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¿La Dialectología de Toltecayolt y Mexicayotl?

Cristina Monzón
CIESAS/El Colegio de Michoacán
Andreo Roth Seneff
El Colegio de Michoacán

Introducción

Las fuentes históricas del siglo XVI, y especialmente las de la


cultura náuatl, nos hablan de un gran cambio iniciado en el
siglo Xü cuyo resultado fue la expansión, sin precedentes, de
un idioma mesoamericano, el náuatl. Los documentos sólo
ofrecen una visión parcial del desarrollo sociopolítico del
náuatl durante este proceso largo y complicado de transfor­
mación sociocultural. El náuatl y su relación con otros idio­
mas no constituyen temas centrales en estas historias; quizás
porque ya desde el siglo Xü el náuatl tenía una amplía
distribución social, se le encontraba tanto entre los dominan­
tes como entre los dominados, tanto entre la gente del palacio
como entre los que trabajaban en los valles de riego o cazaban
en los bosques, lagunas y planicies. En fin, inferimos que al
inicio del siglo Xü, punto de partida de la memoria histórica
de la cultura nauatl, este idioma había logrado una penetra­
ción estrecha y vertical en todos los segmentos sociales del
sistema complejo de civilización mesoamérica: era todavía
sólo un idioma entre muchos, pero sobresaliente en la gama
de ocupaciones sociales de sus hablantes.
Las fuentes nos relatan los cambios socioculturales que a
partir de esta penetración vertical resultan en la expansión y
la hegemonía del náuatl. Nos describen tres periodos genera­
les de cambio en gobierno, gobernantes y territorios subyu­
gados —periodos correspondientes a tres tradiciones de cam­
bio sociocultural: el toltecayotl, el chichimecayotl y el
mexicayotl—.
Como Ixtlixóchitl (1975) enseña, León Portilla (1981)
articula elocuentemente y Boehm de Lameiras (1986) docu­
menta, es el toltecayotl el que expresa una herencia cultural
mesoamericana vasta y continua; tan vasta que incorpora toda
la historia cultural de la Cuenca de México y nos hace
contemplar el desarrollo del Imperio Tolteca, del chichime­
cayotl y del mexicayotl como tres momentos históricos de un
proceso de integración sociocultural más profundo. No obs­
tante, en los avatares históricos de la civilización del México
Central, tenemos noticias de dos periodos importantes duran­
te los cuales el náuatl se convierte en el medio predominante
de comunicación y protocolo entre los distintos grupos. El
primero está asociado con el “fin de Tollan” y la migración
de nauahablantes ya incorporados en la civilización tolteca,
el toltecayotl, hacia nuevos territorios. El segundo periodo, el
mexicayotl, resulta del restablecimiento de una sede de con­
trol “imperial” en la Cuenca de México, obra realizada por
los culhua-mexica. En la formación del mexicayotl tenemos
amplia evidencia del dominio del náuatl y su asociación con
el ascenso mexica; en efecto, la expansión del idioma todavía
estaba en proceso cuando llegaron los españoles.
En contraste, el supuesto de un primer periodo de expan­
sión de la lengua asociado con el fin del toltecayotl centrado
en Tollan, resulta de una inferencia histórica. Tenemos pocos
datos concretos sobre los idiomas que hablaron los grupos
migrantes que salieron de Tollan. Sólo contamos con dos
hechos: primero que en el siglo XVI, los nauahablantes con­
trolaban las zonas de reasentamiento descritas en las fuentes;
y segundo que el náuatl todavía se encuentra presente en un
gran número de estas zonas.

El Toltecayotl, la primera expansión del náuatl

La Historia Tolteca Chichimeca1relata la salida de los tolteca


chichimeca y su ‘complemento’, los nonohualca chichimeca,
de Tollan en el siglo XII y la ocupación de áreas claves en dos
zonas contiguas al México Central, el valle de Puebla-Tlax-
cala y el valle de Tehuacán-Cozcatlán con sus sierras colin­
dantes.2 Sin duda, entre los nueve grupos mencionados en la
Historia Tolteca Chichimeca3 —toltecas, nonohualcas, y sie­
te ‘tribus’ (altepetl) chichimecas— no existía una situación
monolingüe homogénea sino más bien una condición com­
pleja de contacto lingüístico. Pero el náuatl, una lengua
conocida entre los tolteca chichimeca, obviamente gozaba de
cierto prestigio asociado con el hecho de su manejo en el
protocolo entre principales. Tenemos noticias de esto en la
HTCh. Cuando los dos jefes tolteca chichimeca, Icxicoatl y
Quetzalteuac, llegaron a Chicomostoc para buscar una alianza
con siete tribus chichimecas, un chichimeca, Couatzin, sirvió
de nauatlatol durante las negociaciones (párrafo 183, HTCh,
164, Luis Reyes, trad.). Además, uno de los acuerdos durante
estas pláticas parece haber sido el seleccionar al náuatl como
la lengua común entre los tolteca chichimeca y los chichime­
ca.

(210) Luego ya Couatzin, el intérprete del náuatl, le dice a Icxicouatl


y Quetzalteueyac:
-Dice tu padre, tu conquistador: así sea, ¡ea!, ¿con qué hablaron
náuatl?, ¿con qué hablarán los chichimeca?
(211) Luego ya dicen Icxicouatl y Quetzalteueyac, le dicen a Couat-
zin:
-Así sea mi pilli, mi ueyo, que se expresen en náuatl, que hablen los
chichimeca.
Luego ya toma de su chita la mazorca, y la desgrana a la orilla de la
cueva, luego ya les canta:

(212) He aquí el canto con el cual hablaron los chichimeca:


¡Ya come, ya come, que tenga camino!
¡Ya come, ya come, que tenga camino este otomitl!
¡Este otomitl sólo comió y tuvo el camino!

(213) Luego Icxicouatl se pone en pie y a cada uno de los chichimeca


los hace comer, a Aquiyautl, a Teuhctlecozauhqui, a Tecpatzin, a
Tzontecomatl, y a Moquiuix. De inmediato los chichimeca empeza­
ron a medio hablar. (HTCh, pp.168-9, Luis Reyes, trad.)

