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Noruega

Probablemente fueron los daneses quienes le dieron al país de Noruega su nombre hace unos mil
años. Una de las formas más antiguas del nombre es Norðveg, que probablemente significa “la vía
norteña,” o “la tierra hacia el norte,” y Noruega sí está al norte de Dinamarca. Hoy los noruegos
llaman a su país Norge.

“La tierra hacia el norte” no es tan fría e inhospitalaria como aparentemente muchos creen. La
corriente del Golfo de México calienta las aguas costaneras y esto resulta en un clima moderado a
lo largo de la costa. En el interior, sin embargo, los veranos son calientes y los inviernos fríos.

En el norte el suelo es bastante inculto y árido. Cumbres majestuosas ascienden desde el mar.
Algunas tienen más de 914 metros de altura. ¡En el verano el Sol nunca se pone en el ‘mundo
fantástico’ del sol de medianoche! Pero en los oscuros meses del invierno con frecuencia hay
fuertes tormentas de nieve y cellisca que obligan a la gente a quedarse encerrada por días.

La escabrosa costa es el rasgo más característico de la tierra hacia el norte. Fuera de la costa están
las skerries (islas rocosas), que son unas 150.000 islas grandes y pequeñas. Contando las bahías y
los fiordos, la costa misma se extiende por aproximadamente 20.000 kilómetros. ¡Eso es igual a
casi la mitad de la circunferencia de la Tierra en el ecuador!

POBLACIÓN E INDUSTRIAS

Noruega no es un país de mucha población. Aunque tiene aproximadamente el mismo tamaño de
Italia, tiene solo alrededor de 4.000.000 de habitantes, en contraste con los aproximadamente
55.000.000 de Italia. La mayoría de los habitantes de Noruega viven en la tierra baja en la parte
sudeste del país o por la costa. La mayoría de los que viven en la costa se dedican a la pesca para
ganarse el sustento. Aparte de eso, la agricultura, la silvicultura, la manufactura, el embarque y la
minería son las industrias principales.

Arriba en el norte viven aproximadamente 25.000 lapones, un pueblo separado. Estos se


distinguen por su pequeña estatura y cabello negro. Tienen su propia cultura y lenguaje. La
mayoría de los lapones han aceptado un modo de vivir moderno y su vieja cultura está
desapareciendo.

LENGUAJE Y RELIGIÓN

El lenguaje noruego está estrechamente relacionado con los idiomas danés y sueco. La base para
cada uno de los idiomas escandinavos se colocó cuando se establecieron las naciones-estados
norteñas en el período de los vikingos hace unos mil años. Aun después de diez siglos la diferencia
entre los idiomas no es tan grande que los suecos, daneses y noruegos no se puedan entender
unos a otros.

La religión principal de Noruega es la luterana. El país tiene una Iglesia Estatal Luterana y el 96 por
ciento de la población son miembros de ésta. Sin embargo, solo una fracción pequeña de esa
cantidad asiste con regularidad a la iglesia. Aquí, como en otros países occidentales, el interés en
la religión ha estado decayendo. El materialismo y el desplome moral van adelantando
firmemente, aunque aquí esto ha sucedido a un paso más lento que en muchas otras naciones.
Hace unos ochenta y cuatro años una religión diferente vino a “la tierra hacia el norte.” Un
noruego que había emigrado a los Estados Unidos regresó a su país nativo para compartir con su
familia las buenas nuevas que había aprendido. Hasta donde se sabe, así principió la historia de los
testigos de Jehová en Noruega.

SE COLOCA EL CIMIENTO

Noruega fue uno de los primeros países de Europa en los cuales se sembró la semilla de la verdad
en tiempos modernos. En tan temprana fecha como la de 1885, Carlos Taze Russell, el primer
presidente de la Sociedad Watch Tower, instó a dar comienzo a la ‘obra de la cosecha’ en
Noruega. Un hermano noruego-estadounidense le escribió una carta en la cual decía, en parte:

“Soy noruego de nacimiento. Últimamente he orado que el Señor levante a alguien en mi país de
Noruega para que explique las alegres noticias . . . Usted quizás pregunte: ‘¿No les suplen también
a los noruegos lo que necesitan las publicaciones suecas [de la Sociedad Watch Tower]?’
Respondo: ‘No; los dos idiomas difieren tanto que el número de [La Atalaya] en sueco casi no les
sirve de nada a los noruegos, y difícilmente lo lee alguno de ellos.’ . . . Le oro a Dios que haga
disponible la manera de que se publique en noruego.”

En su comentario acerca de esta carta, Russell dijo que esto le recordaba el clamor macedónico.
(Hech. 16:9) Añadió: “Tan rápidamente como se presenten la oportunidad y los medios,
responderemos a la llamada.”

En 1891 el hermano Russell hizo un viaje a Europa para ver si había llegado el tiempo para la
expansión cristiana en esta parte del mundo. Descubrió que así era, y dijo: “En Noruega y Suecia
también hay un gran despertamiento y creciente repugnancia para con la iglesia establecida (la
luterana). Los suecos y los noruegos son personas serias, reverentes, pensadoras, y muchos entre
ellos están dándose cuenta de que una cosa es nacer como miembro de la iglesia nominal y otra
muy distinta el ser cristiano verdadero.”

En 1895 se tradujeron al idioma danés-noruego los tomos primero y segundo de la serie Millennial
Dawn (Aurora del Milenio) de la Sociedad. El danés y el noruego escritos eran muy parecidos en
aquel tiempo. Por eso, con unos cuantos ajustes en ortografía, los libros podían ser leídos sin
dificultad por personas de ambas nacionalidades. Se imprimieron algunos tratados bíblicos para
distribuirlos gratuitamente. Estas publicaciones también fueron provechosas para personas de
descendencia danesa y noruega en los Estados Unidos, los cuales ya eran muchos centenares de
miles.

LOS PRIMEROS PROCLAMADORES DE LAS BUENAS NUEVAS EN NORUEGA

En 1892 un hermano noruego-estadounidense, Knud Pederson Hammer, viajó a su pueblo nativo


de Skien en el sur de Noruega, con la esperanza de compartir las buenas nuevas con su familia.
Antes de que adquiriera la verdad, el hermano Hammer había sido ministro en una iglesia bautista
de Dakota del Norte. Por la visita que hizo a Noruega, su madre y su hermana mostraron interés
en las buenas nuevas.

En aquel tiempo, Rasmus Blindheim vivía en el oeste de Noruega. En 1895, su hermano, que vivía
en Minneapolis, Minnesota, E.U.A., le envió dos libros publicados por la Sociedad Watch Tower, y
él entendió que aquello era la verdad. Obtuvo la literatura de la Sociedad según se publicaba y
sostuvo correspondencia regular con su hermano que estaba en los Estados Unidos. Parece que
Blindheim fue el primer verdadero testigo noruego de Jehová, y se esforzó por esparcir la verdad
durante toda su vida, hasta morir en 1935 a los ochenta años de edad.

En 1899 Knud Hammer regresó a Noruega. El hermano Russell le había pedido que hiciera el viaje
en un esfuerzo por establecer una congregación en Noruega. Hammer llevó consigo algunos
ejemplares de los libros de la Sociedad en danés-noruego y encontró a ciertas personas que
mostraron interés, pero no se estableció ninguna congregación. Él no pudo quedarse en Noruega
por mucho tiempo, pues tenía que regresar a los Estados Unidos.

Sin embargo, pronto la semilla que se había sembrado empezó a germinar y produjo fruto. Cierto
día a principios del siglo, Ingebret Andersen, quien vivía en las afueras del pueblo de Skien, recibió
un libro de un hombre que le dijo que un marinero se lo había dado. El libro era El Plan Divino de
las Edades, el primer tomo de la serie Millennial Dawn (Aurora del Milenio) de Russell.
Probablemente había sido el hermano Hammer quien había llevado este libro a Skien un año atrás.

Ingebret Andersen y su esposa Berthe se entusiasmaron mucho por lo que leyeron en el libro.
Andersen había asistido con frecuencia a reuniones religiosas y había dado testimonios en aquellas
reuniones. Ahora empezó a testificar acerca de las cosas nuevas que había aprendido, y habló
acerca del Milenio, el reinado de mil años de Cristo. Hizo esto varias veces. Pero entonces hubo
rumores de que en aquel lugar había una enseñanza falsa. Durante una de las reuniones, todo el
auditorio se puso de pie y empezó a cantar cuando Andersen quiso dar un testimonio.
Posteriormente él hizo una nueva tentativa, pero lo sacaron de aquel lugar por el brazo.

Sin embargo, algunas personas habían prestado atención a las buenas nuevas que Andersen había
proclamado. Él fue a sus hogares y leyó con ellas el libro y la Biblia. De esta manera, otros se
unieron a él. Con el transcurso del tiempo hubo un grupito de estudiantes de la Biblia en Gråten,
en las afueras de Skien. Estos hermanos asistían a ciertas reuniones religiosas y presentaban
testimonios cuando tenían la oportunidad de hacerlo. Algunos nuevos se unieron a ellos. Al
principio no tenían ninguna literatura. Por eso, el hermano Andersen compuso una canción acerca
del Reino con referencias bíblicas después de cada verso. Esta canción se usaba en la obra. En
realidad, una pequeña congregación cristiana muy activa había surgido, la primera de Noruega.
Los hermanos eran celosos, y no pasó mucho tiempo antes de que hubiera de diez a doce
personas en el grupo.

En 1904 algo sucedió que fue muy animador para estos cristianos de Skien. El hermano Hammer
regresó a ver el fruto de su labor. No conocía a los hermanos, pero había oído acerca de ellos por
medio de uno de sus parientes. Ahora los buscó y les habló acerca de la organización y de la
predicación en los Estados Unidos. También les dio una buena cantidad de tomos de la obra Dawn
(Aurora). Por supuesto, para estos cristianos de Skien fue un gran gozo el que se les recordara que
tenían hermanos espirituales en otros países. El hermano Hammer pronto tuvo que regresar a su
familia en los Estados Unidos. Pero volvió a Noruega de nuevo en 1912, y les habló a los hermanos
y les fortaleció la fe.

Para 1905 un predicador muy extraordinario vino a Skien para hablar por un arreglo relacionado
con una de las sociedades misionales del pueblo. Los hermanos habían oído que éste incluía en sus
discursos pensamientos tomados de los libros Dawn, de modo que fueron a oírlo. Se sentaron al
frente, y escucharon con interés. La última vez que el predicador habló, los hermanos estuvieron
allí de nuevo. Un hermano que anteriormente había sido miembro del Ejército de la Salvación
no pudo contenerse y gritó: “¡Aleluya!” Después de esta reunión, todo el mundo sabía de dónde
había sacado sus pensamientos el orador, y los miembros de la iglesia le dijeron que no lo querían
allí más. Sin embargo, un año más tarde estaba de regreso en Skien, esta vez hablando en
reuniones organizadas por cristianos verdaderos. Pronto veremos quién era.

Desde el principio los hermanos hicieron arreglos para celebrar reuniones, especialmente las
llamadas “reuniones para conversación,” donde se consideraban temas bíblicos. Pronto
comenzaron a anunciar las reuniones en el periódico local. En los anuncios usaban el nombre de
“Aurora del Milenio.” Esta llegó a ser una designación común para ellos como grupo, no solo
dentro y fuera de Skien, sino también en el resto del país.

OTROS PUEBLOS

Durante los primeros años de este siglo, la verdad bíblica también pudo penetrar en otros pueblos
de Noruega, por medio de repartidores viajeros, antecesores de los precursores de hoy. Estos iban
de casa en casa distribuyendo libros y folletos. En la primavera de 1903 dos repartidores, Viktor
Feldt y Fritiof Lindkvist, vinieron desde Suecia. Al principio, el hermano Feldt trabajó en pueblos
del sur de Noruega. Lindkvist, quien con el tiempo llegó a ser el encargado y supervisor local de la
obra en Noruega, se estableció en la capital, Cristianía (ahora Oslo). En fecha tan temprana como
la de 1904, en el hogar de Lindkvist en el 49 A de Pilestrædet se estableció una oficina que
representaba a la Sociedad Watch Tower. Las personas que se interesaban en la verdad podían
escribir a esta oficina y pedir literatura o suscribirse a La Atalaya, que se enviaba desde Dinamarca.
La revista tenía ocho páginas en aquel tiempo y desde enero de 1905 salió mensualmente.

Donde mayor interés se despertó fue en el oeste de Noruega. Hubo excelentes resultados en
Stavanger y Bergen. Lindkvist informó que ciertas personas que se habían interesado en la verdad
habían hecho arreglos para tener “reuniones de lectura” en Bergen, y leían en voz alta de los libros
Dawn. Cuando algo no se entendía, lo consideraban hasta que el punto quedaba claro para todos.
En una de aquellas reuniones en un hogar particular hubo una concurrencia de veintitrés
personas.

Uno de los que aceptó la verdad en Bergen en aquel tiempo fue Theodor Simonsen, prominente
predicador de la Misión Libre. Este fue el hombre que vino a Skien para 1905 y encolerizó a la
gente religiosa con sus nuevas enseñanzas.

Simonsen se interesó en la verdad después de haber recibido un ejemplar de los libros Dawn del
repartidor E. R. Gundersen, quien había venido a Noruega desde los Estados Unidos. Al darse
cuenta de que la doctrina de un infierno de fuego era falsa, Simonsen comenzó a refutarla durante
sus discursos en la Misión Libre, y la gente que lo oía se ponía de pie por la emoción que les
producía esta maravillosa noticia. Pero entonces se supo que había estado en comunicación con el
movimiento “Aurora del Milenio.” Así, cierto día, al terminar su discurso, le entregaron una hojita
de papel que decía: “¡No queremos que nos dé más discursos!” Con eso, lo echaron de la Misión
Libre. Desde entonces en adelante él estuvo hablando al grupo de las personas de Bergen que
mostraban interés en la verdad, un grupo que iba desarrollándose rápidamente.
El hermano Simonsen era un discursante muy apto, y fue principalmente como tal que prestó
servicio a los hermanos durante las décadas subsiguientes. Desde 1919 hasta 1935 representó a la
Sociedad como discursante viajero en Noruega, Suecia y Dinamarca. También podía cantar y tocar
la cítara. Antes y después de sus discursos solía entonar cánticos del libro de cánticos Hymns of the
Millennial Dawn (Himnos de la Aurora del Milenio), acompañándose. El hermano Simonsen murió
en 1955, de noventa y un años de edad, y había servido a Jehová Dios cincuenta años. Pocas son
las personas cuya actividad haya sido tan animadora para los hermanos en Noruega.

Pero volvamos a la obra en Bergen para 1905. La actividad de los repartidores en este pueblo
produjo resultados. Algunas personas habían respondido favorablemente a los discursos del
hermano Simonsen en la Misión Libre. Entre estas personas estuvo la joven maestra de escuela
dominical Helga Hess. A la edad de diecinueve años, ella fue la primera noruega que se hizo
repartidora. Eso fue probablemente en 1905. La luz de la verdad había empezado a despejar la
oscuridad religiosa en el oeste de Noruega, pero ¿qué situación existía en el largo, estrecho y
escasamente poblado norte de Noruega?

LA LUZ BRILLA EN EL NORTE

La primera persona que adquirió la verdad en el norte de Noruega fue Lotte Holm. Ella vivía cerca
del pueblo de Narvik, a unos 200 kilómetros al norte del círculo ártico. En el otoño de 1903 ella
viajó al sur, a Trondheim, donde conoció al repartidor E. R. Gundersen. Él le dio un tratado
pequeño sobre ¿Está sufriendo tormento eterno Jesús? Ella también se suscribió a la revista sueca
I Morgonväkten, precursora de La Atalaya en sueco.

