que siento, que puedas entender por ti misma el hechizo que arroja el dominante color café de tus ojos.
Que sea palpable el deseo que yace en mí
cuando cruzamos las miradas, que tanto para ti como para mí prevalezca ese deleite exorbitante de poder rozarnos la piel el uno con el otro. A ciega u oscuras, con sed, con sudor, con cansancio, pero siempre con amor…
Encontrándonos solo con el aroma, donde le
delicada silueta de tú cuerpo es la guía a mis más profundos anhelos, donde te sientas única sobre mi pecho, donde lo duradero se hace efímero y lo efímero permanece grabado en nuestros pensamientos, te quiero Dailuz N…
Mis días se convirtieron en el atardecer tenue
del puerto de Puerto Wilches, repasando la suavidad de las nubes y recordando todo lo vivido contigo en tan poco tiempo.
Pero mi pecho arde con solo saber que puedo
perderte… mi pecho duele cuando veo en tu mirada que lo nuestro te lastima y en mi mente solo existe el deseo de que seas feliz.