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CENTRO: FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

TITULACIÓN: Licenciatura de Psicopedagogía


AÑO: 2006-2007
CURSO: 2ª
ASIGNATURA: Orientación Profesional
PROFESOR: Dr. D. Juan Manuel Méndez Garrido

TEMA 5: El Movimiento de la Educación para la Carrera

1. Introducción
2. Aproximación histórica al movimiento de Educación para la Carrera
2.1. Antecedentes históricos
2.2. Orígenes
2.3. Expansión del movimiento de Educación para la Carrera
2.4. Proceso de implantación
2.5. Desarrollo de la Educación para la Carrera en Estados Unidos y otros
países.
2.6. La Educación para la Carrera en España
3. Delimitación conceptual
3.1. Aspectos comunes de las definiciones
3.2. Concepciones de Educación para la Carrera
3.3. Diferencias entre Educación para la Carrera y otros términos afines
4. Objetivos de la Educación para la Carrera
5. Educación para la Carrera y el currículum
6. Elementos básicos de un programa de Educación para la Carrera
7. Papel del profesor y orientador en el desarrollo de la Educación para la
Carrera
8. Conclusiones
9. Bibliografía
10. Actividades Prácticas

 Alonso Álvarez, Rocío


 García Ortega, Diana
 Gómez López, Vanessa
 Rodríguez Jiménez, Leticia

Turno: Mañana
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1. Introducción
El movimiento de la Educación para la Carrera es un movimiento encaminado a
renovar la educación y las acciones de la comunidad de cara a ayudar a las personas a
adquirir y utilizar los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para hacer del
trabajo una parte significativa, productiva y satisfactoria de su forma de vida. Por tanto,
la escuela se considera medio para preparar al discente, en la medida de lo posible, para
entrar en la vida adulta a través de una formación adecuada a la realidad personal y
social que permita un desarrollo de sus aptitudes para la vida, utilizando una
metodología experimental y cognitiva. No se trata tanto de capacitarles para el empleo,
sino de fomentar la madurez para que puedan afrontar la vida adulta.

Este movimiento surge en EEUU en la década de los sesenta como una reacción
a una deficiente formación de los jóvenes norteamericanos para adaptarse a la vida
adulta en una sociedad en constante cambio tecnológico y laboral. En definitiva, esta
nueva concepción de orientación surgió de la disociación producida entre la educación y
la orientación acentuándose en el periodo formativo y laboral. Éste es todo un
planteamiento educativo orientado a crear un fuerte vínculo entre la actividad formativa
y la vida activa que prepara al individuo para el trabajo y estimule su desarrollo de la
carrera.
En esta época con la aparición de una serie de movimientos de renovación
complementarios, que podrían englobarse bajo la denominación de orientación
psicopedagógica, aparecen nuevas formas de entender la práctica orientadora para la
prevención y el desarrollo: la Educación para la Carrera y la Educación Psicológica.

El movimiento de la Educación para la Carrera asume las aportaciones de las


teorías del Desarrollo de la Carrera y defiende la integración de la orientación en el
currículum como instrumento formativo y como proceso que incorpora de forma
sistemática elementos profesionales en éste; abarcando además del sistema educativo, la
educación de adultos y la formación permanente.

En definitiva, podemos decir que el movimiento de educación para la carrera


viene dado por la importancia de preparar a nuestros alumnos hacia una realidad
personal y social como es la vida activa y adulta, que permite su máximo desarrollo

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como persona. Se trata de dotarlo de las destrezas, habilidades y competencias
suficientes con el fin de realizar aquello que quieran y puedan hacer en el futuro.
Este desarrollo vocacional va unido al desarrollo personal y éste tiene lugar en el
ámbito educativo y social. Muchas de las tareas profesionales y vocacionales se pueden
desarrollar dentro del currículum escolar.

2. Aproximación histórica al movimiento de Educación para la Carrera

Surge como reacción a una deficiente formación de los jóvenes americanos para
adaptarse a la vida adulta en una sociedad en constante cambio tecnológico y laboral,
siendo Hoyt su impulsor con la denominación de Career Education.
Su objetivo era producir un cambio en el ámbito educativo en la sociedad
americana para que asumiera el reto de ese cambio social y preparara a los jóvenes para
el ingreso activo en la sociedad.

En cuanto a su desarrollo histórico, Rodríguez Moreno, (1992) considera que


podrían distinguirse tres épocas:
1. Primera etapa en la que se produce una revisión de las bases de la formación
profesional, vigentes desde 1917. Son de especial interés las aportaciones de
Mangum y Herr. Mangum (1968) propuso reorientar los principios tradicionales de
la formación para el trabajo. A su vez, Herr (1969) realizó una síntesis de los
principales enfoques del desarrollo vocacional ofreciendo orientaciones para
centrarlos en el currículum.
2. Segunda etapa en que la Educación para la Carrera recibe un impulso desde la
Oficina de Educación de los EE.UU.
3. A partir de 1974 se consolida la institucionalización del nuevo movimiento en el
sistema educativo, gracias a aportaciones tan relevantes como las de K.B. Hoyt,
Director de la Oficina de Educación.

2.1. Antecedentes
La Orientación Profesional surge como necesidad de orientar a los alumnos a
adecuarse a los nuevos cambios sociales y económicos. Siendo, en primer momento, un
hecho desligado del campo educativo, pronto se darán cuenta de su importante carácter
preventivo dentro de la educación.

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Así, el primero que introdujo la Orientación Profesional en el currículum fue
Davis, siguiéndole Kelley, Brewer, Proctor, Dewey… Todos ellos concibieron la
Orientación como una actividad educativa de carácter procesual.
En la década de los cincuenta y sesenta se insistió en el carácter educativo de la
orientación y, con ello, la mejora de calidad de la educación. La orientación asumió el
enfoque de la orientación como proceso de desarrollo de la madurez personal, educativa
y vocacional del individuo y donde los profesores eran los principales agentes.

2.2. Orígenes
Al hablar de los orígenes de este movimiento podemos hacer referencia a
discurso “Career Education” que el Comisionado de Educación, Sydney Marland,
ofreció ante la asamblea anual de la Asociación Nacional de Directores de Escuelas
Secundarias de Houston (1971). Marland (1974), afirmaba que las circunstancias que
generaron el movimiento fueron:
a. El abismo entre los contenidos académicos y las necesidades profesionales,
en una sociedad de por sí compleja.
b. El “analfabetismo ocupacional” de los jóvenes antes de entrar en el mundo
laboral.
c. La incapacidad del sistema productivo para absorber a las personas tituladas
que devenían desempleadas o que tenían pocas posibilidades de ejercer una
profesión acorde con los estudios realizados.
d. Los cambios de la estructura del mercado laboral en relación a la estabilidad
de los puestos de trabajo.
Todo ello, hizo pensar en la necesidad de cambiar la esencia de las prácticas
educativas tradicionales de manera que éstas contribuyeran mejor a los intereses
individuales y nacionales, consiguiendo establecer un vínculo significativo entre
educación y trabajo.

La ida era una reforma que asumiera la Formación Profesional (Vocational


Education) como un elemento significativo que relacionara los aspectos vocacionales
del desarrollo humano con todos los niveles de aprendizaje y con todas las partes
relevantes de la instrucción académica, atendiendo a los siguientes principios:
Necesidad de conocer y experimentar directamente el mundo de las ocupaciones
y su estructura.

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 Necesidad de educar en valores, hábitos y motivación hacia el trabajo.
 Urgencia por capacitar profesionalmente a los jóvenes.
Se denominó Career Education a esta tendencia reformadora.

2.3. Expansión del movimiento Educación para la Carrera


Los factores de expansión de este movimiento fueron:
1. La preocupación de la sociedad educativa por el análisis de los costos y
rendimientos de la educación (accountability) que diseñaba los modelos de rentabilidad
de la Orientación Profesional.
2. La creación en 1973 del Nacional Difusión Network (Red Nacional de
Difusión) como sistema de apoyo a las escuelas para detectar iniciativas innovadoras de
cualquier tipo.
Se desarrollaron muchos modelos, de los cuales podemos destacar:
 Modelo comprensivo de Educación para la Carrera basado en la escuela.
 Modelo basado en el empleador (basado en la experiencia)
 Modelo basado en el hogar y en la comunidad.
 Modelo rural/residencial.

