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El xx desde el XXI.

Revisando un siglo / coordinadoras Delia Salazar y Lilia


Venegas. - México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2008.
364 p.; 23 cm. - (Colección Científica; 532, Serie Historia)

ISBN: 978-968-03-0330-4

l. México - Historiografia - Siglo XX - Investigaciones. 2. Siglo xx - México-


Investigación histórica - Alocuciones, ensayos, conferencias. 3. Movimien-
tos indígenas - México - Siglo xx - Alocuciones, ensayos, conferencias. 4.
Desarrollo económico - México - Siglo XX Alocuciones, ensayos, conferen-
cias. 5. Demografia - México - Siglo xx - Alocuciones, ensayos, conferencias.
1. Sal azar, Delia, Coord. 11. Venegas, Lilia, Coord. III. t. El veinte desde el
veintiuno. Revisando un siglo. IV. Serie.

LC: F1224 V44

Primera edición: 2008

D.R. © Instituto Nacional de Antropología e Historia


Córdoba 45, col. Roma, c.P. 06700, México, D.F.
subjomento.cncpbs@inah.gob.mx

ISBN: 978-968-03-0330-4

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Impreso y hecho en México.


HISTORIOGRAFÍA REGIONAL SOBRE

EL SIGLO XX MEXICANO (1968-2000)

Pablo Serrano Álvarez*

Por regla general, la historia regional suele prevalecen en el conjunto mayor y parte de la
expresar el conjunto de fenómenos y hechos existencia del Estado, el gobierno y el sistema
relativos a un microespacio relacionado con político.?
un conjunto social y cultural local, estatal Ambas ramas de la historia mexicana han
o regional, donde han emergido niveles trazado senderos en la historiografía. Uno ha
microespaciales que tienen que ver con el privilegiado las migajas y las partes, es decir, los
barrio, el pueblo, la comunidad, el municipio, fragmentos de una pluralidad diversificada de
el estado o regiones establecidas más allá de las la sociedad y la identidad. Otro ha cumplido su
delimitaciones jurídico-administrativas. Lo papel en cuanto a lo homogéneo, unificado y
regional y lo provinciano se contraponen a centralizado, es decir, ha ofrecido un bagaje de
lo nacional con un alto grado de regionalismo conocimientos que han servido a la identidad
reivindicador y autogestivo.' nacional como factor permanente de unidad
En contraposición, la historia nacional social, tenitorial y política."
se ha concentrado en el acontecer histórico La historia regional permaneció atrapada
global del territorio, que unifica y hornoge- en la crónica, el recuento empírico, la margi-
neiza a sus habitantes sin importar la diferen- nación y la reivindicación de valores, símbolos
ciación y la pluralidad, pues desde los puntos y acontecimientos siempre opuestos al nacio-
de vista sociopolítico, cultural y territorial, los nalismo, con un alto grado de regionalismo
fenómenos y hechos del pasado son factores y provincianismo, que fueron en contra de
de expresión de la unidad e identidad que la unificación del Estado, el centralismo

'Instituto Nacional de Estudios Históricos de la 2 Luis González y González, "Un siglo de aportacio-
Revolución Mexicana. Agradezco los apoyos para la nes mexicanas a la historia matria", en Invitación a la
elaboración de este artículo, que me han brindado microhistoria, México, Clío/El Colegio Nacional, 1997,
Óscar Eduardo Martínez Ramírez, Alejandra Aguirre pp. 67-69. Véase Con RobertA. Potash, "Historiografía
Herrera yJavier Garciadiego. del México independiente", en Historia mexicana; México,
1 Luis González y González, "Microhistoria para El Colegio de México, vol. X, 1961,pp. 361-412;Enrique
multiMéxico", en Invitación a la microhistoria, México, Florescano, El nuevo pasado mexicano, 2a. ed., México,
Clío/EI Colegio Nacional, 1997 (Obras completas de Cal y Arena, 1992, pp. 49 Y50.
Luis González y González, tomo IX), pp. 53 Y54. De 3 Estrecha liga que menciona Luis González y
utilidad en esta consideración es la obra de Enrique González, "Suave matria", en Invitación a la microhistoria,
Florescano, Memoria mexicana, México, FCE, 1995 [la. México, enero-marzo 1961; Clío/El Colegio Nacional,
reimpr.], pp. 514 Yss. 1997, pp. 167 Yss.

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del poder y el advenimiento de la identidad siempre condicionada por sus tres cimientos
nacional. Por lo menos durante el siglo XIX principales: la historia patria," la historia de
y la primera mitad del xx esta rama de la bronce? y la historia oficial.f
historia se encerró en sí misma, cumpliendo De hecho, la historia regional se vio conta-
su papel marginal y reivindicador de iden- minada por los afanes de estas otras tres, prin-
tidades e historias menudas y comunitarias, cipalmente por el patriotismo provinciano,
cuyos hechos y acontecimientos solamente el panteón de héroes y bronces identificados
importaban a los pobladores involucrados y con el ser provinciano, y por los aconteceres
a los símbolos y valores que los unificaban y hechos reivindicadores y legitimadores del
dentro de su espacio menudo y localista. Por statu quo político, social, económico y cultural
regla general, el regionalismo estuvo lejos y de la provincia.
fue ajeno a lo nacional y global y, aún más, El peso de la historiografia nacional llevó
extraño al centralismo y a la supuesta unidad siempre a la revisión de los acontecimientos
de lo disímbolo. El estilo narrativo y la crónica y hechos de las historias locales y regionales y
fueron sus características." por lo común a la mezcla o mediación de lo
La historiografia moderna y contemporá- general en lo particular. Las partes se revisaron
nea de México presentó, por lo menos hasta en función del todo, como para tratar de
los cincuen ta del siglo XX, dos ramas o tenden- encontrar lo homogéneo en la diferenciación,
cias fundamentales: una nacional y otra loca- la unidad dentro de la pluralidad, el pan
lista y regionalista, digamos que provinciana. dentro del migajón. Asimismo para identificar
Ambas fueron positivistas y pragmáticas, pero lo local y regional con el todo nacional. Los
evolucionaron hacia la crítica historicista y regionalistas y revisionistas procuraron
llegaron al esquema de la crítica y el análisis, incluirse dentro del nacionalismo histórico en
con el sustento documental pertinente. Una, cada etapa marcada por la necesidad de la
la historia regional, tardó más que la otra en
esta evolución, lo que resulta comprensible 6 La historia patria no negó sus razones en torno
por su marginación y aislamiento y digamos a la reivindicación patriotera de símbolos, valores y
que por su encierro crónico frente a la impor- expresiones conectados al nacionalismo cohesionador
y legitimador de la sociedad y el territorio frente a
tante y siempre vigorosa historia nacional.P
las agresiones del exterior y frente a las oposiciones
A pesar de ser la más vieja, la historia regionalistas en su interior. Véase el concepto de
regional no había logrado madurar ni evolu- historia patria en Luis González y González, "Suave
cionar frente a la importancia del Estado, patria, revela ya tu verdadera historia", en Revista M
la Universidad M México, UNAM, nueva época, núm. 24,
la nación, la unidad nacional y la identidad
abril de 1983, pp. 17-22.
nacionalista, palestras desde las cuales la 7 La historia de bronce resaltó a los personajes
historia nacional había alcanzado su madurez, conductores de la patria y de la nación como entes y
agentes de la vida patria y de su conducción, ejemplos
4 Véase del mismo Luis González y González, reales y simbólicos que engrosaban el panteón nacional,
"Historia regional en sentido riguroso", en Invitación estatuas que unificaban e identificaban al ser nacional
a la microhistoria, México, Clío/El Colegio Nacional, con su lucha emprendida en bien de la unión en defensa
1997, pp. 192 Y 193. Un buen balance de este tipo de de la patria. Véase como muestra la ejemplificación
historiografía se encuentra en Mana de la Luz Parcero, que presenta Luis González y González, La rancla de
Introducción bibliográfica a la historiograJía política M lasgeneraciones, México, Consejo Nacional de Fomento
México, siglos XIXyXX, México, UNAM, 1982, pp. 129-188, Educativo, SEP, 1984, pp. 5-8.
con una bibliografía que refleja las líneas de produc- 8 Véase Luis Villoro, "La tarea del historiador desde
ción historiográfica de este periodo. la perspectiva mexicana", Historia Mexicana, México,
'Véase Á1varoMatute Aguirre, "Pensamiento histo- El Colegio de México, vol. XI, núm. 3, enero-marzo de
riográfico mexicano del siglo xx", en La desintegración 1960, p. 339. La tesis sobre el pragmatismo es de Á1varo
MI positivismo (1911-1935), México, FCE, UNAM, 1999, Matute Aguirre, La teoría M la historia en México (194()
pp. 13 Y ss. 1973) México/SEP, Diana, 1981 (Colección Sepsetentas