En esta revista Lotte Holm leyó que los cristianos verdaderos celebran la conmemoración o
memorial de la muerte de Cristo solo una vez al año, y aprendió cuál era la fecha del Memorial
para 1904. “Le dije a mi madre que iba a celebrar la Cena del Señor en la fecha de la muerte de
Jesús al mismo tiempo que otros cristianos por todo el mundo,” escribió en una carta a la
Sociedad, “Ella me dio pasas. Yo hice pan sin fermentar y ‘el fruto de la vid’... y celebré sola. En
aquel tiempo no había nadie con ‘oídos que oyeran’ por kilómetros alrededor. Pero yo tuve una
celebración inolvidable en marzo el primer año . . . Mi primera comunicación con la oficina de
Cristianía fue cuando pedí unas revistas para distribuirlas.”

Pronto pareció que había otras personas con ‘oídos que oían en el pueblo de Narvik, no lejos de la
residencia de Lotte Holm. En algún tiempo entre 1903 y 1905 Viktor Feldt fue a Narvik como
repartidor. Allí conoció a un matrimonio que mostró interés, y pronto otro matrimonio se unió a
ellos. Este grupito escribió a la Sociedad para preguntar si había otras personas en la vecindad de
Narvik que estuvieran interesadas en las buenas nuevas. De esta manera llegaron a comunicarse
con Lotte Holm, quien vivía a solo unas cuantas horas por embarcación desde Narvik. Este grupo,
el primero en el norte de Noruega, ahora constó de cinco personas. Por muchos años éstos fueron
los únicos cristianos verdaderos en aquella parte del país. Lotte Holm permaneció fiel a Jehová
Dios hasta su muerte en 1966, cuando tenía casi noventa y tres años de edad.

LOS REPARTIDORES

Los repartidores, siempre en movimiento, trabajaban por completo un pueblo o territorio,


colocaban literatura en manos de los que mostraban interés y entonces pasaban a otro lugar. La
oficina les enviaba la literatura cuando la necesitaban.
Uno de los repartidores que hicieron extensos viajes fue Andreas Øiseth, quien adquirió la verdad
en 1908. Cierto día cuando cortaba madera en la granja de su padre, en la parte oriental del sur de
Noruega, lo visitó un repartidor. Él adquirió el primer tomo de Millennial Dawn, (Aurora del
Milenio), e inmediatamente se dio cuenta de que aquí estaba la verdad. Dentro de un año había
tomado su decisión: Entregaría la granja a su hermano y comenzaría a servir de repartidor.

Primero, Andreas Øiseth consiguió una bicicleta y empezó a trabajar hacia el norte
sistemáticamente, sin dejar ningún pueblo ni comunidad. También hizo un “trineo movido a
patadas,” y éste fue su medio de transportación durante el invierno. En este trineo llevaba cuanto
necesitaba... alimento, ropa y literatura. Cuando se iba haciendo tarde en el día, empezaba a pedir
un lugar donde dormir, y, en la mayoría de los casos, se le otorgaba, puesto que en aquel tiempo
la gente mostraba mucha hospitalidad a los viajeros.

El hermano Øiseth no volvió hacia el sur sino hasta que llegó a Tromsö, a 1.100 kilómetros al norte
de su hogar. Camino al sur, trabajó por todos los fiordos, valles e islas hasta que llegó a la parte
más meridional del país. ¡Habiendo terminado esta gira, había abarcado casi todo el país y había
estado viajando continuamente por ocho años!

Más tarde el hermano Øiseth trabajó en la oficina de la Sociedad por muchos años, y, entre otras
cosas, hizo obra de traducción. Hasta su muerte en 1973, a la edad de ochenta y ocho años, estuvo
fielmente ocupado en el servicio del reino de Dios, dando a otros las buenas nuevas.

FORTALECIENDO A LA ‘ASOCIACIÓN DE LOS HERMANOS’

La primera asamblea cristiana en Noruega se celebró el 22 y 23 de octubre de 1905 en Cristianía.


Se cree que hubo una concurrencia de quince personas y que tres se bautizaron. Los delegados
vinieron de Cristianía, Bergen, Stavanger, Skien y Moss. También tuvieron la oportunidad de
conocer a Carl Lüttichau y a August Lundborg, que estaban a cargo de la obra en Dinamarca y
Suecia.

Las visitas de los representantes viajeros de la Sociedad fueron muy animadoras para los
hermanos también. En junio y julio de 1907, el Dr. John Edgar, de Glasgow, Escocia, visitó a las
congregaciones de Cristianía, Skien y Bergen como representante de la Sociedad. El mismo día en
que en un periódico se anunció su discurso público en Cristianía, un opositor insertó un “anuncio”
en el cual advertía contra lo que él predicaba.

La Sociedad pagaba los gastos de viaje, pero se esperaba que los hermanos mostraran
hospitalidad. Esta actividad fue el principio de la obra de circuito de nuestro día. Estrechó el lazo
que unía a las congregaciones y llamó la atención de los hermanos sobre el hecho de que tenían
compañeros de creencia en otras partes del mundo. En los primeros años, los hermanos que
viajaban en Noruega eran, en su mayoría, suecos. Pero desde 1914 en adelante un hermano
noruego viajó por algún tiempo. Desde 1919 los hermanos noruegos tuvieron su propio “hermano
peregrino” permanente... el antiguo discursante de la Misión Libre, Theodor Simonsen.

AUMENTA LA ACTIVIDAD ENTRE LOS HERMANOS

Las pocas personas a quienes en aquel tiempo se les abrieron los ojos a la luz de la verdad
comenzaron a hablar a otros acerca de las nuevas creencias suyas. Los repartidores trabajaban
sistemáticamente, pero no muchas personas podían emprender esta obra. He aquí un ejemplo de
cómo algunos aprovecharon las oportunidades que tenían y contribuyeron a la difusión de la luz:

Más o menos para 1907 Anna Andersen se interesó en la verdad. Por muchos años ella había sido
oficial en el Ejército de la Salvación. En el pueblecito de Kristiansund, en el oeste de Noruega, ella
conoció a otra oficial del Ejército de la Salvación, Hulda Andersen, quien mostró interés en la
verdad. (Hulda Andersen más tarde se casó con Andreas Øiseth, y mostró celo por la verdad hasta
su muerte en 1971 a los noventa y dos años de edad.) El año siguiente Anna Andersen le pidió a
Hulda Andersen que la acompañara en una gira. Fueron juntas al norte por embarcación, y en todo
puerto bajaron a tierra y colocaron en manos de la gente tomos de la serie Dawn. Subieron hasta
Kirkenes mismo en la frontera finlandesa (ahora rusa), y, para cuando regresaron a Kristiansund,
habían abarcado aproximadamente 2.000 kilómetros y habían colocado 400 libros y literatura de
otra índole. Más tarde, estas dos hermanas hicieron giras similares.

Anna Andersen llegó a ser una de las repartidoras más extensamente conocidas en Noruega. Casi
no quedó pueblo del país que ella no visitara con su bicicleta y sus maletines de libros. En 1935,
cuando tenía sesenta y ocho años de edad, hizo un viaje final con una hermana joven a la parte
más norteña del país y visitó todos los pueblos y sectores. Eso fue más de treinta años después de
su primera visita con Hulda Andersen y más de veinte años después de haberse hecho repartidora.
Continuó como repartidora por varios años y murió en fidelidad en 1948, a los ochenta y un años
de edad. Los resultados que estas dos hermanas lograron en su gira al norte de Noruega fueron
extraordinarios.

Desde 1906 en adelante La Atalaya comenzó a instar a los hermanos noruegos a distribuir


ejemplares de las revistas a sus amigos y conocidos y también a participar en la distribución de
tratados. Estos se publicaban para distribución gratuita. También se traducían del inglés y se
publicaban libritos y folletos que trataban del espiritismo, la muerte y la falsa doctrina de un
infierno de fuego.

Estas nuevas ayudas contribuyeron al desarrollo espiritual y produjeron una mejor comprensión
de la responsabilidad que tenían todos los cristianos de predicar las buenas nuevas del Reino.

LA VISITA DEL HERMANO RUSSELL EN 1909

Los acontecimientos más importantes durante aquellos primeros años fueron quizás las visitas del
hermano Russell a Bergen y a Cristianía, del 17 al 20 de mayo de 1909. Él no había visitado a
Noruega en sus dos viajes anteriores por Europa en 1891 y 1903. El tema del discurso principal del
hermano Russell en Cristianía era oportuno para el momento en un país en el cual la gente vivía en
constante temor al tormento de un infierno de fuego. El tema fue: “¿Cómo hemos de entender las
palabras de la Biblia acerca del malhechor en el paraíso, el hombre rico en el infierno y Lázaro en
el seno de Abrahán?”

LA SEGUNDA VISITA DE RUSSELL

En marzo de 1911 el hermano Russell visitó de nuevo a Noruega. Durante los dos años que habían
pasado desde su visita anterior, sus escritos se habían hecho más conocidos en el país. Por lo tanto
su segunda visita atrajo mucha más atención.
En el periódico Morgenposten, de Cristianía, se anunció que Russell hablaría acerca de la Biblia. Al
mismo tiempo se celebró una asamblea en Cristianía. ¡Los hermanos noruegos dieron buen apoyo
a la asamblea, pues algunos viajaron 483 kilómetros y uno hasta 1.006 kilómetros para asistir! Casi
toda la congregación de Skien, unos treinta hermanos y hermanas, estuvo presente.

A pesar de protestas del clero, los hermanos habían alquilado un auditorio municipal para el
discurso público. Como resultado de su trabajo enérgico de anunciar el discurso, el auditorio se
llenó, y muchas personas tuvieron que irse por no encontrar asiento. ¡Un reportero de noticias
calculó que hubo una concurrencia de 1.200 personas! Aquel mismo día un periódico de Cristianía
publicó un ataque que uno de sus lectores le envió contra Russell. En su discurso de dos horas,
Russell declaró que, a pesar de todos los esfuerzos de diferentes clérigos por hacer que la gente
no le prestara atención, ningún predicador en el mundo estaba hablando a más personas que él
semanalmente. Esto también sucedió en Cristianía. La visita de Russell fue un gran testimonio y
fue muy animadora para los hermanos.

EL AÑO MEMORABLE DE 1914

Desde 1876 se había identificado bíblicamente el año 1914 como un punto de viraje en la historia


humana. Por consiguiente, los hermanos dieron énfasis a aquel año en su predicación y esperaban
con ansias ver qué sucedería en 1914.

Durante 1913 había habido una disminución en la actividad cristiana, pero en 1914 los hermanos
de nuevo hicieron grandes esfuerzos por declarar las buenas nuevas. En la primavera, efectuaron
una campaña contra la doctrina de un infierno de fuego, usando un número especial de Peoples
Pulpit (El púlpito de las gentes). Un total de 150.000 ejemplares se enviaron desde la oficina de la
Sociedad. En casi todo pueblo de la costa se pronunciaron discursos públicos en salones grandes.
El hermano Russell había enviado a un hermano noruego-estadounidense llamado Henry
Bjørnestad para que ayudara a efectuar la obra aquí. Él viajó en Noruega como el primer peregrino
noruego, animando a sus compañeros de creencia.

El estallido de la I Guerra Mundial en agosto de 1914 hizo una impresión profunda. Muchas
personas que habían oído nuestra predicación ahora vinieron para aprender más acerca del
futuro, y pidieron literatura. Esto presentó muchas oportunidades para testificar, y en el informe
anual para 1914 se declaró: “Desde el estallido de la guerra hemos tenido muchas y buenas
oportunidades para proclamar las buenas nuevas. . . . El Señor ha bendecido nuestros esfuerzos
unidos por dar adelanto a su obra.”

Unas cuantas personas que habían esperado demasiadas cosas para 1914 se desilusionaron y se
apartaron de la verdad. Pero, en su mayor parte, los hermanos permanecieron fieles. Hoy
sabemos que estuvieron en lo correcto al creer que los Tiempos de los Gentiles, de 2.520 años,
terminarían para aproximadamente el 1 de octubre de 1914. El reino mesiánico entonces empezó
a gobernar en el cielo. ¡Uno de los más grandes acontecimientos de la historia humana había
tenido lugar, y los hermanos tuvieron el privilegio de participar en anunciarlo!

EL FOTO-DRAMA DE LA CREACIÓN

Además, 1915 resultó ser un año memorable, principalmente debido a que se exhibió la
producción cinematográfica de la Sociedad “Foto-Drama de la Creación.” Esta abarcó el relato
bíblico acerca del propósito de Dios para la Tierra y el hombre por medio de películas y
diapositivas, sincronizadas con grabaciones sonoras.

El Foto-Drama se exhibió primero en Cristianía, del 25 al 28 de diciembre de 1914, y tuvo gran
éxito. Durante el invierno fue exhibido a grandes auditorios en varias ciudades de Noruega. En
algunos lugares se pusieron anuncios de cuatro columnas en los periódicos. En un pueblo, algunos
líderes religiosos trataron de evitar la exhibición. Sin embargo, el jefe de la policía se entusiasmó
mucho cuando una parte del Drama les fue exhibida a él y unos clérigos. Por eso, consintió en que
el Drama fuera exhibido al público. En otro pueblo vino tanta gente a ver el Drama que la policía
sugirió que los hermanos pidieran pago a la entrada para limitar la muchedumbre, pero ellos
no quisieron hacer esto.

SURGEN DIFICULTADES

A través de los años había habido un buen grado de disensión con relación a Lindkvist y su manera
de dirigir la obra en Noruega. No hay duda de que esto tuvo su efecto en los esfuerzos que hacían
los hermanos y las hermanas. Ahora se hizo manifiesto que Lindkvist había empezado a irse por su
propio camino. El último número de Peoples Pulpit (El púlpito de las gentes) en noruego en 1915
anunció que desde el año 1916 esta publicación cesaría y que Lindkvist comenzaría a publicar una
revista intitulada “Ararat.” Esta revista habría de reemplazar tanto a Peoples Pulpit como a
La Atalaya en Noruega. Junto con un finlandés que había sido el representante del hermano
Russell en Finlandia, Lindkvist comenzó su propio movimiento. Pero no logró hacer que los
hermanos noruegos se unieran a él. Ellos comprendían que esto no era la voluntad de Dios. En una
carta abierta a los dos hombres en La Atalaya danesa de marzo de 1916, el hermano Russell
declaró lo mismo. Se decidió que desde enero de 1916 el hermano Lüttichau, encargado y
supervisor de la obra en Dinamarca, también representara a la Sociedad en Noruega. El individuo
finlandés regresó a la organización de Dios y más tarde visitó a Noruega varias veces como
hermano peregrino, pero Lindkvist se fue, y nunca más volvió.

REORGANIZANDO LA OBRA

Como ya se ha mencionado, la testificación en Noruega fue colocada bajo la superintendencia de


la oficina de la Sociedad en Dinamarca desde enero de 1916. Sin embargo, el hermano Russell
pensó que la obra en toda Escandinavia debería ser dirigida desde una sola oficina, por la razón de
que la guerra mundial hacía difícil el que la central estadounidense se mantuviera en
comunicación con las oficinas de otros países. Por lo tanto, La Atalaya en danés de marzo de 1916
anunció que August Lundborg, quien había supervisado la obra en Suecia desde el principio del
siglo, representaría a la Sociedad en toda Escandinavia. Por razones prácticas, sin embargo, se
estableció un almacén de literatura en Noruega en el 60 de Parkveien, en Cristianía, donde una
hermana puso a disposición de la Sociedad un cuartito de su apartamiento.

El 31 de octubre de 1916 murió el hermano Russell, el primer presidente de la Sociedad. Antes de


su muerte él había sugerido un nuevo rasgo de la obra para promover la proclamación del Reino.
Esta era la “obra pastoral,” que ahora también fue comenzada en Noruega. La obra consistía en
visitar a las personas que habían mostrado interés y prestarles libros. Además, en 1917 se
estableció un “Fondo para los Repartidores” en Noruega. Este fondo ayudaría a los repartidores
por medio de suministrarles gastos de viaje. Joseph Franklin Rutherford (José Franklin Rutherford),
elegido nuevo presidente de la Sociedad Watch Tower el 6 de enero de 1917, dio énfasis a la “obra
pastoral” y la actividad de los repartidores.

