que vistan remeras que expongan signos latinoa-
La identificación con los sujetos históricos de la educación y la utopía mericanos, pero sí yanquis o inglesas. "
educativa de "liberación" constituyen los tópicos de enunciación "Estos pibes son muy sumisos, no les interesa la política, están en otra.
institucional, en los que se advierten las influencias del pensamiento de Son muy cariñosos, buenas personas pero no tan buenos estudiantes. No
Paulo Freire. creen en nada [ ... ] Se interesan por los programasfacilistas, los que
El sujeto de la pedagogía de Freire son los oprimidos por la clase prometen un millón de pesos. Ambicionan la fama fácil y eso es lesivo
dominante, todos aquellos que son tratados corno objetos de una relación para ellos", comentan los docentes, a la hora de describir los estilos
dependiente propia del sistema capitalista: característicos de los alumnos.
Lo popular aparece corno símbolo de la privación. Por lo tanto la
Ellos son seres para otros, no son marginados de la estructura sino hombres posición socioeconórnica se convierte en la determinación del conjunto
oprimidos dentro de ella, por lo tanto la solución para su problema no es
de rasgos que definen su identidad. Así, todas las notas de distinción están
aplicar técnicas que les permitan volverse seres dentro de, sino hombres que
se liberen a sí mismos. No hay otro camino hacia la humanización si no es por del lado del déficit, "son sumisos, no tan buenos estudiantes, no tienen
la auténtica transformación de la estructura deshumanizadora (Freire, ideales", etcétera.
1975: 27). Sin embargo, no se trata aquí de lo "popular negativo". Lo popular no
es equivalente a lo "vulgar", a lo degradado, a la identificación de los
Desde una perspectiva compartida, los docentes de la institución obstáculos que se oponen a la socialización de los valores legítimos, sino
analizada identifican a los sujetos de la educación corno "pertenecientes a la "inautenticidad" producto de una relación dependiente con la metró-
a los sectores populares": "hijos de trabajadores y desocupados". Las poli, diría Freire, o con la lógica del mercado, en las versiones contem-
marcas de identidad de este grupo social se circunscriben a la posición de poráneas. En apariencia, la verdadera esencia de lo popular sólo se
subalternidad, enfatizando las condiciones de privación socioeconórnicas. realizaría mediante la acción liberadora de la educación.
"Las mujeres trabajan de empleadas domésticas y cuidando bebés, los "Nosotros intentamos despertar en los alumnos el interés por la
política. Para ellos es igual a politiquería, pero yo les enseño que hay una
4. Paulo Freire marcó fuertemente el pensamiento de la educación popular latinoame- ciencia de la política[ ... ]. Hemos logrado en la escuela .tener un centro
ricana. En este caso tomamos particularmente al Freire del '70, porque son las produccio- de estudiantes. Yo fui uno de los que lo formó", dice un docente. "Pero
nes de ese período las que impregnaron con más nitidez las representaciones de generacio-
en realidad lo usan como brazo de la cooperadora. Por eso armamos una
nes de educadores.
112 LA ESCUELA COMO FRONTERA Escuelas por dentro 113

comisión movilizadora para apoyar los paros. Fueron a un montón de Es una conciencia históricamente condicionada por las estructuras sociales.
marchas con nosotros. " Su principal característica es la cuasi-adherencia a la realidad objetiva. La
"A mí me importa enseñarles las cosas que puedan brindarles res- conciencia dominada no logra una distancia suficiente de la realidad a fin de
puestas a lo que sucede[ ... ]. Tengo que mostrarles una manera de vivir objetivarla. A este tipo de conciencia se la llama semi-transitiva. En su cuasi
inmersión en la realidad concreta esta conciencia no logra percibir muchos de
y esto tiene que ver con no mentirles[ ... ]. Esta escuela es muy abierta, los desafíos de la realidad, o los percibe de forma distorsionada. Debido al
queremos pibes que no sean sometidos, que aprendan a defenderse. déficit de esta conciencia los únicos datos que pueden ser comprendidos por
Nosotros creíamos que íbamos a salvar el mundo, estos pibes quieren la conciencia dominada son los datos proporcionados por su experiencia
salvarse ellos[. . .]. El derrumbe del socialismo mató todos los sueños. vivida (1975: 71).
Nosotros sabíamos de la vida de Alem, del Che, de Alfredo Palacios.
Estos pibes saben de los líderes del conjunto bailantero. Están resigna- Creemos pertinente situar estas concepciones en el registro que hace
dos a ser ciudadanos de segunda[. .. ]. Tratamos de influir en el sentido Laclau sobre el fenómeno populista. Este autor propone reinstalar la
de la solidaridad, nosotros no perdimos nuestros ideales", comenta el cuestión en el orden ideológico, poniendo entre paréntesis la categoría de
profesor de Biología. clase social y acentuando en cambio la problemática de las operaciones
Freire señala: discursivas. Podemos encontrar versiones populistas al interior de movi-
mientos, organizaciones y regímenes de muy distinta base social.
Aquí está la clave del proceso pedagógico que puede llevar a las clases Según el autor, el populismo se caracteriza por poner en escena y dar
oprimidas a tomar conciencia de su propia situación. Su auto-inserción crítica forma discursiva a un dispositivo interpelatorio particular. En los discur-
en la realidad, es decir, su concientización, transforma su estado de apatía en sos .calificados como populistas parece existir un punto en común: la
el estado utópico de la denuncia (1975: 46).
apelación a un referente básico que es el pueblo, como figura ideológica
que está por encima de una clase. Pero esta apelación no es suficiente para
La utopía liberadora consiste en llevar adelante una acción educativa
la caracterización populista. Lo que torna populista a un discurso,
para la libertad, esto es, un