Sabemos que tres siglos más tarde, el náuatl fue efectivamente


el lenguaje de muchos de los descendientes de las siete ‘tribus’
chichimeca; en un manuscrito contemporáneo con la HTCh,
por ejemplo, grandes nauatlatoles de Quauhtinchan, sede de
un señorío chichimeca, afirman saber de un momento histó­
rico en el que el jefe de su señorío “se contaba” como “de los
tolteca”, ‘toltecanepoallV (MS 1553,80, Luis Reyes, trad.
1988).
Por otro lado, no hay mención del lenguaje que hablaban
los nonohualca chichimeca cuando partieron de Tollan rumbo
a los Valles de Tehuacán-Cozcatlán. Sólo hay diálogos en
náuatl intercambiados entre los jefes nonohualca y los jefes
tolteca chichimeca en la HTCh y también la noticia de que en
el siglo XVI los pobladores de la Sierra de Zongolica4 “hablan
todos la lengua mexicana nonoalca” (Paso y Troncoso,
P.N.E., 231).
Otros indicios más tentativos sobre la expansión del
náuatl asociada con la tradición histórica “tolteca chichime-
ca”, los encontramos en los estudios de Kirchhoff (1962,
251-256). Este autor analiza y compara la lista de los veinte
pueblos del Imperio Tolteca (párrafo 11 de la HTCh) con la
serie toponímica presente en un relato de la migración de los
tolteca chichimeca de Chicomostoc a Cholula (párrafos 231-
262 de la HTCh), reconstruyendo así el esquema de configu­
raciones toponímicas en la organización sociopolítica y cos­
mológica del Imperio Tolteca. Propone que la patria cultural
de los nauahablantes, con su sede o matria en Chicomostoc-
Culhuacán, estaba dentro del Imperio Tolteca, y constituía
una entidad que por razones de su orientación geográfica
Kirchhoff denomina la provincia occidental. En la reconstruc­
ción que hace, también postula la existencia de una zona
compuesta por tres provincias que vinculan Chicomostoc-
Culhuacán con Tollan durante el Imperio y después con
Cholula-Tollan y probablemente Tehuacán-Tollan-Nono-
hualcan. En dos de estas provincias, la provincia central con
su capital, Tollan, y la provincia oriental organizada alrededor
de Tullancingo, encontramos configuraciones toponímicas
que parecen formar parte del toltecayotl nauatl en el mismo
sentido que Morelia e Hidalgo, Juárez y Madero constituyen
configuraciones toponímicas de la cultura nacional mexicana
en la actualidad. Topónimos como Tollan, Nonohualco, Coz-
catlán, Tehuacán, e inclusive Zonguiliucan (Gerhard 1972,
337) aparecen en esta zona y reaparecen en otras áreas aso­
ciadas con la tradición histórica “tolteca chichimeca” y la
lengua náuatl. Kirchhoff nota que las cognadas toponímicas
de los nombres de Tollan y sus pueblos satélites aparecen
“desde el Río Pánuco hasta Tabasco, en el mismo orden de
enumeración con el que se les encuentra en la HTCh, como
ya lo señaló Krickeberg en su obra sobre los Totonaca”
(Kirchhoff 1947, XXII). Hay, también, indicios de esta secuen­
cia en la huasteca (Gerhard 1972, 213, 355) que, según
Kirchhoff, fue posiblemente la provincia norte del Imperio
Tolteca y la zona intermedia entre el occidente y el centro.5
En fin, la historiografía mexicana, especialmente las fuen­
tes de la cultura náuatl, ofrece una memoria que se remonta
al siglo XII y nos da indicios de una primera expansión de la
lengua náuatl iniciada con la migración de los tolteca chichi-
meca y sus ‘complementos’ después del desmembramiento
del estado centrado en Tollan. Un resultado de la asociación
de nauahablantes con Tollan es probablemente la primera
penetración vertical del náuatl a todos los renglones sociocul-
turales de organización en el Imperio, o sea la integración del
náuatl en el toltecayotl. Con “el fin de Tollan” este avance
social del náuatl es probablemente un factor que apoya la
primera expansión territorial de sus hablantes mediante alian­
zas y conquistas, o sea la creación de zonas de dominio del
náuatl tolteca chichimeca.
Como hemos mencionado ya, aún con mayor abundancia
de fuentes historiográficas se puede hablar de la segunda
expansión del náuatl durante la formación del mexicayotl,
desde el inicio de los movimientos mexicas a partir de Aztlán
hasta el dominio de la cuenca de México y los valles aledaños
durante el siglo XV.

Dialectología náuatl y la dicotomía


toltecayotl/mexicayotl

Nuestro propósito aquí es examinar si existe una relación


entre los datos historiográficos que nos dan indicios de dos
expansiones del náuatl asociados con el toltecayotl y el me­
xicayotl y la información dialectológica del náuatl en la
actualidad. Esta no es una preocupación nueva. Como Una
Canger (1988) lo ha señalado, la separación histórica entre
tolteca y azteca es el punto de partida en las indagaciones
dialectológicas del náuatl en el siglo XX. Desde el punto de
vista lingüístico, esta inquietud se plasma en el cambio yuto-
náuatl de t a ti y la distinción resultante entre dos agrupaciones
generales; la designación de hablantes del “náuat” supuesta­
mente correspondía a los miembros de la tradición tolteca y
los del “náuatl” a los azteca o mexica. Sin embargo, como
Canger reporta (1988,40-44), en un trabajo sobre las vocales
proto-aztecas Campbell y Langacker (1978) demuestran que
por una parte el cambio de t a ti es un proceso del proto-azteca
y por otra, que en algunos dialectos de náuatl hay, más tarde,
un retorno a la variante t. En efecto, los hallazgos de Campbell
y Langacker eliminan la posibilidad de privilegiar una dico­
tomía náuat/náuatl como representativa de un cambio defini­
tivo entre dos agrupaciones globales de nahuahablantes: el
cambio t a ti pudiera haber pasado tanto en algunas variantes
del náuatl mexica como en las del tolteca chichimeca.
Por otro lado, es precisamente la situación heterogénea
del náuatl tanto en términos lingüísticos como extralingüísti-
cos la que hace sensato indagar los rasgos globales de dife­
renciación dialectal en torno al marco histórico del toltecayotl
y mexicayotl. Como advierte Canger (1988,51-53), desde
antes de la conquista española tenemos amplia evidencia de
formas y prácticas de diferenciación social, de migración, y
de reasentamiento de grupos étnicos —todos factores signi­
ficativos en los procesos de variación dialectal—.
Los indicios abrumadores de la variación del náuatl en la
actualidad atestiguan la eficacia de todas estas condiciones de
cambio. Lo que fue lengua franca, al menos, durante la
formación y consumación del estado mexica y durante el
periodo de la conquista, se vuelve una lengua vernácula
durante la colonia, una lengua vernácula sin ninguna afinidad
estructural, ningún parentesco, con la nueva lengua hegemó-
nica. De allí que un estudio dialectológico en la actualidad
tendría que contemplar estos cambios y su contexto sociohis-
tórico y bilingüe. Tendríamos que cuestionar el concepto de
“dialecto”, especialmente sus condiciones, y considerar sí,
por un lado, la relación dinámica entre procesos lingüísticos
y, por otro, los sociolectos relacionados a los fenómenos de
interferencia y diglosia comunal, tienen necesariamente co­
mo resultado un nivel de síntesis dialectal para el náuatl.7
Canger, en la decisión de buscar los indicios de una
diferenciación global que sea relevante para la historia pre-
hispánica del náuatl, continúa la tradición de investigar el
parentesco y evolución del náuatl que no su dialectología
actual, evitando así muchos de los problemas arriba mencio­
nados. Postula que “antes del mexica, todos los dialectos del
náuatl fueron coordinados” (1988,48). Por medio de la revi­
sión de los estudios dialectológicos publicados hasta 1985 y
el análisis de un documento nauatl del siglo XVII procura
establecer los rasgos diferenciales de la dicotomía tolteca-
yotl/mexicayotl.
Existe, empero, un esfuerzo heroico para captar las áreas
dialectales del náuatl de hoy en día y, más importante, pro­
porcionar una amplia base de datos para estudios posteriores.
En 1986, Yolanda Lastra presenta los resultados de la encues­
ta dialectológica más extensa realizada sobre el náuatl hasta
la fecha. Los datos fueron compilados por un grupo de
investigadores y estudiantes entre 1974 y 1981. Cubren 90
comunidades repartidas en los Estados de Durango, Nayarit,
Jalisco, Colima, Michoacán, San Luis Potosí, Hidalgo, Vera-
cruz, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala, México
D.F., Morelos, así como en El Salvador. Los datos ya anali­
zados nos permiten ver, en un marco geográfico, los nexos de
variación global así como los puntos de diferenciación mar­
cada del náuatl que se habla en la actualidad.
Lastra (1986,189) cuestiona la posibilidad de establecer
áreas dialectales para el náuatl de hoy sin estudios profundos
a nivel regional y el diseño de muestras y formas de encuesta
sensitivas a cuestiones etnohistóricas, socioculturales, de bi­
lingüismo, etcétera. Su análisis dialectológico se limita a una
tipología. El énfasis se pone en la presentación sistemática de
los datos que son los más amplios que tenemos. Canger (1988,
40) nota que la obra de Lastra no llegó a sus manos a tiempo
para incluir los datos en su análisis y comenta (1988, 53) que
“debemos examinar los resultados de la extensa encuesta de
Lastra y ver cómo pueden ser interpretados en sus propios
términos, cuáles isoglosas y agrupaciones resultantes se vis­
lumbran, y cómo todo esto se relaciona con la historia y la
geografía de las áreas nauatl y del imperio mexica”.8
Nuestro propósito en estas páginas es presentar los resul­
tados de la extensión y aplicación del análisis de Canger a los
datos de Lastra: primero, presentaremos los criterios de dife­
renciación y las áreas dialectales establecidas en ambos estu­
dios; y, luego, examinaremos los rasgos de diferenciación
pertenecientes a ambos agregando la información que tene­
mos sobre el náuatl de la Sierra de Zongolica (Monzón, 1990).

