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¡Cuidado con el perro!

Me llamo Federico y Mi amigo Pablo, que Además, estaban el


siempre viví en este vivía al lado, tenía un ovejero alemán del
barrio antiguo de pastor inglés que se señor Domínguez,
casas con jardines y llamaba Pelos, porque que siempre tenía
calles empedradas, era tan peludo que si manchas de grasa
donde los chicos uno no lo miraba con porque su dueño era
juegan a la pelota y atención no se sabía mecánico de autos; el
andan en bicicleta, dónde tenía la cabeza dóberman de la
los vecinos se y donde, la cola. familia Mariani, que
era negro como una
noche sin luna y,
aunque parecía más
bravo que un león
hambriento, era
manso y juguetón, y
lo único que había
mordido una vez
había sido mi pelota
de fútbol, que cayó,
sin querer, cerca de
su cucha. Y la caniche
de la señorita Díaz, a
conocen desde Mi otro amigo,
la que su dueña, que
siempre y se saludan Mateo, que vivía
era solterona pero no
todos los días, las enfrente, tenía un
tenía el carácter
señoras barren la bulldog con el hocico
avinagrado, ponía
vereda y todos arrugado y cara de
moños de colores en
duermen siesta los malhumorado, pero
la cabeza. Y el collie
domingos… mimoso como un gato.
de los Andretti, al
Y mi amigo Pancho,
A mí me encantaba mi que le gustaba que
que era un poco
barrio y era casi feliz sus dueños le
regordete y bastante
viviendo en él. Digo cepillaran el pelo con
glotón, tenía un perro
casi, porque todos en un peine con forma
salchicha, regordete
mi barrio tenían un de tened.
y glotón como Él.
perro, menos
nosotros.

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