[... ] acto de conocimiento en el cual el alumno asume el lugar de sujeto de [ ... ] es una peculiar forma de articulación de las interpelaciones popular-
conocimiento a través del diálogo con el educador [ ... ]. Por eso el educador democráticas en la que los términos popular y democrático, se presentan
debe luchar para que una claridad cada vez mayor ilumine el camino de su como conjunto sintético-antagónico respecto de la ideología dominante
acción. Sólo de esa manera será verdaderamente apto para asumir el papel de (Laclau, 1978: 201).
uno de los sujetos de esa acción y mantenerse coherente consigo mismo
durante ese proceso (1975: 28). · Este tipo de pensamiento lo que hace es concebir la política más allá
del terreno de la disputa de ideas y en cambio anclarlo en un conflicto
Esta impronta iluminadora resulta funcional al modelo civilizatorio de antagónico de carácter esencial, en la medida en que todo lo bueno, lo
la escuela argentina, en tanto el voluntarismo educativo se presenta con genuino, lo liberador se situaría per se -al estilo de un atributo natural-
toda la fuerza social transformadora. El populismo, la otra cara del del lado de un a priori popular.
etnocentrismo de clase, no implica necesariamente una valoración per se La cuestión no es suponer que es posible eliminar el antagonismo del
de todo lo que emerge de los sectores populares, pero sí una concepción proceso de construcción de las identidades sociales y de la lucha política,
por la cual se convierte a los sectores populares en los "verdaderos" pero sí comprender que se trata de disputas discursivas y no de antinomias
agentes de la historia. naturales o necesariamente estructurales. El discurso populista se instala
Freire señala que hay una forma de conciencia que corresponde a la
cuando lo popular aparece idealizado, ya sea por la realización de sus
realidad concreta de las sociedades dependientes:
114 LA ESCUELA COMO FRONTERA Escuelas por dentro 115

potencialidades -solidaridad, conciencia de realidad, sensibilidad- o por el poder no ha penetrado en la subjetividad de los actores mediante el
la deformación de sus atributos auténticos, producto de la dominación discurso latente del "reconocimiento". Para pertenecer a esta institución
social -violencia, sumisión, falsa conciencia-. La eficacia simbólica de es necesario adherir a sus principios, al sustrato moral, al sistema de
este tipo de discursos depende de las creencias que logre movilizar en sus valores que sostiene unido al colectivo.
interlocutores. En general este tipo de discursos explota la figura del líder N_() s~ Jrnt<t de un poder coactiyo, represivo, ·sino cie su carácter
no sólo como aquel que va a comandar todo tipo de iniciativa de cambio productivo. Si el poder es fuerte, señala Foucault, es porque produce
sino como el depositario de la seguridad subjetiva. efectos positiyos a nivel del deseo. El poder "positivo"tfr}i~ u1rn_fiiñ~fon~· ·
En el caso de la escuela que analizamos, las emociones que moviliza ...Jle.inclusión..}Lr.egularizacióm
la lucha gremial docente se sobreimprimen a la creencia que el líder En este caso, el discurso de la "resistencia" a la política educativa
(director) despierta en los alumnos. neoliberal, en el que se inscribe el colectivo docente, hace de la Ley
"Julio es uno de los ayunantes. Él es genial, no hay muchos directores Federal de Educación la depositaria de todos los males educativos y
así. Ayer entré a la secretaría y me leyó el volante de los maestros. Yo me centra la convocatoria en un discurso sin fisuras en el que el significante
puse a llorar porque lo que están haciendo lo hacen por nosotros. Para "educación pública" queda anclado en los significados de denuncia,
mí es un orgullo tener un director así. Siempre nos dice que tenemos que restringiéndose todo deslizamiento de sentido.
ser solidarios'', confiesa una alumna. Sin embargo, no podemos dejar de advertir que en el entramado de la
"Dar la vida" -en esto consiste imaginariamente el ayuno-5 por la cultura institucional se gestan instancias cuyos efectos escapan al orden
educación es leído como un acto de solidaridad. Si la escuela está en ideológico y producen un fuerte sentimiento de pertenencia institucional.
peligro, como insinúan los discursos gremiales a causa de una política de Los actores circulan libremente por el espacio institucional, apropiándo-
destrucción de la educación pública, el "yo" de los alumnos se desestabiliza se del mismo. La biblioteca, por ejemplo, no es un museo muerto que
(teniendo en cuenta que la escuela es investida del poder de reconocer- guarda celosamente los materiales sino que diariamente pueden verse
los) y, en cambio, recupera su seguridad "ilusoria" cuando la autoridad grupos de alumnos que, por iniciativa propia, van en busca de algún libro.
-que no importa quién la ejerza- "vuelve" las cosas a su lugar. Asimismo, la sala de computación se encuentra disponible para que los
usuarios hagan uso de las máquinas cuando lo necesiten.
Los alumnos, de las maneras más diversas, son convocados a sortear
Notas sobre la pertenencia institucional los obstáculos que los empujan hacia afuera del sistema educativo. Desde
la implementación de opciones de apoyo escolar orientadas a garantizar
Señalábamos que el estilo de gestión institucional se presenta como mejores condiciones para rendir los exámenes de diciembre, hasta la
uno de los terrenos de diferenciación respecto de una tradición escolar propuesta de cursar como oyentes, destinada a la retención de los
burocratizada. Los dispositivos de control no funcionan aquí de modo repetidores, forman parte de una cultura institucional comprometida con
explícito, y muchas de las aristas que definen las prácticas institucionales la población que atienden.
parecen hablarnos de una trama horizontal. · La escuela, coherente con su implicancia comunitaria,. abre espacios
Sin embargo, nadie podría aventurar, a lo Michel Foucault (1992), que de extensión curricular, no sólo para dar rienda suelta a intereses cultu-
rales diversos: sino para convocar a aquellos jóvenes del barrio que no
siendo alumnos, puedan participar de alguna experierrcia institucional.
5. El ayuno al que se refieren los alumnos es la medida que desde abril del '97 llevan
adelante los docentes en "La Carpa Blanca" que han montado frente al Congreso de la En este sentido, el funcionamiento semanal del taHer de teatro da cuenta
Nación. A más de un año del lanzamiento, la iniciativa continúa, por falta de respuestas de de una gestión institucional permeable a la inclusión de lenguajes no
la gestión de gobierno, y ha recogido la adhesión de amplios sectores de la sociedad. convencionales que acercan a los jóvenes nuevos instrumentos de expre-
116 LA ESCUELA COMO FRONTERA Escuelas por dentro 117