2.4. Proceso de Implantación.


La Educación para la Carrera ha despertado un gran interés a nivel internacional,
debido a sus planteamientos educativos, el interés de aproximar la orientación a la
educación y más concretamente, el periodo formativo con el laboral y todo ello por la
viabilidad de su aplicación práctica en las nuevas reformas educativas. Ahora bien, en la
práctica no han resultado tan fácil su implantación pasando por momentos más o menos
críticos y por reformulaciones que, en ocasiones, tenían poco que ver con la concepción
original.
La dificultad de integrar los conceptos vocacionales en el currículum escolar en
los diferentes países estriba en una serie de aspectos que han de tenerse en cuenta en el
proceso de implantación:
1- La tarea debe ser asumida por los centros educativos con personas responsables
que se preocupen de dinamizarla;
2- Debe concebirse como una actividad más adentro del proceso educativo y con
un planteamiento interdisciplinar;

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3- Disponer del tiempo y recursos necesarios dentro y fuera del aula que faciliten la
implementación del programa;
4- El profesorado debe recibir la formación específica a través de una formación
permanente;
5- La necesidad de crear canales de información y transmisión dentro y fuera del
centro;
6- Afrontar la evaluación del programa en todas sus fases y por parte de los
diferentes agentes que participan de forma directa e indirecta.

En definitiva, la Educación para la Carrera comparte las dificultades de toda


actividad orientadora y además se encuentra condicionada por la situación económica y
por el propio desarrollo técnico e industrial del país.
La Educación para la Carrera es una actividad educativa procesual que supone
una formación continua y permanente que debe contribuir a preparar al alumno para la
vida y el trabajo, por lo que la Educación para la Carrera no ha de ser únicamente un
instrumento de la política del trabajo, que posibilite una adecuación de la oferta y la
demanda, sino también un elemento de la formación permanente.
La total interrelación de la Educación para la Carrera en el curriculum supone
una firme estructura subyacente que dinamice todo el proceso y además desempeñaría
funciones de orientador de consulta ya que la intervención correría a cargo de los
profesores-tutores. De hecho, no resulta nada fácil la integración de los aspectos
vocacionales en el currículum. En el caso de España, como bien señala Rodríguez
Moreno (1988), las razones que no favorecen esa integración y que condicionan el
proceso son:
1- Los currícula hasta el momento son marcadamente instructivos, por lo que
supondría un cambio radical en su planteamiento;
2- Es una concepción que choca con todo lo establecido;
3- El docente no ve clara la relación entre los objetivos educativos y los de
orientación y cuál es su utilidad;
4- Todo ello, supondría una verdadera implicación del profesorado y una estructura
y organización diferente del centro.
Por tanto, este movimiento de la Educación para la Carrera supone profundas
modificaciones en el Sistema Educativo para que permita introducir los conceptos
vocacionales en los programas escolares, actividades extraescolares e incluso en la

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comunidad, con el objetivo de que los adolescentes adquieran una serie de habilidades
que le permitiesen adaptarse a la vida adulta y profesional que se encuentra en constante
cambio. Esto supone el crear un marco organizativo diferente, una sólida
infraestructura, tanto en el centro como en la comunidad y, lo que es más importante, el
considerar al docente-tutor como el principal agente de cambio y proporcionarle la
información que necesita.
Otros países, que comienzan a tomarse en serio el movimiento de la Educación
para la Carrera, es Canadá especialmente en la zona francófona que ha despertado su
interés por su desarrollo y que a veces aparecen unidos a otros movimientos. A este
proceso de implantación ha contribuido la gran producción bibliográfica que desde los
setenta ha aparecido, mostrando sugerencias, recursos, programas que han fomentado
un estado de opinión favorable a la integración curricular de conceptos de orientación.
A esto hay que añadir la creación de asociaciones a nivel tanto nacional como
internacional y la necesidad de acercar la orientación a la educación y dejando claro que
el profesor Hoyt fue su verdadero impulsor del movimiento.
Finalmente podemos concluir acentuando de nuevo que no ha resultado nada
fácil la aplicación de la Educación para la Carrera. Los profesionales de la educación y
de la orientación están convencidos de su operatividad, aunque son conscientes de las
políticas educativas que siguen viendo a este movimiento con ciertas reticencias por lo
que supone de cambio educativo y social.

2.5. Desarrollo de la Educación para la Carrera en Estados Unidos y otros


países.
Del interés por evaluar los logros de esta corriente que surge a finales de los
años setenta en Estados Unidos, se pueden extraer distintas conclusiones.
A pesar de los distintos problemas para generalizar los resultados disponibles existe “la
evidencia en cuanto al valor y efectividad de la educación para la carrera es más
positiva que negativa” (Hoyt, 1979) en este sentido, Herr y Cramer (1988) consideran
que determinados factores se perfilan como “ingredientes efectivos “ de los programas
de Educación para la Carrera (apoyo administrativo continuo, planificación, dotación de
recursos, etc.).
Por lo que respecta a los logros alcanzados por el movimiento, el estudio de
Hoyt y Hygh (1982) pone de manifiesto que dicho movimiento, entre 1971 y 1980,
progresó en la consecución de sus dos metas básicas: 1ª. Cambiar el sistema educativo

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infundiendo intervenciones de “carrera profesional” en el currículum de la enseñanza
obligatoria y 2ª. Incrementar los vínculos entre la comunidad y el sistema escolar.
A pesar de que las conclusiones de éste y otros estudios son más positivas que
negativas, resultaron insuficientes para frenar los recortes que a Administración Reagan
impuso al presupuesto educativo. Después de haber sido “prioridad nacional”, la
derogación en 1981 de la “Career Education Incentive Act” dejó al movimiento sin
presupuestos federales. Ello no impidió que la educación para la Carrera siguiera
vigente en el panorama educativo americano. Hoyt considera que para denominar a las
tendencias actuales y futuras del movimiento no es conveniente utilizar el término
Educación para la Carrera, pues puede llegar a resultar falso y poco claro. En este
sentido, propone utilizar los diferentes significados que dicho término puede adquirir
para aquellos que la ponen en práctica.
El análisis de la situación pasada y presente de este movimiento permite a Hoyt
(1987) formular algunas afirmaciones en torno al futuro de este movimiento en su país
de origen, los Estados Unidos:
- Existe mayor preocupación por dotar a los estudiantes con habilidades de
empleabilidad que por crear empleo.
- Resulta necesario favorecer la verdadera colaboración de la comunidad, en lugar de
pseudocolaboraciones.
- La Educación para la Carrera como reforma educativa de orientación procesual, ha de
asumir el reto de demostrar que e s complementaria con las reformas estructurales más
demandadas.
- Desde una perspectiva nacional todavía es necesario superar algunas deficiencias que
no se lograron en los años setenta: incremento de la implicación de la familia,
implementación en todas las instituciones de secundaria, aumento del énfasis en los
trabajos no remunerados y ampliación de sus esfuerzos respecto a las minorías.
- Será igualmente necesario que sigan existiendo responsables locales y estatales de la
Educación para la Carrera. En este sentido, parece que el número de profesionales
dedicados a ello se está incrementando.
En definitiva, es necesario que este movimiento apruebe sus “asignaturas
pendientes”, pero a pesar de ello, sus planteamientos tienen vigencia actual y
perspectivas de futuro después de los más de veinte años transcurridos desde su
nacimiento.