UN TIEMPO CRÍTICO PARA EL PUEBLO DE DIOS

La elección de un nuevo presidente de la Sociedad en 1917 llevó a un tiempo difícil para la


organización, pues algunos rebeldes que estaban en la oficina central empezaron a trabajar contra
Rutherford. Trataron de hacer que hermanos de los Estados Unidos y otros países se unieran a
ellos. Algunos individuos hicieron aquello, pero la mayoría permaneció fiel.

Noruega no quedó sin ser afectada por esta disensión, y en algunos lugares las congregaciones
quedaron divididas en dos grupos. Las consecuencias fueron especialmente graves en Bergen y
Trondheim. En Bergen, solo quedaron siete hermanas y un hermano de la entera congregación.
Por otra parte, la ciudad capital y el pueblo de Skien no tuvieron problemas grandes. En aquel
tiempo había aproximadamente 150 Estudiantes de la Biblia en Noruega y la mayoría de los
hermanos continuaron trabajando con la Sociedad.

NUEVOS ARREGLOS PARA PROMOVER LA OBRA

Desde 1919 en adelante, la organización tuvo paz de nuevo, y comenzó una extensa


reorganización de la obra. La guerra mundial había pasado y la Sociedad quiso volver al arreglo
que existía en Escandinavia antes de 1916, en el cual había un representante de la Sociedad en
cada país.

El nuevo arreglo fue introducido en 1921. El hermano Lundborg continuaría supervisando la obra
en Suecia y Finlandia. El hermano Lüttichau fue puesto de nuevo a cargo de la obra en Dinamarca.
Con el tiempo se decidió nombrar representante de la Sociedad en Noruega a Enok Øman, un
hermano sueco que vivía en Cristianía. Øman había sido repartidor en Suecia desde 1911 y había
venido a Noruega por solicitud de Rutherford en febrero de 1917 para atender la obra en la oficina
de 60 de Parkveien bajo la dirección de Lundborg. El hermano Øman estuvo a cargo de la
predicación en Noruega por veinticuatro años, desde 1921 hasta 1945.

REUNIONES Y ASAMBLEAS

Durante tiempos anteriores, en cada congregación se elegía a los “ancianos” y los “diáconos” por
medio de levantar la mano en votación. Los “ancianos” llevaban la delantera en las reuniones de la
congregación, y eran ayudados por los “diáconos.”

Las primeras reuniones que celebramos en Noruega eran reuniones de lectura y conversación. Se
leían en voz alta porciones de los libros del hermano Russell, y cuando alguien tenía comentarios o
preguntas que hacer, levantaba la mano. Algún tiempo después se hicieron arreglos para
“reuniones de preguntas.” Los hermanos podían escribir una pregunta en un pedazo de papel y la
pregunta se contestaba durante la reunión.

La oración era un rasgo prominente de todas las reuniones. En las “reuniones de oración y
testimonio” todos los presentes se arrodillaban y, por turno, cada uno podía hacer una oración y
dar un testimonio. Entonces tanto los hermanos como las hermanas expresaban el amor que le
tenían a Jehová y a la verdad. Muchas veces decían cómo habían aprendido la verdad, o se
expresaban brevemente acerca de algún texto bíblico interesante. Siempre se cantaba en las
reuniones.

Los discursos públicos eran un rasgo común solo en las congregaciones en las cuales había
hermanos capacitados, y pocos se sentían capacitados para pronunciar discursos. En muchos
lugares no se pronunciaron discursos sino hasta cuando se organizó el servicio de los peregrinos.
La actividad de los discursos públicos no se organizó sistemáticamente sino hasta en 1919, cuando
obtuvimos el primer hermano peregrino permanente, Theodor Simonsen.

En 1916 se imprimió un folleto intitulado “Estudios bereanos del Plan Divino de la Edades.” (Hech.
17:10, 11) Este tenía preguntas para cada párrafo del primer tomo de Millennial Dawn (más tarde
llamado en español Estudios de las Escrituras) y había de usarse en los estudios. Esos estudios se
habían conducido antes de 1916 también, como con el libro Sombras del Tabernáculo de los
Sacrificios Mejores. Ahora fue más fácil conducir estos estudios. Durante los años subsiguientes
toda la serie de Estudios de las Escrituras fue estudiada por medio de preguntas y respuestas en
los “estudios bereanos.”

Una nueva y muy importante reunión fue organizada en 1922, cuando se imprimieron preguntas
para los artículos principales de La Atalaya. Fundamentalmente, este estudio se conducía de la
misma manera que hoy. Con el tiempo, las reuniones de testimonio se desarrollaron en lo que hoy
llamamos las reuniones de servicio.

Cada año los hermanos se congregaban para una o varias “asambleas,” la mayoría de las cuales se
celebraban en Cristianía. Al principio, las asambleas en Noruega por lo general se organizaban con
relación a visitas de representantes viajeros de la Sociedad. Antes de 1920 pocos hermanos
noruegos podían discursar en las asambleas. Por lo tanto, la mayoría de los discursos los
pronunciaban hermanos extranjeros, especialmente suecos y daneses. La última parte del
programa por lo general era un “simposio,” de modo que varios hermanos pronunciaban discursos
breves sobre diferentes aspectos de cierto asunto. A menudo estos discursos eran presentados
por hermanos de menos experiencia, quienes de ese modo obtenían alguna práctica. Desde 1920
en adelante, más o menos, los hermanos noruegos pronunciaron la mayoría de los discursos en las
asambleas.

“MILLONES QUE AHORA VIVEN NO MORIRÁN JAMÁS”

En 1920 la Sociedad comenzó una campaña mundial de discursos públicos con el lema de
“Millones que ahora viven no morirán jamás.” La campaña duró varios años y atrajo gran atención.

El 4 de diciembre de 1920, A. H. Macmillan, de la central de la Sociedad en Brooklyn, vino a


Cristianía para pronunciar discursos. Se colocaron anuncios en los periódicos y los hermanos
alquilaron el auditorio de la universidad en el centro de la ciudad capital. El auditorio tenía
setecientos asientos, pero cuando se llenó para el discurso de Macmillan, igual cantidad de
personas quedó afuera. Entonces el hermano Øman, quien estaba de pie a la entrada, se subió
sobre una caja y clamó: “¡Si vuelven en hora y media, Macmillan pronunciará el discurso otra vez!”
Por eso, al terminar el discurso, más gente entró y Macmillan habló de nuevo al auditorio lleno.
Más tarde, en las calles, los hermanos distribuyeron el libro Millones en danés-noruego. La gente
mostró gran interés, y se colocaron muchos libros.
El hermano Macmillan viajó a otros pueblos y habló a grandes auditorios. Los hermanos
anunciaron los discursos por medio de distribuir invitaciones. Por varios años hermanos noruegos
presentaron las conferencias sobre los “Millones” y otras en muchos lugares de Noruega en los
llamados “Días de Campaña.” Por medio de estos discursos se dio un testimonio, y se animó a los
proclamadores del Reino a apoyar las conferencias y participar en anunciarlas.

No obstante, la testificación en Noruega y el resto de Escandinavia no progresó tan rápidamente


como en otras partes del mundo. Algunos hermanos necesitaron más tiempo para ver el provecho
de proclamar las buenas nuevas de casa en casa. Principalmente los repartidores habían efectuado
esta obra.

Sin embargo, un buen número de jóvenes estaban llegando a ser parte de la congregación. En una
asamblea de Cristianía en 1924 se bautizaron unos veinticinco nuevos hermanos y hermanas una
cantidad grande en aquel tiempo. En los años posteriores se llamó a esta gozosa ocasión “el gran
bautismo.”

UNA ORGANIZACIÓN PARA EL TRABAJO

El año 1925 fue muy memorable. Desde el 23 hasta el 26 de mayo se celebró una asamblea en
Örebro Suecia, donde estaba la sucursal sueca de la Sociedad. Se invitó a hermanos de toda
Escandinavia a la asamblea, y el hermano Rutherford estuvo presente. Más de 500 personas
asistieron, y unos treinta noruegos vinieron por tren desde Oslo en un vagón de ferrocarril
reservado. De paso, en 1925 Oslo llegó a ser el nuevo nombre de la capital de Noruega.

Esta asamblea hizo historia, pues fue la introducción de una nueva época para el pueblo de Dios
en toda Escandinavia. El lunes 25 de mayo el hermano Rutherford anunció que en Copenhague se
establecería una oficina para el norte de Europa. Esta oficina atendería la predicación en
Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Latvia, Lituania y Estonia. Se anunció que el hermano
William Dey, de Londres, supervisaría la obra, y los hermanos expresaron su deleite con este
arreglo. Todavía habría un administrador local en cada país, y el hermano Enok Øman continuó
llevando esa responsabilidad en la oficina de Noruega. Este nuevo arreglo tuvo la bendición de
Jehová, porque entonces empezó un tiempo sin paralelo de actividad cristiana.

“THE GOLDEN AGE”

Desde 1916, cuando la oficina de Suecia comenzó a atender la predicación que se hacía en


Noruega, muy poca literatura de la Sociedad se había impreso en noruego o danés-noruego. La
literatura bíblica que se usaba en Noruega estaba principalmente en danés, pero los hermanos
también obtenían publicaciones en sueco para su propio uso. Estaban leyendo la edición danesa
de La Atalaya y continuaron haciendo eso por muchos años. Desde 1916 solo tres libros
encuadernados de la Sociedad habían sido publicados en danés, a saber, los tomos sexto y
séptimo de Estudios de las Escrituras (1917 y 1919) y El Arpa de Dios (1922).

Un muy importante paso adelante se dio, por lo tanto, en marzo de 1925 cuando la Sociedad
comenzó a publicar The Golden Age (ahora en español ¡Despertad!) en noruego. Esta publicación
tenía dieciséis páginas. Desde 1936 la edición en noruego fue llamada Ny Verden (“El nuevo
mundo”) y tenía veinte páginas.
The Golden Age (ahora ¡Despertad!) tuvo amplia distribución en Noruega, y también en
Dinamarca, donde se usó la edición noruega hasta 1930. Los hermanos obtuvieron muchas nuevas
suscripciones a esta revista. Por ejemplo, en 1936 La Atalaya tenía 485 suscritores en Noruega,
mientras que The Golden Age (Ny Verden) tenía 6.190. Para 1938, Consolación (Ny Verden) tenía
10.000 suscritores, tantos como los que tiene hoy la edición noruega de su sucesora, ¡Despertad!

EXPANSIÓN EN LA OFICINA NORUEGA

El año 1925 también fue un año memorable para la obra en la oficina sucursal en Noruega. En
aquel tiempo la Sociedad compró un edificio de tres pisos a unas cuantas manzanas de la oficina
que había en el 60 de Parkveien. La dirección era el 28 B de Incognitogaten. Un hermano que
había heredado algún dinero compró la casa y entonces se la vendió a la Sociedad por 10-15.000
kroners noruegos, menos de lo que había pagado por ella. De esta manera la Sociedad obtuvo su
propia casa y ya no estuvo limitada al cuartito de Parkveien, donde la oficina había estado
desde 1916.

Fue apropiado el que la oficina obtuviera más cuartos. El hermano Øman había estado efectuando
la mayor parte del trabajo de la sucursal él mismo, pero la expansión de la actividad de predicar
después de 1925 exigía más ayuda en la oficina. Había que traducir The Golden Age y enviarla a los
suscritores. Se necesitaban más personas en la oficina, y por eso se añadieron más miembros a la
familia de Betel.

El sótano del nuevo lugar se usó para almacenar literatura. En los años subsiguientes, grandes
embarques de libros vinieron desde la imprenta de la Sociedad en Magdeburgo, en Alemania. Sin
embargo la Sociedad no podía usar toda la casa. Algunos de los inquilinos no habían podido
encontrar otros lugares donde vivir, y ciertas habitaciones todavía estaban ocupadas por estas
personas. Al principio, solo unos cuantos miembros de la familia de Betel vivieron en
Incognitogaten, y la dirección de la oficina todavía era 60 de Parkveien. Pero en 1930 la oficina y
los otros miembros de la familia de Betel se mudaron a la propia casa de la Sociedad. En aquel
tiempo, ocho hermanos y hermanas estaban trabajando en la sucursal. Desde aquel año la oficina
de la Sociedad en Noruega ha estado ubicada en esta casa.

ESFUERZOS UNIDOS

William Dey, el supervisor y encargado general de la oficina de la Sociedad Watch Tower en el


norte de Europa, dio empuje a la obra de dar testimonio. En septiembre y octubre de 1925 viajó
por Noruega, organizando la obra que se hacía en las congregaciones en armonía con las
instrucciones que se habían recibido de la central de la Sociedad. En aquel año los hermanos
noruegos recibieron por primera vez el Bulletin (ahora Nuestro Servicio del Reino). Este dio
consejo útil en cuanto a declarar las buenas nuevas y suministró estímulo para participar en el
servicio del campo.

Desde 1927 en adelante los “días de campaña” con conferencias fueron cambiados a “semanas de
campaña” de nueve días con servicio en el campo. Además, en aquel año empezó la testificación
de casa en casa los domingos. Los peregrinos ahora recibieron un importante nuevo trabajo que
hacer. Además de pronunciar conferencias, ayudarían a las congregaciones a organizar el servicio
del campo y ellos mismos llevarían la delantera en esta obra. Había un solo peregrino permanente
noruego, pero a él lo ayudaban muy bien muchos hermanos capacitados procedentes de Suecia y
Dinamarca.

El informe anual para 1926 mostró que 120 personas habían participado con regularidad en el
servicio, y que 14 clases o congregaciones estaban “organizadas para el servicio.” Habían
distribuido 8.830 libros encuadernados y 43.650 folletos, además de 269.500 resoluciones y
tratados. Estos resultados eran mucho mejores que en cualquier otro año hasta entonces. Estaba
claro que los hermanos estaban empezando a apreciar su privilegio de servicio.

CAMPAÑAS SIGNIFICATIVAS CON LOS FOLLETOS

Muchos hermanos mostraron gran entusiasmo en las campañas de servicio en el campo y


distribuyeron muchos folletos, como Libertad para las gentes. En Oslo, la capital, los hermanos
alquilaban un autobús los domingos y salían a los distritos rurales y participaban en el servicio del
campo todo el día. Durante la semana iban de casa en casa en la ciudad. Algunos también
testificaban en restaurantes y cafés. El precio los folletos era de solo 10 øre cada uno, pero si la
gente no contribuía, los recibían gratis.

Un hermano recuerda lo siguiente: “Entré en el comedor de la Cocina a Vapor de Cristianía [un


café]. El salón estaba lleno de gente sentada a mesas largas. Dije en voz alta: ‘¡Libertad para las
gentes! ¡Diez øre! . . . ’ Todo el mundo tomó folletos. Los domingos me iba a caminar por
Studenterlunden [calle principal de Oslo] donde la gente se sentaba en bancos. Cada persona
tomaba folletos. En las casas de apartamientos yo tocaba el timbre de todas las puertas de un solo
piso al mismo tiempo, y todo el mundo salía con monedas de 10-øre. Mi bolso estaba lleno de
folletos y podía distribuir de 30 a 40 ‘libritos,’ como los llamábamos, en el espacio de una hora.”

Este es solo un ejemplo de cómo los hermanos efectuaban la obra. Un “trabajador de las clases”
capacitado podía distribuir 1.000 folletos en una sola semana. Estas campañas que se celebraron
en 1928 y 1929 fueron muy estimuladoras para los hermanos de Noruega. La distribución de
folletos ayudó a muchos a comenzar a participar en la obra de testificar de casa en casa.

SIRVIENDO DE TESTIGOS DE JEHOVÁ

Los hermanos continuaron trabajando con gran entusiasmo en el servicio durante los años 1930
a 1935 a pesar de la depresión económica, el desempleo, las huelgas y la incertidumbre del
mundo. No había muchos proclamadores del Reino en Noruega... solo unos 200. Pero Jehová
bendecía su obra.