sión y procesamiento de la experiencia. ~l cuerpo y la emoción son concretas a contingencias particulares pero además una revalorización de
explorados y "utilizados" desde la complejidad del lenguaje, al servicio la palabra, dado que su sentido sólo se realiza, se significa, en la
de la composición de personajes y de la construcción de situaciones que interacción subjetiva.
expresan la conflictividad de las visiones humanas. El profesor nó sólo
trabaja con el material aportado espontáneamente por los alumnos sino
qui; sugiere situaciones diversas que "obligan" a ensayar puntos de vista 2. LA EXPRESIÓN DE UN AUTORITARISMO EXPULSIVO
ajenos.
Por último, la creación, a instancias del director, de un Consejo de La escuela que describiremos a continuación se presenta como el
Disciplina Colegiado, integrado por docentes y alumnos, agrega a la vida paradigma de lógicas fuertemente autoritarias, que poco tiene que ver con
institucional un dispositivo que rompe con las arbitrariedades generadas las nuevas tendencias regulatorias construidas sobre dispositivos más
por cuerpos de conducción de estructuras altamente centralizadas. El sutiles de control.
Consejo tiene como función expedirse frente a situaciones de conflicto Lo que sorprende en el caso analizado son los modos explícitos en los
protagonizadas por los alumnos. que la autoridad institucional ejerce la arbitrariedad, y sobre todo la
De todos modos, la impronta paternalista no desaparece. No es un dato visibilidad de las formas expulsivas que caracterizan a la gestión. Ciertos
menor que este organismo haya sido propuesto por el director, al igual que datos son elocuentes al respecto. La matrícula de ingreso a primer año
el centro de estudiantes que fue creado a expensas de un conjunto de durante 1993 fue de 257 alumnos, de los cuales sólo permanecen, al mes
profesores. de mayo de 1997, 27 alumnos. Esta situación no es excepcional, más bien
La figura del líder carismático se fortalece en la construcción de un representa una tradición en esta escuela. Por ejemplo, la cohorte 1992-
escenario diseñado por la autoridad. La "palabra", otorgada a los alum- 1996 registra una relación similar, 269 alumnos ingresantes frente a 22
nos, es casi una prescripción y la vara para evaluar el grado de interés egresados.
estudiantil en la cosa pública. Las notas de esta cultura escolar, construida sobre fuertes dispositivos
La "democratización" de la vida institucional se vuelve paradójica. Al de disciplinamiento, impregnan las representaciones de los alumnos.
tiempo que responde a un conjunto de demandas socioeducativas se crea Cuando, luego de innumerables trámites, accedo a entrevistarlos, lo
un mandato "participativo" en el que no resulta sencillo dar rienda suelta primero que dicen es: "Huy, pensamos que venías a sacarnos sangre o a
a la diversidad de intereses y a la emergencia de formas participativas que tomarnos una prueba. " Los estudiantes son colocados y se colocan en la
rompan con las maneras tradicionales de organización estudiantil. situación de ser examinados. La pequeña proporción de "sobrevivientes"
No obstante, y teniendo en cuenta las notas sobresalientes de la vida de da cuenta de que llegar es asunto de pocos y, sobre todo, de elegidos.
estos jóvenes, contar con una institución que los acoge, con todo lo que "Lo que menos nos gusta de esta escuela es el autoritarismo de la
encierra dicha posibilidad, no sólo los preserva de la orfandad social, sino dirección. No nos dejan ir a Bariloche, no quieren que participemos de
que les ,amplía los 'horizontes de expectativas. Lejos de una mirada Feliz Domingo [programa de televisión para jóvenes de escuelas secun-
caritativa y piadosa, "acoger'' implica aquí re-conocer, y es en el recono- darias], no podemos hacer fiestas en la escuela, tenemos que venir con
cimiento donde el ser que habla puede escapar a la confrontación con el guardapolvo, las chicas con el pelo recogido y los varones no pueden
vacío, al dolor y a la agresividad. Ser identificados por el otro confiere la usar bermudas porque se les ven las piernas[ ... ]. En el acto de fin de año,
posibilidad de simbolizar al otro y tornarlo Otro, es decir, convertir la un alumno de quinto tiene que pronunciar un discurso, pero antes el
relación con el semejante en el puente de vinculación con la cultura. En director lo debe autorizar. A las clases de gimnasia tenés que venir con
este sentido podemos señalar que en la "apertura institucional" de esta remeras blancas o azules y a la biblioteca no podés entrar salvo a
escuela se hallan implicadas dos posibilidades, por un lado las respuestas contraturno, además no podés elegir los libros, tenés que decirle a la
LA ESCUELA COMO FRONTERA Escuelas por dentro 119
118