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--------- HISTORIOGRAFÍA REGIONAL SOBRE EL SIGLO XX MEXICANO

homogeneidad y la unificación, como una para servir al todo nacional. A pesar de esto,
forma de no marginar y aislar los fenómenos no se detuvieron el conocimiento del acon-
locales y regionales del contexto de la nación, tecer, los orígenes, las causas, el desarrollo
la patria, el Estado y la identidad histórica y a consecuencias de determinados hechos,
unificada." . unos entremezclados con los aconteceres y
La construcción de la historia nacional personajes nacionales, otros vinculados con el
durante el siglo XIX e inicios del xx estuvo ser provincial, que solamente interesaba a los
siempre vinculada con la unidad y la perma- allegados, a los gobernantes, a los poderosos,
nencia de un todo centralizado e incluyente. a los eruditos y a los maestros con formación
Única manera de construir los cimientos de normalista.'!
la historia patria, la historia de bronce y la La mezcla de la historia regional con la
historia oficial, como tendencias cohesiona- historia nacional pareció factible en el trans-
das de la identidad mexicana que uniría, a su curso de la primera mitad del siglo XX, aunque
vez, a la sociedad nacional en el territorio y la separadas y forzadas por la fuerza del Estado,
identificaría con la causa común de la cons- los gobiernos, la educación, la ideología y la
trucción y consolidación del Estado-nación. identidad dirigida. Eso sí, las partes desapa-
El poder político, dentro de cada etapa histó- recieron de la historia patria, la historia de
rica, hizo su parte dentro de esta elaboración bronce y la historia oficial, dedicadas a reforzar
unificada y nacionalista, sin detenerse en la la unidad, la interpretación común, la homo-
diversidad y la pluralidad que evidentemente geneidad y la centralidad de la nación mexi-
existía en valores, símbolos, expresiones y cana, compuesta por el Estado, el gobierno,
acontecimientos. La diferenciación no fue el territorio y la identidad, bases principales
aceptada, mucho menos la.ínterpretacíón que de una sociedad nacional organizada y lineal,
fuera en contra de la iden tidad nacional que se sin diferenciación ni diversidad, sin pluralidad
estaba construyendo y consolidando, a la par ni fragmentos.F
del Estado-nación.!" La confrontación entre la historia regional
Las localidades y provincias quedaron al y la historia nacional continuó siendo parte de
margen de esa construcción, debido a su voca- la identidad mexicana. Emergieron entonces
ción por la minucia, el aislamiento y el frag- las diferencias en torno a la historiografía que
mento, como un mosaico imposible de unir los historiadores hacían dentro de cada rama,
precisamente atendiendo a la renovación de
temas, tendencias, corrientes, interpretaciones
Diana, 126), pp. 12 Y ss. También Luis González y
González ha definido con precisión este tipo de histo- y formas e intenciones de historiar. Los histo-
ria; véase su anículo "De la múltiple utilización de la riadores se dividieron a partir de ambas esferas
historia", en Carlos Pereyra et al., Historia, ¿para qué], del saber histórico mexicano, incorporando
México, Siglo XXI, 1980, pp. 64 Y ss. Véase la visión de
Enrique Florescano en la misma publicación, "De la
memoria del poder a la historia como explicación", 11 Véase Álvaro Matute Aguirre, "Precursores de la
pp. 91 Yss. historiograffa regional", en Revista de la Universidad
9 Luis González y González, "Suave matria", 1997, de México, UNAM, núm. 538, noviembre de 1995, pp. 50
pp. 184 Y ss. También, del mismo autor, "Usos y abusos Y ss.
de la historiografía mexicana actual", en Panorama 12 Véase laentrevista de Tania Carreño KingyAngélica
actual de la hisloriografía mexicana, México, Instituto de Vázquez del Mercado con Luis González y González
Investigaciones Históricas Dr. José María Luis Mora, titulada "Crítica de la historia pragmática", en Nexos,
1983, p. 12. México, núm. 191, noviembre de 1993, pp. 35-39.Véase
10 Véase al respecto las consideraciones de Enrique las atinadas consideraciones de Enrique Florescano en
Florescano, "El poder y la lucha por el poder en la "La influencia del Estado en la historiografía mexicana",
historiograffa mexicana", en Nova Americana, Turín, en Siempre. Suplemento La Cultura en México, México,
Italia, núm. 3, 1980, pp. 199 Yss. núm. 759,31 de agosto de 1976, pp. IV-XL