¡Qué apropiado fue que Jehová diera a su pueblo un nombre que los identificara claramente como
sus Testigos! Durante una asamblea en Columbus, Ohio, en julio de 1931, se adoptó una
resolución según la cual se abrazaba el nuevo nombre de “Testigos de Jehová.” (Isa. 43:10-12) En
una asamblea que se celebró en Oslo, desde el 29 de agosto hasta el 1 de septiembre de 1931, los
hermanos noruegos también abrazaron este nombre.

Para notificarle al mundo entero acerca del nuevo nombre que el pueblo de Dios había adoptado,
esta resolución se imprimió en el folleto El Reino, la esperanza del mundo. Este folleto se publicó
en noruego en 1932 y se usó en una gran campaña en marzo de aquel año. Los hermanos
entregaron el folleto en un sobre cerrado a toda persona prominente... políticos, clérigos,
doctores y maestros. Este folleto también le fue dado a Haakón VII, el que entonces era rey de
Noruega.

CONGREGACIONES ACTIVAS

Muchas de las congregaciones de mayor tamaño hacían arreglos para giras de servicio del campo
en los fines de semana. “Trabajadores” celosos viajaban en autobuses, camiones y automóviles
particulares a las ciudades y distritos rurales más cercanos. En los vehículos muchas veces aparecía
en letras grandes y rojas el nombre “Testigos de Jehová.” También se pronunciaban discursos
públicos.

La congregación de Oslo alquilaba autobuses y viajaba a ciudades que a veces estaban hasta a
121 kilómetros de la capital. Los publicadores del Reino subían a los autobuses temprano en la
mañana. Como a las nueve o diez de la mañana se les dejaba en diferentes lugares y cada uno
recibía como asignación un territorio grande. Todo el día —de siete a ocho horas— iban de casa en
casa y más tarde eran recogidos por el autobús para el viaje de regreso a casa. Había muchos pies
adoloridos en la congregación después de fines de semana como aquéllos, pero esto ciertamente
no apagaba el celo cristiano.

Por muchos años, en verano e invierno, se organizaron giras como éstas. Muchas veces eran lo
principal de una semana de campaña. A continuación se da un ejemplo de los resultados que se
obtuvieron en una campaña que duró nueve días... del 6 al 14 de octubre de 1935: En Oslo
76 publicadores participaron e informaron 1.291 horas, 4.637 recibidores, 52 libros,
13.313 folletos, 13 suscripciones y 66 revistas. ¡Esto era un promedio de unas 17 horas y
177 ejemplares de literatura por publicador en nueve días!

Después de una campaña de ese tipo, los hermanos de las congregaciones de más tamaño se
reunían para un “banquete de informar” en los lugares de reunión de las congregaciones. Todos
entregaban sus informes, y los resultados se leían con gran gozo. Algunos contaban las
experiencias que habían tenido durante la campaña. Entonces se servía café y bizcochos. Estas
reuniones creaban buena comunicación entre los hermanos y ayudaban a dar a conocer el
progreso de la verdad a todos.

No mucha gente poseía un automóvil en aquel tiempo. Por eso, en muchos lugares los hermanos
usaban bicicletas en el servicio. Especialmente en la congregación de Bergen se dio buen uso a la
bicicleta. Publicadores celosos salían del pueblo en bicicleta en los fines de semana. A menudo
viajaban en grupos, con maletines y cajas llenos de libros, para trabajar en los distritos rurales. En
las vacaciones algunos viajaban por semanas a lo largo de los fiordos de la costa occidental o a los
distritos rurales de tierra adentro. Gran actividad se llevó a cabo en el segundo pueblo en tamaño
de Noruega y en sus alrededores, y la congregación creció rápidamente. En 1940 la congregación
de Bergen tenía unos 80 publicadores.

La larga costa de Noruega también hacía que las embarcaciones fueran un medio de
transportación muy útil para los testigos de Jehová. Varios hermanos compraron botes de motor
en los años treinta y los usaron en la obra de testificar. En Narvik (donde había habido un grupo de
cristianos desde 1905) había ocho o diez publicadores. Durante el verano los hermanos salían en
botes de motor los domingos. Una vez al año se celebraba una asamblea pequeña para la
Congregación de Narvik y los hermanos de la parte del norte de Suecia. Alquilaban un bote de
pesca y lo usaban cuando participaban en el servicio, yendo a lugares tan distantes como a
201 kilómetros de Narvik. Aquí en la parte del norte del país había muy pocas carreteras en aquel
tiempo, y en muchos lugares no había transbordadores. Por eso, el único medio de transportación
era el bote. De esta manera proclamó las buenas nuevas del Reino al norte del círculo ártico la
congregación más norteña del país.

LA OBRA CELOSA DE LOS PRECURSORES

Aunque las congregaciones de Noruega hacían lo que podían para esparcir la verdad, había
muchos lugares del país a los cuales no podían llegar. Muchas ciudades estaban sin congregación.
Además, aproximadamente el 60 por ciento de la población —unos dos millones de personas—
vivían entonces en los distritos rurales de la parte oriental de Noruega. En las partes del oeste y el
norte del país había muchas granjas, grupos de casas y poblaciones rurales que estaban
virtualmente aislados del resto del mundo. Solo había conexiones por carretera hasta el 10 por
ciento de los fiordos, y no había conexiones por transbordador a muchas islas. Allí trabajaban los
repartidores, o precursores.

Desde mediados de los años veinte los repartidores noruegos fueron unos diez, y entre ellos había
repartidores auxiliares que no utilizaban todo su tiempo en el servicio. A medida que la cantidad
de publicadores del Reino aumentó a 430 en 1938, la cantidad de precursores auxiliares aumentó
a cincuenta. Por lo tanto, la obra de los precursores realmente empezó a manifestarse.

Para aquel tiempo los precursores se concentraban en colocar literatura en manos de la gente.
No ponían tanto énfasis en las revisitas ni conducían estudios bíblicos de casa. Por lo tanto,
no permanecían mucho tiempo en un solo lugar, sino que visitaban el distrito con literatura y se
iban.

Muchos de los precursores trabajaban arduamente. Por ejemplo, considere al hermano Bernhard
Risberg, que fue precursor en los años treinta. Después de predicar todo el día, le pedía
alojamiento a la gente, y con frecuencia la gente le mostraba hospitalidad y le permitían dormir en
una cama o en la granja. Por dos años su territorio fue el fiordo de Sogne, uno de los fiordos más
largos del mundo. En este fiordo, con sus muchos brazos y empinadas laderas, él viajó a pie con las
buenas nuevas, llevando sus dos maletines de libros.

Después de dos años, el hermano Risberg pudo comprar una vieja bicicleta. Ahora se le hizo más
fácil transportarse. Pronto compró una bicicleta de hacer entregas, una tienda de campaña y un
saco para dormir a la intemperie. Podía llevar tres o cuatro cajas de libros sobre la bicicleta. Con
este equipo llevaba por todas partes el mensaje del Reino.

El hermano Risberg comenzaba a testificar a las cinco o seis de la mañana en las granjas y
continuaba durante todo el día y hasta tarde en la noche, y solo interrumpía su servicio
brevemente para tener sus comidas. Para un solo mes informó 400 horas, ¡un promedio de más de
13 horas al día! En el invierno no pasaba tanto tiempo en el servicio del campo, pero a menudo
pasaba entre 200 y 250 horas en llevar a otros las buenas nuevas. De esta manera el hermano
Risberg y otros celosos precursores usaron los mejores años de su vida sirviendo a Jehová Dios.

Después de 1930, hubo también seis o siete precursores extranjeros en Noruega por un tiempo.
Entre éstos estuvo un matrimonio inglés retirado, que viajaba por el país con un automóvil y
coche-habitación. Algunos han dicho que éste fue el primer coche-habitación que se vio en
Noruega. El hermano Hollis y su esposa estuvieron entre los primeros precursores a quienes la
policía les prohibió dejar literatura en manos de la gente sin obtener licencia. La base para esto fue
una nueva ley comercial. En aquel tiempo (1932) aquellos dos precursores trabajaban con el
folleto El Reino, la esperanza del mundo. Cuando la policía intervino, los precursores pidieron
varios miles de folletos de la Sociedad y los distribuyeron gratuitamente. La policía también les
prohibió regalar los folletos, pero para entonces esta obra estaba casi completa.

Muchos precursores experimentaron dificultades de ese tipo. Un policía también fue enviado al
representante local de la Sociedad en Oslo con el propósito de hacer que éste detuviera a los
precursores. Sin embargo, después de algún tiempo la cuestión se resolvió sin acción jurídica y los
precursores continuaron su obra. A veces la policía los sometía a interrogatorio cuando algunos
fanáticos religiosos, que querían detener la predicación del Reino, daban informe acerca de ellos a
las autoridades.

POR LA COSTA POR BOTE

Algunos de los precursores viajaban por la costa por bote, esparciendo las buenas nuevas. En 1928
la Sociedad compró una pequeña lancha de práctico y la reconstruyó para dos hermanos que
estaban trabajando como repartidores desde Oslo y por la costa en la parte meridional o sur del
país. Los hermanos comenzaron en diciembre y viajaron por el lado occidental del fiordo de Oslo
en la pequeña embarcación “Eliú,” aunque el fiordo estaba lleno de hielo. Durante el primer mes
visitaron muchas ciudades y zonas densamente pobladas y dejaron unos 800 libros y folletos en
manos de la gente. Sin embargo, en una oscura y tormentosa noche de febrero “Eliú” se desbarató
por completo en la costa. La embarcación quedó destrozada, pero los hermanos bajaron a tierra a
salvo.

En 1931 la Sociedad compró un nuevo bote de motor. Se le llamó “Ester.” Este bote tenía unos
12 metros de largo y en él había lugar para tres precursores, aunque era más práctico el tener solo
dos. “Ester” se utilizó en la costa occidental y en el norte de Noruega hasta 1938, cuando fue
reemplazado por el bote de motor de diez metros “Rut.” “Rut” también llevaba dos hermanos a
bordo. Este bote fue usado principalmente en el norte de Noruega.

Los hermanos que viajaban en estos botes efectuaban muy buen trabajo por la costa de Noruega.
En un solo año podían colocar de 10.000 a 15.000 libros y folletos. Visitaban muchas islitas y faros
donde vivía gente, y hablaban a los lapones del norte. Llevando sus maletines de libros, fonógrafos
y mochilas, proclamaban las buenas nuevas en lugares aislados en las montañas. Viajaban
muchísimo, puesto que las casas estaban esparcidas en una zona de gran extensión. Había días en
que los hermanos solo podían visitar unas cuantas casas. También sufrieron algunos accidentes.
Los botes se les averiaron varias veces. Sin embargo, los hermanos sobrevivían, y los botes eran
reparados.

En cierta ocasión los hermanos que viajaban en “Ester” visitaron un lugar del norte de Noruega
donde se decía que la gente ‘vivía en armonía con los libros de Russell y Rutherford.’ Más de la
mitad de la población estaba interesada en la verdad. Las iglesias estaban vacías y
aproximadamente el 95 por ciento de la población había leído algunas de las publicaciones de la
Sociedad.
MAYOR ATENCIÓN A LOS INTERESADOS

En enero de 1939 se dio un paso importante, cuando se organizó la obra de zona en Noruega. El
país fue dividido en cuatro zonas. En cada una viajaría un siervo de zona. Él visitaría a la gente que
hubiera mostrado interés en la verdad y se esforzaría por establecer nuevos grupos y
congregaciones. Por supuesto, él también visitaba a las congregaciones ya establecidas para
animar a sus compañeros de creencia.

La zona número 4 era la mayor. Abarcaba el sector que se extendía desde el pueblecito de Florö
en la costa oriental hasta el puerto marítimo de Kirkenes en el norte en la frontera con Finlandia,
una distancia de 1.810 kilómetros a lo largo de la costa. En esta zona había solo tres pequeñas
congregaciones de quince publicadores que informaban servicio del campo.

Era invierno (enero de 1939) cuando el hermano Andreas Kvinge, como siervo de zona para la
zona 4, empezó su primer viaje hacia el norte; él y su esposa viajaban en bicicletas. En cierta
ocasión se proponían visitar dos lugares en los bosques aislados cerca de la frontera de Suecia.
Todavía no se había removido la nieve de las carreteras. Por eso la gente tenía que viajar a caballo,
y los caballos tenían que tener raquetas de andar sobre la nieve para moverse sobre la alta meseta
montañosa. El hermano Kvinge y su esposa enviaban su literatura de antemano al lugar adonde
iban y más tarde iban caminando hacia allá con sus bicicletas. Para llegar a algunos lugares el
hermano Kvinge conseguía esquíes prestados, y se le iba todo el día en solo llegar a dos o tres
casas. Cierta noche nadie quiso hospedar a los Kvinges en sus hogares. Por eso, ellos cruzaron la
frontera y entraron en Suecia, donde alguien les ofreció un lugar donde dormir. Pero la hermana
Kvinge estaba tan cansada que su esposo tuvo que cargarla a ella y sus maletines de libros durante
la última parte de la caminata. En otra ocasión tuvieron que estar andando toda la noche en una
temperatura bajo el punto de congelación debido a que nadie quiso ofrecerles un lugar donde
dormir.

Pero los Kvinges también tuvieron muchas experiencias gozosas. En cierto lugar se encontraron
con un grupito de publicadores del Reino que habían estado predicando por varios años sin
informar su servicio del campo. Se establecieron varias nuevas congregaciones y grupos de
publicadores. Los hermanos aislados recibieron estímulo. De seguro la obra de zona tenía la
bendición de Jehová.

Había llegado el tiempo para mostrar mayor atención a las personas que se interesaban en la
verdad. Este rasgo de nuestro servicio sería de importancia especial en los años del futuro, porque
los publicadores del Reino en Noruega pronto estarían trabajando bajo circunstancias diferentes.
El 9 de abril de 1940 los alemanes invadieron a Noruega y el país estaba por sentir el efecto de la
II Guerra Mundial.

LA PRIMERA SACUDIDA

La invasión alemana de Noruega el 9 de abril de 1940 fue repentina. El primer oleaje de ataque
vino en la forma de barcos de guerra. Grandes destacamentos de soldados desembarcaron en los
puertos marítimos más importantes, y estos puertos fueron ocupados en el transcurso del mismo
día. Puesto que militarmente Noruega no estaba bien preparada, por lo general los alemanes
encontraron poca resistencia. Pronto tropas británicas y francesas se unieron a los noruegos en la
batalla, pero después de aproximadamente tres semanas los Aliados tuvieron que ceder la parte
del sur de Noruega. En la porción norteña del país, donde la defensa era más firme, la lucha
continuó hasta el 10 de junio, cuando la última división noruega capituló. Varios pueblos y lugares
en el oeste y el norte de Noruega habían sido sometidos entonces a intenso bombardeo, y algunos
pueblos estaban en ruinas. Aquella expedición militar duró sesenta y dos días.

Muy extensa fue la destrucción que hubo en la parte del norte de Noruega. Los hermanos de allí,
aunque eran pocos, aguantaron muy bien en medio de aquellas condiciones. En Narvik salieron del
pueblo al comenzar los disparos y el bombardeo. Algunos permanecieron por algún tiempo a
bordo del bote de motor de la Sociedad, “Rut,” que tuvo que permanecer en un fiordo fuera del
pueblo mientras duró el combate. Cuando ya no había seguridad en mantenerse en el bote, los
hermanos hallaron un lugar bajo unos grandes peñascos en la ladera. Narvik fue completamente
destruida y dos hermanos fueron muertos, uno por una granada. Una familia perdió su casa y
todas sus pertenencias. En Bodö, Fauske, Namsos y Steinkjer la mayoría de los edificios fueron
destruidos también, pero todos los hermanos sobrevivieron. Sin embargo, muchos de ellos habían
perdido todas sus pertenencias. Por todas partes había carreteras y puentes destruidos,
poblaciones rurales enteras habían sido quemadas, y las carreteras parecían cementerios de
automóviles. Cuando el pelear terminó, el hermano Kvinge, el siervo de zona, viajó de un sitio a
otro para estimular a los hermanos por toda la zona.