bibliotecaria para qué materia lo necesitás y ella te lo busca", comentan el gremio; hoy el chico es un drogadicto", sentencia el director orgulloso
entre resignados e indignados un grupo de alumnos. de su profecía y, como no podía faltar, concluye con la siguiente moraleja:
Así como la implicación comunitaria definía el perfil de la primera "La experiencia me muestra que a veces es oportuno un cimbronazo a
institución analizada, en ésta, la negación del otro es lo que marca su tiempo."
impronta. La negación del entorno comunitario se expresa en el imaginario y· en
el campo estratégico. En la dimensión simbólica/imaginaria la alteridad
es negada, ya sea a partir de una operación que pretende reducir al otro a
La negación del entorno sociocomunitario un modelo dominante de representación social, desde donde se le niega
el derecho a la diferencia, o mediante la ilusión pedagógica que procura
"La población que recibimos en esta escuela no representa a los reinstalar al sujeto desviado en la órbita de los valores legítimos.
sectores que viven en su entorno", señala el director cuando describe el El campo estratégico, por su parte, refiere a la adopción de medidas
perfil institucional. "Aquí hay dos polos de jóvenes, uno está dominado organizacionales tendientes a expulsar los "restos", lo que no cabe en el
por la droga, no son los nuestros; los nuestros son problemáticos pero no imaginario posible de controlar. Este excedente está comprendido tanto
peligrosos." Para que no queden dudas sobre la diferencia, nuestro por aquellos estudiantes que exponen conductas "alarmantes" (drogadic-
interlocutor agrega: "La escuela en realidad no pertenece al barrio, tos, revoltosos) por las cuales son corridos de la escena escolar, como por
simplemente porque es escuela media". la "sobreabundancia" matricular, que comienza apenas superados los 260
En realidad, según los datos recogidos, la mayoría de los alumnos que alumnos. La cuestión es matemática, a mayor número de alumnos, más
concurren a la escuela viven en el barrio o en barrios aledaños, cuyos heterogeneidad y menor margen de control. Desde aquí la dirección hace
perfiles son semejantes. Sin embargo, en el imaginario directivo, sólo funcionar una serie de dispositivos de expulsión tales como exigir que la
_quienes reniegan de su condición popular o simplemente los que han cuota de cooperadora de $50 anuales sea abonada como condición de la
logrado escapar de la mimetización con los pobres son merecedores del inscripción, así como impedir que los alumnos que se presentan a rendir
prestigio simbólico que concede la cultura escolar. exámenes en marzo lo hagan si no exponen el certificado de inscripción
"El alumnado de nuestra escuela quiere estudiar, ellos saben que aquí que debían cumplimentar con anterioridad.
se les exige y el docente también sabe que si se van deteriorando las La madre de un alumno de la escuela y miembro activo de la coope-
exigencias, el chico va perdiendo límites. " radora, comenta: "El director está acostumbrado a manejar todo, él
Aquí también sobrevuela la idea de una educación "liberadora", pero cobraba personalmente la cuota de la cooperadora y nunca registraba
no liberadora de una relación social de dominación como la reivindicada nada. Los padres tenían que abonar $50 anuales, pero lo peor es que
por la primera escuela, sino liberadora de la impronta popular; de debían pagarlo todo junto en el momento de la inscripción, si deseaban .
cualquier residuo que se enfrente con los valores de una superioridad tener la vacante tenían que pagar. Por la desesperación de no quedar
investida por gracia de una posición arbitraria, de poder y autoridad. afuera hacen lo que sea pára conseguir el dinero, nadie se queja o lo
"En general no expulsamos a nadie, pero a veces los chicos necesitan hacen silenciosamente. El director los presiona psicológicamente[. .. ].
un shock para que pueda haber alg_ún cambio'', expresa el director. Y Todo esto ocurrió hasta que yo me integré a la cooperadora, los padres
agrega: "En una oportunidad le puse diez amonestaciones a un chico nunca controlaron nada pero a partir de que sugiero mayor ordenamiento
porque no quiso ir a la bandera, creí que ésa era unafalta grave[. .. J. Ese y transparencia, el director se desentiende aunque al mismo tiempo
chico era un drogadicto y había Dasado el umbral del alcohol. A los dos comienza a cuestionar todo lo que hace la cooperadora. "
días se escapó de la escuela y l; pescan en la esquina con una botella;
llamé a los padres y les dije que lo llevaran a otra escuela. Inte_rvino hasta
120 LA ESCUELA COMO FRONTERA Escuelas por dentro 121