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nuevas tendencias y caminos dentro de la gobiernos, que hasta apoyaron proyectos de


historiografia del país." gran envergadura, colectivos y concentrados
La renovación historio gráfica comenzó en el esquema positivista, unos, historicista,
en el decenio de los cuarenta de la mano de otros. Tales fueron los casos de la magna obra
la tendencia historíográfica nacional, que dedicada a la República Restaurada y al Porfi-
encontró un nuevo camino que agregó a riato, que dirigiera Daniel Cosío Villegas, y del
la historia patria, la historia de bronce y la proyecto revisionista y oficial que emprendió
'historia oficial: la historia académica o cien- el Instituto Nacional de Estudios Históricos
tífica, que surgió aparejada a esta tendencia de la Revolución Mexicana (INEHRM) Ydirigió
con un cobijo historicista pero profesional Salvador Azuela, con apertura hacia la historia
e institucional al fin. Esto se prolongó hasta estatal con cariz oficialista.!"
finales del decenio de los sesenta." Como diría Luis González y González, a los
La modernidad llevó a la historiografía estudios históricos regionales y provinciales
nacional hacia la profesionalización y la insti- todavía no les "llegaba su fiesta". Encerrados
tucionalidad, indispensables para que despe- en el positivismo pragmático y político, en el
gara de una historiografía acadérnico-cientí- revisionismo oficial, en la historia de bronce
fica que hizo tambalearse a la rama erudita, ajustada al panteón provincial, al empirismo
positivista e historicista que campeaba en el recuperador de datos, fechas, hombres y docu-
ambiente historiográfico de los cincuenta y mentos, a leyendas y tradiciones orales, y al
sesenta, toda~a dominados por el "pragma- patriotismo pueblerino y estatal, los historia-
tismo político" que influía en las interpreta- dores regionales no alcanzaron a visualizar o
ciones del pasado mexicano y las determinaba, intentar la crítica y la reflexión, mucho menos
con un alto grado de contaminación virulenta la búsqueda de la verdad o la objetividad, pero
proveniente de la historia patria, la historia de tampoco el logro de la profesionalización o la
bronce y la historia oficial que enaltecían al institucionalidad de los estudios históricos o
Estado o al gobierno en turno y,por ende, a la de los archivos y bibliotecas que favorecieran
modernidad que promovía el régimen surgido o estimularan el hallazgo y ordenación de
de la Revolución Mexicana.!" fuentes y, por ende, el sustento fundamental
Entre 1940 y 1970 la historiografia acadé- de la historiografia que realizaban. Obvia-
mica mexicana recibió el estímulo de institu- mente, hubo excepciones a la regla."? La
ciones financiadas por el Estado y los sucesivos preocupación de los historiadores entusiastas,
autodidactas, abogados y políticos por las
13 Véase Luis González y González, "Minuta de un
viaje redondo", en Jean Meyer (coord.) , Egohistarias. El localidades, ciudades y pueblos y también por
amor a Clio, México, CEMCA,1993, pp. 62 Yss. los estados de la Federación fue amplia entre
14 Álvaro Matute Aguirre y Evelia Trejo, "Veinte años

de historia de la historia en México", Memorias del


simposio de historiografia mexicanista, México, Comité 16 Romeo Flores Caballero, "Tendencias de la in-
Mexicano de Ciencias Históricas, Gobierno del Estado vestigación histórica en el México contemporáneo",
de Morelos/UNAM, 1990, pp. 3 Y4. en Contemporary Mexico. IV Iniernational Congress of
15 Gloria Villegas Moreno, "Panorama actual de la Mexican History, Berkeley, University of California
historiografia mexicana", en Panorama actual de la his- Press/El Colegio de México, 1976, pp. 788-799; Álvaro
tonografia mexicana, México, Instituto de Investigaciones Matute Aguirre, "La historiografía mexicana contem-
Históricas Dr.José María Luis Mora, 1983, pp. 34 Y35; poránea", en Ciencias socialesen México. Desarrolloy pers-
Álvaro Matute Aguirre, La temía de la historia ..., 1984, pectivas, México, El Colegio de México, 1979, p. 76.
pp. 18 Y 19. Véase Enrique Florescano, "La nueva in- 17 Rafael Montejano yAguinaga en San Luis Potosí,
terpretación del pasado mexicano", en Horacio Crespo, José Fuentes Mares en Chihuahua y Luis Medina
Luis González y González et al., El historiador frente a Ascencio enJalisco fueron los más destacados según Luis
la historia, corrientes historiográficas actuales, México, Gomález y González, "Tres historiadores de provincia",
IIH-UNAM,1992, pp. 7 Y8. 1997, pp. 137-157.

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HISTORlOGRAFÍA REGIONAL SOBRE EL SIGLO XX MEXIGANO

1940 Y 1970. Destacaron los casos del Estado popular y agrarista de ese proceso histórico
de México, Veracruz, Nuevo León, Jalisco, y estimuló la interpretación de la historia
San Luis Potosí y Guanajuato." regional con una mirada mediadora del
A mediados del decenio de los sesenta el contexto nacional, evidentemente centrada
panorama historiográfico nacional y regional en la actuación de los sujetos históricos, lo
empezó a dar signos de cambio y renovación. cual representó una importante novedad.I'
En mucho, el proceso de profesionalización Del lado regionalista, en 1968 Luis Gonzá-
e institucionalización iniciado en los cuarenta lez y González dio a conocer su Pueblo en vilo.
comenzó a dar frutos vinculados con el con- Microhistoria de San José de Gracia,22 donde se
texto mundial de los paradigmas historiográ- plantea la reivindicación académic7lae1a
ficos de Europa y Estados Unidos que trasmi- mKrohistoña como aIfemativa pa.ñi"feforzái-
naron la historiografia académíca.l? ala-ñlsillria régionarfuexi'cana a partiraeIi
La corriente revisionista de la historio- aífereñ.CiaCióli-;-lá'·pluralída-d-y'la heteroge-
grafía nacional emergió a partir del libro ñeraaa;~siempre}5fe'señteSén'Ta'''his tOria
de John Womack sobre el zapatismo, que ;'¡adónaIapartiroe fiaITiós: pueblos, comuní-
apareció en 1965 en Estados Unidos20 y vino nades; müiiicipios, estados y regiones; ámbitos
a cuestionar la interpretación que sostenía espaciales que cuentan con su propia historia
que la Revolución Mexicana había sido un e identidad, cuyos universos son una totalidad
hecho nacionalista, popular y epopéyico, histórica de larga, mediana y corta duración;
lineal y homogéneo. Emergieron entonces Las fuentes primarias, la tradición orar-yél
algunos actores y sujetos sociales que habían andamiaje profesional del historiador regio-
mostrado cierto recelo respecto a que la Revo- nalista daban la pauta para reforzar este tipo
lución fuera un conjunto de revoluciones y de estudios, marginados de la historiografía
proyectos, movimientos sociales y programas nacional desde sus vertientes de la historia
políticos heterogéneos, bases desde las cuales patria, la historia de bronce y la historia oficial,
podría reinterpretarse la historia contempo- pero también desde el punto de vista de la
ránea de México. Womack afianzó la visión historiografia académica. Era hora de reivin-
dicar la historia regional desde una perspectiva
18Véanse las muy pertinentes apreciaciones de Luis
González y González al respecto, "Historia regional en
universalista y total frente a las interpreta-
sentido riguroso", 1997, pp. 190-200. ciones lineales y homogéneas de la historia
19Casi todos los análisis historiográficos sobre la global nacional, pero también, evidentemen-
historia nacional y regional coinciden al marcar esta te, para renovar a este tipo de historiografia
etapa como renovadora. Véase Pablo Serrano Álvarez
(coord.), "La historiograña regional de México. Balance, frente a las corrientes tradicionales que se
situación y perspectivas. A manera de introducción", seguían cultivando, atrapadas en la crónica, la
en Pablo Serrano Álvarez (coord.), Pasado, presente y narrativa, lo autodidacta y lo polítíco.P
futuro de la historiografía regional de México, México, I1H,
UNAM,1998, p. 16-26. Véase Beatriz Rojas, "Historia 21Véase las consideraciones de Romana Falcón al
regional", en Gisela von Wobeser (coord.), Cincuenta respecto en "Las regiones en la Revolución. Un itine-
años de investigación histórica en México, México, I1H, rario historiográñco", en Carlos MartínezAssad (coord.),
uNAM/Universidad de Guanajuato, 1998, pp. 31~319; Balance y perspectivas de los estudios regionales en México,
también José María Muriá, Centralismo e historia, México, México, CllH/VNAM/MiguelÁngel Porrúa, 1990 (México:
El Colegio de Jalisco, 1993 (EnsayosJaliscienses), p. 22. actualidad y perspectivas), p. 69.
Para el caso de la historiografia nacional véase Javier 22Luis Gonzálezy González, Pueblocn vilo, Microhistoria
Rico Moreno, Pasado y futuro en la historiograjia de la de San José de Gracia, México, El Colegio de Méx~co,
Revolución Mexicana, México, CNCA/INAR/uAM-A, 2000 1968. El prólogo de la obra es muy claro en cuanto
(Ensayos, 8), pp. 16 Y17. intenciones y objetivos, dicho sea de paso.
20Traducido y publicado al español con el título: 23Véase del mismo Luis González y González, "El
Zapata y la Revolución Mexicana, México, Siglo XXI, arte de la microhistoria", 1997, pp. 20 Yss. Sobre el
1969. significado de la obra de Luis González y González para