Los rasgos diagnósticos

Canger (1988,64) presenta cinco rasgos diagnósticos cuyos


contrastes le permiten vislumbrar una división global que en
términos geográficos separa la periferia oriental (la huasteca,
la sierra de Puebla, el Istmo, y la zona Pipil de San Salvador)
y el centro (la cuenca de México y los valles aledaños). Los
rasgos identificados, también, parecen reflejar [1] formas
características de una expansión del náuatl asociada con la
tradición histórica tolteca y [2] formas que caracterizan una
segunda etapa de dominio del náuatl resultante de las migra­
ciones mexicas desde Aztlán hacia la cuenca de México.

C uad ro I
Periferia oriental Centro
(Toltecayotl) (Mexicayotl)

e < *u/t,s C
(1) i < *u alveolar
i < *u en el resto
(2) totonik, soso:wik totoinki, soso:wki
caliente, verde
(3) ausencia de o:- pasado presencia de o:-
(4) ausencia de -tin presencia de -tin
plural del sustantivo
(5) nochi ‘todos’ mochi

Lastra, por otro lado, nos presenta una tipología dialectal que
abarca la misma zona geográfica considerada por Canger así
como zonas aisladas de nahuahablantes en el Occidente. La
tipología se establece mediante la agrupación de rasgos para
cada zona geográficamente continua capaz de diferenciarla
de las zonas adyacentes de nauahablantes (1986,190). La
preocupación de Lastra no es histórica sino que busca carac­
terizar la secuencia geográfica de la confluencia de rasgos en
el náuatl hablado en la actualidad.9 De acuerdo con esta
tipología, la dicotomía histórica establecida por Canger se
divide en tres grandes zonas dialectales: la Huasteca, que
Canger incluye dentro de la periferia oriental; y el Centro. En
el caso de la Huasteca los rasgos mencionados son peculiares
a esta área mientras que en las otras dos áreas no hay exclu­
sividad de criterios sino una distribución diferente de agrupa­
ciones o confluencias de los rasgos (véase cuadro II).
Reiteramos que las divisiones propuestas por Canger y
Lastra en primer lugar responden a problemas diferentes; en
segundo, emplean diferentes criterios de agrupación, y, final­
mente, se aplican a dos bases de datos diferentes. En el caso
de Lastra los datos provienen de la aplicación de una técnica
uniforme de encuesta en todas las zonas conocidas de habla
náuatl en la actualidad. Canger, en contraste, analiza los datos
dialectológicos publicados hasta 1985 e incorpora informa­
ción sobre el habla de informantes de Guerrero y Morelos
registrados por el Padre Ruiz de Alarcón en su compilación
de supersticiones a principios del siglo XVü. Como Canger
ha notado, los datos de Lastra son de gran relevancia para el
estudio de los rasgos diagnósticos de una dicotomía histórica
mexica/tolteca. Para incluirlos en este marco de estudio, es
necesario expandir el número de rasgos de diferenciación
establecidos por Canger, incorporando los que de acuerdo con
el análisis de Lastra son procesos presentes en por lo menos
dos áreas de su tipología.
Asimismo, proponemos aumentar aún más la base de
datos incluyendo información obtenida durante dos periodos
de investigación (1982 y 1984) en 21 comunidades de la
Sierra de Zongolica.

La dicotomía reexaminada

Combinamos los siguientes rasgos utilizados en los estudios


de Lastra y Canger:

(1) i < *u versus e < *u/t,s____ C


alveolar
(2) caliente: totonik vs. totonki
(3) crudo: xoxowik vs. xoxowki
(4) ausencia versus presencia de o- pasado
(5) ausencia versus ausencia del plural -tin en sustantivos
huasteca periferia oriental centro