Sobre un estilo de gestión autoritario Pero lo que resulta interesante no es hacer una microfísica del
poder, sino una microfísica de las formas subreptici~s que toma la
La dirección especula con el interés de los jóvenes y sus familias por creatividad dispersa y táctica de los jóvenes, atrapados en las redes del
, participar de la experiencia escolar, como si esto la habilitara a desplegar disciplinamiento. .,
todo tipo de arbitrariedad en las decisiones de gestión. Recordemos que la nota sobresaliente de esta escuela es la expuls10n.
"Los chicos se bancan cualquier cosa porque se mueren si no vienen Por lo tanto analizar las formas astutas de reacción de los que quedan,
a la escuela; los días de lluvia vienen empapados pero no faltan[. .. ]. El pone de reiieve los propios límites de la ~cción de los sujet.os en
abuso de poder no tiene límites, el año pasado una chica con nueve de escenarios marcados por rígidos sistemas de control. Las argucias de
promedio quedó libre de faltas y no la quisieron reincorporar. Durante algunos actores institucionales no alcanzaron para quebrar la lógica de la
el período de exámenes, si un alumno se olvida el boletín no puede rendir. segregación que caracteriza a esta escuela. . .,
Antes de comenzar el año escolar, los chicos tienen que efectuar una Si el consumo de los productos acabados admite una producc10n
reinscripción para asegurar su condición de alumno regular, de lo silenciosa, astuta, dispersa, que da cuenta de maneras propias de hacer,
contrario pierden la vacante", comenta Marisel, egresada de la escuela. bien podemos pensar a la escuela desde la dim_ensió~ del us~, qu~ nos
Es llamativo comprobar que el conjunto de los actores institucionales alerta sobre esas posibilidades de juego, de resistencia y deslizamiento
expresan a viva voz el malestar frente a las autoridades. Todos parecen que hacen los sujetos en el seno de un espacio controlado y diseñado
sentirse atrapados, preceptores, docentes y alumnos coinciden en señalar externamente.
a los directivos como la fuente de los padecimientos. No obstante, este Una de las escuelas analizadas se caracteriza por una trama institucional
equipo directivo lleva veinte años en la escuela. ¿Qué es lo que hace que construida sobre fuertes dispositivos de control, cuyos modos de expre-
a pesar de las arbitrariedades cometidas este equipo permanezca? sión casi no se encuentran extendidos en el campo institucional educati-
Si bien la figura de la autoridad aparece como la depositaria de los vo, por lo menos con ese grado de visibilidad. Los alumnos n.o pueden
males institucionales, conviene escapar de la idea de un poder "sobera- ingresar al edificio hasta el sonido del timbre. A s~ vez el director ~e
no", para comprender los lazos que unen a los sujetos con estructuras encarga de supervisar el cumplimiento del uso del umforme'. l,as mo~ah­
discursivas dominantes. dades de habla, los recreos y las salidas de la escuela, formac10n median-
Salir del poder "soberano" es romper con la presunción de que el poder te. Nada de lo que hagan los alumnos puede resolverse sin mediar su :isto
está en la persona y pensar, en cambio, en los sistemas de ideas que bueno; carteles que deseen exponer, salidas recreativas{ convocatorias a
normalizan y construyen las reglas. Desde aquí, los efectos del poder encuentros estudiantiles, etcétera. Los espacios escolares, por ejemplo la
habría que buscarlos en la producción del deseo y en las disposiciones y biblioteca, están debidamente custodiados y su ingreso responde a un
sensibilidades de los sujetos. cronograma que divide los momentos en que cada uno puede hacer uso de
Por lo tanto, y en palabras de Foucault (1992), el poder no radica exclusi- ella.
vamente en sus efectos punitivos sino en la dupla coerción/consenso, en su Sin embargo, los alumnos han colocado en el centro del patio que
capacidad de producir algún impacto en el campo de la subjetividad. reúne a todas las aulas un buzón de mensajes, cuyo cartel dice "No va
La sensación de incertidumbre creciente, agudizada por los efectos más". Así fue bautizado el programa de radio loe.al realizado fuera de la
que la Ley Federal de Educación crea en los actores educativos, puede escuela que conduce un grupo de chicos de 5º año, y el nombre moti¡~!ª
explicar de algún modo el pacto tácito que particularmente docentes y naturaleza de los mensajes que cad.a viernes son leídos en la emlSlon
preceptores mantienen con la autoridad. La disciplina, las reglas claras, radial. ·
controlan la angustia que produce la liberalización de los límites ordena- De este modo, el ámbito escolar es algo más que los dispositivos de
dores. control. Los instersticios de la estructura han sido ocupados por los
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alumnos que impugnan los sentidos inscriptos por la figura de la autori- revela su fragilidad, Diego apuntó a la obsecuencia que caracteriza· a los
dad. A la fragmentación del colectivo estudiantil, ellos oponen la red y el agentes aferrados a estructuras altamente burocratizadas, para hacer valer
intercambio; a la jerarquía como criterio de legitimidad, la horizontalidad; sus derechos.
al silencio, la toma de palabra que logra diseminarse fuera de la escuela. Estas y otras. acciones revelan las innumerables metamorfosis que los
Los alumnos "juegan" con las reglas establecidas pero encuentran los sujetos.realizan con las leyes del otro convirtiéndolas en las leyes de sus
modos de trampearlas. En ocasión del acto de fin de curso, los jóvenes que propios intereses.
cursan el 5º año, entregaron el "discurso" -que pronunciarían oportuna- Pero estas consideraciones no deben inducirnos al equívoco de supo-
mente- a las autoridades del colegio, a fin de obtener el visto bueno. En ner que a mayor autoritarismo mayores oportunidades de ejercer la
pleno festejo y frente a la presencia de padres, docentes y alumnos, los astucia, o asimismo a negarle a las operaciones discursivas hegemónicas
"autores" intercambian el libreto. "Los chicos se despacharon contra todo poder de interpelación y constitución de las subjetividades.
todas las injusticias de la escuela. Fue terrible, el regente se paró El conjunto de lo's valores comulgados por los jóvenes se construye en
indignado y se fue", comenta con entusiasmo cómplice una preceptora. la articulación de diversas superficies discursivas, entre ellas la escuela,
Sometidos y aun consintiendo muchas veces, los jóvenes hacen de las pero cada una de ellas es una estructura incompleta. Si bien los sujetos son
acciones rituales o de las leyes que les son impuestas otra cosa que lo que inteligibles como lugar de tránsito de los diferentes discursos sociales que
la figura de autoridad espera obtener a través de ellas. Las invierten, no las los han estructurado, no se agotan en sus propias determinaciones y