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Aunque originariamente el término “Educación para la Carrera” hace referencia
al movimiento educativo surgido en Estados Unidos en los años setenta, en lo que
respecta a sus objetivos, no se puede restringir exclusivamente al ámbito
norteamericano ya que en el momento en que distintos países han alcanzado cierto
grado de desarrollo y han tenido que abordar problemas relativos a la incorporación de
los jóvenes al mundo laboral, han formulado propuestas similares o de distinta índole a
la americanas que representan un interés común por implementar programas y servicios
sistemáticos que permiten relacionar la educación y el trabajo. Los condicionantes de
cada nación son diferentes por lo que conducen a diversas fórmulas y soluciones. Es por
ello que utilizar el término “Educación para la Carrera” refiriéndonos a todas las
alternativas adoptadas en los distintos países resulta demasiado arriesgado. En
definitiva, creemos que sólo desde una perspectiva general podemos englobar estos
esfuerzos bajo el nombre de Educación para la Carrera, teniendo en cuenta que algunas
iniciativas, si bien no representan una adopción fiel a esa terminología, si suponen un
esfuerzo en esta línea.
Como expresa Rodríguez Moreno (1988 y 1992) existen diversos países que
están haciendo un esfuerzo por coordinar la orientación y el currículum y por iniciar
propuestas de este movimiento dentro y fuera de la escuela. No obstante, a pesar de la
diversidad de condicionantes propios de cada país, es posible encontrar en muchos de
ellos (Japón, Australia, Alemania, España, etc.), una serie de condiciones comunes que
parecen repetirse y ser la clave que incita a ala generación de propuestas de Educación
para la Carrera. Dichas condiciones son las siguientes:
- Aumento de la población juvenil.
- Aumento de los índices de paro (que suele afectar más a los jóvenes).
- Cambios en la estructura ocupacional: nuevas profesiones, caducidad de los contratos,
especialización, y otros.
- Innovaciones tecnológicas en la industria que piden mano de obra cualificada.
- Aumento del número de estudiantes que van al universidad, con la consecuente
masificación de ésta y el cada vez mayor “desprestigio” de los títulos universitarios.
- En los países donde la enseñanza básica cubre a toda la población, el interés recae más
en la secundaria y en su capacidad para dotar a los jóvenes de las estrategias y recursos
necesarios para adaptarse aun mundo laboral en que los títulos superiores son menos
necesarios que la cualificación de mano de obra.

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2.6. La Educación para la Carrera en España
Este movimiento ha experimentado un cierto desarrollo a finales de los años80.
No obstante, se está produciendo diferentes manifestaciones de carácter científico que
están contribuyendo a tomar conciencia del tema, aportando nuevas ideas e iniciativas
que están fomentando un clima favorecedor para su implantación en el ámbito
educativo. Destacar las iniciativas de las Universidades de Barcelona, Sevilla, Oviedo y
La Laguna.
Destacar el trabajo de Padilla y Rodríguez Diéguez (1994) donde se expone una
sólida reflexión en torno a las aportaciones que la Educación para la Carrera puede
realizar a la Reforma de nuestro Sistema Educativo y sus dificultades en cuanto a su
aplicación en la ESO.
En los últimos años, Asociaciones Nacionales y Autonómicas (AEOEP,
ACOEP…) han celebrado seminarios, y jornadas dedicadas a este tema, lo cual nos
indica que es un movimiento que sigue vivo.
Por último, comentar que la implantación de la figura del orientador en los
centros educativos de secundaria ha sido un paso importante, teniendo en cuenta su
labor como dinamizador de la acción tutorial y orientadora. Ahora, debemos de procurar
una mayor permeabilidad del centro educativo con la comunidad y una mayor
predisposición del profesorado a asumir el currículum formativo. Debemos seguir
promoviendo la puesta en práctica de este movimiento, de esta Educación para la
Carrera.

3. Delimitación Conceptual

A pesar de lo que podría esperarse, no existe una única ni unánime definición de


lo que es Career Education. Cuando se convirtió, a principios de los años setenta, en
una política educativa del gobierno federal de los Estados Unidos, éste no adoptó una
definición “oficial” pese a las diferentes presiones recibidas para ello. Se pretendía que
cada grupo de profesores, en cada escuela o institución, o en cada proyecto y programa,
se llegara a un consenso y se elaborara una definición propia. Se pretendía con ello
fomentar el debate en torno a este tema, cosa que no sucedería si se impusiera una
definición ya aprobada, sin dar lugar a que el compromiso y el cambio fuera sentido,
asumido, concretado y desarrollado por los propios implicados. Por todo ello no es de

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extrañar la enorme proliferación que el término Career Education ha tenido durante las
tres últimas décadas.
En este sentido resulta de gran interés un documento que Hoyt escribió en 1975
titulado “Toward a Definition of Career Education”. A partir de diecinueve definiciones
oficiales de distintos Estados recopiladas por High en 1972 y combinándolas con otras
muchas de diversas fuentes y organismos, realiza una revisión muy valiosa (Hoyt,
1975b: 51-71). Explicita que existen una serie de características comunes en las que la
mayoría de los que definen la Career Education coinciden y en los que puede existir un
consenso general. Dichos conceptos básicos comunes son los siguientes:
1. Se trata de un esfuerzo consciente (lo que significa que la Career Education requiere
inversión en tiempo y dinero), no sólo de una actitud o un punto de vista.
2. Es un programa que comienza desde el primer grado y continúa a través de todo el
proceso educativo del adulto (ciclo vital).
3. Es un programa que se dirige a servir a todos los individuos más que a algún
segmento especial de la población.
4. Enfatiza la educación como preparación para el trabajo.

También parece haber acuerdo en que la Educación Vocacional (formación


profesional, en nuestro contexto) es una de las partes importantes de la Ecuación para la
Carrera. Por ello, ninguna de las definiciones excluye a la Educación Vocacional
aunque no pueden considerarse conceptos sinónimos. Por otro lado, es general, aunque
no unánime, el consenso en que la Career Education es sólo una parte de la educación y
que “”Career Education” y “Educación” no son equivalentes. Otro aspecto que es
relevante concretar es el hecho de que todos están de acuerdo en que la Career
Education debe ser integrada al currículum general y no “añadida” a él como una
asignatura más.
Se destacan otros muchos autores, de diferentes ámbitos geográficos, que han
proporcionado a su vez definiciones que, si bien presentan a veces diferencias de
matices, han contribuido a enriquecer el concepto de educación para la carrera.
Cronológicamente una de las primeras definiciones la aporta Marland (1972),
quien concibe la educación para la carrera como un desarrollo integral de la persona, en
función de su inclusión en la vida laboral: “Educación para la carrera es (…) un
conjunto de experiencias educativas susceptibles de preparar al individuo para una

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independencia económica, un bienestar personal y un sentido de responsabilidad en el
trabajo”.
La visión de la educación para la carrera de Raize (1971) gira más en torno a
parámetros económicos y productivos: “La educación para la carrera debe aspirar a
reducir el paro, aumentar las rentas de bajo salario y favorecer la expansión del
individuo en el trabajo”.
Hart (1977) considera como objetivo primordial de la educación para la carrera
conseguir que el individuo integre satisfactoriamente los valores de una sociedad
centrada en el trabajo. La define como: “La totalidad de experiencias por las que una
persona aprende qué es el trabajo y se compromete con él asimilándolo como un modo
de vida”.

Super (1975) contempla en su definición la relación individuo-carrera,


concebida ésta como la sucesión de papeles, no exclusivamente laborales, que el
individuo ha de desempeñar a lo largo de su existencia: “(…) ayudar al individuo a
planificar su futuro, a considerar todos los papeles que tendrá que llevar a cabo más
tarde, a comprender, desarrollar y planificar las estrategias que le permitirán estar
satisfecho en sus papeles de trabajador, de ciudadano y de miembro de una familia”.
Basándose en Hoyt y en Marland, Minor y Burtnett (1980), detectan un proceso
de concreción del concepto de educación para la carrera a través de la convergencia de
sucesivos componentes acumulados. Así, la educación para la carrera: “(…) empieza
siendo un programa educativo centrado en las carreras, que se desarrolla a lo largo de
la escolaridad; se convierte en la totalidad de experiencias a través de las cuales se
aprende y se prepara para entrar en el mundo del trabajo; y, finalmente, llega a ser
concebida como un movimiento de reforma educativa y social, dirigido a ayudar a las
personas para que adquieran y utilicen los conocimientos, habilidades y actitudes
necesarias para que cada cual haga del trabajo un componente significativo,
productivo y satisfactorio de su forma de vida”.