viento: ahakatl viento: ehekat viento: yeyekatl


fuego: tlitl fuego: tit fuego: tletl
sangre: estli /#e/, sangre: esti /y/ inicial en ‘sangre’
caliente: totonik caliente: totonik caliente: totonik
continuativo: -tok continuativo: -tika (vs. -tok, perofrasis con nemi, o presente)
murió: sin o- ausencia de o- prefijo de pretérito -o (vs. au sencia)
está (inanimado): eltok katki u onka: está (vs. yetok, eltok/itstok)
está (animado): istok
2p.pl .suj.: -an, -in 2p.pl.suj.: nan (vs. an-, in-, en-)
yo:na lp.sg.suj., 2p.pl.obj.: n-amech (vs.nimich)
mi ojo: noixteyol mi ojo: ..oi.. mi ojo: noxtelolo (vs. el posesivo + ixtelolo)
tu: ta crudo: xoxowik mi uña: noxti (vs. el posesivo»- isti)
el: ya(?) mi hueso: nomi (vs. el posesivo + omi)
cerros: tepini crudo: xoxowik
se lo di a Uds: nimetsmakak masa: tixti masa: textli
lo endulcé: nitsopeltihki ausencia de -(l)i en palabras
como taxkal presencia de -(l)i
(cuando) bajaba: temoyaya nariz: yakatsol
comió: tlakwahki N /kw/ vs. una labial en kwaeitl ‘árbol’
voló: patlanki /a/ en miak
se pudrió: palanki liendre: asili (con i y sin t)
terminé: nitlanki todo: nochi
qué (pájaro es ese): tlake mi metate: nometl (vs. nometla(w))
ellos: ye?wa(l), ye?wan (vs. pluralización con -ti, -tin o -me)
negativo: amo (vs. maka)
causativo: -wi (vs. lti)
continuativo plural: tikate (vs. -toke)
reflexivo de lp.sg.: no- (vs. nimo-, nino-, nomo-)
condicional: -ni (vs. -skia, -ya)
amo kate o amo onka (vs. ayak, tlei)
ausencia de n final
kñnal
cantidad vocálica
(6) todo: nochi vs. mochi
(7) viento: ahakatl vs. ehekatl/yehekatl/ ihekatl
(8) sangre: #e... vs. #ye...
(9) mi ojo, mi uña, mi hueso: no-i... vs. no-...
(10) continuativo sg., pl.: -tok/toke vs. -tika/tikate
(11) está (animado), está (inanimado) vs. onkañstok vs. ca
(12) ti vs. t vs 1
(13) 2 pers. pl. sujeto:nan-/non-/an- vs. in-/en-/nen-
(14) fuego: tlitl vs. tletl

El resultado del contraste de estos rasgos en cada comunidad


de la muestra se presentan en el cuadro III. La división global
resultante reestablece la dicotomía entre toltecayotl y mexi­
cayotl presentada por Canger. Pero de los catorce rasgos
analizados, sólo cuatro resultan diagnósticos de esta división
global, estos incluyen dos de los rasgos diagnósticos propues­
tos por Canger. En términos geográficos, se establece la
dicotomía entre el centro y la periferia oriental. El centro se
extiende desde la Cuenca de México hacia el sureste en el
estado de Tlaxcala y el oriente-sur-suroriente abarcando co­
munidades en el valle de Toluca, los estados de Morelos y
Guerrero, y comunidades aisladas de Puebla. La periferia
oriental se inicia al noreste en la Huasteca y se extiende hacia
la Sierra de Puebla, el valle de Tehuacán-Cozcatlán y sierras
colindantes, el Istmo, e incluye el enclave Pipil de El Salva-
dor(véase mapa 1).
La distribución geográfica de los rasgos es la siguiente:
(1) i vs. e
El rasgo i/e es el resultado de un cambio histórico pro­
bablemente antiguo. Canger y Dakin (1985, 359) en un
estudio sobre una diferenciación vocálica básica en la evolu­
ción del náuatl, analizan cinco palabras10 y notan que:

En las cinco palabras consideradas... encontramos tanto e como i en


tanto que reflejos de la vocal **u del proto-yutoazteca; el ambiente
MAPA 1
puede además ser definido: la vocal es precedida por **s o **t y
seguida por una consonante alveolar.
Argumentamos que hubo una escisión en náuatl antes de que *u
cambiase. En un grupo * *u se hizo i en todos los ambientes, mientras
que en el otro **u cambio a e en el ambiente anteriormente descrito
y en i en el resto.11

De acuerdo con los datos analizados, las formas con i abarcan


la Periferia Oriental (mapa 1) habiendo tres excepciones,12 se
encuentra además en varias comunidades que constituyen un
área mixta o intermedia entre las dos divisiones globales.13
Por su lado, las formas con e se concentran en el Centro.
(2) istok vs. ca
Huelga advertir que para la codificación del verbo estar,
la oposición no se hizo con base al criterio semántico, más o
menos animado, sino contrastando las formas ‘istok/ictok,
eltok/iltok/ehtok, yetok/yahtok/yekatok y etok/itok’ en opo­
sición a ‘kat/katki/kah/ka/kahke, onka/unka, ompaka/pan-
ka/punk y onok/ono’ por parecer este contraste léxico más
revelador. Los datos de que disponemos en la actualidad
probablemente son deficientes ya que para la mayoría de las
palabras seleccionadas14 encontramos un posible correspon­
diente en el diccionario. Esto nos lleva a suponer que en el
área central se podrán localizar las formas ‘itstika’ y ‘yetika’
correspondientes a istok/itstok y yetok/yatok/yekatok de la
periferia oriental. Si este es el caso el contraste revelador entre
ambas zonas serían las sílabas finales de estos verbos.
Con las salvedades antes hechas y asumiendo que la
forma ‘yetok’ abarca toda la Sierra de Zongolica y parte de
Guerrero,15 veamos ahora la distribución de los datos de que
disponemos. Es claro que las formas agrupadas bajo el rubro
istok es más reducida que las del rubro ka. Están ausentes,
por ejemplo, en varias comunidades en donde se encuentra el
antiguo cambio i *u distribuido de manera predominante en
la periferia oriental,16 y en dos comunidades dentro del área
del centro aparecen con las formas ‘yekatok’ y ‘yetok’ res­
pectivamente.17 En contraste, las formas bajo el rubro ka son
las únicas que se presentan en el centro.
(3) e vs. ye
La semiconsonante y a principio de palabra antes de e es,
relativamente hablando, reciente ya que por un lado no apa­
rece en los diccionarios del XVI y por otro Canger (1978) no
la localiza en las gramáticas de Jalisco de los siglos xvn y
XVIü.18 Sin embargo, su distribución es bastante cercana a la
de i/e, pues e abarca la periferia oriental incluyendo tres
comunidades de la Sierra Norte de Puebla que son miembros
marginales de esta área global.19 En las demás comunidades
de la muestra se encuentra la ye del centro.
(4) totonik vs. totonki
Si suponemos que el rasgo ‘totonik’ ocurre en toda la
Sierra de Zongolica, encontramos una marcada confluencia
con los otros rasgos diagnósticos de la periferia oriental.
Dentro de las zonas geográficas asociadas con la periferia sólo
tres comunidades de la Sierra Norte de Puebla (véase nota
20), una comunidad poblana,20 en los límites centrales entre
los estados de Puebla y Veracruz, y dos comunidades de
Veracruz21 hacen excepción. En el caso de una de las comu­
nidades de Veracruz, Rafael Delgado (Ver 8 de Lastra y RD
de Monzón en Cuadro III), sabemos que se trata de un
asentamiento creado durante la colonia y cuyos habitantes
provienen de zonas aledañas. Mayor información sobre el
origen de sus habitantes permitirá quizás explicar esta diver­
gencia.
En los rasgos diagnósticos de Canger los cambios toto-
nikltotonki y xoxowik/xoxowki son tratados como un sólo
proceso y los datos de la periferia apoyan esta observación.
Sin embargo, en el centro hay amplia variación entre xoxo-
wik/xoxowki, mientras que el uso de tononki es nítidamente
contrastante con la periferia oriental.
(5) los rasgos restantes
Los rasgos restantes del cuadro III ya no presentan una
distribución geográfica reveladora, el sufijo -tik, por ejemplo,
(1) compite con -tika en la Huasteca, (2) caracteriza el resto
de la periferia oriental, pero (3) se extiende también a cinco
comunidades del centro. Como hemos mencionado, la pala­
bra xoxowik se le encuentra ya en toda el área bajo estudio.
De igual manera ausencia versus presencia del prefijo o- de
pasado tampoco es contrastante. La ausencia se localiza en
toda el área, si bien el ser la única opción para los verbos en
tiempo pasado tiende a concentrarse en gran parte de la
periferia oriental. Semejante es el caso del sufijo absolutivo
cuya formas -ti y -t se encuentran en toda el área, limitándose
la forma -1 a aparecer en el centro. Estos rasgos así como los
restantes ya no permiten alcanzar una imagen clara de la
distribución de las variantes.

