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La Celula
La Celula
Esta parte del atlas está dedicada a la citología (más comúnmente denominada biología
celular), y en ella vamos a estudiar la organización de la célula. Pero, ¿a qué llamamos
célula? La siguiente es una buena definición: una célula es la unidad anatómica y
funcional de los seres vivos. Las células pueden aparecer aisladas o agrupadas formando
organismos pluricelulares. En ambos casos la célula es la estructura más simple a la que
consideramos viva. Hoy se reconocen tres linajes celulares presentes en la Tierra:
las arqueas y las bacterias, que son procariotas unicelulares, y las células eucariotas, que
pueden ser unicelulares o formar organismos pluricelulares. Las procariotas (anterior al
núcleo) no poseen compartimentos internos rodeados por membranas, salvo
excepciones, mientras que las eucariotas (núcleo verdadero) contienen orgánulos
membranosos internos. Uno de los compartimentos membranosos de las eucariotas es el
núcleo.
Toda célula, procariota o eucariota, es un conjunto de moléculas altamente organizado.
De hecho, posee numerosos compartimentos con funciones definidas. Vamos a
considerar a un compartimento celular como un espacio, delimitado o no por membranas,
donde se lleva a cabo una actividad necesaria o importante para la célula. Uno de los
compartimentos presentes en todas las células es la membrana plasmática o plasmalema,
que engloba a todos los demás compartimentos celulares y permite delimitar el espacio
celular interno del externo.
La célula eucariota posee compartimentos internos delimitados por membranas. Entre
éstos se encuentra el núcleo, delimitado por una doble unidad de membrana, en cuyo
interior se encuentra el material genético, o ADN, que contiene la información necesaria
para que la célula pueda llevar a cabo las tareas que permiten su supervivencia y
reproducción. Entre el núcleo y la membrana plasmática se encuentra el citosol, un gel
acuoso que contiene numerosas moléculas que intervienen en funciones estructurales,
metabólicas, en la homeostasis, en la señalización, etcétera. Cabe destacar a los
ribosomas en la producción de proteínas, al citoesqueleto para la organización interna de
la célula y para su movilidad, a numerosos enzimas y cofactores para el metabolismo y a
muchas otras moléculas más. Entre la membrana celular y el núcleo se encuentran
también los orgánulos, que son compartimentos rodeados por membrana que llevan a
cabo funciones como la digestión, respiración, fotosíntesis, metabolismo, transporte
intracelular, secreción, producción de energía, almacenamiento, etcétera. Las
mitocondrias, los cloroplastos, los peroxisomas, los lisosomas, el retículo endoplasmático,
o las vacuolas, entre otros, son orgánulos. El citoplasma es el citosol más el conjunto de
orgánulos.
La célula
Son unidades estructurales y funcionales vivientes rodeadas por una membrana. Todas
se forman a partir de células preexistentes por un proceso conocido como división celular,
a través del cual una célula se divide en dos células idénticas. Cada tipo de célula cumple
un papel específico para mantener la homeostasis y contribuye a las diversas funciones
del organismo humano. La biología celular o citología es el estudio de las estructuras y las
funciones de las células. A medida que se estudien las distintas partes de una célula y sus
interrelaciones, se comprenderá que la estructura y las funciones celulares están
relacionadas en forma íntima. En este capítulo se descubrirá que las células llevan a cabo
una sorprendente cantidad de reacciones químicas para crear y sostener los procesos
vitales, en parte a través del aislamiento de algunos tipos específicos de reacciones
químicas dentro de estructuras celulares especializadas.
PARTES DE LA CÉLULA
1. La membrana plasmática forma la superficie flexible externa de la célula y separa su
medio interno (todo lo que se encuentra dentro de la célula) del medio externo (todo lo
que se encuentra fuera de la célula). La membrana plasmática es una barrera selectiva
que regula el flujo de materiales hacia el interior y el exterior celular. Esta selectividad
ayuda a establecer y mantener el ambiente apropiado para las actividades celulares
normales. La membrana plasmática también desempeña un papel importante en la
comunicación entre las células y de las células con el medio externo.
3. El núcleo es un orgánulo grande que alberga la mayor parte del DNA (ácido
desoxirribonucleico) de la célula. Dentro del núcleo, cada cromosoma (khróoma =
coloreado), que es una molécula única de DNA asociada con varias proteínas, contiene
miles de unidades hereditarias denominadas genes que controlan casi todos los aspectos
relacionados con la estructura y la función de la célula.
Estructura de la membrana celular
Es una bicapa lipídica, las membranas son estructuras fluidas porque los lípidos y muchas
de sus proteínas tienen la posibilidad de rotar y moverse hacia uno y otro lado con libertad
en su propia mitad de la bicapa.