3.1. Aspectos comunes de las definiciones


En todas las definiciones de Educación para la Carrera se dan una serie de
puntos comunes que ayudan a delimitar el concepto. Se manifiesta una preocupación
por establecer relaciones entre la educación y el mundo del trabajo, facilitando a los
alumnos un conocimiento experimental del mismo a través de multitud de aprendizajes,

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tales como; recogida de información, actividades de simulación y el contacto directo
con el mundo laboral mediante conciertos de prácticas con las empresas.
Presuponen su aplicabilidad a todas las personas en todos los medios educativos,
conjugando el respeto a la individualidad con la atención a la diversidad. Demandan un
esfuerzo participativo del sistema educativo y de la comunidad, que exista una estrecha
colaboración de todos los elementos personales relacionados directamente con la
educación y una coordinación de los recursos materiales y organizativos; y, por otra
lado, la implantación de la comunidad a través de las instituciones públicas y privadas
que permiten proveer de recursos a las instituciones educativas.

La operativización más valiosa del concepto de Educación para la Carrera fue la


que realizó Hoyt en 1977 identificando un conjunto de habilidades, conocimientos y
actitudes que deben ser adquiridos por los individuos para adaptarse a la sociedad
técnico-profesional actual y con las que deben contar cuando dejen el sistema escolar.
En 1981 estas habilidades generales para el empleo, adaptación y promoción estaban
formuladas como operadoras en la política de la División de career education de la
USOE (Hoyt y Shylo, 1987:11):

“1. Habilidades académicas básicas matemáticas y de comunicación oral y


escrita.
2. Habilidades para usar y practicar buenos hábitos de trabajo.
3. Habilidades para desarrollar y utilizar un conjunto de valores de trabajo
personalmente significativos que motiven al individuo a querer trabajar.
4. Habilidades para alcanzar un conocimiento básico y un aprecio del sistema
americano de empresa privada, incluyendo el trabajo organizado como parte de ese
sistema.
5. Conocimiento de sí mismo y conocimiento de las oportunidades educativas y
ocupacionales disponibles.
6. Habilidades de toma de decisiones para la carrera.
7. Habilidades para buscar, encontrar, obtener y conservar un empleo.
8. Habilidades para utilizar de manera productiva el tiempo de ocio a través del
trabajo no remunerado, incluyendo el voluntarismo y el trabajo realizado en la casa o
estructura familiar.

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9. Habilidades para superar los prejuicios y estereotipos que actúan como
determinantes de la completa libertad de elección de carrera para todas las personas.
10. Habilidades para humanizar el propio lugar de trabajo.”
La Educación para la Carrera se considera una forma novedosa de concebir el
funcionamiento del sistema educativo, implicando una reforma total del mismo, a fin de
dar respuestas a las urgentes necesidades detectadas. Entre las características más
relevantes de este planteamiento tenemos:

- Se acentúa la idea de que la educación se concibe como preparación para el


trabajo.
- La infusión curricular se concibe como la metodología más idónea para
conseguir los objetivos propuestos.
- Las relaciones de colaboración entre el sistema educativo y los demás sectores
de la comunidad como absolutamente necesarias para posibilitar el desarrollo de los
alumnos.

3.2. Concepciones de Educación para la Carrera


En Estados Unidos este concepto pondera la Educación para la Carrera como un
proceso educativo durante toda la escolaridad y que continúa a lo largo de toda la vida,
fomentando experiencias sobre las que uno aprende y se prepara para la vida adulta, lo
que supone que sea un movimiento de reforma educativa y social. En esta línea, su
máximo exponente, Hoyt (1975) define la Educación de la Carrera como “la totalidad
de experiencias por las que una persona aprende qué es el trabajo y se compromete
con él, asimilándolo como un modelo de vida”. En definitiva, propone dotar a los
individuos de una serie de conocimientos, habilidades y competencias que le capaciten
para ser ciudadanos útiles en la sociedad en que viven. Esta manifestación de principios
ocasionó un auténtico movimiento de reforma educativa en la sociedad americana,
aunque no llegó a llevarse a cabo totalmente, en un sentido amplio.
Posteriormente, esta concepción ha sido interpretada de diferentes formas,
distanciándose de la denominación original al añadirse otros componentes. El objetivo
fundamental de la Educación para la Carrera no era otro que el de hacer de verdadero
agente de reforma educativa y no ayudar a los alumnos en su proceso de elección.
Según Marland (1971), uno de los objetivos básicos de este movimiento era que todos

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los estudiantes al concluir la escuela estuvieran preparados y dotados con las destrezas y
habilidades necesarias para afrontar la vida personal y familiar.
En Gran Bretaña (y por extensión en algunos países de Europa) este concepto se
relaciona al de toma de “toma de decisiones” con tres objetivos prioritarios: 1. Ayudar
al individuo a lograr un mejor conocimiento de sí mismo y ser consciente de sus
posibilidades y limitaciones; 2. Facilitar al alumno el conocimiento de las posibilidades
ocupacionales y 3. Prepararle para tomar decisiones vocacionales. Con el tiempo, Watts
(1979) incorporó un cuarto objetivo: La preparación para la transición.
El principal objetivo en este enfoque es el de ayudar a los estudiantes
comprendidos en el periodo de trece a diecisiete años a adquirir conocimientos,
destrezas, estrategias e información que les ayude a afrontar e implementar su propio
proceso de toma de decisiones vocacional. Desde este planteamiento se entiende la
Educación para la Carrera como el conjunto de actividades y experiencias por los que el
individuo obtiene un mayor conocimiento de sí mismo y de su entorno y que le
capacitan para tomar decisiones y le prepara para el mundo del trabajo (Watts, op.cit).
A raíz de los planteamientos teóricos en Estados Unidos y Gran Bretaña surgen
dos planteamientos diferentes o concepciones del término Educación para la Carrera:
Los que la consideran como un currículum específico centrado en torno al concepto de
toma de decisiones profesionales y los que la ven como un movimiento más amplio, de
tipo filosófico que pretende influir, sobre todo el currículum escolar y toda la estructura
de la escuela (esta seria la diferencia clave entre la concepción británica y la americana).
Ambos movimientos se han preocupado más por el proceso que por los resultados.
Watts y Herr (1976) citado en Álvarez González 1995: 292 señalan cuatro
aspectos diferenciales del movimiento de Educación para la Carrera en Estados Unidos
y Gran Bretaña:

EE.UU. EUROPA
1. LONGITUD
- Proceso Educativo que comienza en - Se centra exclusivamente en el
el jardín de infancia y continúa en las período de 13-17 años (Enseñanza
diferentes etapas educativas. Secundaria).

2. PROFUNDIZACIÓN E INMERSIÓN EN EL PROCESO EDUCATIVO


- Integración en las diferentes materias - Se constituye un nuevo currículum
del currículum (llenar de carga formativa el (nueva asignatura).
currículum existente).

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3. EXTENSIÓN Y COMPONENTES BÁSICOS
- Se compone de ocho elementos: - Se compone de cuatro elementos:
a. Autoconocimiento a. Autoconocimiento
b. Conocimiento b. Conocimiento del entorno
educacional educativo, profesional y ocupacional
c. Conocimiento de la c. Toma de decisiones
carrera d. Preparación para la transición
d. Conocimiento del
mercado económico
e. Toma de decisiones
f. Habilidad para
iniciarse en el trabajo
g. Destrezas de empleo
h. Actitudes y
apreciaciones del trabajo desde una
perspectiva positiva
4. ABERTURA Y UTILIDAD
- Es más abierto y - Más centrado en el
utilitario contexto educativo
- Está más relacionado - No exige tanta
al contexto educativo y social implicación educativa y social
- Mayor implicación
educativa y social

Una vez vistos los aspectos diferenciales ente ambas concepciones, podríamos
resumir las semejanzas observadas entre dichos modelos en las siguientes:

- No se conciben como algo añadido a la escuela, sino formando parte de ella.


- Pretenden que los alumnos adquieran experiencias que les posibiliten elegir el
campo de su futura actividad.
- Potencian una mayor interrelación entre la escuela y la sociedad, entre
educación y trabajo.
- Promueven una formación flexible y polivalente para adaptarse a un mundo
laboral cambiante.