Conclusión

La revisión de los datos que hemos presentado aquí nos ofrece


solamente cuatro rasgos cuya distribución geográfica conti­
nua nos permite contemplar la existencia de una división
global en las variantes del náuatl de hoy. Podemos hablar de
dos grandes bloques, la periferia oriental y el centro, que
corresponden con la información historiográfica sobre dos
momentos importantes en la expansión del náuatl. Existe,
también, una zona mixta y sólo un mejor conocimiento de la
evolución del náuatl, la antigüedad de los cambios, así como
la etnohistoria local y regional de alianzas y movimientos de
población nos permitirá contemplar su relación con el tolte-
cayotl y el mexicayotl. Es probable, por ejemplo, que el rasgo
**u i, por ser el de mayor antigüedad, mueve la balanza hacia
la inclusión dentro de la tradición toltecayotl (la periferia
oriental) de 8 de las 15 comunidades de Guerrero, 6 de las 22
comunidades de Puebla, y 2 de las tres comunidades del
Distrito Federal.22 Por otro lado, ye y -nki, rasgos más recien­
tes (por lo menos el primero)23 están indicando la relación de
estas comunidades con el bloque del centro, el mexicayotl.
Los datos lingüísticos definitorios, en este caso cuatro de
los cuales solamente uno tiene una gran profundidad tempo­
ral, resultan escasos. Pero permiten hacerse una idea vaga de
la ocupación geográfica de por lo menos dos horizontes del
habla nauatl. Estos dos grandes bloques no son homogéneos.
Y el cuadro resulta aún más difuso por la información prove­
niente de un número reducido de comunidades dentro de
zonas geográficas con una población relativamente importan­
te de nauahablantes; comunidades probablemente repre­
sentativas de su zona pero no adecuadas para establecer con
certeza la situación dialecto lógica. De igual manera, los estu­
dios dialectológicos realizados hasta ahora no han contem­
plado los datos sobre la formación social durante diferentes
periodos históricos en las regiones y localidades bajo estudio.
No obstante, los datos que tenemos sobre las variantes del
náuatl actual presentan un reflejo impresionante de lo que las
fuentes historiográficas del siglo XVI relatan sobre el desarro­
llo de dos esferas diferentes del habla nahua, el toltecayotl y
el mexicayotl, este resultado debe llevarnos hacia una cola­
boración con la etnohistoria y la indagación selectiva de las
regiones de contacto entre los dos bloques históricos del
náuatl. En las fronteras borrosas en donde encontramos la
confluencia de los rasgos distintivos de las dos áreas globales,
existe la posibilidad de que una investigación etnohistórica
indique un periodo de contacto significativo y posibilite un
análisis comparativo relevante a los cambios históricos del
náuatl. Asimismo, Canger (1988,66) hace hincapié en la
necesidad de ir a las fuentes históricas del náuatl escrito
marcando así el acervo impresionante de datos dialectológi-
cos sobre el náuatl actual que ahora requieren análisis en el
contexto de la historiografía del náuatl en regiones específi­
cas. Pone de manifiesto que los materiales resultantes de
cinco siglos de náuatl escrito, ya en archivos o presentados
en gramáticas y códices, nos ofrecen una amplia zona de
investigación hasta ahora poco explorada.
En fin, los estudios dialectológicos no han sobrepasado la
visión de dos horizontes del náuatl presentada en las fuentes
historiográficas del siglo XVI, sin embargo, creemos que las
obras de Canger y de Lastra aquí revisadas nos acercan a una
nueva fase de investigación sobre el náuatl y su historia, una
fase en la cual el concepto de región y su formación histórica,
así como el análisis de documentos escritos dentro de una
región acompañarán los esfuerzos de aislar e identificar los
rasgos dialectológicos de una población de hablantes.
cuadro m

Introducción:
La columna vertical a la izquierda presenta el número con el cual se identifica una población en un estado
dado. Este número corresponde al presentado por Lastra, mientras que las comunidades de la Sierra de
Zongolica se identifican con las primeras letras del nombre de la comunidad. Ambas listas se desglosan en
el apéndice A. La columna horizontal superior presenta los rasgos mencionándose las dos formas que se
están contrastando en cada caso mayores detalles sobre las palabras utilizadas para ilustrar cada entrada se

pasado 0-
*

xoxowik

xoxowki
c

totonik

totonki
s
istok

-tika
-tok
2 *
ai

SLP 0 X X X X X X X
1 X X X X X X X
2 X X X X X X X
3 X X X X X X
4 X X X X
Ver 1 X X X X X X
2 X X X X X X X
3 X X X X X X
4 X X X X X X X
9 X - X X X - X
Pue 1 X X X X X X X
Hgo 1 X X X X X X
2 X X X X X X X
3 X X X X X
4 X X X X X X
5 X X X X X X X
6 X X X X X X X
7 X X X X X X X
Ver 10 X X X X - X
Ver 5 X X X X X X X
6 X X X X X X X
7 X X X X X X X
Pue 5 X X X X X X X
6 X X X X X X
7 X X X X X X X
10 X X X - X X X
12 X X X X X X X
13 X X X - X X X
14 X X X - X X X
15 X X X X X X X
16 X X X
continuación cuadro III

encuentran en el apéndice B. Finalmente los datos son codificados con una cruz cuando se localizó el rasgo
en una comunidad dada, cuando no se contestó esa entrada del cuestionario o no se dispone para la Sierra
de Zongolica de esa información, se deja sin marca, y se escribe un guión deesainformación,
se deja sin marca, y se escribe un guión
nan-, non-,an-

no/ni/xtelolo
in-,en-,nen-

noixtelolo
pasado o-

otros

tletl
tlitl
-tin

l i l i
X X x X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X X X
X X x X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X
X X x X X X
X X X X X
X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X
X X X X
X X X X _2S________ 2L _____
X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X
X X X X X
X X X X X X X
X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X
continuación cuadro III