Mientras tanto, el hermano Øman, el supervisor local de nuestra obra en Noruega, fue arrestado
por la Gestapo (policía secreta del estado del régimen nazi). Por una semana lo tuvieron
aprisionado en los cuarteles de la policía en Oslo, pero lo pusieron en libertad después de una
corta audiencia. Unas semanas después lo llevaron a una nueva audiencia, bajo la sospecha de
estar efectuando servicio de espionaje secreto a favor de Inglaterra. La audiencia duró seis horas y
media sin interrupción, después de lo cual de nuevo dejaron en libertad al hermano Øman. En
ambos casos lo trataron cortésmente y no se le dijo que la obra de los testigos de Jehová estuviera
proscrita ni que sería detenida.

Los hermanos habían temido que los alemanes detuvieran inmediatamente la predicación y dieran
a los Testigos noruegos el mismo trato que estaban recibiendo sus hermanos alemanes. Pero
no resultó según lo que temían. Por lo tanto, una vez que había pasado la primera sacudida,
reanudaron la proclamación de las buenas nuevas con pleno vigor.

HACIA NUEVAS ALTURAS

Bajo la dirección de la Sociedad, se dio comienzo ahora a una gran actividad. Nadie sabía por
cuánto tiempo se permitiría que nuestra obra continuara. Por eso, era necesario distribuir a los
hermanos y a la gente en general la mayor cantidad posible de la literatura de la Sociedad que
había en existencias. La obra se hizo con especial intensidad usando el libro Salvación, que
acababa de ser publicado en noruego (1940). Pronto, todos los libros de la primera edición habían
sido despachados, y se imprimió una nueva edición, con encuadernación en papel, en Oslo. Debido
a la guerra era imposible obtener literatura desde el exterior, pero algunos ejemplares sueltos de
nuevos folletos publicados por la Sociedad en los Estados Unidos llegaron de alguna manera a la
Noruega ocupada y fueron traducidos e impresos aquí. Una buena cantidad de esos folletos se
imprimieron en noruego después de abril de 1940.
Después que la oscura sombra de la guerra había caído sobre el país, la gente escuchaba las
buenas nuevas con más atención, pues muchos sentían la necesidad de un mensaje de consuelo y
esperanza. Los hermanos hicieron todo lo que pudieron para satisfacer esa necesidad. En Oslo la
congregación continuó largos viajes por autobús a pueblos vecinos y territorios rurales, donde
colocaban grandes cantidades de literatura. Los precursores no perdían tiempo tampoco. Una
hermana precursora colocó entre 800 y 900 libros en manos de la gente en dos meses en un solo
valle en la parte oriental del país.

Por todo el país aumentaba el interés. Había muchos nuevos emprendiendo el servicio y
haciéndose publicadores del Reino. Una razón principal para esto fue que se comenzaron muchos
estudios bíblicos de casa, que entonces se llamaban estudios modelos. La actividad de las
reuniones continuó, y en varios lugares se celebraron asambleas. Para gran deleite de los
hermanos, La Atalaya en danés continuó viniendo desde Dinamarca, y Consolación se publicaba en
noruego, como antes.

Los informes de este tiempo muestran la gran actividad que había: Desde octubre de 1940 hasta
junio de 1941 se colocaron 272.419 libros y folletos en manos de la gente. Durante el año de
servicio de 1939-1940, un promedio de 377 publicadores participaron en el servicio del campo.
¡Pero en mayo de 1941 la cantidad fue de 477 publicadores! En realidad, los hermanos estaban
muy sorprendidos de que las autoridades alemanas no hubiesen tratado de detener la obra.

UNA ACCIÓN CUIDADOSAMENTE PLANEADA

Sin embargo, la realidad era que desde temprano los nazis estaban haciendo planes para tomar
acción contra la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Ya en el verano de 1940 se
hicieron propuestas para prohibir la literatura de la Sociedad. Esto no se efectuó, puesto que ellos
supusieron que tal acción detendría nuestra actividad solo hasta cierto grado y obraría como aviso
y daría a los hermanos la oportunidad de conseguir literatura desde el extranjero. En vez de eso, la
policía de seguridad alemana, la Sipo, comenzó a recoger muchísima información acerca del
tamaño y las actividades de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia en Noruega.
Representantes de la policía alemana vinieron a la oficina de la Sociedad para conseguir literatura,
y llamaron al hermano Øman para varias audiencias.

El primer efecto de esta acción fue que el libro Enemigos (publicado en noruego en 1939) fue
confiscado debido a ciertas declaraciones acerca del fascismo y el nazismo. Esto sucedió cerca del
otoño de 1940. Sin embargo, las existencias de libros de la Sociedad no fueron tomadas. Por lo
tanto, varios centenares de ejemplares de Enemigos fueron removidos del almacén sin que lo
supieran los alemanes y colocados en los hogares de varios hermanos.

La obra del testimonio continúo sin mucha interrupción durante el resto del año 1940. Pero los
nazis continuaron trabajando en sus planes. En octubre enviaron a Berlín una propuesta acerca de
disolver la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Lo que se propuso fue que se
cerrara la oficina del norte de Europa de la Sociedad en Copenhague. Sin embargo, la decisión fue
pospuesta.

Durante el invierno y la primavera de 1941 la policía arrestó y examinó a precursores en varias


partes del país, y los acusó de vender literatura supuestamente “anti-alemana.” Pero la actividad
del Reino no fue prohibida, y los precursores fueron puestos en libertad.
En diferentes congregaciones aparecían nazis alemanes y noruegos para espiar. Una señora fue
enviada a la oficina de la Sociedad en Oslo con este propósito e informó que había visto allí a
“cuatro hombres que obviamente eran judíos.” Un informe policíaco alemán del 13 de marzo
de 1941 dice en parte: “La actividad propagandista de los Estudiantes Sinceros de la Biblia [los
Testigos de Jehová] ha aumentado considerablemente durante las últimas semanas. En diferentes
partes de Oslo, y también en muchos otros pueblos, aparecen los ‘repartidores’ y venden las
publicaciones de ‘La Sociedad Watchtower Bible and Tract.’ Estas publicaciones son publicaciones
de agitación franca, dirigida contra los estados autoritarios bajo el pretexto de religión.”

No había duda de que el aumento en nuestra actividad iba irritando cada vez más a las
autoridades. Durante el invierno y la primavera de 1941, ciertos funcionarios escribieron varias
veces a Berlín pidiendo la aprobación de planes que tenían como fin disolver a la Asociación
Internacional de Estudiantes de la Biblia en Noruega. El 24 de abril de 1941 vino la señal desde
Berlín. Mientras tanto, sin embargo, el asunto había sido sometido a Joseph Terboven, el
reichskommissar alemán en Noruega. Él pensaba que la Asociación Internacional de Estudiantes
de la Biblia en Noruega era una cosa tan pequeña que no era necesario intervenir. Se decidió
enviarle material más extenso acerca de la organización, y la acción que se planeaba fue
pospuesta de nuevo.

A principios del verano se notó la primera señal de que algo se estaba poniendo en movimiento. La
policía estatal nazi noruega vino y confiscó los folletos Fascismo o libertad y Gobierno y paz de la
Sociedad. Entonces, el martes 8 de julio, vino lo que los hermanos habían esperado que
no sucediera, la Gestapo propinó un fuerte golpe por todo el país para poner fin a la organización.
Los alemanes, por medio de su detallada investigación, habían obtenido el nombre y dirección de
todos los superintendentes presidentes de Noruega, y en aquel día todos estos recibieron una
visita. Toda literatura publicada por la Sociedad que se halló en sus hogares fue confiscada, y a los
hermanos se les dijo que si no cesaban de predicar serían enviados a campos de concentración. En
varios lugares se arrestó a los hermanos principales de las congregaciones y se les mantuvo en
custodia por varios días, aunque a ninguno se le maltrató.

Cinco oficiales de la policía alemana vinieron al hogar Betel y confiscaron toda la propiedad de la
Sociedad, las existencias de literatura, el dinero en efectivo y las máquinas que se usaban en la
oficina. El valor de la literatura y el dinero alcanzaba a 40.000 kroners noruegos (unos
6.000 dólares). Al mismo tiempo llevaron a la familia de Betel a los cuarteles de la Sipo (policía de
seguridad) y los examinaron. No pusieron a nadie en prisión, pero al hermano Øman le ordenaron
que se presentara cada día por doce semanas ante la policía estatal noruega.

La literatura que estaba almacenada en Betel no fue removida de allí inmediatamente, pero la
puerta al almacén fue sellada. Más tarde los alemanes llegaron con tres camiones y la literatura
fue llevada a una fábrica de papel para ser transformada en pasta. Poco después de eso, los
hermanos se enteraron de que los obreros habían tomado algunos libros. El bote de motor “Rut,”
de la Sociedad, que estaba en el oeste de Noruega, fue llevado de allí por remolque.

El 21 de julio el edificio de la Sociedad fue confiscado, junto con todos los libros y papeles que
tenían que ver con él. La obra fue proscrita oficialmente, y las congregaciones ya no pudieron
llevar a cabo sus actividades públicamente. Desde entonces en adelante no se enviaba literatura
desde la oficina de Oslo. Pero, extraño como parezca, La Atalaya se podía pedir directamente de
Dinamarca, por lo menos hasta principios del año 1941-1942. En cuanto a Consolación, el número
de julio fue el último que salió. Los miembros de la familia de Betel permanecieron en el edificio
de la Sociedad por algún tiempo, pero al fin la mayoría de ellos se mudó, y emprendieron trabajo
seglar para ganarse su propio sustento. Sin embargo, el hermano Øman y su esposa continuaron
viviendo en el edificio.

NUESTRA OBRA SE EFECTÚA “CLANDESTINAMENTE”

Si las autoridades nazis pensaron que sus acciones y amenazas contra los hermanos pondrían fin a
la actividad cristiana de éstos, estaban equivocados. El pueblo de Dios en Noruega no estaba
inclinado sencillamente a quedarse sentados en reposo. Más bien, siguieron adelante y
reorganizaron la obra.

Reanudamos nuestra actividad bajo una administración descentralizada. Uno de los hermanos que
antes había trabajado en Betel pudo hacer algunos viajes en el sur de Noruega. Además, Andreas
Kvinge pudo continuar en la obra de zona por algún tiempo en el norte de Noruega. Fue arrestado
el 12 de julio e interrogado por muchas horas. Los alemanes insistían en saber dónde estaban
todos los hermanos del norte de Noruega, y a dónde iba él, pero él no quiso decirles. Lo
amenazaron y le dijeron que lo seguirían por todas partes y lo enviarían a un campo de
concentración si continuaba su actividad. Pero el hermano Kvinge no se atemorizó, y en diciembre
de 1941 continuó viajando, usando transbordadores, andando y esquiando. Para ocultar su
propósito, efectuaba trabajos de menor cuantía cuando visitaba a sus compañeros de creencia. De
esta manera ayudó a los hermanos a continuar en su servicio cristiano. Para la primavera de 1942,
el hermano Kvinge se estableció en Bergen. Pero cuando vino el verano fue al norte en bicicleta
para ver a los hermanos y animarlos.

Otros también iban en aquellos viajes en bicicleta. Su propósito era visitar a los hermanos que
conocían para ver cómo les iba. En el verano de 1943, uno de los hermanos que anteriormente
había participado en las giras en uno de los botes de motor de la Sociedad al norte de Noruega
viajó 1.207 kilómetros en bicicleta para visitar y animar a sus compañeros cristianos.

Por medio de correspondencia muchos se mantenían informados acerca de nuestra obra en otras
partes del país. Puesto que la policía de seguridad alemana efectuaba una extensa censura de la
correspondencia, los hermanos a menudo escribían en clave para que las cartas parecieran
inocentes si alguien las abría y las leía. En vez de la palabra “congregación,” por ejemplo, se usaba
la palabra “familia” o “corporación.” No sabemos hasta qué grado se censuraba la
correspondencia de los hermanos, pero sí sabemos que los alemanes por lo menos tenían planes
de vigilar toda la correspondencia que enviaban al extranjero y recibían del extranjero los que
habían estado trabajando en Betel.

LAS REUNIONES Y LA PREDICACIÓN

Por supuesto, nuestra actividad de reuniones estaba prohibida. Pero los hermanos, respetando los
mandamientos de Dios más que los del hombre, pronto empezaron a reunirse en hogares
particulares en grupitos de cinco o seis personas. (Hech. 5:29; Heb. 10:24, 25) Cuando se veía que
esto prosperaba, los grupos se hacían más grandes. Todos se cercioraban de venir solos o con solo
unas cuantas personas para no atraer atención. Nunca sabían si había un informador cerca,
vigilando su lugar de reunión. Muchas veces ponían las mesas con tazas de café para que la
reunión pareciera solo una fiesta común.

Principalmente, los hermanos se reunían para estudiar La Atalaya. Ejemplares de los números en
danés y sueco se introducían ocultamente en el país, se traducían y entonces se copiaban a
máquina para usarlos. Aquellos escritos a máquina circulaban en las congregaciones por toda
Noruega. Por lo general, solo el conductor del estudio tenía un escrito. Por eso, él primero leía los
párrafos y entonces hacía las preguntas. Sobre todo, estas reuniones ayudaron a los hermanos a
mantener su valor y continuar testificando sin temor durante aquellos años difíciles.

A medida que el pueblo de Jehová descubrió cómo reunirse en relativa seguridad, empezaron a
tener reuniones más grandes en ocasiones especiales. El Memorial era uno de estos
acontecimientos. Más de cien cristianos se reunían entonces en obediencia al mandato de Cristo
de conmemorar su muerte (Luc. 22:19, 20) El 31 de marzo de 1942, por ejemplo, 280 hermanos se
reunieron en dos diferentes lugares en Oslo. Noventa participaron de los emblemas.

Por todo el país también se celebraban “asambleas,” en granjas aisladas o en el bosque. En cierta
ocasión, durante una de esas “asambleas” en un bosque, los hermanos fingieron estar recogiendo
bayas para que no se notara lo que hacían. Llevaban baldes y otro equipo necesario para recoger
bayas.

Por supuesto, el propósito de aquellas reuniones era edificar espiritualmente a los hermanos. Se
pronunciaban discursos, y se consideraban artículos interesantes de La Atalaya. Sin embargo, se
hacían arreglos también para participar de alimento material. A muchos Testigos —especialmente
los que vivían en las ciudades— se les hacía difícil obtener el alimento que necesitaban. Pero los
que tenían algún alimento lo compartían amorosamente con los que no tenían.

Durante el verano de 1943 se celebró la mayor de estas reuniones de “asamblea” en una zona
arbolada de una granja en las afueras de Oslo. Unos 180 hermanos y hermanas que vinieron de
diferentes pueblos de los alrededores del fiordo de Oslo se reunieron. Súbitamente, tres soldados
alemanes a caballo se acercaron a la granja y vieron a los hermanos. Un hermano que hablaba
alemán habló a los soldados. Los soldados querían ir a nadar, pero se habían equivocado de
camino. Dos hermanos se ofrecieron para mostrarles el camino correcto, y lo hicieron. Los
hermanos dejaron escapar un suspiro de alivio cuando los soldados desaparecieron. De camino a
la playa el hermano que hablaba alemán escuchó a dos de los jinetes considerando qué clase de
reunión pudiera haber sido ésta. Uno sugirió que quizás se trataba de una sociedad coral, como
una que habían visto en otro lugar.

Por eso, nada sucedió esta vez tampoco. No tenemos informes de que los hermanos se metieran
en dificultades por reunirse en “asambleas” como éstas en armonía con la voluntad de Jehová.

Naturalmente, la proclamación del Reino también se efectuaba con la mayor cautela,


especialmente al principio. Los hermanos sabían que las autoridades nazis vigilarían su actividad
muy cuidadosamente. Al principio, los del pueblo de Dios no testificaban de casa en casa, sino que
visitaban a los que habían mostrado algún interés, y hablaban a parientes y compañeros de
empleo. De este modo, los hermanos también se comunicaban con algunos nuevos. Sin embargo,
después de un par de años, algunos empezaron a ir de casa en casa usando la Biblia.
No pasaron muchos meses antes de que hubiera una escasez de literatura. Algunos hermanos que
se habían imaginado de antemano lo que podría suceder habían enterrado u ocultado libros y
folletos, y ahora los sacaron y los usaron. Con el tiempo, los publicadores por lo general solo
prestaban literatura a las personas que mostraban algún interés en el mensaje del Reino.

