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MELANNY LISDAY PEÑA QUINTERO

CONTEXTUALIZACIÓN PROBLEMÁTICAS CONTEMPORÁNEAS


SEQUÍAS E INUNDACIONES - EL ÉXODO CLIMÁTICO

Resumen
El cambio climático es la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad.
Las emisiones constantes y desproporcionadas de gases por parte de los países
industrializados, entre otros abusos de los recursos naturales, están provocando graves
modificaciones en el clima a nivel global.
Los países industrializados en su afán por el aumento desproporcionado del consumo en el
mundo, son los principales causantes del gran incremento de las emisiones de gases de efecto
invernadero, como CO2 y metano, generados por actividades humanas como la quema de
combustibles fósiles - petróleo, gas y carbón -y la remoción de bosques. Estas emisiones
impactan el balance climático global causando efectos adversos sobre las condiciones para
la supervivencia de la vida en el planeta.
Con el aumento de la temperatura, se derriten los polos, sube el nivel del mar y las
poblaciones costeras se ven afectadas. La agricultura sufre y peligra la seguridad alimentaria.
Sus consecuencias afectan sobre todo a los países en vías de desarrollo y se traducen en
inundaciones, sequía, huracanes y todo tipo de desastres naturales que dejan a la población
desvalida y sin medios para subsistir.
El cambio climático es un “multiplicador de amenazas” y una de ellas es el desplazamiento.
En Filipinas un 85% de los habitantes afirman que ya notan las consecuencias de la crisis
climática en forma de inundaciones y tifones cada vez más fuertes. En el altiplano
guatemalteco, los campesinos sufren el fenómeno contrario: sequías intensas. Todo eso
desencadena éxodos masivos a los que los países ricos responden levantando muros. Una
respuesta insólita teniendo en cuenta que el modo de vida en los países industrializados es el
principal responsable del cambio climático.
El refugiado climático es un estatus que no está contemplado por ningún derecho nacional o
internacional; una realidad ignorada. Hoy hay más refugiados a causa del cambio climático
que de las guerras. El Banco Mundial calcula que si el calentamiento global fraguado por el
hombre continúa, podría causar 180 millones de refugiados climáticos en 2050. Una tragedia
anunciada.

Problemática
La comunidad científica coincide en que las fluctuaciones del clima son provocadas en gran
medida por el hombre y claramente esto no es un secreto para nadie. Actividades que dan
paso a la contaminación en la tierra, como la tala indiscriminada de árboles, el mal uso del
agua potable, la sobreexplotación de las tierras, el transporte contaminante, la
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industrialización, etc., se conjugan para alimentar un fenómeno que no hace sino acrecentarse
mediante las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta, siendo la
capa de ozono una de las grandes protagonistas al presentar gran deterioro en las estructuras
que la componen, dejando a su paso consecuencias inmediatas que se pueden considerar
irreparables a las cuales no se les ha prestado la atención e importancia que amerita, esto
conlleva a situaciones críticas con el paso del tiempo. El gas más conocido es el CO2,
causante del 63% del calentamiento global, pero existen otros como el metano o el óxido
nitroso.
Nuestra forma desmesurada de estar en el mundo agudiza una crisis ecológica de grandes
dimensiones. La pérdida de biodiversidad tiene efectos negativos sobre varios aspectos del
bienestar humano, como la seguridad alimentaria, la vulnerabilidad ante desastres naturales,
la seguridad energética y el acceso al agua limpia y a las materias primas. También afecta a
la salud del hombre, las relaciones sociales, la libertad de elección y además numerosas
comunidades rurales necesitan los beneficios que aporta el medio natural para sus formas de
vida.
La disminución de las capas de hielo en los Polos debido al aumento de la temperatura en la
tierra , proporciona un incremento del nivel del mar y con ello, inundaciones de zonas bajas
e islas, mientras que en otras zonas se presentan largas sequías que afectan la capacidad de
supervivencia de numerosas especies incapaces de adaptar sus necesidades a las nuevas
condiciones ambientales (migrando, cambiando sus patrones de comportamiento o a través
de modificaciones genéticas, lo cual conlleva un espacio temporal muy elevado), resultando
difícil su conservación.
Nuestro estilo de vida no se limita a devastar los sistemas naturales; también tiene graves
repercusiones sociales y profundos impactos en los derechos humanos de las personas. Uno
de estos impactos es el desplazamiento forzado de poblaciones por la destrucción de sus
hábitats, ya sea como consecuencia del cambio climático o producto del extractivismo, o una
combinación de ambas dinámicas, que ya han obligado a dejar sus hogares a millones de
personas. Sin lugar a dudas los efectos producidos por el cambio climático en la tierra son
numerosos.