pasado 0-
*

xoxowki
xoxowik
c

totonik

totonki
4CF

-tika
-tok
5n'
0 « D
« £
17 X X X X X x X
20 X X X X X X X
21 X X X X X X X
22 X X X X X X
Oax 1 X X X X X X X
2 X X X X X X X
Ver 8 X X X X X X
Ma X X X X X X X
Re X X X X X X
So X X X X X
SSA X X X X X
Te X X X X X
Xoch X X X X X
Xon X X X X X X
Zoq X X X
Ac X X X X X X
As X X X X X X
Atlan X X X X X
SJA X X X X X X
Ay X X X X X X
Mix X X X X X X
Pix X X X X X X
RD X X X X X
Atl X X X X X X
Tex X X X X X X
Tía X X X X X X
Za X X X X X X X
Zo X X X X X X
Tab 1 X X X X X
Sal 1 X X X X X
Pue 8 X X X X X x X
9 X X X X X x
11 X X X X X x X
Gro 7 X X X X X X
9 X X X X X X X X
12 X X X X X X X X
4 X X X X X X X
5 X X X X X X X X
6 X X X X X X X X
8 X X X X X X X
1 X X X X X X X X
continuación cuadro III

nan-, non-,an-

n o /n i/x te lo lo
e /y e/i/h ek a tl-
3‘
pasado

n o ix te lo lo
an>

ahakatl

m o ch i
nochi
b<T>

o tro s
1

tletl
3’
o-

3
j

X X X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X
X X X X X X X X
X X X X
X X X X X X
X X X X X
X X X X X
X X X X
X X X X
X X X X
X X X X X X
X X X X X X
X X X X X
X X X X X
X X
X X X X X
X X X X X X X
X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X
continuación cuadro III

pasado 0-
*

xoxowki
xoxowik
c

totonik

totonki

-tika
-tok
istok
9 p> o
o
X X X X
Puc 18 X X
X X X X X
19 X X
X X X X
3 X X
X X X X X X
D.F. 2
X X X X
D.F. 3 X X
X X X X X
1 X X
X X X X X
Tlax 1 X X
X X X X
Mor 1 X X
2 X X X X X X
3 X X X X X X
4 X X X X X X X
5 X X X X X X
6 X X X X X X X X
7 X X X X X X X X
8 X X X X X X X Y

Gro. 3 X X X X X X X
11 X X X X X X
13 X X X X
Hgo 8 X X X X X X X
Pue 2 X X X X X X
4 X X X X X X X
Gro 14 X X X X X X
15 X X X X X X
Gro 2 X X X X X -

10 X X X X X X X
Mex 1 X X X X X X X
2 X X X X X X X
3 X X X X X X X
4 X X X X X X
5 X X X X X X X
6 X X X X X X
7 X X X
8 X X X X X X
9 X X X X X X
10 X X X X X X
continuación cuadro III

nan-, non-,an-

no/ni/xtelolo
e/ye/i/hekatl
3'

noixtelolo
pasado o-

n>

ahakatl
3

mochi
nochi
otros
bn>

tletl
tlitl
D 5’
X X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X X
X X X X X X X X X
X X X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X X
X X X X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X X
X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X
X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X X
X X X X X X X
X X X X X X X X
X
X X X X X
X
X X
X X X X X X X
X X X X X
X
X X X X X
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Memoir 17.

APENDICE A

San Luis Potosí (SP)


0. Cuatlamayán, Ciudad Santos (Antonio Santos)
1. Coxcatlán
2. Xilitla
3. Tlanepantla, Tamazunchale
4. Chapulhuacanito. Tamazunchale

Hidalgo (Hgo)
1. La Reforma (Acatlahapa), Tepehuacán de Guerrero
2. Cuautenahuatl, Huautla
3. Hueyati, Yahualica
4. Xochiatipan
5. Cuamelco, Tianguistengo
6. Chinancahuatl, Zacualtipan
7. Zahuastipan, Metzquititlan
8. Acaxochitlán

Veracruz (Ver)
1. Monte Grande, Platón Sánchez
2. Chicontepec
3. Buenos Aires, Alamo
4. Ixtlahuacan de Madero
5. Tecuantepec, Zozocolco
6. Tlapacoyan
7. San Miguel Tlalpualan. Altotonga
8. Rafael Delgado (antes: San Juan del Río)
9. Mecayapan
10. Pajapan

Puebla (Pue)
1. Metlatoyuca (Las Balsas), Francisco Z. Mena
2. San Agustín Atlihuacan, Xicotepec
3. Xilocuautla, Huauchinango
4. Cuacuila, Huauchinango
5. Chilocoyo, Huehuetla
6. Reyes de Vallarta, Tuzamapan
7. Ayotoxco
8. Jilotzingo, Zacatlán
9. Zacatlán
10. Chignautla
11. Atexca, Aquixtla
12. San Nicolás, Tetela de Ocampo
13. Contla, Zautla
14. Ixtacamaxtitlan
15. Chapas, Libres
16. Chilchitla, Saltillo
17. Chichiquila
18. San Miguel Ayotla, San Francisco Xochiltepec
19. Huatlatlaucan
20. Coapan, Tehuacán
21. Zoquitlán
22. San José Miahuatlán

Tlaxcala (Tlax) v
1. San Pedro Tlalcuapan, Santa Ana Chiautempan

México (Mex)
1. Coyotepec
2. San Jerónimo Amanalco. Texcoco
3. San Pedro Tultepec, Lerma
4. San Miguel Totocuitlapilco
5. Jalatlaco
6. San Miguel Oxtotilpan, Temazcaltepec
7. Ocuilan
8. Acatitlán, Tejupilco
9. Pozontepec, Sultepec
10. Coatepec, Tlatlaya

Distrito Federal (D.F.)


1. San Francisco, Tlanepantla, Delegación de Xochimilco
2. Milpa Alta
3. Santa Ana Tlacotenco, Delegación de Milpa Alta

Morelos (Mor)
1. Tepoztlán
2. Tetelcingo. Cuautla
3. Hueyapan, Tetela del Volcán
4. Cuentepec, Temixco
5. Atlacholoaya, Xochitepec
6. Xoxocotla, Puente de Ixtla
7. Amilcingo, Jantetelco
8. Axochiapan

Guerrero (Gro)
1. Tlamacazapa, Taxco
2. Coatepec Costales, Teloloapan
3. Chilacachapa, Cuetzala del Progreso
4. Xallitla, Tepecuacuilco
5. San Agustín Oapan, Tepecuacuilco
6. Huitziltepec, Zumpango del Río
7. Zitlala
8. Atliaca, Tixtla
9. Acatlán, Chilapa
10. Xalatzala, Tlapa
11. Xalpatlahuac
12. Cuautepec
13. Santa Cruz Acatepec, Ometepec
14. Quetzalapa, Azoyú
15. Zoyatlán y Macahuite, Azoyú

Oaxaca (Oax)
1. Teopoxco
2. San Bernardo Teotitlán (Teotitlán del Camino)