Fue en esta situación que la actividad de los estudios bíblicos resultó ser de tan grande
importancia. Por todo el país se comenzaron muchos estudios por medio de los folletos Núms. 1
y 2 de Estudio Modelo (el segundo se publicó en noruego en 1941). A las personas que mostraban
interés, primero se les invitaba a estas reuniones, y más tarde al estudio de La Atalaya. A menudo
había de veinticinco a treinta personas presentes. Esto era así especialmente en las ciudades más
grandes. Cuando los hermanos se quedaron sin folletos Estudio Modelo, prepararon un libro
similar, pero más extenso, para estudio, y éste se imprimió y se usó mucho.

Por supuesto, estos nuevos que entraban en la congregación tenían que ser bautizados. Muchas
veces esto se hacía en hogares particulares. Un hermano declaró que por lo menos cincuenta
individuos se habían bautizado en su hogar durante la guerra. Además, en las “asambleas”
secretas se hacían arreglos para bautizar, y esto se efectuaba en algún lago pequeño entre las
montañas.

El hecho de que los hermanos tuvieran amplia oportunidad para testificar fue causa de alguna
diferencia de opinión entre ellos. ¿Por qué? Bueno, algunos pensaban que la predicación debería
efectuarse más públicamente, mientras que otros pensaban que esto sería presentar una
provocación a las autoridades nazis. El resultado fue que algunos empezaron a ir de casa en casa
con la Biblia, mientras que otros trabajaban más secretamente y se comunicaban con la gente de
otras maneras. Sin embargo, era patente que los hermanos de ambos grupos obraban según un
deseo sincero de servir a Jehová, porque él bendijo la obra de ellos.

¿Se dio cuenta la policía de seguridad alemana de que los Testigos noruegos estaban reanudando
su actividad? Sería muy raro que una organización tan bien administrada como la Sipo no se
hubiera dado cuenta de esto. La Sipo sí sabía que los hermanos no habían cesado de hacer su
obra, pero quizás no sabían hasta qué grado se efectuaba su actividad. De diferentes ángulos,
incluso el partido nazi noruego, venían informes acerca de la actividad de los hermanos y cartas en
las cuales se instaba a la Sipo a tomar acción contra los testigos de Jehová. En una carta se llamaba
a la congregación “la secta de propaganda comunista bajo influencia judía.” Otra carta, enviada
anónimamente desde Oslo con fecha del 22 de junio de 1942, decía:

“Estimado Sr. Reichskommissar,

“Yo sé que usted es católico devoto. Por lo tanto, confío en que use su envidiable gran autoridad
para destruir esta desgracia de la comunidad, es decir, por lo menos aquí en Noruega: La
organización subsidiaria del judío [!] Juez Rutherford . . .

“De ninguna manera puedo comprender cómo se ha permitido que esta organización sospechosa
efectúe su demoníaca actividad.

“¿Por qué no denunciar a esta organización en los periódicos y dejar que el público vea lo ridícula
y peligrosa que es la actividad de esta organización?”
Sin embargo, las autoridades alemanas no dieron más pasos contra los testigos de Jehová. Es
posible que los nazis hayan pensado que, debido a su tamaño modesto, nuestra organización
no era tan peligrosa. Quizás hayan pensado que bastaba con detener la gran distribución de
“publicaciones agitadoras.” Ciertamente estaban muy ocupados en otros campos, principalmente
peleando contra el movimiento de resistencia noruego. De todos modos, era particularmente
contra los patriotas noruegos del Frente Nacional que los nazis estaban usando sus métodos
avanzados de espionaje y bárbaras medidas punitivas. Hablando en términos generales, a los
testigos de Jehová no se les molestó en Noruega después de la acción que se tomó en 1941. Sin
embargo, sin la protección de Dios un aspecto de la actividad fácilmente pudo haber puesto a los
hermanos en una posición difícil. Este fue la obra de sacar copias de artículos de La Atalaya y
distribuirlas por el país. Los hermanos que se ocupaban en esto estaban trabajando a riesgo de su
vida.

SE DISTRIBUYE EL ALIMENTO ESPIRITUAL

La Atalaya se introducía ocultamente en el país desde Suecia y Dinamarca. Algunas de nuestras


revistas eran traídas por personas interesadas en la verdad y hermanos que cruzaban la frontera
entre Suecia y Noruega, y en un lugar había una “línea de comunicación” bastante firme. De la
sucursal sueca de la Sociedad, y a veces desde Dinamarca, se le enviaban paquetes de alimento al
hermano Øman. ¡Los artículos alimenticios, como huevos, se empaquetaban en páginas de
La Atalaya! Estas páginas se planchaban y el contenido se traducía a noruego. A veces, hermanos
de Dinamarca y Suecia que hacían viajes de negocio nos traían literatura.

Solo los artículos principales de estudio de La Atalaya se traducían y distribuían por todo el país. Al
atardecer y de noche los hermanos se mantenían ocupados pasando este material a máquina.
Para ahorrar tiempo, hacían de cinco a nueve copias en papel carbón.

Nuestros hermanos nunca se sentían seguros cuando hacían este trabajo. A los nazis se les estaba
haciendo muy difícil limitar la prensa ilegal del Frente Nacional Noruego. Para hallar las oficinas
editoriales del periódico secreto, invadían las casas. A las personas que tenían material ilegal en la
casa las castigaban severamente. Para fines de la guerra, se imponía la pena de muerte por
no entregar a las autoridades un periódico ilegal. Sí, el solo tener una máquina de escribir en la
casa se consideraba sospechoso.

En el otoño de 1943, en Oslo, hallaron muerto a un funcionario encumbrado alemán a poca


distancia de la casa de un hermano que solía pasar en máquina artículos de La Atalaya. Aquella
misma noche aquel sector entero fue invadido por la Gestapo. Súbitamente, a aproximadamente
las tres de la mañana, el hermano se despertó al ruido de soldados que marchaban y oficiales que
daban el mandato: “¡Vigilen las entradas!”

El hermano acababa de pasar por máquina quince escritos de La Atalaya, cada uno de siete
páginas, de modo que tenía 105 páginas mecanografiadas en la casa. Estaba bien al tanto de lo
que sucedería si se hallaba este material. La Gestapo no trataba con mano delicada a las personas
que se llevaba.

La Gestapo abrió a la fuerza la puerta de entrada, y de veinticinco a treinta hombres subieron por
cada entrada. El edificio tenía tres pisos, y la incursión empezó en el tercer piso. El hermano vivía
en el primer piso. Esto le dio una oportunidad. Agarró los escritos y corrió al baño, donde los hizo
pedazos y los echó en el inodoro, haló la cuerda una vez, echó el resto de los papeles en el inodoro
y se puso a esperar agitadamente que la tolva de agua se llenara de nuevo. ¿Saldría airoso de esta
situación? Se le dieron dos minutos y esto fue suficiente, porque cuando cuatro hombres armados
irrumpieron en el apartamiento, los escritos habían desaparecido. Los hombres volvieron todo
boca abajo. Azucareras, el horno, las gavetas, los cuadros que había en la pared... todo fue
cuidadosamente investigado, pero no se halló nada ilegal. El hermano creyó que Jehová lo había
protegido al dejar que la incursión empezara en el tercer piso.

Para suministrar con regularidad el alimento espiritual a todas las congregaciones y a los
publicadores aislados, se exigía buena organización y ayudantes prestos. En Oslo varios hermanos
visitaban con regularidad las congregaciones cercanas de la parte este del país y conducían
estudios de La Atalaya los domingos. Tenían un escrito que consideraban con la congregación. Las
congregaciones y hermanos que podían conseguir La Atalaya de este modo recibían una copia por
correspondencia o de un hermano que viajaba por bicicleta o tren. Los que recibían los escritos los
pasaban a otros. De esta manera, se mantenía un servicio regular.

Los hermanos que viajaban con escritos de La Atalaya en sus bolsillos o maletines se arriesgaban.
No era raro que se detuviera y examinara a la gente en las calles y se hizo más riguroso el control
de los trenes, autos y botes. Sin embargo, Jehová protegía a los hermanos que estaban dispuestos
a servir de esta manera.

En cierta ocasión un hermano fue por tren desde Oslo a un pueblo cercano. Apenas empezaban a
moverse las ruedas cuando dos agentes armados de la policía estatal nazi noruega entraron en el
coche donde el hermano estaba sentado. Cerraron las puertas y empezaron a examinar a la gente.
Toda persona tuvo que sacar cuanto tenía en los bolsillos y maletines, y a algunos se les sometió a
un registro mientras el cañón de un rifle les apuntaba al cuello.

El hermano estaba sentado allí, sin saber qué hacer con los escritos de La Atalaya que tenía. Optó
por ponérselos en los bolsillos a cada lado de su chaqueta. A la persona que estaba al lado de él le
ordenaron que se pusiera de pie y la cachearon. El policía ahora volvió su atención al hermano,
que estaba sentado allí orando a su Padre celestial por ayuda. Mirando al hermano, el policía dijo:
“¡Su tarjeta de identificación!” El hermano se la mostró. ¡Eso fue todo! Toda otra persona en el
coche del ferrocarril tuvo que mostrar lo que llevaba... ¡excepto este hermano!

Noruega fue dividida en dos partes para facilitar la distribución de los artículos de La Atalaya.
Desde Oslo, se enviaban escritos a todas partes del este de Noruega, y desde Bergen, se abarcaba
la distancia desde Stavanger hasta Kirkenes. Usualmente la congregación de Bergen recibía
ejemplares de La Atalaya en sueco o danés. En la mayoría de los casos éstos tenían que ser
recogidos en Oslo, pues si se enviaban por correo caían en manos de la policía de seguridad
alemana. Diferentes hermanos viajaban por tren o bicicleta más de 483 kilómetros para conseguir
este alimento espiritual, y para visitar a la “familia,” como decían si se les interrogaba. En la
mayoría de los casos usaban bicicletas. En otros casos, enviábamos nuestras revistas por medio de
hermanos que barloventeaban en el mar entre Oslo y Bergen.

En Bergen se sacaban copias de los artículos de La Atalaya de la misma manera que en Oslo y
entonces se enviaban hacia el norte por medio de hermanos que trabajaban en embarcaciones
que iban de un punto a otro por la costa. Los artículos se enviaban por rutas regulares de un lugar
a otro, y la dirección más al norte estaba en la frontera rusa.

De esta manera Jehová Dios se encargó de que el alimento espiritual llegara a los hermanos por
toda Noruega. Por medio de La Atalaya se fortaleció y animó a los hermanos a continuar en su
predicación cristiana en aquellos años difíciles. Durante el espacio de tiempo desde 1941
hasta 1944, unos 9.000 de aquellos escritos fueron mecanografiados y distribuidos por todo el
país.

AUMENTO A PESAR DE LA GUERRA

A pesar de las dificultades que la guerra creaba, la obra del Reino en Noruega continuó creciendo.
El crecimiento de la obra fue más o menos igual durante el tiempo de la guerra que durante los
cinco años anteriores, pues el promedio de aumento en la cantidad de publicadores fue de un
8 por ciento cada año. Así, desde 1940 hasta 1945 la cantidad de publicadores en Noruega
aumentó de 462 a 689.

En Noruega los hermanos no fueron tan acosados por las autoridades alemanas como lo fueron
sus compañeros de creencia en otros países ocupados. Es verdad que la acción de 1941 sí puso fin
a una extensa difusión de la literatura, pero poco se hizo para evitar que nuestra obra continuara
clandestinamente. No sabemos de ningún hermano noruego que recibiera maltrato. Algunos
fueron arrestados y encarcelados después de la acción de julio de 1941, pero todos fueron puestos
en libertad dentro de una semana.

Muy pocos hermanos perdieron la vida debido a las condiciones de guerra. Hasta donde sabemos,
solo tres hermanos fueron muertos, aunque una cantidad considerable de ellos perdieron sus
hogares y pertenencias debido al bombardeo de diferentes pueblos. Esto fue especialmente así en
el norte y el oeste de Noruega.

Cuando vino la paz en la primavera de 1945, muchas cosas habían sucedido dentro de la
organización. J. F. Rutherford había muerto y N. H. Knorr le había sucedido como presidente de la
Sociedad Watch Tower. Los hermanos y las hermanas de Noruega se alegraron de poder trabajar
en público de nuevo y estuvieron muy deseosos de cooperar plenamente con los demás de la
organización de Jehová por toda la Tierra.

REORGANIZANDO NUESTRA OBRA

Naturalmente, se necesitó algún tiempo para reorganizar la actividad de predicar después que
nuestra obra había estado proscrita por cuatro años. Entre las primeras cosas que se hicieron
estuvo el hacer arreglos para varias reuniones públicas. Hubo una asistencia bastante nutrida a
éstas. Durante la guerra muchas personas habían llegado a estar conscientes de su necesidad
espiritual. (Mat. 5:3) Es verdad que algunas personas que se habían interesado en la verdad
durante la guerra después se apartaron. Pero un buen número de personas que se desilusionaron
con el nazismo prestaron atención a las buenas nuevas del reino de Dios. En tres discursos
públicos que se presentaron en Oslo durante el verano de 1945 hubo concurrencias de entre 400
y 600 personas.
En julio y agosto de 1945 el hermano William Dey (supervisor y encargado de la oficina del norte
de Europa de la Sociedad) visitó a Noruega para ayudar a los hermanos con relación a la
organización de la actividad de predicar. El desacuerdo que había comenzado durante la guerra
entre dos grupos de publicadores que tenían diferentes ideas en cuanto a cómo efectuar la
testificación todavía estaba presente. Por eso, en reuniones que se celebraron en Oslo, Skien y
Bergen, el hermano Dey hizo un llamamiento a todos para que ‘enterraran la pelea’ y pidió que se
pusieran de pie todos los que deseaban hacer eso. Todos los presentes se pusieron de pie.

Los hermanos se encontraron frente al hecho de que había una escasez de literatura bíblica para el
público. Por lo tanto, comenzaron a prestar libros y folletos, tal como lo habían hecho durante la
guerra. En septiembre de 1945 llegó la primera nueva literatura... cuatro folletos suecos y uno en
noruego. Por supuesto, nuestro gozo fue grande cuando recibimos La Atalaya en noruego
comenzando con el 1 de octubre de 1945. En años anteriores, habíamos usado la edición danesa.
Ahora hicimos grandes esfuerzos por obtener suscripciones a La Atalaya, y en enero de 1946
comenzamos una campaña de cuatro meses con La Atalaya.

Sin embargo, en muchas congregaciones los hermanos todavía estaban divididos en dos grupos.
Por eso, en diciembre de 1945 los hermanos N. H. Knorr y M. G. Henschel vinieron a Noruega
desde la central de la Sociedad en Brooklyn para resolver este problema y ayudar a los hermanos a
organizar la obra en armonía con los procedimientos que se seguían en otros lugares. A dos
reuniones, una celebrada en Oslo y la otra en Bergen, asistieron 800 y 500 personas
respectivamente. La visita del hermano Knorr resultó en una gran bendición, pues la disputa que
había entre los hermanos fue resuelta. En las reuniones que se celebraron durante su visita
también se hizo saber que Enok Øman ya no sería el encargado de la obra en Noruega. Más bien,
la actividad sería atendida por el hermano Dey directamente. El hermano Øman continuó
trabajando en la oficina de Oslo hasta 1953, y después de eso fue precursor. Sirvió fielmente a
Jehová hasta su muerte en 1975 a la edad de 94 años.

William Dey fue sucedido pronto como supervisor de la obra en Noruega por Marvin Ferrol
Anderson, un hermano estadounidense enviado aquí desde el Betel de Brooklyn en 1946. El 17 de
enero puso pie por primera vez en terreno noruego. El hermano Anderson empezó a reorganizar
la actividad de predicar. Y no pasó mucho tiempo antes de que empezara a hablar con los
hermanos en noruego.