Administración Pública
Se considera que el cambio climático es uno de los riesgos globales más perjudiciales al que
nos enfrentamos y que este afecta a nuestras sociedades y a nuestras economías no es
novedad.
Las raíces del fenómeno remiten a un modelo económico y energético basado en los
combustibles fósiles –petróleo, gas y carbón− que se combina peligrosamente con un modelo
de producción y consumo basado en la extracción masiva de energía y materiales consumidos
de forma desmedida, a un ritmo mucho más rápido del que la naturaleza puede reponerlos o
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absorber los residuos. Para poder dar respuesta a estos retos es necesario considerar las causas
profundas del fenómeno desde una perspectiva estructural.
En el proceso de extracción y consumo se destruyen hábitats en los dos extremos de la
cadena. Primero, en los países de origen, con la apropiación y la correlativa desposesión
generada por la actividad extractiva, convertida en extractivismo. Después, en los países de
destino a través de la generación de cantidades ingentes de residuos, que terminan en el mar,
en los suelos y en la atmósfera, sumideros naturales de la Tierra, pero que actualmente están
llegando a su límite de absorción.
Pero en el cambio climático hay diferentes grados de afectación y de responsabilidad,
estableciéndose una relación inversa entre ellos: los países pioneros de la revolución
industrial, que llevan más de dos siglos lanzando emisiones a la atmósfera, tienen mayores
responsabilidades en la generación del cambio climático que los que se acaban de incorporar
o no se han incorporado a la industrialización. Pero se da la paradoja de que los países
industrializados (y ricos), se verán, en general, menos afectados por el calentamiento global
–al menos, en una primera fase–, mientras que los países menos responsables son y serán los
más presionados por los fenómenos climáticos extremos, y en especial las poblaciones más
vulnerables, que disponen de menor margen de maniobra y de respuesta.
Así, el cambio climático, con sus impactos diferenciados, empobrece más a los pobres y
agudiza las desigualdades. Se calcula que unos 65 millones de personas se han visto forzadas
a desplazarse debido al cambio climático entre 2008 y 2014, mientras más de 15 millones
que se ven obligadas cada año a abandonar sus hogares para hacer sitio a las infraestructuras
del “desarrollo económico”. Actualmente, ningún acuerdo internacional específico da
protección a los desplazados ambientales, ya sea por el cambio climático o debido al
extractivismo.
Las repercusiones negativas del cambio climático en la productividad de los cultivos, la
ganadería, la pesca y la actividad forestal serán cada vez más graves en todas las regiones”.
Tal caída de productividad tendría serias repercusiones en la seguridad alimentaria, y a su
vez llevaría a un aumento importante de los precios de los alimentos, lo que afectaría a los
más pobres.
El cambio climático no es sólo una tragedia natural: también es un obstáculo a los esfuerzos
de desarrollo económico. Un par de datos: las inundaciones en el norte de Argentina en 2015-
2016 representaron un costo de US$3,6 mil millones y el huracán Dorian, además de las
pérdidas de vidas, provocó daños a las propiedades que pueden llegar a unos US$7 mil
millones, sin considerar la infraestructura afectada.
Por ello, el signo que adquieran las políticas en los próximos años será crucial para los
derechos de millones de personas. Es pertinente mencionar que esta es una situación que
brinda la oportunidad para dar evidencia de la importancia que tiene el hecho de que el estado
esté conformado por instituciones fuertes que permitan actuar de manera oportuna y eficiente
ante cualquier situación que pueda afectar a la sociedad.
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Nuestros gobiernos tienen un rol fundamental para frenar este fenómeno y sus consecuencias
a través de la inversión pública, instrumentos de fomento, incentivos tributarios y, sobre todo,
de regulaciones ya que estas condicionan el comportamiento de todos los actores públicos y
privados, económicos y sociales. Por eso es clave que los instrumentos que apoyan la toma
de decisiones regulatorias sean un reflejo de las prioridades y las preocupaciones de la
mayoría de los ciudadanos.
Medidas de eficiencia energética, promoción de las energías renovables, urbanismo
sostenible, reforestación, ordenamiento territorial para proteger la biodiversidad; estas son
algunas de las medidas concretas que permiten a un país recortar sus emisiones de carbono y
proteger a los sectores más vulnerables al cambio climático. ¿Cómo se llega a eso? En
muchos casos, a través de regulación.
Por otra parte, para sentar las bases de un manejo inclusivo de los movimientos de población
se requiere un nuevo consenso social que favorezca el bien común, el cuidado de los sistemas
naturales y la protección de los derechos, tanto para los que se desplazan como para los que
se quedan.
Como individuos debemos ser conscientes de los hábitos que nos llevarían hacia un futuro
sostenible; acciones tan básicas como reciclar, reutilizar y reducir el consumo de recursos
naturales, energéticos y de origen animal, serían de enorme ayuda. Todos podemos poner en
marcha actividades que reduzcan las emisiones de CO2 de una manera muy sencilla, casi sin
darnos cuenta. Nuestra contribución, es pequeña, pero importante.

Gráfica

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