La concepción que más se adecua a los planteamientos originales de este


movimiento es la facilitada por la Ley 93-380 de 1974 de Estados Unidos y que recogen
Herr y Cramer (1992:37): “La Educación para la Carrera es un proceso para: 1.
Aproximar la escuela a la sociedad; 2. Relacionar el programa escolar con las
necesidades del alumno para que pueda proporcionar conocimientos activos en la
sociedad; 3. Proporcionar oportunidades para la orientación y el desarrollo
vocacional; 4. Extender la Educación más allá de la escuela; 5. Dotar al alumno de

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actitudes, destrezas y conocimientos para enfrentarse al cambio acelerado de la
sociedad y 6. Eliminar la distinción entre la educación académica y la educación con
fines profesionales”.

3.2. Diferencias entre Educación para la Carrera y otros términos afines


Antes de comenzar a establecer las diferencias, es oportuno pasar a definir
algunos conceptos, como Desarrollo de la Carrera, Orientación para la Carrera,
Desarrollo Vocacional…, etc.

 Planificación de la Carrera: Proceso mediante el cual los individuos


determinan sus habilidades, intereses y valores; consideran las opciones que se
ajustan a sus características personales; se fijan objetivos profesionales y
establecen planes para conseguirlos.
 Desarrollo de la Carrera (Career Development): Proceso que ocurre a lo
largo de toda la vida y que incluye las experiencias familiares, escolares,
profesionales, comunitarias y de tiempo libre. Incluye una constelación de
factores psicológicos, sociológicos, educativos, físicos, económicos y del azar
que se combinan para perfilar la carrera de una persona a lo largo de toda la
vida. Es un concepto más amplio que el desarrollo vocacional. Tanto la
“Orientación para la Carrera” (Career Guidance) como la “Educación para la
Carrera” (Career Education) tienen como objetivo potenciar o facilitar el
desarrollo de la carrera.
 Desarrollo Vocacional (Vocational Development): Procesos y factores que
ayudan, o impiden, la adquisición de valores, conocimientos y habilidades que
conducen a un comportamiento vocacional efectivo.
 Orientación para la Carrera (Career Guidance): Acciones y procesos para
ayudar al individuo a asimilar e integrar conocimientos, experiencias y
apreciaciones relacionadas con la autocomprensión, mundo del trabajo, tiempo
libre, planificación de la carrera, así como para determinar un estilo de vida.
 Asesoramiento para la Carrera (Career Counseling): Proceso de ayuda al
cliente para que pueda integrar y aplicar una comprensión de sí mismo y del
entorno para realizar las decisiones y los ajustes más adecuados a lo largo de la

17
carrera. Es el enfoque actual de la “Orientación Vocacional”. Es un subsistema
de la “Orientación para la Carrera” (Career Guidance).
 Orientación Vocacional (Vocational Guidance): Proceso de ayuda a la
persona para desarrollar y aceptar una imagen adecuada de sí mismo y de su rol
en el mundo del trabajo, confrontar este concepto con la realidad y convertirlo
en realidad con satisfacción para sí mismo y beneficio para la sociedad. Se
centra en el autoconcepto y se propone una auto-comprensión y autoaceptación
que permitan enfrentarse con las alternativas educativas y ocupacionales
disponibles.
 Orientación hacia la Carrera (Career Orientation): Tiene una orientación
hacia la carrera el individuo que se siente comprometido con su trabajo de tal
forma que lo considera como una parte central de su vida y de su rol de adulto.
La orientación hacia la carrera es una característica del sujeto, no un enfoque de
la orientación. Se diferencia entre orientación humana (trabajos sociales,
educación, salud, etc.) frente a orientación técnica (ingenierías, economía,
informática, etc.).

La diferenciación terminológica se ha producido debido a las diversas


interpretaciones de la traducción al castellano de “Career Education” (Orientación para
la Carrera), “Vocational Education” (Formación Profesional) y/ o “Career Guidance”
(Educación para la Carrera).

Sears (1982) define Vocational como “el aprendizaje de las habilidades, los
conocimientos y la comprensión social de una ocupación concreta o de grupo de
ocupaciones relacionadas entre sí”, por su parte la UNESCO la define como “la
educación diseñada para preparar personal especializado en un nivel bajo de
calificación, para una ocupación o un grupo de ocupaciones, oficios o empleos...”,
según lo anterior nuestro idioma utilizaría “Formación Profesional” o “Educación
Profesional”, siendo éste último un término por el que se ha traducido también “Career
Education”, lo que podría inducir a una indiferenciación conceptual, por ello Clements
(1977) incide en la delimitación de ambos conceptos:

18
EDUCACIÓN PARA LA CARRERA FORMACIÓN PROFESIONAL
Para todos los estudiantes Dirigida a aquellos estudiantes que desean
adquirir destrezas en una profesión o
campo profesional concreto
Contempla los contenidos de educación Se centra en unos contenidos relacionados
general relacionándolos con la con una profesión o grupo de profesiones
problemática del mundo laboral (habilidades específicas orientadas al
(habilidades generales para la carrera: ejercicio de una profesión)
habilidades de comunicación,
pensamiento crítico, razonamiento lógico,
etc.)
Su ámbito de actuación va desde la No empieza hasta la enseñanza secundaria
infancia hasta la vida adulta
Los conceptos están inmersos en el Su currículum tiene su propio núcleo de
currículum escolar contenido para un determinado ámbito
profesional
Hace referencia al trabajo en sentido Se centra en el trabajo retribuido
amplio, tanto retribuido como no
retribuido
Es un esfuerzo sistemático de todos los Es impartida por profesores o formadores
educadores (profesores, tutores, padres, que han recibido una preparación
orientadores…) específica

Por otra parte, Orientación para la Carrera se define como “conjunto de servicios
diseñados y operando para el propósito de asistir a las personas en el proceso de
desarrollo de la carrera” (Hoyt, 1977); “conjunto de procesos, técnicas o servicios
diseñados para asistir al individuo a entender, actuar y a desarrollar habilidades de toma
de decisiones para poder crear y dirigir el propio desarrollo de la carrera” (Herr, 1982).
Ambos tiene un origen común fundamentado en los procesos de desarrollo de la carrera,
son vehículos para implementar el proceso, gran parte de sus objetivos son similares y
muchos de ellos se solapan, además la diferencia entre educación para la carrera y
orientación para la carrera estriba en que la educación para la carrera tiene una
metodología que se centra en los procesos de enseñanza y aprendizaje; mientras que la
orientación para la carrera suele asociarse a programas de actuación dirigidos o
coordinados por orientadores o gabinetes de orientación.

4. Objetivos de la educación para la carrera

La orientación y la educación para la carrera se fundamentan en la necesidad de


proteger y estimular la libertad de la persona con respecto al desarrollo de su carrera y

19
en su derecho a recibir ayuda profesional en los distintos períodos de su vida a través de
un esfuerzo comunitario. También se destaca la enorme importancia que para este
desarrollo tiene el que la persona se conozca realmente y que disponga de información
adecuada sobre sus oportunidades de carrera. Tanto la orientación como la educación
para la carrera estimulan, favorecen y potencian el desarrollo de la carrera, basándose en
los conocimientos sobre dicho desarrollo.
Son muchas las referencias a las que podríamos aludir en relación a los objetivos
de la orientación y la educación para la carrera, por ello se ha planteado el tema de los
objetivos desde diferentes perspectivas, variando en número, nivel de especificación.
Por ejemplo Herr y Cramer (1992:16-17) se refieren al énfasis de la orientación para la
carrera con respecto a objetivos relacionados con:
- La toma de decisiones
- El Autoconcepto
- Estilos de vida, valores, tiempo libre
- Libertad de elección
- Diferencias individuales
- Flexibilidad y habilidad para enfrentarse al cambio.

  Según Rodríguez Moreno, nos sugiere los siguientes objetivos de educación para
la carrera más desarrollados, para llevarlos a cabo, a su vez para cada objetivo pueden
seleccionar toda una serie de temas que se distribuirá a lo largo del currículum:

1. Desarrollo del conocimiento de sí mismo


a) Conocerse a sí mismo es un requisito mínimo previo
b) Conocer las propias capacidades (abanico de aptitudes, habilidades,…)
c) Conocer, al menos grosso modo, cierta gama de intereses (intereses profesionales,
expectativas, aficiones, ambiciones, etc.).
d) Conocer las necesidades que uno tiene que cubrir (reflexionar sobre las necesidades
y propiedades).
e) Conocer la propia jerarquía de valores (sociales, escolares, familiares, profesionales,
etc.).
f) Conocer todo lo anteriormente citado para examinar aquello para lo que se está
capacitado, qué es lo que a uno le motiva qué es lo que a uno le satisface, etc.
g) Saber que las categorías personales evolucionan en el tiempo y con el desarrollo de

20
la persona, de tal manera que pueden emerger nuevas capacidades, nuevas destrezas,
nuevos intereses y nuevas prioridades y necesidades.