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-------------- PABLO SERRANO ÁLVAREZ

Ambas aportaciones historiográficas dieron que recuperaba las fuentes y sintetizaba los
pie a una bifurcación de la historiografía procesos históricos heterogéneos fuera del
nacional en los setenta, en la que resaltaron campo de la interpretación nacionalista.P
las corrientes revisionistas centradas en él Conforme a esta perspectiva, la histo-
análisis y estudio de la Revolución Mexicana riografía nacional se renovó a partir de los
y sus secuelas, y las corrientes que privilegia- esfuerzos por la síntesis global, pero también
ron los estudios relacionados con la historia de los logros analíticos provenientes de la
"municipal, estatal y regional de largo alcance, sociología, la ciencia política, la antropología
y también los vinculados al revisionismo en y la economía. El revisionismo historiográ-
materia de estudios de la Revolución Mexi- fico primó durante los setenta y continuó en
cana." buena parte de los ochenta. Las monografías
La historiografía nacional se vio estimulada y las síntesis fueron privilegiadas tanto por
por la corriente revisionista no conforme con los historiadores mexicanos como por los
lo asentado sobre la realidad y el cambio de extranjeros.i"
la Revolución, y se abocó a desmitificarla para Un primer esfuerzo colectivo, financiado
cuestionar el autoritarismo gubernamental por el gobierno echeverrista, fue la "Historia
priísta, la cara del llamado "milagro mexicano" de la Revolución Mexicana" de El Colegio de
y la identidad unificadora que tenía aplastada México, que reunió a un equipo de historia-
la interpretación nacionalista de cariz oficial. dores nacionales profesionales, cuya visión era
Después del movimiento de 1968, las contra- heterogénea y global respecto a los periodos
dicciones en la realidad histórica del país no que transcurrieron desde el maderismo
eran yajustificables a partir de la historia de hasta la presidencia de Adolfo López Mateos.
la Revolución y mucho menos convincentes La Revolución aparecía como un proceso
para la historia patria y la historia de bronce, histórico que había marcado toda la historia
cuyos símbolos y valores caían por su propio contemporánea del país con su colección de
peso, sobre todo con un enfoque académico bronces, hechos y datos significativos para la
historia oficial. Se hizo un esfuerzo por tomar
en cuenta las relaciones del centro con la
la historiografía mexicana véase Álvaro Ochoa Serrano
periferia para resaltar acontecimientos signi-
(ed.), Pueblo en oilo. La fuerza de la costumbre. Homenajea
Luis Gonxález y Gon:uílez, México, El Colegio de Jalisco/El ficativos entre el centro y las regiones, como
Colegio de México/El Colegio de Michoacán, 1994, una mediación constante y frecuente que
en especial los trabajos de José Lameiras, pp. 27-36, marcaba a las historias municipales, estatales
José María Muriá, pp. 49-56, YCarlos Martínez Assad,
pp. 75-82.
y regionales, sobre todo a partir de 1920. La
24 El revisionismo se entiende aquí como la conti- colección de gobernadores y presidentes,
nua recurrencia a "revisar" los periodos históricos a líderes y caciques, estadistas y caudillos,
la luz de la historiografía nacional, en especial en las partidos políticos y organizaciones sociales
regiones, pero también de la Revolución Mexicana. El
revisionismo se expresó al advertir ciertas carencias, emergió como parte de la modernidad histó-
ausencias y también significados de ciertas etapas de
la historia de México. A la luz del presente se recrean
algunos aspectos o se llenan huecos historiográficos. 25 Guillermo Zermeño, "La historia. ¿una ciencia en

Esta concepción está lejos de la visión ortodoxa de crisis? Teoría e historia en México, 1968-1988: una pri-
la revisión ideológica de las revoluciones. Véase, al mera aproximación". en Memorias del simposio de histo-
respecto. Atan Knight, "Interpretaciones recientes de riografia mexicanista. 1990. pp. 28 Y ss.
la Revolución Mexicana". en Memorias del simposio de 26Véase el artículo de Atan Knight, "Interpretaciones

historiografía mexicanista, 1990. pp. 193 Y ss. Esta apor- recientes de la Revolución Mexicana". en su versión
tación también fue publicada en Secuencia, México. original de Memorias ...• 1997. pp. 197; Y de Javier
Instituto Dr.José María Luis Mora. núm. 13. enero-abril Garciadiego, "Revisionistas al paredón", publicado en
de 1989. pp. 23 Yss. el mismo texto. pp. 219-221.