Permeabilidad de la membrana
El término permeable significa que una estructura permite el pasaje de las sustancias a
través de ella, mientras que impermeable implica que una estructura no permite el pasaje
de sustancias a través de ella. La permeabilidad de la membrana plasmática a las
diferentes sustancias varía. Las membranas plasmáticas posibilitan el pasaje de algunas
sustancias con mayor facilidad que otras, propiedad conocida como permeabilidad
selectiva. La porción de la membrana formada por la bicapa lipídica es permeable a
moléculas no polares, sin carga eléctrica, como el oxígeno, el dióxido de carbono y los
esteroides, pero es impermeable a los iones y a las moléculas polares grandes sin carga
eléctrica como la glucosa. También es algo permeable a moléculas pequeñas polares sin
carga eléctrica, cómo el agua y la urea, está última un producto de desecho del
metabolismo de los aminoácidos. La escasa permeabilidad al agua y a la urea es una
propiedad inesperada, ya que ambas son moléculas polares. Se cree que estas dos
moléculas pequeñas atraviesan la bicapa lipídica de la siguiente manera: a medida que
las colas de los ácidos grasos de los fosfolípidos y glucolípidos de la membrana se
desplazan al azar, se forman pequeñas brechas transitorias en el interior hidrófobo del
interior de la membrana. Las moléculas de agua y urea son bastante pequeñas para
pasar entre estas brechas hasta atravesar por completo la membrana. Las proteínas de
transmembrana que actúan como canales y transportadores aumentan la permeabilidad
de la membrana plasmática para una variedad de iones y moléculas polares sin carga
eléctrica que, a diferencia de las moléculas de agua y urea, no pueden atravesar la bicapa
lipídica sin asistencia. Los canales y los transportadores son muy selectivos. Cada uno
ayuda a una molécula o un ion específico a atravesar la membrana. Las macromoléculas,
como las proteínas, son tan grandes que no pueden transponer la membrana plasmática
excepto por endocitosis y exocitosis.
Procesos pasivos
2. Fase mitótica: la fase mitótica (M) del ciclo celular consta de la división nuclear
(mitosis) y la división citoplasmática (citocinesis) y da origen a dos células
idénticas. Los procesos que se suceden durante la mitosis y la citocinesis se
visualizan con facilidad con microscopio porque la cromatina se condensa para
formar los cromosomas.
DIVISION NUCLEAR
La mitosis, como ya se explicó, es la distribución de dos juegos de cromosomas en dos
núcleos separados. El proceso da como resultado la repartición exacta de la información
genética. Para facilitar su estudio, los biólogos distinguen cuatro etapas: profase,
metafase, anafase y telofase. Sin embargo, la mitosis es un proceso continuo; una etapa
se une en forma imperceptible con la siguiente.
1. Profase. Durante la profase temprana, las fibras de cromatina se condensan y se
acortan para formar los cromosomas que son visibles con microscopio óptico El proceso
de condensación puede impedir que las cadenas largas de DNA se enrollen a medida que
se desplazan durante la mitosis. Como la replicación del DNA tuvo lugar durante la fase S
de la interfase, cada cromosoma en profase está formado por un par de cadenas idénticas
denominadas cromátides. El centrómero es una región comprimida de cromatina que
mantiene unidas a las dos cromátides. En el exterior de cada centrómero se encuentra un
complejo proteico denominado cinetocoro. Más adelante en la profase, las tubulinas del
material pericentriolar de los centrosomas comienzan a formar el huso mitótico, que es
una estructura en forma de balón de fútbol americano formada por microtúbulos que se
adhiere al cinetocoro A medida que los microtúbulos se alargan, desplazan los
centrosomas hacia los polos (extremos) de la célula para que de esa forma el huso
mitótico se extienda desde un polo hacia el otro. El huso mitótico es responsable de la
separación de las cromátides hacia los polos opuestos de la célula. Luego, el nucléolo
desaparece y la envoltura nuclear se disgrega.
2. Metafase. Durante la metafase, los microtúbulos del huso mitótico alinean los
centrómeros de los pares de cromátides en el centro exacto del huso mitótico Esta región
se denomina placa de metafase.
3. Anafase. Durante el anafase, los centrómeros se dividen y separan a los dos miembros
de cada par de cromátides, que se dirigen hacia los polos opuestos de la célula Una vez
separadas, las cromátides reciben el nombre de cromosomas. A medida que los
cromosomas son movilizados por los microtúbulos durante el anafase adoptan una forma
de V, ya que los centrómeros se ubican delante de los cromosomas y los arrastran hacia
el polo celular.
4. Telofase. La etapa final de la mitosis, la telofase, comienza una vez concluido el
movimiento de los cromosomas Los juegos idénticos de cromosomas, ahora situados en
polos opuestos de la célula, se desenrollan y vuelven a adoptar la disposición de
cromatina laxa. Alrededor de cada masa de cromatina se forma una envoltura nuclear, los
nucléolos reaparecen en cada núcleo idéntico y el huso mitótico se desintegra.
Célula eucariota
Se llama eucariota a aquellas células que tienen un citoplasma compartimentado por
membranas, y donde destaca la existencia de un núcleo celular organizado, cubierto por
una envoltura nuclear, en el cual está conteniendo el material hereditario, que incluye al
ADN que es la base de la herencia; se distinguen así de las células procariotas que
carecen de núcleo definido, por lo que el material genético se encuentra disperso en su
citoplasma. A los organismos formados por células eucariotas se les denomina
eucariontes.
El paso de procariotas a eucariotas significó el gran salto en complejidad de la vida y uno
de los más importantes de su evolución. Sin la complejidad que adquirieron las células
eucariotas no habrían sido posibles ulteriores pasos como la aparición de los organismos
pluricelulares; la vida, probablemente, se habría limitado a constituirse en un
conglomerado de bacterias. De hecho, a excepción de procariontes (del que proceden),
los cuatro reinos restantes (animales, plantas, hongos y protistas) son el resultado de ese
salto cualitativo. El éxito de estas células eucariotas posibilitó las posteriores radiaciones
adaptativas de la vida que han desembocado en la gran variedad de especies que existe
en la actualidad.
Célula procariota
Una célula procariota o procarionte es un organismo unicelular sin núcleo, cuyo material
genético se encuentra en el citoplasma, reunido en una zona denominada nucleoide. Por
el contrario, las células que sí tienen un núcleo diferenciado del citoplasma, se llaman
eucariotas, es decir, aquellas en las que su ADN se encuentra dentro de un
compartimento separado del resto de la célula.