2. Conocimiento de las oportunidades educativas y laborales


a) ¿Cómo destinan su tiempo las personas adultas para conseguir bienes y servicios?
b) ¿Cómo satisfacen los adultos sus necesidades personales?
c) Profesiones y oficios que tengo a mi alcance.
d) ¿Qué profesiones me agradan? ¿Qué profesiones me convienen?
e) ¿Qué tengo que hacer para conseguir entrar en un trabajo? Requisitos académicos,
Normativos, de preparación reglada y no reglada, etc.
f) ¿Cómo puedo conseguir información? (habilidad para informarse y conocer
alternativas).
g) ¿Hasta qué punto profesiones determinadas satisfacen mis necesidades?
h) Comparar mi yo con las características de las diferentes ocupaciones.

3. Aprendizaje de las estrategias para la toma de decisiones


a) ¿Cómo decidir la elección de una alternativa?
b) ¿Qué estrategias decisorias existen?
c) Habilidades para evaluar y examinar aptitudes, valores e intereses.
d) ¿Cómo sopesar las alternativas que se me ofrecen? Riesgos, compromisos, validez,
etc
e) Veracidad de las fuentes de información; ventajas y desventajas de esas alternativas.
f) Reacción y replanteamientos ante una decisión errada o insatisfactoria.

4. Conocimiento de las características de la transición escuela - trabajo


a) ¿Qué implica la demanda de empleo?
b) ¿Cómo aumentar la probabilidad de ser admitido?
c) Desarrollo de habilidades de comunicación y de presentación personal, cartas de
solicitud, impresos, vistas preliminares, etc.).
d) ¿Cómo ingresar en el trabajo? Condiciones personales, académicas, profesionales,
etc.
e) Actitudes y expectativas: realistas y utópicas.
f) ¿Cómo estar bien informado del mundo laboral y cómo enfrentarse a las dificultades
del mundo adulto? Fuentes de información, recursos e instituciones que pueden prestar
ayuda, financiación, etc.

21
g) Nuevas amistades: relaciones interpersonales, etc.
h) Desempleo, crisis y maneras de hacerles frente.

Por otro lado, Hoyth destaca una serie de objetivos interrelacionados respecto a
la educación para la carrera, asegurando que sólo cuando los siete se organizan en un
esfuerzo integrado y sistemático se puede hablar de "educación para la carrera" (Hoyth
y Shylo, 1987:5). Estos son:
1. Promover e implementar la colaboración (partnerships) entre el sector privado y
el sistema educativo.
2. Equipar a las personas con habilidades generales para el empleo, de adaptación y
para promocionarse.
3. Ayudar a las personas en la conciencia, exploración y toma de decisiones de
carrera.
4. Reformar la educación a través de la infusión del énfasis en las "carreras" en las
clases.
5. Hacer del trabajo una parte significativa del estilo de vida total.
6. Relacionar educación y trabajo de manera que puedan realizarse las mejores
elecciones en relación a ambos.
7. Reducir los prejuicios y estereotipos y de este modo proteger la libertad de
elección de carrera.

Por otro lado, llama la atención los aspectos diferenciadores de las


clasificaciones según procedan de autores ingleses o americanos, debido a que las
clasificaciones de los autores ingleses, como Law y Watts (1977) o Lee (1987), están
condicionadas por una concepción de la Educación para la Carrera que:
- Se desarrolla en la educación secundaria.
- No contempla necesariamente la exigencia de una fuerte implicación de todo el
personal docente y la colaboración de la comunidad, el desarrollo de hábitos de
trabajo o de habilidades específicas.
- No se compromete con la reforma del sistema educativo.
- No se integra íntimamente en el currículum.
En cambio los autores americanos, como Hoyt (1977), Herr (1980), por su lado:
- Presentan un mayor nivel de concreción.

22
- Dejan patentes aspectos específicos del movimiento en América (compromiso
por la reforma, planteamiento interdisciplinario, implicación de todo el personal
docente, colaboración de la comunidad, desarrollo de aptitudes, hábitos y
valores de trabajo).

Siguiendo a lo anterior, se proponen objetivos, tanto de autores ingleses como


americanos:
- Conocimiento de sí mismo y desarrollo del autoconcepto.
- Desarrollo de la capacidad de exploración para el conocimiento del entorno.
- Desarrollo de la toma de decisiones para realizar elecciones inmediatas y para
adaptarse a la evolución de la sociedad.
- Preparación para el trabajo por el desarrollo de hábitos y valores de trabajo.
- Vinculación entre lo académico y lo profesional que permita una mayor
motivación y rendimiento.
Cuando se habla de infundir los objetivos de la educación para la carrera en las
actividades del currículum ordinario, se considera que es posible desarrollar actividades
que, al mismo tiempo, estén logrando los objetivos curriculares de cada asignatura y
alguno de los objetivos de la educación para la carrera a los que antes nos referíamos.
Se trata de que los profesores incorporen a su actividad diaria ese énfasis en la carrera,
que intenten relacionar los contenidos que enseñan con su utilidad y aplicación práctica
en el mundo del trabajo, que se transmitan valores positivos sobre el trabajo y su
importancia y significado en la vida de la persona, que se estimule el desarrollo de
hábitos de trabajo, así como el resto de los objetivos que se consideran imprescindibles
para el adecuado desarrollo de la carrera de la persona, como el autoconocimiento y
conocimiento de las oportunidades educativas y laborales, la toma de decisiones en
relación a la carrera, etc.
 Se trata de motivar a los estudiantes a aprender mejor esos contenidos a través
del énfasis en las carreras y al mismo tiempo favorecer la exploración profesional y el
desarrollo de la carrera. De este modo, la educación para la carrera, al vincularse así al
proceso de enseñanza/aprendizaje, implica una metodología de intervención educativa
distinta a la de la mayoría de los programas de orientación para la carrera. Tratando de
aprovechar en la mayor medida posible todos los recursos materiales y humanos.
5. La Educación para la Carrera y el currículum

23
La Educación para la Carrera es un proceso tanto evolutivo y de desarrollo,
como cognitivo y de aprendizaje, con una gran complejidad en su estructuración y
contenido y, a su vez, aparece integrada dentro del currículum escolar, vinculada al
proceso educativo, ofreciendo al alumnado estrategias para su proceso de aprendizaje y
dotándoles para asumir su proceso de desarrollo de la carrera.
El desarrollo de la carrera va unido al desarrollo personal y éste se realiza en el ámbito
educativo y social, por lo que muchas tareas y actividades pueden llevarse a cabo dentro
del currículum, produciéndose una estrecha relación entre Educación para la Carrera y
currículum que hay que potenciar, aunque esto no quiere decir que la Educación para la
Carrera sea sinónimo de Orientación Profesional integrada en el currículum, aunque es
una condición básica pero no suficiente.

Se pretende que esta concepción de la Educación para la Carrera no se quede en


un mero cambio curricular sino en algo más profundo a nivel socioeducativo. Herr
(1980) nos plantea una serie de razones que refuerzan la necesidad de esa integración:
- El deseo de los orientadores de colaborar con los profesores en tareas educativas
y orientadoras.
- La necesidad de plantear intervenciones de desarrollo de la carrera en
actividades extracurriculares.
- El ayudar a los padres en la formación de sus hijos en la educación socio-
profesional.
- La urgencia de formar a alumnos /as en habilidades de vida para su normal
desenvolvimiento en la vida adulta.
No es fácil integrar en la práctica los conceptos vocacionales en los currícula
escolares, aunque gracias a las constantes publicaciones que aportan ideas e iniciativas
sobre el tema se está creando un ambiente favorecedor para dicha integración.