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--------- HISTORIOGRAFÍA REGIONAL SOBRE EL SIGLO XX MEXICANO ---------

rica marcada por la Revolución en la historia Frente a los sintetizadores, los regionalistas
contemporánea nacional." prefirieron ahondar en las diversidades, los
Los sintetizadores nacionales y extranjeros, fragmentos, las particularidades y los espacios
como los denomina Alan Knight, pulularon . microhistóricos, a partir de la monografia, sin
entro del revisionismo y las especializa- descartar la interpretación relacionada con las
.ones temáticas y mono gráficas también, relaciones entre el centro y la periferia y su
especialmente concentradas en las historias relación con las causas, desarrollo y secuelas de
cuantitativas, orales, de las relaciones inter- la Revolución, concentrándose en el periodo
nacionales, agrarias, laborales, educativas, de de 1900 a 1940.30
os movimientos sociales, de las relaciones El enfoque historiográfico regionalista
T esia-Estado, biográficas ligadas a la política, brindó amplias posibilidades a algunos his-
e ideológicas. toriadores o cientistas sociales mexicanos y
La producción historiográfica relaciona- extranjeros interesados en la historia acadé-
da con la Revolución Mexicana fue abundan- mica profesional que, por medio de las fuen-
re; se encontraron causas, evolución y conse- tes primarias y los enfoques teórico-meto-
cuencias y resaltó la manifestación de los dológicos, lograron estimular y renovar la
"muchos Méxicos", un mosaico complejo, historiografia regional, siempre frente a la his-
variado, plural y heterogéneo útil para desmi- . toriografia nacional, sin adoptar la postura
rificar a la Revolución popular, monolítica oficial o patriotera muy común en los estados
y lineal que la historia patria, la historia de de la República.f
bronce y la historia oficial habían impulsado Los regionalistas abrieron una brecha
desde 1920. En alguna forma se recuperó la impresionante en los estudios históricos al
interpretación que Frank Tannenbaum plan- privilegiar la Revolución, la posrevolución, el
teara en los treinta sobre la heterogeneidad y siglo XIX y el Porfiriato, sobre todo en el
la multiplicidad del proceso revolucionario.i" decenio de los ochenta cuando esta corriente
marcado por las identidades, sociedades y
realidades locales y regíonales.i? Mexican State", en LatinAmerican Researcb Reoie», vol.
Aparejada a la corriente revisionista, sin 20, núm. 3, septiembre de 1985, pp. 195-217; Enrique
Florescano, El nuevo pasado mexicano, pp. 71 Yss; Carlos
.~mbargo, la corriente regionalista emergió Martínez Assad, "El laberinto de la historia regional",
estrechamente vinculada con los trabajos de en Los sentimientos de la región, del viejo centralismo a la
]ohn Womack y Luis González y González. nueva pluralidad, México, INEHRM/Océano, 2001 (El
Ojo Infalible), pp. 71-82.
27Enrique Florescano, "La nueva interpretación 30 Véase el análisis de la historiografía extranjera,
del pasado mexicano", en Horacio Crespo, Luis González principalmente estadouinidense, al respecto: Barry Carr,
y González et al., El historiador frente a la histaria, comen- "Recent Regional Studies ofthe Mexican Revolution",
tes historiográficas actuales, México, IIH, UNAM, 1992, p. en Latin American ResearchR.eview,vol. 1, núm. 15, 1980,
23. Véase también la interesante aportación de Álvaro pp. 3-14; Thomas Benjamin, "La Revolución es regio-
Matute, "Historia política", en la misma obra, p.7!. nalizada. Los diversos Méxicos en la historiografía re-
28Véase Charles A. Hale, "Frank Tannenbaum y la volucionaria", en Thomas Benjamin y Mark Wasserrnan
Revolución Mexicana", Secuencia, México, Instituto de (coords.) , Histaria regional de la Revolución Mexicana. La
Investigaciones Históricas Dr. José María Luis Mora, provincia entre 191()'1929, México, GNGA (Regiones),
nueva época, núm. 39, septiembre-diciembre de 1997, 1996 pp. 427 Y ss.
pp. 127-166. 31 Véase al respecto Mark T. Gilderhus, "Many
29 Véanse las apreciaciones de Ajan Knight en el Mexico's: Tradition and Innovation in the Recent
artículo citado en la nota 27 y las consideraciones, sobre Historiography", en Latin American Research Review,
el revisionismo de David Bailey, "Revisionism and the vol. 2, núm. 22,1987, pp. 255-266; Linda B. Hall, "The
Recent Historiography ofthe Mexican Revolution", en . Mexican Revolution and Its Aftermath: Perspectives
Hispanic American Historical R.eview,vol. 58, núm. 1, 1978, from Regional Perspectives", en Mexican Studies/
pp. 62-79; Thomas Benjamin, "The Leviatan on the Estudios Mexicanos, vol. 2, núm. 3, verano de 1987,
Zocalo: Recent Historiography ofthe Posrevolutionary pp. 413-420.

37
--------------- PABLO SERRANOÁLVAREZ ---'-------------

de interpretación histórica alcanzó su madurez La segunda fue la historiografia regional,


y provocó un boom dentro de la historiografía con un mosaico temático concentrado en la
de México. Este movimiento comenzó a prin- revisión de importantes momentos y fenó-
cipio de los setenta con los trabajos de Héctor menos revolucionarios, mayormente los
Aguilar Camín y Enrique Krauze, y se fortaleció porfirianos o posrevolucionarios mediados
al final de la década con los estudios de o marcados por las relaciones con el centro
Romana Falcón, Carlos Martínez Assad, Paul nacional, de los cuales se distinguieron los
Friedrich, Heather Fowler Salamini, Francisco ocurridos en estados o regiones como San Luis
Paoli y Enrique Montalvo, que se concentraron Potosí, Sonora, Veracruz, Tabasco, Yucatán,
en distintas cuestiones relacionadas con la Michoacán,jalisco, Oaxaca, Estado de México,
Revolución. Hubo también un impulso desta- Sinaloa, Guerrero, Hidalgo, Chihuahua o
cado para otras épocas de la historia mexicana Aguascalien teso34
con los trabajos de Alejandra Moreno Toscano, De 1982 a 1990 la historiografia regiona-
Enrique Florescano, David Brading, Brian lista cobró un renovado impulso gracias a las
Hamnett, Jaime Rodríguez, Charles Macune, \..... políticas de descentralización fomentadas por
Leticia Reina, Moisés González Navarro,jean el gobierno federal. La creación y el apoyo a
Meyer, Carmen Blázquez, Sergio Ortega proyectos institucionales de formación, profe-
Noriega y jesús Gómez Serrano, entre otros sionalización y especialización en historia y
que se insertaron dentro del nuevo enfoque ciencias sociales en los estados de la República
regionalista académico.V estimularon el desarrollo de nuevos centros
Dos historiografías renovadas surgieron de investigación y universidades estatales y
en los setenta y ochenta. Una fue la nacional, brindaron posibilidades de renovación a los
concentrada en la síntesis y la interpreta- regionalistas y revisionistas en los estados y
ción multidisciplinaria, o en los temas de regiones.
las relaciones internacionales, la estructura Igualmente el gobierno estimuló la renova-
agraria o el referido a la cuestión laboral, ción, modernización y rescate de importantes
donde fueron importantes los trabajos de repositorios documentales y culturales en loca-
jean Meyer,john M. Hart, Ramón Ruiz, Hans lidades y estados, abrió espacios propios para
Werner Tobler,john Tutino, Lorenzo Meyer, la investigación histórica, apoyó programas y
Pablo González Casanova, Eugenia Meyer, proyectos editoriales que impulsaron el desa-
Friedrich Katz, Enrique Semo, Adolfo Gilly, rrollo de las historias generales y de síntesis
Arnaldo Córdova, Alan Knight y Francoís- en los estados y estimularon la microhistoria.
Xavier Guerra, que retornaron el enfoque Hubo apoyos considerables a algunos centros
concentrado en la interpretación marxista y de investigación en la ciudad de México con
popular, el de Tannenbaum sobre la multirre- proyectos y programas de estudio y editoriales
volución regionalista, el de la explicación ideo- de tendencia regionalista."
lógica, el del movimiento de las élites políticas,
el del mundo agrario, el esquema laboral, y el
que considera a la nación multiheterogénea y Véase al respecto las apreciaciones de AJan Knight en
multirrevolucionaria.P "Interpretaciones ...", 1990, p. 198.
M Carlos Martínez Assad, "Historia regional.;.", en