rechazan de plano -teniendo en cuenta la desventaja inicial de su posi- pueden volver sobre ellas para reconocerlas y transformarlas (Saltala-
ción, que les impide huir exitosamente del sistema impuesto-, pero las macchia, 1992).
alteran poniéndolas a su servicio. Lo que se pone de relieve en la inversión Esto supone reconocer la existencia de un momento de libertad, que
del sentido es la perspectiva del hablante; los chicos aceptan pronunciar opera entre el individuo como determinado y el individuo como determi-
públicamente un discurso, pero a diferencia de lo esperado no es el nante y que es motorizador del "proyecto".
discurso del."otro" (el de la dirección) el que es hablado sino su lugar de En el caso que nos ocupa es imposible recortar las aristas de los
locutor, instaurando un presente enunciativo y una red de relaciones proyectos de los jóvenes que asisten a la escuela. Durante su tránsito por
diferentes con los interlocutores (sus compañeros, padres, docentes que la institución, las motivaciones iniciales se fueron modificando. Pero en
presenciaban el acto, como así también con los propios directivos que todos los casos, la escuela aparece ligada al universo de las expectativas
pasan de una posición temible a una reacción de parálisis frente a lo y, por lo tanto, resulta inescindible de la identificación imaginaria. De
irremediable del acontecimiento). algún modo representa la imagen de lo que les gustaría ser.
Los alumnos tienen claras las reglas que rigen la cultura escolar, y
ponen en juego una serie de astucias que despliegan en los límites
establecidos. 3~ ENTRE EL MANDATO INTEGRADOR
''Yo les pedía a los profesores que me vuelvan a explicar cada vez que Y EL MANDATO DIFERENCIADOR
no entendía, pero ellos no lo hacían", dice Diego. Y continúa, "entonces
fui. a hablar con el regente y le conté lo que pasaba, él no me escuchaba, En principio, resulta sorprendente que la valoración escolar no varíe
hasta que yo le dije: '¿Pero cómo, no es usted la autoridad? Los en grupos de jóvenes que asisten a insti~uciones marcadamente diferen-
profesores no· me explican cuando no entiendo, aunque haya prestado tes.
atención. Si usted no les habla, yo voy a ir a quejarme a la Dirección No podemos negar la influencia de las condiciones institucionales en
General de Escuelas.' Alfinalfue y les habló." los procesos de simbolización de quienes transitan las instituciones. No
Consciente de la vulnerabilidad del "otro~', del lugar en el que la fuerza es igual enfrentarse a sistemas duros de control que actuar en escenarios
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de mayor flexibilidad, tampoco da lo mismo encontrar autoridades y discursivas de la institución "expulsiva" y supone a un sujeto homogéneo
docentes sensibles a las problemáticas sociales que toparse con figuras que debe configurar su identidad a partir de principios legitimados a priori,
que desoyen las diferencias. No es equivalente, asimismo, una cultura definidos independientemente de consideraciones empíricas o exámenes
escolar "filantrópica" que conceda a algunos el beneficio de pertenecer a de situación. La moral es entendida aquí como un conjunto de reglas que
la escuela, que aquella otra que entiende que se trata del reconoéimiento habilita para distinguir el mal del bien y para ordenar las conductas huma-
de un derecho. nas.
En este sentido, es necesario señalar que mientras la escuela Ahora bien, la distancia entre ambas configuraciones culturales impacta
"incluyente" se moviliza a partir de un mandato democratizador ("la en el tipo de relación que se establece entre la escuela y el entorno y en
escuela para todos") desde donde despliega todo tipo de iniciativas de las representaciones institucionales de su población escolar. Mientras la
retención e inclusión, la institución del tipo "expulsiva" lleva adelante la impronta democratizadora define a una de ellas, en términos de la
dicotomía "civilización o barbarie", resolviendo el antagonismo median- extensión de su servicio, la restricción del carácter público caracteriza a
te diversas formas de segregación. la otra en tanto lejos está de realizarse como objeto del "bien común".
A partir de los datos recogidos podemos señalar que el primer caso Asimismo, mientras la población afectada en el primer caso encuentra
intenta romper la tendencia sobre los niveles de escolarización que condiciones facilitadoras de pertenencia institucional, los destinatarios
caracteriza al Gran Buenos Aires,6 en tanto la segunda escuela analizada de la otra institución hacen de la pertenencia una reivindicación.
se presenta como el paradigma de la exclusión reforzando los procesos Sin embargo, no son las marcas instituidas las que dan cuenta total-
actuales de desafiliación social de los jóvenes. mente del sentido de la experiencia escolar. En consecuencia, debemos
Asimismo destacamos que mientras la primera escuela se moviliza por buscar los indicios de la simbolización educativa en la idea de articula-
una impronta ética la segunda lo hace desde un sesgo moralizante. La ción. Es decir, en una práctica que establece una relación tal entre los
actitud ética se vincula a la responsabilidad inherente a una situación elementos que hace que la identidad de éstos resulte modificada como
particular. Los actos éticos no se basan en el cumplimento de un mandato resultado de esa práctica.
moral de carácter universal sino en las acciones hacia el otro. La fuente Por lo tanto, no se trata ni de una esencia escolar, totalidad acabada de
del acto ético, en palabras ae Bajtín (1985) no es una jurisprudencia, ni un un discurso sin fisuras que impone un sentido a la experiencia de los
código abstracto de conducta sino una situación particular. La ética jóvenes, ni de un sujeto fuente absoluta de sentido, que configura a su
bajtiniana se deriva de las relaciones con el otro, el núcleo del acto ético antojo los significados de cada esfera experiencia!.
es la responsabilidad más que el "deber ser", y esta responsabilidad No es el mundo autorreferencial de la escuela el que fija su sentido sino
resulta del compromiso que implica "ser en el mundo". la posibilidad de introducir una diferencia simbólica en el mundo cotidiano
En el caso de la "institución incluyente", el otro se perfila como sujeto de los jóvenes. La escuela como referente de interpelación se inscribe en
de necesidad y padecimiento. Tal vez operen residuos de una mirada las fisuras de las restantes superficies discursivas que configuran a estos
victimista pero no es sencillo escapar de ella en un marco contaminado de grupos sociales. Por lo tanto, el "sentido" se perfila como una construcción
degradaciones permanentes. de "frontera", como un diálogo entre las diferentes redes experienciales
A diferencia del acto ético, la mirada "moralizante" define las reglas que constituyen la vida de estos sectores juveniles.

