Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
roberto valdivia
B 612
asteroide
asteroide
asteroide
poemas tristes
esta emoción fue una pequeña fiesta
hay chicos
centenares
andando
chicos que
chicos que
chicos que
chicos que bailan
que lloran
iii. hay muchos peces en el mar pero ninguno como…
¿sabías que hay muchos otros peces llegando a mi sala?
¿sabías que hay peces con hermosos peinados?
¿que cantan en las noches y de día caminan en círculos
por miedo a la parálisis nerviosa?
mirando las fiestas de los años 80s y los rockeros con la hoz
en el hombro
mirando las fiestas de los años 2000s y los emos llorando por
lo que ni siquiera tuvimos
pero en algún momento
tuvimos algo
y en algún momento caminamos por tantas partes
mirándonos solamente con gestos en silencio como si la música
estuviera prohibida
déjame tener algo
contigo como el pulso de estas lucecitas
que se prenden y se apagan
que algo tienen que ver con que aparecieras en este salón
iluminada por todas las décadas absurdas del siglo xx
y no dejes a mi canción la complacencia de quedarnos para ser
los turistas en el polvoriento cuarto de los padres
y vuelve con tu manada de lucecitas líquidas
a probar en el sol de una lengua el futuro que prometimos
sobre la pista de baile
porque la noche a veces es dura como un fundido negro y estoy
agradecido que aquel telón no haya podido evaporarte
cuando las fiestas se retiraron a dormir sin que pudiéramos
evitarlo
las pistas de esta ciudad se llenaron con toda la mala sangre
de los que no saben bailar porque
créeme no es que sea un bailarín pero siempre he creído que
el único dios que faltaba para bailar
y amar
era dejar salir a tu corazón por la boca y ya
tintineara o se asustara era lo suficientemente tuyo
como para no contentarte con las luces que proyectara
despídete y sorprende con una flor de loto a los viejos
maestros
con la cabeza fuera de la ventana y el cuerpo adentro
temblando
qué pena que me toque caminar con esta camisa rota
y tenga que temblar como un paraguas orgulloso
porque créeme, si algo se sale de su lugar
sé que moriré pasado mañana
pero como no hay reflectores para la pena
mejor me esperanzo en que te enciendas y no te apagues
sin saber ya si soy más hombre que canción
o si la noche se abrirá de nuevo
sino siendo la fogata encendida
con motivo y sin vergüenza
unos cuantos poemas que se quejan antes de salir afuera
marina abramovic (silly love songs)
adiós
le envié un mail a luna miguel- diciéndole que lo sentía- un
dibujo de un gato con tres patas- en la primera página- le envié
un mail a kevin- diciéndole que lo sentía- un cocodrilo feliz-
en la primera página- le envié un mail a josué- diciéndole que
lo sentía- una casa escrita con la palabra “cartón”- en la
primera página- “la puerta está abierta”- me dijo uno de los
tres- en un audio esta noche- “regresa a casa”- y regresé- para
escribir esto: - la mayoría de veces- la juventud es lanzarse
de una azotea- caer y sacudirse la ropa- para seguir caminando-
la mayoría de veces- crees que eres un hábil motociclista-
hasta que se te rompe la cabeza- y despiertas del coma- apenas
balbuceando tu nombre-
por cada canción- gracias- por cada ritmo en falso- por cada
mal acorde- gracias- este he sido- cada fragmento es horrible-
pero en todos ellos juntos- tal vez pueda sentirme- calmado- un
rostro deforme- que sonríe- para muchas festividades
© Roberto Valdivia
© C.A.C.A. Editores
Av. Bartolomé Herrera 687, Lince, Lima
E-mail: caca.editores@gmail.com
Queda autorizada la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio
citando al autor y a la editorial.