Tabasco (Tab)
1. San Felipe Río Nuevo, Cárdenas

El Salvador
1. Santo Domingo de Guzmán, El Salvador

C o m u n id a d e s d e l a s ie r r a d e Zo ng o u ca

Ac Acatitla
As Astacinga
Atl Atlahuilco
Atlan Atlanca
Ay Ayahualulco
Ma Magdalena
Mix Mixtla
Pix Pixcuautla
RD Rafael Delgado
Re Reyes
SJA San Juan Atlanca
SSA San Sebastián Ayahualulco
So Soquiapa
Te Tequila
Tex Texhuacán
Tía Tlaquilpa
Xoch Xochioca
Xon Xonamanca
Za Zacamilola
Zo Zongolica
Zoq Zoquiapan

APENDICE B

La forma náuatl que se da en cada entrada de los cuestionarios


tiene solamente el propósito de ejemplificar, de ninguna
manera estas formas son representativas de un dialecto en
particular, si bien se pueden encontrar tal cual se dan aquí en
alguna variante nauatl. Debido a la dificultad de utilizar
símbolos especiales hacemos las siguientes modificaciones a
la ortografía:
ch se escribe en lugar de una africada palatal sorda.
x representa una fricativa alveo-palatal sorda.
j representa a la fricativa velar sorda.
kw esta secuencia representa al fonema velar labializado
? representa al saltillo
b representa una fricativa bilabial sonora
(n) símbolo utilizado para la nasal velar sonora

**u > i

Masa ‘tixtli’ (n.158 y 390 del cuestionario de Lastra). En


su defecto se buscó la palabra ‘sentli’ que aparece algunas
veces en las entradas 128. Semilla y 142 grano de maíz. Se
utilizó como apoyo colateral, debido a la inestabilidad de la
vocal, las palabras ‘ihtetl’ barriga (n.45) y ‘istetl’ uña (n.50).
Para la Sierra de Zongolica se consideró ‘sentli’ mazorca,
‘notix’ mi masa, ‘nitex’ yo muelo y ‘okiteski’ ella lo molió.
istok, ca
Se tomaron las siguientes oraciones del cuestionario de
Lastra: 408. El perro está dentro de la casa, 409. La olla está
junto al comal, 410. El machete está en el suelo, 411. ¿Con
quién está tu padre?, 412. ¿Está tu papá?, 414. Mi papá está
ahora en (algún lugar de la zona), 415. ¿Dónde está la iglesia?,
¿Dónde está el machete?
Para Zongolica las formas con ‘ca’ se localizaron en
siempre estuve aquí y hay fiesta e n ____o hay un burro en la
milpa, mientras que la forma ‘yetok’ se obtuvo fortuitamente
al preguntar el está sentado.

e vs. ye

Del cuestionario de Lastra se consideraron las siguientes


palabras: 143,146 Elote ‘elotl’, 60. Sangre ‘estli’, 19. Aire
‘ehekatP. Para Zongolica se utilizó elote, epazote ‘epasotl’,
sangre y aire.

totonik vs. totonki

Damos aquí las variantes de estas palabras que encontra­


mos en los cuestionarios, con la salvedad de que no se
representaron las formas cuya única diferencia se encuentra
en la vocal final.

totonke totonik
totornk toto:nik
toto(n)k tutunik
toto:nki tutu:nik
to:tonki to:tonik
toto(n)ki totoni
tutu(n)ke toto:ni
totunki totonek
tutunke totetonik
tutungi tatonik
totosAki
inutonki
atoto:nki
tononke
totoki
totnke

-tok vs. -tika

Del cuestionario de Lastra: 266. estoy comiendo ‘nitlak-


wahtok’, 267. estamos comiendo ‘titlakwahtoke’. Para Zon-
golica ‘moketok’ él está parado y ‘titlahkwilohtoke’ estamos
escribiendo.
En las comunidades en donde ambas formas se encuen­
tran, se observan las siguientes modalidades: para el centro
-tok se da en el singular y tikate en el plural, por ejemplo:
D.F.l nitlakwatok titlakwatikate
mientras que para Guerrero es a la inversa, por ejemplo:
Gro.5 nitlakwatika? titlakwatoke

xoxowik vs. xoxoujki

Los cuestionarios nos dan las siguientes variantes para


xoxowik:
xoxowik xoxohki
xoxuwik xuxuhki
xuxuwlk xoxo?ke
xuxuwi? xoxoki
xoxobik xuxujki
xoxobek xuxuki
xuxubik xoxolki
xoxobi sanxuxuhki
xuxurwik xohxohki
xoxorwik xuxohki?
xoxowigo?
xoxoik
xuxui
xoxok

O vs. o-

Del cuestionario de Lastra: 275. Olió ‘okihnek’, 276.


Olieron ‘okihnekke’, 320. Ellos nos lo dieron ‘otechmakake’,
339. Bajé de un cerro ‘onitemok’, 357. Lo cerré ‘oniktsak’,
358. Lo cerraron ‘okitsakke, 372. Se pudrió (una fruta) ‘opa-
lanki’, 427. Se cayó cuando bajaba del camión ‘owetski....te-
mowaya’, 425. Me robaron el sombrero que compré ayer
‘onechtekilihke....onikow’. Para Zongolica se consideraron
los ejemplos de que se dispone en el cuestionario de Monzón,
sin embargo no se tienen ejemplos de oraciones complejas
con por lo menos dos verbos en tiempo pasado.
La ausencia del prefijo de tiempo pasado es a nuestro
parecer, problemático ya que la dicotomía ausencia versus
presencia del prefijo parece estar estrechamente ligada al
contexto sintáctico, así por ejemplo , por mencionar sólo un
caso, en Pue. 17 un verbo en tiempo pasado por si solo no
presenta el prefijo, pero en la oración 405 me robaron el
sombrero que compré, el verbo de la subordinada lleva el
perfijo o-.
La utilidad de esta oposición requeriría de un cuestionario
con distintos tipos de oraciones complejas en tiempo pasado
para asegurarse, en la medida de lo posible, la obtención de
ausencia o presencia del morfema o- ya que éste, por lo menos
en la oración 405, se puede encontrar en tres distribuciones
distintas:
ausencia en ambos verbos:
Mex.2 nechichtekiliken ihkow
presencia en ambos verbos:
D.F.3 onichichtekili?ke onihku
ausencia y presencia:
Gro.3 onechichtekilihke nikoh
Pue.17 nechixtekilihke onikow

-ti vs. -/ vs. -t

En posición inicial 151. Basura ‘tlasole’, 215. Sordo ‘amo


tlakake’, 268. Comieron ‘tlakwa’, 2. Fuego ‘tlitl’. En posición
intervocálica 165. mi metate ‘nometlatl’, 166. mi petate ‘no-
petlatl’. Después de consonante humo ‘poktli’, masa ‘tixtli’.
A final de palabra 166. mi petate, 165. mi metate, 161. olla
‘xoktli’, y árbol ‘kwawitP. La Sierra de Zongolica siempre
presenta ‘-ti’

nan-vs. in-

Del cuestionario de Lastra se tomaron: 295. ¿lloraron


Uds. ‘onancho:kake’, 298. Ustedes tienen miedo ‘nomo-
maWtia’, 302. no lo molieron Uds. ‘...nonkiteske’. No se
tienen datos para Zongolica.

