Es Arte, exhibición, se agota en sí misma, como el chorro de agua o el
amor. La gran filosofía es, digamos, la vuelta el bobo; el bobo gira y gira, se emborracha, cae al suelo y mira el cielo, feliz: se va el gallinazo con su vuelo expendido, ondeando en los desniveles de la etérea masa, jugando con las corrientes de aire, perforando el viento.