NECESIDAD DE SIERVOS DE TIEMPO CABAL

Por todo el país había mucho interés en el mensaje del Reino después de la guerra. Muchas
personas que se interesaban en la verdad venían a los discursos públicos, y la literatura se
colocaba entre ellas con facilidad. La cuestión ahora era la siguiente: ¿Habría en Noruega
hermanos que estuvieran dispuestos a entrar en el servicio de precursor y llevar la verdad a las
zonas aisladas? Por medio del Informador (ahora Nuestro Servicio del Reino) se estimuló a los
hermanos a emprender el servicio de precursor. Muchos respondieron, entre ellos varios que se
habían visto obligados a salir de las filas de los trabajadores de tiempo cabal cuando nuestra
actividad fue proscrita en 1941. Pero los precursores necesitaban mucha literatura,
preferiblemente en noruego. A este respecto, la situación era mala. Después de la visita del
hermano Knorr a Noruega en diciembre de 1945, sin embargo, los libros Salvación y Enemigos, así
como los folletos Descubierta, Protección y Seguridad, se imprimieron en noruego. Entonces los
precursores tuvieron suficiente literatura. Para el fin del año de servicio de 1946, cuarenta y siete
hermanos y hermanas habían emprendido este servicio.

Estos eran tiempos difíciles, y los precursores también sintieron sus efectos. Especialmente los que
viajaban a las partes del norte del país se enfrentaban a una prueba en cuanto a su aguante y
confianza en Jehová. Grandes zonas habían sido bombardeadas y quemadas por los nazis durante
su retirada. Por eso había gran escasez de alojamiento, y poco alimento.

Una de las personas que viajó al norte de Noruega en 1946 fue la hermana Svanhild Neraal.
Durante 1941, había trabajado como precursora en Finnmark, en la parte más septentrional del
país, y había visto el bombardeo de dos pueblos. Pero había tenido tantas excelentes experiencias
allí y estaba tan entusiasmada con la gente hospitalaria de aquella localidad que durante toda la
guerra había deseado volver a aquel lugar. Por eso, a principios del verano de 1946 fue a Kirkenes,
en la frontera rusa. La gente pensaba que había perdido el juicio al ir a aquel lugar sin tener dónde
alojarse. Pero ella oró a Jehová por ayuda.

Durante todo el primer invierno la hermana Neraal durmió en el piso de una cocina en una casita
donde se alojaban otras cinco personas. Durante el primer año no pudo comer hasta satisfacerse
plenamente ni siquiera una vez. Además, se encontró con muchas penalidades en el servicio del
campo. Por ejemplo, los alemanes habían hundido la mayor parte de las embarcaciones locales, y
nadie sabía cuándo vendría o partiría la siguiente embarcación. Por eso, pasó muchas noches
sentada en los muelles bajo la lluvia o la nieve, esperando inútilmente transportación.

Pero durante los dos años y medio que la hermana Neraal estuvo en el norte, también tuvo
muchas experiencias interesantes y agradables, como cuando predicó a los lapones. Ella viajaba
por bicicleta o embarcación fluvial o, si era posible, por autobús. Se sentaba en la tienda de los
lapones, hecha de piel de reno, y comía carne de reno directamente de la olla. Por medio de
intérpretes lapones testificó a grupos de oyentes que mostraban interés. Mientras estuvo en la
parte septentrional del país, la hermana Neraal conoció a personas que se interesaron en la
verdad y que más tarde aceptaron la verdad. ¡Obtuvo 2.000 suscripciones a La Atalaya y colocó
2.500 libros!

Los precursores también hicieron buen trabajo en otros lugares. En 1948 la Sociedad compró un
bote de motor que recibió el nombre de “Jonadab” y fue usado por precursores durante tres o
cuatro años antes de que fuera vendido. Se usó en la parte occidental del país y fue el cuarto y
último bote para los precursores que fue propiedad de la Sociedad. Sin embargo, la mayoría de los
precursores trabajaba de manera ordinaria, colocando el cimiento para nuevas congregaciones
por todo el país. La cantidad de los precursores varió algo durante los primeros años después de la
guerra, pero el promedio para el espacio de 1946 a 1950 fue de cuarenta y dos.

AYUDA A HERMANOS NORUEGOS Y DE ELLOS A OTROS

Muchos hermanos noruegos se encontraban con poca ropa después de la guerra, y al principio era
imposible comprar nueva ropa. Esto se le dio a conocer al hermano Knorr cuando éste visitó a
Noruega a fines de 1945, y entonces él se encargó de que los Testigos generosos de otros países
enviaran a Noruega ropa y zapatos de segunda mano. Desde Suecia se enviaron dos toneladas y
desde los Estados Unidos seis toneladas. En Oslo la ropa se separaba según el tamaño y se enviaba
a los hermanos según los pedidos que éstos enviaban. En total se ayudó a más de 3.000 hermanos
y personas interesadas en la verdad de esta manera. Las cartas que vinieron de todas partes del
país reflejaron el gran aprecio que sintieron los hermanos noruegos por haber recibido estos
valiosos regalos.

Un hermano que había nacido en Dinamarca y vivía en Noruega tuvo una chistosa experiencia con
relación a esta ropa que venía del extranjero. En el servicio del campo se encontró con una señora
que dijo que él estaba esparciendo una religión americana, que él tenía acento americano y
llevaba ropa americana. El hermano le dijo con calma que el abrigo era del Canadá, el suéter de los
Estados Unidos, los pantalones de Noruega, los zapatos de Suecia y la corbata de Dinamarca. ‘Pero
estos libros,’ dijo él ‘contienen verdades de la Biblia.’ La señora lo invitó a entrar, comenzaron una
conversación y él dejó en manos de ella un libro encuadernado y unos folletos.

Gradualmente la situación económica de Noruega mejoró, y pronto los hermanos mismos


pudieron extender ayuda a otros hermanos del exterior. En 1947 se enteraron por medio de la
Sociedad de que especialmente los hermanos alemanes necesitaban tanto alimento como ropa.
Durante 1948 y 1949 muchos Testigos noruegos enviaron paquetes de alimento a Alemania y
recibieron cartas de aprecio de los que los recibieron con alegría. También se envió alimento a los
hermanos finlandeses.

Esta ayuda a cristianos noruegos y desde cristianos noruegos armonizó con las palabras de Jesús:
“En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes
mismos.”—Juan 13:35.

LA ORGANIZACIÓN Y EL SERVICIO

Cuando el hermano Anderson llegó a Oslo en enero de 1946, hubo necesidad de efectuar una
buena cantidad de cambios en el hogar Betel en Inkognitogaten, que le había sido devuelto a la
Sociedad después de la guerra. Primero, para la oficina y el edificio en conjunto se necesitaba
nuevo equipo... máquinas de escribir, sillas, escritorios, camas, y así por el estilo. Además, el
edificio no había sido mantenido en buena condición durante la guerra. Por lo tanto, se requería
extensa renovación. En segundo lugar, una cantidad considerable de inquilinos —en su mayor
parte señoras de edad avanzada— vivían allí, ocupando espacio que la Sociedad necesitaba.
Debido a la gran escasez de alojamiento en Oslo en aquel tiempo, era difícil hallar otros hogares
para ellas. Entonces se investigaron las posibilidades de vender la casa y hallar una mejor o
construir un nuevo hogar Betel, pero el resultado de esto fue que continuamos usando el 28 B de
Inkognitogaten. Poco a poco el hogar Betel fue siendo equipado, y una de las cosas más útiles allí
fue una prensa que funcionaba por medio de pedales, la cual usamos por varios años. Esta fue la
primera máquina de imprimir que la Sociedad tuvo en Noruega.

En el verano de 1946 se pusieron en vigor nuevas instrucciones en cuanto a la organización de la


obra. Entre otras cosas, se hicieron arreglos para que las congregaciones celebraran una nueva
reunión semanal, la Escuela Teocrática, basada en el folleto Curso en el ministerio teocrático.

Pronto se manifestaron los resultados de la Escuela Teocrática. Para noviembre se comenzó una
campaña de reuniones públicas por toda Noruega. Se asignó a los hermanos más capacitados para
que prepararan un discurso basado en uno de ocho bosquejos suministrados por la Sociedad.
Ahora hubo muchos hermanos presentando discursos públicos por primera vez. En Oslo y otros
pueblos, estos discursos fueron pronunciados ante grandes auditorios en parques públicos. En
poco tiempo, debido a la Escuela Teocrática, tuvimos muchos discursantes públicos capacitados en
Noruega.

En diciembre de 1946 los superintendentes de circuito empezaron a viajar por Noruega. Al


principio hubo cuatro circuitos, con 78 congregaciones, cada una de las cuales era visitada dos
veces al año. También se celebraban con regularidad asambleas de circuito. Para ayudar al mayor
número posible de personas, los superintendentes viajeros trabajaban en el servicio del campo
con unos cincuenta a setenta hermanos y hermanas durante la visita de una semana. A medida
que poco a poco se enseñó a los publicadores a presentar el mensaje del Reino ellos mismos a las
puertas de la gente, cesaron de usar las tarjetas de testimonio y los fonógrafos en su predicación.
Ahora se dio mucha mayor atención a las revisitas y la obra de estudios bíblicos.

De gran importancia para la testificación aquí en Noruega ha sido el hecho de que hemos podido
enviar muchos hermanos a la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. Los primeros dos fueron
enviados a la escuela para recibir entrenamiento en el otoño de 1947. Como sucedió en el caso de
la mayoría de los estudiantes enviados desde Noruega, se les asignó a servir aquí como
precursores de tiempo cabal, superintendentes viajeros o trabajadores en Betel.

Como resultado de estos nuevos rasgos relacionados con la organización y el servicio, los años
desde 1945 hasta 1950 resultaron ser un tiempo de rápido desarrollo espiritual para el pueblo de
Dios en Noruega. Más hombres se capacitaron para responsabilidades de congregación. Además, a
los publicadores individuales se les dio mayor atención y entrenamiento cuidadoso.

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ ANTE EL TRIBUNAL

Excepto por los años de la guerra, los testigos de Jehová en Noruega no habían tenido muchas
dificultades en su relación con las autoridades. A principios de los años treinta algunos precursores
fueron acusados de venta ambulante ilegal, pero el caso fue arreglado sin que nadie fuera llevado
al tribunal. Después de eso solo había habido incidentes esporádicos. En 1948 y 1949, sin
embargo, surgieron dificultades similares. La policía no permitió que dos precursores y otros dos
hermanos ofrecieran la literatura de la Sociedad al público, remitiéndose a la Ley del Comercio del
8 de marzo de 1935, Sección 86. La Sociedad llevó la cuestión al Departamento de Justicia, y el
caso fue sometido al Departamento del Comercio. En una carta oficial con fecha de 10 de octubre
de 1949, el Departamento del Comercio declaró que la actividad de los testigos de Jehová debía
considerarse como de “interés general” en el significado de la legislación comercial, y que, por lo
tanto, era innecesario obtener permiso de la policía para participar en tal actividad. El procurador
general concordó con el punto de vista del Departamento del Comercio. Por consiguiente, los
precursores, que habían sido sentenciados a pagar una multa de quince kroners noruegos cada
uno, fueron indultados por Orden en Concejo del 10 de marzo de 1950.

Algo que creó una agitación mucho mayor, sin embargo, fue el juicio de varios hermanos en Oslo
por distribuir La Atalaya en las calles. La obra en las calles con La Atalaya empezó en Noruega el
11 de septiembre de 1948. El 28 de noviembre de 1949, los hermanos estaban trabajando en la
calle principal de Oslo con las revistas y unos agentes de la policía les pidieron que los
acompañaran al cuartel. Una buena cantidad de Testigos fueron llevados al cuartel. En éste se les
dejó de pie en la sala dos horas, después de lo cual se les despidió.
Este incidente pronto fue cosa conocida entre todos los hermanos de Oslo, y una semana después
muchos más se presentaron en la parte central de la ciudad, distribuyendo La Atalaya. De nuevo la
policía vino. Todos los Testigos fueron arrestados y llevados al cuartel de la policía. Esta vez siete
hermanos y hermanas fueron interrogados y se les dijo que habían violado un pasaje de la Ley
Criminal y la decisión policíaca que aplicaba a Oslo en el sentido de que a nadie que no tuviera
permiso de la policía se le permitía distribuir anuncios, y así por el estilo, o participar en publicidad
ambulante o por vehículo. Este caso fue llevado al tribunal municipal, donde se dictó sentencia el
21 de enero de 1950. El tribunal no halló ninguna actividad de venta o actividad económica
envuelta en el caso, pero declaró a los siete acusados culpables de violar el pasaje ya mencionado.
Se apeló ahora de la sentencia y el caso fue llevado directamente al Tribunal Supremo.

Nunca habían participado tantos publicadores del Reino en la testificación en las calles como
después de este caso, y muchos consideraban esta situación como una prueba de su fe. Los
arrestos continuaron. Gradualmente, las multas fueron subidas a cincuenta kroners noruegos.
Algunos hermanos fueron arrestados hasta diez veces y la policía no mostraba mucho entusiasmo
al efectuar estos arrestos que creaban considerable agitación.

El 17 de junio de 1950 el Tribunal Supremo dio su fallo. ¡La sentencia del tribunal municipal fue
unánimemente conmutada, y los hermanos fueron absueltos! A los testigos de Jehová se les
permitió distribuir La Atalaya en la calle sin pedir permiso a la policía.

Por medio de estos juicios se mostró que nuestra actividad no es ilegal y que tenemos el derecho a
testificar con nuestra literatura de casa en casa y en la calle. Desde entonces las autoridades
no han intervenido para poner fin a ningún rasgo particular de la obra de testimonio aquí en
Noruega.

SE REORGANIZA LA ACTIVIDAD RELACIONADA CON LAS ASAMBLEAS

¡Cuánto nos alegramos de reunirnos en asambleas normales después de no haber podido hacerlo
por varios años! Las primeras asambleas de después de la guerra se organizaron en las ciudades
más grandes del país, Oslo, Bergen y Trondheim, y se celebraron durante septiembre y octubre
de 1946. Un total de 3.011 personas asistieron al discurso público y 52 se bautizaron.

La siguiente gran asamblea se celebró en Oslo del 20 al 22 de junio de 1947. Los hermanos Knorr y
Henschel estaban visitando para ver cómo iba la obra y pronunciaron varios discursos en esta
asamblea. Fue la más grande asamblea que celebramos en Noruega hasta aquel tiempo. Cuarenta
personas se bautizaron y 1.446 escucharon el discurso público del hermano Knorr “El gozo de
todos los pueblos.”

Para la Asamblea “Adoración Limpia,” que se celebró en Lillehammer del 21 al 23 de septiembre
de 1951, la concurrencia pasó de todas las marcas anteriores que habíamos alcanzado en una sola
asamblea cuando 2.391 personas escucharon al hermano Knorr pronunciar el discurso público:
“¿Se enfrentará con éxito la religión a la crisis mundial?” Ochenta y nueve personas se bautizaron
en esta asamblea.

Durante el período entre las asambleas de 1947 y 1951, los publicadores del Reino en Noruega
aumentaron de 972 a 2.066. ¡Esto fue un aumento de 113 por ciento en cuatro años!
ASAMBLEAS POSTERIORES

Algunos noruegos —en total 120— pudieron asistir a la Asamblea Internacional “Voluntad Divina”
que se celebró en la ciudad de Nueva York en 1958. Entre estos 120 hubo diecisiete siervos de
tiempo cabal que consiguieron transportación gratis como resultado de contribuciones que
enviaron los hermanos noruegos con ese fin. Aquí en Noruega las partes más importantes del
programa de Nueva York fueron repetidas en asambleas “de eco” en Oslo y Bodö. En Oslo,
3.077 personas asistieron al discurso público y 113 se bautizaron... dos nuevos máximos para
Noruega.