6. En el Gran Buenos Aires sólo el 55,7 % de la población comprendida entre los 13 y


los 17 años perteneciente al nivel socioeconómico más bajo estudia, mientras en el nivel
medio-bajo se registra una proporción escolarizada del 73,7 %, y en el medio-alto del 92 %.
Fuente: E.P.H., INDEC, 1995.
REFLEXIONES FINALES

Comenzamos este "viaje" con una inquietud: penetrar en los "otros"


pensamientos, en el de los jóvenes que habitan en los márgenes de la
expansión económica, en los bordes de la abundancia material y simbó-
lica, para significar los vínculos que los unen a la escuela.
La escuela se asoma aquí como el espacfo de la paradoja, interpela en
~!Jl.i_gªr 9:~ la "falta" y como taf''illvfüi;¡ a asl1riifr el dístan_c.~ªl!fftú:ifo"de
roles que coiisfüuye a los jovenes como sujetos sociales.·-
(~ La paradoj~ r~side J~s.tam-ente"efi"que no hay términos que se supri-
man. La escuela no suprime, aunque lo intente, el mundo experiencia! de
los jóvenes, pero introduce un conflicto que provoca la posibilidad de la
interrogación. Dice Jauss:

Si en todas las sociedades, la posibilidad que el hombre tiene de distanciarse


de su propia actuación consistiera en que también en la vida cotidiana,
hubiera alternativas de una actuación, en la que sQs roles pudieran relativiz.arse
.alternativamente y en la que, en la rupttlra existente entre cotidianeidad y
otros ámbitos sensibles (como el arte, la ciencia, los sueños, la religión),
pudiera experimentarse a sí mismo como un yo independiente de sus roles, la
actitud estética, a partir de estas posibilidades, podría ponerle frente a su rol
y liberarle lúdkamente de la opresión y la rutina de los roles cotidianos
(1992: 34).
128 LA ESCUELA COMO FRONTERA Reflexiones finales 129