Horado Crespo, Luis González y González et ol; pp. 122


32 Véase el balance emprendido por Enrique Y 123. La historiografia marxista se insertó dentro de
Florescano, El nuevo pasado ..., pp. 72 Yss; véase Álvaro esta producción; véase, al respecto Andrea Sánchez
Matute Aguirre y Evelia Trejo, 1990, pp. 5 Yss. Quintanar, "La historiografia marxista mexicana", en
33 Pablo Serrano Álvarez, "Historiografía local Panorama actual.i., 1983, pp. 23-3l.
y regional sobre la Revolución mexicana", en Sólo 35 Luis González y González, "Veinte años de mícro-
Historia, núm. 10, octubre-diciembre 2000, pp. 5 Y6. historia mexicana", en Invitación ..., 1997, pp. 201-214.

38
--------- HISTORIOCRAFÍA REGIONAL SOBRE EL SIGLO XX MEXICANO ---------

En los setenta esta tendencia institucional Con el estímulo institucional se logró de


y oficial ya se había manifestado den tro del inmediato que la historiografia regionalista
Instituto Nacional de Antropología e Historia alcanzara una renovación cualitativa y cuanti-
(INAH), en sus centros regionales de Jalisco, tativa sin precedentes, que se profesionalizara
Sonora, Morelos, Yucatán, Guanajuato y a los historiadores regionales y se vinculara,
Oaxaca, y en la Universidad Nacional Autó- cada vez más con las tendencias historiográ-
noma de México (UNAM) en Baja California. ficas mundiales y nacionales. La profesionali-
A estos esfuerzos se sumó a principios de zación e institucionalización de los estudios
los ochenta la fundación de los colegios en históricos pronto pusieron a la historiografía
.Zamora, El Bajío, León, Sonora, Jalisco, la regional en un lugar destacado dentro de la
Frontera Norte, el Estado de México y Puebla producción académica sobre la Colonia, el
gracias a la iniciativa de Luis González y siglo XIX, el Porfiriato, la Revolución, la posre-
González y siguiendo el modelo de organi- volución y el periodo contemporáneo, frente
zación y operación de El Colegio de México. a las tendencias de la historiografía nacional
Varias universidades recibieron del centro académica, oficial y de bronce, también
recursos adicionales, para crear licencia- concentradas en el revisionismo general o
turas y posgrados en historia; también se les sintetizador, o en la reiteración patriotera y
otorgaron recursos gubernamentales para el política de la biografía y los símbolos.Y
fomento de programas editoriales." Las historias estatales y generales, junto a
A esta labor se sumó el Archivo General un nutrido conjunto de monografías, consti-
de la Nación, que creó el sistema nacional de tuyeron el inicio de un proceso de fragmen-
archivos y se abocó a organizar y modernizar tación y pluralismo historio gráficos que
los acervos municipales y estatales. No pocos reflejaba la pluralidad y complejidad de la
gobiernos estatales dieron apoyo a la organi- historia mexicana en prácticamente todos los
zación, funcionamiento y modernización de periodos y etapas, y en una amalgama de
archivos y bibliotecas municipales y estatales, Y' acontecimientos y hechos históricos en todas
respaldaron la realización de proyectos edito- las ramas de la historia. Un ejército de histo-
riales de recuperación de fuentes y el surgi- riadores surgió desde finales de los ochenta,
miento de proyectos de investigación sobre su lo que se advirtió en el auge de las publica-
historia municipal o estatal. Varias iniciativas ciones institucionales y privadas relacionadas
promovieron la operación de importantes con la historia mexicana regionalista y loca-
archivos privados en los estados y en la lista, tanto en México como en el extranjero.
ciudad de México. También en el centro se A este renovado impulso se agregó, sin duda,
crearon instituciones de investigación, como la difusión de la historia en medios electró-
el Instituto de Investigaciones Históricas Dr. nicos e impresos, que la popularizaron en los
José María Luis Mora, el Centro de Estudios estados y en el centro.P
Superiores en Antropología Social y centros La historia de los estados de la República
universitarios que recibieron apoyos para la estimuló la historia local enmarcada dentro de
investigación y las publícaciones.F los límites jurídíco-polítícos; igual aconteció

Un balance importante se encuentra en PabloSerrano lainformacióncontenida en LuisGonzálezyGonzález,


Á1varez(coord.), Pasado, presenteyfutuTO, 2000. Jean Meyer y Enrique F1orescano,Historia regior¡al y
36 José María Muriá, "La historiografía regional", archivos, México,AGN, 1982,39 p.
1998, p. 48. 38 VéaseEnrique F1orescano,"Lanueva interpreta-
37 LuisGonzálezyGonzáleze HiradeGortariRabiela, ción...". 1992, pp. 1!>-17.
Historia regional. Guadalajara, Programa de Estudios 39 Como muestra Pablo Serrano Á1varez,en "La
Jaliscienses,Universidadde GuadaJajara,1991. Véase historiografíaregional...", 1998, pp. 21-24.