A través de los años los hermanos noruegos fueron invitados a grandes asambleas internacionales


en el exterior. Pero entonces, por primera vez, nos tocó a nosotros invitar a Testigos extranjeros a
una asamblea. Nos alegramos de disfrutar del compañerismo de nuestros hermanos daneses en la
Asamblea “Palabra de Verdad” que se celebró en Oslo del 17 al 20 de junio de 1965. La asamblea
se celebró en el Estadio Ullevål, y una zona grande fuera de la ciudad se usó como campamento
para coches-habitaciones y tiendas de campaña. En la víspera de nuestra asamblea hubo un
encuentro de fútbol entre Noruega y Yugoslavia, con 30.000 espectadores. Pero los industriosos
Testigos trabajaron toda la noche y para la mañana el estadio había cambiado inmensamente. Las
graderías al descubierto y el terreno en general estaban limpios, y sobre la grama se habían
levantado dos plataformas... una para el programa en danés y la otra para el programa en
noruego. Un pabellón para música, un almacén sobre columnas y dos casitas de campo al estilo
noruego antiguo habían sido erigidos. Los periódicos quedaron impresionados, y uno dijo que la
transformación del estadio fue un “milagro de una noche.”

Entre los hermanos extranjeros hubo 7.000 de Dinamarca y unos cien de varios otros países,
incluso los Estados Unidos, el Canadá, los Países Bajos y Alemania. Se hicieron arreglos para giras
especiales de turismo para los huéspedes extranjeros en Oslo. En una de estas giras el hermano
F. W. Franz del Betel de Brooklyn tuvo una experiencia interesante. Junto con un grupo de otros
Testigos visitó la Fortaleza de Akershus, que domina la bahía de Oslo. Cuando el grupo de
hermanos llegó a la capilla, una guía estaba dando información acerca de la iglesia. Señaló a cuatro
letras hebreas muy por encima del altar y dijo que nadie había podido decir qué significaban. El
hermano Franz tuvo la oportunidad de explicar que estas cuatro letras hebreas representaban el
Nombre Divino, Jehová.

Entre los sucesos principales de la asamblea estuvo el bautismo, el viernes por la mañana, cuando
199 personas simbolizaron su dedicación... la cantidad más grande que hasta ese tiempo se había
bautizado en una asamblea en Noruega. Para el discurso público del hermano Knorr: “Gobierno
mundial sobre el hombro del Príncipe de la paz,” hubo una concurrencia de 12.332 personas.

AYUDAS BÍBLICAS EN NORUEGO

Anteriormente mencionamos que inmediatamente después de la guerra había escasez de


literatura en el lenguaje noruego. Sin embargo, en 1948 recibimos el nuevo libro “La verdad os
hará libres.” Desde diciembre de 1949 se usó la edición danesa de la revista ¡Despertad! en el
servicio del campo, pero en enero de 1951 recibimos esta valiosa ayuda en nuestro propio idioma.
Desde aquel año no hemos tenido que usar literatura extranjera en la predicación, pero hemos
usado un par de libros daneses en la Escuela Teocrática.
Una de las ayudas bíblicas que los hermanos apreciaron mucho fue el libro “Sea Dios veraz,”
publicado en noruego en 1951. Ningún otro libro se había usado tanto hasta entonces aquí en la
actividad de estudios bíblicos. Pero entonces una muy valiosa ayuda para estudiar la Biblia se hizo
disponible en 1969. Fue el libro La verdad que lleva a vida eterna. Nunca habíamos tenido una
mejor publicación para la obra de estudios bíblicos.

Con relación a esto sería apropiado mencionar el libro ¿Llegó a existir el hombre por evolución, o
por creación? (publicado en noruego en 1970). Durante nuestra primera campaña con éste, en
septiembre de 1970, colocamos 31.727 libros en manos de la gente, más que durante todo el año
de servicio de 1968. Los publicadores ciertamente hicieron sus mejores esfuerzos y muchos
trataron nuevos métodos, pues varios se pusieron de pie en esquinas de calles bulliciosas con una
caja entera de libros o sosteniendo una buena cantidad de libros en el brazo. Muchos publicadores
fueron a las escuelas y ofrecieron libros a los estudiantes durante el tiempo libre entre las clases.
Hubo el caso de un estudiante que vino a la oficina de la Sociedad y pidió veinte libros para él y
otros estudiantes.

“TAMBIÉN A LAS OTRAS CIUDADES . . . ”

Jesucristo estaba al tanto de que había “otras ciudades” en las cuales tenía que declarar las
buenas nuevas. (Luc. 4:43) De manera similar, en 1952 y 1953 se hicieron esfuerzos especiales
aquí para llevar la predicación de las buenas nuevas a los pueblos más pequeños y territorios
rurales de Noruega, donde vivía gran parte de la población. La Sociedad animó a los hermanos a
trabajar aquellas zonas en los meses del verano, y una buena cantidad de hermanos hizo eso.
Como consecuencia de ello, durante aquellos dos años el 60 por ciento de todo el territorio
no asignado del país fue trabajado. ¿Con qué resultado? Se halló a muchas personas que
mostraron interés y se colocó mucha literatura. Los hermanos visitaron de nuevo a muchos de
estos individuos interesados o les escribieron cartas, y la sucursal recibió los nombres de
6.000 personas a quienes se ofreció más ayuda espiritual. El resultado de estas campañas fue que
algunos publicadores se mudaron a lugares donde no había congregaciones. De este modo, más
congregaciones se establecieron.

Dos misioneros de la Escuela de Galaad trabajaron en el norte de Noruega desde 1951 a 1953 y


disfrutaron de muchas preciosas experiencias en el servicio del campo. Especialmente el invierno
exigía grandes sacrificios en el servicio. De la Sociedad habían adquirido mochilas, sacos para
dormir a la intemperie y abrigos de piel para usarlos en el frío intenso... muy por debajo del punto
de congelación. A menudo usaban esquís en el servicio. En uno de estos viajes en esquís fueron
sorprendidos por una tormenta de nieve y el viento era tan fuerte que casi no podían mantenerse
en pie. La nieve les azotaba el rostro tan fuertemente que casi se quedaban ciegos. Al detenerse,
constantemente tenían que mover vigorosamente los brazos para mantenerse calientes. Sin
embargo, tuvieron su recompensa cuando finalmente llegaron a la pequeña bahía de Kiberg, que
en aquel tiempo tenía una población de unas 350 personas y con frecuencia era llamada “Moscú
Pequeña” debido a sus muchos comunistas. Los hermanos invitaron a la población a un discurso y
más de noventa vinieron y atestaron el salón. En este viaje también se comenzaron varios estudios
bíblicos.

La obra en el territorio no asignado continuó también durante los años siguientes, pero no al
mismo grado. A mediados de los años sesenta, sin embargo, se hicieron de nuevo esfuerzos
especiales para adelantar la predicación en esa clase de territorio. Todavía había lugares donde el
mensaje del Reino casi no se había proclamado. Grupos de dos, cuatro o más precursores se
mudaron a zonas densamente pobladas para tratar de establecer congregaciones, y una buena
cantidad de publicadores de congregación se mudó a lugares donde había más necesidad de
ayuda. Además, la Sociedad estimuló a todos los hermanos a ir a territorio no asignado en
los meses del verano. El resultado fue que grandes zonas del país fueron trabajadas cada año y se
comenzaron muchos estudios bíblicos. Para ayudar a los publicadores a conducir esos estudios por
correspondencia, la sucursal de Oslo preparó un folletín con preguntas especiales sobre el libro
“Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta.” Sin embargo, lo mejor es que todavía está vivo
el interés en atender estos territorios. Siempre hay publicadores mudándose a donde hay mayor
necesidad de ayuda, o testificando en esos lugares en los meses del verano. Así, a través de los
años todo territorio aislado de las zonas rurales ha sido trabajado en los meses del verano.

EL HOGAR BETEL Y LA SUCURSAL

En Noruega no ha habido necesidad de tener un hogar Betel y una sucursal grandes, puesto que la
cantidad de publicadores no es muy grande. La familia de Betel hoy tiene solo quince miembros.
Hasta 1956 La Atalaya y ¡Despertad! en noruego se imprimían en una imprenta en Oslo. Desde
entonces han sido impresas por la sucursal sueca de la Sociedad. Sin embargo, nosotros tenemos
aquí en Betel una pequeña imprenta donde imprimimos Nuestro Servicio del Reino, formularios y
cosas por el estilo.

Todavía estamos usando el edificio del 28 B de Inkognitogaten. Parece que esto es la voluntad de
Jehová, porque varias veces en el transcurso de los años hemos tratado de conseguir otro lugar sin
que lo hayamos logrado. Debido a que la obra del Reino seguía creciendo, se necesitó más espacio
en Betel. Por eso, cuando el hermano Knorr estuvo aquí en 1965, se decidió que la Sociedad
solicitara permiso de las autoridades para construir un nuevo hogar Betel y sucursal en un terreno
localizado en un hermoso lugar que había sido regalado por un hermano. Se prepararon los planos
para el edificio, pero las autoridades no estaban preparadas para hacer arreglos en cuanto a
aquella zona de las afueras de Oslo. Desde entonces hemos tratado de conseguir otros terrenos,
pero sin buen éxito.

En 1970 hubo un punto de viraje. En el tercer piso del edificio en el cual estaba la sucursal había
estado funcionando por largo tiempo una casa de huéspedes. Pero el dueño se dio cuenta de que
ya no tenía base económica para mantener en funciones el negocio. Se animó a los hermanos de
Oslo a estar alerta para ver si conseguían un apartamiento apropiado para la señora que había
tenido a su cargo el funcionamiento de la casa de huéspedes. Pero como al principio esto
no produjo ningunos resultados, ella misma contestó un aviso periodístico. ¡Más tarde supo que
había sido seleccionada al azar de entre setecientos solicitantes! Ciertos hermanos renovaron el
nuevo apartamiento de la señora y la ayudaron a mudarse.

Hemos terminado la renovación y decoración del tercer piso en nuestro hogar Betel ampliado y
también hemos hecho otros cambios aquí. De modo que ahora tenemos mucho espacio. Además,
este edificio está idealmente situado para el uso que le damos. Está situado a un viaje de unos
minutos de la bahía de Oslo y de dos estaciones ferroviarias de la ciudad. No obstante, está en un
sector excelente y comparativamente tranquilo.
LA FUERTE ORGANIZACIÓN DE HOY

Durante el período de adelanto en asuntos de organización desde la II Guerra Mundial, ciertos


hermanos han llevado considerable responsabilidad aquí en Noruega. Marvin Anderson fue el
superintendente de sucursal desde 1946 hasta 1963. Desde 1964 ha estado a cargo de la imprenta
aquí en Betel. El hermano Roar A. Hagen fue el superintendente de sucursal desde 1963
hasta 1969, cuando dejó esta responsabilidad por razones de familia. Thor R. Samuelsen lo
reemplazó y sirve de coordinador de sucursal actualmente.

En las asambleas de distrito de 1971 aprendimos que en los tiempos apostólicos las
congregaciones cristianas eran atendidas por un cuerpo o grupo de ancianos auxiliados por siervos
ministeriales. Este nuevo arreglo fue aceptado con gozo y ha producido grandes beneficios en
los años subsiguientes. Durante 1974 y 1975 todos los ancianos nombrados de Noruega tuvieron
la oportunidad de asistir a la Escuela del Ministerio del Reino, y esto los ha capacitado mejor que
antes para atender al “rebaño.”—1 Ped. 5:1-3.

Durante los años setenta hemos disfrutado de un tremendo aumento. No hay duda de que un
nuevo rasgo de la obra ha contribuido a esto. En 1973 los hermanos noruegos fueron invitados a
una asamblea internacional en Copenhague, Dinamarca. Allí se anunció un nuevo programa para
una intensa distribución internacional de los tratados Noticias del Reino. La primera de estas
campañas se efectuó en Noruega durante un período de diez días que comenzó el 21 de
septiembre de aquel año. Debido a la naturaleza de esta clase de trabajo, un número mucho
mayor de personas ha participado en el servicio del campo. Desde septiembre de 1972 hasta
septiembre de 1973 tuvimos un aumento de 1.119 publicadores, o 19,4 por ciento.

Las campañas con los tratados han despertado el interés de muchas personas en la verdad. Cierto
hombre leyó el Noticias del Reino Núm. 16 y telefoneó usando el número que se daba en la última
página. Se comenzó un estudio bíblico con él. Después de tres estudios dejó de fumar, y después
de seis se separó formalmente de su iglesia. También hizo cambios en cuanto al pelo, la barba y así
por el estilo. Durante este tiempo, él y su esposa asistieron a nuestras reuniones con regularidad.
Este hombre progresó rápidamente y se bautizó unos seis meses después de haber conocido por
primera vez algo de la verdad. Tanto él como su esposa se hicieron celosos publicadores del Reino.

Ahora hemos distribuido varios números de Noticias del Reino, y se ha dado un gran testimonio.
Se ha activado en el servicio del campo a muchos nuevos. Desde el 1 hasta el 10 de mayo de 1976,
distribuimos 800.000 tratados, y 7.405 personas participaron en el servicio del campo en aquel
mes. En el Memorial, el 14 de abril de 1976, hubo 13.037 personas presentes. Por eso esperamos
que muchas más tengan alguna participación en la vindicación del nombre de Jehová.

Durante el espacio de tiempo de treinta años entre 1945 y 1975 el número de publicadores del
Reino en Noruega ha aumentado de 689 a 7.543. ¡Esto es un aumento de casi 1.000 por ciento!
Durante estos años la cantidad de congregaciones ha aumentado de 40 a 197, y la de los circuitos
de cuatro a once. ¡Y el aumento continúa!

¡ADELANTE CON LA OBRA DE JEHOVÁ!

Ahora las buenas nuevas del Reino se están proclamando en todas partes de Noruega. Han llegado
hasta las islas y arrecifes más remotos por toda la costa, hasta los profundos fiordos, a los valles y
dentro de grandes bosques. Esforzándonos por proclamar la verdad, hemos experimentado
tiempos de cambio, con progreso y penalidades. El progreso ha sido fortalecedor, y las
penalidades han tenido efecto limpiador. De seguro todos hemos sido abundantemente
bendecidos por Jehová durante los ochenta y cuatro años desde que Knud P. Hammer vino a
Noruega con las buenas nuevas en 1892.

Nuestra predicación no ha recibido gran oposición desde el campo político o religioso aparte de lo
que sucedió en los años de guerra de 1941 a 1945. Por lo general, parece que los noruegos
respetan el punto de vista de otras personas y no se dejan incitar fácilmente por fanáticos
religiosos ni políticos. Además, todo el mundo se está dando cuenta de que la influencia de las
organizaciones religiosas está disminuyendo, especialmente entre los individuos de la generación
joven, que se están declarando contra muchos males que se efectúan en el nombre de la religión.

Desde la II Guerra Mundial el nivel de vida en Noruega ha progresado rápidamente. El


materialismo tiene fuerte agarro en la gente, y los cristianos tienen que estar alerta para evitar sus
lazos. El delito y el mal uso de las drogas van aumentando alarmantemente, y la norma moral está
decayendo.

Pero el pueblo de Dios anda en “las sendas de Jehová” y reciben su bondad amorosa. (Sal. 25:10)
Los testigos de Jehová en Noruega se deleitan de ser un grupo rápidamente creciente de
verdaderos adoradores activos y unidos. Oramos que Jehová Dios continúe hallándonos dignos de
hacer su gran obra aquí en Noruega, “la tierra hacia el norte.”

[Ilustración de la página 214]

Precursor con maletín de libros y fonógrafo; en el fondo el bote “Rut,” usado para testificar por la
costa

[Ilustraciones de la página 238]

Sucursal y familia de Betel de Oslo

[Mapa de la página 193]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

NORUEGA

Kirkenes

Narvik

Bodö

Círculo Polar Ártico

Namsos

Trondheim

Kristiansund
Florö

Lillehammer

Fiordo de Sogne

Bergen

Oslo (Cristianía)

Moss

Skien

Stavanger

Kristiansand

USSR

FINLANDIA

SUECIA

DINAMARCA

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