No pretendemos hacer una equiparación entre el campo de la estética sentidos, en la disputa discursiva con un mundo fuertemente atravesado
(que preocupa a Jauss) y la escuela. Seguramente, la escuela desde su por lógicas locales de significación.
racionalidad disciplinadora lejos está del placer lúdico que provoca la De esta manera, la escuela viene a quebrar el fatalismo de la vida
experiencia estética, pero algo de la idea de Jauss se pone en juego a la cotidiana. Cuando el "cuerpo a cuerpo" define la trama social -como
hora de comprender el valor simbólico que encierra la experiencia sucede en los enclaves barriales analizados-, cuando el tránsito por
educativa para los jóvenes de sectores populares. diversas esferas socioculturales se reduce al consumo mediático, cuando
Lo qµe ci~seamos d~stªc:ªr~s Ja, n9ciónde "distanciamie11to'',_entendi- la falta de trabajo vuelve a los sujetos al interior del barrio, los límites de
do C()JI10 unjuego ~e roles, como un pasaje entre experiencia,s qife[~_[lcia~ lo posible se estrechan.
das, q~-~-p~rmite t:tn c._~~!_tg ~e_sEzami_e,11to de la fatalidad de lo cotidiano, Sin embargo, adjudicarle a la escuela la función de sutura o
La escuela entonces se asoma como una "frontera", que lejos de completamiento de las brechas discursivas que configuran la vida de
nombrar a un sitio o l~gar nos habla de un horizonte de posibilidaci~s_'._J,a estos jóvenes, sería retornar al optimismo pedagógico, a la ilusión
escuela representa el "otro lado" de la vida de los jóvenes ~-~l ~<l!!io. iluminista de la transformación social mediante las formas racionales del
Participar de la experiencia escolar implica un quiebre en la racionalidad conocimiento.
cotidiana.Apesarde la impronta disciplinaaora de la cultura escolar yd_~ plvalor simbólico que encierra la escuela para los jóvenes estudiados
la tendencia codificadora de los conocimientos que circulan en ella, la no debe confundirse entonces con la realización de una naturaleza
inserción institucional coloca al interlocutor -alümno- en Unterr.~no institucional. La valoración de la experiencia escolar no habla necesaria-
· discursivo que por lo menos revela que lo real puede ser nombrado de otro mente de una "buena escuela", en términos de una propuesta educativa
modo. caracterizada por la variedad y densidad simbólicas. La capacidad de
' f" Por lo tanto, más allá del ejercicio de una violencia simbólica o de la interpelación de la escuela se vincula a su capacidad de nombrar a los
eficacia de la acción socializadora que pretende reducir las diferencias sujetos allí donde no son nombrados por ningún otro significante.
culturales y la disputa de sentidos, participar de la cultura escolar supone, Por lo tanto, como lo venimos sosteniendo a lo largo de este estudio,
para estos jóvenes, abrir las superficies discursivas que configuran la el lugar de enunciación de la escuela sólo se visualiza a partir de
cotidianeidad de sus vidas. -~ comprender cómo ésta opera en la complejidad del contexto de inscrip-
El diálogo entre las subjetividades y la cultura escolar pone de ·Ción sociocultural en el que habitan los jóvenes.
manifiesto el carácter inconcluso de todo discurso. Desde el horizonte de En los casos que analizamos, las "diferencias" están localizadas en la
la recepción, la validez de la experiencia educativa no radica en la "conquista" -precaria- del reconocimiento social frente al debilitamien-
''superioridad" de la cultura escolar respecto de las culturas populares.No to de los vínculos con el tejido societal; en la construcción de una nueva
es la distancia en términos de jerarquías cognitivas lo que proporciona el socialidad en contraposición a una trama barrial atravesada por la
:s_entido, sino la posibilidad de erigirse en "palabra ajena". j ; diseminación de la violencia; y en la introducción de nuevos soportes
'r En términos de Bajtín (1985), un sentido descubre sus profundidades discursivos que ponen a disposición de los sujetos otros materiales de
al encontrarse y al tocarse con otro sentido, ªl enfrentarse con un sentido , procesamiento de lo _real. \) A
ajeno. Desde este punto de vista podemos pensar que el valor simbólico \ La escuela.se revela como discurso incompleto en la medida en que la
de la escuela se inscribe en una suerte de diálogo que se establece entre propia experiencia escolar impulsa a los jóvenes a construir nuevas
la experiencia cotidiana y la experiencia institucional. Diálogo que no prácticas fuera de los límites institucionales. La realización autogestiva
implica armonización de sentidos sino ruptura del carácter cerrado y de iniciativas culturales, como la producción de revistas juveniles, la
unilateral de cada superficie discursiva. conformaéión de un centro de ex alumnos de arraigo comunitario y la
El valor simbólico de la.escuela se viabiliza en la contrastación de puesta en marcha de una radio local, pone de manifiesto el carácter
130 LA ESCUELA COMO FRONTERA

paradójiCo de la escuel~. Al tiempo que fa participación en la institución


educativa posibilita la búsqueda de nuevos espacios vitales, también
revela la incapacidad de la esfera educativa de agotar todas las aristas de
constitución de las identidades juveniles. La escuela como cualquier otra BIBLIOGRAFÍA
formación discursiva tiene un carácter incompleto. La no fijación a un
significado totalizador, excluyente en la configuración de las identidades,
sólo puede existir en la medida en que haya una proliferación de signifi-
cados. Pero no debemos olvidar que en contextos de profundo vacío
institucional, la necesidad de pertenencia puede ser más imperiosa que el
contenido concreto que ésta asuma. J.\
En los casos analizados, la alta valoración que recogemos de los
jóvenes sobre la institución educativa está en relación directa con la
restricción de espacios institucionales facilitadores de experiencias plu-
rales. Y en este sentido, la productividad de un grupo de jóvenes que
intenta escapar de la autosuficiencia de la experiencia escolar no debe
inducimos a sobredimensionar los efectos sociales de los márgenes de
libertad ni a dejar de advertir los rasgos de un paisaje barrial o zonal Althusser, L. (1984): Ideología y aparatos ideológicos del Estado,
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en un "'bú:nke1i'' que se proteja del entorno y proteja a sus miembros, sino colectivas, Buenos Aires, Nueva Visión.
en diversificar !os espacios institucionales de modo tal que la propia Bajtín, M. (1985): Estética de la creación verbal, México, Siglo XXI.
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En ámbitos caracterizados poli la progresiva desafiliación social, el México, Siglo XXI.
vínculo con la escuela podria Hegar a asumir la forma de una determina- Beccaria, L. y N. López (comps.) (1996): Sin trabajo. Las características.
ción pegada a la satisfacción de necesidades primarias o a la ilusión de del desempleo y sus efectos en la sociedad argentina, Buenos Aires,
encontrar allí el lugar del completamiento. Esta situación no sólo restaría UNICEF/Losada.
capacidad de demanda a los sujetos sociales sino, que produciría un BenefÍa, L. y M. Roldán (1987): Las encrucijadas de clase y género.
quiebre en el imaginario de la educación pública. Ésta dejaría de ser una Trabajo a domicilio, subcontratación y dinámica de la unidad domés-
arena de intereses comunes o por lo menos compatibles para convertirse tica en la ciudad de México, México, FCE y Economía Latinoameri-
en territorio de profundas.distinciones.-educación para el reconocimiento cana.
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