39
-------------- PABLO SERRANO ÁLVAREZ --------------

con las historias municipales, donde se sintió participación de historiadores noveles yconso-
la influencia de la tendencia encabezada por lidados residen tes en la ciudad de México
Luis González y González en torno a la micro- y en los estados. Entre 1983 e inicios de los
historia de larga duración, universal y total. noventa se publicó un cúmulo de volúmenes
Jalisco, Sonora, Michoacán y Baja California de fuentes y síntesis referidas a casi todos los
Norte fueron los pioneros. Estas historias se estados, con publicaciones adicionales que
complementaron con las monografías de los daban cuenta de la bibliografía o las fuentes
estados para estudiantes de primaria y secun- propias de cada uno.42
daria impulsadas por la Secretaría de Educa- También hacia finales de los ochenta se
ción Pública (SEP), entre las cuales resaltaron realizaron esfuerzos colectivos para revisar
las realizadas por historiadores profesionales los problemas contemporáneos en cada
sobre los estados de Colima, Nuevo León, estado de la República. En la UNAM, Pablo
Yucatán y Michoacán, que sintetizaron las González Casanova encabezó a un equipo
líneas principales de las historias estatales, de historiadores, politólogos, sociólogos,
siempre vinculadas con la periodización de la economistas y antropólogos para conformar
historia oficial nacional, con tintes revisionistas la Colección Biblioteca de las Entidades
sobre cada etapa histórica, reproductoras de la Federativas, producto de un seminario que
periodización y el panteón nacional en cada se organizó en cada uno de los estados desde
provincia.t" 1985 con financiamiento de la Universidad de
Las historias estatales adquirieron una las Naciones Unidas. Su objetivo era analizar
importancia inusitada, con los tintes oficia- los aspectos sociales, económicos, políticos y
listas y revisionistas en la historia de bronce culturales relacionados con los problemas de
y en los valores y símbolos impulsados por la hegemonía, la democracia y el desarrollo
la historia patria que se trasminaban a los económico social en la historia contempo-
estados o, lo peor, con el afán de reivindicar al ránea de México. Estas revisiones, muyanalí-
presente desde el pasado al reconocer la labor ticas, generales y marcadas por la teoría, se
de los gobernadores y poderosos estatales, centraron en los problemas contemporáneos
mediante una legitimación histórica y una cuyo germen nació en la posrevolución. Pese
vocación lineal, enmarcada y homogénea del al destacado esfuerzo analítico que recibieron,
acontecer estatal de larga duración, reivindi- no incorporaron un análisis histórico sirte-
cando así la historia de bronce estatal indiscu- mático ni mucho sustento documental, o el
tiblemente vinculada con la historia patria de respaldo de fuentes de primera mano.P
héroes y villanos en pequeña escala.". El boom historiográfico regionalista y revi-
En el centro este tipo de historia estatal sionista continuó en los noventa con proyectos
también alcanzó beneficios. En el Instituto monográficos y de historias estatales. En 1990
Mora y con el apoyo de varios gobernadores la Dirección General de Publicaciones del
y la SEP, Eugenia Meyer impulsó la realización Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
de síntesis generales para cada estado de la creó la Colección Regiones, tras la convoca-
República, así como la compilación de docu- toria al Primer Concurso Nacional de Investi-
mentos destacados de cada historia estatal. El gación Regional, con cariz multidisciplinario
proyecto sintetizó la Colonia, el siglo XIX, el pero con clara factura histórica y monográñca,
Porfiriato y los inicios de la Revolución, con la Su propósito era estimular la producción de

40 Un primer balance de esto lo presentó el propio 42 José María Muriá, "La historiografía regional",
Luis González y González, en "Veinte años de micro- 1998, pp. 48 Y49.
historia mexicana", pp. 203 Y ss. 43 Así se manifestaba en las contraportadas de los
41 lbid., pp. 205 Yss. libros.

40
--------- HISTORIOGRAFÍA REGIONAL SOBRE EL SIGLO XX MEXICANO

académicos y profesionales de los estudios A inicios de los noventa El Colegio de


regionales y locales, residentes o no en los México y el Fideicomiso de Historia de las
estados, extranjeros y nacionales. libros sobre Américas encabezado por Alicia Hernández
Colonia, el siglo XIX, el Porfiriato, la Revo- Chávez, con el interés especial de Luis Gon-
ción, la posrevolución y el periodo contem- zález y González, realizaron un esfuerzo titá-
poráneo se identificaron en las portadas con nico para producir una Colección de Breves
colores para distinguir las nueve regiones del Historias de los estados de la República, con
mapa nacional. Se publicaron dentro de la el apoyo más que oficial del Fondo de Cultura
colección, en un esfuerzo monográfico que Económica, comandado por Miguel de la
enaltecía la historia local y regional más que Madrid Hurtado, y con el bienhechor apoyo
estatal, al referir los problemas y fenómenos del presidente Carlos Salinas de Gortari. Los
sociales, políticos, económicos, culturales. organizadores del proyecto reunieron a
egiones como El Bajío, la comarca lagu- los historiadores regionalistas y a los revisio-
nera, el Mezquital, la frontera norte, la tierra nistas académicos especializados en algunos
caliente de Michoacán, el norte de Chiapas, materiales sobre cada estado de la República
lo altos de Jalisco, el Soconusco, la Sierra para realizar un recorrido histórico desde el
Gorda, las ciudades intermedias, en diversos y periodo prehispánico y hasta la etapa contem-
pllll tuales temas, aparecieron en esa colección poránea, con una intención narrativa que
todavía vigente." fuera accesible para el público en general,
Estudios regionales de carácter monográ- consistente, de divulgación, carente de sus-
co y multidisciplinario que caben en la antro- tentos primarios o elucubraciones académicas
pología, la geografía, la economía y la historia o teóricas, sin dejar de ser con la factura de
fueron abundantes en los colegios y en los los historiadores residentes en los estados o
centros de investigación estatales, nacionales y en la ciudad de México. La obra contendría
extranjeros; hubo numerosas publicaciones 32 libros de pocas cuartillas, sin citas al pie
"\"un cúmulo de artículos sobre diversos de página, con ensayos bibliográficos y de
problemas contemporáneos estrictamente fuentes primarias y una que otra ilustración
regionales o locales, que se desligaron de las o mapa, sin marcos geográficos, paisajes,
historias estatales, de las municipales y de disquisiciones analíticas o de enfoque.i"
las monografías centradas en determinados Las breves historias de los estados se
periodos. Fueron pocos los que cultivaron el convirtieron en una obra colectiva de gran
énero de la microhistoria barrial, pueblerina magnitud que se esperaba representara por
o municipal, con excepción de Luis González primera vez una revisión acabada que apor-
y González, sus seguidores y discípulos, fieles tara conocimientos históricos relacionados
a las enseñanzas originales de finales de los con la identidad única que caracterizaba a
sesenta. Destacan entre ellos Guillermo Bonfil, cada entidad, al referir sus acontecimientos,
Carlos Gill, Carlos González Salas,Andrés Lira, hechos, identidad, cultura, periodización y
Jorge Martínez Zepeda, Heriberto Moreno, accesibilidad a un público no académico o
Patricia Arias, Jan de Vos, Carlos Herrejón, especializado.'? Se esperaba romper con el
TeresaJarquín y algunos otros." cerco de la historiografía oficial y estatal y

+1 La colección fue coordinada en una época por 46 Dicho proyecto ha sido abordado en líneas
Carlos ManínezAssad y dirigida por Eugenia Meyer en generales por José María Muriá, en "La historiografía
la Dirección General de Publicaciones del eNCA. No se regional", 1998, p. 48.
declaraban estas intenciones en las publicaciones. 47 La presentación de Alicia Hemández y la "Llamada
45 Luis González y González, "Veinte años ...", general" de Luis González y González de alguna forma
pp. 208 Y ss. así lo establecieron.