Asimismo, muchos países están afrontando reformas educativas y es el momento


adecuado para crear las condiciones mínimas, siempre y cuando se asuma el tercer nivel
de concreción del proyecto educativo, y el profesorado y el equipo directivo se
encuentren interesados y motivados en integrar la educación socio-laboral en las tareas
educativas, para ello la política educativa ha de apoyar y respaldar dicha concepción si

24
queremos hacerla efectiva, lo que supone un cambio de actitud y de hacer escuela que
influirá en la nueva concepción curricular.

Si consideramos las ideas de Rodríguez Moreno (1992), nos recomienda que


antes de proceder a asumir cualquier tipo de integración, ha de precisarse el
planteamiento curricular que se asumirá en el centro educativo. Dicho modelo
curricular ha de estar basado en las teorías de desarrollo, en la Psicología cognitiva y en
los planteamientos de aprendizaje social y experiencial donde el sujeto es el elemento
activo de su propio aprendizaje y autoorientación (Rodríguez Diéguez, 1992). Todo esto
demandará un cambio de actitud del profesorado y una formación específica, además de
un trabajo colaborativo y cooperativo, tratándose de un enfoque flexible que permita
afrontar los objetivos de la educación y de la orientación de forma integrada e
interdisciplinar.

En consecuencia, se crea una estrecha relación entre Educación para la Carrera y


Currículum que debemos potenciar, debiéndose crear aquellos contextos y condiciones
que favorezcan esa integración de conceptos educativos y socio-profesionales.
Por tanto se fomentará la creación de una verdadera comunidad de colaboración y
cooperación, convirtiéndose profesores y orientadores y resto de agentes educativos en
los dinamizadores de esta nueva concepción holística de la educación (desarrollo
integral del individuo que le permita desenvolverse en la vida adulta).

6. Elementos en un programa de Educación para la Carrera

Son aquellos aspectos que van a facilitar la construcción de un currículum


basado en la Educación para la Carrera, siendo el modelo más adecuado aquel que
posee una intervención grupal por programas que surge del análisis de las necesidades
y, a partir de ellas, se planifica, desarrolla y evalúa el programa. Por ello es el modelo
que mejor afronta la función educativa de la orientación, su carácter procesual y
evolutivo así como la implicación de los diferentes agentes educativos y de orientación.
Se asume el enfoque de desarrollo, de currículum y de aprendizaje experiencial,
que va a permitir afrontar las funciones de la Educación para la Carrera desde una
perspectiva de integración en el proceso educativo, facilitando la interacción de los

25
objetivos educativos con los de la orientación, al considerarlos como un proceso de
aprendizaje. Por lo que un programa comprensivo e integral de Educación para la
Carrera debe asumir objetivos educativos y vocacionales desde los primeros años de la
escolaridad con carácter preventivo y de participación activa de la comunidad.

Los elementos básicos en un Programa de Educación para la Carrera según


Álvarez González (1995: 299-300) son los siguientes:
 PRESUPUESTOS: (Humes y Hohenshill, 1985) los concretan en:
- La progresiva integración de los conceptos vocacionales en el currículum
escolar.
- El carácter secuencial y sistemático, teniendo en cuenta las etapas de desarrollo
vocacional del sujeto y la implicación de todos los agentes educativos.
- El constante contacto con la realidad a través de experiencias reales y
simuladas, visitas, colaboraciones, etc.
- Estos programas no se pueden centrar exclusivamente en la escuela, sino que
han de tener en cuenta a la comunidad.

Es decir, es imprescindible que los profesores, orientadores y responsables de la


institución formen un verdadero equipo de coordinación y colaboración, el orientador
será el encargado de asesorar al profesor cuando lo necesite. No debemos de olvidar que
el currículum ha de ser realista y consensuado por todos, programando los objetivos
curriculares y de orientación de forma simultánea, además se han de crear las
condiciones y la infraestructura necesaria y la formación requerida para hacer efectivo
el doble objetivo de estos programas (el proceso de aprendizaje escolar y la
educación socio-profesional).

 METAS: (Hoyt, 1987):


- Promover e implementar el sistema educativo con aspectos de desarrollo
vocacional.
- Equipar a las personas con destrezas de empleabilidad, de adaptabilidad y de
apoyo.
- Ayudar a las personas en el autoconocimiento, exploración y toma de decisiones
de la carrera.

26
- Reformar la educación para infusionar (integrar) conceptos de la carrera en las
clases.
- Hacer del trabajo una parte significativa del estilo de vida total.
- Establecer una útil conexión entre la educación y el trabajo para que se puedan
afrontar mejor los procesos de elección académica y socio-profesional.
- Reducir los prejuicios y los estereotipos y así proteger la libertad en la elección
de la carrera.
 OBJETIVOS: La Nattional Assessment of Educational Progress propone los
siguientes objetivos para las edades de 9, 13 y 17 años y que Rodríguez Moreno
(1992) recoge:
- Conocer las características y requisitos de las distintas enseñanzas y
ocupaciones.
- Conocer la relación entre características personales y los requisitos
profesionales.
- Conocer la relación de los estudios y el currículum académico con las diferentes
áreas ocupacionales.

 Poseer habilidades:
- numéricas
- para comunicarse
- para lo manual y lo perceptivo
- para procesar la información y para tomar decisiones
- para las relaciones interpersonales

- Además debe poseer hábitos de trabajo eficaz, y actitudes positivas hacia el


trabajo.
 ACTIVIDADES: (de naturaleza experiencial y cognitiva):
- Implicaciones profesionales de las materias de estudios.
- Experiencias en el trabajo.
- Habilidades de simulación.
- Utilización de multimedia, video interactivo e informática.
- Role playing.
- Visitas a lugares de trabajo.
- Charlas informativas.

27
- Categorización de ocupaciones según su función y formación necesarias.
 ESTRATEGIAS O CRITERIOS DE ELABORACIÓN DE LOS
PROGRAMAS:
(Law , 1981) las agrupa en tres tipos:
- Infusión o integración de los conceptos de la Educación para la Carrera en las
diferentes materias del currículum.
- Adición o currículum paralelo a través de la creación de una asignatura dentro
del horario escolar, denominada Educación para la Carrera.
- Mixta, introduciéndose la Educación para la Carrera en algunas asignaturas que
por su currículum se prestan más como las ciencias sociales y las humanidades.
 REQUISITOS MÍNIMOS POR PARTE DEL CENTRO EDUCATIVO: (Álvarez y
otros, 1991) señalan los siguientes requisitos para que el programa se desarrolle con
ciertas garantías de éxito:
- Esta tarea debe ser asumida por el centro con personas responsables para
dinamizarla.
- Debe concebirse como una actividad más dentro del proceso educativo y con un
planteamiento interdisciplinar.
- Disposición de tiempo y recursos suficientes dentro y fuera del aula.
- Los profesores habrán de estar implicados y recibir la formación específica y
adecuada.
- Se han de crear canales de información y transmisión dentro y fuera del centro.
- Se ha de afrontar la evaluación del programa en todas sus fases.

7. El papel del profesor y del orientador en el desarrollo de la


Educación para la Carrera.

El hecho de que la Educación para la carrera sea uno de los ámbitos de actuación
de orientador de un centro, conlleva que dentro de este sea concebida como una
actividad más.
Esto se refleja en el hecho de que para que las actividades referidas a este sean
desarrolladas de la mejor forma posible y se consigan alcanzar los objetivos previsto
con la propuesta de las mismas, los docentes deben adquirir un compromiso que permita
romper con el modelo individualista al que se encuentran acostumbrados y facilitar

28
cambios de actitudes y actuación. Se trata de un trabajo colaborativo entre el orientador
y los docentes del centro.
Desde este punto de vista, habría que reflexionar sobre las siguientes exigencias
de la educación para la carrera:
Que el profesorado adopte los principios de la educación para la carrera,
investigando sobre las razones por las que eligieron su profesión, sus
convicciones personales, las condiciones actuales y como estas han
influido en los cambios socioeconómicos.
Que el profesor devenga consciente de las implicaciones profesionales de
los contenidos con los que intenta ayudar a sus alumnos a lo largo del
proceso de aprendizaje.
Los conceptos de la educación para la carrera se pueden enseñar dentro de
cualquier aprendizaje. Esto no es una nueva página de un texto, sino un
nuevo enfoque de la manera de enseñar.
Que los profesores imbuyan a todos los trabajos y a todas las personas que
los realizan; que el alumno se vea sí mismo como futuro trabajador.