-tin vs. otros

Se consideraron aquí 93. tecolotes (tekolotl), 97. Conejos


(tochtli), 122. Pulgas (tekpin), de los cuestionarios de Lastra.
Para la Sierra de Zongolica se tomaron los plurales de ‘yokatP
bestia, ‘choko’ bebé, ‘konetl’ niño que se encuentran en la
mayoría de los cuestionarios, mientras que ‘petlatl’ petate y
‘telpochtli’ joven se les encuentra más esporádicamente.
a h a k a tl vs. e h k a tl

ahakatl yehekatl
ahakat ye?yekatl yeyekatl
hagatl ye?yekal yeyegat
exakatok ye?yeka yeyeka
e?yakatl ye?ye?ka
yahyakatl yeye?katl
ye?kal ehekatl
yehyeka? ehekat
yehyekatl ehegat
yihyeka ehekath
eheka
e?hekatl
e:hekatl
oi

De Lastra se tomó 30. Mi ojo ‘noixtelolo y 51. Mi sangre’


‘noeso’, mientras que para la Sierra se tomó ‘nokni’ mi
hermano, ‘noixko’ enfrente de mi, ‘noixayo’ mi lágrima y
‘toeso’ nuestra sangre. Si bien no todos ellos aparecen en
todos los cuestionarios de Zongolica, se notó que existe una
variación muy amplia en el trato que los hablantes de una
misma comunidad dan a la secuencia vocálica oi.

tlitl v s. tle tl

ti iti tletl
titl tle:tl
tit tetl
ti:t tet
tiht tlel
ti? letl
ti?ti leí
tlil tlekontli
lil
liti
NOTAS
1. Obra historiográfica de los tlacuilos de Cuauhtinchan redactada en la década de los
sesenta del siglo XVI (Kirchhoff, Reyes y Odena 1976,15).
2. Los tolteca chichimeca con una fuerza auxiliar chichimeca derrotaron a los Olmeca-
Xicalanca y sus aliados y tomaron control del altiplano central con su centro en
Cholula. Los nonohualca chichimeca se desplazaron y subyugaron a mixtecas, cho-
chopopolucas, y mazatecas asentados en el valle de Tehuacán-Cozcaüán y la Sierra de
Zongolica.
3. A partir de ahora nos referiremos a esta obra con las siglas HTCh.
4. Sierra colindante con el Valle de Tehuacán y según la HTCh poblado en el siglo xn por
los nonohualca.
5. Según Kirchhoff la huasteca se encuentra señalada probablemente en la lista de los
veinte pueblos. Uno de los múltiples nombres que apunta hacia la huasteca es una
cognada de Pantlanca, primer gentilicio presentado en la lista, que según el esquema
de Kirchhoff se encuentra en la provincia norte. Además la ubicación geográfica de la
Huasteca, su contigüidad con la zona de Tollan-Tullancingo y con el bajío, son todos
ellos factores significativos.
6. Sobre esto la información es abundante y elocuentemente revisada en Boehm de
Lameiras (1986).
7. Hill y Hill (1982) ofrecen una posición radical frente a esta cuestión.
8. “.. .we must look at the results from Lastra’s extensive survey and see how they can
be interpreted on their own premises, what isoglosses and what resulting groupings
they reveal, and how this relates to the history and geography of the Nahuatl areas and
of the Mexica empire.”
9. Con “zonas adyacentes” Lastra se refiere a la secuencia geográfica de poblaciones de
hablantes que no a la proximidad de zonas. En general, las zonas adyacentes de
nauahablantes en relación a un área en la secuencia geográfica de enclaves, son también
las más próximas.
10. sentli, sintli ‘dried corn ear’ **sunu (W H 93)
istetl,istitl ‘nail’ **sutu-1. (cf. M298a)
ihtetl, ihtitl ‘stomach, inside, (when possessed) **patu-t
tesi, tisi ‘to grind ’ **tusu/tusi (M206a)
textli, tixtli ‘corn dough’ **tusu/tusi
(Canger y Dakin, 1985)

11. “In the five words in question... we find both e and i as reflexes of PUA [proto-utoaz-
teco] **u; and furthermore the environment can be defined: the vowel is preceded by
**s or **t and followed by an alveolar consonant.
We argue that there was a split in Nahuatl before *u changed. In one group **u went
to i in all environments, while in the other **u changed to e in the environment
described and to i elsewhere.”
12. Puebla 17,20 y 22 en el cuadro III.
13. En Puebla las comunidades 3,8,9,11,18,y 19; en Guerrero, comunidades 1,4,5,6,7,8,9,
y 12; y en el Distrito Federal, las comunidades 2 y 3. Véase Cuadro III.
14. stok/ictok, verbos que se usan para seres animados en construcciones estativas se
pueden relacionar con la palabra ¡tztíca cuya forma transitiva significa ‘vivir con o
estar cerca/lejos de’ y en su forma intransitiva, ‘despierto, levantado, ver’ que encon­
tramos en el diccionario de Simeon. Yetok/yahtok/yekatok probablemente correspon­
den a yetica del diccionario y cuyo significado es ‘ser, encontrarse a gusto’. Para el
segundo grupo encontramos en el diccionario ca/catqui ‘ser, encontrarse’ que podemos
relacionar con kat/katki/kah/ka/kahke; oncan/uncan ‘allí, allá, donde, en aquel lugar
indicándolo’ que correspondería a onka/unka; ompa/umpa ‘allí, allá, en otro lugar’ o
a ompa ca o ‘aquí esta’ para ompaka/panka/punk; finalmente onoc ‘estar acostado o
alargado’ hablando de gente o de objetos largos que relacionamos con onok/ono.
15. Un hablante de Guerrero 4 nos indicó la existencia de yetok con el significado ‘ahí
está él’.
16. Comunidad 10 en Veracruz; las comunidades 3,8,9,17,18,19,20,21, y 22 de Puebla;
comunidades 1 y 2 en Oaxaca; y 2 y 3 en el Distrito Federal.
17. Comunidades 6 y 7 de Morelos (Cuadro HI).
18. “This prothetic y has probably developed fairly recently. It does not occur in Classical
Nahuatl nor in the two Jalisco grammars from 1692 and 1765,..”(Canger, 1978).
19. Comunidades 8,9, y 11 de Puebla (Cuadro III).
20. Chichiquila, Pue. 17 en Cuadro III.
21. Veracruz 5 y 8 (también RD)
22. Guerrero 1,4,5,6,7,8,9,12, Puebla 3,8,9,11,18,19, y D.F. 1,2 en Cuadro III.
23. Dejando de lado a ca cuyos datos son probablemente deficientes.

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