41
PABLO SERRANO ÁLVAREZ ---------------

también con el monografismo y los estudios grafía acerca de la Revolución Mexicana,


regionales o locales de alturas académicas y mediante el apoyo a las obras y nuevas inves-
científicas; asimismo, se pretendía desentrañar tigaciones que mostraran un claro interés por
los olvidos y ausencias de la historiografía las localidades, estados y regiones, pero tam-
nacional, con factura patriotera, de bronce u bién por temas de historia nacional como las
oficial, producto de la interpretación mediada relaciones internacionales, la recuperación de
por el centralismo." Esta obra puede consi- obras clásicasdel periodo, testimonios, biogra-
derarse de factura regionalista y revisionista, fías, movimientos sociales, cuestiones relacio-
pero también de síntesis oficial estatal, con nadas con los gobiernos posrevolucionarios,
pretensiones narrativas y difusoras, a partir de historia institucional y recuperación de los
una concepción centralizada, sobre todo en la clásicos -que ya se venía haciendo desde
periodización y en la forma, casi unificada, de 1985-. A esta labor se sumó la realización del
interpretación general en torno a la historia primer diccionario sobre la Revolución Mexi-
contemporánea de 1940 a 1990. cana, con una división estatal, que recuperaba
La colección fue inaugurada con la publi- los hechos, acontecimientos y personajes
cación del trabajo dedicado a Colima, por destacados de cada estado de la República.t"
obvias razones, pues el ex presidente coli- La historiografia nacional de los noventa
mense De la Madrid era el director general pugnó por conformar una historia incluyente,
del Fondo de Cultura Económica. Luego le crítica, plural, heterogénea, profesional y
siguieron los demás estados. Hasta ahora han alejada del poder y de los mitos, algo así
salido 27 títulos y se espera que en breve como la democratización de la historia frente
aparezcan los cinco títulos restantes. El al autoritarismo gubernamental y partidista.
esfuerzo bien ha merecido la pena, dada la Sin embargo, el pragmatismo tradicionalista
importancia de contar con una colección de continuó presente a pesar de los años, el
referencia que engloba la historia de cada neopositivismo y el historicismo quedaron
estado de la República de manera breve y ágil, rebasados, y las tendencias académicas, divi-
aunque deben reconocerse y aceptarse sus didas entre el regionalismo, el revisionismo, la
desbalances y generalidades, por un lado, sus narrativa y la difusión, continuaron en auge.
interpretaciones marcadas por la historio- Estas tendencias inundaron la historio-
grafia oficial nacional, por el otro, y sus caren- grafía regional, donde se reprodujeron los
cias y generalidades en materia de historia patriotismos regionalistas, las historias de
contemporánea, especialmente referidas a la bronce provinciales y locales, y las historias
historia del siglo xx en su conjunto; por oficialistas para reivindicar y legitimar a los
último. gobernadores y los p.oderosos. En muchas
El INEHRM instituyó el Premio Salvador regiones y estados se repitió el comporta-
Azuela y un programa de becas anual, con la miento historio gráfico propio del nivel
intención de estimular y fomentar la historio- nacional, a pesar de su constante crítica a las
ausencias y los olvidos de una historiografia
académica y nacional que continuaba despla-
48 A mediados de los noventa fue muy socorrida
zando a las historias locales, estatales y nació-
la tendencia, dentro de la historiografía regional, de la
xenofobia, que establecía una oposición ante el cen- nales en varios procesos)' etapas históricas
tralismo historiográfico, pero también requería que del país. También en las regiones y estados
los historiadores regionalistas y localistas residieran
en los espacios que estudiaban, requisito que provenía
de las enseñanzas de Luis González y González. Esta 49 Como muestra véase un botón: Registro de par-
tendencia fue enarbolada, sobre todo, por José María ticipantes y prayectos de investigación, México, INEHRM,
MUl'Íá;véase Centralismo e historia ... , pp. 5 Yss. 1997,54 p.

42
HISTORlOGRAFÍA REGIONAL SOBRE EL SIGLO XX MEXICANO

los divulgadores se convirueron en entes doras para el conocimiento de un país plural,


autodidactos y servidores de la vulgarización, complejo, heterogéneo y diverso."
improvisados y populares a fuerza de su falta El reto de la historiografía mexicana regio-
de conocimientos frente a los historiadores nalista o nacional ante el cambio político que
profesionales. ha experimentado el país consiste, ni duda
En el último lust.ro de los noventa se cabe, en recuperar, recontar, reinterpretar,
debatió en torno a la ~ecesidad y pertinencia corregir y aumentar una historia incluyente
de elaborar una historia contemporánea de y plural, crítica y profesional, popular pero
México, concentrada en el siglo xx en general seria, objetiva y enriquecedora, combatiente
y en el periodo de 1940 a 2000 en particular/" de los mitos y las mentiras, alejada de las
El pasado inmediato es fuente de inquietud necesidades del poder y la política, profesional
de los historiadores académicos, revisionistas, aunque no legitimadora, abierta pero con
regionalistas y divulgadores, pero también de sustento, seria pero narrativa, científica pero
la historia patria, de bronce y oficial. no acartonada ni alejada de la sociedad, colec-
Las ausencias y carencias obligan a realizar tiva e independiente de los amos políticos,
un esfuerzo colectivo de investigación e inter- económicos e intelectuales y de los divulga-
pretación que dé cuenta del pasado inme- dores improvisados.
diato de la historia mexicana, indispensable Ante el cambio político en México se am-
para entender el cambio democrático que pliará y revisará la historiografía nacional y lo
se experimentó en el año 2000. Es necesario mismo ocurrirá con la historiografía regional.
entender el presente a partir del pasado y será Ambas avanzarán ante los retos y estarán
preciso evaluar, revisar y recrear la historia marcadas por la oposición permanente de los
contemporánea con dos enfoques: la pers- académicos y profesionales frente a los escla-
pectiva nacional y la regional, que son a final vos o autodidactos de la política y los medios
de cuentas dos brechas amplias y enriquece- de difusión.

50 La discusión en tomo a la historia contemporánea


del siglo xx en su conjunto permaneció viva. Véase
Enrique Krauze, "Ser viejos y nuevos y administrar los
desacuerdos", en Patricia Galeana (coord.), México en el
siglo xx, tomo 1, México, AGN, 1999, pp. 41-62; Soledad
Loaeza, "México: el cambio político en el siglo xx", en
Marco Palacios (comp.), Siete ensayos de historiografia.
España, Argentina, México, Bogotá, Colombia, Editorial
Universidad Nacional, 1995, pp. 147-164. Véase al respecto
la revisión historiográfica de Luis Medina Peña, "Historia
contemporánea de México. ¿Tema de historiadores?",
en Gisela von Wobeser (coord.), 1998, pp. 293-3 II ,
que aborda la historiografía multidisciplinaria que se
desarrolló en México durante los últimos treinta años 51 El debate ya se encuentra presente en el medio
del siglo xx, donde politólogos, sociólogos, economistas académico de la historiografía nacional. Véase Soledad
y antropólogos hicieron las principales aportaciones a Loaeza, "De historias oficiales y leyendas negras", en
la historiografía contemporánea. Nexos, núm. 285, septiembre de 2001, pp. 47- 49.

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