Que el profesor ponga el énfasis en las implicaciones ocupacionales de su


materia como manera de motivas a los alumnos a aprender mejor los
contenidos que se le están enseñando. Ver la relación entre lo que se
enseña y lo que se va a necesitar en el futuro es una gran motivación.
Que los profesores colaboren entre sí capitalizando esfuerzos colectivos,
proponiendo proyectos globales y comprometiendo a otros profesores a la
vez o a otros protagonistas de la educación (padres, empresarios, etc.).

Hoyt (1977) propone una serie de objetivos para el desempeño de la tarea del
profesor en la Educación para la Carrera:
La Educación para la Carrera ha de contribuir a que la educación prepare
para la vida adulta (adoptar los principios de la Educación para la carrera).
Ayudar a mejorar el rendimiento escolar de los alumnos, haciéndoles ver la
importancia y la utilidad que tienen las diferentes materias en su futuro
trabajo y en el desempeño de su futura profesión (integración de los
conceptos vocacionales en las diferentes materias escolares).

29
Utilizar una metodología experimental y cognitiva en el proceso de
enseñanza: experiencias, simulaciones, visitas, role-playing, etc.
Servirse de la comunidad para hacer más vivencial el proceso de la
enseñanza y acercar al alumno a la realidad. Utilizar personal de la
comunidad.
Ayudar a los alumnos en el proceso de autoconocimiento y de habilidades
para afrontar la toma de decisiones.
Acercar al alumno al mundo del trabajo, es decir, que vea en las diferentes
asignaturas del currículum objetivos socio-profesionales.
Colaborar los profesores entre si, e implicar a otros profesionales
(empresarios, sindicatos), haciendo una oferta globalizadota e
interdisciplinar.

A estas propuestas de Hoyt, se pueden añadir otras referidas a la integración y


vinculación de los conceptos vocacionales en el currículum de las diferentes materias y
a la creación de nuevas propuestas de itinerarios alternativos de formación.
Esto va a adquirir en los profesores y en los orientadores una formación de
carácter curricular y psicopedagógica, sin olvidar la formación o las destrezas para
coordinar y dirigir equipos de profesores y alumnos (dinamizador de grupos). Si la
Educación para la Carrera se desarrolla en el contexto de las organizaciones, éstos han
de tener un buen conocimiento en el campo de la Sociología, Antropología, Economía y
mundo del trabajo.
Así, podemos establecer que el papel a desarrollar por el profesorado y el
orientador ante la educación para la carrera requiere establecer las funciones de estos.
Estas funciones son complementarias y su puesta en práctica será más efectiva si se
fomenta un clima de trabajo participativo.

PROFESOR ORIENTADOR

- Tener conciencia del valor de la Ecuación - Ayudar a los profesores a entender e implantar
para la Carrera. la Educación para la carrera.
- Ayudar a mejorar el rendimiento escolar - Enseñar al alumno a tomar conciencia de sí,
de los alumnos, haciéndoles ver la estimularle habilidades de vida.

30
importancia y utilidad de las diferentes - Formar al docente para que ayude a sus
materias en su futuro trabajo. alumnos en el su desarrollo personal.
- Utilizar una metodología experiencial y - Hacer ver a los estudiantes la relación existente
cognitiva. entre las materias escolares y las profesiones.
- Servirse de la comunidad para ajustarse a - Coordinar programas de Educación para la
la realidad. Carrera.
- Ayudar a los alumnos en el proceso de - Solicitar colaboración de la comunidad.
autoconocimiento y de habilidades para - Ayudar a los padres en los problemas que
afrontar la toma de decisiones. puedan encontrar.
- Acercar al alumno a mundo del trabajo. - Proporcionar Orientación Profesional
- Colaborar entre profesores. individualizada y en grupo.

31
8. Conclusiones

Desde nuestra propia experiencia, consideramos que es necesario este tipo de


educación en secundaria, y cada vez más. Nos enfrentamos a un mundo cada vez más
complejo y en el que se nos presentan infinidad de obstáculos para llegar a ser lo que
queremos… para terminar haciendo lo que podemos. Además, los adolescentes que nos
suceden se han desarrollado a nivel personal en una sociedad que no da estabilidad,
siendo la inestabilidad (personal, social, económica, laboral…) una de las
características que más nos abruman.

Pensamos que el movimiento de la Educación para la Carrera no se ha de


entender únicamente como un intento por acercar la orientación a la educación sino
que además supone la apuesta por un cambio educativo y social. Este tipo de
educación puede ayudar, además, a situarnos ante un papel profesional, a desarrollar
actitudes y aptitudes como persona y como trabajadores, a darnos seguridad hacia el
futuro y, por consiguiente, a saber afrontarlo lo mejor posible desde una realidad no
muy lejana.

Esta apuesta, no se podría afrontar sin la colaboración de los profesionales de


la educación y de la orientación de los centros educativos y sin la integración de
conceptos vocacionales en los diferentes programas. Esto va a requerir en los
profesores y, especialmente, en los orientadores, una formación de carácter curricular
y psicopedagógica, sin olvidar la formación o las destrezas para coordinar y dirigir
equipos de profesores y de alumnos (dinamizador de grupo).

Así pues, nuestra labor se va haciendo cada vez más multidisciplinar,


conformándose un gran abanico de colores, en el que cada color representa un aspecto
a trabajar y del cual debemos formarnos.

Por último, promover tras esta lectura el estudio y la investigación con objeto
de un desarrollo consecuente de este movimiento desde la Universidad de Huelva,
tomando como referencia las universidades anteriormente nombradas.

32
9. Bibliografía
Álvarez González, M. (1999): El Movimiento de Educación para la Carrera
(Capítulo 11). En Álvarez González, M. (1999): Orientación Profesional.
Barcelona: Cedecs editorial.

Álvarez González, M. (1995): Orientación Profesional. Cedecs, Barcelona.

Bisquerra, R. (Coord.) (1998): Modelos de orientación e intervención


psicopedagógica. Praxis, S.A., Barcelona.

Pereira González, M. , Ging, M. , Dupont, P. (_____): Relaciones entre orientación


para la carrera y educación para la carrera. En http://www.uned.es/edu-doctorado-
funciones-y-desarrollo/compl.htm (Lunes, 16 de Abril de 2007).

Rivas, F. (1995): Manual de asesoramiento y orientación vocacional. Síntesis


psicología, Madrid.

Rodríguez Moreno, M. L. (1992): El mundo del trabajo y las funciones del


orientador. Fundamentos y propuestas formativas. Barcanova temas universitarios,
Barcelona.

Rodríguez, M. L. (Coord.) (1995): Educación para la carrera y diseño curricular:


Teoría y práctica de programas de educación para el trabajo. Universitat de
Barcelona, Barcelona.

Rodríguez Moreno, M. L. (1997): La educación para la carrera en España:


orígenes, desarrollo y consideraciones críticas. En Internet,
http://www.terra.es/personal6/orientadora/textos/eplcesp.pdf (Martes, 17 de Abril
de 2007).

Valls, F. (1998): Fundamentos de orientación profesional para psicopedagogos.


Universidad de Almería, Servicios de Publicaciones, Almería.

33
10. Actividades Prácticas

Práctica 1:

Cita al menos cinco posibles actividades que podrían desarrollarse en un programa


de Educación para La Carrera. Algunas podrían ser las siguientes:
1. "Seguir la pista" destinando todo un día a observar a un señor o señora trabajando en un
oficio;
2. "La varita mágica": si pudiéramos hacer el trabajo que nos gusta, sin tener en cuenta las
notas, el lugar, etc., ¿qué escogeríamos?;
3. Estudio muy elemental de las industrias que destacan en la localidad, etc.

Práctica 2:

Teniendo en cuenta que la Educación para la Carrera debería estar integrada en el


currículum:
- Plantea tres actividades en las que Currículum y Educación para la Carrera se
encuentren integradas?
- ¿Qué actitud/es debe tener el profesorado para desarrollar la Educación para la
Carrera y motivar al alumnado?

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